Capítulo IV: Los Secretos del Libro Blanco

-¿Y eso fue todo lo que les dijo?-preguntó Derek, sorprendido.

Harry, Derek y Marian estaban sentados nuevamente en la sala de estar de la casa de Cathy, junto con su dueña. Derek había estado escuchando toda la historia sobre lo sucedido en el colegio Houxborn.

-Sí… eso fue todo.-exclamó Catherine, decepcionada.

-Ella sabe mas de lo que dijo. Mucho mas.-dijo Harry, pensativo, mirando un punto fijo en la pared.

-¿Cómo lo sabes?-preguntó Derek, sorprendido.

-Los Kaidath son seres misteriosos, que jamás hablan con completa claridad, y nunca dicen todo lo que saben. Pero dan pistas para uno lo sepa por su cuenta.-dijo Marian, quien tenía abierto sobre sus piernas el Libro Blanco, como ellos lo habían llamado.

-¿Por qué me hiciste aceptar el té?-preguntó Harry, recordando.-Odio el té.

-Porque los Kaidath son orgullosos, y de buenos modales. Cuando te encuentres frente a uno, se completamente respetuoso. Si te ofrece un té, acéptalo de muy buena gana. Quiere decir que le has caído bien.-explicó Marian, sin levantar la vista del libro.

-¿Cómo sabes todo eso?-preguntó Catherine, frunciendo el seño.

-Me encanta estudiar sobre todos los seres mágicos-respondió ella, levantando los hombros.

-¿Y por qué no seguiste una carrera relacionada con eso?-volvió a atacar Cathy. Harry la miró extrañado, pero ella simplemente lo ignoró.

-Prefería ser Auror-respondió ella.-Creo que este libro es la pista que Natasha nos dio para resolver el misterio.-agregó luego, cerrando el libro y pasándoselo a Harry. Harry lo tomó y lo miró fijamente durante unos segundos. Luego, soltó un suspiro y se puso de pie.

-Será mejor que vaya a mi casa a descansar. Si averiguan algo más, avísenme.-dijo Harry.

-Yo también me voy yendo. Ya es tarde. Fue un placer conocerlos. –dijo Marian a los tres presentes. Luego, dirigiéndose a Catherine, le preguntó-¿Estás conectada a la Red de Polvos Flu?-Cathy asintió.-¿Podría usarla?-preguntó tímidamente.

-¡Claro!-dijo Catherine, poniéndose de pie y mostrándole a Marian dónde había una chimenea. Se vio un destello verde, y Catherine regresó.-¿Seguro que no te quedas a comer, cariño?-le dijo a Harry, sonriente, y lo besó en los labios. Harry sonrió.

-Debo irme. Nos vemos mañana-dijo, y se dirigió hacia la salida.

Bostezó, cansado. Sintió que no aguantaría ni un segundo más despierto. Aquel era el libro más aburrido que jamás hubiera leído.

Dominar la magia es una arte único y relativo. Cada brujo o bruja lleva dentro una fuerza mágica. Depende del dueño la manera en la cual la fuerza es utilizada. Para poder explotar nuestra fuerza al máximo hay que remontarse al pasado, en el cual tuvo origen los principios de la magia. Sin embargo, hay gente que explota su poder a través de la conocida "Hechicería negra" o "Magia Negra". Hace cientos de años había en la tierra los conocidos "Cuatro Demonios del Poder". Cada uno de ellos dominaba una rama específica de la magia. Buscaban entre los brujos a los mas poderosos, y les enseñaban los secretos ocultos de la magia, secretos que luego fueron conocidos y clasificados como maleficios y artes oscuras. Pero la Orden de Merlín (existente desde hace añares) se encargó de encerrar a los demonios en las entrañas de la Tierra, para que la Magia Negra quedara escondida a los ojos de los brujos, y se pudiera evitar así, los daños que éstas causan. Muchos maleficios fueron olvidado; algunos, incluso, jamás conocidos..

Harry volvió a bostezar. No podía seguir. Estaba demasiado cansado. ¿De qué manera podía ayudarlo aquel libro? Era todo tan... teórico. Absurdo. Antiguo. Carecía de importancia. Sintió que estaba perdiendo el tiempo. Bostezó nuevamente. Un parpadeo... dos parpadeos... tres parpadeos... Harry calló dormido sobre la mesa, con el Libro Blanco bajo su cabeza.

-SEÑOR POTTER! DESPIERTE! ES URGENTE-gritaba una voz conocida. Harry abrió los ojos perezosamente. La voz provenía de la chimenea. Caminó hasta esta y se encontró en ella la cabeza de Marian.

-¿Qué sucede?-preguntó Potter, restregándose los ojos.

-¡Hubo otro ataque!-dijo Marian, visiblemente emocionada. Harry se sorprendió ante esta actitud, y probablemente lo reflejó en su rostro, ya que Marian se sonrojó y agregó- Algo terrible, por supuesto.

-¿Dónde?-preguntó Harry.

-En la avenida principal, doblando hacia la calle Merlín. En la esquina.

-Eso es cerca del local de Zonko, ¿no?

-Exacto

-Voy para allá-dijo Harry mientras se ponía sobre la camisa y los pantalones una túnica negra.

Minutos mas tarde, Harry marchaba camino a la esquina de la calle Merlín y la avenida Principal. Notó que había varias personas en la calle, hablando agitadamente. Muchos de ellos, vestidos en pijamas. Cuando llegó hasta la esquina, Cathy, Derek y Marian corrieron hacia él.

-¿Qué han averiguado?-preguntó Harry, apenas estuvieron junto a él.

-Bastante. Las descripciones de los que vieron a los brujos concuerdan con los dibujos de Denewis y Frederick. Son ellos. Estamos seguros-le dijo Derek, sonriendo.

-¿Algo mas?

-Si. Encontraron esto-dijo Catherine extendiéndole una cadena de plata. Tenía un colgante, el cual tenía la forma de una especie de estrella de cinco puntas, las cuales se hallaban unidas por líneas rectas, y en el centro, una piedra de color negro. Harry lo miró detenidamente. La piedra negra perecía tener en su interior un especie de humo del mismo color, en constante movimiento.

-¿De quién es?-preguntó Potter.

-Dicen que se lo sacaron del cuello a un de los brujos, durante el duelo.

-¿Duelo?

-Sí. Hubo un duelo. Bondrek y Dolbour se batieron en duelo con una muchacha y su hermano mayor. El joven desapareció en la niebla.-explicó Derek, meneando la cabeza.

-¿Dónde esta ella?-preguntó Harry. Catherine le señaló a una muchacha que estaba sentada en el cordón de la vereda. Caminó hasta donde estaba ella.-Lo lamento mucho.

-El… era mi hermano…-dijo ella simplemente, con la mirada perdida.-Nadie comprende lo que siento.

-Yo perdí a dos personas que eran como hermanos de la misma manera, señorita. Yo si la comprendo-le dijo Harry, sentándose a su lado. Ella lo miró. Sus ojos estaban colorados de tanto llorar. Tenía el labio lastimado, y un corte profundo en el brazo izquierdo.-Prometo hacer lo posible por atrapar a estos hombres.-le dijo Potter, tratando de hacerla sentir mejor. Ella sonrió levemente, e imprevistamente, abrazó a Harry dulcemente.

-Muchas gracias.-dijo ella simplemente. Harry la ayudó a ponerse de pie y la llevó hasta donde se hallaban unos medimagos. Luego regresó junto a sus amigos.

-No hay nada mas que ver acá. A menos que alguno se quiera quedar buscando pistas.-dijo Harry, cuando estuvo parado junto a ellos.

-Yo me quedaré-dijo Marian, levantando la mano en el aire.-De seguro hay algo más de importancia. Si descubro algo les aviso-dijo, y se fue directo hacia donde estaba la nube.

-¡Marian!-exclamó Harry, y ella se detuvo-¿Tienes el mapa?-le preguntó. Ella asintió, y con un movimiento de varita, lo hizo aparecer junto a Potter. Este lo tomó y se lo puso bajo el brazo, enrollado.-Ten cuidado. No te acerques demasiado a la nube.-Marian se sonrojó y continuó su camino.-Vamos a mi casa.-dijo Harry.

Abrió la puerta. Hizo un movimiento de varita y las luces del lugar se encendieron. Tres personas ingresaron en la casa.

-Síganme-les dijo Harry, y tanto Cathy como Derek lo siguieron. Pasaron a un amplio comedor, para ser la casa de una sola persona.

Harry extendió el mapa de Hogsmade sobre la pared. Fue hasta su dormitorio mientras que sus amigos se acomodaban en la mesa, sacando varios libros, pergaminos, plumas para escribir, anotaciones, mapas, dibujos, y elementos útiles en una investigación. Cuando Harry regresó, traía en sus manos el Libro Blanco.

-¿Crees que nos sirva?-le preguntó Derek.

-No lo sé.-le respondió Potter, mientras lo dejaba cuidadosamente sobre la mesa. Lo abrió en la página en donde lo había dejado antes de dormirse y continuó la lectura.

El silencio era total. Sólo se escuchaba el rasgar de la pluma contra el pergamino, mientras que tanto Catherine como Derek tomaban anotaciones de los libros. Repentinamente, la señorita Starblair dejó sus anotaciones y se puso de pie, rumbo a la cocina de Potter. Al regresar, traía con ella varios elementos de pociones. Harry levantó la vista al escuchar el escándalo que su novia provocaba al apoyar los frascos y otros elementos contra la mesa.

-¿Qué haces?-le preguntó atónito.

-Estuve pensando que talvez consiga hacer una poción Reveladora.-dijo ella sencillamente.

-¿Para?

-Para dársela a tomar a mi gato y ver si funciona mejor que el alimento balanceado.-dijo ella sarcásticamente-¿Para que va a ser? Para que revele lo que sucedió esta noche en la esquina.

-¿O sea, que piensas hacer una poción que toma mas de tres meses, simplemente para tirarla luego en el suelo y esperar a ver si la hiciste bien para que te regrese a tres meses atrás y ver algo de lo cual ya sabemos cómo sucedió?-dijo Harry, mas atónito que antes.

-Exacto.-dijo ella, y comenzó a volcar un líquido amarillo sobre el caldero.

-Muy bien. Pero no ensucies la alfombra. Es una reliquia. Ya no se consiguen en esos colores-dijo Potter, volviendo a su lectura. Cathy soltó un suspiro.

Había pasado cerca de una hora y media desde que Catherine se había decidido por hacer la Poción Reveladora, y aún no habían logrado nada. A excepción, claro, de Starblair, quien iba muy adelantada en la poción. Harry seguía ensimismado en la lectura, cuando de repente, soltó un grito ahogado, y calló de espaldas en su silla, golpeando la mesa y haciendo que la poción de Cathy salpicara por todas partes.

-¡Harry!-exclamaron ambos amigos al mismo tiempo, mirando al muchacho de pelo negro tirado en el suelo.

-¿Qué te sucedió?-le preguntó Cathy, acercándose y ayudándolo a levantarse.

-¡Esto!-exclamó Potter, tomando el Libro Blanco en sus manos, y mostrándole a Catherine la página que estaba leyendo. Ella se llevó las manos a la boca, y retrocedió unos pasos. Derek se levantó de su silla y caminó hacia el libro. Miró primero la página abierta, y luego a Harry. El terror se leía en su rostro.

En una de las páginas había dibujada una estrella de cinco puntas, unidas por líneas rectas, la cual tenía en el centro una piedra negra, dentro de la cual había un humo del mismo color.

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Después de tardarme un tiempito, escribí otro capítulo de esta historia. No es muy largo, pero tengo que advertirles que los capítulos de este FF no son nunca muy largos.

Ithae: gracias por el review, y ahora sé que tu si lees mis historias. Y no te preocupes, no tienes porqué dejarme reviews si no tienes tiempo, hazlo cuando puedas. Natasha... se podría decir que es una especie de "elfa", solo que con otro nombre, y algo diferentes. No te preocupes, pienso seguir TODAS mis historias, aunque solo las lean ustedes ;-) (Me alegro que te guste Dark Potter... ¿leíste los capítulos que subí?)

Diana-Lily-Potter: en serio mi manera de escribir te atrae? Bueno, me siento halagada, gracias! Hcate: tu siempre estas, compañera! En todos mis FF, al igual que Bella. Jajajaja, si tengo que confesar que Dark Potter también es mi favorita, pero a esta la quiero mucho, mucho, mucho!. Si, ya se. Te gustan los capítulo LARGOS y con mucha acción. Y lamento decepcionarte, pero en esta historia los capítulos son bastante cortitos (incluso para mi!), aunque voy a tratar de actualizarla muy rápido. Marian... no creo que haga algo, ella es muy buena para meterse en el medio. Y en cuanto al nombre, no se si ya te respondí la pregunta en otro review (de otra historia) pero NO se debe al hechizo que se tragó (literalmente) a Ron y Herm. Pronto te enterarás. De todos modos, no estuviste lejos. Es algo relacionado con esos hechizos. Gracias por tus incondicionales reviews!

Bellatrix88: gracias Bella! Al igual que a Hcate, tu siempre estas! Muchas gracias. No te preocupes, voy a seguir la historia, pero dame tiempo compañera, no es tan fácil. Jajajjaa, ¿fans? ¡Si que eres exagerada!

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