Capítulo II: La locura de Potter
-¡HARRY! ¡HARRY! ¿ME ESCUCHAS?-gritaba desesperada Catherine, junto a un joven, quien se encontraba de rodillas en el piso, con las manos apretadas contra su cabeza.-HARRY, POR EL AMOR DE DIOS RESPONDE!-gritaba aún mas fuerte, mientras que visibles lágrimas brotaban de sus ojos.-Derek, ayúdame.-pidió desesperada.
Derek estaba parado junto a ella, inmóvil. Harry había caído repentinamente de rodillas, tomándolo por sorpresa, y sin saber que hacer. ¿Qué le estaba sucediendo? Se acercó a Potter y, luego de sacudirlo bruscamente sin lograr respuesta, lo golpeó fuertemente en la cara. Harry calló de espaldas y, para tranquilidad de los presentes, abrió los ojos. Levantó una mano y se tanteó el labio, el cual sangraba por el golpe de Derek.
-Gracias-le dijo Harry a su amigo una vez que se puso de pie.-Lamento lo sucedido.
-¡Eso! ¿Qué fue lo que te sucedió?-le preguntó Catherine acercándose.
-Una visión-mintió rápidamente Potter.
-¿Una visión?-preguntó Drawner, sorprendido.
-Si. Entré en una especie de... trance-volvió a mentir Harry.-Ahora, Cathy, Derek, háganse cargo de esto, yo tengo cosas mas importantes que hacer, sin ofender.-agregó en dirección a Drowner. Al ver que el público no se quedaba muy convencido con las ordenes recién dadas, dijo- Estoy seguro de que es una niebla trasladadora. Fredlix debe estar en algún extraño lugar. Talvez sea mejor que pidan un rastreo en el Departamento de Desapariciones Mágicas. En cuanto a los brujos... hagan una ficha de ambos, y pidan captura. Los quiero a ambos en mis manos en menos de una semana. Yo me encargo de avisar al cuartel. Ante cualquier dato que se sepa de ellos, me avisan a mi de inmediato. Desde ahora, yo estoy a cargo de este caso.-y diciendo esto, emprendió su camino para salir del callejón. Una vez mas en su vida, sintió una culpa tremenda. El recuerdo estaba demasiado vivo en su mente. Harry creía que había enterrado aquel recuerdo tan profundo que le costaría recordarlo completamente. Pero no. Allí estaba, tan vivo como si lo estuviera viendo en aquel momento. Torturándolo. Culpa, culpa, culpa... Sólo culpa. Hizo una cuadra, dobló en otro callejón sin salida, y se apoyó pesadamente contra la pared para tomar aire. Se sentía agitado, como si hubiera corrido kilómetros.
-¿Pasa algo malo, Potter? Malos recuerdos, talvez.-dijo una voz maliciosa. Harry se sobresaltó. En la pared opuesta estaba parado Draco Malfoy.
-¿Por qué lo preguntas?-dijo Harry. Malfoy se separó de la pared y hizo un ademán con la mano, para dar a entender que no tenía importancia. Caminó lentamente, con la mirada fija en Harry, como si esperara que éste dijera algo. Pero nada sucedió.
-Te dije que era interesante, ¿no lo crees?-se decidió a hablar Malfoy.
-No, no lo creo. Bastante vulgar. Insulso. Sin creatividad.-respondió Harry, separándose de la pared y haciéndole frente a Draco.
-¿Sin creatividad? Me imaginé que dirías algo así. Después de todo, esto no fue nuevo para vos, ¿verdad Potter? Ya lo viste antes-dijo Malfoy, haciendo una malvada sonrisa. Harry sacó su varita y apuntó a Malfoy en el pecho. Draco acentuó aún mas su sonrisa.-¿Dije algo malo? ¿Toqué algún punto indeseado?
-Lo único indeseado acá eres tu, Malfoy. Vete ahora, o me encargaré de que desaparezcas.-respondió Harry.
-¿Cómo Granger y Weasley? –dijo Draco. Harry estalló.
-Crucio!-la palabra salió de los labios de Harry. Malfoy calló al suelo, pero tratando con todas sus fuerzas de no gritar. Harry estaba frente a él, inmutable, casi disfrutando de la escena. Como si estuviera descargando sobre Malfoy todo su dolor y odio. Tenía el rostro tenso. Sus ojos brillaron de malicia y locura, y se pudo apreciar en ellos, un tono escarlata. Malfoy se retorcía en el suelo, y algunos gritos salieron por sus labios. Harry no bajaba la varita. Parecía fuera de sí mismo.
-Expansio!
Una luz amarilla golpeó a Harry en la espalda, haciendo que cayera de rodillas, y rompiendo el maleficio. Una muchacha de pelo atado corrió en dirección a Draco, quien se encontraba de cara al suelo, temblando. Lo dio vuelta para verlo. Estaba desmayado. Le tomó el pulso.
-Esta vivo-dijo la mujer, pero Harry supo que no le hablaba a él. Se puso de pie con dificultad. Notó que había dejado caer su varita. Tenía que tomarla y terminar de una vez por todas con Malfoy. Él lo sabía. Sabía la verdad. Sabía todo sobre Hermione y Ron. Tenía que hacerlo callar. Se acercó a la varita y estiró la mano.
-Accio varita.-dijo una voz conocida. La varita de Harry se elevó en el aire y voló hacia la mano extendida de Derek.-¿Qué crees que haces, Harry?-le preguntó este, con expresión seria.
-Dame mi varita-dijo Harry, ignorando la pregunta de su amigo.
-No se la des Derek. Usó un Cruciatus con Malfoy.-dijo Catherine, aún tomando el pulso de Malfoy. Derek levantó las cejas, y fijó su mirada en Harry, sorprendido.-Debemos llevarlo a San Mungo, rápido. Esta mal herido.
-No. No lo llevarán a ningún lado-dijo Harry, girando para mirar a Catherine.
-Harry, que pasa contigo. Primero reaccionas de esa manera en el callejón, sales a todo lo que da del lugar, dejándonos solos, y cuando te seguimos para ver lo que haces, te encontramos atacando a Malfoy con un Cruciatus, cuando sabes que es uno de los maleficios imperdonables. Y ahora, pretendes que dejemos a Malfoy acá, inconsciente, y gravemente herido por tu culpa.-le reprochó Catherine poniéndose de pie.
-No es eso lo que pretendo-dijo Harry, y otro haz de color escarlata cruzó por sus ojos. Catherine comprendió a lo que se refería.
-Estas loco. No se que te sucede. Pero detente. Tu no eres así, Harry. Nunca mataste a nadie, y no lo harás ahora.
-CALLATE SI NO SABES DE LO QUE HABLAS. NO ME CONOCES, CATHERINE. SOLO SABES LO QUE YO TE HE DICHO, O LO QUE HAS VISTO EN ESTOS CUATRO AÑOS QUE NOS CONOCEMOS. PERO NO ME CONOCES. NO SABES LO QUE SOY CAPAZ DE HACER Y LO QUE NO. Y PARA TU INFORMACIÓN, MALFOY NO SERÁ LA PRIMERA PERSONA A LA QUE MATO.-gritó Harry fuera de sí y se abalanzó hacia Catherine. La muchacha, retrocedió visiblemente asustada.
-Desmaius!-exclamó Derek. Pero Harry era rápido. Se lanzó al suelo, dando una vuelta y esquivando el ataque. Se puso de pie rápidamente, y agachándose hasta donde yacía el cuerpo de Malfoy, tomó su varita y apuntó hacia Derek. Estaba interfiriendo demasiado en sus planes. Debía sacarlo del medio. Harry levantó la varita.
-Impedimenta!-gritó en dirección a Derek. Pero el muchacho logró detener el ataque. –Derek, no estorbes! Lárguense los dos de acá. Ustedes no entienden. Esto va mas allá de la razón. Malfoy tiene que morir, ahora.-exclamó Harry, enojado.
-Nosotros entenderíamos si nos dijeras!-dijo Catherine, al borde de las lágrimas. No lograba comprender porque Harry se comportaba tan extraño.-Déjanos ayudarte. No puedes cargar con el peso tu solo. Simplemente no puedes. Yo te puedo ayudar. No te cierres. Por favor, Harry. No lo hagas-continuó hablando mientras se acercaba lentamente a su novio Potter. Él la miró durante unos segundos, y luego, volviendo en sí, bajó la varita. El brillo maniático de sus ojos desapareció, dejando nuevamente a la vista al Harry del cual Catherine estaba enamorada. Corrió en dirección a él, y lo abrazó fuertemente. Harry tan sólo reposó su cabeza en el hombro de ella, agotado.
-Será mejor que llevemos a Malfoy con los medimagos. Está en un terrible estado.-dijo Derek, quien estaba ahora junto al cuerpo de Draco. Harry, separándose de Cathy, asintió
-No, esperen-dijo ella. Ambos la miraron-Antes hay que hacer algo.-Catherine levantó la varita y apuntó hacia Malfoy -Obliarte!-dijo.-Bueno, eso hará que no recuerde nada desde que dejó el callejón. Diremos que lo encontramos tirado en el suelo, inconsciente. Eso es todo.
Ambos hombres asintieron, y con un movimiento de varita, levantaron el cuerpo.
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Los medimagos iban y venían. La puerta en la cual Draco Malfoy estaba siendo atendido, permanecía cerrada. Afuera, Catherine Starblair, Derek Crompton y Harry Potter esperaban a que alguien les informara el estado del paciente.
Finalmente, una mujer vestida con túnica verde salió. Miró a los tres jóvenes y sonrió.
-Parece que su amigo se encuentra bien. Tiene algunas heridas graves. Parece que su atacante aplicó un Cruciatus muy fuerte en el Señor Malfoy. Probablemente fue alguno de esos brujos oscuros que andan por ahí. Ustedes deben saber, porque son aurores, ¿no es cierto?-preguntó. Los tres asintieron.- Últimamente hay muchos. Lo se porque llegan montones heridos. Me pregunto de donde habrán salido. –dijo la medimaga, frunciendo el entrecejo. Luego, agregó - Si desean, pueden pasar a verlo.
-Eh… se lo agradecemos, pero creo que lo visitaremos mas tarde. No queremos molestarlo ahora. Ante cualquier cosa, por favor avísenos, ¿si?-habló Cathy.
-Por supuesto. Que tengan un buen día-se despidió la medimaga con una sonrisa.
Los tres salieron del Hospital San Mungo tan rápido como pudieron. En pocos minutos, ya estaban sentados en cómodos sillones, con deliciosos cafés frente a ellos, en la mesita ratona. Era la casa de Catherine. Una enorme casa antigua, donde vivía ella con sus padres. Pero lo nombrados se encontraban de viaje por el Caribe, así que la casa estaba vacía.
Harry tomó un sorbo de café. Nadie hablaba. Tomó otro sorbo. Miró a sus amigos de reojo. Ambos parecían querer esquivar su mirada. Finalmente, Catherine habló.
-Eh… Harry… no quieres… hablarnos de lo sucedido con Malfoy?-preguntó cuidadosamente. Harry miró pensativamente su café. Su mente estaba a mil. Pero ya era hora de hablar. Sus amigos se lo merecían saber. Tomó otro sorbo de café y se dispuso a hablar.
Durante largo rato la única voz que se escuchó fue la de Harry. Contó todo. Habló sobre su adolescencia en compañía de Ronald Weasley y Hermione Granger. Contó cuánto los quería, y luego contó cómo, cuando estaban en el último año de Hogwarts, luego de haber dado los EXTASIS, haber aprobado, a pocos días de terminar Hogwarts, él había ido a enfrentarse con su mayor enemigo: Lord Voldemort. Contó cómo permitió que sus dos mejores amigos lo acompañaran, y (a duras penas) contó cómo habían muerto… por su culpa…
-Harry… cariño, no fue tu culpa. Si hay que echar la culpa a alguien, es a Voldemort. Él fue el culpable. No tú. Ellos hubieran ido de todas formas, aunque vos no lo quisieras, porque así es la amistad. Vos también hubieras ido a ayudarlos si se hubiera dado el caso.-dijo cariñosamente Cathy.
-Tuve la oportunidad de salvarlos, Cathy… yo me había liberado de las cadenas, y tenía la varita en la mano, pero no ataqué a tiempo y ellos… murieron.-dijo Harry, sintiendo como el pecho se le contraía. Terribles recuerdos volvían a su mente cada vez que hablaba. Mucha gente había muerto por su culpa.
-Hiciste lo que pudiste Harry. De hecho, hiciste más de lo que podías. Terminaste con Voldemort-dijo Cathy, tratando de levantarle el ánimo.
-Sin embargo, hay algo que no entiendo.-dijo Derek, tomando la palabra por primera vez.-¿Qué tenía que ver Malfoy en esto?-preguntó
-Malfoy y yo nos hemos odiado desde el día en que nos conocimos. Siempre hubo mucha rivalidad entre nosotros. Su padre era mortífago, y creo que él también lo fue. Y de algún modo, se enteró de cómo murieron Ron y Hermione, y hoy me habló de eso como si fuera algo cómico, algo para que todos nos riéramos. Además, yo no se lo he contado nunca a nadie, y creo que temí que él lo divulgara. No quería que nadie lo supiera. Era mi secreto-confesó Harry.
-¿Nunca diste una explicación sobre cómo habían desaparecido?-preguntó Derek, sorprendido.
-No. Solo… solo dije que Voldemort los había matado.-confesó Harry, abatido.
-Pero… no hay pruebas de que estén muertos… digo… no se encontraron sus cuerpos, ¿o si?-preguntó Catherine.
-No, no se encontraron. Pero estoy acostumbrado a que la gente que quiero desaparezca y tener que considerarlos muertos.-dijo Harry. La memoria de su padrino llegó a su mente. Culpa. Sintió que el estómago se le encogía.
-¿Es por eso que quieres encontrar a estos brujos?-preguntó Derek, con su voz tranquila de siempre. Harry lo miró-Quieres que te hablen sobre esa niebla. Por lo que entiendo, es magia muy oscura y vieja.
-Si. Supongo que ellos deben saber algo.-admitió Harry.
-Los encontraremos. Pondré a trabajar a todos los que pueda en su busca. Después de todo, un empleado del Ministerio desapareció en esa niebla. Los encontraremos Harry, y descubrirás dónde están tus amigos.-dijo Catherine, sonriendo. Harry también sonrió. Dejó su taza de café en la mesita, acercó sus manos al rostro de Cathy, y la besó dulcemente.
-Te amo-le susurró al oído. Catherine lo abrazó fuertemente mientras derramaba una lágrimas silenciosas.
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Train to nowhere: I'm glad you want to read my FF, but I've found it very difficult to translate the story into English… although I'm trying!! Hope to have a chance to talk to you again. Thanks for the review!
Joanne Distte: gracias por el review!! Y gracias por tomarme en cuenta para tu página. Como ya te dije, me halagas! Me alegro que te haya gustado el comienzo de la historia.... aunque no es gran cosa.... jejeje ^_^
Bellatrix88: bueno, Bella, te encuentro en todos lados!! Jajaja... gracias por leer mis historias. Te has convertido en una de mis mejores lectoras (y amiga ;0P). Y tengo que confesarte que para mi también sigue siendo mejor "DARK POTTER". Por cierto, lean ese FF mio, plissss!
Ithae: veo que también tengo tu apoyo para este FF... gracias!! Realmente me alegra mucho que leas mis FF... y gracias por tu halagos.... chicas, ustedes me hacen sonrojar.... Prometo no dejarlo aunque nadie lo lea.... hasta el final!!
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