Capítulo 7: Visita inesperada
Entró en el Salón. La gente estaba confundida y asustada. Pero no le importó. Al tiempo que él entraba vio salir a un grupo de aurores que llevaban con ellos a la mujer que poco tiempo atrás había estado acompañando a Draco Malfoy. A un costado, una bella pelirroja se hallaba sumida en sus pensamientos, con la mirada fija en un ventanal roto.
-Lo lamento, Mel-fue todo lo que pudo decir Harry, parado junto a ella. La pelirroja giró a mirarlo. Las lágrimas estaban surcando su rostro. Tenía una terrible expresión de dolor y odio. Sin decir una palabra, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la salida. Harry se quedó mirándola, sin saber que hacer. Finalmente, cuando ella ya estaba llegando a la puerta, se decidió a seguirla. -¡MEL!-le gritó, al tiempo que volvía a salir del salón detrás de ella. La muchacha se detuvo unos metros más delante de él, y giró para enfrentarlo.
-Me mentiste…-susurró ella, con resentimiento.
-Yo no quise…-trató de defenderse.
-¿No quisiste? ¿NO QUISISTE?-comenzó a elevar su voz la chica, al tiempo que se acercaba más a Harry.- ¡Todo lo que me dijiste es una maldita mentira! No me digas que no quisiste, porque no fue así. Todo lo hiciste sabiendo perfectamente lo que hacías… e igual lo hiciste. Me usaste. Todo era parte de una estúpida farsa. -Melanie pronunciaba las palabras con bronca, incapaz de contenerse, y de vez en cuando, empujaba al apuesto muchacho parado frente a ella.-¡Te odio!-gritó finalmente, y se dispuso a irse. Pero Harry la tomó fuertemente de la muñeca, reteniéndola.-¡Suéltame!-le exigió ella.
-No hasta que me hayas escuchado.-le contestó Potter. Melanie dejó de forcejear y miró a su esposo.
-Te escucho-
-Mi verdadero nombre es Harry Potter, soy Auror, y el motivo por el cual estoy en esta isla no son unas vacaciones, sino una misión secreta cuyo objetivo era atrapar a el jefe de La Orden Negra.-explicó él rápidamente.
-El señor Moreno…-comenzó a asociar Melanie, asombrada ante tanta información repentina.
-Su verdadero nombre es Draco Malfoy, hijo de Lucius y Narcisa Malfoy. Tanto sus padres como él fueron mortífagos de Voldemort. Su madre fue asesinada por su propio jefe, pero Malfoy me culpa a mi de su muerte. Su padre murió tiempo después, en duelo. Con la caída de Voldemort no hubo pruebas concisas contra Draco. Así que quedó en libertad, y en cambio, formó una nueva organización con los mortífagos que habían quedado sueltos, llamada La Orden Negra. Desde entonces, los Aurores, en especial el Grupo Alfa, del cual soy el jefe, hemos estado atrapando o intentando atrapar a los miembros de la Orden. Pero el verdadero punto eran Malfoy y Leila Shankervith, a quien atraparon hace poco. No hay líderes, no hay círculo.
-¿Y yo que tenía que ver en tu misión de captura?-preguntó bruscamente Melanie.
-Nada. Absolutamente nada.-admitió Harry. Pero la pelirroja parecía desconfiada. Ahora, miraba a Potter de manera calculadora y desconfiada.
-No me amas, ¿verdad?-preguntó finalmente, con notable tristeza.
-¿A qué te refieres?
-No te hagas el desentendido. No te casaste conmigo porque me amaras. Lo hiciste porque era la única manera para poder venir a esta fiesta y atrapar a Malfoy.-
-No. No fue así. Yo te amo, Melanie, y sé que cometí un error al esconderte la verdad. Pero nunca fue mi intención causarte ningún daño, y menos usarte. Te amo, Mel. Como nunca amé a ninguna mujer.-Harry tomó el rostro de la pelirroja en sus manos.
-Las cosas no son así… Harry. Yo no puedo vivir entre mentiras, misiones y engaños. Simplemente no puedo.-
-No tienes que vivir nada de eso, porque ya no existe.-dijo Harry, sonriendo. Mel permaneció callada.-Renuncié, ya no soy más un auror. Ya no habrá más mentiras, ni misiones, ni engaños.-Harry tuvo que dejar de ejercer fuerza sobre su esposa. La joven se había quedado inmóvil, paralizada. Y repentinamente, sin aviso, se lanzó sobre él, en una tormenta de lágrimas saladas.-Ya, ya, preciosa. Todo terminó.
-No, Harry. Recién empieza.-le respondió ella separándose levemente de él. Y luego lo besó con dulzura.
Miró con detenimiento la bebida que tenía delante de él. Sonrió con ironía mientras torcía la mirada hacia el infinito mar turquesa que se extendía frente a sus ojos. El murmullo del mismo llegaba a sus oídos.
-¿Otra agua mineral, señor Potter?-le preguntó la voz conocida de Chris.
-Muy gracioso.-le respondió Harry, sonriendo.
-Vamos, compañero, no hace mal a nadie tomarse una margarita cada tanto…-le dijo Chris, guiñándole un ojo.
-Además, no podrás negarle una copa a un viejo amigo-una tercera voz intervino. Harry se quedó de piedra.
Parado a sus espaldas, vestido con traje de baño, y dejando a la vista su atractivo físico, estaba un pelirrojo muy apuesto. A su lado, una muchacha de ojos castaños y pelo del mismo color, sumamente enmarañado. De expresión inteligente y sonrisa bondadosa. Harry se puso de pie para recibir a sus dos mejores amigos.
-¡Ron! ¡Hermione!-gritó, al tiempo que la muchacha, vestida con una bikini violeta y blanca, corría hacia él y lo abrazaba. Luego de tenerlo sujeto durante varios minutos, Hermione se decidió a soltarlo. Ron se acercó entonces y se abrazó amistosamente con Potter.
-Te felicito, Harry. Eres noticia en el Cuartel.-le dijo Ron riendo.
-No puedo creer que hayas renunciado. Tienes un talento natural para ser auror, Harry. En mi opinión…-comenzó Hermione, pero no pudo seguir porque Ron le había tapado la boca con una mano.
-No queremos conocer tu opinión, Herm-y dicho esto, el pelirrojo la besó apasionadamente. Harry sonrió de lado. Todavía recordaba aquellos años en los que sus amigos parecían más cerca del odio que del amor. Y ahora, todo se veía diferente.
-Harry, mira lo que acabo de comprar!-gritó una muchacha bonita, de pelo rojo llamativo, que corría por la playa, vestida con una bikini rosa con lunares naranjas, y un pareo naranja atado a la cintura. En la mano derecha, llevaba una gran bolsa, indudablemente de una tienda de ropa. Melanie llegó junto a Harry para descubrir que su esposo no estaba solo.
-Mel, te presento a mis mejores amigos, Ron y Hermione.-le dijo Potter, sonriendo ampliamente, al tiempo que señalaba a los jóvenes parados frente a él.-Ron, Herm, ella es mi esposa, Melanie.-la presentó. Mel besó tanto a Herm como a Ron en la mejilla.
-Por fin conozco a la esposa del famoso Harry Potter.-se burló Ron. Mel se ruborizó levemente.
-Bueno, me alegro de que por fin hayas encontrado a la mujer indicada, Harry. Los felicito.-se expresó Hermione.
-¿Qué fue lo que compraste, linda?-recordó Harry, mirando las bolsas. La pelirroja pareció dudar levemente.
-Nada en especial… algo de ropa… ya sabes, lo de siempre…-dijo Mel, alejando ligeramente la bolsa de Potter. -¿Hace mucho que llegaron?-preguntó, intentando cambiar de tema.
-Unas horas.-respondió Weasley.
-¿Y se quedarán mucho tiempo?
-Todavía no lo sabemos
-Talvez podemos irnos todos juntos para Londres-sugirió Hermione. Melanie pareció palidecer ante la mención de la ciudad.-¿Sucede algo malo?-preguntó Herm, quien había notado el cambio.
-Nada en especial.-mintió Melanie. Harry la miró de reojo.
-¿Dónde se están hospedando?-preguntó Potter, para cambiar el tema.
-No en esta isla. Estamos de visita acá. Vinimos a verlos.-explicó Hermione, quien no quitaba su vista de Mel.
-Si me disculpan, acabo de recordar que tengo que terminar de hacer unas compras. Un placer conocerlos.-habló Melanie, y saludó tanto a Ron como a Hermione con otro beso en la mejilla.
-¡Mel, espera!-gritó Harry, cuando la muchacha salió casi corriendo. La pelirroja se detuvo en seco.-¿Tienes dinero?-le preguntó Harry. La chica pareció relajarse.
-Pues… algo.-confesó Melanie, sonriendo. Harry le sonrió.
-Saca mas plata de la cuenta, si necesitas-
-Eres un amor, Harry-se despidió ella, lanzándole un beso. Los tres amigos la vieron desaparecer.
-Es encantadora, ¿no lo creen?-dijo Harry, ensimismado.
-Creo que es extraña… y que esconde varias cosas- se explicó Hermione, con el seño fruncido.
-Todo de ella me es un misterio, Herm. Y creo que es por eso que la amo tanto.
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Abrió con cuidado la puerta de entrada al dormitorio. Podía escucharla caminar de un lado a otro en la habitación. Cerró la puerta detrás de él sin hacer ruido. Caminó en silencio. Había un destello de luz proveniente del dormitorio. Se asomó por la puerta.
-¿Estas?-preguntó Potter, aunque ya sabía que ella estaba allí. Una melena roja le tapó la vista. Melanie se había lanzado sobre él, tumbándolo contra el suelo.-¿Terminaste tus compras?-le preguntó Harry, luego de darle un tierno beso en los labios.
-Sí, conseguí un vestido violeta muy bonito.-asintió ella, mientras se ponía de pie y buscaba el vestido entre las bolsas que había sobre la cama. Harry levantó las cejas.
-Mel, ¿qué no tenías nada de ropa entre tus cosas?-preguntó Potter, y miró instintivamente hacia el baúl de la muchacha, el cual había permanecido cerrado desde que ella se había mudado a la misma habitación que Harry.
-Bueno... si.-aseguró ella, algo nerviosa.
-Déjame ver lo que tienes-dijo Potter, caminando hacia el baúl.
-¡No!-gritó Melanie, y se lanzó sobre el mismo, impidiendo que Harry lo viera.
-¿Qué sucede?
-Nada. Es solo que no me gustaba la ropa que tenía y...-la Sra. Potter pareció dudar.-y... y la tiré-aseguró finalmente.
-¿La tiraste?
-Bueno, en realidad la doné a la gente que no tiene nada.-se corrigió sonriendo nerviosamente. Harry rió.
-Eres increíble.-le dijo, besándola.
-Harry... estaba pensando... hoy escuché de una obra de teatro muy buena. Drácula, se llama. Son unos actores recién llegados...-comenzó a decir ella.
-¿Los bohemios? Si, escuché de ellos. Dicen que es una obra muy buena. Pero parece que apenas llegaron tuvieron un grave problema, porque una de las actrices había desaparecido.-dijo Harry, pensativo.
-Yo estaba pensando en ir a verla.-
-Cuando quieras, linda-
-Hoy-dijo ella casi interrumpiéndolo. Harry levantó levemente las cejas.
-De acuerdo. Pero apúrate a vestirte.-le dijo finalmente el morocho, caminando hacia la puerta. Se detuvo antes de salir.-¿Te molesta que vayan Ron y Herm?-le preguntó.
-No, para nada-afirmó la pelirroja, sonriente.
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La sala estaba tenuemente iluminada. Habían logrado conseguir una de las mejores ubicaciones del lugar. Y ahora, apreciaban el espectáculo que se llevaba acabo en el escenario. Un gran despliegue de magia y actuación. Una obra increíble. Drácula, era su nombre.
Melanie sintió la mano de Harry abrazándola por la cintura. Sonrió pícaramente. Se llevó lo binoculares a los ojos, para poder mirar mejor el espectáculo. O al menos, eso aparentaba.
El actor que representaba a Drácula acababa de entrar en escena. Vastía completamente de negro, con una gran capa que le daba una increíble apariencia de vampiro. Harry dudó de que no fuera realmente uno. El acto estaba llegando a su fin. Apenas debían quedar unos minutos. Muy pronto, Drácula sería dado a muerte por una estaca en el corazón... efectivamente. La gente se levantó de sus asientos para aplaudir la excelente obra teatral. Harry miró a su esposa tiernamente, y la besó en los labios.
-Amor... ¿me esperas un segundo? Quisiera ir al baño. Enseguida vuelvo.-le comunicó Melanie. No hubo tiempo para responder. La muchacha ya había partido.
-Extraña mujer.-le susurró Ronald, parado detrás de él, junto con Hermione. Harry le sonrió.
-Si... demasiado extraña.-repitió Herm, con cierta desconfianza.
-¿Vamos saliendo?-sugirió Ron, antes de que tuviera lugar algún tipo de discusión.
-Ustedes vayan yendo... yo voy a buscar a Mel-les dijo Harry, y se encaminó entre la gente en busca de su esposa. Fue hasta los baños... y esperó. Pero ella no estaba ahí. Se encaminó por entre los pasillos del teatro, y sin saber como, terminó en la parte trasera del escenario.
Los actores iban y venían, llevando pedazos de escenografía, vestimentas, luces... algunos lo chocaban sin querer, en su apuro por ordenarlo todo.
Y finalmente, la vio. Allí estaba su hermosa pelirroja, hablando con alguien... le resultaba conocido... si... era el actor que representaba Drácula. Pero... ¿qué hacía Mel ahí? Trató de acercarse, pero un grupo de personas se le atravesó, obstruyéndole la vista. Cuando terminaron de pasar... Mel y el actor ya no estaban.
-¿Me buscabas?-le preguntó una voz al oído. Harry giró bruscamente para encontrarse con el rostro de Melanie.
-¿Qué hacías con...?-iba a preguntar Potter.
-Ah... lo conocí en el viaje cuando venía hacia las Islas, y quise pasar a saludarlo y felicitarlo por la obra-se le adelantó Melanie, sonriente. Harry la miró unos segundos, pensativo. ¿estaba diciendo la verdad?-¿Y tus amigos?-cambió de tema rápidamente la pelirroja.
-Afuera, esperándonos.-respondió Harry, casi mecánicamente.
-¡Entonces vamos!-le dijo ella, riendo, mientras lo tomaba de la muñeca y lo arrastraba hacia la salida del teatro. Sin embargo, a medid que salían, Harry no pudo evitar mirar hacia atrás, en busca del actor. Algo estaba mal....
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Bueno, acá está el capítulo siete, muy lindo y todo. Jajaja, bueno hice lo que pude, no me maten XD... espero que les guste. Respondo reviews y mails en el próximo capítulo, lo juro!
Saludos mágicos,
Mirlaure
