Capítulo 5: Misión "Casamiento"
El día era perfecto. La gente se amontonaba en las playas de la isla, disfrutando del sol y el agua. Pero él estaba demasiado ocupado con otra cosa.
-Chris, un martini-le pidió al barman.
-Como digas James... Bond-bromeó el rubio, quien siempre estaba alegre. Harry trató de sonreír, pero no pudo. Chris le tendió una copa de martini. Harry la hizo girar en su mano, mientras miraba a la aceituna sumergida en el alcohol. Luego, sin pensarlo, tomó todo el contenido de la copa de un solo trago.
-Chris, un mojito-le pidió Harry. Chris borró su sonrisa.
-James, creo que ya has bebido suficiente. A menos que tengas pensado probar todos los tragos que existen.-le dijo.
-Entonces un margarita-
-No.-se negó el barman.
-¿Bloody Mary?-
-No-
-¿Caipirinha?
-Jamás
-¡Un daiquiri!-intentó Potter.
-Nunca
-¿Un tequila?-
-Primero muerto.-
-Entonces un agua mineral-se resignó Harry, dejando caer su cabeza contra la barra.-
-Aquí tienes-le dijo Chris, dándole un agua mineral-¿Qué te sucede, compadre?-
-¿Alguna vez te sentiste sumamente presionado por tu trabajo?-le preguntó Harry, levantando levemente la cabeza para mirarlo, y tomando con descano un trago de agua. Chris pareció pensar unos segundos.
-No, este trabajo solo me da satisfacciones-le confesó el joven rubio.
-Pues yo amo mi trabajo, pero a veces, siento demasiadas obligaciones.-
-Suele pasar. La gente de ciudad termina por cansarse de tanta presión, y se vienen a vivir a lugares como este.-
-Ni que lo digas-dijo Harry, recordando las palabras de Harver el día que había llegado a la Isla.
-Pero estás de vacaciones, hermano. Olvídate de todo. Disfruta.-le dijo Chris, dándole una palmada en el brazo.-Por cierto, ¿qué tal las cosas con Melanie?-le preguntó en un tono más bajo. Harry sonrió.
-Ella es... increíble-le confesó el morocho.
-Tienes suerte, James.-le dijo Chris, mientras servía el trago a un señor. Fue en eso, al levantar la vista, que la vio. Su pelo parecía haberse prendido fuego. Caminaba tranquila, junto a sus amigas, entre la gente de la playa. Pero ella era la que llamaba más la atención. Harry se enderezó en su silla, y la miró con detenimiento. Tenía que hacerlo ahora, que estaba bajo el efecto del alcohol. De lo contrario, en su lucidez, jamás lo haría. Se puso de pie, y caminó hacia donde se había sentado Melanie junto a sus amigas. Ellas conversaban alegremente, y no notaron que un apuesto muchacho se les acercaba, hasta que su sombra les tapó el sol. Mel levantó la vista, y sonrió al ver a Potter.
-¿Viniste a disfrutar del día?-le preguntó sonriendo. Las muchachas los miraban con grandes sonrisas en los labios.
-Nosotras vamos al mar.-dijo una de ellas, y todas se pusieron de pie y se fueron, no antes sin lanzar una última mirada a la pareja. Harry se sentó junto a la pelirroja.
-No me respondiste. ¿Viniste a disfrutar del día?-le volvió a preguntar ella.
-No-dijo cortante.-Vine a pedirte que te cases conmigo-soltó el morocho. Melanie se quedó dura, sin saber que decir. Allí, sentado junto a ella, estaba un muchacho apuesto y fuerte que le pedía matrimonio. Miró fijamente a esos ojos verdes que tenía frente a ella. Y no lo podía negar. Había caído bajo el encanto de aquel muchacho. Pero... ¿era eso amor? No lo sabía con seguridad.
-No se que responder-confesó ella.
-No respondas ahora. Respóndeme cuando tengas la respuesta-y diciendo esto, Harry se puso de pie.
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Se recostó sobre la cómoda cama boca arriba. Sería la primera noche que estaría solo desde que había llegado. Cerró los ojos, pero no se durmió. No tenía sueño. Todavía giraba por su cabeza la idea de tener que casarse esa misma semana. Se escuchó el golpear en la puerta.
-¿Si?-preguntó, sin levantarse.
-Servicio de limpieza-anunciaron.
-Pase en otro momento, por favor.-pidió Harry, a los gritos desde su dormitorio. Un par de minutos habían pasado, cuando se volvió a escuchar un golpeteo en la puerta-DIJE QUE PASEN EN OTRO MOMENTO-gritó con más fuerza.
-Si me lo dices de esa forma, creo que no me queda otra opción-dijo una dulce voz que él ya conocía. Abrió los ojos, y parada a los pies de la cama estaba Melanie Lee.
-Perdóname, pensé que eras la de limpieza-le confesó, sonriéndole. Ella se sentó a su lado, en silencio.-¿Has tomado ya una decisión?-le preguntó él.
-Si, ya la tomé. -Hubo un silencio. Harry la miró levantado las cejas.
-¿Y bien?-preguntó impaciente. Ella lo miró muy seriamente. A Harry le pareció ver duda en sus ojos, o miedo talvez. Y temió. ¡La estaba perdiendo! No, no podía perder a Melanie. Por primera vez vio a la pelirroja con otros ojos. Ella era una persona maravillosa. Una esposa perfecta. Tenía que hacer algo para no perderla.-Deberás pensar que estoy loco, porque somos dos desconocidos. Que no se lo que hago, y lo que digo. Y es probable que esta sea la mayor locura de mi vida. Pero solo sé que no me importa si es locura o sensatez. Solo quiero que seas mi esposa-Harry confesó desde lo profundo de él. Y eso era lo que sentía ahora.
-James... yo... yo no se si soy una persona cuerda o no. Y me he dado cuenta que eso no me importa. No se si te conozco lo suficiente como para casarme contigo, y no se si seré realmente feliz a tu lado.-le dijo ella, tomando las manos de Harry entre las de ella. Harry sintió que caía por un túnel sin final.-Solo sé... que quiero ser la señora Evans, y todo lo demás no me interesa-le dijo sonriendo. Harry sonrió y la abrazó fuertemente, mientras que reía. Y ella también rió.
-Esto, esto es maravilloso-dijo Potter, poniéndose de pie. Y caminado sin rumbo por la habitación-Es genial.-Melanie lo miraba riendo, y débiles lágrimas caían por sus ojos. Lágrimas de felicidad.-¿qué hora es?-le preguntó Potter.
-Las seis y veinte de la tarde-le dijo Melanie, mirando su reloj de pulsera.
-¡Todavía hay tiempo para casarnos!-gritó Harry, acercándose a ella y tomándole las manos.
-¿De qué hablas?-
-Podemos buscar a un cura, y le pediremos que nos case-dijo Harry, mientras la hacía ponerse de pie.
-Pero James, no nos casarán en una iglesia a esta hora, y sin haber avisado.-le dijo Melanie, riendo
-¡Pues que no nos casen en una iglesia! Nos casaremos en cualquier lado. En donde tú quieras-grito Harry arrastrándola hacia la puerta de salida del dormitorio.
-Necesitamos un testigo del casamiento.- argumentó la chica.
-Que Chris sea el testigo-
-¿Y las alianzas?-
-Las compraremos en el viaje-
-James, esto es una locura-
-Exactamente.-Harry se detuvo en la puerta. Tomó el rostro de Mel entre sus manos-Es una completa locura, y por eso va a funcionar-y diciendo esto, la besó dulcemente. Melanie le sonrió.
-Si nos apuramos podemos encontrar al cura de la iglesia a cinco cuadras de acá-le dijo ella, abriendo la puerta.
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Sus pies estaban descalzos, hundidos en la arena. Se sentía nervioso. Jamás había pasado por algo como eso. Se pasó las manos sobre el traje blanco, tratando de dejarlo liso.
-Tranquilo, James. Es solo un casamiento-le dijo Chris, parado a su lado, también vestido de traje blanco.
-Si, es solo mi casamiento-le dijo Harry, pero al menos ahora sonreía.
Frente a ellos, de espaldas al mar, estaba el cura Mateo, de la parroquia Santa María. Vestía con el típico atuendo de cura, y frente a él, había una pequeña mesa, con una cruz, un cáliz lleno de ostias, y una Biblia. Harry se encontraba parado junto a esta mesa, con Chris a su lado. Y sentadas en sillas, enterradas en la arena, estaban las amigas que Melanie había hecho en el hotel y Ailyn, la recepcionista.
-Ahí viene-anunció Chris. Y efectivamente, una pelirroja vestida en un simple y delicado vestido blanco, y con un ramo de flores blancas en sus manos, estaba llegando. Se veía radiante. Llegó junto a Harry, quien le sonrió, y ella le devolvió la sonrisa.
-Estamos aquí reunidos, para unir en sagrado matrimonio a Melanie Lee, y a James Evans.-comenzó a hablar Mateo. Harry sintió que a medida que la ceremonia pasaba, sus nervios iban en disminución. Pero, para su perturbación, los nervios volvieron con mucha más potencia cuando llegó el momento decisivo de la ceremonia.- Melanie, ¿aceptas a James por esposo, para amarlo y respetarlo, tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza, por el resto de tu vida, hasta que la muerte los separe?-le preguntó el cura. Por el resto de su vida... eso era mucho tiempo. Harry temió que Melanie se hubiera arrepentido a último momento. La miró, nervioso. Pero ella miraba hacia delante, sonriendo, y no había notado los nervios que Harry tenía en esa mirada.
-Sí, acepto-le respondió con voz alegre. Harry cerró los ojos, aliviado.
-Y tú, James, ¿aceptas a Melanie por esposa, para amarla y respetarla, tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza, por el resto de tu vida, hasta que la muerte los separe?-volvió a preguntar el cura, en dirección a Potter.
-Si, acepto.-contestó el moreno, alegre.
-Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre-dijo el cura. Nadie habló.-Entonces, los declaro marido y mujer. Las alianzas, por favor-. Chris se adelantó y sacó de su bolsillo dos sortijas doradas. Le tendió la primera a Melanie, quien la colocó en la mano de Harry, y la segunda a Harry, quien lo colocó en la mano de ella.-Puede besar a la novia-le informó el cura. Harry acercó sus labios a los de ella, y una marea de aplausos calurosos se alzó entre los pocos invitados. Mateo sonreía complacido, mientras que también aplaudía. Harry y Melanie se separaron, y tomaron de debajo de la mesa dos pequeños canastos, con pétalos de flores blancas, y una vela blanca en el interior te estos. Cada uno de los casados tomó un canasto, y se encaminó hacia el mar, seguidos por los invitados. Harry sacó su varita, y Mel lo imitó.
-Incendio-dijeron los dos al mismo tiempo, y una llama hizo que las velas se prendieran. Los novios se internaron en el mar calmo, con las canastas en las manos. Y cuando el agua ya les llegaba por las rodillas, dejaron las canastas en el agua, para que el mar se las llevara quien sabe a donde.
-¿Para qué es esto, cariño?-le preguntó Harry, mientras veía alejarse las canastas.
-Las vela representan a nuestras almas encendidas, naufragando en el agua, a merced del mar. Mi madre solía decir que así, los enamorados reciben la eterna protección del mar.-explicó ella.
-Creo que tu madre también estaba loca-le dijo Harry, mientras la tomaba de la cintura y la besaba en los cabellos. Lentamente, regresaron a la costa, donde los estaba esperando.
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Y terminé este capítulo. Si me dejan opinar... es pésimo. Lamento mucho tener que obligar a Harry a casarse, pero créanme que sino, mi historia no tendría sentido. Es ahora cuando empieza la parte emocionante... *se escucha música de suspenso de fondo* ... Harry cree conocer a Mel, y ella a él, pero de a poco, las máscaras que cubren sus rostros tendrán que dejarse a un lado. La verdad es inevitable, más aún, cuando de por medio hay un crimen y una traición...
Kiara McGonagall: Quien es Melanie... una de las mejores preguntas que me hicieron. Si te la respondo ahora, mi FF perdería su sentido... pero prometo que en poco tiempo te enterarás de quién es realmente la joven pelirroja. Mmm... veo que no te agrada mucho, ¿verdad? Jejeje, dame tiempo... Melanie es una caja de sorpresas que espera a ser abierta. En cuanto a la misión de Harry... bueno, él está en la Isla para atrapar a un criminal... y es todo lo que puedo decirles.
Lily4ever: Jajajaja, bueno me alegra que te guste tanto mi historia. Sí, a mi también me encantaría recibir un regalo como ese! Espero que te haya gustado este capítulo (el cual deja mucho que desear...)
Hcate: no puedo creer lo observadora que eres!! Miras todos los detalles, jejeje. Bueno, Harry y Aylin tienen una especie de "conversación pendiente"... veremos que sucede con eso. En cuanto al collar... por ahora no tiene ninguna función especial... talvez en el futuro... ¡No digo nada más! Si, Melanie es "extraña"... y creo que en poco tiempo te voy a dar más motivos para preferir a Aylin. Jjajajaja! *risa de archi-malvada*. Prometo que en cuanto termine con todos mis FFs voy a hacer un intento de historia entre tu y Harry... veremos como funciona. Hablando de historias... ¿ya publicaste las tuyas? Tengo ganas de saber si escribes tus historias con tantos detalles como tus reviews!!! Saludos...
Bellatrix88: amiga, te estas confundiendo los personajes. Megan es de Dark Potter, y la de esta historia se llama Melanie... pero bueno, conociéndote, no me asombra tu despiste. ¡Moreno! Creí que nadie iba a preguntar por él. Todo un misterio, ¿verdad? Bueno, te puedo decir que él es la persona que Harry tiene que atrapar. Y creo que les gustará a muchos enterarse de quién es este personaje... jejejeje... Para más información, esperan al próximo capítulo!!! Jajaja, si soy mala, ¿y que?
