Capítulo XIV: La Noche en que todo cambió
-Natasha...-susurró Frederick, entre asombrado y asustado.
-No lo hagan, o lo lamentarán-les advirtió ella.
-No nos asustan tus amenazas, Kaidath. No hay nada que puedas hacer que nos asuste-se atrevió a decir Denewis.
-No seré yo quien hará que te arrepientas, joven brujo... sino ellos-les dijo ella con su voz calma. Su rostro permanecía con la misma paz de siempre, solo que Harry pudo ver en esos ojos violetas el poder de años de experiencia... un poder que sobrepasaba todo lo imaginable...
-Ya no hay vuelta atrás, Natasha... iremos con este hasta el final-habló Harry por primera vez.
-Ellos se sentirán decepcionados, Harry.-le dijo ella. Su pelo rubio se encontraba suelto, y ondeaba débilmente mientras que ella caminaba de esa manera tan delicada hacia ellos. Vestida con ropa blanca, irradiaba una luz propia, tan bella, que Harry pensó que estaba frente a un ángel. "Los ángeles de la fuente" entonces comprendió. Los Kaidath eran esos ángeles que sostenían las estrellas de la fuente. Potter sintió las palabras de Natasha como una puñalada en el corazón.-Ellos prefieren seguir muertos que volver para darse cuenta que su mejor amigo los ha traicionado a todos-continuó ella.
-No la escuches, Harry. Quiere engañarte-se apuró a decir Frederick.
-Ya no mientas, Frederick... no soy yo quien lo engaña a Potter, eres tú-lo contradijo la joven mujer angelical.
-Harry, haz el maleficio, nosotras la vamos a entretener-le dijo Dolbour, quien apuntó su varita automáticamente hacia Natasha. Pondrek lo imitó. Harry decidió borrar las palabras de la dama de su cabeza, y concentrarse en el último paso... el maleficio del Encierro...
"Ellos mataron a Catherine"le dijo la voz calma de Natasha en su cabeza. Harry sintió eso como un balde de agua. Todo se turbó a su alrededor. No podía mover las manos, ni los pies. No podía pensar. Un flash de imágenes atravesaron su mente. Era Catherine... había terminado de apresar a todos los brujos que habían tomado el lugar... o al menos, ya los tenían dominados. Y entonces... dos sombras aparecieron de la nada. Harry las reconoció al segundo. Eran Frederick y Denewis... pudo ver sus rostros debajo de la capucha. Había sido solo un segundo, pero bastó. Ambos brujos levantaron sus varitas y conjuraron un maleficio que golpeó de lleno a Cathy, haciendo que ésta cayera inconsciente al suelo...
-¡Harry apúrate!-gritó Frederick, quien alzaba su varita hacia Natasha, como si esperara que ésta atacara. Pero ella permanecía impasible.
-Ustedes...-dijo Harry con la voz entrecortada de la furia...-ustedes mataron a Cathy...-dijo finalmente, girando a enfrentarlos. Frederick pareció palidecer repentinamente. Dolbour no salía de su asombro.
-¿De qué... de qué hablas, compañero?-le preguntó Frederick, tratando de sonreír.
-Lo ví... ustedes la mataron-repitió Harry, avanzando amenazadoramente hacia ellos. Ambos retrocedieron.
-Nosotros nunca...-trató de decir Frederick.
-¡Mentiroso!-lo interrumpió Harry, lanzándole un maleficio que lo golpeó en el pecho, haciéndolo caer al suelo. Dolbour se puso rápidamente al ataque, y lanzó un maleficio hacia Potter, pero el muchacho logró detenerlo con otro hechizo, y lanzándole un nuevo maleficio, hizo que el exmortífago cayera inconsciente al suelo.-¿Por qué?-le preguntó a Pondrek, quien yacía también en el piso, tratando de levantarse.
-Temíamos que te acobardaras, Potter... que a último momento te arrepintieras. Debíamos hacer algo... algo que realmente te hiciera desear todo ese poder que los demonios podían darte...-trató de explicarse Pondrek, mientras que se arrastraba para alejarse de Harry.
-Y por eso la mataron-dijo Hary con bronca contenida. Tenía la mano tan fuertemente apretada a la varita que ésta lanzaba chispas.
-No sé porque te enfadas... ahora cuando liberemos a los demonios tendrás el poder para traerla de regreso, Potter-le dijo la voz ronca de Denewis, a su espalda, quien había recuperado el conocimiento.
-Así no es como funcionan las cosas...-volvió a hablar Harry, mirando a Dolbour. El rubio lo miró de manera extraña... A espaldas de Harry, Frederick había recuperado su varita, y se disponía a atacar a Potter. Pero lo que él no sabía, era que Potter lo sabía... Pondrek apenas se estiró para atacarlo, Harry giró ágilmente como solo un Buscador de Quidditch puede hacerlo, y le lanzó un maleficio, dejándolo ahora definitivamente inconsciente. Denewis aprovechó el momento para correr hacia su propia varita, pero un poder lo detuvo. Natasha había extendido su mano hacia él, y éste había quedado paralizado en el lugar.
-Harry...toma los Dairmon-le pidió ella, sonriéndole levemente. Él asintió, y yendo hacia la fuente, sacó uno de los colgantes. La columna de agua pareció perder fuerza, y descendió dos metros. Harry sacó el segundo Dairmon. La columna de agua dejó de girar, para quedarse estática, a solo 9 metros de altura. Potter retiró el último Dairmon, y el agua cayó a pasos agigantados sobre la fuente, sin salpicar una gota. Natasha le extendió una mano a Harry, en señal de que le entregara los Dairmon. Potter no lo dudó. Apenas los colgantes hubieron tocado las manos de la Kaidath, el escudo que protegía el lugar pareció desintegrarse. Los aurores entraron atropelladamente , y tomaron tanto a Frederick como a Denewis. Natasha permaneció varios segundos mirando a Harry, sonriendo levemente. "Bien hecho" le dijo mentalmente. Y luego, como si fuera polvo, se densintegró en el aire, y desapareció.
Derek y Marian se acercaron a Harry, preocupados.
-¡Por dios! Pensé que liberarías a los Demonios, Harry-dijo la rubia entre lágrimas. Derek estaba pálido, más de lo común, y a pesar de la paz que generalmente reflejaba su rostro, esta ocasión se lo notaba tenso, y preocupado.
-Pensé que te perdíamos, amigo-le dijo él, luego de que la chica dejara de abrasarlo. Harry le sonrió levemente.
-Ya estoy de regreso-
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Entró al bar, sonriente. Nada podía molestarlo ese día. Nada. Todo estaba demasiado bien. Se sentía feliz. Renovado. Algo dentro suyo le decía que no estaba solo. Ron y Hermione siempre estarían con él... y Catherine también.
-¡Carla!-llamó a la mesera. La mujer morena, robusta, y de expresión simpática se le acercó.
-¡Harry Potter! Pensé que nunca te volvería a ver... hace una eternidad que no vienes a mi bar, muchacho-le dijo la bienvenida la mujer.
-Sirve lo mejor que tengas-pidió el muchacho de ojos esmeralda, sonriendo.
-Ya me lo imaginaba.-comentó ella mientras que le daba la espalda para preparar la bebida.
-Buenas noches, Harry-lo saludó una voz angelical y dulce. Harry giró para encontrarse con Ginny Weasley, más linda que nunca.
-Ho-hola... ¿cómo estas?-Potter se sintió un estúpido. Parecía nuevamente un adolescente de 15 años que se ponía nervioso cuando veía a la chica de sus sueños.
-Bien... me enteré de lo de Catherine...-le dijo ella, de manera delicada. Harry bajó levemente la mirada.
-Fue hace ya casi un año...-le dijo él. Era increíble lo rápido que había pasado el tiempo... y más increíble era que él no hubiera visto a Ginny en todo ese tiempo. Desde la muerte de Cathy, esta era la primera vez que se volvía a encontrar con la pelirroja.-Estoy bien, por suerte.
-Me alegro mucho...-dijo Ginevra... Harry notó que ella también estaba nerviosa, ya que desviaba la mirada todo el tiempo.-bueno, creo que debo irme ya... nos vemos-le dijo ella, y lo besó en la mejilla. Harry la miró caminar hacia la salida. Ya la había cruzado cuando reaccionó.
-¡GINNY!-gritó, mientras que corría hacia la puerta de salida del local.-¡GINNY!-volvió a gritaron una vez fuera del local. La pelirroja, quien estaba a pocos metros del local, se detuvo y giró a mirar al apuesto moreno que la llamaba.-¿quieres que te alcance?-le preguntó Harry, señalando su moto. Ginny sonrió.
-Por supuesto-accedió, caminando hacia él. Harry supo entonces, que la vida le volvía a sonreír.
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CHAN CHAN CHAN! Terminó la historia! Espero que les haya gustado. Como verán, no hubo regreso ni de Ron, ni de Hermione ni de Cathy. Pero bueno, al menos fue un final feliz. Si todos volvían, era demasiado irreal¿no? (Por dios... que cara dura que soy... ya es bastante irreal una historia donde unos demonios están encerrados quien sabe donde...)
Espero que les haya gustado, y les agradezco a todos los que siguieron mi historia.
Con mucho cariño,
Espero encontrarlos en otros FFs,
Saludos mágicos,
Mirlaurë
