"Entre el amor de hombre y de Licántropo. "
Por Crystal
Interactuando con las vivencias ocurridas en el fic "Entre confusiones apuestas y amores verdaderos"
Capitulo I: Oscuras transformaciones.-El joven esperaba pacientemente cerca de la taquilla a que la chica saliese de los lavabos que utilizaba en este momento en la estación central. Suspiró largamente al ver el carrito con maletas de ambos. No creía como ni porque, pero se sentía nervioso. Sonrió al ver como la gente pasaba a su alrededor sin siquiera mirarlo dos veces. Porque era un chico como cualquier otro ¿O no?
Las boletas del tren ya estaban compradas y en sus manos y en quince minutos se embarcarían de Transilvania, para las regiones . Pero claro que eran distinto... muy distintos a todos aquellos "Muggles" que cruzaban por su lado y enfrente de él.
Sonrió al pensarlo. Viajaba de dos meses atrás, con Nathaly. Porque Nathaly Malfoy, prima del enigmático Lucius Malfoy y proveniente de una de las mas reconocida familias entre los magos, junto a su compañero Remus Lupin al viaje de sus vidas.
Remus y Nathaly se conocieron durante el viaje en tren cuando ambos cursarían el primer año en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. A Remus siempre le agradó Nathaly y ella con el tiempo, se sintió atraída por él. Para principios de su ultimo año y gracias a la ayuda e idea loca de Arly Thompson, la mejor amiga de Nathaly y archi rival de Sirius Black, todos (incluyendo sus amigos, James Potter, Lily Evans y ellos mismos) Se vieron involucrados en una apuesta: Que alguno de ellos, se enamoraría de otro y para eso cualquiera de los dos bandos no podían salir con otra persona. Para el tiempo, tanto Sirius como Arly cayeron uno y otro en su propia trampa, al mismo tiempo, James y Lily se declaraban sus sentimientos y Remus se abría sentimentalmente y por primera vez con una chica. . Ahora, ambos contando con dieciocho años, se embarcaban a un viaje que recordarían por siempre y mientras vivieran.
Nathaly Malfoy era considerada por su propio primo, algo distinto a cualquier cosa (Exceptuando su abuela) que habría pisado la casa de los Malfoy's, inclusive el hecho de que era la única de su familia que había caído en una casa diferente a Slyterin; Ella era orgullosamente Gryffindor. Pero su hermosa mirada platina y cabellos rubios y platinos, atraía aun mas la mirada de todo aquel que la observaba. Tenia, no podía ser negarlo el porte que tanto caracterizaba a los Malfoy's, pero no así su tan arrogante forma de ser... cosa que aun no se podían explicar el ¿por qué siendo una Malfoy era tan distinta a su familia?... pero eso solo unos pocos lo sabían y es que solo en unos pocos confiaba la chica y entendían de el porque de su forma tan diferente de ser.
Pero ella solo tenía sus ojos y su corazón para el sujeto con quien en esos momentos viajaría.
La vio venir con una sonrisa a la vez que su pelo amarrado en una larga trenza, cruzaba por su pecho y caía graciosamente sobre su abrigo de color verde mientras incluso, vestía botas altas de color negra y un bolso del mismo color. Sonrió al distar al sujeto esperándole a pesar de que estaba algo enojada con él. Pero Nathaly lo quería y no importaba que tan enojada estuviese, nunca dejaba de sonreírle. Pero lo que pasó, era motivo de enojo.
Pero Remus no pudo notar las miradas significativas que le lanzaban en especial los hombres que allí pasaban.
Porque la chica con aquel físico tan distinto y al mismo tiempo tan diferente a los cabellos castaños o negros o los ojos azules o grises. O tal vez era su inocente mirada a la vez que le esperaba el sujeto.
-Lamento haberme tardado... – se disculpó la chica al alcanzarlo.- ¿Tienes los boletos?
-Si... – dijo él aun mirando a su alrededor y notando como las personas le observaban. Porque Nathaly era hermosa. Tomó el bulto de su mano y lo colocó encima de la otra maleta y comenzaron a caminar ambos hasta el tren que les correspondía tomar.
Remus observaba y veía todo aquello no evitando apretar el mango del carrito. Porque no era celoso que lo mostrase. Era un suspicaz silencioso. Pero nunca decía nada. De todas maneras ¿qué culpa tenía Nathaly de ser atractiva a todos los ojos? Incluso vio como dos mujeres le observaban a ella.
Agradeció a los cielos cuando llegaron al interior del tren y tomaron asiento en su cabina. En los últimos dos meses, habían viajado por toda Europa en búsqueda de indicios de sociedades de licántropos. Pero un indicio lo llevaba a otro.
Nathaly mientras y en un momento que se acomodaron en su asiento, uno al lado del otro, tomó de su bolso negro un libro pequeño y lo comenzó a leer. Remus la miraba una y otra vez. Pero finalmente exhaló profundo y prefirió mirar por la ventana.
Porque Nathaly estaba enojada. Aunque Remus le había explicado antes de salir de casa de este las circunstancias en las cuales realizarían este viaje. Él era licántropo y en cada mes, habían tres noches de luna llena. Tres noches malditas desde que tiene recuerdos.
Pero Nathaly mientras las horrorosas imágenes, no se quitan de su memoria...
Estaban en esos momentos en Transilvania. Se irían dos días después. Para ser la supuesta nación del vampiro Drácula, era una nación dominada por el misticismo y también las neblinas en casi todo el día y después sus templadas noches.
Pero hacían ya tres días que no sabía nada de Remus. El se lo había dicho. "habrán tres días y noches que desapareceré; esos días y noches, coincidirán con el ciclo de la luna Llena. Te pido que por nada del mundo, en esas noches, salgas al pueblo, o a los bosques o llanos." Ella se lo prometió. Pero ahora y delante de su mesilla, no dejaba de pensar en él.
En esos instantes se encontraban en una de las tantas posadas que habían en el lugar y que eran atraídas por aquellos muggles que les fascinaban las leyendas mitológicas acerca del Vampiro que no dormía y atacaba en la noche. La verdad era que, existía mas cuentos de hadas mar reales que lo de Drácula.
Escribía las líneas a su mejor amiga a la vez que trataba de quitarse de la cabeza que eran ya las siete de la mañana del cuarto día y Remus no había llegado. Había pasado la noche completa en vilo.
Pero era que, Remus se escapó de ella el día antes al primer día y no supo mas de él excepto por una nota que dejó que decía:
"comienza el primer día. Vuelvo en poco tiempo.
Amor, Remus".
Pero aun así, ella no se encontraba tranquila.
Por segunda vez, hacía lo mismo. Pero ¿Sería capaz de soportarlo mas?
"Querida Arly:
Estoy en transilvania... que diferente es todo esto de lo que vivíamos en Hogwarts. Aquí las personas son amables pero algo temerosas a lo desconocido. A pesar de que, siempre este lugar está lleno de desconocidos...- Ahí dejó de escribir. No podía concentrarse.
Estaba mortificada. No saber de él y miró el reloj otra vez. Miró el lecho que pertenecía a Remus, vacío. Porque a pesar que eran novios, viajaban juntos y convivían, aun ella y Remus no habían intimado. Era un punto que ella no sabía por que, Remus le había dejado claro: Que eran novios y que la amaba, pero que el momento de "acercarse mas" no había llegado. Pero ¡¡Tenían dos meses viajando y Solos!! No era lo mismo que Arly y Sirius con las miradas y las intervenciones de Daniel Roberts o McGonagall.
Miró nuevamente el reloj. Se desesperó. Tomó su abrigo y se disponía a salir a la calle cuando tropieza con algo a los pies de la escalerilla que había. Era él. Era Remus. Estaba débil. Parecía muy desnutrido y temblaba.
-Oh.. santo cielo.- dijo ella tomándolo por los brazos y llevándolo al interior de la habitación. Encendió la chimenea aun mas y buscó mantas y cobijas secas y se las colocó sobre el joven.
Miró sus brazos: lleno de moretones, cortadas y magulladuras. Su rostro sucio dormía frunciendo el entrecejo. Pero al poco momento no temblaba.
Buscando una de sus maletas, halló el botiquín que el señor Lupin, el padre de Remus, le confió a la joven para esos momentos. Así con cuidado y paciencia, comenzó a sanar las heridas con pomadas mágicas y vendarlas. Incluso terminó y Remus no despertó. Le observaba como dormía. Era increíble que en tales condiciones pudiera llegar o por lo menos recordar en que lugar esta ella, pero su corazón en cierto modo estaba triste, no soportaba el verle sufrir... pero sabia que sufría Sirius incluso James se lo dijo "Las transformaciones son complicadas y dolorosas para él, ¿Estas segura que serás lo suficientemente fuerte para él?" Y como en esa ocasión se lo dijo a ellos que estaba segura y que lo amaba lo suficiente para soportar todo lo que le pasara, pero por alguna razón Remus le huía; se alejaba de ella cada transformación, por alguna razón ella debía ser fuerte si quería seguir a su lado. Fuerte por él y por ella, para que su relación perdurara... pero eso nadie lo sabría.
Así lo dejó abrigado en el lecho y ella salió de la habitación sentándose en las escalerillas abrigada y juntando sus rodillas con el resto de su cuerpo, se sentó allí. Por fin estaba él en casa. Pero ¿cuántas veces tendría que ver y presenciar como este regresaba cada vez mas lastimado y herido? Le dolía en saber que no podía hacer nada mas que brindarle su apoyo, compañía y amor incondicional pero se sentía mal... no es que fuera débil ... la era una palabra prohibida en su familia y lo sabía
-"El mes anterior... la ultima vez, no fue tan difícil... logró llegar consciente y en una sola pieza aunque era notable, que, estaba débil... tan débil... mi pobre Lobito... trato de... no... no lo pensaré. Estoy para él. No me importa quien sea. Los otros 27 días del mes, sigue siendo mi Remus...- recordando su sonrisa y su mirada soñadora y dulce.- es mi Remus. El Remus de quien me enamoré..."
Poniéndose de pie y diciéndose a si misma que no se desanimaría, comenzó a avanzar por la ciudad y las pocas casas que habían allí.
Regresó a las pocas horas y llevaba con ella, unos paquetes que incluso contenían sopa proveniente del restaurante que había en el pueblo. Porque después que comiera él, estaría mejor. Al regresar mira el lecho de Remus y las sábanas están alborotadas, pero él no está a la vista.
-Remus...- dijo Nathaly no evitando alterarse y dejando los paquetes en la mesilla comenzó a buscar en el baño- ¿Remus? – después de ahí le inspiró buscar en el armario.. No sabía que en su cabeza la hizo mirar ahí.- ¿Remus?- ahí lo vio: Acurrucado como un niño en esa esquina inferior al lado del baúl de Hogwarts estaba cubriéndose su cabeza con las manos y meciéndose.- ¿qué haces ahí?- preguntaba ella algo preocupada por su comportamiento.
Pero no era diferente. La vez anterior, Remus regresaba algo aturdido y confundido. Por lo que ella había leído acerca de la Licantropía, (poco si se toma en cuenta que no sé sabia a ciencia cierta quienes eran, ya que esa sociedad de magos excluían a muchos dado su diferencias... solo de recordar ese tonto libro de cuidado de criaturas mágicas donde describían a un licántropo como un monstruo... le hervía la sangre de tan calumnia) era común conque sufrieran desorientación a los primeros días posteriores a su transformación. Pero aquellos alrededor a Licántropos, debían de hacerlos volver a la realidad y apoyarlos en todo momento.
-No merezco...- decía él en un sollozo.- No te merezco... soy un monstruo...- escuchándose su voz afectada y entrecortada.- ¿Por qué estás conmigo? ¿por qué?
-Remus: sal de ahí.- decía la joven tratando de mantener la compostura, porque sabia que él no decía en serio lo que ahora le reclamaba- Ven: sal y hablamos...
-Deberías estar con otro... con un hombre de verdad... solo soy... solo soy un monstruo...
-Deja de decir Tonterías...-decía la joven tratando de mantener la cordura.- Dices tonterías... vamos, levántate de ahí. Sal de ahí. Tengo sopa...- sonriéndole para mantener alto el animo.
-¿No lo entiendes??- decía Remus.- No te quiero conmigo... no te quiero. Solo te causaré tristeza... solo te causaré penas... necesito que me dejes... déjame... no soy hombre... tampoco animal ¿Qué soy?- decía esto ahí ya afectado.- ¿Qué soy??? ¡¡¡CONTESTAME!!!- Alzando la voz.
-A mi no me grites así – dijo ella que ocasionó que él le observaba. Deja de hablar así... eres mi Remus.- arrodillándose a su lado y tomando su mano.- Eres mío ¿Lo comprendes? Licántropo o no, sigues siendo un Hombre...
Por la forma en que Nathaly le habló, este por fin le miró al rostro. Ahí estaban ambas miradas: la de Nathaly se notaba demacrada y somnolienta, seguro de las noches en vilo preocupado por él. Mientras que Nathaly vio al joven con la cara con algunos rasguños pero en sus ojos, vio el indefenso Remus que se delataba delante de ella.
-Si no quisiera estar contigo...- dijo ella sacándolo de allí. Notó que estaba vestido con la parte inferior de su pijama.- No hubiera venido contigo...- sirviéndole la sopa.- y eso hice... si quisiera reclamos de alguien, iría a donde mi primo y tío... o ¿ya hasta a mi tío me mataste?
Pero Nathaly se sentó delante de él mientras él comía la sopa en silencio. Nathaly sabía que él no quería decir todo eso. ¿o si? ¿Se arrepentía de haberla arrastrado consigo a esos viajes? Porque hasta ahora, era un callejón sin salida, tras otro. Fueron a Croacia, y de ahí a Austria y de ahí a Italia en menos de dos meses, sin encontrar rastros absolutos que fueran verídicos acerca de la existencia de Hombres Lobos.
Pero no sería ella quien se lo dijera.
-Se lo que piensas...- dijo Remus trayéndola a la realidad y dejando la sopa a un lado.- Se lo que piensas... que estoy loco...
-¿Loco? ¿de que?- preguntó ella sin comprender a que venia el tema.
-De decir que soy un monstruo... lo soy..- ahí Nathaly notó como él sudaba. Pasaba su mano por su cabeza y se puso de pie – Saboreo la sangre en mi boca...- Mirando el fuego encendido.- Siento el sabor tibio de la sangre de alguien... victima de mi en las ultimas tres noches...
-Remus...- dije acercándome y abrazándole pero él le huyó.- No puedes creer eso...- le lastimó que huyera.- ¿por que crees eso?
-Por el sabor... y la adicción... no recuerdo que pasó...- dijo ahí observándole - no lo sabes... a que sabe...- su mirada era fría y calculadora. Era tan distinta a la mirada de él siempre. – No lo sabes... el día que algo te pase, por mi culpa, ese día me mato... – sorprendiéndole con aquella declaración y asustándola. Pero ella debía de mantener la sensatez.- ¿Me escuchas? Me mato...
-¿Por qué habría de pasarme algo?.- preguntó Nathaly.
-¿Acaso no sabes?- riendo algo distinto a lo que reía usualmente. Nervioso, como si no tuviera control ni sentido de lo que decía o hacía.- Pues cuando desperté... veo los paños que usaste para mis heridas empapados de sangre. Veo mis heridas curadas, pero siento este sabor a sangre... y pensé que...- no terminando pues caía abatido de rodillas.
Nathaly se acercó para abrazarle con ternura, cosa que él trató de evitar pero al final, la calidez del abrazo de la joven, lo hicieron sentirse como un pequeño indefenso. Y así lo veía Nathaly: Como un pequeño indefenso que seguía siendo los otros 27 días, Remus Lupin, de quien ella se enamoró. Y haciendo nota mental de nunca mas dejar a la vista las vendas y demás aditamentos para su curaciones
-No te preocupes... yo estoy aquí- besándole en su cabellera.- Siempre lo estaré- mientras le abrazaba con ternura y protección.
Sin mas nada que decir, estaban de nuevo dirigiéndose a la ciudad de Bélgica, donde desembarcaron dos meses antes de iniciar su viaje. Por lo que parecía, las fuentes de historia acerca de los Hombres Lobo con mas veracidad de hechos, se desarrollaban o en Bélgica o en Londres.
Pero Nathaly, no se atrevía a romper el silencio. Y Remus por otra parte, se sentía nervioso. No recordaba mucho de lo que pasó al regresar a casa. No recordaba casi nada. Recordaba haberse despertado en su cama, cubierto en vendas y con Nathaly abrazada a él y a su lado totalmente dormida.
Pero no se atrevía a preguntar. Pero ella tampoco le decía que pasó. Pero ¿no pasaría nada, cierto?
Ahí lo notó. Ella le estaba mirando.- ¿Qué pasa?- preguntó.
-¿Qué pasará cuando lleguemos a Bélgica? ¿iremos a Londres?
-Depende de lo que encontremos en Bélgica... y si los casos solo se concentran en esos sitios que hemos estado y Londres...
-Ah.- dijo ella volviendo la mirada nuevamente a su libro. Pero si Remus sabía que ese libro no era como cualquier otro. Pero como no tenía nombre en la cubierta, ella se cubría detrás de su libro.
Pero él no dejaba de pensar todo aquello. Eran atroces las transformaciones. ¿Acaso Nathaly merecía acompañarle durante todo eso? ¿acompañarle a esos viajes que comenzaba a pensar que no tenían razón o lógica? Después de todo, pasan dos meses y han sido callejones sin salida.
-Oye...- preguntó él bajando la voz.- Nathaly...- ahí la joven le miró con interés pero sin sonreírle. Remus la notaba algo molesta o inquieta. Ahí Nathaly lo notó: Remus se notaba algo avergonzado.- ¿No ha pasado nada entre nosotros verdad?
-¿Nada de que?- preguntaba ella totalmente desligada a lo que él preguntaba.
-¿Entre nosotros?
-No se que me hablas Remus...- dijo ella seriamente. Pero en verdad las frases dichas por Remus aquel día, le asustaron tanto.
Pero ella le dio fin al asunto.
Continuaron el viaje en silencio y ella siendo curiosamente vista entre los muggles.
Incluso al dejar el tren en una estación para hacer escala con otro, Remus escuchó comentarios dirigidas a ellos, pero que Nathaly, tan ocupada estaba leyendo su libro que no se daba cuenta.
-Mira que chica... que joven...- decía una mujer bastante mayor.
-Pero viaja con ese joven... ¿Ves?
-Pero que hermosa... parece una diosa...- decía la primera.- ¿Familia?- adivinando el estado de los jóvenes.
-no... de seguro recién casados...- dijo la otra ocasionando un sonrojo kilométrico departe de Remus.
-¡¡que muchacha con suerte!!- decía la primera.- mi marido parecía un hipopótamo... – Riendo.- pero aun así le quería...
-Se que lo querías....- dijo la otra.- Pero ¡¡Que ventaja de ser joven y enamorado!!
-Si... y felices... sus hijos serán hermosos...- alejándose ambas con tales comentarios. Remus aun las observaba alejarse y ahí Miró a Nathaly. Era hermosa. No necesitaba que nadie se lo dijera. Pero con una chica tan hermosa y enamorada de él... ¿casados? Su mente comenzó a jugarle trucos de él casándose con Nathaly y la noche de bodas...
-Remus..- decía Nathaly zarandeándolo momentos después y regresándolo a la realidad algo preocupada.- ¿Estás bien?
-Si...- dijo él abochornado por estar pensando en tales cosas- estoy bien...
-Mira te traje esto- aquí Remus se daba cuenta que el tren se ponía en marcha nuevamente. Nathaly le extendió los paquetes con bocadillos y emparedados a lo que ella dijo.- Son muggles...- sonriéndole divertida.- La mejor parte de este viaje...
-¿Incluyendo las fotos que tomaste con la cámara muggle?- sonriéndole. también comenzó a comer de los bocadillos.
Ella asentía muy divertida con todo aquello y en un momento dijo. Tengo que tener algo que mostrarle a Arly y a Lily cuando regresemos... – devorando su emparedado.- Que rico está esto...
Remus observaba su infantil rostro embargado en inocencia. Si solo supiera lo que esas mujeres decían de ellos. Si por un simple beso se ponía roja. Por una sospecha acerca de ellos, como esa pondría a la joven algo alterada.Pero simplemente, se conformaba con verla divertirse mientras observaba el paisaje y comenzaron a volver a hablar con normalidad.
Pero dentro de veinte y cuatro días, todo volvía a empezar....
----------- Continuará....
Comentarios de la autora: Lo se TT se lo encuentran algo confuso. Pero no es tanto. Los que son seguidores de la historia, "ENTRE CONFUSIONES APUESTAS Y AMORES VERDADEROS" la tienen fácil: Esto es un completivo acerca del viaje entre Nathaly y Remus... porque simplemente quise hacerle un fic aparte para darle lo que se merecen.
Para el próximo capitulo: llegan a un poblado en Bélgica gracias a unos rumores en la estación del tren y noticias de diarios, hacen que estos dos se trasladen allá.
Nuevos personajes aparecerán y un incidente hará que Remus se pregunte a si mismo, si vale la pena poner la vida de Nathaly en riesgo.
Comentario, Dudas tomatazos, a
