Bueno aquí esta el siguiente capitulo, este es abstante corto, porque no implica mucha interacción con los demás, así que el siguiente estará pronto, gracias a malu-snape-rickman y a MarIaNaBlackforever, gracias, gracias, gracias.
Disclaimer. Bueno ya se saben todo el rollo, Todos los personajes de Harry Potter son propiedad de JK Rowling.
Capitulo VI
Una celda en azkaban
Circe veía los intrincados pasillos de aquel despreciable lugar, todos los que la veían tenían un extraño sentimiento, sentían que de alguna manera ella no podría haber hecho algo así, pero las pruebas que la acusaban eran contundentes. Fue llevada a una habitación de aislamiento, y la dejaron sola, sus poderes en aquel lugar se incrementaron, podía sentir lo que los magos afuera expresaban, sus pensamientos eran tan fuertes que llegaban hasta ella, voces que decían "Todos los grandes magos y brujas terminan del lado oscuro", "Debieron haber dejado que el ministerio se hiciera cargo de ella cuando era una bebé", "con tanto poder sabíamos que pasaría", "sus padres se equivocaron". Ella intentaba cerrar su mente pero estaban tan cerca que todos esos pensamiento la agobiaban.
Un par de horas después un par de aurores entraron a la habitación y la escoltaron por otros pasillos, ella sentía cada vez más la tristeza que los dementores transmitían por todo el lugar, además podría percibir los pensamientos que atormentaban a los demás prisioneros, sus sentidos estaban totalmente saturados de por todas las sensaciones de los que la rodeaban. Fue llevada a una de las celdas más alejadas, después de todo era una bruja poderosa y no podían correr el riesgo de que se escapara. La celda no tenía ,mas de 6x6m, era oscura, sólo había un camastro, las paredes eran de piedra y había un olor a moho y humedad, tan pronto cerraron la puerta la oscuridad se hizo casi absoluta, supo en ese momento que toda la celda estaba cubierta con hechizos antimagia, en ese momento por un instante todo quedó en silencio, cerro lo ojos resignada y entonces los sintió acercarse, pudo sentir como todos sus recuerdos alegres eran succionados, en su mente entonces apareció Sirius, como lo había visto apenas unas horas antes, y el eco de sus palabras repetidas una y otra vez, rompían su corazón nuevamente.
Ese fue el principio de la tortura, los dementores recorrían frecuentemente los pasillos, haciendo a sus victimas sufrieran una y otra vez durante el día.
Circe empezó a conocer cosas que estuvieron guardadas en lo más profundo de su memoria por años. Por primera vez en su vida pudo recordar la muerte de sus padres, algo que supuso había sido modificado con magia para evitarle sufrimientos, y ese recuerdo empezaba a destrozarla
Era un hermoso día, el cielo estaba azul y las montañas estaban cubiertas de nieve, una familia estaba cerca de un árbol haciendo un día de campo, dos pequeñas brujas jugaban con sus pequeñas escobas, la mayor entonces se canso y regresó al lado de sus padres, sin embargo la más pequeña quedo fascinada por algo a la lejanía, se acercó lentamente, lo que estaba por suceder nadie lo hubiera podido imaginar, un enorme dragón apareció a pocos metros de la pequeña
—¡CIRCE!— grito su padre desesperado, al tiempo que corría con todas sus fuerzas para proteger a su pequeña hija, el enorme dragón lanzo una ráfaga de fuego, el mago protegió a su hija con su cuerpo saliendo muy mal herido, su esposa se acercó para ayudarlo pero controlar al dragón era muy difícil, la lucha fue prolongada pero al final las dos niñas salieron ilesas, sus padres por otro lado estaban muy mal heridos, cuando los encontraron, sus hijas estaban aferradas a sus padres.
Ese mismo día murió su padre, no pudieron llegar a San Mungos para atenderlo, su madre entristeció a partir de ese día no sonrió más, Circe resintió mucho perder a su padre y ver en ese estado a su madre, fueron meses difíciles para las tres, al final su madre contrajo una extraña enfermedad y murió, Circe sostuvo su mano cuando paso, una bruja en el orfanato decidió que era mejor borrar su memoria para que pudiera tener una vida feliz
Circe estaba cayendo en una espiral de dolor que la estaba conduciendo a la desesperación, la culpa empezaba a apoderarse de su joven mente, no podía parar de llorar desconsoladamente y conforme iban pasando los días las cosas empeoraban, quitándole los últimos recuerdos agradables que quedaban en su mente, para ser remplazados por los recuerdos de sus primeros años.
Circe lloraba en medio del callejón diagon, los niños con los que jugaba la veían con terror, sin querer había lastimado a su hermana mayor, sus poderes se habían salido de control por un momento, pero la mirada de miedo y repulsión que aquellos niños le daban, la hacían sentirse terriblemente aislada
La joven bruja empezó a tener pesadillas, casi no dormía y cuando lo hacía sus recuerdos la abrumaban
Circe caminaba por una gran mansión cuando oyó la voz de dos hombres peleando, dirigió sus aun torpes pasos rumbo aquel lugar, en otro cuarto su padre discutía con un hombre de mediana edad
—Vas ha echar a perder todo tu futuro por seguir esas estúpidas ideas, tienes un deber conmigo y con tu madre, no puedes simplemente dejarlo todo así—
—No lo entiendes papá, esto es un nuevo mundo que puedo explorar, no puedo dejarlo pasar, además esta Circe, ella es especial, no puedo dejar que este en el mundo muggle, ella pertenece allá, si no fuera por eso, me quedaría—
—No puedo admitir eso, es un desperdició lo que vas a hacer, pero si esa es tu decisión, no puedo detenerte, pero ese tipo de cosas jamás las admitiré, así que espero no volverte a ver en mi vida, desde este momento mi hijo a muerto—
El hombre se dio la vuelta mientras la niña los veía angustiada, su padre se dio cuenta de eso y fue de inmediato a consolarla
Con estos recuerdos atormentándola a cada instante, su fortaleza empezó a minarse y su cordura también, no importaba que fuera la bruja más poderosa de la epoca, ni la mejor alumna del colegio, en ese lugar era solo una victima de sus propios recuerdos, como todos los demás.
