Capítulo 14: Una noticia inesperada
Ningún alumno descubrió que Draco se había ido a hurtadillas de su Sala Común, ni que había infringido el castigo del Director, pero Hermione, Ron y Harry estaban realmente felices de que Malfoy hubiese tenido una semana de detención.
El tiempo pasó, rápido y doloroso. Con cada día, más muertes eran nombradas en El Profeta, algunos nombres que para los tres amigos eran desconocidos y otros que estaban relacionados con ellos, o con la Orden. De ese modo se enteraron del ataque al Ministerio por parte de una veintena de mortífagos, también supieron de la desaparición de el señor Ollivander, un mago que hacia varitas mágicas, o de que Lucius Malfoy había sido condenado a tres años de prisión en Azkaban.
" Se lo tiene bien merecido" dijo Ron cuando leyó la nota sobre Lucius.
" Eso no lo dudo, " le contestó Hermione, mientras untaba un poco de mantequilla en una tostada. Su huelga de hambre había terminado exactamente 48 horas después de su proclamación, según la chica el tiempo había sido suficiente, pero según su estomago la razón era obvia " aunque no creo que se quede allí por mucho tiempo."
" ¿De qué hablas? " inquirió Harry, que estaba sirviendose una buena cantidad de jugo de calabza en su copa " ¿No se supone que de Azkaban es imposible escaparse? Sólo Sirius pudo lograr salir:" en su cara se observó un dejo de tristeza al decir el nombre de su padrino, pero desapareció casi al instante.
" De Azkaban ERA imposible escaparse, cuando los Dementores la custodiaban. Desde la sublevación en masa hace casi un año el número de presos escapados ha incrementado alarmadoramente."
" Es verdad..." murmuró Ron, después de tragar el último trozo de budín.
En ese momento entró al castillo una lechuza tardía. Su pelaje era blanco como la nieve, y sus ojos eran de un color ambarino. En sus patas llevaba atada una carta no muy extensa. Con un despliegue de sus alas, aterrizó en la mesa de Gryffindor, enfrente a Harry.
" ¡Hedwig! " la saludó el muchacho.
La lechuza le pellizcó cariñosamente el dedo. Desde hacía ya varios días, Harry y sus amigos habían estado investigando la desaparición de su ex-profesor de Encantamientos, Filius Flitwick. Intentando obtener alguna pista, Harry le había enviado una carta a Remus Lupin, preguntandole si sabía algo sobre él. Seguramente ésta era su respuesta.
El chico desató el sobre de la pata de su mascota, quien una vez que vio que su tarea había concluido, agarró una tira de tocino del plato de su amo y voló hasta la pajarera de las lechuzas.
" ¿Es del profesor Lupin? " le preguntó su amiga con cara de interés, antes de que Harry pudiera siquiera abrirla.
" Si me dieras tiempo de poder leerla, te respondería."
" Perdon, Harry, es que ya sabes la incertidumbre que me dan este tipo de cosas."
El joven desenrrolló el pergamino con cuidado y se encontró con la ya conocida letra de su antiuo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Querido Harry:
Flitwick está fuera del colegio por razones secretas. Lo siento, pero no puedo decirte nada al respecto sin tener permiso especial. Cuidate mucho, los mortífagos te están buscando.
Remus
" Tomen," les dijo Harry a sus amigos, entregandoles la carta "no dice nada. Sólo que los motivos de su ausencia son secretos y no me los puede decir porque no tiene una aprobación. Seguro que todo eso de 'razones personales' es una fachada."
" ¿Qué es una fachada? " preguntó una voz de mujer, soñadora y pérdida.
Luna Lovegood se había acercado al lugar de Ron poco a poco. Ahora estaba para detrás de él, con sus manos en los hombros del pelirrojo y masajeandolo. La cara de su amigo expresaba un claro disgusto, Hermione, en cambio, parecía alegre y divertida viendo la escena que se desarrollaba frente a sus ojos.
" Eh, Luna, ¿Puedes irte?" le preguntó con un tono despresciable Ron a la chica.
La expresión que adoptó Luna demostraba que estaba dolida por lo que el pecoso le había dicho. Emitió un leve sollozo y se alejó corriendo a la mesa de su casa, Ravenclaw, donde unas personas la rodearon y le preguntaron qué le pasaba.
Desde el día en que habían llegado a Hogwarts, Luna había estado "acosando" a Ron hasta el hartazgo, lo besaba, abrazaba, masajeaba, le hacía de todo. Cada vez que la chica se acercaba a su amigo, los ojos de ella brillaban intensamente, sacando esa niebla de perdidez que usualmente tenían, pero, en cambio, la cara de su compañero rara vez expresaba alegría.
" Creo que tienes razón, Harry" la voz de Hermione lo sacó de sus pensamientos, haciendo que volviese a la realidad.
" ¿Qué? Ah, sí."
Justo en ese momento las puertas del Gran Salon se volvieron a abrir, dando paso a los alumnos del quinto año. Casi al fondo, charlando y riendo con sus amigos estaba Ginny, la hermana menor de Ron, una chica muy bella y atractiva que últimamente estaba llamando su atención muy seguido. Su largo pelo rojo centelleaba con cada rayo de sol, haciendo que toda su cara se iluminara y le diese un aspecto mas hermoso.
" Estas volando de nuevo, amigo " le molestó el muchacho pelirrojo.
Apenas volvió en sí, Harry sintió una sensación fría en su manga derecha y al volverse, casi grita al darse cuenta que tenía apoyado el brazo en un cuenco lleno de avena. Sacudió su miembro incesantemente, intentando quitar la consistencia pegajosa que se oponía a despegarse de la tela de su túnica.
Su amiga agitó la varita suavemente y la avena desapareció dejando ver un atuendo brillante y nuevo "¿Podemos hablar bien? " preguntó con un tono sarcástico imitando la cara de su amigo cuando se embobaba con algo (o alguien).
Los tres rieron fuertemente. A su lado pasaron los recien llegados de Gryffindor, sin excluir a la pelirroja bonita. Mientras las personas pasaban, Harry no pudo dejar de oir un susurro entre ellos que decía algo así como "Escuché que el hermano de el Profesor Aughburn murió ayer por la noche."
Poniendo cara de intriga, el muchacho agarró rápidamente su ejemplar de El Profeta, que ahora descansaba cerca de su copa de jugo. Pasó las hojas interiores, pasando títulos serior tales como "Discutirán hoy la Ley N° 44.301" o otros que parecían en broma, como por ejemplo "¿Qué hacer si me salen pelos en la frente?". Llegando casi al final del cuerpo príncipal, se desilusionó al no encontrar rastros ni siquiera de la mención del hermano de su profesor.
" ¿Qué te pasa? " preguntó anodada Hermione
" Acabo de escuchar que ha muerto el hermano de Aughburn."
" Sí, lo has escuchado de mi..." le respondió ella
" ¡NO! Unos chicos de quinto-"
" ¡HARRY! Les estaba contando eso cuando entraron los de quinto!"
Ron emitió un risita, concordando con la chica, quien puso una expresión de enojo que se esfumó rápidamente, mientras volvió a tocar el tema de la muerte.
" COMO LES DECIA..." y miró duramente a el chico más bajo de los dos, que ahora estaba bien atento a sus palabras " Creo que escuché en algun lugar que eran gemelos y los dos trabajaban para la Orden del Fenix."
" Me pregunto qué estaría haciendo.. "dijo el pelirrojo
" Todos nos lo preguntamos, Ron." le reprendió la chica " por eso me parece que podríamos preguntarle, si igual tenemos Encantamientos a primera hora."
" No creo que sea un tema que él quiera discutir, y menos con tres alumnos como nosotros." suspuso Harry, con un tono que sonaba algo asi como ¡ES OBVIO!
" Siempre tendremos la ayuda de nuestra pequeña poción de la verdad..."
"¡HERMIONE! " gritaron los dos a coro, aunque Harry no parecía tan desaforado como su amigo " después del incidente con Crabbe no quiero saber nada con ella." dijo Ron. "Además ¿Qué pasó con esa chica que simepre acataba las reglas, eh? Lo que prpusiste es ilegal, ¿recuerdas?"
" Bueno, yo sólo pensaba..." en sus ojos se divisaron unas ligeras lagrimas
" Ya sabemos que tú eres excelente en producir ese brebaje... y que puedes hacerlo en cualquier momento... y que eso nos ahorraría un monton de esfuerzo... y aún así no podemos hacerlo. Perdonanos que te hayamos gritado, pero tienes que entender: todavía tenemos dieciseis años y no podemos hacer lo que queramos. No todavía."
" Te entiendo, Ron..."
" ¡Qué cosa! Recuerdo que en primer año eras tú la que nos decías cosas así."
La chica le dedicó una sonrisa tímida. Su pelo castaño le llegaba ya hasta los hombros y seguía tan hermosa como la primera vez que la había visto. Ella solo lo veía como a un amigo, pero todos sabían que él deseaba seguir y mover un poco más allá con la relación. A Hermione no le gustaba su pelo rojo como a Ron le encantaba su alborotado cabello, a la chica no le atraía nada del muchacho, a quien le atraía todos los rasgos de ella.
" Algo debemos hacer..." dijo Harry finalmente, cuando los tres hubieron terminado su desayuno y ya se encaminaban al aula.
" Quizás si nos acercamos para ofrecerle nuestras condolencias, a Aughburn se le escape algun detalle, ustedes saben, importante." sugirió la muchacha, que ahora estaba un poco más animada.
" Sí, " aprobó el pelirrojo "esa es una buena idea"
" Está bien, haremos eso, entonces." aceptó el otro joven
" El mejor momento será después de clase." pensó Ron en voz alta
" Pero, imaginense si se vuelve loco como la otra vez, acuerdense de lo que me pasó a mí cuando intenté ir a buscar mi libro de Encantamientos. Apenas lo miré se volvió completamente loco."
" Entonces deberemos ser más cuidadosos." apuntó Harry "Y nuestras preguntas tienen que ser claras pero profundas. "
" Pues yo no seré el que le hable " se opusó el otro joven rotundamente
" Y yo no creo que pueda soportar una mentira así..."
" Pero yo tampoco-" objetó Harry pero miró adelante y cerró su boca.
La puerta del claustro ya estaba a unos pocos metros, por lo que los alumnos prefirieron callar. Adentro, ya casi todo el curso estaba sentado en sus lugaes, con las varitas afuera y una pluma enfrente ya que en esa clase procederían a practicar los Encantamientos Transportadores.
Cuando la habitación se hubo llenado de adolescentes, el Profesor Aughburn entró al lugar con su usual andar rápido y decidido, y la clase dio comienzo...
La campana sonó justo en el momento en que Lavender hacía aparecer a su lado media pluma.
" Señorita Brown, " le dijo el profesor " esa transportación estuvo bastante bien, aunque la pluma no apareció completamente, por lo que deberá traerme su tarea, que será la misma que la de los señores Longbottom, Potter, Weasley, Thomas y la señorita Patil." agitó su varita para hacer desaparecer a todas las plumas (algunas que estaban en tal condición que ya no se podían nombrar como plumas) "Los espero mañana. " los despidió.
Todos los alumnos se dispersaron por el lugar y desfilaron afuera de la habitación. Harry, Ron y Hermione se juntaron cerca del escritorio del profesor y esperaron a que éste les dirijiera su atención.
Aughburn no levantó su cabeza sino después de unos minutos. A cada rato daba unos sorbos a una taza que contenía, aparentemente, café. Cuando Harry tosió fingidamente, el hombre les dirigió una mirada severa.
" ¿Si? " preguntó.
" Eh, profesor... Hermione, Ron y yo estabamos leyendo hoy el periódico y...eh...bueno, leimos la nota sobre lo que le sucedió a su hermano y nosotros sólo queríamos decirle que...eh... que realmente lo sentimos y lo ayudaremos en cualquier cosa que necesite."
Los ojos del adulto se ensombrecieron y se llenaron de lagrimas.
" Raoul era una persona muy especial, ¿saben?" les dijo entrecortadamente.
" Tambien sabemos que estaba en la Orden del Fenix..." siguió Harry
Estaban pisando terreno muy peligroso. No era muy correcto jugar con las emociones de alguien para sacar información, y menos con un profesor. Si Aughburn descubriese que sólo le hablaban para descubrir dónde estaba su hermano y para qué serían severamente castigados.
" ¿Cómo saben de la Orden? " preguntó escrutadoramente el adulto "Ah, claro. Weasley y Potter, como no lo pensé antes..."
" Eh, sí... y, bueno, por eso nosotros queríamos que usted sepa que puede confíar en nosotros si quiere descargarse..ya sabe, si quiere decir algo sobre Raoul puede decirnoslos a nosotros, pues no se lo diremos a nadie.."
Aughburn estalló en lagrimas y sollozos con la ligera mención del nombre de su hermano. " Murió trabajando para la Orden," se le entendió "tal y como él hubiese deseado, murió trabajando para el lado del bien. Dumbledore le había ordenado que fuera alli... pero yo no quería que fuera sólo, era muy chico, 21 años es muy poco... Asi que Albus escogió a Flitwick para que fuera con él, y me encomendó a mí que enseñara esta materia. Con cada día que pasaba yo crecía con más y más miedo de que a Raoul le pasara algo. Su mision era muy arriesgada: ellos tenían que, no sé si decirles..se supone que no debo..."
Los tres se sorprendieron. Asi que era por eso que Flitwick se había ausentado en el año escolar.
" No se preocupe, no le diremos a nadie. Su secreto esta a salvo con nosotros..."
" Bueno si ustedes lo dicen... él y Filius debían...ellos tenían que... tenían que encontrar la guarida de Lord Voldemort. La última vez que hablamos a traves de espejos de doble salida, estaba justo enfrente de una cueva oscura, unas figuras salieron y apresaron a Filius. Cuando la imágen volvió, Raoul estaba muerto, tirado en el piso."
Aughburn se hundió en sus pensamientos y llantos. Los tres jovenes se alejaron rápidamente, saliendo del aula y tomando rumbo para el vestibulo. Entre ellos cuchicheaban sobre la información recién obtenida. Flitwick estaba apresado en la guarida de Lord Voldemort y había una persona que seguramente sabía todo lo que estaba pasando: Albus Dumbledore.
