Nosotros dos

Disclamer: Los personajes son de Rumiko san, y la historia es sólo porque me fascinan jaja.

Acotaciones:

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena.

Dedicación:

Jenys a ver q tal el capi... jaja... falta q te diga en quién me inspiré! jaja

Abrió los ojos lento por la luz que le lastimaba, poco a poco fue reconociendo el lugar y dándose cuenta de que nunca antes estuvo ahí. Al principio se asustó un pero al mirar hacia la ventana lo reconoció, ahí estaba él, su profesor de matemáticas… "profesor…"- pensó irónicamente y no pudo evitar reír.

Se puso de pie en silencio y caminó hasta él, cuando estuvo a suficiente distancia lo rodeó por la espalda y besó su cuello.

Sesshomaru sintió los suaves brazos de Lin y sus labios sobre él y no pudo evitar estremecerse.

- ¿Qué miras?

- Velo por ti misma. – rompió con el abrazo para dejarle libre la vista a la ventana y tomarla ahora él por la espalda.

- Es hermoso. –respondió luego de unos segundos de silencio.

- Podemos desayunar ahí. –la besó algunas veces con delicadeza en el oído.

Lin sintió un gran escalofrío recorrerla y sólo pudo girarse un para besar sus labios, al principio con suavidad y lentitud pero cada vez más profunda e inclusive desesperadamente. Sus cuerpos estaban tan cerca como les era posible, sus manos entrelazadas se soltaron y las de Sesshomaru subieron acariciando los brazos de ella hasta posarse en su espalda y también recorrerla hacia abajo y atraerla más hacia sí; Lin posó las suyas en el abdomen de él sintiendo lo firme y marcado de éste.

Los besos eran ininterrumpidos y apasionados, sentían y saboreaban el aliento del otro cada instante, al poco tiempo su piel demandaba más, más del otro. Retrocedieron a pasos cortos hasta recostarse en la cama ya destendida.

Lin sintió la suave tela debajo de ella y a Sesshomaru recorrer todo su cuerpo con besos, su respiración era bastante agitada y la ropa le pesaba demasiado, él acarició sus largas piernas descubiertas desde las pantorrillas hasta casi llegar a su intimidad, ella sólo suspiró y se sentó en la cama recargada en la cabecera, Sesshomaru no supo si era un gesto de desaprobación, si había hecho algo que no debía.

- Vamos a desayunar.

Se acercó de nuevo a él para besarlo rápidamente en los labios y luego ponerse de pie y acercarse a la puerta, él la miró extrañado e inclusive decepcionado por lo sucedido, tal vez aún no era tiempo de estar juntos en esa forma.

Salieron de la habitación y llegaron hasta el jardín donde tomarían el desayuno, a los pocos minutos la mesa estaba puesta y todo servido sobre ella.

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Claro…

- ¿Por qué me trajiste aquí? Sé que es un lugar hermoso… increíble, pero no parece muy propio de ti pasar mucho tiempo aquí. –la sinceridad de la pregunta llegó a sorprenderlo, pero no tuvo problema en contestarle, no a ella.

- Pasé algunos veranos aquí cuando era niño.

- ¿Con toda tu familia?

- Sí, mi madre y mi padre.

- Vaya se nota que no te llevas muy bien con Inuyasha.

- Él es sólo mi medio hermano, mi padre se casó con su madre cuando la mía murió.- Lin no esperaba esa respuesta, así que sólo se quedó callada algo entristecida por lo duro de las palabras de Sesshomaru. - ¿Te gusta montar?

- Nunca lo he intentado.

- Siempre hay una primera vez. –sonrió y terminaron de desayunar en silencio.

Después de tomar un baño y mudarse de ropa fueron a las caballerizas a un costado de la gran casa y tomaron dos caballos, salieron lento y sin rumbo fijo, sólo a donde su instinto los llevara. Luego de un buen rato de ir así se encontraron en un claro con algo de sombra y decidieron bajar para descansar, para que ella descansara.

Amarraron a los caballos y ellos se sentaron sobre el paso, ella recargada en un gran tronco y él mirándola de frente.

- Mis padres y mis hermanos murieron cuando yo era niña… un asalto saliendo de un restaurant por la noche, no lo recuerdo bien, sólo sé que todos protegieron a la pequeña… y que las cosas no salieron bien… -la confesión fue hecha sin previo aviso, él no pareció reaccionar sin embargo tomó entre sus dedos la lágrima que se paseaba por la mejilla de Lin.- Por eso crecí en el orfanato y trabajé desde niña… pero cuando fui mayor de edad me quedé sin ninguna protección más que el mi jefe en el restaurant… ese lugar y mi beca en la universidad son todo lo que tengo…

Por primera vez en su vida la mujer fuerte que habitaba en ella y que era la que todos conocían se quebró y dejó caer libres todas las lágrimas guardadas por tantos años de sentirse sola.

- Me tienes a mí.

Alzó la mirada y se encontró con los ojos dorados que la observaban fijamente, sin perder su alma de vista, no pudo resistirse más y se apresuró a abrazarlo, a dejarse libre entre sus brazos. Lloró por largo rato dejando ir cualquier sentimiento negativo, cualquier carga acumulada que tuviese su espíritu.

- Te amo –le dijo sin más.

- Yo también te amo, Lin… más que a nada. –besó su frente con infinita ternura.

Regresaron a la casa poco antes de que oscureciera, ella estaba realmente cansada, en parte por el ejercicio y en parte por todas las lágrimas derramadas. Cenaron en una mesa sólo para dos, tan cerca el uno del otro que podían tomar sus manos cuando lo desearan, la iluminación era suave y cálida, sólo lo suficiente para que se vieran.

- Estuvo delicioso, pero no sé qué era. –rió característico de ella una vez que los platos fueron retirados y sólo quedaban las copas casi vacías.

- No puedo decirte que era… receta especial de mi madre, sólo la cocinera que lo hizo sabe cómo. –luego sonrió un poco y terminó el vino de un sorbo, ella lo imitó.

- Me gustaría tomar un baño antes de dormir.

- Haré que te preparen en baño –intentó ponerse de pie pero ella lo detuvo.

- Yo iré, muchas gracias. –caminó hasta la empleada que estaba más cerca y le murmuró varias cosas al oído, luego regresó y se puso detrás de Sesshomaru para darle un masaje en los hombros. – Mis cosas están en la habitación principal, supongo que ahí me quedaré –él asintió con los ojos cerrados dejándose llevar por las manos de Lin - ¿Y tu habitación queda muy lejos de la mía? -él sólo sonrió y sin mostrar cambio de ánimo alguno contestó.

- A dos puertas de distancia.

- Muy bien, espero que me despiertes por la mañana. –dejó de darle el masaje y besó su cuello para despedirse.

Entró en la habitación y sacó de su equipaje algo de ropa, dudaba un poco en hacerlo pero el solo recuerdo de la tarde que pasaron juntos ahuyentaba todas sus inseguridades. Tocaron a la puerta y temió que fuera él pero se trataba de la mucama que llevó una canasta con algunas cosas y luego se fue.

Pasó algo de tiempo y Sesshomaru estaba en su antigua habitación donde desde su cama se podía observar el exterior, cerró los ojos un momento y sintió cómo alguien se los cubría con delicadeza.

- No abras los ojos -escuchó un susurro.

Lin lo tomó de la mano y lo hizo sentarse en el borde de la cama, sacó un pañuelo y le vendó los ojos, luego lo tomó otra vez de las manos y lo guió despacio hasta la habitación principal. El lugar estaba sólo alumbrado por algunas velas aromáticas. Lin lo miró y notó su expresión seria de siempre, se acercó mucho a él y acarició su rostro con el dorso de la mano lo cual le permitió sentir a Sesshomaru la tela de la bata de baño que ella llevaba puesta.

Esperó eternos segundos y luego empezó a desabotonar el saco de la pijama negra de seda, uno a uno siguió con todos hasta que no quedó ninguno y besando su pecho lentamente lo quitó. Sesshomaru puso las manos en la cintura de Lin y esperó a que la tortuosa espera terminara, sentía casi incontrolables deseos de besarla y recorrer cada centímetro de su cuerpo, sin embargo sabía que esa era la primera vez que ella estaba con alguien y quería hacerla sentir segura y amada.

Se acercó más a él, si es que era posible, y besó casi imperceptible su pecho y su cuello por poco llegando hasta sus labios pero sin hacerlo aunque sabía que ambos lo deseaban.

Introdujo sus manos en el pantalón de la pijama y recorrió la masculinidad de Sesshomaru sobre la ropa interior, él sintió su respiración agitarse y casi como si le temblaran las piernas, un suspiro se escapó de sus labios y Lin sonrió bajando su pantalones mientras recorría sus fuertes piernas, la prenda pronto fue retirada.

Lo miró de pie frente a ella, sólo en ropa interior y supo qué era lo siguiente. Empezó a temblar un poco, tomó las manos de él que estaban sobre su cintura y las colocó en los cordones de la bata de baño, de inmediato entendió y deshizo el moño que los unía abriéndose paso. Subió las manos hasta los hombros de ella, notó que traía puesto algo debajo de la bata que cayó al suelo dejando a la chica descubierta, entonces Lin temblaba notoriamente.

Despacio desamarró el pañuelo que le cubría los ojos a Sesshomaru dejándolo también caer el suelo. Abrió los ojos y notó la tenue iluminación del lugar, el jacuzzi preparado, la notó a ella, a la mujer más hermosa que jamás había visto, tan alegre, tan independiente y madura pero a la vez tan frágil y sola. En ese momento se hizo la promesa de no dejarla jamás sin importar qué sucediera.

La miró de arriba hacia abajo viendo el traje de baño de dos piezas color celeste que llevaba puesto, la tomó de las manos y la abrazó protegiéndola al notar que temblaba.

- No tengas miedo… no hagas nada que no quieras, sabes que te amo pase lo que pase.

- También te amo… y quiero hacer esto. –alzó la mirada y se encontró con los ojos dorados que observaban los suyos llenos de lágrimas.

Con un movimiento suave quitó las gotas saladas que ya recorrían el rostro de Lin, ella asintió sin saber exactamente la razón y lo invitó sin palabras a entrar en el jacuzzi preparado. Entraron en el agua caliente y llena de pequeñas burbujas propias del lugar, ya estando ahí se abrazaron con ternura e infinito cariño, Lin había dejado de temblar y se aferraba a él sintiendo sus cuerpos unirse y conocerse por primera vez.

Al poco tiempo se besaron, sólo una probada, un roce de los labios del otro fue suficiente para que no pudieran detenerse, a cada instante los besos y las caricias se hicieron más intensos, más íntimos y hasta desesperados, Sesshomaru la tomó por la cintura y la sentó encima de sí. Empezó a recorrer el cuerpo de Lin con las yemas de los dedos, sus piernas primero acomodándolas un poco para que estuviese cómoda, luego su espalda para acercarla más y por último su cuello y sus brazos para hacerle ver cuánto la necesitaba.

Desamarró los listones de la parte de arriba del traje y lo retiró despacio notando algo de timidez de ella, entonces la besó con más pasión y dulzura al mismo tiempo, como alguien que sabe amar y ama al cien por ciento, Lin se relajó y se dejó llevar una vez más, sintió las manos de él recorrer sus forma femeninas ahora desnudas, un contacto firme y suave que la hizo estremecerse y sentir deseos de más; un suave suspiro se escapó de sus labios y se estrelló en los de Sesshomaru. Él sintió su reacción y continuó acariciando su cuerpo hasta inmiscuir sus dedos en la poca ropa que ella llevaba, la escuchó gemir por primera vez y continuó con lo que hacía, estaba seguro de que ella estaba bien, se sentía segura y más importante, amada.

A Lin se le dificultaba la respiración, las manos de Sesshomaru la acariciaban y sus labios acallaban los suspiros de su garganta que eran ya casi incontrolables, se dejó guiar por el momento, por la pasión… por él. Interrumpió unos momentos el beso para tomar aire, lo miró a los ojos y sintió una nueva ola de adrenalina recorrerla con cada nueva caricia. Pasó ambas manos por el pecho de Sesshomaru, luego empezó a besarlo y probarlo, decidió tomar un poco las riendas de la situación, sujetó las manos del chico y las puso sobre su cintura.

Regresó de nuevo a besarlo e introdujo sus manos en su bóxer hasta retirarlo por completo, mientras sintió que él también le quitaba la poca ropa que tenía y acariciaba su intimidad de nuevo, haciéndola estremecerse.

Tomó entre sus manos la masculinidad de él y lo acarició con ansiedad y calidez, Sesshomaru sintió algo desconocido, algo que ninguna de las mujeres con las que estuvo antes le hizo sentir, una especie de mezcla de placer y felicidad con amor y pasión. La besó más profundo, ahora los sentidos de ambos estaban fuera de control, se acariciaban y probaban mutuamente entre besos y suspiros ahogados.

- Te amo… Sesshomaru… te amo… -dijo Lin con voz entrecortada.

- Yo también te amo…

En pocos minutos la situación era casi una tortura para los dos provocando que él la alzara por la cintura y entrara en ella suave y despacio evitando lastimarla pero cumpliendo cualquier demanda que tuviese, los primeros movimientos fueron lentos pero rápidamente aumentaron su velocidad. Se trenzaron en una danza de amor y pasión desenfrenados e incontenibles hasta llegar al éxtasis los dos juntos, Sesshomaru derramándose en ella y Lin sintiéndolo más dentro que antes, besándose y demostrándose cuánto se necesitaban.

Terminaron abrazados, ella sobre su pecho, ambos tranquilos, felices y seguros de que hicieron lo correcto, de que ese fue el momento justo para expresar lo que sentían y sellar su pacto de amarse por siempre.

- ¿Te encuentras bien? -le dijo sin dejar de abrazarla.

- Perfecta, eres muy… tierno… el mejor maestro –él sólo sonrió imperceptible y la abrazó con más firmeza.

Un rato después el agua empezaba a enfriarse y las velas estaban algo derretidas, salieron de jacuzzi y se secaron mutuamente sin reservas ni secretos para después ir a la cama y dormir abrazados el resto de la noche.

CoNTiNuaRá...

Hello! Disculpen la tardanza! Y todo para un capi cortito... pero espero que haya valido la pena y esté lindo el lemon...

Mil gracias por sus reviews! Me animan muchísmio! De verdad me dejan sin palabras, muchísimas gracias también a quienes leen!

Y si tienen 1 minuto sólo les pido uncomentario... aunque sea un ciber golpe! Byes.

Y como ahora ya hay lemon, tendré que cambiarlo de categoría, supongo que a M... gomennasai