Nosotros dos

Disclamer: Los personajes son de Rumiko san, y la historia es sólo porque me fascinan jaja.

Acotaciones:

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena.

Dedicación:

¿Quién cumple años el sábado?... ¿quién ya casi tiene 18... jaja... no es q te haga sufrir verdad Jenys

Él escuchaba la historia de lo sucedido en París, de cómo el estúpido de su hermano lo echó todo a perder, según la versión de Kikyo y, de una forma u otra, le daba apoyo a aquella mujer que era lo más cercano a una amiga que tenía. La vio entrar y se le hizo extraño pero no reaccionó hasta que vio como el muchacho en la mesa cercana la saludaba y se comportaba con ella, entonces no pudo evitar mirarla , tal vez preguntándole quién era él, tal vez sintiéndose celoso… pero… ¿Por qué celoso? Ellos no eran nada, nunca dijeron ser nada, sin embargo no pudo evitar sentir que alguien la estaba alejando de él.

- Gracias por escucharme, pero te pido que Inuyasha no se entere de…

- Ese idiota me va a escuchar, pero no le diré de ti.

- No tiene sentido que lo enfrentes, lo hecho, hecho está…

- Pero no se puede quedar así.

- Por favor, no quiero que vea que…

- Está bien, te lo prometo.

Los vio salir de ahí juntos y pudo darse cuenta también de que partían en el mismo auto, sintió como la adrenalina lo recorría y tuvo unas inmensas ganas de Salir detrás de ellos para aclararle a ese niño que nadie podía meterse con su Lin.

Se despidió de Kikyo y se fue a su departamento, entró en él y lo recorrió dando grandes zancadas con una desesperación desconocida para él que siempre mantenía un estado de ánimo indiferente. Pensó en qué hacer para remediar la situación, debía pensar bien las cosas si quería que salieran bien.

"Maldición en qué momento me metí en un juego por… ella"

&&&&&

Eran horas bastante altas de la noche y el restaurant ya estaba cerrando, los últimos clientes esperaban sus cuentas y nadie más tenía la entrada permitida. Él llegó en su deportivo y se estacionó en un lugar que no debía, el valet parking intentó detenerlo pero le fue imposible, Sesshomaru entró casi por la fuerza en el lugar buscando a Lin, que al verlo le pidió que salieran o tendría problemas. Ya estando afuera ella lo miró expectante y dolida por el incidente de la tarde.

- ¿Quién era ese tipo?

- Un amigo…

- Con el que vas a pasar el fin de semana.

- Sí… porque que yo recuerde nosotros no somos nada - "Aún creo que juegas conmigo", pensó.

- No vayas –la tomó por la cintura acercándola más a él para besarla con pasión- Ven conmigo- le dijo al detener el beso-. Hay un lugar que quiero que conozcas.

Ella lo miró a los ojos preguntándose si era verdad. "Tal vez sea cierto… quiero confiar en ti… voy a confiar en ti", pensó.

- No sé si pueda pedir permiso. –él sonrió un poco.

- Sabes que sí. –la besó de nuevo.

Rozaron su labios y se acercaron lo más que les fue posible, Sesshomaru levantó un poco de la cintura a Lin mientras ella se aferraba a su cuello, sus respiraciones se dificultaron más hasta que el sonido de una voz que carraspeó.

- Señor Wan –dijo Lin asustada y separándose de Sesshomaru.- Yo… bueno él.. él es…

- Sesshomaru Tashio. –se presentó y extendió una mano para saludarlo.

- Akira Wan, jefe de Lin ¿Y usted?

- Soy su novio. –respondió en tono frío y dejando de la misma forma a la aludida.

- Me parece muy extraño, joven, ya que ella no me había dicho nada.

- Pero ahora lo sabe y supongo que no tendrá problemas.

- Si ella confía en usted, no.-en ese instante los dos miraron a la chica que todavía no estaba bien conciente de lo que pasaba y vaciló unos segundos, pero luego tomó la mano de su maestro y habló.

- Confío en él, señor Wan, él me quiere y no haría nada para lastimarme.

El jefe la miró y encontró determinación en sus ojos por lo que sonrió y entró el restaurant sin decir nada más. Lin se giró hasta quedar a pocos centímetros de él y esperar que dijera algo, sin embargo no lo hizo, sólo le dio un rápido beso en los labios y la condujo hasta el auto ayudándola a subir al asiento del copiloto. El camino lo pasaron en silencio, Sesshomaru no mostraba emoción alguna y ella sonreía hacia la ventana, nunca se percató de que él la observaba por el reflejo de ésta.

Subieron hasta el departamento y al entrar encendieron las luces más tenues del lugar, Lin se sintió envuelta en magia, en un mundo donde sólo existían los dos resguardados de cualquier cosa que pos perturbara, se detuvo en seco y lo miró a los ojos, sus respiraciones podían sentirse mutuamente, Ambos pensaron en besarse pero sabían que de hacerlo no podrían parar hasta consumar su amor por completo.

Caminó para ponerse delante de ella y mostrarle el camino que ya conocía hacia la cocina donde entraron y buscaron qué había, con incomprensible coordinación tomaron algo y lo pusieron en una pequeña bandeja luego se miraron cómplices y fueron hasta los sillones de piel negra, Sesshomaru se sentó y Lin se recostó con la cabeza sobre las piernas de él, mirando al techo. Tomó la botella, que se encontraba en una mesa a su lado derecho, y sirvió las copas ofreciéndole una a Lin, ella se sentó a su lado e hicieron un brindis sin palabras, no era necesario.

Dieron más de un sorbo al champagne y cayeron presas de lo que tanto evitaron antes. Se besaron lento, sintiendo un escalofrío recorrerlos al prime toque, saboreaban la esencia del otro, esa que tanta falta les hacía. Sesshomaru acarició el rostro de su novia, recorrió cada centímetro de él con la yema de los dedos, provocándola para que lo besara con más pasión. Al los pocos minutos estaban total recostados, ella sobre él, sus labios permanecían en un juego constante y sus respiraciones se dificultaban cada vez más y sus manos se inmiscuían entre las telas algo arrugadas.

En un instante se detuvieron sincronizando sus pensamientos y reprimiendo sus deseos, los ojos de Lin encontraron a los dorados de Sesshomaru y luego a sus labios sonriendo, ambos entendieron lo que sucedía, como aquella persona que tanto les importaba. El chico se acercó de nuevo a su rostro pero esta vez para darle un beso en la frente a lo cual ella le correspondió con un abrazo.

Caminaron hasta la recámara y destendieron la cama, ella se cambió en el baño poniéndose una playera de él que le quedaba enorme y los dos de durmieron juntos, abrazados fuera de todo a su alrededor.

La decisión que tomaron esa noche fue un acuerdo de complicidad, de demostrarse a sí mismos que entre ellos las cosas, esa enorme cantidad de sentimientos, eran verdaderas y capaces de superar cualquier obstáculo y esperar mil años si fuese necesario.

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Kagome estaba sentada en el comedor desayunando antes de ir a la escuela, generalmente Kikyo la acompañaba con un plato de fruta o algo así pero ahora enfrente sólo tenía una taza de café frío y una azucarera que ni siquiera tocó. Su hermana se fijó bien en ella, se veía muy pálida y ojerosa, tal vez estuviese enferma, tal vez tuviese muchas presiones, pero ella ya había pasado por ambas situaciones antes y nada la puso así.

"¿Será por Inuyasha?". Se preguntó Kagome. Puso la mirada en los ojos de la otra chica y los encontró vacíos, su expresión era triste por naturaleza pero sa había deteriorado bastante en los últimos días.

- ¿Te encuentras bien?

- Sí… -la respuesta vacía no la convenció.

- No mientas, no estás bien, mírate… ya ni siquiera duermes –empezó a subir su tono- no comes no te fijas en nada, sólo estás en tu propio mundo pensando en Inuyasha y no quieres arreglar las cosas, yo sé que fue un mal entendido y si no quieres perderlo ve y búscalo, deja tu orgullo y aclárale las cosas. –para cuando terminó de hablar un tono de exasperación y gritos eran todo lo que se escuchaba de su voz..

- Kagome… -le respondió calmada- ¡No te metas en lo que no te importa! –alzó el tono de su voz- Lo que Inuyasha hizo no tiene perdón… él me creyó capaz de engañarlo –poco a poco sonaba más dolida- a él no le importó aclarar mal entendidos ¿O si?... Sólo llegó a reclamarme por engañarlo… es un idiota.

FLASHBACK

(N/A: desde el punto de vista de Kikyo)

Quedaron de verse en un restaurant que les pareció encantador al pasar por ahí antes, él se adelantó porque decía querer hacer algo antes, Kikyo supuso que tal vez era otra sorpresa o sólo quería ver a alguien y le apenaba dejarla sola, como fuera, confiaba en él. Se puso un vestido blanco, el que buscó y que estaba "en la tintorería", estaba sentada en el tocador cuando llamaron a la puerta, al abrir no había nadie, sólo una carta. "Inuyasha", pensó. Tomó el papel entre sus manos y leyó lo que decía:

Mi querida Kikyo, espera la limosina abajo, te tengo una sorpresa.

Atte:

Quien más te ama en el mundo.

No pudo evitar que una gran sonrisa se le dibujara en el rostro, se apresuró a maquillarse y bajó al lovi del hotel desde donde vio una limosina esperando por alguien, salió y de inmediato el chofer pareció reconocerla y le abrió la puerta para que entrara.

Sin antes fijarse en quien la esperaba ingresó dejando que el hombre cerrara la puerta, alzó la mirada y y de primera instancia no vio a nadie, fue la tétrica voz a su izquierda lo que le hizo darse cuenta del error que cometió.

- Hola, mi querida Kikyo… me da gusto que aceptaras mi propuesta.

- Onigumo…- murmuró con sorpresa-. Pero qué estás haciendo… -intentó abrir la portezuela pero le fue imposible- Te ordeno que me dejes bajar ahora mismo.

- Me temo que eso será imposible hasta que hablemos. –le hizo una seña al chofer y partieron a dar vueltas por la ciudad.- Mi niña al parecer has estado muy bien. –miró el anillo de compromiso.

- Cómo esté yo no te importa…así que déjame bajar, si no lo haces te irá mal, te juro que te irá mal.

- No me amenaces, sabes que nunca me ha gustado…

Así continuaron una conversación de agresiones los exnovios por largo rato, él empeñado en hacerla volver a su lado y ella con su orgullo en alto pretendiendo ser liberada. De repente se detuvieron en un lugar que ella no veía a causa de los vidrios negros, sólo lo vio bajar y abrirle la portezuela, salió del auto a toda prisa empujándolo un poco, pero ante la fuerza del hombre que la sujetó y la besó a la fuerza no hubo nada que pusiese hacer, cuando por fin la soltó, regresó a su limosina y el conductor arrancó dejando ahí a una Kikyo que enfrentaba a Inuyasha bastante dolido y celoso.

- Inu… yasha… pero.. qué haces aquí… ¿Te encuentras bien? Te ves alterado.

- Alterado… -le dijo con la mirada baja- Y cómo no quieres que esté alterado si te acabo de ver con otro tipo ¡En mi propia cara Kikyo! –empezó a gritar alzando la mirada.

- Inuyasha yo no… no es lo que parece… lo que pasa es que… bueno él era.

- No me interesa saber quién era –a la interrumpió- lo único que sé es quién es, que es tu amante –lo siguiente que Inuyasha sintió fue un fuerte dolor en la mejilla, ella lo golpeó.

- Cómo te atreves a decir eso, te dije que las cosas no son lo que parecen, ese tipo ya no es nada mío… y si no me crees, no tiene sentido que sigamos con esto. –acto seguido se quitó el anillo y se lo dio en la mano para marcharse.

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- Él no me dio la oportunidad de explicarle luego de relatarle a su hermana cómo fueron las cosas para ella.- Él y sus estúpidos celos. –concluyó para levantarse de la mesa y no hablar más en toda la mañana.

Kagome miró el teléfono y corrió a su recámara cerrando la puerta detrás de ella, tomó su celular y marcó un número de la agenda.

- ¿Inuyasha?

- ¿Sucedió algo? –preguntó alarmado dada la hora de la llamada.

- Nada grave pero tengo que hablar contigo, hoy mismo ¿Dónde nos vemos?

- Paso por ti.

- Sí… a las 2:00pm.

- Está bien , pero no vayas a llegar tarde.

- No.

Terminaron la llamada y Kagome sonrió, tal vez ahora ella podría arreglar ese gran mal entendido que tanto daño le hacía a su hermana.

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Lin despertó sintiendo los fuertes brazos de él envolviéndola todavía, respiró profundo y se sintió llena de felicidad, ahí estaba junto a él, con él…. a su lado, miró la pared y vio la hora, faltaban 60 minutos para que entrara a clases y todavía debía ir a su casa a mudarse de ropa, eso sin contar que sus cosas estaban en el restaurant, cerrado todavía.

Estaba pensando cómo resolver su problema cuando un escalofría la recorrió a causa del beso en la nuca que Sesshomaru plantó con delicadeza infinita.

- Buenos días. –le dijo, aunque a ella le tomó un segundo recuperar la voz para contestar.

- Buenos días…

- ¿A qué horas entras?

- En una hora…

- Yo también, vamos te llevo a tu casa para que te cambies. –depositó otro beso en el mismo lugar que el anterior y ambos se pusieron de pie.

Esa día tenían una clase juntos, Lin se frenó un poco antes de entrar al salón de clases, temía que él fuese frío e indiferente como siempre, pero al final no pudo evitar entrar.

Miró hacia todas direcciones y vio que sólo estaban ella y él. Sesshomaru escribí la lección en el pizarrón cuando la vio por el reflejo del mismo (N/A: pizarrón blanco), se detuvo al instante de su tarea y la espero a que pasara por ahí antes de llegar a su lugar, cuando la tuvo a su alcance la tomó por la cintura y la besó con ternura, ella sólo correspondió y reanudó su camino cuando algunas voces se escucharon. Esta vez sí se lo había demostrado, ahora las cosas eran diferentes.

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Eran cinco minutos antes de las dos de la tarde y Kagome ya esperaba afuera, pensaba en la forma correcta de decírselo a Inuyasha, sin que éste se enojara o pensara que eran inventos suyos para ayudar a su hermana.

" Espero que no se tarde… seguramente viene del trabajo ¿Su oficina quedará lejos?". Al pensar en ello los recuerdos del último día que lo vio antes del viaje le volvieron a la mente y junto con eso un nudo en la garganta. Ahora su hermana y él ya no eran nada… tal vez… por un segundo tuvo la idea inconciente de "aprovechar" la situación y… y… pero de inmediato borró esa idea de su mente, su labor era decir la verdad y ayudarlos para que estuvieran juntos, si ese era el destino de ambos.

Justo a la hora en punto apareció un auto con él a bordo, se detuvo justo enfrente y ella subió, tal como sus predicciones lo anunciaban venía de trabajar y lucía tan increíble como el día que lo miró realmente.

- ¿De qué quieres hablar?

- Hablé con Kikyo… ella me dijo qué fue lo que pasó…

- No quiero escucharlo, seguramente algo muy convente ¿no?- la oración del chico sonó sarcástica al final

- ¡Eres un tonto! –lo regañó- Mi hermana jamás haría algo como lo que crees y si no quieres no me escuches, yo no soy la que está tirando dos años de noviazgo a la basura por los celos.

Las palabras le retumbaron en la cabeza dejándolo en silencio el resto del trayecto hasta un parque no muy lejano donde los dos bajaron y empezaron a caminar. Luego de que Inuyasha se disculpara por su actitud anterior ella le explicó la versión de Kikyo y quién era Onigumo.

- Ellos fueron novios hace mucho, más o menos seis meses antes de que te conociera a ti, al principio fue muy atento con ella, pero poco a poco fue cambiando, se volvió celoso y posesivo… hasta que un día casi… la golpeó en un restaurant. Ella lo terminó después de eso pero no fue hasta que tu estuviste cerca que se desapareció de su vida… hasta ahora.

Inuyasha no daba crédito de lo que escuchó, mil pensamientos de culpa y remordimiento mezclados en su cabeza.

- Entonces…

- Todo fue un engaño… Onigumo lo planeó para que ustedes rompieran

- Y… y tú crees que… Kikyo.. quiera… -quiso terminar la frase, pero un nudo en la garganta se lo impidió.

- Tal vez, si hablas con ella… yo puedo arreglar su encuentro, si quieres hoy mismo.

- Kagome –detuvo su caminata y la tomó de las manos- ¿Harías eso por mi? –ella sintió un hormigueo recorrerla y un vacío en el pecho al pensar que las cosas se arreglarían, pero después de todo era su hermana.

- Claro que sí, no seas tontito. – respondió con infinita dulzura y recibió como gratificación un abrazo que hizo su corazón latir más fuerte que nunca.

Inuyasha se sintió aliviado, con una oportunidad de corregir sus errores y eximir su culpa, abrazó a Kagome y respiró su aroma, era parecido al de Kikyo, pero con una sutil diferencia, un poco más cálido y dulce. Sintió los cabellos de la chica entre sus dedos y sus corazones latir juntos, algo lo hacía sentirse cómodo así tan cerca de ella.

CoNTiNuaRá...

Hello! A ver primero, mil gracias por todos sus reviews, me hacen muy muy feliz, y tmb muchisimas gracias por leer!

Ojalá que el capi esté interesante... lo hice en un rato de inspiración... no se pierdan el próximo (ok suena anuncio jaja)... la plática entre Kikyo e Inuyasha y el lugar que Sessho quiere que Lin Conozca.

Ok ahora sí ya me despido y ya saben aclaraciones, dudas, golpes o lo que sea, un review, porfis!