Hola a todo el mundo!!!

Una aclaración. Después de ver la "Liga de linchamiento a Justin" me sentí realmente mal por el pobre chico y a última hora decidí darle una pequeña oportunidad (muy pequeña). No me gusta que consideréis que los personajes son malos por que sí, así que decidí darle una justificación al pobre Justin y de paso explicar el incidente del ventanal ya que causó tanto revuelo, jejeje.

Aviso importante, Draco mínimo hoy, que lo sepáis. Este es capítulo "En la mente de Skye" porque ya era hora de decir algunas cosillas sobre ella que después... bueno, ya lo veréis.

Ahora, reviews

Itania , ya se encontrarám, impaciente. No puedo estar todo el rato haciéndolos encontrarse (y describir escenas sexuales cada dos por tres) porque también me apetece hacer otras cosillas, pero todo se andará.

GaBrIeLa, Ala, peazo review!!! Pues es una canción de un grupillo llamado Village People que se vestían cada uno de una cosa: estaba el vaquero, el indio, el policía, el motero... vamos, mu gays todos y la canción era algo como "Macho, macho man, I gotta be a macho man, Macho macho man, I gotta be a macho" Bueno, que si vas en plan de juerga y contentilla (véase, borracha perdida) te alegras un montón cuando la ponen porque puedes ir haciendo el cabra por ahí. Sí, habrá escenita Draco/Blaisey puede que sea, según como me lo monte, en dos o tres capítulos. Esque lo que no entiendo es como puede estar Cho en la lista, con lo gorda que me cae la tía!!! No, no, no, para nada, Draco es escorpio total, y si no pues aquí lo es!!! Entonces tu hermana tiene ascendente escorpio (todo sea por llevar la razón, jejeje) Ya, pero esque se hacía demadiado largo poner más diario y como creí que os aburriríais mil pues lo acorté antes de irme más por los cerros de Úbeda. Sí, Draco se va a hacer mortífago (para mayor información al respecto dirigirse al capítulo 11) bueno, mejor decir que Draco SE QUIERE hacer mortífago. Bueno, no sé si será coherente pero en su misma situación yo ya habría matado a Ginny y me habría deshecho de su cadáver... En este fic sí, Snape es muy "partidista" porque puede serlo, solo hay que ver cómo se porta con Harry en los libros... Anda, ahora todo el mundo se preocupa por Florence... pues os quedáis sin saberlo!!! No. El capítulo fue muy malo y muy apresurado y pido perdón por ello, tal vez lo retoque algún día pero me dá tanta vaguería hacerlo... Soy de Valencia, España. (pues menos mal que se quedó a la mitad...)

Lady_MoonLight, aquí está la continuación, gracias por seguirlo y dejar mensaje. Besitos a ti tb.

Aislinn , ja, ahora otra que se peocupa por Florence... aviso que no es tanto como imagináis, al final os decepcionaréis con su secreto, pero bueno, por crear expectación que no quede, jejeje. Besitos.

Nessa Faelivrin, pobrecico mio!!! A ver, que tampoco le han roto un brazo ni nada de eso (si llego a hacerlo me lincháis!!!) Pues hoy he tardado más para romperte los esquemas, jejeje. No ha sido intencionado, que conste. Este capi si que no es divertido, y al que diga lo contrario ya no sé qué más decirle, la verdad... Besitos Natalia!!!

vicu-malfoy, sí, habrá Blaise/Draco, no me puedo resistir a hacerlo, aunque no sé como quedará. Lo que están es desesperadas que viene a ser casi lo mismo. Sobre la reacción de Draco... confiáis mucho en que Hermione actue como una buena Gryffindor y no se acojone cuando llegue el momento de la verdad? Y bueno, si Hermione termina convertida en un montoncito de polvo alguien tendrá que consolar a Draco, y quien mejor que Blaise????

Bulmi, pues si te digo un secreto yo creo que TODOS sois unos pelotas, pero bueno... jejeje. Me alegro que te gustasen los capítulos. Este me temo que te va a decepcionar porque es casi todo Skye, así que al que le caiga mal lo siento mucho!!!

Piperfiction, ya veremos, ya veremos... Que Justin aún tiene cosas que hacer y me han pedido por ahí que haga sufrir a Draco... jejeje, pero que cabrona que soy por Dior (Cristian Dior, por supuesto)

DarkHermG, se ha inaugurado el segundo concurso del review más largo? Estoy intrigada, qué se da de premio? Me vas a hacer confesarlo en público. Bueno, pues tengo 22 añitos (como duele!!!) pero me siento como si tuviera 12!!! (y me comporto igual, jejeje) Esque es verdad, a ver con cual de los dos se queda, si el mejor partido es Draco, aunque sea cabrón y mortífago, pero al menos es un encanto!!! Lucius y Snape? Verás, yo creo que si Lucius estuviera en contra de Severus realmente haría mucho tiempo que lo hubiera hecho tirar de Hogwarts y Dumbledore no hubiera podido hacer nada porq ue quién quiere que un exmortífago le dé clase a sus hijos? Los mortis no por mal ejemplo y el resto tampoco por el plus de peligrosidad (además que el niño te hace mál los deberes y el profe la manda un Avada) Siii, soy crueeeel (y me encanta serlo, para qué negarlo) yo no sé si Herm va a ser tan valiente como pensáis... No, Skye no va a ser mortífaga, o al menos no tiene intenciones de serlo, pero sabrás más de eso en este capítulo (por cierto, que eres la única que me ha preguntado por ella) Jajaja, pobre Justin!!! Me está dando una penita, estoy pensando en incluir un poquito de Justin para ver si se os baja el odio, aunque no sé si algo lo hará... JAJAJA, puede que sí y puede que no, no creerás que te voy a contestar verdad? Propaganda? Ays, que vergüenza!!! Que alguien vea el título y entre y lo lea por curiosidad vale... pero que alguien vaya haciendo propaganda por ahí haciendo parecer que esto es interesante o algo... no, si te agradezco el review, no es crítica, es que de repente aparecen mensajes mogollónicos a mansalva y una se acojona un poquito al verlos así de frente (que yo no soy de Gryffindor, soy Sly hasta la médula) Besitos.

Noelia, pues a mí la pelea me pareció muy floja, no es lo que hubiera querido pero así quedó. Y Hermione... bueno, con callarse la boquita ya no tiene que mentirle a Draco, no? Y Snape, también me quedó muy flojo, pero bueno, que le vamos a hacer, ahora ya no tiene remedio. Aquí tienes el siguiente capi. Saluditos.

Isis, si es lo que queréis siempre: sexo, situaciones absurdas, Draco desnudo, sexo, sandre mil, más sexo... jejeje, yo de ti no me comería demasiado la cabeza con ella, olvidala por el momento, ok? Gracias por dejarlo pasar... Amí mal que me pese me acierta mucho en cuestión de personalidad aunque esas chorradas del horóscopo diario no hay quien se las trague, no me dice siempre que ese dia voy a ligar? Donde estan mis ligues, a ver? Tan timidos son que no se dejan ver? Sí, habrá Draco/Blaise, más adelante, aún no, avisaré antes para que las mentes sensibles y los ojos impresionables no pasen sobre esas impías palabras... (uys, quedó muy religioso, no?)

Prongsy, que dolor de ojos!!! Al menos espero que lo leyeras en letra grande, y que rayadura de cabeza!!! Leer diez capítulos de mis desvaríos es para dañar permanentemente a cualquiera... (no me responsabilizo de efectos secundarios) Bueno, yo consiero que este fie es totalmente Draco, al resto de personajes le presto muy poca atención y tengo la impresión de que siempre tengo que nombrarlo por algún lado aún cuando no está en escena... Aquí tienes el siguiente capi, yo no sé si te va a gusta, pero allá va. Besitos.

Laura , me encanta que te encante que me encante que te encante esta historia? Te perdiste? Creo que yo también... No te lo voy a contar, jejeje. Aquí tienes la explicación del ventanal, que no fue fallo pero que debería haber explicado antes para que no os rayáseis con eso. Besitos a ti tb.

Jenny Anderson, siento decepcionarte, hoy no habrá confesión de Hermione, este es capítulo de Skye porque me apetecía mucho darle un poquitito de protagonismo. La escena de la pelea me quedó pobre, tenía que haber sido más de golpes bajos y tal, pero bueno. Gracias por el mensaje, intentaré actualizar más pronto la próxima vez.

Earwen Eressea, Diorrrrr, 16 capítulos de una tacada!!! Tu estás mal??? No sabes que te puede afectar hacer cosas como esa??? Que yo no estoy cuerda y escribo irracionalidades varias, algo se te puede pegar!!! Te entiendo, te entiendo, a mí me pasa lo mismo, seremos una obsesas? Bueno, y si lo somos, qué pasa??? Ginny está ahí porque no me apetecía crear otro personaje nuevo y porque poner a Harry con Cho me parecía aberrante (me cae aún más gorda que Ginny, fijate tú) Aunque no sé si lo habrás fijado, pero Harry no puede salir menos. Sí, Skye también es un poquito como yo (y de ahí que Draco y ella sean tan parecidos, porque Draco también es un poco yo) Sí mi Blaise, que mono que es!!! Y Justin... Me parecía tan bueno como malo como cualquiera. Aunque malo, malo tampoco es... de momento. Pansy aún tiene que salir por ahí, aún no se ha enterado de las actividades de Draco... Sí, lo de la hermana está ahí por algo, ya os enteraréis. Ah, el secreto de Florence, luego me pegaréis porque fuera algo tan simple!!! O no es tan simple? Pues no sé, es que como yo ya sé cual es el secretito... Pues aaaaala, no diré nada de ahora en adelaaaante.... Besitos.

Katy Malfoy, aquí está el capi siguiente, siento no haber podido actualizar antes... Suerte a ti tb.

Karmein Metallium Ul Copt, ajá, alguien que se acuerda de la página del diario... una muy buena pregunta la tuya... que no contestaré, jejeje. Ya he visto que los capis de revelaciones (y sexo y Draco en plan encantador al máximo) tienen buena acogida. Este tb es de revelaciones... pero sobre Skye, espero que no te aburra. Siento que no fuera más largo, intentaré que le próximo lo sea. Besitos Mil!!!

tom4eva, mmm, esque yo no me imagino a Draco como el actor de la película. Me lo imagino 100 veces más mono (no te ofendas) A mí no me parece que porque un tío se acueste con otro vaya a ser menos "macho" o porque una tía se acueste con otra tía vaya a ser más "machota", no ´se, es mi punto de vista y cada uno tiene el suyo. No si a Ginny enseguida la voy a dejar a un lado, ahora la estaba usando porque me era útil y aún hará un par de cosillas, pero ella y Harry se irán un tiempo de vacaciones al "país de los personajes olvidados" para que no estorben, jejeje. No te peocupes, avisaré (también por las demás para que cojan toallas y esas cosas, jejeje) Besitos.

Arwen Black, mi nueva qué? Es como una especie de mánager? Jejeje, sí, odio a Draco maltratado y or eso este fic, en el que hace lo que le sale de los güebos!!! Draco no va a cambiar de manera de pensar rápido... ni siquiera puedo prometer que cambiará lento, puede que no cambie en absoluto (que es lo que me gustaría) Sí, Lucius saldrá en un futuro. A mí Lucius me gusta mucho y no pienso dejarlo de lado por nada. Snape... esque ahora mismo no es posible que salga, pero más adelante sí que hará su aparición (ondeando la capa negra con gesto teatral, por supuesto) A mí Narcisa me la trae bien floja, la verdad y no pienso prestarle demasiada atención, pero dos de tres, no te quejarás!!! Besitos.

Joder, cuanto review!!! Me parece que me he perdido Urgencias, SNIF, bueno, todo sea por mi público, ¡¡¡que me habéis hecho superar los 150 reviews!!! (tengo 152, juljul) ¡os quiero mucho!, ¡sois geniales!, ¡siempre os gusta todo lo que pongo!, ¡que buena gente!, BUAAAA

Estoooo, mejor vamos con el capítulo, ok?


VACACIONES DE NAVIDAD

Cap. 17

JUSTIN

Justin Finch-Fletchley había oído todos los rumores que circulaban por el castillo. Sabía que Hermione Granger, SU Hermione, se había acostado con ese repugnante Sly que todas las chicas (y muchos chicos) consideraban atractivo. ¿Pero qué tenía ese Malfoy que no tuvera él? No podía entenderlo, la chica siempre había sido el blanco de los insultos del rubio, él siempre le había mostrado su desprecio y odiaba con todas sus fuerzas todo lo que ella representaba: era una sangre sucia además de una Gryffindor. ¿Cómo pudo Hermione entregarse a él? ¿Acaso la atracción física podía más que todo eso?

Justin estaba enamorado de ella. ¿Y cómo no estarlo? No era bonita, todo el mundo lo sabía, hasta ella, hasta él. Pero era la persona más inteligente, noble, dulce, simpática... Si tenía que poner por escrito todo lo que Hermione representaba para él no terminaría nunca de escribir, seguramente gastaría toda la tinta del mundo antes de empezar siquiera a expresarlo.

Justin se había fijado en ella en el baile del torneo de los tres magos. Sí, sabía que todo el mundo se había fijado en ella entonces, pero no podía evitar que su mente volviera una y otra vez a ese baile en el que la había visto tan bella... Pero entonces estaba con Krum. Las malas lenguas la habían juntado también con Harry en ese año, publicando en prensa cosas horribles, pero Justin no lo había creído. Se había fijado en Potter y vió que él no le prestaba atención a la chica. En cambio a Weasley solo le faltaba babear cada vez que la miraba.

En quinto año Potter cambió su actitud y empezó a mirarla de manera distinta. A Justin se lo comían los celos, no sólo el pelirrojo iba tras ella ahora, sino también el chico más famoso de todo Hogwarts y ambos eran sus mejores amigos. Seguramente Hermione ni siquiera se percató del intento de acercamiento del Hufflepuff, ocupada como estaba en huir de sus eternos acompañantes que competían por ella constantemente. Justin siempre pensó que de perderla sería por culpa de uno de los dos Gryffindors, nunca se le pasó por la cabeza que una maldita serpiente fuera a quitarle el puesto.

¿Cómo podía Hermione haberse fijado en él? Creía a la chica más inteligente que todo eso, más inteligente que el resto de estudiantes que cambiaban su expresión a una embobada siempre que Malfoy estaba cerca. Pero ella... Después que le contaron el sonado incidente en clase de pociones Justin supo que no podía esperar a que Hermione se fijase en él, pues eso nunca ocurriría. Lo único que se le ocurrió para librarse de su obsesión por ella fue conseguirla, saciarse de su cuerpo y olvidarla de una vez. Pero todo se torció con la llegada de ese Sly. ¡Maldición, maldición, maldición! Mientras él hacía el trabajo sucio el odioso Malfoy se llevaba el premio. ¡Como lo odiaba!

Tenía que reconocer que Hermione no había cooperado demasiado con él. Parecía repugnarle la idea de acostarse con el hufflepuff, parecía disgustarle incluso su contacto. Eso hacía añicos su ego que, había que reconocerlo, ya se había visto bastante afectado, lo suficiente para recurrir a pociones amorosas.

Lo que menos le gustaba de todo el asunto era que Malfoy la haría sufrir. Para él la chica de sus sueños no era más que un juguete y la dejaría de lado en cuanto se cansara de ella. Y Hermione no lo veía. ¿No queria verlo o no podía hacerlo? No lo sabía. ¿Acaso Malfoy era distinto con ella de puertas adentro? Pero eso era imposible, ella era una sangre sucia y él un futuro mortífago, ¿por qué Hermione no reconocía que estar con el rubio era un error? ¡El la haría daño! Y Justin sentía la rabia hirviendo en su interior porque la chica se comportaba de una manera que nunca hubiera creído en ella. El ver cómo se arrojaba en brazos de Malfoy delante de todo el mundo en el Gran Comedor lo había superado. Hermione no era tan especial como había pensado. Era igual a todas. Le perdió todo el respeto que le había tenido hasta entonces pero, cosa rara, aún seguía deseándola como antes, más que nunca incluso.

Tenái que tenerla, ¡tenía que tenerla! Sólo así podría sacársela de la cabeza. Por su culpa y la de Malfoy había estado a punto de ser expulsado. Solo por la intervención de Sprout, para quien Justin era su alumno predilecto, le había salvado.

Y la pelea con Malfoy había sido lo peor que le pudo ocurrir. Después de destrozar el ventanal (había sido el Sly, porque fue su hechizo el que provocó todo el desastre) el rubio había salido corriendo dejándolo rodeado de cristales. ¿Por qué tanta prisa? Justin había tenido el tiempo justo de reparar el destrozo con un hechizo cuando oyó pasos apresurados acercándose al lugar.

¿Qué por qué tanta prisa? Pues porque el despacho de Snape quedaba demasiado cerca del pasillo en el que se habían encontado. El adusto profesor, atraído por el estrépito, estuvo allí en menos de un minuto taladrando a Justin con la mirada, quien deseó haber sido tan listo (o cobarde) como Malfoy para salir corriendo sin mirar atrás. Total, cualquiera podía reparar el ventanal, ¿no?

Castigo extra para el Hufflepuff, que a pesar de haber tenido el placer de delatar al rubio Sly sufrió consternado el desprecio del profesor de pociones cuando le quitó puntos extra a su casa por ser un "maldito delator". Se lo tenía merecido por creer que Snape levantaría un dedo contra su chico de oro.

Ahora, con dos castigos pendientes que prometían ser eternos, el tiempo que podía emplear para hacerse con Hermione era bastante reducido. Y era claro que ni Snape ni McGonagall le iban a quitar la vista de encima. Sprout estaba tremendamente decepcionada con él y lo miraba con reproche y Hermione ya estaba más que avisada sobre sus intenciones. Y él había sido tan estúpido de confesar a Malfoy que aún andaba detrás de ella. ¿Cuánto tardaria el rubio en contárselo? Seguro que lo tardase en encontrarla. Y se aprovecharía de sus heridas para despertar la compasión en ella. Imaginar a Hermione cuidando tiernamente de Malfoy mientras éste despotricaba a placer contra Justin, haciendo que la chica le tomase aún más manía le hacía hervir la sangre. Eso y que se hubiera librado del castigo por el ventanal le revolvía las tripas y despertaban un odio cerval contra el Sly.

¡Maldita sea! ¿Por qué a Malfoy le salía todo bien mientras que a él le salía tan mal?

SKYE

Ella estaba quieta y el mundo giraba a velocidad vertiginosa a su alrededor. Lo que más odiaba de beber era cuando ese persistente mareo venía a acompañarla y le provocaba la inevitable nausea que la hacía correr hacia el cuarto de baño.

Skye se inclinó hacia delante para refrescarse la cara con el agua recogida en el cuenco de las manos. Suspiró asqueada. Odiaba sentirse así. Se aclaró la boca y escupió en el lavabo. Menudo asco, había vomitado mucho más de lo que recordaba haber comido. ¿Es que ya no sabía ni beber?

Ultimamente, lo notaba, no estaba en forma. Sus pesadillas habían vuelto para atormentarla, como ocurría de cuando en cuando, en sus épocas más tranquilas. Puede que fueran provocadas esta vez por la navidad. Esa época regada de sentimentalismos y veladas hogareñas le hacían recordar su casa y no era algo que deseara hacer.

No era que odiase a su familia. Al contario, deseaba ver a su madre, no podía evitar hecharla de menos, pero sus abuelos eran otro cantar. A pesar de que su madre siempre lo habia negado, Skye sabía que la odiaban. Sólo había que ver la manera en la que la trataban. Y ellos precisamente eran la causa de sus pesadillas. Aunque quizás sea mejor empezar a contar las cosas por el principio.

Meriel Macallister era hija única de un ex-auror retirado por invalidez y de su esposa, una eminenente estilista del mundo mágico. Todo el que tenía dinero o clase conocía el establecimiento situado en una de las calles más elegantes de Bainbridge Place, un pueblo enteramente mágico cercano a Dublín.

Su abuelo, Harold Mcallister había sido un famoso auror de la época negra de Voldemort. Había considerado muy justa la comanda de matar primero y preguntar después, pues habiendo sido un hombre rígido y en ocasiones despótico no podía tolerar en manera alguna el caos que reinaba en el mundo mágico. Skye tenía la sospecha de que le frustró mucho el echo de que Harry Potter dejase fuera de circulación a Voldemort durante tanto tiempo, eso había significado que la "licencia para matar" se cancelaba supuestamente por siempre. Aún así, Harol Macallister había sido abatido mucho antes de eso. En un encontronazo con un grupo de mortífagos quedó malherido y la ayuda tardó demasiado en llegar. Eso le valió quedar confinado a una silla de ruedas de por vida. A Skye de niña le impresionaba mucho ver a su abuelo. Era un enérgico personaje al que le faltaban las piernas que se dedicaba a mirarla con el ceño fruncido como si esperase lo peor de ella. Skye solía soñar por las noches que a ese hombre le crecían unas horribles piernas delgadas como palos y la perseguía por toda la casa acusándola de todo tipo de barbaridades imposibles.

Meriel, su madre, había estudiado en Hogwarts sus siete años de rigor. Skye estaba absolutamente segura de ésta información, pero después de que acabase sus estudios todo se volvía confuso. ¿Cómo había conocido a su padre? Skye no lo sabía. Meriel le había contado que su padre, Jack Hidden, había cursado en Durmstang sus estudios mágicos y, según contaba, se había convertido en auror. Según sus abuelos (que nunca se perdonarían haber dejado que Meriel marchara a Hogwarts) Jack Hidden, nombre que pronunciaban con evidente desprecio, había sido un mortífago. A espaldas de su madre siempre le decían a Skye que estaban convencidos de que ella seguiría los pasos de su padre y se pasaría al lado oscuro.

- Has salido a él – solían decirle, sobre todo su abuela - . Ese pelo negro no es de nuestra familia. ¡Serás una mortífaga como el bastardo de tu padre! Y un día vendrá a buscarte para que continúes su labor. ¡El diablo te ronda!

A Skye le intrigaban y horrorizaban esas palabras. ¿Significaban acaso que su padre estaba vivo? Según Meriel, Jack Hidden había muerto asesinado por un mortífago, pero eso no tenía manera de averiguarlo, ¿verdad? Bien podía ser mentira, así como podían haber mentido sus abuelos. Sin embargo sospechaba que no lo habían hecho, y eso se reflejó en sus sueños, en los que un oscuro hombre de pelo negro venía a buscarla para que pusieran esa horrible marca en su brazo y encadenara su alma por siempre.

Algo de cierto debía haber en toda aquella historia, sino ¿por qué sus abuelos la odiaban tanto? Solían llamarla "mala semilla" cuando su madre no estaba cerca. Meriel, a pesar de que su hija había intentado contárselo varias veces, no hacía caso de sus comentarios. Después de todo era imposible que sus padres odiasen a su hija, era del todo absurdo. Delante de ella siempre se habían portado bien con la niña, si bien un poco fríos, pero nunca habían demostrado ante sus ojos animadversión hacia ella. Sin duda eran imaginaciones de Skye.

Meriel empezó a preocuparse por el tema cuando su hija decidió que prefería pasar el día con ella en el centro de belleza en lugar de quedarse en casa con sus abuelos. Skye no se despegaba de sus faldas cuando ellos estaban cerca y los miraba aterrorizada desde el otro lado de la estancia. Como consecuencia Meriel permitió que su hija merodease entre las clientas que acudían a arreglarse el cabello y a mejorar su aspecto físico en general. Gracias a esto Skye conocía a la mayoría de las mujeres importantes de Dublín y alrededores. El centro tenía tanta fama que incluso gente de otros países acudían a él. Y fue así como conocío a Narcisa Malfoy, pero esa es otra historia.

El establecimiento era realmente grande. Abarcaba tres plantas de máximo lujo que incluía balneario de aguas termales, saunas naturales, cámaras de bronceado, peluqueros, esteticistas, hechiceros expertos en la modelación corporal... Meriel casi lo único que hacía era rondar por el lugar entablando conversación con todo el mundo, pues tenía a casi cincuenta personas encargándose de las instalaciones y las clientas que no necesitaban de su supervisión. Así solo había que asegurarde que de todos estaban contentos y bien atendidos. Sin embargo Skye pronto se interesó por todo cuanto ofrecía el lugar y aprendió el arte de la peluquería con tal maestría que con ocho años muchas de las clientas pedían ser atendidas exclusivamente por ella. A Skye le encantaba estar allí. Para ella trabajar en el pelo de alguna de las mujeres más ricas del mundo mágico era como hacer un castillo de arena, se divertía y experimentaba libremente con ellas, pues hiciera lo que hiciese esas mujeres siempre quedaban encantadas por su labor. Ahora, con quince años sabía que no quería dedicarse a ese trabajo, pero reconocía que no se le daba mal. Si se empeñaba podía ser la más famosa estilista del mundo mágico, pero no quería dedicarse a ello, por mucho que reconociera que el centro de belleza era una envidiable fuente de dinero.

Lo que Skye verdaderamente ansiaba, por encima de todo, era convertirse en aurora, puede que para demostrar a sus abuelos que se habían equivocado por completo con ella. Este objetivo estaba seguido muy de cerca por el de convertirse en animaga. Sabía que era ambicionar mucho, pero no podía evitar desearlo con todas sus fuerzas. Tal vez fuera ésta la causa de que el sombrero seleccionador la pusiera en Slytherin en lugar de Ravenclaw, como su madre.

Por supuesto sus abuelos se regocijaron con ello, no por nada Slytherin era considerada la casa de los magos oscuros. Skye estuvo muy deprimida por mucho tiempo por haber quedado en esa casa. Claro que todas sus preocupaciones quedaron olvidadas cuando conoció a alguien que cambió su vida para siempre: Severus Snape.

Snape ni se habría fijado en ella, seguro, de no haber despuntado muy pronto como un genio en pociones. Pareció cogerle un gran aprecio a partir de su segunda clase con ella, y parecía quedarse mirándola muy amenudo, con los ojos entrecerrados en señal de concentración, como si intentase ubicarla en algún lugar. Skye le había visto mirarla así muchas veces, y en sus locas fantasías de niña imaginaba que en la clase siguiente él la llamaría aparte para decirle que había descubierto que era su hija. Aún ahora no lo hubiera considerado descabellado. Snape daba muy bien el tipo de mortífago, y según Draco le había contado lo había sido realmente aunque había renegado de sus antiguos ideales convirtiéndose en traidor.

Se notaba en el tono de voz de Malfoy que le admiraba profundamente por esto. Y cómo podía ser de otro modo si se había revelado en el máximo explendor del Señor Tenebroso y se había puesto al frente de la casa con mayor número de futuros mortífagos de Hogwarts. Mantenía a raya a todos sus alumnos con una sola mirada y todos le tenían el máximo respeto.

Para Skye descubrir ser hija de Snape haría encajar muchas piezas de su vida. Hija de mortífago, heredando su pelo negro y su talento en pociones, la extraña ternura que él le dedicaba... Sin duda debía de recordarle a su madre, no por nada se parecía extraordinariamente a Meriel, aunque ésta tenía el pelo cobrizo y los ojos castaños.

Snape se había llevado una gran alegría cuando se enteró del noviazgo de Skye con Malfoy, sus dos alumnos predilectos. Seguro que fantaseaba con el genio en pociones que surgiría de la union de ambos. Tampoco hubiera visto con malos ojos que se hubiera juntado con Stan Adams, otro de los alumnos aventajados en esta materia, según había dejado caer como por casualidad cuando la chica le anunció que su relación con Draco había terminado. Skye tenía la confianza suficiente con su profesor para hablar de esos temas. En realidad lo consideraba como su padre y él la trataba como su hija, como se demostró en su segundo curso, cuando aparecieron los dementores y sus miedos y torturas mentales se hicieron peores, más intensos y frecuentes. Snape se preocupó seriamente por su estado de salud y cuando ella le confesó sus horribles sueños se encargó de prepararle él personalmente pociones para dormir sin soñar. Skye agradeció infinitamente su gesto, aún cuando se convirtió en algo sin sentido al cabo de un tiempo, pues ya no le hacía falta estar dormida para sufrir pesadillas. Su estado se hizo tan evidente, perdiendo peso, apetito, atención y energía, que la enfermera recomendó que pasara una temporada en su casa. Sin embargo Meriel se negó a ello. Llegó hasta Hogwarts expresamente para hablar con Dumbledore y (lo que Skye había esperado con ansias) con Snape.

Según la chica había sospechado, aunque Snape no sabía de quíen era hija Skye (después de todo su apellido era Hidden) le había recordado lo suficiente a su madre para hacerse una idea de quién podía ser su progenitora. Al parecer habían estudiado juntos en su época escolar y se habían conocido bastante bien. Charlaban amigablemente y puede que fueran imaginaciones suyas, pero Skye podría jurar haber visto que se miraban con algo más que amistad mutua.

Pero como íbamos diciendo, Meriel se negó totamente a llevarse a su hija a casa. El tema la desesperaba y la ponía más nerviosa de lo que debería. Decía que ni siquiera debía haber ido hasta allí para aquello y aunque estas conversaciones las mantenían en secreto, a puerta cerrada, lejos de los oídos de Skye, la chica pudo reconocer que algo asustaba mucho a su madre. Después de una de estas reuniones Skye se encontró con Dumbledore y Snape para que discutieran si prefería quedarse en el castillo o volver con su madre. Vio en los ojos de ambos hombres una mirada asombrada y un poco temerosa, no de ella sino por ella. Se preguntó qué diablos les habría contado su madre para que la mirasen así.

Por supuesto se quedó en Hogwarts. Los dementores no estaban lo suficientemente cerca la mayor parte del tiempo para afectarla demasiado y de alguna manera sabía que sus pesadillas se harían peores estando cerca de sus abuelos.

Cuando el fugitivo Sirius Black, por culpa del que los dementores rondaban por Hogwarts, hizo su aparición en la torre de Gryffindor dando un susto de muerte a todos los profesores y alumnos Meriel escribió a su hija para casi ordenarle volver a casa de inmediato. Skye, aconsejada por Snape, decidió hacer caso a su madre y pasó una corta temporada con su familia, pero al poco tiempo volvió al colegio más asustada que nunca. Su madre parecía querer protegerla de algo en Hogwarts, pero sus abuelos estaban muy contentos por alguna razón y no paraban de decirle que el diablo la buscaba. Skye volvió al colegio asqueada por el fanatismo visto en sus rostros.

Ahora, mirándose en el espejo del cuarto de baño de Draco, con la cabeza dándole vueltas y los ojos nublados por la lágrimas, creyó oir de nuevo la voz de su abuela: "El diablo te ronda, serás una buena mortífaga"

¿Por qué esas palabras, o el tono de odio en el que eran dichas, le causaban tanta conmoción? Se sentía sola, muy sola, y desprotegida. Se dejó resbalar poco a poco hasta el frío suelo de baldosines aún salpicado por el agua del baño de Draco. Intentó recuperar la serenidad, pero a cada bocanada de aire volvía a sentir una opresión en el pecho. Era en ocasiones como ésta, en las que necesitaba aferrarse a algo para saber que seguía en el mundo, en las que solía acudir a la cama de Draco para llorar en su pecho. Sabía que él no terminaba de entender cómo se sentía, pero la envolvía en sus brazos y Skye se sentía protegida, real.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas y se las limpió con rabia. ¿Cómo podía ser tan débil? ¿Cómo podía haberse dejado manipular por sus abuelos? No había nada que deseara más que hacerles ver lo equivocados que estaban con ella. Pero ser aurora parecía un sueño imposible cuando todos sus compañeros de casa estaban destinados a ser mortífagos. Incluso lo comentaban entre ellos. Hasta Skye había visto las túnicas negras de Draco y le había oído relatar vagamente reuniones en las que había estado.

El sabía su historia y ella sabía la de él. No se habían ocultado nada, excepto el sueño de Skye de que Snape fuera su padre y la protegiera de todo. Sus ideas opuestas no habían sido un obstáculo demasiado grande para su relación, se limitaban a no hablar de ello. De haber tenido la intención de seguir juntos de por vida se hubiera vuelto un gran problema, pero ninguno de ellos pensaba que eso podía ser posible. Sí que había comentado Draco que de elegir una esposa para continuar la dinastía Malfoy la escogería a ella, pero eso no quería decir nada. Skye siempre supo desde el principio que no acabarían juntos. Eran demasiado parecidos.

Su relación no había sido lo que se dice fácil. Podía haberlo parecido, a ratos, e incluso si Skye quería podía elegir sólo los buenos momentos y formar su propia historia con ellos. Había sido un noviazgo muy liberal en cuanto al sexo desde el principio, pero ambos eran celosos, eso no podían negarlo. Si Skye se acostaba con alguien más de dos veces Draco se ponía frenético, como si ella fuera a dejarlo por la otra persona. A ella le ocurría igual. No importaba que tuvieran aventuras independientes siempre que se lo contasen el uno al otro y no repitiesen con la misma persona.

Skye enganchó los dedos en el borde del labavo y trató de levantarse del suelo, pero le fué imposible hacerlo. Se mareó y se vió obligada a agachar la cabeza, de rodillas sobre las baldosas y con los brazos estirados por encima de su cabeza, la negra falda formando un charco a su alrededor.

- Draco – gimió, pidiendo ayuda.

El siempre había sido su apoyo, su salvación cuando pensaba que nada importaba. Pero el amor que podían haber tenido degeneró en una extaña amistad que ninguno podía negar. Como pareja se volvieron insoportables. Se conocían demasiado, casi se leían el pensamiento y se sentían encadenados en una relación que ninguno quería romper para no dañar al otro pero que no podían continuar si no querían amargarse a sí mismos. Lo mejor que pudo sucederles fue que a Skye le negaran el permiso para pasar el verano con Draco en Turquía. Allí Malfoy tuvo varias aventuras sin importancia y Skye, en Irlanda, estuvo saliendo con un chico que le llevaba cinco años y que pensaba que ella era lo más importante del mundo después de su escoba de carreras. Agobiada de esa relación no agradeció lo suficiente la llegada del 1 de Septiembre de nuevo aunque se sintió incómoda de encontrarse con Draco. A él le ocurrió lo mismo y se evitaron durante un par de días, hasta que comprendieron que estaban haciendo el capullo y cortaron definitivamente para poder volver a ser amigos.

Skye se levantó con dificultad, a fuerza de brazos, y se tambaleó un poco mirándose al espejo. ¿Se parecía a Snape? Tenía, sin duda, su mismo color de pelo. Y su mismo talento para pociones. Pero fuera de eso, ¿se parecía en algo? Porque la palidez de su piel podía deberse a su estadía en las mazmorras...

Skye recordó con algo de vergüenza una vez que había estado discutiendo con él sobre un castigo que le había inpuesto. Ella sabía que Snape no dejaba que sus alumnos le discutieran, excepto ella y tal vez Draco. En un momento de acaloramiento, por la injusticia que estaba cometiendo su profesor ella no pudo evitar decir:

- ¡Te estás convirtiendo en un tirano, papá!

Se quedó helada nada más oirse y miró a Snape con terror con una mano en la boca. Él la miró con la sorpresa pintada en el rostro y, casi esbozando una sonrisa, contestó:

- Así no vas a conseguir que te rebaje el castigo, Skye.

Ella se rió, no pudo evitarlo. Había sido tan violento llamarlo "papá"... Pero él no pareció disgustado y su comentario alivió la tensión del momento. Su relación no había cambiado un ápice desde entonces, cosa que la chica agradeció porque no hubiera soportado que Snape empezase a rehuirla, necesitaba su apoyo como necesitaba el de Draco.

Salió del cuarto de baño con paso vacilante buscando al rubio con la mirada. Pero allí no estaba, ¿la había dejado sola?

- ¿Malfoy? – llamó. No sabía por qué pero aunque pensara en él como Draco siempre lo llamaba Malfoy, igual que él hacía con ella. Para él siempre era Hidden. Y por cierto con su apellido, estaba completamente segura de que su madre lo había inventado. (N/A, Hidden – esconderse, ocultar) Jack Hidden no parecía haber sido real. Había buscado información sobre él en periódicos atrasados, pero no había noticia alguna que se refieriese a la muerte de un auror con ese nombre. Tampoco había encontrado nada en su propia casa, su madre no tenía ni una sola fotografía del que supuestamente fue su esposo. Todo lo que Skye tenía sobre su padre eran referencias vagas y confusas. Estudió en Durmstang, pero a confesión inconsciente de su madre se habían conocido en Hogwarts, ¿qué hacía un alumno de otro colegio allí? Después del torneo de los tres magos en el que alumnos de otros colegios pasaron una temporada en el castillo no desconfió tanto de esa información, pero seguía pareciéndole confusa.

Skye debía su nombre a que fue concebida en la Isla de Skye, en Escocia. Al parecer sus padres habían pasado una temporada visitando el lugar y su madre había decidido guardar el recuerdo de la estancia. Skye (N/A en árabe significa "dador de agua" y la isla con su nombre no es imaginación mía) nunca había visitado dicha isla ni había visto entre las pertenencias de su madre ninguna referencia a esas vacaciones ni tampoco, ya que estamos, cercificado de matrimonio alguno.

Meriel tenía un anillo de bodas muy simple, era una alianza de oro sin inscripción ni dibujo que hacía parecer sus manos las de una monja. Sin embargo, sí tenía un costoso anillo con un gran diamante que Skye tenía la seguridad que era de compromiso. ¿Por que no lo llevaba puesto si se lo había regalado su padre? Y si no lo había hecho ¿no deberia tener otro anillo de pedida que llevar en su mano? Era todo tan confuso...

Cuando pensaba en todo esto Skye no podía evitar sentirse perdida, sola, sin identidad. ¿Jack Hidden había existido de verdad o sólo era un producto de la mente de Meriel? No podía saberlo, y por eso se sentía tan vacía y tan desubicada. Por eso necesitaba que alguien la abrazase y la hiciese sentir real mientras descargaba sus penas en forma de lágrimas amargas.

Y Draco no estaba allí para consolarla.

Bajó con dificultad a la sala común, borracha, desesperada y sola, y se sentó en la alfombra frente al fuego para llorar como una criatura, con las manos en la cara tratando de ahogar los sonidos de su llanto. Casi no se dio cuenta de que tenía compañía hasta que Stan Adams puso una mano sobre su hombro, mirándola preocupado por su estado. Skye, sin pensarlo pues no estaba en condiciones de hacerlo, se arrojó a sus brazos aferrándose a él como si fuera lo único del mundo. Y en ese momento lo era.

Stan la abrazó con aprensión, ¿qué demonios le pasaba? Se lo preguntó, con un tono asustado, pero si ella lo oyó no respondió a su pregunta. La convenció, de alguna manera, de ir con él a su cuarto. No sabía por qué pero no quería que nadie la viese así, derrotada. Allí se sentaron en su cama y Stan la sujetó con ternura mientras ella lloraba desesperada contra su pecho. Skye no quería o no podía hablar del asunto. Y así, sin explicaciones, viendo la congoja y dolor reflejados en los ojos oscuros de la chica, de alguna manera el Sly se convenció de que Ron Weasley tenía la culpa de todo.

Y juró que lo pagaría. Nadie hacía daño a su Skye y quedaba ileso.

DRACO

Allí estaba de nuevo. Si hubiera podido ignorarle Draco estaba convencido de que lo hubiera hecho, pero el deber de la Señora Gorda como guardiana de la puerta era conceder el paso a todo aquél que tuviera la contraseña. Fuera quien fuera.

- "Gryffindor es la mejor casa del mundo y las demás no nos llegan ni a la suela de los zapatos" – recitó Draco con risa floja. Era tan absurda la frasecita, tomó nota mental de preguntar a Hermione por el autor de tan original contraseña. Seguro que había sido uno de los gays, como si lo viera. Lo que más gracia le causaba era la cara de la Señora Gorda. Tenía los labios apretados una dura e irritada línea y lo miraba con reproche. Draco estaba seguro de que le repateaba dejarle pasar para que retozase con Hermione. Se preguntó si le habría dicho algo al respecto a la chica. Ya se lo imaginaba "Hermione, querida, deberías cuidar más tus compañías, ese chico con el que andas no me gusta nada, ¡es muy maleducado y grosero!"

Con una sonrisa de superioridad entró en la sala común de Gryffindor. Se soprendió un poco de econtrarse semejante panorama: Potter y la chica Weasley acostados en uno de los sillones besándose apasionadamente y el pelirrojo sentado en el suelo mirando el fondo de una botella vacía. Parecía borracho.

Se quedó mirándolos un momento preguntándose dónde diablos estaría Hemione y qué podía querer de él. Dio un respingo cuando notó que el pelirrojo lo estaba mirando.

- Hey, Malfoy – dijo Ron con voz pastosa - ¿Quieres un trago?

- Por supuesto – dujo el Sly acercándose. Nunca rechazaba una copa gratis. Weasley le pasó una botella entera aún por abrir y cogió otra para sí. Draco miró la botella confundido hasta que comprendió que se la estaba dando.

- Sabes, Malfoy, tendríamos que tener una charla tú y yo – dijo seriamente Ron. Estaba un poco mareado, pero aún sabía lo que decía, que ya era algo.

- ¿Sobre qué? – preguntó el rubio desconfiado.

- Si haces daño a Hermione, te mato – dijo el pelirrojo con cara de pocos amigos. Draco se encogió de hombros, ¿para qué iba a querer él hacerle daño a Hermione? Pero no se iba a quedar atrás después de esa amenaza.

- Si haces daño a Skye, te mataré yo – dijo con decisión – Dos veces – añadió.

Satisfecho con la cara de confusión del Weasley se dio la vuelta y se encaminó hacia el cuarto de Hermione. Al llegar frente a su puerta se pasó una mano por el pelo acomodándolo, se arregló la ropa alisando arrugas imaginarias y se palpó la cara buscando alguna señal de su pelea con Justin. Al no encontrar ninguna sonrió satisfecho y llamó a la puerta. Al no recibir contestación decidió entrar de todas maneras así que giró el pomo y pasó al interior del cuarto dejando que la puerta se cerrase a sus espaldas.

La oscuridad lo recibió.

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Sí, sí, lo sé, poco Draco, 0 Hermione. En el próximo capítulo, prometido, no os exaltéis, ok?

Besitos.

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