Hola de nuevo!!!
Es la 2:23 AM y tenéis que agradecer al asqueroso café de máquina del curro el que esté despierta desde las 6 y aún tenga ánimos para terminar con este capítulo. Sé que no toca actualizar tan pronto, pero esque ya lo tengo escrito así que no veo el caso de dejarlo para mañana. Total, si me lo pienso intentaré cambiar cosas y esté capítulo me ha costado bastante de escribir. Es cortito y no parece interesante, pero me he dejado las tripas.
Ah, no esperéis que pase algo como esto en la vida real (os juro que estas cosas no pasan, si lo sabré yo!!!)
Bueno, vamos allá:
Angie, no, no vas a ser testigo, ya dije que era una repetición del capítulo 5 así que nada (os dejo a pan y agua, jajaja) pero para que no os cabreéis aquí tenéis un capítulo recién salido del horno para contentaros. Ah, si que verás los que hará Snape al respecto, algún día debe encontrarse con Draquito, en una mazmorra, en algún pasillo oscuro...
Igni, me alegro que te guste y ya ves que la continúo, gracias por tus ánimos!!!
Karmein Metallium Ul Copt, aquí verás a dónde fueron, pero no qué hicieron, sorry!!! Sí, es que Ginny es lo peorrrrr, pero tranquilos los demás por ahora no pienso matarla. Hummm, Karmein yo de ti no iría por ahí dándome ideas, jejeje
Katy Malfoy, actualicé bastante pronto? (como alguien diga que no me la cargo!!!) Me sorprende que digáis que es divertida, no creía que lo fuera. Ahora me preguntaré si lograré escribir algo divertido cuando lo intente!!!
Noelia, tu dame la razón siempre, no ves que las locas histéricas nos volvemos maníacas homicidas cuando nos contradicen? Y cuando eso pasa personajes como Draco pueden sufrir un destino muy cruel (o como Ginny que le tengo unas ganas...) No sé cuanto me tomo en responder a cada mensaje, no me he cronometrado aunque si eso como he puesto la hora que es al principio de escribir la "presentación" pondré la hora a la que acabo (claro que me entretengo entre medias para tararear cancioncillas y pensar la manera de meterlas a presión en el fic aunque no queden bien) Si te molesta que escriba mucho seré escueta. Hoy lo seré por necesidad porque necesito azúcar para seguir despierta con el cansancio que llevo encima, pero otros días lo seré por petició. Aunque me cuesta tanto resumir lo que quiero decir!!!
autista, buenoooo, veo que os a gustado el capitulillo, Hermione haciendo el tonto por encima de las mesas, Malfoy con cara de velocidad, Snape flipandolo todo.... Vale, vale, ya sé como manteneros entretenidos!!! (Total solo tengo que tomarme unos cuantos vodkas y ponerme delante del teclado) No tengo pensado un número límite de capítulos, lo que dure ha durado aunque tengo que decir que aún queda bastante y si sigo tardando tanto en decir tan poco llegaremos al capítulo 30 con mucha tranquilidad. Bueno, algo Harry-Ginny puede que haya en el fic de Fred (que o me voy pensando un título o al final se llamará "Fred" dada la imaginación que tengo), depende de cómo se desarrollen las cosas. Ah, soy de Valencia (no lo había dicho ya? Bueno, lo uniré a la ficha esa) pero te aseguro que no influye el clima para que se me haya ido la cabeza.
Isis, jejeje, la "supuesta espia" (Florence Williams) tiene cosillas que hacer, no la he puesto por ahí de adorno (ale, a comeros la cabeza pensando qué puede hacer la buena de Flo!!!) No, Hermione no se va a olvidar esta vez, (no soy tan cruel y despiadada.... bueno, tal vez sí pero voy a encubrirlo un poquito, jejeje) aunque eso no se dice en este capítulo pero yo te lo adelanto. Joooo, no queréis saber qué paso en la fiesta de profeeees (bueno, así me ahorro escribirla aunque había tenido unas ideas... porque si os había gustado lo de Hermione... mejor no digo na) Ya tienes la peli? Jo que suertudas son algunas!!! Pero precisamente por eso me gusta Hermione, porque es la estudiante modosita que de cuando en cuando se rebota, no como Ginny que no hace na de na, habrase visto personaje mas sosooooo....Por eso aki no es tan ñoña (y en Fred menos) Ah, y si quieres buscar al camionero de 42 años... ten en cuenta que me quito edad!!!
Karolyna Silver, aunque aún vayas por el capítulo 1 te meto akí pa agradecerte tu mensaje. ¿No te gusta Pansy? Buaaaaaa, a mí es un personaje que me gusta bastante aunque no la esté explotando demasiado todavía (que tampoco es que echéis de menos a los otros personajes por lo que veo)
vicu-malfoy, ¿podre Herm? Con las juergas que se está pegando la tía!!! Nooo, no se va a ver el camino a la enfermeria si quieres te hago un poquito de resumen: van camino de la enfermeria y Hermione lo coge por banda y lo mete en una de esas clases vacias que abundan tanto en los fics y le da tal repaso al pobre que no se acuerda del carácter tan poco amigable que tiene su profe de pociones, pero piensa, que me quiten lo bailao!!! Bueno, ten en cuenta que Snape se supone que se fia de Malfoy y del poder de intimidación (y de castigo) que tiene él mismo así que digamos que confía en que el chavalín no se dejará llevar por sus hormonas (creo que pedía mucho)
DarkHermG, me alegro que te haya gustado aunque no creo que fuese tan gracioso como os parece a todos pero gracias por el halago!!! Una bio? Que cuente mi vida? Ufff, eso no me mola nada, no me puedo inventar una? Bueno, bueno, me haré una cuenta de hotmail y en el proximo capi digo cual es (o en la bios si al final la hago)
Gracias por tomaros el tiempo de pasaros por aquí, leer esto y (en algunos casos) hacerme saber que no está del todo mal la cosa esta.
Ale gente, me voy a ir a la camita que ya es hora (2:51 AM) pero antes unas cositas:
* Ayer vi Casablanca (que bonita!!!) por enésima vez así que no pude resistir hacer unos comentarios, jejeje (ni el humo tampoco)
* Por mucho que sorprenda el vestuario de Hermione se basa en cosas que yo misma he visto.
* Las autoridades sanitarias advierten que el tabaco perjudica seriamente la salud.
Y seguro que me dejo algo por decir pero ahora mismo no estoy en condiciones de saber qué es.
VACACIONES DE NAVIDAD
Cap. 9
Despertó con lentitud, saliendo del sueño como quien sale del agua después de bucear, viendo la luz a lo lejos pero tardando un rato en llegar a la superficie. Parpadeó un poco confundido. Sentía un peso poco habitual sobre su pecho y una cálida respiración rozándole la piel. Tanteó con la mano. Era pelo, suave y esponjoso pelo.
Sonrió. El pelo de Hermione. Lo acarició por un rato y depositó un beso en él con ternura. Mmmm, un momento, algo estaba mal allí, había una cosa que no encajaba.
¿Desde cuando ronroneaba Hermione Granger?
Soltó una exclamación de asco al darse cuenta de que lo que acababa de besar, en lugar de ser el pelo de su amante, era la zona cercana al trasero de su mascota. Apartó al horrible gato patizambo de sí condisgusto mientras se limpiaba la boca con el dorso de la mano. ¡Qué desagradable!
Miró al otro lado de la cama comprobando que la chica estaba acurrucada en la esquina más alejada, echa un ovillo y a punto de caerse por el borde. Estaba tan molesto por lo del gato que reprimió su primer impulso de atraerla hacia el centro del colchón para evitar que despertase en el suelo. ¿Así que prefería dormir alejada de él? ¡Que sufriese las consecuencias!
Draco se dio la vuelta enojado procurando volver a dormirse, pero sabía que esto no sería posible por tres motivos: el primero era que se había pasado gran parte del día de ayer babeando sobre su almohada y ahora estaba demasiado descansado para conciliar el sueño. El segundo, no había probado bocado desde que el día anterior fue a las cocinas con Hidden después de salir de Gryffindor y sus tripas rugian de manera escandalosa. Tercero, el maldito gato estaba preparándose la cama en su espalda, mullendo la sábana con las uñas y clavándoselas molestamente en los riñones.
Saltó de la cama con ganas de tirar al maldito bicho por la ventana. Miró el despertador de la mesilla y comprobó que la aguja señalaba "hora de dormir" y que aún faltaba mucho rato para que apuntase hacia "hora de desayunar". Mirando por la ventana pudo comprobar que aún estaba oscuro afuera. Bueno, bajaría a las cocinas a por algo de comer, siempre había elfos domésticos por allí fuera la hora que fuera.
Se vistió rápidamente y salió de la torre de Gryffindor.
La Señora Gorda que custodiaba la torre de su casa rival aprovechó que lo tenía enfrente para reprocharle su comportamiento.
- Es la segunda vez que te veo traer a la pobre Hermione completamente borracha. Deja de aprovecharte de la muchacha, nunca había hecho esto antes, eres una mala influencia para ella...
- Señora – dijo Draco de manera cortante haciéndola callar en el acto -, todo lo hizo ella solita, y ahora, ¿me va a dejar pasar o nos pasamos discutiendo toda la noche?
- Semejante descaro – rezongó la Señora Gorda. No se explicaba cómo Hermione podía andar con un chico como ese. Bien que era muy guapo, nadie lo negaba, pero también era un rato desagradable y muy poco respetuoso - ¿Tienes la contraseña?
Draco suspiró irritado, no sólo por la actitud de la guardiana, que le exasperaba, sino también por la tontería que tenía que soltar:
- "Gryffindor es la mejor casa del mundo y las demás no nos llegan ni a la suela de los zapatos" –dijo con los dientes apretados. ¡Menuda estupidez de contraseña! ¿Quién la habría puesto, Potter o Weasley? Ilusos, todo el mundo sabía que la mejor casa era Slytherin, pero bueno, que soñasen.
La Señora Gorda lo dejó pasar a regañadientes tomando nota mentalmente de hablar con Hermoine sobre la actitud de su novio. O más bien, para regañarla por salir con ese elemento.
Al traspasar la entrada de Gryffindor Draco casi se topó de narices con Harry Potter.
- ¡Malfoy! – dijo éste sorprendido, vistiendo un estúpido pijama con los colores de su casa y más despeinado de lo normal - ¿Qué demonios haces aquí?
- ¿Y a ti qué te importa Potter? – contestó con una sonrisa de superioridad. Su enemigo se veía tan ridículo con ese aspecto. Éste pareció reparar en la cesta que el Sly llevaba consigo.
- ¿Qué es eso? – preguntó suspicaz a punto de sacar su varita del pantalón del pijama.
- Mi desayuno, Potter. No te preocupes, no dejaré que las magdalenas te ataquen – dijo burlón al advertir el gesto del otro y levantando el paño que cubría la comida para que viese que efectivamente se trataba de eso. Más que nada para humillarle un poco por su paranoia.
Harry le miró con odio sabiendo que se dirigía a la habitación de Hermione, pero ¿Malfoy llevándole el desayuno? Parecía tan ridículo... Aunque bien pensado, no era una mala idea. El podría hacer lo mismo con Ginny, con la excepción de que no sabía dónde se había metido la chica. Pensó en preguntarle a Malfoy si la había visto pero recordó a tiempo que era un Sly y el maldito nunca respondería, antes bien soltaría algo parecido a "¿Se te ha perdido la novia, Potter? Vas a tener que atarla para que se quede contigo"
Antes de poder contestarle algo al rubio advirtió que éste ya se alejaba escaleras arriba en dirección al dormitorio de las chicas. Le puso de malhumor darse cuenta de que Malfoy había tenido la última palabra y que además Ginny no estaba en la Sala Común como había pensado en un principio. ¿Dónde demonios se habría metido?
Hermione despertó un poco antes del amanecer y automáticamente miró a su lado en la cama. Al descubrir que estaba vacía suspiró, aunque no pudo decir si fue por alivio o decepción.
- Ah, ya estás despierta – dijo una voz fría junto a la ventana. Descubrió a Malfoy sentado en la repisa mirándola con los piés apoyados contra la pared de piedra. ¿Le fallaba la vista o estaba fumando?
Descubrió que hacía frio en el cuarto, así que buscó su pijama bajo las almohadas y se lo puso apresuradamente por debajo de las sábanas. Cuando estuvo vestida salió de la cama.
Draco abrió la boca impresionado. El modelito bien valía la expesión, nunca en su vida el Sly había visto un atuendo tan antilíbido como aquél. Era una especie de camisón largo hasta los tobillos, sin forma ninguna, de mangas largas y cuello recatado, todo ello de un horrible color gris. Vamos, que de haber tenido puntillas y lunares hubiera sido lo más horroroso confeccionado por nadie hasta la fecha. Draco nunca creyó que una cosa así pudiera servir para algo más que para alimentar una hoguera.
No pudo evitar reirse al verla parada frente a él, con aquella cosa puesta, el pelo tan revuelto que parecía un nido de pájaros y una expresión de desconcierto en su cara.
Hermione vio que los hombros del chico se movían convulsivamente de la risa y se sintió indignada. Bien, ella ya sabía que su camisón no era lo más sexy del mundo pero tampoco era para tanto, con lo cómodo y calentito que era... Cuando oyó las carcajadas de Draco se enfureció con él de verdad.
- ¿Qué es tan divertido si puede saberse? – preguntó entre dientes.
- ¡Tú! – dijo él, y siguió con su ataque de risa cuando ella sacó sus zapatillas de debajo de la cama y se las calzó. No fue la mejor idea porque unos conejitos rosas en sus pies no contribuían a mejorar su aspecto. Lo comporbó cuando él casi se cayó de la repisa vencido por un nuevo acceso de carcajadas.
- ¡Bueno, qué pasa! – gritó enfurecida - ¡Me lo compra mi madre, vale!
- Eso espero – dijo él limpiándose las lágrimas – Oh, dios, ¡mi reino por una cámara de fotos! – exclamó. Soltó algunas risillas más al mirarla pero poco a poco consiguió calmarse.
Hermione se quedó callada mirándole impresionada porque había soltado una frase muy muggle. Se preguntó por primera vez sin Draco no estaría más familiarizado con el mundo no-mágico de lo que había pensado. Se preguntó si habría leído a Shakespeare.
- ¿Qué haces todavía aquí? – quiso saber. Se había dado cuenta de que estaba completamente vestido. No pudo dejar de fijarse que los botones de su camisa parecían haber saltado una vez más y recordó el acontecimiento con cierta vergüenza.
Además, Draco Malfoy, sentado al lado de la ventana por la que empezaba a filtrarse la luz del amanecer, con la camisa abierta, los ojos brillando de diversión y el cigarrillo prendido en sus largos dedos envolviéndolo en humo... Bufff, digamos que sus hormonas no reaccionaban precisamente en contra de esa imagen. La luz anaranjada jugueteaba con el color marfil de su pelo y daba a sus ojos el aspecto de un par de hogueras encendidas. Aún tenía media sonrisa adornándole los labios y se veía peligrosamente atractivo. Demasiado para su corduda a decir verdad.
- Te he traído el desayuno – dijo él señalándole la cesta sobre la mesilla de noche. Se llevó el cigarro a los labios y le dio una calada. Draco tenía una manera de fumar, observó la chica, muy a lo Humphrey Bogart.
Eso la llevó a pensar de manera involuntaria en "Casablanca" y se dijo con ironía "De todas las habitaciones del mundo, él tuvo que entrar en la mía" mientras de lejos le parecía oir la canción de la pélicula. ¿Draco habria visto esa cinta? Lo dudaba bastante. Y también dudaba de sus palabras, ¿Malfoy trayéndole el desayuno? ¿A santo de qué?
Se acercó a la cesta con cautela y la destapó. Dulces y más dulces se amontonaban unos sobre otros, de chocolate, fresa, calabaza, crema... Un par de botes de zumo de calabaza y café descansaban a un lado. Hermione alzó una ceja.
- ¿Todo esto para mí? – preguntó sorprendida y un poco desconfiada. Draco bajó de su puesto de observación tirando en cigarrillo por la ventana entreabierta y se acercó a ella.
- Para los dos. Aún no he probado bocado – mintió admirablemente. No era cuestión de confesarle a la chica que se había atiborrado de dulces hacía menos de una hora pero que aún le seguían apeteciendo porque era un adicto al azúcar. La filosofía que le enseñaba su padre decía un un Malfoy no tenía debilidades. Su propia filosofía decía que eso era lo que debían creer los demás.
Cogió la cesta y la volvió a llevar junto a la ventana. En la repisa había sitio para que se sentasen ambos aunque Hermione lo hizo con algo de reticencia. Era demasiado... romántico desayunar con él mirando el paisaje nevado y viendo el amanecer. Aún así se acomodó sobre unos cojines que nunca había visto y miró burlona al chico.
- Demasiado pedir que un Malfoy se helase el trasero sentándose sobre la piedra, ¿verdad?
- No tiene sentido estar incómodo si puedes remediarlo – dijo él encogiéndose de hombros. Le divertía que ella no hubiera dicho nada del color del mullido almohadon en el que descansaban sus posaderas. Estaba seguro de que se había dado cuenta de lo típicamente Slytherin que era.
Hermione cogió un pastelillo de chocolate y prácticamente lo devoró en dos bocados. Draco la observó admirado, no porque hubiera demostrado que podía ser pariente lejano de Crabbe y Goyle por su manera de engullir la comida. Tampoco porque masticar debía ser difícil con los carrillos llenos a rebosar, sino porque era la primera, de todas las chicas que conocía, que se atrevía a hacer algo así delante de él. La mayoría de sus conquistas se habrían limitado a dar pequeños bocaditos al dulce o (algo que odiaba porfundamente) pellizcar trocitos con la punta de los dedos para llevárselos a la boca con delicadeza.
Hermione no era así. A ella no le importaba lo que él pensase de ella. Ese horrible saco al que llamaba camisón, las infantiles zapatillas... Nada de eso se lo hubiera puesto una chica normal delante del chico con el que había pasado la noche. Mejor dicho, nadie se hubiera puesto esas cosas por nada del mundo. Y allí estaba ella, con una mejilla manchada de azucar y tragando su tercer pastelillo, intentando que la crema del relleno no se le escurriese por la comisura de la boca.
Hermione bebió un poco de zumo de calabaza y al dejar el bote se dio cuenta de que Malfoy la estaba mirando fijamente desde hacía un rato.
- ¿Qué pasa? – preguntó extrañada. Se sobresaltó cuando la mano de él le rozó la mejilla de imporviso.
- Te has manchado – murmuró él mientras parecía acariciarla con las yemas de los dedos. Hermione creyó haber respondido algo muy inteligente, muy indiferente y un poco desdeñoso sobre su gesto, pero vino a decir algo parecido a "Hummm". La sensación de los dedos calientes de él sobre su mejilla ardiendo servía para estremecerla entera. Deseó que aquel contacto terminase, racionalmente claro. Pero su parte racional no tenía el control en esos momentos porque se limitó a quedarse allí, quieta, dejándolo hacer, disfrutando con ese simple roce más de lo que jamás hubiera creído posible.
Los gráciles dedos de Draco se deslizaron sobre la piel apartado el azucar. No pudo dejar de admirar su suavidad, y mucho después de que la mejilla hubiera sido limpiada por completo él seguía allí, acariciándola con lentitud, deslizando las puntas de los dedos por su mandíbula, tocando levemente sus labios entreabiertos, observando en sus ojos castaños el efecto que este acto tenía sobre ella. Sentía su cálido aliento rozándole los nudillos. Al deslizar el pulgar por su labio inferior la chica gimió quedamente y cerró los ojos, abandonándose a las sensaciones. Sin saber por qué, esto lo conmovió profundamente, haciéndole temblar ligeramente al inclinarse hacia delante, al acercarse a ella.
Se demoró un momento respirando el perfume que emanaba y su otra mano subió hasta tocar los mechones castaños que le caían sobre los ojos. Probó esos labios de fresa con su lengua, deslizándola por el contorno, arranchando un nuevo gemido y haciendo acelerar las respiraciones de ambos. Enmarcó el rostro de la chica entre sus manos, retirándole el pelo un poco hacia atrás para verla bien, para poder mirar sus párpados cerrados, sus pestañas espesas, sus bonitas cejas... Para recordar cada detalle que pudiese de aquél momento mágico.
Posó sus labios sobre aquellos que anhelaba perdiéndose un momento en ese contacto. Aventuró tímidamente la lengua, pidiendo su permiso para profundizar el beso. Hermione entreabrió los labios y le recibió con su propia lengua, probando su sabor, succionando suavemente, acariciando, explorando, perdiéndose en su calor, sintiendo que aquello era lo mejor que había experimentado nunca. Alegrándose de que fuera él quien la besaba de esa manera haciéndole sentir que lo demás ya no importaba, que lo único que valía la pena en ese momento estaba en sus labios, sobre su lengua, en ese aroma que la rodeaba, en esa presencia que la reclamaba por completo, en las manos sobre sus mejillas, en el pelo platino, los ojos grises, el contacto suave y ese minuto perfecto en que estaba conociendo el sentido de la felicidad.
Ojalá no tuviese que terminar. Nunca volvería a haber un momento semejante. Pero él se retiró de su boca, alejándose sólo unos centímetros que parecían todo un abismo entre ellos, mirándola intensamente. Ojalá no necesitasen respirar. Ojalá ese momento fugaz hubiera podido convertirse en eterno. Ojalá supiera qué sentir ahora.
Estaba confundida, muy confundida. Sabía que podía enamorarse de él por un beso.
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Post-Data.- en serio que me ha costado mucho, alguna vez pensasteis que podía alargar tantísimo un simple gesto? Esque esto de decir las cosas rapidito no es lo mismo, tengo tendencia a d i l a t a r l o todo.
Creo que me ha quedado un poquito exagerado pero sabeis?, me da igual!!!!
