Capítulo 8. Escucha a tu corazón.

Hana era cada vez más insolente y majadera con Lily. Ésta última le tenía paciencia, ya que después de todo le estaban pagando para que lo fuera, aun cuando muchas veces Hana merecía ser arrojada a un pozo profundo. Incluso el propio Genzo regañó un par de veces a su hermana por ser tan descortés, cosa que ponía aún más furiosa a la pequeña Wakabayashi. Lily recordó que unos días atrás Hana y Genzo habían discutido. Lily pensaba que quizás el comportamiento errático de Hana se debía a ese suceso. Pero cuando quiso investigar, Hana la mandó a freír espárragos.

- Hana... Mine me contó que el otro día tú y el joven Genzo discutieron.- Lily le habló con suavidad a la pequeña fierecilla. Frente a Hana, Lily se refería a Wakabayashi como el "joven Genzo".

- Sí. ¿Y a ti que te importa?.- gruñó Hana, insolentemente.

- Me importa porque soy tu profesora y quisiera saber en qué te puedo ayudar.- respondió Lily, tratando de controlarse.

- ¿Y eso qué?.- Hana replicó, mostrando los dientes.- Maldita la hora en la que le pedí a mis padres que contrataran a una profesora. Lo único que yo quería era poder venir al Mundial para escaparme de ellos, no tener que soportar a una ofrecida como tú.

- ¡Hana!.- gritó Genzo, enojadísimo, en ese momento. Había estado observando toda la escena desde una prudente distancia.- ¡Discúlpate en este momento con la señorita Del Valle!

- ¡Oblígame!.- gritó Hana.- ¡Tú no tienes derecho a mandarme nada, más cuando sé perfectamente bien que lo único que quieres es acostarte con ella!

Genzo no se controló. Le dio una bofetada a su hermana (vamos, no me digan que sus hermanos mayores nunca les pegaron cuando eran niños ¬¬). Lily gimió al tiempo que Hana se frotaba la mejilla adolorida con una mirada incrédula.

- Les diré a mis papás sobre esto.- murmuró la chica Wakabayashi, con voz adolorida.

- No te preocupes, que yo seré el primero en contarlo.- gruñó Genzo, quien echaba chispas por los ojos.

- Ni falta que hace, que lo hemos visto todo.- habló en esos momentos un hombre maduro, quien por cierto tenía la misma mirada profunda que mostraba Genzo.- Ya lo he visto todo.

Lily respingó. No le hacía falta ser muy observadora como para saber que el hombre que estaba parado cerca de ellos era el padre de Hana y Genzo.

- Hana, estoy muy avergonzado de tu comportamiento.- habló el señor Wakabayashi, enérgicamente.- Siempre has sido rebelde, engreída y majadera con tus profesores, pero esta vez te has pasado. Quise darte una oportunidad, cuando me pediste que te dejara venir a Japón acepté porque pensé que el cambio de aire te beneficiaría pero... Veo que me equivoqué. Me has decepcionado.

- Papá... .- murmuró Hana, con los ojos llenos de lágrimas.- Es que la profesora que contrató Genzo...

- La profesora que contrató tu hermano es de las mejores que he visto, según los informes que me han dado Genzo, Mine y James. Al parecer, no solo se ha esforzado por enseñarte a hablar el español, sino que también te ha mantenido al corriente de tu plan de estudios y ha tenido que soportar tu comportamiento. Hana, date cuenta de una buena vez que la del error eres tú. Regresarás mañana mismo a Londres, sin excusa.

Lily sintió que varias personas más observaban la escena. Volteó discretamente y vio parados cerca de ellos a una mujer ya madura pero aun bella y a dos jóvenes, quienes parecían ser unos cuantos años mayores que Genzo y Hana. Uno de ellos tenía una mirada simpática y usaba lentes mientras que el otro, el que parecía mayor, era muy apuesto pero se veía que era extremadamente serio. Los dos hombres eran muy parecidos a Genzo y a su padre y por supuesto que tenían la mirada profunda de éste último.

Hana también notó la presencia de su familia y esto fue demasiado para ella. Los miró a todos con mucho dolor y, soltando el llanto, escapó corriendo al jardín. Nadie hizo el intento de seguirla.

- Querido.- habló suavemente la mujer que parecía ser la señora Wakabayashi.- ¿No habrás sido muy duro con ella?

- No, corazón.- respondió el señor Wakabayashi.- Debe de entender de una buena vez cuáles son sus errores. Ya se le pasará el berrinche que hizo ahora.

- Lo lamento mucho, Lily.- Genzo se dirigió a la mexicana.- No pensé que Hana sería así de maleducada contigo...

- No te preocupes.- Lily sonrió suavemente.

- Padre, madre.- anunció Genzo.- Ella es Lily Del Valle, la profesora que contraté para Hana. Lily, ellos son mis padres.

- Es un placer, señorita Del Valle.- el señor Wakabayashi hizo una galante reverencia al estilo inglés.- Espero que a pesar del comportamiento de mi hija se esté sintiendo a gusto en nuestra casa, que también es su casa.

- Muchas gracias, señor Wakabayashi.- contestó Lily, avergonzada. La mirada de Genzo y la de su padre eran una sola.

- Y cualquier cosa que necesites, no dudes en pedírnosla.- agregó la señora Wakabayashi, sonriente, quien hizo a su vez una graciosa reverencia al estilo japonés.

- Gracias, señora.- Lily imitó la reverencia.

- Lily, ellos son Touya y Kenji, mis hermanos.- agregó Genzo.

- Es un placer.- Kenji besó la mano de Lily y le sonrió pícaramente.- Mi hermano sí que consigue mujeres bellas.

- Eh... Gra... Gracias... .- Lily se puso aún más colorada.

- No le haga caso a mi hermano, señorita Del Valle.- intervino Touya, dándole un codazo en las costillas a Kenji.- Es un atrevido, pero usted no se fije. Bienvenida a Japón.

- Gracias.- Lily sonrió con un poco más de confianza.

- Buenas tardes.- saludó en esos instantes una joven de cabello negro y ojos color violeta.

- Ella es Hotaru Mizuno, mi prometida.- presentó Touya.- Hotaru, ella es la señorita Lily Del Valle, la profesora de mi hermana.

- Es un placer.- ambas chicas se estrecharon las manos y se sonrieron.

- Mis señores, es un placer tenerlos aquí.- Mine llegó e hizo miles de reverencias.- Debo decirles que no sé qué me emociona más, si el hecho de tener a toda la familia reunida aquí o el saber que el joven Touya está por casarse.

Todos soltaron una carcajada, menos Lily, quien por supuesto aun no sabía qué era lo que estaba pasando. Mine condujo a toda la familia a la lujosa y elegante sala, mientras que Lily y Genzo se quedaban parados frente a las escaleras.

- La verdad es que no entiendo nada.- comentó Lily, cuando todos se habían ido.- ¿Me podrías explicar lo que sucede?

- Touya se va a casar con Hotaru, su novia de toda la vida.- explicó Genzo.- La boda será aquí en Tokio, a pesar de que los dos viven en Londres. La recepción será en esta casa y pues al parecer ya todos llegaron para continuar con los preparativos.

- ¿Y cuándo iban a ponerme al corriente?.- preguntó Lily, algo enojada, aunque después se corrigió.- Bueno, perdón, en realidad a mí no tienen que decirme nada...

- No digas eso, sí debí haberte avisado, después de todo tú también estarás aquí cuando ellos se casen.- la contradijo Genzo.- Es solo que yo también acabo de enterarme. Pero no te preocupes, tú únicamente deberás estar presente en la ceremonia, no tendrás que ayudar con los preparativos. Suficiente haces con soportar a mi hermana y mantenerla a raya...

- ¿Cómo? ¿También estoy invitada?.- Lily se sorprendió.

- Por supuesto que lo estás.- Genzo sonrió.- Eres habitante de esta casa, al igual que Hana...

Al recordar a su hermana, Genzo se entristeció. Realmente le apenaba mucho el que ella hubiese sido tan grosera con Lily.

- Hablando de Hana, en verdad... .- comenzó a decir Genzo.

- Ni lo menciones, de verdad.- Lily lo interrumpió, sonriendo de una manera muy dulce.

Genzo la miró, impresionado por esos ojos negros.

- ¿Sabes? Tienes mirada de ángel.- murmuró él, algo embelesado.

- ¿Qué cosa?.- Lily volvió a ponerse del color de las cerezas.

- Sí. Es una cursilería, pero cada vez que Mine habla sobre la mirada que deben de tener los ángeles, siempre pienso en tus ojos... .- Genzo habló tan bajo que Lily creyó que se había imaginado su respuesta.

- Joven Genzo, sus padres lo esperan.- anunció Mine, interrumpiendo el momento.

- En seguida voy.- Genzo ni se inmutó.- ¿Vamos, señorita Del Valle?

- En un segundo lo alcanzo, señor Wakabayashi.- respondió Lily.- Hay algo que quisiera hacer antes...

- De acuerdo.- Genzo sonrió y se alejó rumbo al salón.

- ¿Va a buscar a la señorita Hana?.- inquirió Mine, cuando ella y Lily se quedaron solas.

- Sí. Me gustaría saber si puedo ayudarla en algo... .- Lily suspiró.- Es solo que siento que a ella le hace falta una amiga...

- Y eso es cierto, créame.- Mine asintió.- No es por nada, pero sus padres la presionan a que sea una niña buena y obediente pero nunca le han dado el amor que a ella tanto le hace falta... Y de paso, si quiere saber el por qué el joven Genzo se peleó con ella la otra vez fue porque ni él ni sus padres quieren que la señorita Hana tenga novio.

- ¿Cómo es eso?.- preguntó Lily.- ¿Qué Hana tiene novio?

- Aun no, pero según lo que escuché, la otra vez que ustedes fueron al entrenamiento del equipo de Japón la señorita Hana entabló una buena amistad con el señor Ken Wakashimazu, compañero de equipo del joven Genzo.- explicó Mine.- Al parecer, hubo una atracción mutua entre ellos pero cuando el joven Genzo los descubrió se armó el escándalo. Él se llevó a la señorita a la fuerza y ambos discutieron porque el joven le dijo a su hermana que le prohibía terminantemente el volver a acercarse al señor Wakashimazu.

- Ya entiendo.- murmuró Lily, al tiempo que salía rumbo al jardín.- Gracias por la información, Mine.

Hana estaba que se la cargaba el payaso. Su padre y su hermano la habían regañado enfrente de toda la familia y enfrente de ésa... De esa resbalosa mosca muerta que era Lily Del Valle. Hana la detestaba más que nunca... Sobre todo, porque bien sabía que Lily estaba consiguiendo que Genzo cayera en sus redes... Hana se sentía incomprendida... Peor que eso, Hana se sentía la oveja negra de la familia, el gran fracaso... Sus hermanos eran triunfadores, Touya era un abogado exitoso, Kenji era corredor de bienes raíces y Genzo era un futbolista reconocido a nivel mundial. ¿Y ella? ¿Quién era Hana Wakabayashi? Nadie... Y ni siquiera podía acercarse al hombre que le gustaba...

Hana escuchó que alguien comenzaba a cantar con una voz bellísima. Se sorprendió un poco al ver que era Lily, quien se había sentado en el pasto a pocos metros de ella.

- ¿Y a ti qué te importa? ¿Tú que puedes saber de cómo me siento?.- gritó Hana, iracunda.

Pero Lily continuó cantando.

- Te sientes algo sola, sin nadie que se atreva a escucharte

Que comprenda tu situación...

No te debes de rendir...

"Sí, siempre me he sentido sola", pensó Hana. "Siempre he pensado que nadie se ha tomado la molestia en tratar de comprenderme aunque sea un poquito... ".

- Descubrirás así, que tu historia toda y cada minuto

Pertenecen tan solo a ti...

"¿Pero en realidad me pertenece mi vida?", pensó Hana. "Siempre he hecho lo que mamá y papá quieren... ".

Lily miraba a Hana al tiempo que continuaba cantando. "Yo también he sentido lo que tú sientes, Hana. El ser la menor de una familia y sentir que nunca estarás a la altura de tus hermanos mayores", pensaba Lily.

- Ya no sé que hacer.- musitó Hana, desesperada.- No es que quiera ser así de insolente. No es que desee ser rebelde... ¡Pero es que ya no soporto esta situación! Solo quisiera que mamá y papá me quisieran un poquito más... Que me dejaran ser yo misma... Pero no sé cómo hacer que ellos me entiendan...

- Es difícil decidirse, qué es lo correcto que debe hacerse, si se tiene la cabeza en otra parte... Tu orgullo que te atrapa, las noches en que el dolor te destapa, todo tu miedo a equivocarte... .- Lily se acercó a Hana, sin dejar de entonar su canción, y le puso una mano en el hombro.- Si te vuelves a sentir... Persiguiendo las estrellas, nunca debes renunciar...

Hana miró a su profesora y, durante un momento, sintió que quizás ella era la única que entendía cómo se sentía...

- Cada mano y cada sueño que quieras tener, cada uno de nosotros te espera, con su corazón... .- Hana se sabía la canción y entonó el último fragmento al compás de la bella voz de Lily.

Hana, siguiendo un impulso, abrazó a Lily y se soltó a llorar. Ésta se dedicó a acariciar el cabello negro de la chica, sin dejar de cantar.

Genzo las observaba desde una prudente distancia. Al ver que Lily tardaba en aparecerse por la sala, él salió a buscarla y Mine le informó que la joven Del Valle había ido en busca de la señorita Hana. Genzo estaba dispuesto a evitar la confrontación, por lo que se quedó de una pieza al escuchar a Lily cantándole una canción de apoyo a su hermana. Vio también como la barrera de desdén y odio de Hana se derrumbaba al oír la canción de la joven mexicana.

A Genzo no le quedó ninguna duda de que Lily Del Valle no solo tenía una mirada de ángel, sino también una hermosa voz de esperanza.

Notas:

- Uy, ahora sí que me pasé de cursi... ¡Qué ñoña soy!

- Jaja, no lo pude evitar, siempre quiero casar a Touya y a Hotaru pero es que la verdad ellos dos me gustaron mucho como pareja, aunque esta vez sí se van a casar (y Touya no será un mujeriego desgraciado). Como les dije, en este fic incluiré las parejas de mis fics que más me han gustado a mí.

- Bueno, no sé si se entendió. Quería que Hana pareciera una chiquilla insolente, pero en realidad el problema es que ella es muy incomprendida. Desde niña la mandaron a internados y sus padres nunca le han hecho mucho caso, además que la pobre ha sentido siempre la presión de tener hermanos exitosos... Pobrecita, no es tan mala, nomás incomprendida.