Una idea recurrente de Fascinación
Summary: Harry lo odió. Calló unos momentos y dijo: "Te amo". Slash HxD. Al parecer ya no es OneShot¿no?
Disclaimer: Nada de esto es mío. Todo es de J.K. Rowling y de la Warner Bros. (Sí…caleta…). Espero que no me demanden Es todo un hobby.
Comentarios y Advertencias: Espero poder terminar pronto "The way things are", pero este fic ha gustado y a mi tb. Así que aquí les va otro capítulo. Espero que les siga gustando, y nunca me fui, solo me demoré P
Gracias por los reviews. Me fijé que el último fue de un chico ) Ahora me siento menos solo xD
Saludos a todas y a todos.
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Eres como una predicción de las buenas…
Eres como una dosis alta en las venas…
Estaba contento. ¿Estaba contento?
Llevaba meses viéndose con Draco a escondidas, y podía sentir como las cosas cambiaban. Él cambiaba.
¿Quería más?
Podía recordar como había sido la primera vez. Como Malfoy había tomado todo lo que tenía, y no lo había devuelto. Desde aquella noche en la sala de requerimientos que no ha tenido paz interior. El amor es raro, se decía, pues sabía que eso tenía que ser amor¿no¿Y si no lo era¿Quién era él para decidir eso? Bueno, era el dueño de aquello que sentía, y al final siempre podría nombrarlo como quisiera.
– ¿Qué piensas? – lo interrumpió Draco, tendido a su lado, desnudo.
– Nada.
– ¿Ahora soy nada?
Harry lo miró y no respondió. El rubio sonrió y dijo:
– Eres predecible…Harry. Eres un Gryffindor muy particular. Dime – hizo una pausa para pegarse más con interés en la mirada, con su dejo de maldad, como siempre pensaba Harry –…es que no sabes mentir o es que no sabes mentirme.
– Cállate Malfoy.
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– Está bien, habla.
– ¿Qué? – preguntó el moreno un poco desconcertado.
– Si me seguiste hasta la biblioteca, y te quedas ahí mirando un libro que estoy segura te interesa tanto como Pociones… – Hermione quitó la vista de su libro y la depositó en su amigo – Te conozco Harry, quizás más de lo que crees, además soy una chica, y observo. Estás raro, hace tiempo. Quieres contarme que te pasa o seguimos pretendiendo que estás bien.
Harry se quedó mudo por un momento, no sabía como empezar, pero tenía que hacerlo, ya era demasiado.
– He estado manteniendo relaciones sexuales con Draco Malfoy por ya casi seis meses – dijo al fin Harry, rápida y dolorosamente, como si estuviera sacando un puñal atravesado entre sus costillas.
Hermione rió nerviosamente, como si pensara que por un momento aquello pudiera ser verdad. Al ver la expresión de su amigo, la risa desaparecía de a poco.
– Oh Dios mío…lo dices en serio.
Harry asintió con la cabeza.
– Estoy confundida – agregó la chica con notable desconcierto –, se me vienen muchas preguntas y… – se notaba que le costaba trabajo imaginarse todo aquello. Miró a su amigo y concluyó - … ¿lo amas?
– Eso creo… – respondió Harry.
– Ay…Dios… – las facciones de Hermione mutaban constantemente. Harry pensó que quizás no había sido tan buena idea revelarlo de ese modo…aunque la liberación era enorme – ¿y él a ti?
– No… - La respuesta era dolorosa, aunque no la sabía ciertamente – no…lo sé.
– Esto es malo. Quiero decir, esto no es bueno, o sea¿es bueno?
Harry titubeó, eso era algo que tampoco sabía.
– ¿Alguien más lo sabe?
Harry negó con la cabeza.
– ¿Piensas contarle a Ron?
– No…no lo sé.
– Harry, lo siento, o sea, tantas preguntas…pero entiéndeme…es todo tan complicado…
– Sí que lo es – respondió Harry mirando la mesa.
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– Ayer te vi con esa Weasley.
– ¿Celoso?
– Mmm…
– Teniendo en cuenta que fuera de este cuarto no me hablas sino para molestarme…no le veo el problema en que vea a otras personas.
– No te pases de listo Potter.
– No me paso de nada. Acaso crees que no me doy cuenta como le coqueteas a Zabini
– ¿Celoso?
– ¿Tendría que estarlo?
Draco arqueó una ceja y sonrió con satisfacción.
– No somos novios.
– No – dijo Harry mirando al rubio, inexpresivamente, como pocas veces –… ¿cierto?
– No entiendo a que le tienes tanto miedo Potter…quizás no estás contento con mi desempeño – dijo el rubio, metiendo la mano por entre las sábanas, tocando ciertas partes de su compañero.
– Te tengo miedo a ti.
– No deberías – respondió Malfoy mientras besaba el cuello de su amante – Sabes que no te haría daño.
– ¿No lo harías?
Draco entendía lo que pasaba por la cabeza de Harry, o al menos, creía hacerlo. Él también tenía miedo, aunque nunca lo aceptase.
Al día siguiente después de Pociones, Harry fue emboscado afuera de la sala por la pelirroja de siempre, aunque un poco más cariñosa de lo usual. Draco miraba disimuladamente mientras el nerviosismo del moreno iba en aumento y no encontraba una buena excusa para sacársela de encima sin que pareciese mal educado.
El rubio se levantó y pasó dando su mejor codazo a Ginny.
– Cuidado por donde te paras, Weasley.
– Estúpido Malfoy – le respondió la pelirroja con insinuaciones de sacas su varita.
– ¿Qué¿Vas a atacarme pobretona? No es culpa mía que seas tan enana y a penas te veas.
- Ya, párala Malfoy.
La voz de Harry sonó fuerte y clara, mientras se interponía entre el rubio y su amiga. La gente ya estaba empezando a mirar.
– San Potter al socorro de los pobres y desvalidos¿no?
– Piérdete Malfoy…
– Ni en tus sueños Potter.
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Era fácil perderse en los pasillos del colegio. Era fácil que nadie te encontrara cuando querías estar solo. Sin embargo, no siempre era tan efectivo.
Harry miraba el bosque por la ventana de un aula vacía. Trataba de no pensar. No se sentía bien, y la verdad no sabía muy bien el por qué o quizás sí.
– Está bien, habla.
Esta vez no era su amiga la que lo encaraba.
Harry volteó y lo vio ahí, parado junto a la puerta con los brazos cruzados apoyando la cabeza en la pared.
– Idiota
– Bueno, gracias. Aunque a decir verdad he recibido mejores halagos – respondió el rubio, acercándose a Harry, peligrosamente, a paso firme, lentamente. – Recuerdo a la última persona que me dijo hijo de puta…mmm….pobre, todavía tiene problemas para caminar.
– Muy gracioso Malfoy.
– No me llames Malfoy, que poco considerado. ¿Qué¿Un pequeñito empujón a la mosca muerta y ahora ya no soy Draco? – El Slytherin ya estaba al lado de Harry y lo miraba con gracia – Solo protegía mi mercancía.
– Mercancía…
– Es solo un tecnicismo...no te enfades. Últimamente he tenido bastante de eso. – El moreno desvió la mirada, mientras su acompañante suspiraba y cerraba los ojos agregando – Sí, te quiero sólo para mí, sabes que soy posesivo.
– Entonces sabes lo que tienes que hacer¿no? – respondió el niño-que-vivió, bajo, sólo audible para ambos.
Draco volvió a abrir los ojos y se sentó junto a Harry.
– A veces eres bastante molesto Harry…
– Sólo dilo.
– Caprichoso…
– Estoy esperando…
– Mal criado…
– Ese eres tú.
– Vale, vale. Harry Potter, el niño-que-vivió, el "elegido"¿quieres ser mi novio?
– Te ves sexy diciendo cursilerías.
– Disfrútalo. No esperes repeticiones.
– ¿Qué pasaría si no acepto?
– Mmm…pues te rompo la cara por indeciso.
– Bueno, creo que no tengo otra alternativa.
– No. No la tienes. – Draco se acercó a Harry y lo besó. Lo miró por unos segundos y se paró. – Espero que ahora estés un poco más contento. – Dijo mientras se alejaba, dándole la espalda al moreno – Extraño verte reír, Harry.
Al llegar a la puerta, se giró:
– Ah, mañana hay visita a Hogsmeade. Te esperó en las Tres Escobas. Te tengo una sorpresa.
– ¿sí?
– Seis meses Potter.
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Fin!
Espero que les guste. Draco está un poco más detallista y me gusta eso P
En el fondo siempre lo ha sido, pero no le gusta decirlo ni admitirlo.
Espero sus reviews.
Chau chau!