Nosotros dos
Disclamer: Los personajes son de Rumiko san, y la historia es sólo porque me fascinan jaja.
Acotaciones:
" " pensamientos
&&&&& cambio de escena.
Dedicación:
Jenys... ahora sí tenemos que llevar a cabo el plan!
Una nueva semana empazò y con ella las clases en la universidad, Lin entrò al salò 33 y lo vio de nuevo, vestido de negro como siempre y con la expresiòn de hielo firme en el rostro. Tomò el asiento de siempre y anotò todo lo que èl dijo y resolvió los problemas sin concentrarse, sin poner atención en nada, su mente fija en los acontecimientos pasados y en lo que sucedería. La clase terminó y salió del salón sin despedirse, las cosas eran obviamente tensas entre ambos, miró a sus campañeros que pasaban a su alrededor y a lo lejos pudo distinguir dos figuras conocidas, eran sus amigas Kagome y Sango.
- hola -las saudó al llegar hasta donde estaban.
-Hola -le respondieron al unísono.
- Kohaku te mandó saludos.
- Gracias -dijo algo apenada- Salúdamelo también.
- Oye, quiero hablar contigo de algo...
- ¿Si?
- Es Sobre Sesshomaru, mi hermana me dijo que... bueno que... -estaba algo nerviosa, a pesar de su caracter abierto le costaba trabajao decir aquello- Que tal vez sientas algo por él y...
- Es un mujeriego, lo sé, ella me lo dijo todo.
- ¿Te lo dijo?
- No así, pero por su actitud es obvio, además no hay de qué preocuparse, no hay nada entre nosotros.
- Me da gusto, él no es alguien muy confiable en ese aspecto.
- Sí, una de las cosas en las que no se parece a Inuyasha.
- ¿Su hermano? -preguntó Lin recordando las presentaciones de la noche anterior.
- Sí, él ha sido un novio muy bueno para mi hermana, mucho mejor que Sesshomaru.
- ¿Fueron novios?
- No llegaron a tanto.. como eran amigos desde antes mi hermana sabía de todas sus... cosas... además no le tomó mucho enamorarse de Inuyasha al conocerlo.
- son muy distintos por lo que veo...
- Sí, totalmente opuestos -rió Sango. -Oigan por cierto cambiando de tema ¿Ya vieron a ese chico que está allá? -les dijo señalando discretamente a una mesa a poca destancia.
- Sango pero tú tienes novio...
- Sí, pero tú no, míralo, es guapo.
- Sí, algo, pero no es mi tipo, además estoy muy ocupada para tener novio...
así siguieron conversando hasta que tuvieron que regresar a clases, Lin siguió su rutina de ir a trabajar, Sango como de costumbre se encontró con Miroku y Kagome fue a su casa, donde la esperaba una sorpresa.
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Bajó del taxi y entró en el edificio de departamentos donde vivía con su hermana mayor, al entrar al piso tres, donde estaba su hogar, vio en la puerta a un conocido chico esperndo con un gran ramo de rosas blancas y rojas, lo miró extrañada y se acercó llamándolo por su nombre.
- Inuyasha...
- Hola Kagome... ¿Y Kikyo¿No regresaron juntas de la escuela?
- No, ella tuvo que quedarse a ver unas cosas de los exámenes extraordinarios... querías sorprenderla...
- Sí -respondió algo desepcionado.
- ¿Tienes prisa?
- No... desocupé toda la tarde para pasarla con ella...
- Entonces ven, pasa y la esperamos, no creo que se tarde demasiado. -así los dos entraron, Kagome puso las flores en agua y la mesa para tres.
Luego se sentaron en la sala a conversar mientras esperaban a Kikyo, inclusive su hermana menor la llamó pero no atendió al celular, ahora no quedaba más opción que tener paciencia. Primero hablaron de Kikyo, da la escuela y del trabajo de Inuyasha en la empresa de su padre, pero rato después llegaron al punto donde se terminan los temas "en común", así que el chico decidió indagar un poco sobre la relación de Kikyo con Sesshomaru, él sabía que no había nada entre ellos y ambos le dijeron muchas veces que jamá lo hubo, pero los celos del muchacho eran insaciables cuando del hermano mayor se trataba.
- Ya te han dicho mil veces que nunca ha pasado nada entre ellos... qué celoso eres. -le respondió en tono de burla.
- Feh! Contigo no se puede hablar en serio, eres una niña inmadura.
- ¿Niña? Perdóname pero que yo recuerde tienes sólo dos años más que yo...
- Pues claro que esos dos años se notan.
- Entonces mi hermana anda con un niño, porque eres dos años menor que ella... ¿no?
- Feh! No te metas en lo que no sabes.
- Claro, sólo lo dices cuando no te conviene...
- Deberías ser más madura, más como tu hermana.
- ¡A no! claro que no y si no te parece cómo soy la puedes esperar afuera -la chica se puso de pie y lo jaló de una mano hasta llevarlo afuera del departamento y cerrar la puerta, todo sin darle tiempo de reaccionar. -Vaya pero qué se cree ese idiota...
La chica fuehasta su recámara y se recostó un momento pensando en lo testarudo del novio de su mhermana, definitivamente alguien con quien no podría pasar un día entrero. El sueño la invadió poco a poco hasta que se quedó profundamente dormida. Un rato después abrió los ojos y todavía adormilada vio el reloj, había pasado una hora y media, se puso de pie y al ver las cosas exactamente iguales que antes abrió la puerta para encontrarse con un bastante enojado Inuyasha.
- Pardón me...
- Vaya ya era hora de que abrieras -le reprochó interrumpiéndola.
- ¡Qué! Pero si te mereces que te deje afuera hasta que llegue mi hermana...
- ¿Yo qué? -preguntó Kikyo que llegaba en ese momento.
- No... es que... él vino y.. y yo...lo.. lo dejé a...
- Kagome me abrió y me invitó a comer, pero te estamos esperando.
- Lamento la tardanza, no sabía que vendrías -se acercó a él y lo besó sutilmente en los labios.
- Debía visarte que venía
- Bueno, vamos adentro, me cambio de ropa y por qué no comemos los tres...
- Me parece buena idea. -se dejó tomar lamano y ser cnducido al interior por su novia mientras miraba a Kagome algo roja por la pena de que él la había cubierto luego de lo que le hizo. Entraron los tres y Kikyo fue a su recámara a cambiarse de ropa.
- Gracias...
- Feh! No me lo agradezcas, no lo volveré a hacer...
- De todas formas siento lo que hice y te doy las gracias por no decirle a Kikyo... te debo una -lo miró con su sonrisa inocente y él no pudo evitar sonrojarse
La hermana mayor regresó y los tres se sentaron a comer, conversaban más bien los novios porque Kagome se limitaba a reírse disimuladamente cada vez que volteaba a ver a su cuñado y éste se sonrojaba notablemente.
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Pasaron un par de días y Lin no dejaba de pensar en Sesshomaru, en el beso y en por qué no podían estr juntos, las adevertencias fueron claras, pero ella tenía un presentimiento, una sensación de que él no era así, de que el instante en que estuvieron tan cerca significó algo para ambos y si ella le puso fin a lo que inició ese día, ella podría reavivarlo.
Llegó a la escuela y lo planeó todo el día, habría un examen y ésa sería su clave para acercarse, lo quisiera o no. La última hora de clase era con él, entró y se sentó como siempre, contestó el examen tardándose todo lo que le fue posible y de una forma bastante peculiar. Todos salieron del salón excepto ella, se acercó al escritorio y le pidió que revisara el exámen, él le respondio indiferente que no lo haría.
- Muy bien, entonces voy a solicitar la acesoría académica directamente en coordinación... -él la miró esperando el resto de la explicación, sabía que una asesoría en su caso era inútil.- Cuando veas mi examen te vas a dar cuenta de que necesito mucha ayuda y como me la vas a negar... voy a pedirla...
- ¿Por qué haces esas estupideces? Ambos sabemos que no lo necesitas.
- Porque es la única forma de conseguir lo que quiero, así que por favor revisa mi examen -él la miró detenidamente, no parecía la misma joven alegre e inocente de unos días antes, ahora se veía más... agresiva y controladora, pero no podría con él.
- Muy bien, como quieras... mañana a las siete aquí... si no estás a tiempo no vengas. -salió del salón sin mirarla.
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A la mañana siguiente entró al salón unos minutos antes de las siente y lo primero que vio fue a la chica sentada en su lugar habitual, se sentó en el lugar del maestro sin decir una palabra y la miró a los ojos, Lin se sintió algo intimidada pero no lo demostró, se puso de pie y se acercó sentándose encima del escritorio.
- Muy bien, ya estamos aquí, ahora me puedes decir qué es lo que quieres.
- Invitarte a salir, hoy recógeme a las diez afuera del restaurant.
- ¿Por qué crees que lo haré?
- Porque no quedarías como un cobarde enfrente de mi... a menos de que tengas miedo de enamorarte.
- No me hagas reír... supongo que no me conoces.
- Porque te conozco es que te advierto, ten cuidado de quererme demasiado... te espero hoy, no faltes.
Ante la mirada fría de Sesshomaru tomó sus cosas y salió sin respirar, ni ella misma acababa de entender lo que hacía, tal vez se estaba metiendo en un juego demasiado peligroso, pero valía la pena, quería demostarse a sí misma que era capaz de afrontar cualquier cosa, inclusive sus sentimientos por un casi desconociado.
Él la miró irse y al estar solo sonrió, ese encuentro le cusaba emoción, tal vez porque erepresentaba un reto o tal vez porque quería tenerla a su lado, le gustaba estar con ella.
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Al término de las clases Kikyo y Kagome iban a casa cuando el celular de lamenor sonó con un número que conocía, contestó y recibió la orden de no decir quién llamaba, él le pisio que se encontraran esa misma tarde en algún lugar, había algo importante que quería decirle, acordaron verse en un café en el centro y ella colgó. Su hermana le preguntó que por qué tan nerviosa, si alguien la estaba molestando y la chica sólo respondió que se trataba de su amiga Sango, lo cuál no convenció del todo a Kikyo, pero conociendo su carácter explosivo era mejor no insistir.
Esa tarde llegó puntual e intrigada a la cita, él entró y la saludó como siempre, pero la pregunta -¿Qué pasa Inuyasha? - no se hizo esperar.
- Nada, no te pongas así... es que quiero darle una sorpresa a Kikyo y necesito que me ayudes.
- ¡Era eso! Y por eso me preocupaste tanto... creí que era algo malo, eres un idiota, y además de todo quieres mi ayuda...
- Feh!" Ya no te pongas así, es que no sabía como contactarte sin que ella se enterara... además me debes una ¿Recuerdas? -al terminar la frase sonrió victorioso.
- Muy bien, te debo una... pero después de la sorpresa no vuelvas a hablarme más qe cuando esté ella... ¿Ok?
- Vaya que eres agresiva, como si me interesara hablar con una niña engrída.
- Como sea... ¿De qué trata tu plan? - su discución parecía en serio aunque ninguno de los dos lo sentía así.
- Quiero llevarla al museo De Luorve.
- Y yo quiero conocer Brasil..
- No te burles, si me quieres ayudar está bien, si no...
- Está bien... vaya genio el tuyo... ¿Por qué a París?
- Porque ella dijo que quería ir algún día y... y... mis razones no son de tu incunvencia, sólo quiero que hagas su maleta sin que lo note y que la lleves al aeropuerto.
- Nada más... ¿Y cómo crees que voy a hacer eso?
- No sé, ya inventarás algo, al fin que eres buena convenciendo a las personas.
Así siguieron tramando el plan, quedaron de acuerdo en el día y la hora, Kagome no estaba muy convencida pero después de todo tenía que ayudarle. El plan quedó hecho, sería el viernes por la tarde, ella inventaría que fueran a recoger a una amiga en común que las visitaría y el equipaje no era tanto problema, se lo daría a Inuyasha la noche anterior.
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Faltaban cinco minutos para las diez de la noche y Lin se daba los últimos toques frente al espejo, algo nerviosa y pensando en lo que diría, en cómo actuaría y sobre todo en no caer víctima de sus propios sentimientos. Salió del restaurant a la hora en punto y él ya estaba ahí, la miró como siempre y le abrió la puerta del copiloto para que entrase, luego esperó a que ella le dijera cuáles eran sus planes, si ella decidía a dónde ir las cosas eran más fáciles "Si se siente segura caerá sin darse cuenta". Pero ella no tenía planes hechos, "Si él decide a dónde ir creerá que voy a caer más fácil... pero no será así...".
- Muy bien y a dónde me vas a llevar, profesor...
- Creí que tendrías planes.
- Ya ves que no, tú decide a dónde vamos.
- Perfecto.
Luego de unos minutos llegaron a un bar con música suave y lleno de parejas, como todo un caballero le abrió la puerta y la condujo hasta un lugar que tenían siempre disponible para su mejor cliene y sus mpúltiples acompañantes. El mesero les llevó una botella de vino sin que se lo pidieran, la abrió y lo sirvió en dos copas de cristal esmerilado. Empezaron a conversar de temas sin mucha importancia, el sistema de la escuela, matemáticas e inclusive sobre algo de sí mismos, pero nada importante, nada que les dijera mucho del otro, de por qué ella trabajaba en ese restaurant o por qué él daba clases si por lo visto su padre era uno de los hombres más ricos del mundo. Conforme la segunda botella de vino se terminó las cosas cambiaron un poco y ambos bajaron la guardia, olvidaron que el encuentro era una lucha de poder y sólo se dejaron llevar por la música y por lo que deseaban hacer.
- ¿Por qué trabajas en ese lugar? -le preguntó sin rodeos.
- Porque tengo que pagar mis gastos, el departamento... todo.
- Eres muy independiente...
- Sí, claro así debemos ser las mujeres en la actualidad...
- Pero sabes... todavía no sé por qué das clases... -se produjo un silenci por la falta de respuesta- Bueno si no quieres decirme...
- Para molestar a mi padre. Ya es tarde, deberíamos irnos ya.
- Sí...
Pidieron la cuenta y partieron hacia casa de Lin, el camino fue silencioso e inclusive tenso, la actitud de Sesshomaru cambió radicalmente desde la pregunta sobre su profesión pero ahora no sabía cómo a rreglar las cosas. Lllegaron a su destino y él bajó del auto para abrirle la puerta, la acompañó hasta la entrada y ahí por fin ella intentó disculparse por haber hablado de más de la cuenta pero no le fue posible terminar la frase, un inesperado movimiento de Sesshomaru aprisionó sus labios contra los de él en un cálido y tierno contacto, suave que sólo le dejó cerrar los ojos y dejarsellevar. Se besaron unos instantes hasta que se separó un poco tomando aliento de nuevo, la miró a los ojos inexpresivo como siempre y en un nuevo impulso la abrazó en forma protectora. Lin no respondió, no porque no quisiera hacerlo, sino porque la tomó por sorpresa, sin saber qué hacer sólo sintió su corazón latir con fuerza y la respiración de él es su cabello.
- Nos veremos mañana. -susurró en su oído para luego soltarla y desaparecer en su auto, era laprimera vez que se despedía.
Lin entró en su departamente y se dejó caer en el sillón todavía con la sensación del beso sobre sus labios y el aroma varonil impregnado en ella. Pensó en por qué había pasado eso, en por qué se sentía así, con deseos de no separarse de él, después de todo su plan para tomar el control y demostrarse que podía afrontar cualquier reto no funcionó, ahora temía por caer como una más de tantas. Lo que ignoraba era que ese beso no fue sólo para conquistarla, fue un símbolo de lo que él tampoco deseaba que sucediera pero que ahora ya era irremediable, enamorarse.
CoNTiNuaRá...
Hello! Primero mil gracias por sus reviews, me animan muchísimo! Luego... sé que Inu y Kikyo no es la pareja favorit de casi nade :p pero no desesperen porfis... las cosas pueden cambiar... Ya para despedirme muchas gracias a quienes leen :D y en especial a las chavas que dejan review :D :D... nos estamos viendo pronto!
Sé que las cosas están un poco raras ahora, pero pido paciencia en el próximo capi se normalizan! Jajaja...
PD
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