Una idea recurrente de Fascinación

Summary: Harry lo odió. Calló unos momentos y dijo: "Te amo". Slash HxD. Al parecer ya no es OneShot¿no?

Disclaimer: Nada de esto es mío. Todo es de J.K. Rowling y de la Warner Bros. (Sí…caleta…). Espero que no me demanden Es todo un hobby.

Comentarios y Advertencias: Bueno, esto es como un pequeño entremés mientras terminó el sexto capítulo de "The way things are" P. Gracias por leer.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Cuando Draco camina por los pasillos de Hogwarts, cuando avanza y está solo, roza con las puntas de los dedos las paredes de piedra.

Suele hacerlo siempre antes de doblar las esquinas, antes de encontrarse frente a frente con la persona que sabe va a encontrarse.

Draco siempre sonríe, cuando esto ocurre.

Los músculos de la cara le duelen después.

– Buenos Días Potter – dijo con satisfacción a Harry. Este último acompañado con Hermione y Ron, como de costumbre, afuera del gran comedor.

– Hola Malfoy – respondió un moreno incómodo, desviando prontamente la mirada.

– ¿Jodiendo a tan tempranas horas del día Malfoy? – agudizó mordazmente Ron, recibiendo como respuesta nada más que otra sonrisa y una leve inclinación de la boca del rubio, y un codazo protestante por parte de su novia.

El primero se alejó sin más hacia su mesa.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Se le estaba notando.

Llevaba una semana sin casi comer ni estudiar y ya había faltado a tres clases. Cosas sin importancia para Ron, pero preocupantes para Hermione. Pero recientemente hasta su amigo lo miraba con otro semblante.

Al menos se había resistido. Y era que la última vez no había sido menor.

Harry Potter era una persona más bien callada. Su manía de meterse en problemas no eran más que su mala suerte. La timidez era su fuerte. Siempre lo había sido.

Hace mucho que se digo a sí mismo que si no había llorado por los muertos, menos lo haría por los vivos. Y Draco Malfoy no sería la excepción.

Aunque costara.

Aunque quemara.

Aunque cada vez doliera más.

Llevaba una semana topándoselo en los pasillos y esquivando una mirada que era como la fría niebla, que le arremetía con fuerza las entrañas. Casi siempre acompañada de susurros imperceptibles para sus amigos, pero que para él lo eran todo. Más que el sarcasmo del saludo, y más que el sonido pausado de sus pisadas a lo lejos.

A veces sabía que era él. Sabía que venía acercándose, lo escuchaba. Aún así, estúpidamente, no corría.

No pensó que pasaría. No pensó que aquel orgulloso espécimen lo haría. Era la primera vez que se ponía en contacto con él desde aquella noche. Y la primera vez que lo hacía fuera de esa habitación en el séptimo piso, cuando durante el desayuno encontró en el bolsillo de su túnica una pequeña nota perfectamente doblada.

"Las reglas están para romperse Potter. Me agrada que sepas sorprenderme. Te espero hoy donde siempre a eso de las… ¿doce? – Draco."

– Harry¿estás bien?... – le preguntó Hermione.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Había vuelto por dos noches seguidas a la sala de requerimientos.

Había esperado por más de una hora ambas noches.

Había pensado muchas cosas sentado en una cama, luego en un sofá, frente al fuego o pretendiendo que leía un libro.

A la tercera, solo a la tercera, descubrió que a Potter le quedaba algo de fuerza de voluntad. Y no sabía si admirarlo o detestarlo. Pero lo que sí sabía, era que volvería.

Esa indiferencia en su mirada; sus continuas esquivaciones; la pretensión de ignorar su persona olímpicamente provocaba en Draco algo que ni él mismo se explicaba. Pero de seguro, era algo que no se detendría a analizar hoy ni mañana. Un nunca sirvió para tranquilizarlo más.

Sabía lo que el cara rajada sentía, por lo tanto, sabía lo que esperaba. Las personas eran predecibles. Sabía perfectamente como manipularlas…lo sabía.

Tener a Harry adentro había movido algo en él. Algo que ya estaba, algo que no sabía explicar. Por primera vez sintió. ¿Pero qué? Quería averiguarlo, quería estar nuevamente entre sus brazos y sentirlo.

Ese día mientras escribía la nota que mantenía firmemente en su mano derecha se había sentido nervioso. Qué raro, pensó. Durante todo e día lo mismo. La concentración, incluso en pociones, era algo efímero. Tanto, que logró ciertas miradas inquisitivas por parte de su padrino.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Como siempre Draco llegó más temprano que Harry.

Preparó con dedicado esmero la habitación y se recostó sobre la cama a pensar…

Cierto ojiverde, metros no tan lejos, pensaba si de verdad no necesitaba una camisa de fuerza y unos fuertes golpes en la cabeza…quizás un hechizo desmemorizante bastaría. Inspiró hondo al verse ya en el séptimo piso, a pasos de su "amante".

Qué palabra tan ridícula.

Entró sin tocar. La puerta estaba entre abierta como de costumbre.

Algunas cosas nunca cambian. El moreno se encargaría que esa frase fuera sólo eso.

– Hola Malfoy – dijo Harry.

– Buenas noches Potter – respondió a su vez Draco quizás más cálidamente de lo que hubiera querido. Se paró de la cama y fue hasta lo que él llamaba en su cabeza su juguete, pues no era más eso. Y quería estar seguro que así fuera. – Sabía que volverías.

– Al parecer esta vez te ha costado un poco más. – respondió Harry, agitándose. Draco ya estaba en frente. – Me pregunto que serás capaz de hacer la próxima vez para seguir cogiéndome.

– Pues lo que sea necesario – el rubio besaba su cuello -, claro.

– ¿Estás…– preguntó Harry mientras tomaba al rubio por hombro y lo alejaba, hasta dejarlo nuevamente en frente de él –…seguro?

Silencio.

Harry trataba de mantener la compostura. Draco la paciencia.

– Sabes Potter…

– Harry. Mi nombre es Harry – lo interrumpió el moreno.

– Ya lo sé, no soy estúpido.

– Al parecer sí lo eres, Draco.

– ¿Ahora pretendes que te llame por tu nombre? – Respondió arqueando una ceja – Sí eso te excita más…no tengo ningún problema Harry – dijo Malfoy mientras tocaba la entrepierna de su acompañante, sin respuesta física por éste. – Bueno…al parecer no lo hace¿no Harry?

– No Draco.

Más silencio. La mano de Malfoy seguía recorriendo aquel conocido cuerpo.

– Dije no, Draco.

El rubio hizo un gesto de desagrado con la cara, soltó un bufido y fue a su antigua posición, recostado en la cama.

Harry cerró la puerta tras él y fue al encuentro del Slytherin. Una vez allí se miraron fijamente unos segundos, en los cuales cada uno pensó algo. Algo que quizás nunca se dirían a la cara.

El ojiverde se recostó junto con Malfoy, y por primera vez fue él quien dirigió. Lo besó tiernamente, una y otra vez. Aprendió y enseñó a pausar sus movimientos, a sentir hasta el agotamiento sus cuerpos, cada trozo, cada centímetro.

Harry hizo el amor, y Draco, sin saberlo, también.

– Me agradas Potter. – dijo Draco un poco somnoliento – No permitiré que lo arruines…

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Fin, fin.

Quedó un poco cortito este capítulo, pero lo hice con mucho cariño, algo así como con ganas. En poco tiempo . Y me gusta que termine como en posible final.

Gracias a todas las chicas que me dejan reviews. De veritas. A todos muchas gracias.

Y una aclaración: mi nombre es Cristian! Soy hombre por dios! Jajaja no me traten de chica '(

Las primeras cuatro frases en cursiva del capítulo son propiedad del fic "Efecto Doppler" de Kradcitta. Léanla, es muy cool. Gracias por prestarme el inicio niña.

Espero que les haya gustado y les digo que continuará ¿qué estará dispuesto a hacer Draco para que Harry no lo arruine?…1 o 2 capítulos más, y sorry la demora.