Nosotros dos
Disclamer: Los personajes son de Rumiko san, y la historia es sólo porque me fascinan jaja.
Acotaciones:
" " pensamientos
&&&&& cambio de escena.
Dedicación:
Para la Jeny! jaja simón niña por ser mi mejor amiga. Mucho ánimo con tu fic que me encanta y actualiza rápido jaja ntc
Era de noche en Tokio e inumerables luces brillaban por toda la ciudad. Uno de los restaurant-bar más famosos estaba lleno, las meseras iban y venían por todo el lugar con charolas y pedidos. Una de las chicas, la capitana, decidió tomar al siguiente cliente que entrara, un par de minutos después llegó un hombre muy alto y atractivo de unos 28 años, cuyos ojos eran lo más impresionante del chico. Pidió una "mesa para uno en la sección de fumar" y Lin de sa dio, lo acomodó en su lugar y lo atendió esmeradamente. Se dio cuenta de lo serio que era, ni una sonrisa o alguna expresión que denotra su estado de ánimo, además cenaba solo y eso tampoco era común en lo absoluto.
Él pidió la cuenta y ella la tuvo lista, se la llevó de nuevo y la tomó con una tarjetade crédito. La nota era un papel como tantos otros que entregó antes, la miró largos segundos hasta que tomó una decisión que podría costarle el trabajo, pero bien valía la pena el riesgo, anotó unos números en unpapel rosado junto con su nombre y se la entregó al hombre que ahora ya tenía una identidad Sesshomaru Tashio.
Desde lejos lo miró tomar la cuenta, levantarse para ponerse su saco negro y luego retirarse en silencio, se acercó lo más rápido que pudo hasta la mesa, necesitba saber qué sucedió con el papelito rosado, pero en ese momento sonó el teléfono y la chica de recepción le encargó atenderlo. Contestó la vocina e hizo la reservación tan veloz como le fue posible, pero cuando volteó la mesa estaba limpia, alguna de las chicas tomó la "cartera" donde quizás estaba o no su número. No supo qué hacer, sólo salió coriendo, tal vez para verlo o tal vez para despejarse un poco y olvidar la cosa tan infantil de unos minutos antes, al estar en el exterior sintió el frío de la noche que se le clavaba en la fiel, pero no le dio importancia.
"Por qué hice eso... podría costarme mi trabajo y todo por un tonto sentimiento, por un tonto presentimiento hacia ese hombre frío". Escuchó como lo llamaban al interior y tuvo que regresar, para etender más mesas.
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Salió des resturant y el valetparking le entrgó su convertible negro, subió al auto y emprendió un camino sin rumbo fijo. En una luz roja dirigió la mirad al asiento del copiloto, se topó con su saco y algo más, un pequeño objeto que no salía de su cabeza. Pensó en regresar al restaurant pero no lo hizo, creyó que todo sería una pérdida de tiempo, después de todo no faltaban mujeres para estar con él y una niña no la hacía falta, tomó el papel rosáceo y lo hizo bolas depositándolo en el cenicero del automóvil.
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El primer día de clases en la universidad estaba en el primer descanso, Lin miraba a la nada sentada en la cafetería, cada rostro le parecía alguien nuevo por conocer, era feliz de estar ahí. Se dio la hora de regresar a las aulas y miró la hoja donde decía su próximo destino "Salón 33, Matemáticas I... muy bien, ahí voy" -pensó. Se puso de pieo y subió las escaleras, al entrar al se encontró con un hombre alto, fornido y de cabello largo que llevaba un traje negro y escribía elgo en el pizarrón de inmediato lo reconoció y sintió una punzada en el pecho, era él el hombre de unas noches antes, pensó en no entrar y hasta verificó que estuviese en el lugar correcto pero no habiá dudas, él sería su maestro. Esperó unos segundos y pensó que tal vez no la recordaría, tal vez nada pasaría si lo trataba con normalidad, pero ahí estaba ese sentimiento de nuevo... algo indecisa decidió actuar, después de todo no la huiría al destino, no ahora.
En silencio tomó la segunda butaca de fila más cerca de la ventana, pensó un momento si decir algo o no pero al final su personalidad alegre pudo más.
- Buenos días profesor. -su tono era alegre y despreocupado., como respuesta obtuvo una mirada rápida y fría.
A los pocos instantes empezaron a llegar al salón de clases los otros estudiates, todos miraban al profesor con desconfianza, especialmente los hombres porque a las chicas les parecía increíblemente guapo. Cuando todos los lugares estuvieron ocupados él cerró la puerta y empezó con la clase, las anotaciones del pizarrón incluían su nombre, Prof. Sesshomaru Tashio, y la introducción a la materia en sí. Pasaron 50 minutos y la clase terminó, todos salieron a prisa menos Lin, tomó su tiempo como siempre y al salir se despidió de su nuevo profesor de ojos miel.
- Nos vemos mañana, que esté bien.
Salió con una gran sonrisa y el corazón algo acelerado, se recargó en una pared y respiró profundo para calmarse. "Pero qué me pasa... a mis 20 años y poniéndome así por un profesor, por un extraño, po él... ya Lin, cálmate". El resto del día pasó sin muchas novedades inesperadas, clases, compañeros y maestros.
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Llegó a su departamento al rededor de las tres de la tarde, dejó la mochila en el sillón y fue a la mesa por un vaso de agua. "Tengo que irme a trabajar". Entró a su habitación y se cambió de ropa, al mirarse en el espejo se vio bien, pensó que lucía inclusive atractiva. "Tal vez le guste así, ojalá que regrese... no, qué tonterías si regresa y te reconoce tendrás un problema". Sin darse más tiempo para pensar, tomó una gabardina blanca y ligera, se la puso y con su mochila de nuevo al hombro partió al trabajo.
Era uno de los sitios más famosos en Tokio por su contemporaneidad, en la entrada se divisaba un gran letrero de neon que decía El Gato Púrpura, junto con un felino más bien violáceo en la parte más alta (N/A: ok, según el fic le cambio de color al gato, pero la idea sigue siendo de inumoonhp jaja). Lin entró por la puerta de atrás, como solían hacerlo los empleados. Lo primero en el interior era una serie de casilleros para algunos de lo los empleados, ahí puso su mochila y su gabardina dejando al descubierto su uniforme, un vestido entallado de color naranja un poco más arriba de la rodilla y de mangas cortas con un gato morado como escudo en la espalda. Se dirigió a la oficina de su jefe donde empezaba todos los días su jornada laboral, entró y saludó a los jefes de las otras áreas, la cocina, entretenimiento, espectáculos especiales, etc. Ahí se trataron aspectos cotidianos, luego fue con las meseras a su cargo, les dio las indicaciones del día y todas partieron a sus labores mientras las chicas que terminaban su turno se retiraban poco a poco.
A su corta edad era ya la capitana de meseras pues tenía trabajando en ese lugar aproximadamente desde su inauguración hacía 5 años. Las primeras horas de la tarde eran las más tranquilas, así que decidió ir a la oficina que ocupaba su jefe y pedirle un favor que él ya conocía bien.
- Hola¿Puedo pasar? -entreabrió la puerta sin tocar.
- Claro¿Qué sucede? -él la vio entrar con una mochila al hombro -Ya veo ¿Con que tareas?
- Sí -sonrió emocionada por tener tarea que hacer.
- Pues adelante, como sea yo ya me iba, te encargo las cosas ¿Podrías?
- Claro.
Entonces el hombre salió a hatender algunos asuntos personales y dejó a cargo a Lin, él confiaba en su capacidad y en que haría las cosas correctamente, a decir verdad la quería como a una hija. Hizo con rapidez los deberes y regresó a su puesto supervisando que todo estuviese bien, por fortuna las cosas transcurrieron con mucha normalidad.
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Se levantó temprano a la mañana siguiente y fue a la escuela, su primera clase fua bastante difícil, la informática nunca fue su fuerte. Para la siguiente hora estuvo temprano en el salón sentada en el lugar más cercano al maestro quién entró dirigiéndole una fría mirada.
- Buenos días. -le sonrió inocente.
- Buenos días. -devolvió el saludo inexpresivo y empezó a anotar la lección del día mientras ella sólo lo miraba encantada por cada rasgo de su rostro, su cabello, todo.
Los alumnos llegaron poco a poco, cuando el salón estuvo lleno Sesshomaru les entregó las pruebas de diagnóstico que les hizo el día anterior. Los resultados no eran buenos en absoluto, la mayoría tuvo erróneas la mayoría de las respuestas, sólo algunos contestaron bien todo lo que se supone deberían saber y sólo ella respondió todo a la perfección, inclusive esas cosas que sólo eran una trampa puesto que los temas pertenecían a un grado mucho más avanzado que el de los recién llegados. Al término de la clase Lin tomó sus cosas hasta el final y se depidió del profesor, pero fue inesperadamente detenida.
- Espera.
- ¿Si?...
- Tú ya estabas antes en la universidad, en una carrera de matemáticas, no deberías tomar esta materia.
- No.. yo nunca he estado en la universidad antes.
- El examen que contestaste no miente.
- ¿El examen? ... Tal vez sea porque he estudiado algo por mi cuenta... verá... estuve dos años sin asistir a ninguna escuela, así que en ese tiempo leí algunos libros, tal vez por eso sepa algunas cosas, pero fue sólo eso. -él la miró con una ceja levantada, y bastante extrañado por la confesión, nadie que él hubiera conocido antes hacía tal cosa, luego de un par de segundos retomó su inexpresividad usual.
- Está bien, igual debería hacer los trámites para no cursar la materia. -luego se giró dando así por terminada la conversación, Lin salió y se quedó pensando en el asunto el resto de la mañana.
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Dos muchachas caminaban buscando un lugar para almorzar en la cafetería pero todo estaba completamente lleno, en una esquina vieron a una chica sola, seguramente una novata puesto que no les resultaba conocida, ambas se consultaron y decidieron ir con ella.
- Hola ¿Nos podemos sentar? Es que todo está lleno. -la chica se movió un poco para dejarles lugar y se sonrió ampliamente.
- Gracias, soy Kagome y ella es Sango, vamos en séptimo smestre yo de contaduría y ella de psicología.
- Mucho gusto -sonrió la otra chica.
- Igualmente, me llamo Lin, voy en primero de mercadotecnia.
- ¿Llevas Estadística?
- No todavía ¿Por qué?
- Es que mi hermana da esa materia, bueno también da otras pero creo que ninguna que te den.
- El próximo semestre voy a llevar estadística, afortunadamente ahora te conozco y tengo 10 asegurado. -le guiñó el ojo en son de broma.
- Claro, tu despreocúpate que mi hermanita te va a poner 10.
- Eso si no se casa antes -intervino Sango.
- Jaja... bueno eso sí. - así entre risas y pláticas se les pasó la hora que todas tenían libre y tuvieron que regresar a clases.
Era la hora en que la mayoría de los estudiantes salían, y Lin no fue la excepción, camibana hacia la calle cuendo fue detenida por la conocida voz de una chica de cabellos negros.
- Oye...
- Hola Kagome ¿Qué pasa?
- No te dije, este fin de semana hay una reunión en casa de mis padres, es elgo pequeño, sólo algunos amigos y si quieres ir eres bienvenida.
- Gracias... pero...
- ¿Ya tienes planes?
- No, no es eso, lo que pasa es que los fines de semana es muy atareado en mi trabajo y no sé si pueda conseguir el permiso, pero voy a hacer todo lo posible. -sonrió como era su costumbre.
- Muy bien, ve por vafor, quiero que conozcas a mi hermana jaja, oye... ¿Tienes novio?
- No -Lin no pudo evitar sonrojarse puesto que la sola palabra le recordaba el hombre de ojoa miel.
- Muy bien... bueno no es eso... jaja si vas ya lo entenderás. Nos vemos, mañana te doy bien los datos.
- Muy bien, nos vemos mañana
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Ese día llegó a su trabajo y como ya era costmbre le pidió permiso a su jefe para faltar el sábado, el hombre generoso y por el cariño que le tenía decidió aceptar, ahora todo estaba listo... más Lin no tenía idea del encuentro tan inesperado que tendría en la reunión.
CoNTiNuaRá...
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Hello! Aquí estoy emocionada con un nuevo fis de Sessho y Lin (el tercero jaja ya me gustó la pareja :P y ojalá que éste tenga buena aceptación como los otros jaja). Ojalá que les haya gustado el inicio, es un capi corto para empezar... porfa si les gustó o no, dejen un review se aceptan todo tipo de comentarios. Así que sin más ahora me retiro... byes!