Bueno después de algo de retraso con este Fic estoy de regreso, esta por ser terminado, si mis cálculos no me engañan jejeje, estamos a unos dos capítulos para terminar. Espero que este cápitulo lo disfruten .

Disclaimer: Bueno ya saben JK Rowling es la dueñita de Harry Potter y todos sus personajes.

CAPITULO XIII

Un corazón herido

Durante los siguientes días Severus Snape no se separo de Circe. Ella se aferraba a él cada vez que abría los ojos y no se quedaba dormida a menos que él estuviera sosteniéndole la mano. Su cuerpo se recuperó rápidamente, pero su mente había sido muy afectada por los dementores. Pero poco a poco con la ayuda de Severus ella empezó a sentirse más tranquila, empezó a recuperar su belleza, sin embargo sus ojos reflejaban una infinita tristeza.

Cuando el Director la iba a visitar se le veía alegre y animada, pero Dumbledore sabía muy bien que ella no quería preocupar a nadie. Unas semanas después fue llamada a la oficina del director.

Ella entró en silencio y se sentó frente a Dumbledore, Circe miraba directamente al suelo, el director la observó en silencio por varios minutos

—¿Cómo te sientes Circe?—

—Bien profesor—

El hombre se acercó a ella y le acarició paternalmente la cabeza, aunque ella permanecía totalmente inmóvil

—¿Crees estar lista para regresar a clases?—

—Si profesor— contestó la chica, su voz parecía casi un susurro —Quiero recuperar todo el tiempo que perdí, y empezar el año con mis compañeros—

—Sé que eres capaz de recuperarte y alcanzar a tus compañeros, pero no quiero que te agotes—

—Tendré cuidado profesor, pero necesito recuperar todo ese tiempo— por un momento levantó la vista, sólo para encontrarse con la mirada del director, aquellos ojos azules parecían poder llegar a leer lo que estaba en el fondo de su corazón, de inmediato bajó la vista

—El señor Black ha solicitado una audiencia formal para verte, pero no puedo forzarte a aceptar—

—Lo siento profesor, pero... no quiero verlo,... aún no... — una lagrima rodó por su mejilla, cayendo sobre su mano

—Esta bien, hazme saber cuando estés lista, ahora puedes retirarte—

Circe se levantó y se dirigió a la puerta, Dumbledore la detuvo

—Circe, si en algún momento necesitas hablar con alguien, puedes contar conmigo, siempre estaré dispuesto a escuchar a quien lo necesite—

—Gracias profesor, lo recordaré— la chica no se atrevió a mirar al director, simplemente salió de ahí lo más rápido que pudo, al terminar de bajar las escaleras se encontró con Severus que la esperaba

—Severus... pensé que estabas ayudando al profesor de pociones—

—Quería verte, me dijeron que estabas aquí—

El muchacho se acercó, y la abrazó, ella no se resistió, después de todo era el único lugar donde se sentía segura, en los brazos del hombre que la había rescatado de las tinieblas. Pero a pesar de todo, las huellas dejadas en su mente y su corazón aun eran muy profundas y Snape lo sabía

—¿Me ayudarás esta tarde con la practica de pociones que me encargo el profesor?—

Ella evitó a toda costa mirarlo a los ojos

—Estoy retrasada en mis materias, quiero aprovechar todo el tiempo disponible para ponerme al corriente y poder entrar a 6to con los demás—

—¿Quieres que te ayude?—

—No, estaré bien, gracias por preocuparte—

Ella le dio un suave empujón para separarse de él y se alejó por los pasillos, por un momento se detuvo y se giró para ver al muchacho, regresó hacía él despacio y lo miró a los ojos. Snape pudo ver la tristeza que ella guardaba en el fondo de su corazón

—No te había dado las gracias por rescatarme de ese infierno, gracias por todo, no se como podré pagarte—

—El estar aquí y poder hablar contigo es suficiente—

Ella intentó sonreír, pero no pudo —Gracias—

La chica se alejo con rapidez.

Los días pasaron y Hogwarts se lleno nuevamente de estudiantes, a pesar de, estar de nuevo con sus compañeros y estar de nuevo en clases no provoco un cambio significativo en Circe, se mantenía alejada de todos y siempre evitaba levantar la vista, al principio convivía con sus compañeros de casa, pero los comentarios y los chismes con respecto a Sirius la empezaron a perseguir y a amargar lentamente. Después de un par de meses, ella misma decidió hablar con Sirius, sabía que no podía seguir ocultándose.

El director le permitió a Sirius ver a Circe en su oficina. Cuando Sirius entro y la vio hermosa como siempre, intentó abrazarla pero, ella dio un paso hacia atrás alejándose de él

—¿Qué sucede, porque... — Sirius la veía confuso, mientras ella evitaba hacer contacto visual con él

—Todavía no estoy lista para eso, debes darme tiempo, por eso quise hablar contigo—

—Es por Snape verdad, él tiene que ver en esto— la furia se veía en los ojos grises del exgryffindor

Ella levantó la vista de golpe, en sus ojos la tristeza desapareció para dar paso a la furia —No lo metas en esto, le debo mi vida, él me regresó de donde estaba atrapada y no puedo más que agradecerle por eso, pero tampoco puedo negar que eres el amor de mi vida, eres lo que más amo en el mundo a pesar de lo que hiciste—

—Yo... perdo... —

—No digas nada, ya no tiene caso, pero aún necesito tiempo para pensar, para superar lo que paso—

Él intentó acercarse nuevamente y ella se alejó instintivamente —Yo haré todo por recuperar tu confianza, es más, vamonos de aquí, casémonos hoy mismo, te ayudaré a olvidar todo ese infierno—

Sirius la tomó de la mano, pero ella no podía confiar del todo en él, algo en su interior decía que si le había propuesto algo tan serio era solo para alejarla de Snape

—No, aún no estoy lista para irme de aquí, quiero terminar la escuela y si cuando eso pase, aun estas dispuesto a seguir con esto, hablaremos—

Sirius quería sacarla de ahí en ese mismo momento, pero sabía que ella no estaba dispuesta a ceder

—Esta bien, si eso es lo que quieres, eso haremos—

—Si eso es lo que quiero—

Sirius se despidió de ella dándole un beso en la mano, pero ella ni siquiera lo miró cuando él salió, en el camino a la puerta principal se encontró con Snape

—Sirius Black, que disgusto verte— dijo el ahora ayudante del profesor de pociones

—Solo vine a hablar con MI Prometida, creo que no es algo que te incumba—

Snape lo veía con infinito odio, pero en parte sabía que tenía razón, como sabía que a pesar de que Circe se refugiaba en sus brazos, aún amaba al Gryffindor

—Espero no volver a ver tu horrible cara Black—

—No cuentes con eso, no mientras ella este aquí—

Las miradas entre los dos hombres reflejaban su odio, mientras Circe los veía con lagrimas en los ojos, mientras su corazón le dolía profundamente