¡Hola de nuevo! Perdón por el retraso, pero me
temo que no tengo mucho tiempo para escribir... Bueno, espero que os
guste este capítulo. Por cierto, por alguna razón no puedo poner
guiones en algunos diálogos, así que he puesto comillas. Al parecer, el
programa también elimina las comas antes de una interrogación, pero que
conste que no es fallo mío, jeje. ¡Que
disfrutéis!
6. El primer día
Harry se dio la vuelta en la cama, sin abrir los ojos. Estuvo un rato así, pero se dio cuenta de que no volvería a dormirse, así que abrió los ojos y miró el reloj. Eran las cuatro de la mañana, y a su lado se oían los ronquidos y respiraciones de sus compañeros de dormitorio.
Después de examinar un rato el techo, Harry se levantó y se vistió. Sacó su Saeta de Fuego del baúl y salió del dormitorio. Encontró el castillo vacío y silencioso, y se alegró, porque no estaba seguro de que estuviera permitido salir a esas horas.
En la puerta del castillo, pasó una pierna por encima de su escoba y dio una patada en la hierba. Se elevó rápidamente y luego descendió en picado hasta rozar con los pies la hierba, y se encaminó hacia el campo de quidditch.
Sentía el frío aire de la mañana golpear su cara, y era una sensación estupenda. Cada vez que emprendía el vuelo dejaba en tierra los miedos y las preocupaciones. Desde esa altura ningún mago tenebroso, por muy poderoso que fuera, podría hacerle daño. Quedó suspendido en el aire y miró a su alrededor.
En el cielo, el negro daba paso a un azul pálido, y las últimas estrellas desaparecían y se despedían hasta la noche. En el bosque, una brisa sacudía las copas de los árboles, aún medio dormidos, y las criaturas diurnas despertaban e iban a cazar. Harry creyó ver un movimiento por el centro del bosque, y una bandada de pájaros salió volando. El chico creía saber de qué huían las aves.
Descendió, voló un rato sobre el lago y aterrizó en la orilla más cercana al castillo. Se sentó, apoyando la espalda en un árbol, y cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación de paz y tranquilidad que allí se respiraba.
"¿No es muy temprano para estar despierto?"
Harry se dio la vuelta. Ginny estaba tras él, sonriendo. El chico le devolvió la sonrisa, y la invitó a sentarse a su lado.
"Necesitaba volar, y olvidarme de todo por un rato."
Ella se sentó, y ambos contemplaron cómo un largo tentáculo salía un momento a la superficie y volvía a hundirse lentamente.
"¿En qué piensas?" preguntó la pelirroja después de un momento.
"En que a veces la vida no es justa."
"¿Por qué?"
Harry se encogió de hombros.
"La gente no siempre recoge lo que siembra. Eso es injusto."
Hubo un momento de silencio, hasta que Ginny lo rompió de nuevo.
"Harry, quería decirte… lo que le pasó a Sirius no fue culpa tuya."
Harry bajó la cabeza.
"Lo sé" pero Ginny sabía que no era verdad.
"Tú no tenías otra opción, fuiste para salvarlo…"
"Ya lo sé, Ginny", cortó él. La pelirroja no insistió.
"Lo siento" murmuró.
Hubo otro momento de silencio.
"El curso pasado me dijiste que te presentarías a las pruebas para cazadora. ¿Sigue eso en pie?" Ginny asintió. "Las pruebas serán hoy a las seis en punto. Esfuérzate. Te quiero en el equipo, pero no voy a ser parcial" ella volvió a asentir. "¿Quieres practicar un rato?
"¿En serio?" preguntó Ginny, asombrada.
"Claro."
Ambos se levantaron, y Ginny hizo ademán de ir a por una escoba, pero Harry la detuvo y le dio su Saeta de Fuego.
Toma, yo cogeré otra. Quiero ver cómo llevas esta joya –la pelirroja sonrió y la cogió, examinando la perfección de la escoba.
Harry sacó la varita y murmuró un par de hechizos. Al instante, una escoba y una caja acudieron volando hasta él. El chico montó la escoba y dijo:
"¡Vamos al campo!"
Los dos despegaron, la caja volando detrás de la escoba de Harry, y llegaron al campo. Harry abrió la caja, en la que estaban la quaffle, las bludgers y la diminuta snitch dorada. Sacó la quaffle y se la pasó a Ginny.
"No soy tan bueno como guardián que como buscador, pero veremos lo que puedo hacer" dijo el pelinegro dirigiéndose a uno de los altos aros del campo.
Ginny sonrió.
"Te voy a dar una paliza, Harry."
"Eso ya lo veremos."
"¡Tu hermana es un monstruo, Ron¡Si encontramos a una cazadora mejor, me como el sombrero!" Harry se sentó entre Ron y Hermione, agotado, y se bebió de un trago todo el zumo de calabaza.
"Harry¿qué diablos hacías fuera a las siete de la mañana del primer día de clase?"
"A las siete no¡a las cuatro! Y hemos estado practicando quidditch."
Ron se quedó con la boca abierta, sin darse cuenta de que la mermelada estaba cayendo en la mesa en vez de en la tostada.
"Harry, creo que el espíritu de Wood se apodera de todo el que ocupe el puesto de capitán de quidditch. Comprendo que te lo tomes en serio, pero creo que levantarte a las cuatro de la mañana para jugar es un poco excesivo¿no te parece?"
"No me he levantado para jugar. No tenía sueño y me apetecía volar un rato" dijo Harry, y se levantó. "Voy a ducharme. Nos vemos en clase."
"A primera hora tenemos Transformaciones¡no faltes!" exclamó Hermione mientras Harry se alejaba.
"A las cuatro de la mañana…" seguía murmurando Ron, mientras Hermione y él se dirigían al aula de Transformaciones. "No sé si voy a seguir en el equipo si nos hace jugar quidditch a las cuatro."
Pronto llegó Harry, ya duchado, y los tres se sentaron en primera fila. Un súbito silencio les informó de que la profesora McGonagall había entrado en el aula.
"Este curso es muy importante para vuestra formación, pues aprenderéis mucha materia de los EXTASIS, y espero que todos vosotros os esforcéis al máximo y saquéis buenos resultados –dijo la profesora nada más entrar, tras pedir innecesariamente silencio. "Los TIMOS salieron bastante bien, y sólo espero que se repita y todos los Gryffindor deis buen ejemplo con unas calificaciones muy altas en los próximos EXTASIS."
Paseó una mirada acusadora por la clase, como si pensara que sus alumnos fueran a suspender los EXTASIS sólo por dejarla a ella en ridículo.
Ese día se dedicaron a intentar transformar unos pajarillos en relojes de cuco. Hermione lo hizo perfecto, pero Harry y Ron sólo consiguieron que sus pájaros les picaran en las manos.
Después de Transformaciones tuvieron una aburrida clase de Historia de la Magia, en la que el profesor Binns empezó a hablar de revueltas de duendes nada más atravesar la pared, sin mirar siquiera a los alumnos, y luego llegó la fatídica hora que Harry y Ron tanto temían; la clase de Defensa contra las Artes Oscuras.
Para que Snape no tuviera que caminar más de la cuenta, habían trasladado el aula de Defensa a las mazmorras. Al parecer, Snape necesitaba dar clase allí, con el frío, para dar más miedo a los alumnos.
Para desesperación de los tres amigos, aquella clase la iban a dar con los de Slytherin. Draco Malfoy, aunque pavoneaba menos últimamente, seguía siendo el rey de Slytherin y en ese momento se formaba un corro alrededor de él, en el que probablemente los Slytherin pensaban en alguna manera de incordiar a los Gryffindor.
Cuando Severus Snape, tan amenazador y odioso como siempre, aunque algo más orgulloso (por fin había logrado el puesto de profesor de Defensa), entró en el aula, todos los de Slytherin se pusieron a silbar y aplaudir, lo que provocó una leve sonrisa en los labios del susodicho.
Harry sintió un leve acceso de ira y se obligó a controlarse. Si no fuera por él… Pero no debía dejarse llevar, así que miró su pergamino en blanco y respiró hondo mientras Snape se plantaba delante de la clase y acallaba con un gesto a los Slytherin.
"Es posible que a algunos no les agrade mucho tenerme como profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras" miró a Harry para lanzarle una mirada asesina, pero se llevó un chasco al ver que él estaba más interesado en observar su pluma. "Pero este curso vais a tener una Defensa de verdad, y no la chapuza de otros años, y espero que lo sepáis apreciar."
"Cierto, tendremos Defensa de verdad; ¡las clases de Harry!" susurró Dean Thomas detrás de ellos, y Harry se sintió algo mejor.
"Debido a la… situación exterior" siguió Snape", el director ha decidido que este curso nos centraremos en la defensa contra magos tenebrosos. Sabéis que las clases que se imparten en Hogwarts os servirán a todos en vuestra vida futura, pero yo os aconsejaría que pusierais especial atención en esta clase… Vuestra vida puede estar en juego."
Parecía que estaba deseando que sus alumnos tuvieran que morir sabiendo que, si lo hubieran escuchado, aún estarían vivos.
Después de un pequeño discurso, Snape les mandó leer el capítulo 1 de su libro de Defensa, que trataba de maldiciones que solían emplear los magos tenebrosos, y les puso de deberes buscar la contramaldición de cada uno de ellos. Dijo que las primeras clases serían de teoría, y con la práctica empezarían más tarde.
Cuando salían de las mazmorras, Harry pensó que la clase no había sido tan mala como la esperaba. A pesar de que debía evitar mirar a Snape para controlar su ira, el profesor no había intentado hablarle directamente, y los de Slytherin, aunque habían estado murmurando y riendo todo el rato, no se lo habían hecho pasar muy mal.
"Harry¿qué tienes preparado para esta tarde?" Hermione interrumpió sus reflexiones mientras entraban al Gran Comedor.
"¿Esta tarde¿Qué pasa esta tarde?"
"¿Aún no has mirado el horario? Hoy será la primera clase del ED."
"¿Qué?"
Harry sacó apresuradamente el horario. Esa mañana no había tenido tiempo de mirarlo, y Ron y Hermione le habían dicho las clases que tenían. Efectivamente, a las ocho había reunión del ED, y no tenía ni idea de qué podía hacer.
"Vaya… Tengo ED lunes y miércoles, clases con Dumbledore martes y jueves, y entrenamiento de quidditch lunes, jueves y viernes. Si a eso le sumamos todos los deberes que nos van a mandar, no voy a tener tiempo para respirar…"
"Creo que este curso vas a tener que hacerme caso y dejar que te haga un horario; si no, no vas a poder hacerlo todo" Hermione parecía encantada con el muy apretado horario de Harry.
"Menos mal que este año no tenemos exámenes importantes…"
"¿Cómo que no? Sexto es un año muy importante, Ron. Este curso tenemos que estudiar mucho, o el próximo curso tendremos que estudiar el doble."
"Quiero decir que aún hay tiempo para que lleguen los EXTASIS, y este año yo no pienso agobiarme como hice el último."
"¿Estás diciendo que no piensas estudiar¿Vas a empezar a hacerlo una semana antes de los EXTASIS?"
"No, pero no voy a estar todo sexto estudiando…"
"¡Ron, por favor! Tienes que esforzarte para sacarlo todo y ser un buen auror¿o no es eso lo que quieres?"
Harry desconectó y se puso a hablar con Ginny, sabiendo que cualquier intento de hacer de intermediario sería fallido.
Después de la comida, tuvieron Herbología con Hufflepuff, sin incidentes, y luego tuvieron Cuidado de Criaturas Mágicas. Cuando llegaron a su cabaña, Hagrid los estaba esperando en la puerta. Gracias al cielo, ese año no tendrían que compartir la clase con Slytherin, sino con Ravenclaw.
Harry vio aliviado que, de las numerosas heridas del curso pasado, Hagrid sólo conservaba las cicatrices, y supuso que ya estaba controlando a Grawp.
"¡Hola chicos!" los saludó cuando los vio, sacudiendo su gigantesca mano. "¿Cómo habéis pasado el verano?"
Cuando todos estuvieron a su alrededor, los acalló con un gesto.
"Este curso vamos a estudiar unas criaturas muy especiales, que estoy seguro de que os gustarán."
Harry, Ron y Hermione intercambiaron una mirada inquieta, temiendo lo que Hagrid sería capaz de traer a clase.
"¡Vamos a estudiar el ave fénix!"
Caras de asombro y emoción recorrieron la clase, y los tres amigos se relajaron.
"¡Genial! Siempre he querido saber algo sobre esos bichos, parecen interesantes" dijo Ron.
"¡Son fascinantes!" exclamó Hermione, mientras Hagrid seguía hablando.
"Dumbledore me ha prestado a Fawkes para que lo veáis, aunque puede que lo necesite, así que si echa a volar tendremos que seguir solos" Hagrid silbó brevemente y de la cabaña salió Fawkes, majestuoso y orgulloso, y se posó en el hombro del semigigante. A Harry le pareció por un momento que le guiñaba un ojo, pero al instante siguiente el ave miraba a Hagrid atentamente.
"¿Quién sabe qué es capaz de hacer un fénix?"
Como siempre, la mano de Hermione se disparó en el aire a la velocidad de la luz.
"El ave fénix es una de las más sabias criaturas. Es famoso por su capacidad de alentar y dar energía. Los pocos que han oído el canto del fénix aseguran que es una música celestial. La lágrima de fénix puede curar cualquier herida y expulsar venenos de la piel. Es capaz de percibir cuando su amo necesita ayuda, y puede aparecerse en cualquier lugar. Puede enviar mensajes y objetos a cualquier parte. Es capaz de transportar hasta treinta veces su peso y, cuando se hace viejo, arde en llamas y vuelve a renacer de sus cenizas" recitó la chica rápidamente, con su habitual tono de sabelotodo.
"Muy bien, Hermione, veinte puntos para Gryffindor. En realidad, ni los expertos saben con seguridad todo lo que es capaz de hacer un fénix. Esta criatura aún es un misterio. Hay magos que aseguran que lo han visto escupir fuego o sobrevivir sin un rasguño a explosiones y maldiciones. Se conocen fénix de más de dos mil años, aunque no se sabe bien la edad que pueden llegar a tener. Dedicaremos la clase a apuntar todo esto, y para la próxima clase quiero trabajos sobre todo lo que habéis podido averiguar sobre ellos¿entendido?"
Aquella clase fue muy interesante. Harry se enteró de que sólo había unas diez personas que habían oído el canto del fénix, y decidió guardarse que él era uno de los pocos. No quería llamar aún más la atención.
A las seis menos cinco, casi toda la casa de Gryffindor se dirigía al estadio de quidditch, para hacer o contemplar las pruebas. Harry se puso en el centro para examinar a los candidatos, y el resto se situó en los postes de gol; Ron defendiendo los aros, Katie Bell de atacante, colaborando con los candidatos, y Andrew Kirke y Jack Sloper con las bludgers, intentando impedir el paso.
El sol caía mientras las pruebas continuaban. Parecía que toda la torre de Gryffindor quería entrar en el equipo. Cuando todos se examinaron, los cinco miembros del equipo se reunieron para comentar la práctica. Después de un rato, Harry se aplicó un encantamiento Sonorus y anunció:
"Ya hemos tomado la decisión; los nuevos cazadores de Gryffindor serán… Ginny Weasley y Miriam McClaggan."
Un suspiro de resignación recorrió el campo mientras las dos chicas de quinto se adelantaban, con una sonrisa de oreja a oreja.
A las siete y media, Harry entró en la Sala de los Menesteres para preparar las cosas. Se la encontró tal como la recordaba, salvo que era mucho más grande, y supuso que la sala se habría adaptado a la cantidad de personas. ¿Cuánta gente iría?
Mientras esperaba, acomodó los cojines y ojeó algunos libros. Le llamó la atención uno titulado "Defiende tu mente. Los misterios de la Oclumancia". Sentía que aquel libro estaba allí sólo para él. Lo cogió y lo empezó a leer mientras llegaban los demás.
Primero llegaron los antiguos miembros del ED, que saludaron a Harry y se sentaron en los cojines. Pero luego empezó a llegar gente…
Por lo que Harry pudo ver, eran al menos cien los que paseaban nerviosamente por la sala.
Había algunos alumnos de séptimo, que miraban a Harry como ofendidos por su presencia allí. Solo vio a un Slytherin, Blaise Zabini, que estaba apoyado en la pared en un rincón leyendo, sin mirar a nadie. Era un chico alto y rubio, con ojos verdes y profundos y una expresión de tristeza permanente. Cho Chang estaba también allí, conversando alegremente con sus amigas. Luna Lovegood estaba, como siempre, leyendo el Quisquilloso con la varita en la oreja y una larga trenza que le llegaba hasta la cadera.
Cuando todos se callaron, Harry, muy nervioso, se puso en el centro de la sala.
"Bien, veo que habéis venido muchos, así que estas clases van a ser algo diferentes a las del curso pasado… Creo que un profesor no es suficiente para todos, así que nombraré a algunas personas para que os corrijan y os enseñen. Como es la primera clase, no vamos a hacer mucho. Los que ya estuvieron en el ED el curso pasado, me ayudarán a haceros una pequeña prueba, para separaros según vuestro nivel."
Fueron haciendo hechizos sencillos y básicos, aumentando poco a poco la dificultad, y así clasificando a los alumnos según su nivel. Había pocos alumnos de primero, pero al ser el primer día de clases, algunos no sabían ni cómo sujetar la varita, por lo que Harry designó a Neville para estar con ellos e irles enseñando lo básico. Designó a varias personas para cada grupo, y él se fue paseando entre ellos, ayudándolos.
Decidió que los "monitores" que había elegido tendrían clases aparte y les daría algunos puntos para sus casas (al ser profesor podía quitar y añadir puntos), pues no aprendían nada al estar enseñando a otros.
Blaise Zabini tenía un nivel muy alto, tanto como los antiguos miembros del ED, por lo que Harry no sabía dónde ponerlo. Optó por ponerlo de monitor, aunque no estaba seguro de si sería bueno, por lo que lo puso enseñando junto con Hermione, para controlarlo un poco, y examinarlo más a fondo en las clases para monitores. Era un chico extraño, callado y taciturno, y a Harry no se le había escapado la posibilidad de que fuera una especie de espía por parte de Slytherin, pero Blaise tenía algo en la mirada que parecía descartarlo de ser uno más de la gentuza que había en aquella casa. Aunque apenas habían intercambiado palabra, el chico le caía bien.
La clase pasó rápido, y todos parecían contentos con el resultado. Harry, Ron y Hermione fueron a la Sala Común con todos los de Griffindor. Harry vio por el rabillo del ojo que Blaise se encaminaba, solo y cabizbajo, con las manos en los bolsillos y la mirada perdida, hacia las mazmorras.
Sirius Black hundió la cara entre las manos, intentando ordenar sus pensamientos. ¿Cuánto tiempo llevaría allí? No podía saberlo. Tal vez el tiempo transcurría de forma distinta allí. Tal vez ese lugar no existía en un lugar concreto, sino situado en una grieta espacio-temporal…
-Vamos Sirius, si no tienes ni idea de lo que estás diciendo- , se reprochó a sí mismo.
Miró hacia aquellas formas traslúcidas que vagaban por allí, preguntándose si serían capaces de contarle algo. Iba a acercarse a una de ellas, cuando la vio.
Era una chica de unos veintisiete años, con una melena roja, claramente visible aun siendo fantasma, que estaba sentada de espaldas, conversando en susurros con un joven de la misma edad, de pelo negro azabache muy alborotado, y unos hermosos ojos marrones.
Sirius se quedó de pronto sin aire. El joven lo había visto, y lo miraba de arriba abajo con los ojos como platos y la boca entreabierta.
La chica pelirroja, al darse cuenta de que no la estaban escuchando, se giró y miró también a Sirius. Tenía los ojos de color verde esmeralda. Se quedó un momento sin aliento, y luego una sonrisa radiante iluminó su rostro. De pronto, a Sirius le pareció que aquel lugar no era tan tenebroso.
Lily Potter se levantó rápidamente y corrió a abrazar al sorprendido Sirius. James se levantó también, muy despacio, y se acercó a él lentamente y sin parpadear, como si no quisiera hacer desaparecer aquella visión.
-Canuto… -susurró, y una sonrisa cruzó su rostro.
Los dos viejos amigos se abrazaron como si quisieran fundirse en uno y no separarse nunca más. Lágrimas de alegría brotaron de los ojos de Sirius y James, que murmuraban palabras incomprensibles.
-Lily… James… os he echado tanto de menos…
-Y nosotros a ti, viejo amigo…
-¿Qué hacéis aquí¿Dónde estamos?
-¿Cómo están todos¿Y Harry?
-Harry… Deberíais verle, estaríais orgullosos de él. Es una mezcla de los dos, cada vez que lo veo os recuerdo… Pero¿qué es este sitio¿Es el cielo, el infierno?
-Ya habrá tiempo para eso, Canuto. Ahora sólo importa que volvemos a estar juntos… Disfrutemos del momento.
Y los tres volvieron a abrazarse.
Bueno, en realidad no me gusta mucho este capítulo, pero es lo mejor que lo he podido hacer. No me matéis, por favor... Es que parece que las musas no están de mi parte...
Muchísimas gracias a:
Celina: Sí, es injusto lo de Snape, pero quería ver el efecto que tenía... Como profesor, Harry tiene derecho a añadir y quitar puntos, castigar y esas cosas.
javi-fernandez: Gracias! Me temo que a partir de ahora tardaré más en actualizar, pero espero que sigas leyendo!
sanarita31:¿De verdad te ha gustado el diálogo? En realidad cuando lo hice no pensé mucho que fuera gracioso, sino atrevido. No creo que el Harry de JKR diría eso, pero en fin. Gracias por leer!
Barby-Black: Gracias, me alegro mucho de que te guste. ¡Hasta pronto!
lolo: Gracias! Siento que no te guste el Harry/Ginny, pero yo estoy convencida de que están destinados para estar juntos (qué bonito...).
surprisinglyhmtc: Muchísimas gracias. A mi también me encanta la escena de Luna, y sí, creo que va a ser una gran amiga de Harry... ¡Hasta el próximo!
thatiana: Hola! Siento que no te guste lo de Harry/Ginny a ti tampoco, pero intentaré hacerlo menos acaramelado a ver si termina gustándote... Lo siento, no tenía pensado lo de Ron y Hermione. Ellos también se van a juntar, pero de otra forma... Bueno¡gracias!
fweasley: Muchísimas gracias, me animas un montón. ¿De verdad te parece que sigo la línea de JKR? Yo también creo que en un futuro Harry y Ginny van a estar juntos, es lo más creíble (a los Potter les gustan las pelirrojas, jeje). ¡Gracias y hasta el próximo!
Bueno¡hasta el próximo capítulo!
