II. Día 11 – Día 20

Día 11

Después de esperar aproximadamente veinte minutos, al fin Hana piensa abrir la puerta y, para su mala suerte, el semidios kitsune estaba en la puerta y el pelirrojo le dio "la más grata de las bienvenidas", haciéndole una cruz con los dedos y alejándose de él.

- ¡NOOOOOOO¡Teme kitsune, alejate de mí, reencarnación del mal, no te acerques a mí, objeto de maldad¡por favor, juro que no saldré más a escondidas con mi prima casada, pero aléjate de mí, por favoooooooooor – gritaba a toda boca, saliendo los vecinos para ver que estaba pasando.

El zorrito ya le estaba dando vergüenza el espectáculo del mono pelirrojo y decidió meterse sin permiso al departamento y cerró la puerta.

- ¿Aparte de do'aho, te volviste esquizofrénico? – le pregunta.

- ¿Qué haces aquí, kitsune her… ertúpido? – le devuelve la pregunta el pelirrojo.

- Estoy en visita en Japón y no tengo donde quedarme – le respondió el morenazo, perfecto, exquisito… ejem, perdón… creo que la escritora también necesita abstinencia…

- Ehhh – puso cara de idiota - ¿y Mitsui?

Kogure se acaba de ir a vivir con él, y no me gustaría andar acostado en el medio.

Con sólo eso Hanamichi le salió un hilillo de sangre por la nariz, hacer un trío con ellos ha sido una de las experiencias más candentes en su vida, nunca había imaginado que Kogure era tan fogoso en la cama… increíblemente más que él.

¿Ryochin?

Se fue al extranjero a seguir tu ejemplo con las rusas después de tanto esperar a Ayako y ya ha perdido la cuenta.

Ah es cierto, se me había olvidado "esa Ayako sí que es habilosa en la cama… por lo que me han dicho"…

(Aclaración: Hana será todo lo ninfómano que quieran, pero no se mete con las de sus amigos, pero de ella se encargó hentai-smiley man hace un buen tiempo atrás y le contó lo "cumplidora" que era Aya-chan)

¿Gori?

No, esa niña molestosa no la soporto.

Además no te perderías nada, es frígida.

- Ahhh, bueno sí te estás excusando tanto, será mejor que me vaya – dijo Rukawa con algo de desilusión en la mirada.

- ¿Adónde crees que vas zorrito? – le dijo Hanamichi tirándolo a sillón – tú te quedas aquí.

Y se sienta con las piernas abiertas encima de él, sus miembros están chocando entre sí, Hana está completamente excitado y está a punto de besar a su kitsune, cuando de pronto salta al suelo como si estuviera hecho a propulsión.

- ¡Ya sé! Esos malditos estúpidos te mandaron para que perdiera – dijo Hanamichi a modo de sentencia e indicándole con el dedo.

- ¿Do'aho, te fumaste algo o agarraste una de esas enfermedades venéreas tropicales? – le preguntó el zorro molesto, para que estamos con cosas, si hasta el quería (¡y apúntese que la escritora también!).

El pelirrojo ya estaba viendo que estaba haciendo el ridículo, pero ¿adónde metería a su deseado kitsune-kun, si había una sola pieza? E hizo la pregunta de rigor.

- ¿Cuánto tiempo te vas a quedar? – le pregunta Hanamichi bien serio.

- Un mes – le contesta parcamente – después tengo otros planes.

- AAAAAHHHHHHH – empezó a gritar como frenético y correr por toda la sala, moviendo sus brazos para todos lados, como recién salido del psiquiátrico.

Según la tradición japonesa, al invitado se le pasa la habitación y el sillón no era muy cómodo que digamos, pero el zorrito al parecer se le ocurrió la idea más terrible del planeta, tortura digna de los tiempos de la inquisición.

- A mí no me importaría que durmiéramos en la misma cama, si sólo será para "dormir" – le dijo el kitsune con una voz que dejaba leer "entre líneas".

Después de eso Hanamichi no supo más de él, demasiada adrenalina sin canalizarla era mucho más de lo que podía aguantar… Menos mal que su desmayo le duró todo el día...

Día 13

Examen neuroencefálico de Hanamichi.

La pelirroja nueva de intercambio, el kitsune, el rubio de económicas, el zorro en boxers, el mono salvaje, el kitsune en la ducha, Minako-chan, el zorro durmiendo siesta, el puercoespín de Sendoh, Rukawa sudando mientras juega basketball, Josh Harnett, el zorrito besándome, el nuevo profesor de ingles, el zorro le hace gracias a mi "amigo", la vecina del sexto piso, hago mío al kitsune y…

Proceso neurológico interrumpido por una secreción frecuentemente emitida por el órgano reproductor masculino luego de una excitación…

Aparte de esta muestra médica, el pobre ya no podía pensar en nada, hace dos noches que no duerme por ver al zorrito, no sabía como no se había desgastado de tanto mirarlo.

Ahora está igual que Rukawa en sus tiempos de preparatoria, durmiendo en clases, menos mal que en diez días más sale de vacaciones de invierno… pero…

¡MALDITA SEA¡¡¡25 HORAS AL DÍA CON RUKAWA! (el pobrecito ni contaba bien)

A todo esto… si alguien estuviera en el pellejo de Hana con semejante kitsune ¿quién andaría bien?

Día 17

Hanamichi ya no tenía uñas, ya se las había comido todas y eso que había probado el ajo para no seguir comiéndoselas. Además ya no podía hacer más sus dichosas "exploraciones en solitario de la anatomía humana" porque tenía una visita bastante desagradable (ni él se cree ésa).

Y las bananas para chupar, los pepinos y los juguetitos sólo para jugar en el baño; no en vano las duchas duraban más de una hora, y no sabía como pagaría el agua y el gas a fin de mes.

Era una mañana tranquila, la primera noche que podía dormir, soñando con ese kitsune. Lo extraño es que había soñado con muchos besos y abrazos pero nada que tuviera que ver con los deseos de sus hormonas saltarinas.

Sin embargo la tranquilidad fue interrumpida por un kitsune travieso que estaba en la ducha…

- Do'aho¿podrías traerme la toalla, por favor? –pregunta cierto inocentón zorrito – es que aquí no hay ninguna.

Esto era como si una estuviera a dieta y le pusieran al frente el platillo favorito al frente; el kitsune desnudo en bandeja de plata… Hanamichi tragó saliva y se hizo valiente, era peor verlo en cueros paseándose por la casa a vista y presencia suya.

Fue lentamente a buscar la toalla, hasta ese momento, no había visto en plenitud ese templo del placer, a lo más en boxers ¿qué haría si más encima estaba todo mojadito? Fue al baño pasándose miles de imágenes obscenas triple X por su cabeza y su miembro le gritaba con fuerza "kitsune, arriba, abajo, al centro y adentro"

- Maldito do'aho, me estoy congelando de frío – dice Rukawa saliendo de la ducha como fue traído al mundo.

Y Hanamichi lo ve… No sabe si está alucinando o soñando, porque lo que veía estaba lejos de lo que ya había imaginado… era mucho mejor. Lo miraba de arriba hacia abajo y de abajo hacía arriba, la polera del do'aho estaba más mojada que la piel del kitsune de tanta baba que le caía.

- ¿Me vas a pasar la toalla o me vas a dejar que me muera de frío? – le dice Rukawa tiritando.

Pero en menos de un segundo se le quita el frío cuando Hanamichi lo envuelve con la toalla y acerca su cuerpo contra el suyo. Sus rostros quedan lo suficientemente cerca para sentir sus respiraciones, ambos se miran a los ojos y se desean. Hanamichi manda todo por la borda, lo único que quiere es hacer suyo a ese zorrito con ojos suplicantes, que está pidiendo exactamente lo mismo.

Comienzan a enredarse sus lenguas con las del otro, explorando cada recóndito rincón de sus bocas…

Ding dong…

(Miren lo que querían las lectoras, apuesto que estaban igual de cachondas que la escritora… Aquí se hubiese acabado el fic si hubieran terminado…)

- ¿QUIÉN ES EL MALDITO QUE ESTA TOCANDO EL TIMBRE? – dice Hanamichi más que furibundo quien fue a abrir la puerta, dejando a un kitsunito muy ofuscado.

Abre la puerta y no podían ser otros más que… ellos.

- Hola Hanamichi – le saluda Yohei.

- ¿Interrumpimos algo? – le pregunta Takamiya al ver una pronunciada carpa en la entrepierna del pelirrojo.

- No, pasen – dijo Hanamichi sonrojado, tapándose sus partes nobles con lo primero que pilló.

Veían a Hanamichi igual de tiritón que los otros días, así que no habían ganado la apuesta aún, pero al ver a cierta personita paseándose por la casa con sólo una toalla envuelta a su cintura, oyeron coros celestiales a sus oídos ¡aaaaaaaaaaaahhh!

- La diosa de la fortuna está de nuestro lado – dijo Noma.

- Ya me veo que voy a hacer con los 500 dólares que me tocan – dijo Ookus.

Y el día pasó casi totalmente normal, a excepción de los mismos sobresaltos que le tocaban a Hanamichi diariamente.

Pero oyó algo mientras estaba medio dormido… Buenas noches, Hana. Ai shiteru ...

Día 20

A Rukawa se le ocurrió ir al cine en compañía del pelirrojo y Hanamichi aceptó con la condición de ver la que él quisiera; le encantaban las de terror, específicamente los clásicos. Así que se fueron a ver el exorcista.

El kitsune estaba tiritando más que un baile de techno, ya que no le gustaban esas películas. El pelirrojo se dio cuenta e hizo, produjo y estrenó una película por su cabeza ya que si el zorrito le daba miedo tenía que abrazarlo, luego agarrarlo, besarlo… y vamos imaginando… A estas alturas, el marqués de Sade tenía poca imaginación pornográfica al lado a la de Hanamichi.

La primera escena de sangre Rukawa abrazó al sex gurú man, quien estaba muy disgustado por el arrebato del zorrito. Y comenzó a castigarlo acariciándole la rodilla, apenas tocando las yemas de sus dedos con las piernas del pálido muchacho para que el roce fuera más excitante y lo lograba, porque sentía los susurros en forma de gemidos de éste.

Sin embargo, la parejita estaba siento espiada por el inseparable cuarteto de amigos que miraba libidinosamente la escena desde atrás. Cuando las manos de Hanamichi comenzaron a subir, no se dirigió inmediatamente al blanco sino que empezó a acariciar su abdomen pasando la mano debajo de la camisa. En ese momento, la risa de sus amigos se hizo incontenible.

Y ellos, absorbidos del mundo, no se daban cuenta que pasaba.

La gente los hacía callar y fue tanto el alboroto que cortaron la película y prendieron las luces sin previo aviso y en vez de mirar en dirección a los escandalosos, miraron a la parcito que no estaban justamente conversando de la próxima colección primavera-verano.

Ya para esos momentos, la mano de Hanamichi sí estaba en la parte sensible del zorrito y éste se encontraba sin camisa.

Sin ninguna necesidad de mostrar la película, sí algo sobró en esa sala de cine fueron los ojos de huevo frito y los gritos de ¡ooooooooohhhhhhhh!

Y algo más que obvio, en ningún lugar falta las fanáticas del yaoi gritando ¡más, más, más, más, más, quiero máaaaaaaas!

Viéndose ante esta situación, los dos estaban más rojos que el cabello de Hana y se echaron a correr a una velocidad envidiada por un atleta olímpico.

Se juraron, sin pactarlo, no volver nunca más a aquel lugar…

Cuando ya estaban lo suficientemente lejos, los dos paran cansados de tanto correr. A Kaede se le sube la sangre a la cabeza y le da tremendo derechazo en la boca del estómago al pelirrojo.

- ¿Qué te pasa, maldito zorro? – le pregunta molesto.

- ¡Cómo se te ocurre tocarme de esa forma en el cine, pervertido! – le gritó Kaede.

- No te oí que te quejabas, ni que hubiéramos… - dijo Hanamichi sin que lo dejaran terminar.

- ¡Ni se te ocurra! – dijo aún más fuerte – no quiero que mi primera vez sea en un cine – esto último lo dijo bastante sonrojado.

Hanamichi no podía creerlo¡el Kitsune virgen!… además de perfecto era inmaculado. En ese momento, fue tanto el desea que le salía sangre hasta por el ombligo.

Ahora sí que quería mandarlo a partir… y no precisamente de regreso a gringolandia…


¡Holas! Bueno primero quiero agradecer a todos los que me enviaron sus reviews, nunca esperé que fueran tantos. Muchas gracias a todos los que se dieron el trabajo de leerme y espero que no los haya defraudado con este nuevo capítulo.

¡Hasta la próxima!

REVIEWS

Shadir: Jejejejeje, sí sé que parte un poco lento, pero quién cree de buenas a primeras que el tensai es un sex machine, tenía que darme el tiempo para explicar.

Celine: Lo que pasa es que si ves bien los animalitos, la gran mayoría son sobrenombres de los jugadores que ponía Hanamichi, sé que estoy algo loca pero nunca tanto… Besos.

nekomoo: Hola, estoy bien gracias, me alegra que te guste la idea. Hana tiene orgullo, pero veamos si el deseo por ese kitsune es más fuerte o no. Veamos que camino toma todo esto.

Edith: De floja no lo he subido, pero espero que te guste.

Nian: Los foros universitarios enseñan mucho, sabes más de sexualidad que un experto en ella. Un día, quedé con los ojos abiertos cuando leí lo del candado chino y se me ocurrió ponerlo al fic. Besos, guapísima.

Kinyoubi: Sorry por la tardanza pero aquí está. Pronto el tercero, lo prometo…

Inuyashaluchi: Besos para ti también, espero que Hana haga pronto caso a INTEGRA (tú me entiendes por qué).

Marion Mayfair: Tú sabes lo loquísima que soy yo, se me ocurre cada cosa, jejejejeje no sé donde voy a parar. Besos y nos hablamos por msn.