Nosotros dos
Disclamer: Los personajes son de Rumiko san, y la historia es sólo porque me fascinan jaja.
Acotaciones:
" " pensamientos
&&&&& cambio de escena.
Dedicación:
Ok... esta vez sin comentarios más que... no seas mensis!
Volteó hacia donde se escuchó la voz que tan bien conocía, los ojos se le llenaron de lágrimas irremediablemente y no evitó que salieran, a pesar de que su orgullo ahora estaba creciendo y amenazaba con jugarle una mala pasada.
Inuyasha y Kagome se miraron a los ojos y se retiraron sin decir nada, si bien no confiaban en Sesshomaru entendieron que no había razón que convenciera a una mujer enamorada.
- Lin… -puso su mano en el hombro de la chica, ella lo miraba expectante desde el suelo donde estaba sentada. – Lamento haberme ido así.
- ¿Me crees capaz de hacerte algo así? –preguntó a secas más herida que enojada.
- No
- Entonces… no debiste reaccionar así, ni siquiera sé qué hago aquí buscándote, esperándote… tú sabías que iba a salir con él y… no tienes por qué cuestionar mi pasado…- en ese momento recordó un encuentro que tuvo con Kikyo días atrás.
FLASHBACK
La maestra iba caminando por los pasillos de la escuela y la vio de pie como esperando a alguien, entonces se acercó hasta ella y le preguntó si estaba ocupada, al obtener un "no" como respuesta la invitó a tomar algo en la cafetería.
- Supongo que sabes de qué quiero hablarte.
- Sí, eso creo… pero no lo considero necesario, tal vez no lo parezca pero puedo cuidarme.
- Eso no lo dudo, vi tus expedientes, espero no te moleste, ahí me di cuenta de lo independiente que eres y por eso mismo te digo que tengas más cuidado… tal vez seas autosuficiente pero no tienes un apoyo además de ti misma, conozco a Sesshomaru y podrá hacerte creer que eres todo para él sin muchos problemas.
Las palabras de Kikyo enojaban algo a Lin, ya que las consideraba como una insinuación de que era débil e indefensa, lo que menos le gustaría ser.
- Gracias por la advertencia, pero…
- No me digas nada –la interrumpió- ahora sólo te queda confiar o no en mi, sólo recuerda que hace mucho tiempo que lo conozco y por eso te lo advierto, no me gustaría verte entre su innumerable lista de mujeres.
Se puso de pie y se marchó dejando a la otra enojada y confundida, tal vez fuese cierto, quizás no debería meterse con él, pero si ya había pasado por tantas cosas… ¿Un hombre podría vencerla? Definitivamente eso no pasaría.
FIN DEL FLASH BACK
- Al final, debía hacer caso de las advertencias -Se puso de pie pero antes de que se pudiese marchar Sesshomaru la detuvo.
- ¿Entonces esto es todo? Después de anoche, después de estar juntos como lo hicimos quieres que todo termine aquí sin más.
- Sí – se soltó y se alejó buscando a los dos que se marcharon antes.- ¿Puedo ir con ustedes?
- Claro –respondió Inuyasha ayudándola a subir a un caballo tomando el otro junto con Kagome.
Partieron así los tres en silencio, Lin no conocía el camino así que los siguió con los ojos inundados todo el tiempo. Cuando por fin llegaron a dejar los caballos el chico las ayudó a bajar y luego las dejó a solas para que hablaran, pasados unos instantes Kagome se decidió a decir algo.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí… gracias… ¿Puedo regresar con ustedes a la ciudad?
- Claro¿Quieres que nos vayamos ahora?
- Cuando ustedes quieran…
- Sí… ve por tus cosas, nos iremos ahora… pero toma tu tiempo.
- Gracias
Lin se retiró con la cabeza baja conteniendo las lágrimas que salían casi sin control. Kagome fue a buscar a Inuyasha y lo encontró en el vestíbulo.
- Oye… ¿Crees que podamos irnos ahora mismo?
- Sí… ¿Cómo está tu amiga?
- Creo que no muy bien… lamento que haya terminado así hoy.
- No es tu culpa, todo es por el imbécil de Sesshomaru.
Esperaron unos minutos hasta que la chica regresó con su equipaje y los ojos rojos y partieron a la ciudad. El camino fue tenso con ella mirando el camino y tragando lágrimas en seco mientras los otros dos no decían nada por respeto a la chica. La dejaron en su casa algunas horas después con la misma mirada vacía.
- Gracias –dijo antes de bajar del auto.
- No hay por qué. –Lin descendió y Kagome la siguió.
- No deberías ir mañana a la escuela, yo puedo avisar a la coordinación que estás enferma…
- Gracias… pero no sé si sea lo mejor, no me quiero dejar vencer ahora.
- Está bien, si decides no ir sólo avísame. –le sonrió y se despidió de ella para regresar con Inuyasha.
&&&&&
Entraron al departamento de la chica y se sentaron en la sala ella con una taza de té y él con un vaso de güisqui.
- Jaja… sólo espero que no se repita lo de anoche -se burló.
- Feh¡Claro que no!
- Oye hace mucho que tus padres no vienen a Japón…
- Sí, pero estarán aquí la próxima semana… quieren hablar de… de Kikyo
Agachó la mirada y dejó el vaso en una de las mesas de centro, Kagome lo miró y no resistió el impulso de sentarse a su lado y abrazarlo con tanta calidez como le fue posible, desde luego que él le correspondió de la misma forma.
Ahora esa "chiquilla" era una de sus mejores amigas; ella siempre lo escuchaba y ayudaba sin importar qué, desde que Kikyo y él terminaron ella fue su apoyo principal.
Respiró su perfume dulce y fresco como la brisa de la mañana, sintió su cabello suave y con un olor único característico de ella, luego notó cómo lo envolvían sus brazos tiernos e inocentes; así uno a uno fue notando todos los detalles antes imperceptibles de la chica hasta que sintió su corazón acelerarse por estar tan cerca de ella y se separó de súbito.
"¿Qué demonios me pasa?".
"Inuyasha…"
Kagome se dio cuenta perfectamente del cambio y la razón de ésta, quizás ahora ya no la miraba como antes, quizás pudo notar las cosas que le eran invisibles y tal vez… sólo tal vez… "Pero qué estoy pensando, él acaba de terminar con MI HERMANA y la ama, la ama demasiado"
Ahora se encontraban envueltos en una atmósfera algo incómoda para ambos dada la situación, se miraron a los ojos pero de inmediato volvieron a evitarse.
- ¿Te gustan los videojuegos? –preguntó la chica para terminar la incomodidad.
- Hace mucho que no juego…
- Pues ahora es buen momento, vamos. (N/A: tengo trauma con esas cosas, siempre he querido jugar pero nomás no le hallo… jeje)
Lo tomó de la mano y lo llevó hasta su habitación sentándose los dos enfrente de la televisión, así empezaron a jugar, al principio fue algo rudo ya que Inuyasha tenía que tomar la práctica perdida pero después resultó bastante divertido para ambos.
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Era bastante de noche y ella seguía de la misma forma que antes, recostada en su cama con los ojos rojos y las lágrimas saliendo a pausas, necias a retirarse y dejarla libre para ser.
"Fue mi decisión, así lo quise y no tengo por qué arrepentirme… además de todo no… no… debería… intento no hacerlo pero es inútil, igual lo amo… Sesshomaru te amo, pero ahora ya no hay manera de volver atrás…"
&&&&&
El teléfono del departamento sonó interrumpiendo el juego justo en lo más interesante, luego de poner la pausa Kagome contestó.
- Sango…
- Hola Kagome, de casualidad no sabes dónde está Inuyasha, es que Miroku lo ha querido localizar todo el día pero tiene apagado el celular…
- Inuyasha… él bueno él… está… aquí conmigo…
- ¿Contigo?... bueno… luego hablamos de eso, justamente hace días que quiero que hablemos de eso. Pero ahora aprovechando que están juntos, vengan a mi departamento, hay algo importante que necesitamos decirles.
- ¿A estas horas?
- Por favor, en verdad es importante.
- Sí, bueno… vamos para allá.
Colgó el teléfono y le explicó al chico, salieron lo más pronto posible pero sin apagar el juego.
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Llegaron a casa de Sango y había una mesa puesta lista para que cuatro personas cenaran, de inmediato preguntaron a qué de debía la ocasión, qué celebraban, pero no fue hasta el final de la velada que los chicos les dijeron.
- Nos vamos a casar –les indicó Sango mostrándoles el anillo de compromiso en su dedo anular, ambos se sorprendieron bastante, pero Kagome no tardó en abrazar a su amiga.
- Mi amigo Inuyasha, no te sorprendas tanto, sólo nos vamos a casar.
- Es que no te imagino a ti casado.
- Ser de poca fe, si yo amo a Sango
Las chicas interrumpieron la plática y así los cuatro iniciaron una reunión que duraría varias horas, eran casi las tres de la mañana cuando Inuyasha y Kagome salieron del departamento, él la llevó al suyo pero no pudo evitar entrar a terminar el juego, si hay algo que los hombres como él no toleran es un reto.
- No te atreves, lo que pasa es que me tienes miedo, pero lo entiendo… lo dejaremos para otra ocasión-dijo Kagome para obligarlo.
Pasó casi una hora hasta que uno de los dos, Inuyasha, perdió. Ahora lo que quedaba era irse a su casa, sin embargo la burla de su amiga fue demasiada como para resistirse a atacarla.
- Ya verás.
Se abalanzó sobre ella haciéndola caer sobre la cama y sin espera le hizo cosquillas sin parar, observados desde lejos parecían dos niños pequeños jugando aunque en la realidad Kagome estaba bastante nerviosa por tenerlo así tan cerca de ella.
Cuando la vio algo exhausta de tanto luchas la apresó entre sus brazos y se recostó a su lado en la cama, sintió la respiración agitada de su amiga y acomodó el cabello que caía desordenado sobre su rostro.
Ella se vio así entre sus brazos tan cerca de él y sintió la adrenalina recorrerla en un instante, no supo qué hacer así que sólo se dejó llevar cerrando los ojos y escuchando su corazón calmarse se quedó dormida.
Inuyasha sintió la respiración de Kagome calmarse poco a poco hasta quedar a un ritmo bastante lento, la miró son soltarla y de dio cuenta del sueño profundo en el que estaba, pensó en levantarse y cubrirla con una frazada pero algo que no entendió, un impulso sin razón aparente, la acercó más a él y cerró los ojos esperando caer dormido.
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El sol salió como todas las mañanas y golpeó como suave pañuelo sus ojos cerrados y algo hinchados, los fue abriendo lentamente conforme la luz la dejó. Miró a su lado y vio que era hora para ir a la escuela, lo dudó un momento pero huir no era la solución adecuada.
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Llegó a la entrada de la universidad y respiró profundo para darse valor, entró y en cafetería vio a sus amigas sentadas como todas las mañanas, se acercó y notó el anillo en el dedo anular de Sango y preguntó, el tema del compromiso fue lo que las ocupó hasta que tuvieron que entrar a clase.
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Miró hacia arriba y vio el número del salón en el que debía estar en la segunda hora del primer día, intentó caminar hasta él pero se dio cuenta de que toda su fortaleza no llegaba a tanto, no sería capaz de enfrentarlo cara a cara. Desvió su camino hasta la oficina de la coordinación y fue con el encargado para plantearle la situación.
- Necesito algunas horas libres para trabajar, usted sabe mi situación y quería reacomodar mis horarios y… presentar el examen para no cursar Matemáticas…
- A estas alturas del semestre será algo difícil… si hubiese dicho algo antes…
- Es que ahora necesito ese tiempo libre, por favor... –su tono era más bien de súplica.
- No te garantizo nada, regresa mañana para ver qué puedo arreglar.
-Muchas gracias.
Se retiró en silencio pensando en su derrota en como por primera vez desde hacía mucho estaba triste por alguien y nunca herida de esa forma a causa de un hombre, el amor y su orgullo.
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Sesshomaru caminaba hacia afuera de la sala de maestros cuando un hombre lo interrumpió para pedirle un favor.
- Necesito que aplique un examen para no cursar la materia de Matemáticas, pero tiene que ser lo antes posible.
- ¿Lin'
- Sí, bien veo que está enterado de la situación ¿Cree que pueda ser la semana que entra?
- Puede ser mañana mismo, de todas formas lo aprobará, pregúntele a ella.
Se marchó sin decir nada más pero sabiendo que el daño hecho era más serio de lo que pensaba y ahora… no sabía si estaba dispuesto a intentar arreglarlo, no después de la casa de campo.
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Terminó de hacer una llamada con su celular y se dirigió a la salida, hoy Miroku pasaría por Sango y Lin se había marchado ya así que sola caminó hasta la entrada a esperar a que pasara por ella, estaba nerviosa, mucho más de lo usual luego de lo ocurrido esa mañana. El auto llegó y ella subió saludándolo con algo de tensión en la voz, necesitaban hablar y aclarar algo.
- ¿A dónde vamos? –preguntó Inuyasha.
- A tu departamento o al mío…
El chico tomó rumbo al de ella debido a que no quería llevarla al suyo, las cosas eran muy delicadas y lo que menos quería era que se malinterpretaran sus intenciones. Se sirvieron algo y se sentaron en la sala, cerca y mirándose de frente.
- Kagome yo… lo sie…-
- No –le interrumpió- no digas que lo sientes porque no fue tu culpa… fue algo que ambos… pues…
- ¿Por qué¿Por qué pasó eso? –ahora su tono era de tristeza.
- No lo sé… tal vez… -hizo una pausa al mirar sus ojos dorados y cristalinos perdidos en la nada, anhelantes de algo, tal vez de sentirse amado, tal vez de una amiga, tal vez de Kikyo…- Inuyasha por favor sólo hay que olvidarlo, al final no fue nada y nosotros nos hemos llevado muy bien como para arruinarlo ahora sólo por una tontería.
"¿Una tontería? – Pensaba Inuyasha- ¿Eso fue para ti? Kagome… no…"
- Está bien, creo que tienes razón, entonces aquí no pasó nada. Y será mejor que me vaya ahora, tengo muchas cosas pendientes en la oficina.
Se despidió de ella aparentando ambos normalidad y se fue rodeado de dudas e inseguridad, mismas que Kagome conservó para sí.
FLASHBACK
Abrió los ojos y de alguna forma sintió que la mañana era fría a pesar de no tenerlo en la piel, miró un poco a su izquierda y lo vio abrazándola, estaba dormido y lucía tan tranquilo como un niño pequeño e inocente. Un hormigueo en la boca del estómago la invadió y la obligó a mirar los labios del chico, entreabiertos con su suave aliento.
Inuyasha despertó de un sueño que no recordaba, tranquilo y hasta alegre, esperaba sentirse solo como era desde su rompimiento con Kikyo, pero no fue así. Supo de inmediato que estaba con alguien, con una persona que lo hizo sentir acompañado por no decir que un poco más que eso, querido. Bajó la mirada y se topó con la de ella, unos minutos eternos se perdieron del mundo hasta que en una espontánea complicidad sus labios se tocaron, un roce suave que en pocos instantes se transformó en un beso apasionado y casi incontrolable. Se abrazaron con más fuerza acercando sus cuerpos, sintiendo sus corazones latir al unísono. Las manos de Kagome encontraron la camisa desfajada de Inuyasha y se introdujeron para sentir su abdomen marcado mientras las de él encontraron el vientre descubierto de la chica acariciándolo con suaves movimientos. Las cosas se les salían cada vez más de control hasta que el sonido del despertador los hizo reaccionar de súbito. Se separaron y sin mirarse o decir nada el chico dejó el departamento.
FIN DEL FLASHBACK
CoNTiNuaRá...
Hello! Aquí estoy con el capi.. jeje disculpen la tardanza. Muchísimas gracias por todo su apoyo TTTT de verdad me hacen feliz. Tmb muchisimas gracias por todos sus reviews y por haber llegado hasta este punto de la historia.
Sé que ahora probablemente me quieran matar... y con justa razón, pero recuerden que lo que el destino es curioso... y aunque pona trabas el final es muy dulce... bueno ok... jaja eso y q no ando muy feliz que digamos... jaja
En fin, ya me voy y espero que les guste, si pueden déjen un review quen sea un zape virtual! Byes!
