Dos
-¿Estás segura que no quieres entrevistarlos conmigo?- Preguntó a su esposa por el intercomunicador.
-No, lo siento, ahora mismo tengo mucho trabajo. Confío en tu juicio, no te preocupes.-
Veinte personas y veinte insatisfacciones. Nadie era lo suficientemente profesional y creativo como lo era Dan. Estuvo a punto de tomarse un descanso cuando una voz por el intercomunicador le avisaba que había una última persona que se ofrecía al puesto.
-OK, que pase.- Contestó a su secretaria un tanto cansado, soltando el botón y hundiéndose en el gran sillón de fino cuero negro. Para cuando las puertas fueron abiertas quedó sorprendido, incorporándose derecho.
Su caminar delataba la personalidad arrasadora de esa mujer de unos 30 años; una mujer hermosa y elegante para cualquier opinión de un hombre que se precie. Empujó parte de su largo cabello castaño hacia atrás, el que le asomaba por el hombro de su audaz traje fucsia de dos piezas, ajustado a ella como una segunda piel a su espigada figura. Ya parada frente a él lo enfrentó desafiante, como si ambos compitieran por la categoría de miradas fulminantes.
-Muy buenas tardes Señor Briefs, supe que estaba buscando una persona que pudiera encargarse del departamento de mecánica. Aquí está mi currículo.- Le extendió sus papeles mientras el Saiyan le pedía tomar asiento, estudiando cuidadosamente el aire de arrogancia con el que cruzaba las piernas. Se le ocurrió que ella sería un ejemplo más fiel de una hija nacida del orgulloso príncipe de los Saiyajins.
-Señorita Ayra Bond…- Leyó de su hoja de vida. -… ¿Cómo supo de este puesto? fue una información muy reservada.-
-Tengo buenos contactos.- Respondió con aplomo, acomodando su cabello con un movimiento de cabeza hacia atrás y entrecruzando las manos sobre las rodillas cubiertas por medias de seda.
Trunks lució el semblante más serio que podía llegar, cosa que no era difícil para él. Su nuevo peinado no daba espacio para alguna consideración más liviana de su imagen, sino lo opuesto. La mayoría de los cabellos eran ahora peinados hacia atrás y partido a un lado; lisos mechones caían naturalmente lo justo y suficiente en su frente, tapando parte de su ojo derecho. El nuevo look le entregaba un aire más maduro, sexy y enigmático.
-Para ser honesta Señor Briefs, siempre esperé por una oportunidad como esta; yo con mi preparación profesional y mis capacidades tengo sobrada facultad para puestos de mando.-
-Siento decirle señorita que esto es solo un reemplazo, el jefe de esta sección es un excelente elemento de nuestra compañía y no se duda su regreso.- Respondió preciso, volviendo a su hoja de vida para estudiar su mencionada 'preparación profesional'. No pudo negar que era impresionante.
'Eso lo veremos…'
Pensó la postulante. El Saiyan por un momento creyó notar algo oculto en esa mirada aguda y tenaz enmarcada en penetrantes ojos verdes.
-Muy bien, aquí tengo su currículo, si es aceptada será llamada a la brevedad.- Terminó parándose en su puesto y estirando su mano para estrecharla. Ayra fue teatral, aprovechando de lucir su estupenda silueta al alzarse del asiento y contestar el protocolar saludo. Otro apunte mental al sentir su argolla de casado en la mano derecha, como si quisiera proclamarlo a los cuatro vientos en su extremidad más expuesta. En su concepto, una completa pérdida y estorbo para un hombre tan joven, atractivo y poderoso.
'Interesante…'
-Espero su llamada, sé que será así.- Respondió fría. Trunks asintió solemne.
Ambos fueron distraídos por los golpes en la puerta, era Dana quien optimistamente entraba en su traje azul marino con el logo de CC en el bolsillo izquierdo del blazer y el cabello tomado atrás en un sutil moño. Su natural alegría fue repentinamente apagada al chocar con esa invisible nube áurea que no compatibilizaba con la suya.
-Mucho gusto Señora de Briefs, espero que seamos colegas en un futuro no muy lejano.- Le ofreció su mano, mirándola levemente hacia abajo por su mayor altura y en un tic de superioridad. Esperaba la sorpresa de su interlocutora, era sencillo deducir que ella era su mujer aparte de ese molesto y banal símbolo en su dedo.
-Así lo espero, Señorita.…?- Acercó su oreja estrechando sus ojos, como astuta semejante de género dando cuenta de su subrepticia intención y fijándose en la calidad de su traje.
Lo ocultaron diestramente, se cayeron de lo peor.
-Bond, Ayra Bond.-
Trunks sonrió en su puesto, le recordó a un personaje del cine…
Por fin quedaron solos, Dana imitando en burla las maneras tan sobradas de la anterior visita mientras caminaba a su escritorio; Trunks riendo con ella.
-No seas así, realmente tiene aptitudes para el puesto- Advirtió su esposo. -Creo que ha estudiado más que nosotros dos juntos y se ha desenvuelto en puestos importantes, además que los otros que entrevisté no cumplían mis expectativas y con mayor razón las tuyas.-
-¿Entonces crees que ella debería ocupar el puesto?-
-Sí, además son solo tres meses¿qué cosas tan graves pueden suceder?-
-Tienes razón, aunque no sé si me acostumbre a sus formas tan engreídas- Contestó caprichosamente mirando la hoja de vida que estaba sobre el escritorio.
-Cuidado con eso, yo también tuve mis prejuicios hacia ti y terminé casándome contigo.- La distrajo al estrecharla de la cintura y subirla sobre el escritorio frente suyo. -Pero hablemos de cosas más interesantes… dime… ¿todavía estamos bien en los días…?- Preguntó entre el aliento de sus apasionados besos, Dana le siguió la corriente y lo empujó para sí de su corbata para recostarse con él sobre el amplio escritorio.
-Sí, sí que lo estamos…- Respondió entre sensuales arrullos mientras era preparada por ese hombre al que le pertenecía en cuerpo y alma, hasta que nuevamente sonó el teléfono.
-No,…mmmm no…, no contestes…-
…
-¡Demonios, por qué justo ahora!- Las enojosas palabras sonaron amortiguadas entre su piel y la ropa a medio sacar, estirando su mano y dejándola caer de golpe en el recibidor para detener el insistente timbre.
- Señor Briefs, hay una emergencia en el departamento de mecánica, será mejor que venga.-
- ¡ARJ, desde que Dan se fue hemos tenido sólo problemas, creo que mientras más pronto la contrate menos interrupciones tendremos.- Habló al momento que colgaba y peinaba algunos cabellos desordenados, tomando rumbo hacia la puerta
-Tienes una cuenta pendiente conmigo.- Apuntó con el índice.
-Y que gustosa pagaré.- Dana terminó de posar provocativamente todo su cuerpo sobre el escritorio.
Sonrieron felices, Trunks finalmente cerrando la puerta. Dana suspiró dejando caer su cabeza hacia atrás, ojeando nuevamente el papel blanco a su lado que interrumpía la uniformidad del escritorio.
11 PM…
Un movimiento en la cama la despertó. Se dio cuenta que era bastante tarde y que se había quedado dormida esperándolo. Después de ponerla al corriente de todos los problemas que causaba un departamento sin cabeza, notó que él estaba increíblemente cansado.
-Dana… ¿Puedes traerme un vaso con agua? Le rogó su esposo. Se levantó solícita al baño ubicado en la misma habitación, hablándole desde allí mientras cerraba la llave.
-Parece que tendremos que posponerlo hasta mañana, o si no tendremos que esperar hasta el…- Se detuvo, sus palabras ya no eran escuchadas. Puso el vaso en el velador y se acurrucó a su lado.
Besó su mejilla en un 'buenas noches' no correspondido. No sería el último.
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