Después de 5 años… (Continuación)

Al parecer la vida le sonríe a Trunks, encontrando finalmente la llamada felicidad… ¿pero qué tanto le durará¿Cómo enfrentará una situación que amenaza convertirse en un infierno y que esta vez arrastra a una de las personas que más ama?

PS: Ojalá puedas leer la primera parte, va a ser mucha mas provechosa :)

(Trunks, Bulma, Vejita y Gokuu pertenecen a Dragon Ball Z ©, todas creaciones de Akira Toriyama y al que le pertenecen todos los derechos de autor.)


Uno

La gran pregunta y el espontáneo ¡SÍ!…

Trunks nervioso y maravillado seguía con la mirada a la novia que entraba al salón del brazo de Dan; Sergi impertérrito y orgulloso de lucir su título de padrino esperaba tras el flamante novio. Sus miradas en el altar eran voceras de la devoción con la que dedicarían su nueva vida juntos; el rito de la argolla el juglar de su unión infinita.

Ya la hoja de vida cobardemente manchada no contemplaba valor, Dana ahora trabajaba con toda su fuerza e inteligencia para la corporación de su suegra y esposo. Su aporte se consideró visionario y precioso a la creación de un departamento de biotecnología en una empresa netamente robótica, lo que a futuro traería más robustez y solvencia a Capsule Corp. Con su genio unido al de Bulma los negocios tomaban un vertiginoso ritmo, cobrando rápidamente los dividendos de sus gestiones. Pasó poco tiempo para que camiones cada vez más grandes y con más rutas comenzaran a recorrer las calles con el sólido símbolo de la compañía.

Llegó el momento de expandirse; el arquitecto encargado de bosquejar diferentes modelos del nuevo edificio de la corporación traía sus borradores. Una vanguardista edificación de doce pisos contendría los diez distintos departamentos y anexos; el plazo de construcción establecido en diez meses Tenían tiempo de sobra para el contrato de ingenieros, electrónicos, investigadores y técnicos. No fue difícil conseguir equipo de calidad, la excelente fama de la que gozaba la compañía hizo la selección por sí sola.

Existía un departamento que era especialmente importante, el corazón de toda nueva maquinaria e inventos: el de mecánica. El exigente puesto que fue confiado a Dan a ojos cerrados, se acabaron los días en los que Bulma tuviera que trabajar obligadamente y presionada, ahora su trabajo no era más que un relajante hobby en la antigua corporación. A Sergi también se le fue ofrecido un puesto, pero al parecer tenía otros planes.

-Lo siento muchachos, pero creo que mi camino va en otra dirección.- Expresó maduramente, sus amigos sorprendidos de aquellas palabras que no parecían venir de alguien como él. -¡Me iré al Caribe a casarme con una linda isleña, a ver si después se me ocurre inventar cafeteras para cocos!-

Un juicio equivocado, era el mismo Sergi de siempre…

Pasaron los diez meses, el matrimonio revisando por última vez el edificio para dar su visto bueno. Finalmente llegaron al último piso, el lugar destinado para la magnífica oficina del presidente.

-¿Alguna vez pensaste estar aquí?-

Trunks apartó la vista de la espectacular panorámica del último piso y la miró con ensoñadores ojos, luego al enorme lugar elegantemente dispuesto en un recorrido de 360º. Paneles de madera entregaban calidez tras su lustroso escritorio de alerce. Puertas finamente labradas contaban las obras del Arcángel Miguel; el ángel guerrero que guiaba las huestes de seres celestes con la espada de la justicia en su mano. En la pared perpendicular a esta última, una enorme pantalla de plasma era ubicada para tareas audiovisuales y videoconferencias. Volvió a su punto de origen donde enormes ventanales dejaban entrar la luz a voluntad.

-No sin ti.-

Quizás ese fue el último día medianamente desocupado de sus vidas. El momento que el mundo vivía y el explosivo crecimiento exigía una constante inyección de nueva maquinaria y tecnología; y en un plazo de otros cinco años la Corporación Cápsula volvía a su sitial líder. Nagura no consiguió más que relegarse y todos sus deshonestos manejos salieron a la luz; sus acciones comenzaron a ser las más bajas del mercado con fuerte tendencia a desaparecer.

Era el momento de las vacas gordas y de disfrutar las ganancias, el momento de aprovechar el establecimiento y solidez de sus vidas, el momento para que una vez ese personal deseo pudiera ser compartido y convertirse en realidad…

- ¡Trunks¿¡Que rayos es todo esto?-

Gritó Dana del otro lado de la cocina, su esposo luciendo un delantal 'Kiss the Chef' girando expertamente una tortilla en el sartén; la mesa lista y el vino servido.

-La cena, qué más podría ser.- Respondió casi herido en un tierno puchero. -Estuve entrenando un poco para esperarte, pero me di cuenta que no llegabas y decidí preparar algo de comida. Recuerda que los Saiyajins no soportamos estar sin comer.-

-¿Y de cuándo que sabes cocinar?- Remarcó en incredulidad.

-Antes que nos conociéramos, para ayudar a mi mamá estuve aprendiendo un tiempo… todo está todo en los libros.-

Se inundó de una hormigueante y tibia emoción que la hizo saltar de alegría y abrazar sus espaldas, sintiéndose la mujer que se había ganado el premio gordo de la lotería. La animó a sentarse y comenzar a comer, casi le salían lágrimas al degustar lo delicioso que estaba.

-¿Recuerdas la vez que me preguntaste si quería que tuviéramos un hijo?-

Trunks mantuvo el tenedor en el aire mientras la miraba pasadas las fuentes de ensaladas. Dana esperó que leyera su mente, volviendo innecesarias las palabras gracias a esa conexión única.

-¡Hoy es el día!- Respondió como si lo dijera por segunda vez, palmeando ligeramente la mesa; Trunks atorándose con la comida y tosiendo bruscamente. La chica rió encantadoramente esperando que se recuperara. Esta vez sí supo lo que ella estaba pensando, ambos bajaron la vista al mismo tiempo para barrer el contenido de la mesa. Los gestos eran demasiado obvios, esa mirada no era indicador del nivel de tedio para lavar la vajilla….

El teléfono sonando echó por tierra sus traviesos planes.

-Yo atiendo.-

Sus primeras palabras rebosaban de risas al sentir su nariz entre los cabellos y tras la oreja; dándole manotazos para que se alejara. No obstante, Trunks se detuvo cuando el tono de voz de Dana bajó a uno muy serio.

-Es Dan, tiene algo muy importante que decirnos, nos pide hablar con él ahora por altoparlante.- Le expresó tapando el micrófono con su mano, su ceño arrugado en ligera preocupación. El Saiyan le correspondió.

-Trunks, Dana, disculpen que los moleste ahora, pero acabo de enterarme que mi hijo está gravemente enfermo. Mi esposa y yo debemos llevarlo a un centro especial aislado de la ciudad, y el tratamiento durará 3 meses. Por eso quería decirles que se quedarán sin el director de la sesión de mecánica, sé que es la más importante de la compañía y sé que necesitarán a alguien para que me reemplace. Por favor perdonen las molestias queridos amigos…-

El matrimonio se derritió en comentarios para tranquilizar a su amigo; que no se preocupara, que buscarían a alguien, que eso era lo de menos y que lamentaban mucho lo ocurrido. Después del corte en la comunicación ambos quedaron con los espíritus inquietos, echando mano a sus contactos para un rápido reemplazo a puesto tan importante.

El deseo del bebé quedaba relegado para otro día.