Capítulo 7. Me enamoro de ti.
México perdió su primer partido contra Japón, 2 goles por 1. Lily estaba de lo más decepcionada, ella hubiese esperado que su equipo le ganara al combinado japonés, cosa que desafortunadamente no fue así, para gran alegría y regocijo de Hana Wakabayashi, quien no dejaba de echarle en cara a la mexicana el triunfo del equipo nipón. Hubo un momento en donde Lily tuvo muchas ganas de colgarla del palo más alto, pero se aguantó. No creía que a Genzo Wakabayashi le hubiese parecido bien que Lily colgara a su pequeña hermana... Lo único bueno del partido fue que Genzo no pudo jugar debido a las lesiones de sus manos, cosa que Lily agradeció ya que se hubiera encontrado en la encrucijada de decidir si apoyaba a su equipo o al hombre del que estaba enamorada.
Después del partido, Lily fue a buscar a Samael a la tienda en donde ella trabajaba. La chica cumplió su promesa y llevó a la mexicana con su profesora de canto. Lily y Samael llegaron hasta un conjunto de departamentos que se veían modestos pero bastante agradables. Samael tocó el timbre de un apartamento en especial y le abrió la puerta una chica latina, de cabello oscuro recogido en una trenza y ojos serios, pero para nada fríos.
- Buenas tardes, sensei Aiza.- saludó Samael.- Es un placer saludarla.
- Buenas tardes, Nieminen.- respondió la chica.- ¿Quién es tu amiga?
- Soy Lily Del Valle, mucho gusto.- terció Lily.
- Viene para ver si usted puede darle algunas lecciones de canto también.- intervino Samael.- Ella quiere ser cantante.
- Como tú y como yo.- la chica sonrió.- Pero con todo gusto te ayudaré. Mi nombre es Saki Aiza. Es un placer.
En ese momento a Lily le cayó el veinte de en dónde había escuchado antes ese nombre. Saki Aiza, o mejor dicho. S. Aiza, era la persona que había escrito las canciones de muchos artistas japoneses muy famosos. Lily se sintió impresionada, ya que las canciones de la compositora Aiza eran realmente muy buenas.
- Entonces quieres ser cantante también.- le dijo Saki a Lily, una vez que ellas y Samael se encontraron sentadas en la pequeña salita del departamento de Aiza.- Es un camino difícil. Lo sabes, ¿verdad?
- Por supuesto, pero no me daré por vencida.- respondió Lily, firmemente.
- Muy bien.- Saki sonrió por primera vez.- Con eso ya llevas la mitad del camino recorrido. Yo suelo ser muy estricta, cuando alguien acepta ser mi discípulo se atiene a mis reglas. No puedes faltar a ninguna clase ni llegar tarde porque entonces cancelaré cualquier clase de contrato que hagamos. Para mí la música es algo muy importante, no es cosa de juego.
- Yo pienso igual, sensei Aiza.- respondió Lily.- Y me parece bien. Prefiero las reglas estrictas.
- De acuerdo. Nos reuniremos 5 veces por semana, aquí en mi departamento.- aclaró Saki.- Preferiría que vinieras en un horario diferente al que tiene Samael, no me gusta tener a dos voces entrenando al mismo tiempo.
- De acuerdo.- aceptó Lily.- Usted establezca el horario.
- Siete y media, de lunes a viernes.- estableció Saki.- Solo descansaremos sábados y domingos y no porque yo quiera sino porque también necesito tiempo para componer mi música con tranquilidad.
- Comprendo perfectamente.- Lily sonrió.
- Pero antes... Quisiera oírte cantar.- pidió Saki.- Para saber a qué me atengo.
En ese momento entró a la habitación un hombre joven, alto y musculoso, de largo cabello negro hasta los hombros y unos impactantes ojos.
- Buenas tardes.- saludó el joven, cordialmente.- Bienvenida, señorita Nieminen. Bienvenida, señorita, eh...
- Tess, ella es Lily Del Valle, mi nueva alumna.- presentó Saki.- Lily, él es Tess Shadows, un amigo.
Lily recordó también que T. Shadows había ayudado a S. Aiza a componer la música de algunas canciones.
- Es un placer.- saludó Lily, sonriente.- Mucho gusto, un honor conocerlo.
- El honor es nuestro.- Tess sonrió.- ¿Por qué no nos canta algo, señorita Del Valle?
- Sí, por favor.- pidió Saki.
Lily se levantó del sillón y se paró enfrente de Tess, Saki y Samael. Lily siempre había sido algo tímida por naturaleza pero cuando se sentía en un escenario... Ella cambiaba completamente. Con una voz firme y bellísima, entonó algunos fragmentos de Salva Me** (les quedo a deber el intérprete), lo que dejó impresionados a los otros chicos.
- ¡Vaya que lo haces muy bien!.- exclamó Saki, al tiempo que aplaudía.- Hay algunas cosas que aun te fallan pero con mi ayuda mejorarás eso.
- No te ha cambiado la voz.- Samael sonrió.- Sigues cantando igual de bien.
- Felicidades, señorita Del Valle.- Tess también aplaudió.- Tiene una voz bellísima.
- Muchas gracias.- Lily se sonrojó.- Entonces... ¿Pasé la prueba?
- Completamente.- Saki volvió a sonreír.- Te espero aquí mañana.
Lily sonrió. Había dado un paso hacia el camino de su sueño, quizás había sido un paso pequeño pero al menos ya había comenzado.
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Por su parte, Genzo Wakabayashi tenía sus propios problemas. No solo estaba el lío que traía con sus manos lastimadas***, sino que también estaba el pequeño factor llamado Lily Del Valle. La chica entraba cada vez más en sus pensamientos y cada vez era más difícil el sacarla de ellos. Genzo entrenaba para distraerse, y lo conseguía, pero en cuanto se alejaba levemente del fútbol Lily volvía a su mente. ¿Qué rayos le estaba pasando?
La respuesta era muy obvia, aunque Genzo no lo quisiera reconocer...
Me enamoro de ti, ya no hay salida
Aunque intentes huir, estás perdida
Se le había convertido en casi una obsesión. Siempre que podía, Genzo buscaba a Lily de una manera muy sutil, en parte porque él mismo aun no reconocía lo que sentía y en parte porque no quería levantar sospechas, sobre todo en Mine y en James, quienes se la pasaban cuchicheando y espiando a los jóvenes cada vez que éstos se reunían.
Con el tiempo, Genzo y Lily se habían vuelto muy buenos amigos. Desde el día en que Lily contó sobre el episodio del chico de la gorra que la salvó cuando ella era niña, Genzo había comenzado a platicar más con la chica. Pronto había logrado que ella le abriera su corazón y su mente, Lily le contó cada detalle de su vida, incluso lo cercana que había sido a su hermana Chiara y los problemas que tenía con Lara, su otra hermana. Y una parte de Genzo lo trataba de negar. Él seguía creyendo que el amor era algo que distraía a las personas de sus metas y objetivos. Si él quería ganar el Mundial y convertirse en el mejor portero, debía mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por cosas tan volubles como el amor...
Tu serás, quieras o no quieras mía...
Lily regresó un poco tarde de su "paseo" con una amiga. Desde que saludó a Mine, se notaba a leguas que la chica estaba súper feliz. Incluso saludó a Hana cordialmente, aun cuando ésta la saludó de una manera muy poco amable.
- Bonita profesora que me encontré.- rezongó Hana.- Miren que se tarda las horas en la calle...
- Si sigues siendo así de gruñona te vas a amargar antes de tiempo.- Lily sonrió.- Recuerda que se atraen más moscas con un plato de miel que con un tarro de hiel.
- ¿Me llamó mosca?.- preguntó Hana, incrédula.
- Lo dudo mucho, creo que más bien fue una metáfora.- Mine luchaba por contener la risa.
Lily salió al jardín, a cantarle a las rosas las buenas nuevas. John, el incondicional e inseparable perro de Genzo, se acercó a ella, moviendo la cola. Hay que señalar que John prácticamente se enamoró de Lily desde el primer día en que ella lo saludó, cosa que enfurecía aun más a Hana, ya que el can solo aceptaba que Genzo o Lily lo tocaran y le gruñía a cualquier otra persona que no fueran ellos dos.
- ¡Hola, John!.- Lily acarició la cabeza del emocionado perro.- ¿Cómo estás hoy?
- ¡Guau!.- respondió el perro, agitando la cola como péndulo.
Genzo espiaba la chica. Veía cómo John estaba la mar de feliz en los brazos de Lily y por un momento brevísimo sintió celos. "Vaya que soy un idiota", pensó Genzo, "Miren que tener celos de un perro... ".
- John, ven aquí, no molestes a la profesora.- Genzo se acercó a ellos, dando palmadas.
- ¡Guau!.- John ladró de disgusto pero se dirigió hacia su amo.
- Buenas noches, Wakabayashi.- saludó Lily, sonriente a más no poder.
- Buenas noches, Lily.- respondió Genzo.- ¿Por qué estás tan contenta?
- Porque me pasó algo muy bueno.- Lily seguía sonriendo.
- ¿Qué cosa?.- quiso saber Genzo.
- Es mi secreto.- y Lily le guiñó el ojo.
- ¿No me vas a contar?
- No.
- ¿Por qué?
- Ya te lo dije: es mi secreto.
Genzo no respondió, se limitó a acariciar a John. Lily lo observaba, embelesada. A ella le había encantado que él quisiera volverse su amigo. Poco a poco, Lily había dejado de ver a Genzo Wakabayashi menos como su jefe para verlo más como su amigo, aunque seguía siendo su amor platónico...
Me enamoro de ti, como del verano
Porque quemas mi piel mano con mano...
Las poquísimas veces que Lily y Genzo habían tenido contacto físico, ella siempre sintió que una llama ardiente amenazaba con quemarle el corazón hasta dejárselo convertido en cenizas. Pero una sensación fascinante... Lily sabía, por boca de Hana quien se había esforzado por dejárselo bien en claro, que a Genzo no le interesaban las chicas. Lily seguía pensando en Daniela Dietrich y en el motivo por el cual Genzo pudo haberla terminado. Por más que Lily pensaba, no daba con una respuesta. Quizás era cierto lo que decían acerca de que Genzo Wakabayashi tenía el corazón de piedra... Pero muy en el fondo, Lily sentía que ella estaba destinada a hacerlo feliz a él y a demostrarle a todos, incluso al propio Genzo, que el corazón de éste no estaba hecho de piedra...
- Lamento que México haya perdido.- comentó Genzo, de pronto, solo por decir algo.- Jugaron un buen partido.
- Gracias.- Lily sonrió.- Yo ya casi cantaba victoria con el primer gol que México anotó...
- Me imagino. Y lamento también que Hana sea tan... fastidiosa.- añadió Genzo, un poquitín molesto.
- No hay problema.- Lily sonrió.- Mi hermana Lara es más o menos igual, así que ya estoy acostumbrada...
- Jajaja. ¡Qué paciencia tienes!
- Ni tanta. Debo confesarte que lo que me desespera de que Hana sea tu hermana es que a ella no la puedo atacar con una almohada como lo hago con Lara.
- Quizás un día te dé permiso.- Genzo rió.- O quizás lo haga yo mismo...
Genzo y Lily soltaron la carcajada. Después se hizo un silencio cargado de una extraña sensación de atracción...
Me enamoro de ti, aunque no debiera
Me enamoro de ti, maldita sea
"No debería de sentir lo que siento", pensaron Genzo y Lily, cada uno en su interior.
"Pero es algo tan fuerte... ".
Me enamoro de ti, por ser como eres
Me enamoro aunque sé, que no me quieres...
"Sé que tú no sientes lo mismo por mí", pensó Lily, mirando a Genzo sin que éste se diera cuenta. "Pero aún así... ".
"Por más que lo quiera negar... No sé qué es lo que me está pasando", pensó Genzo.
Él aún seguía poniendo resistencia. Y la seguiría poniendo...
Notas:
- Saki Aiza es un personaje creado por Saki Hashimoto. Tess es el personaje del videojuego Guilty Gear. El apellido Shadows se lo puse por petición de Saki.
- En el World Youth, Genzo se lesionó las manos por los disparos de Stefan Levin y Bryan Cruyffort, por lo que no pudo jugar los primeros partidos del Mundial.
- El partido que Japón jugó contra México qued favor de Japón. El gol de México lo anotó el portero Ricardo Espadas en el primer tiempo y Japón anotó sus goles en la parte complementaria.
- La canción "Salva me" la canta el grupo Libera.
