Nosotros dos
Disclamer: Los personajes son de Rumiko san, y la historia es sólo porque me fascinan jaja.
Acotaciones:
" " pensamientos
&&&&& cambio de escena.
Aquì puse una conversaciòn entre Sessho y su conciencia la conciencia està " " y lo que dice Sessho -
Dedicación:
Jenys... pofis necesito hospedaje!
Llegó a su departamento totalmente oscuro, encendió las luces con un control e hizo lo mismo con una suave música. Miró a su alrededor y todo estaba como lo había dejado... solo,no pudo evitar que los momentos anteriores con aquella mujer que transtornaba su mundo, sonrió ligeramente y se sirvió un wisky en las rocas para darle un sorbo y luego dejarlo sobre la mesita de la sala. Caminó hasta la terraza de comedor y salió para sentir el viento frío en el rostro y así tal vez entrar en razón, saber qué estaba haciendo y más importante qué estaba sintiendo.
"No puedo entenderlo... ¿Qué pasa conmigo¿Qué es lo que me pasa con ella? Maldición... no quiero que esto suceda, no quiero tenerla a mi lado, no quiero lastimarla... no me lo perdonaría jamás... pero..."
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Era viernes por la mañana, Kagome u Kikyo se preparaban para ir a la universidad. La mayor buscaba un vestido en especial para ponerse ese día y al no encontrar lo preguntó a su hermana por el paradero de la prenda.
- No.. no lo sé... tal... tal vez no... es que.. ayer lo llevé a la tintorería.
- Pero lo trajeron hace dos días...
- Lo siento, me confundí de vestido...
- Además... desde cuándo llevas tú la ropa...
- Desde ayer es que tú haces eso siempre y quise ayudarte algo.. -no muy convencida Kikyo regresó a su habitación para ponerse otra cosa.
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Kagome estaba en la cafetería esperando a que Sango o Lin aparecieran cuando frente a ella se posó una figura masculina que le costó algo de trabajo reconocer, vestía un traje negro y camisa blanca, llevaba el saco en un hombro y la corbata algo desanudada, definitivamente lucía muy atractivo.
- Inu... yasha...
- ¿Si¿Por qué me miras con esa cara?
- No... nada -le dijo recuperando su expresión habitual- Nunca te había visto vestido así, te ves bien... ahora sé por qué le gustas tanto a mi hermana. -ni la misma chica se dio cuenta del origen de su comentario, sólo notó el sonrojo en su cuñado.
- Feh! Pues qué esperabas si vengo de la oficina... ¿Ya tienes la maleta?
- Sí, toma -le extendió un duplicado de las llaves de su departamento.- busca en mi habitación en el closet.
- Gracias...
- De nada y ahora ya vete antes de que te vea, ya sabes a la hora que quedamos.
Él asintió y se acercó a ella para despedirse como siempre con un beso en la mejilla, sin embargo un error los hizo rozar sus labios un instante, tan vez muy largo para ser un accidente, pero ninguno de los dos lo notó, sólo se separaron y se miraron sonrojados, él se fue sin decir nada.
- Hola mucho gusto, me llamo Koga -una voz desconocida la sacó de sus pensamientos y su nerviosismo.
- Kagome... Higurashi -le extendió una mano la cual él besó al tiempo en que se sentaba en la sibba de enfrente.
- Encantado Kagome... dime... ¿Qué estudias?
- Contaduría...
- Qué bien, entonces llevamos algunas materias en común... -en ese momento llegaron Sango y Lin sin darse cuenta de que interrumpían algo. -Mucho gusto, ustedes son las amigas de Kagome ¿No? Mi nombre es Koga.
- Lin...
- Sango...
- Entonces las dejo solas, pero tan pronto como pueda volveremos a vernos Kagome -le dedicó una seductora mirada a la chica y besó su mano para despedirse.
- Ese era el chico que te dije el otro día -le indicó su mejor amiga.
- Ya sé… pues es guapo…
- Sí claro.. ¿Qué te traes?
- Yo… -titubeó nerviosa- es que hoy es el día, tengo que llevar a Kikyo al aeropuerto… -intentando desentenderse de lo que en verdad le pasaba les contó con detalles lo que pretendía hacer, así logró el tiempo suficiente para que de terminara el descanso y tuviesen que volver a clases.
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Fue necesario que probara más de una llave antes de dar con la indicada, pero al entrar en el departamento lo recorrió con rapidez en busca del closet donde estaba lo que él quería. Por fin lo encontró y lo abrió viendo dentro tres cajones cerrados, mucha ropa en ganchos, algunas cosas las recordaba de Kagome, otras inclusive se las vio a Kikyo y nada de eso le extrañó, lo que lo hizo sonrojarse notablemente fue una repisa llena de prendas íntimas de todos colores, por reflejo cerró la puerta del armario y se recargó en ella reprochándole a la chica por dejar en ese lugar la maleta. Pasada la impresión respiró profundo y abrió de nuevo las puertas buscando lo que pronto encontró y saliendo de ahí a toda prisa, ya había visto más de lo necesario.
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Era la primera clase de matemáticas que Lin tenía desde que se despidió de su profesor. Planeó llegar algo tarde para evitar una conversación que ansiaba y temía, pasaron los 50 minutos y todos salieron del salón menos la chica cuya mente no estuvo concentrada en los números. Dejó sus cosas donde estaban y caminó lento hacia su maestro, él borraba los restos de la clase cuando el delicado contacto de una mano sobre su hombro lo detuvo en seco por un segundo, luego siguió en silencio hasta terminar y luego se giró para mirarla en una forma que hasta ese momento le era desconocida. Ya no había frialdad o indiferencia, sólo una mezcla de ternura y alejamiento prácticamente indescriptible.
- Lo de la otra noche… -murmuró algo temerosa.
- Ven hoy a mi departamento. –la interrumpió.
- A tu departamento… pero no…
- ¿Confías en mi? –ella sólo pudo agachar la mirada – Tienes que aprender a hacerlo, paso por ti a las 10. –sin más explicaciones tomó sus cosas y se acercó a ella en un instante para besarla en los labios con sólo una suave caricia que consiguió dejar la sensación marcada en sus labios.
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- No entiendo por qué vengo yo también, si tu amiga Yuca llega de improviso, no podías sólo pedirle un taxi o venir tú por ella… -Kagome sólo escuchaba a su hermana reprocharle el obligarla a ir al aeropuerto a recoger a su visita.
Estacionaron el auto y se bajaron las dos con rumbo a las llegadas internacionales, sin embargo la menor le dijo que Yuca las esperaría del otro lado, argumentando muchas cosas que sólo una chica con gran creatividad podría hacer terminó por convencerla de ir justo al lugar donde las esperaría Inuyasha. Llegaron al punto y ninguna de las dos vio a nadie conocido así que Kikyo fue a la aerolínea a preguntar por su vuelo proveniente de China, entonces el susodicho apareció tomando por detrás el brazo de Kagome.
- Pero qué te pasa llegas tarde –le reclamó al reconocerlo.
- Lo siento, es que se tardaron en entregarme esto –le extendió una pequeña caja negra que ella tomó- ¿Dónde está Kikyo?
- Housenki –leyó la chica antes de abrir la caja- ¿Un anillo de compromiso¡Le vas a pedir matrimonio!
- Shsh –le dijo carrando la caja y quitándosela de las manos- No hagas ruido, no quiero que se entere hasta el momento indicado… ¿Y dónde está?
- Fue a la aerolínea y creo que ya no tengo nada qué hacer aquí… me voy, me despides de ella… suerte –sin más se retiró de ahí siendo seguida por unos ojos dorados que se sentían afligidos sin saber por qué.
- Kagome… -murmuró sólo para él –
- ¿Inuyasha? –notó por primera vez la fría voz de Kikyo
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Caminaba por todos lados revisando pedidos y que todo se encontraba en orden, una larga tarde la esperaba y el fin de semana sería peor puesto que las horas que saldría antes y las que ya había tomado era necesario reponerlas. A cada minuto esperaba con más ansias ese momento pero también se sentía más arrepentida de habar aceptado… o más bien de no negarse cuando tuvo la oportunidad.
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Todo estaba preparado para cuando la noche cayó, la mesa con velas y totalmente arreglada, la música elegida con cuidado y la temperatura perfecta en todo el sitio. En la cocina una cena de comida exótica preparada por un chef profesional, ya sólo faltaba ella. Sesshomaru salió a la terraza buscando una temperatura más baja de lo normal, eso lo ayudaba a pensar con claridad.
"¿A qué le temes?
- A nada…
"Claro que le temes a algo, tienes miedo de lastimarla, de que al traerla aquí sólo para probarte a ti mismo salga dañada ella"
- Esas son estupideces… no temo nada de eso, ella es sólo alguien más…
"No importa lo que digas, sabes que no puedes engañarte eternamente y que cada vez que la veas va a ser peor"
- No es cierto… lo que dices nunca ha pasado ni va a pasar.
"¿Qué es lo que digo?"
- Insinúas que siento algo por ella, que me estoy enamorando de esa chiquilla que apenas conozco…
"Y tú lo niegas"
- …
"Ya es hora de ir por ella…"
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Lo esperaba afuera del restaurant, justo debajo del felino violeta, miró detenidamente a todos los autos que pasaron esperando ver el suyo, deseando que apareciera y que todo lo que tantas veces repasó y pensó en decir no se desvanecieran.
Se distrajo un momento mirando la luna llena, la luz que irradiaba se le figuró especial, más brillante que antes… "Tal vez sólo sean figuraciones mías" –pensó. Sintió una mano sobre la suya y la asustó por un momento.
- ¿Nos vamos?
CoNTiNuaRà...
Hello! Espero que haya quedado bien... mil gracias por sus reviews! Me hacen feliz. Sigo pidiendo paciencia para Inu y Kagome... jajaj pero creo que ya se ven los primeros trazos.
Amiga, muchìsimas gracias por querer imprimir mi fic, ya sabes, todo tuyo.
Otra vez mil gracias por sus reviews y tmb muchas gracias por leer!