Capítulo 10. Horas.
Lily salió detrás de Genzo, quien estaba tan enojado que ni cuenta se dio de eso. Daniela se limitó a contemplarlos, furiosa, pero sin poder hacer gran cosa ya que no se atrevía a hacer una escena en la mansión de su ex suegro.
- ¡Ouch! Eso dolió.- murmuró Misaki, en voz baja.- Mira que cantarle eso delante de toda su familia...
- Pobre Gen-san.- opinó Rika.- Me parece que esto fue excesivo...
- ¿A dónde habrá ido?.- inquirió Sanae, al no ver al portero en la habitación.
- Supongo que a descargar su furia.- respondió Tsubasa.- Ya se ha vuelto muy cortés y no suele hacer escándalo enfrente de los demás.
La gente murmuraba y le lanzaba miradas a la cantante germano-mexicana, quien fue cordialmente invitada a una taza de té por parte del señor Wakabayashi. Hana tenía unas inmensas ganas de colgar a la Daniela, lástima que por el momento no sería posible...
Lily se acercó a Genzo con sigilo. El joven estaba parado de espaldas a ella, contemplando la luna que brillaba sobre el jardín.
- ¿Genzo, estás bien?.- preguntó Lily. "Pero qué pregunta más idiota, por supuesto que no lo está", pensó ella.
- Sinceramente no.- respondió el arquero.- Y te agradecería que me dejaras solo.
- ¡Ah! Está bien... Yo... Andaré por aquí por si necesitas algo... .- Lily habló muy bajo, tan bajo que Genzo volteó a verla.
- Lo siento.- se disculpó él.- La culpa no es tuya. Es solo que no estoy en uno de mis mejores momentos y pues... No quiero desquitarme contigo.
- Claro.- Lily sonrió con tristeza.- Mejor me marcho.
- Oye... .- quiso detenerla Genzo, pero ella no se detuvo.
El portero comenzó a sentirse algo culpable. Creyó que había sido algo duro con Lily y eso lo mortificó, ya que no quería que ella se sintiera mal por nada, más porque evidentemente ella no era la responsable de su mal humor... Lily regresó a la lujosa sala, en donde todos ya estaban en plena reunión. De pronto, se sintió extraña y fuera de lugar y decidió ir a esconderse a algún rincón. Dudaba mucho que alguien echara de menos su presencia... Pero se equivocaba...
- ¿Por qué tan sola?.- Kenji Wakabayashi se acercó a la chica y le habló con voz pícara
- Porque sí.- respondió Lily, a la evasiva.
- ¿Qué te pasó? ¿Te hizo algo mi hermano?.- la actitud de Kenji cambió al ver la mirada triste de la joven.- No le hagas caso, es un gruñón, no sabe tratar a las mujeres...
- No fue eso.- Lily trató de sonreír.- Es solo que... Al verlos a todos reunidos me hicieron recordar a mi familia...
- No te pongas triste, corazón.- murmuró Kenji.- Que tus ojos son más bellos cuando sonríes.
Kenji era un ofrecido coqueto facilito resbaloso, pero también era un amor. En un instante tenía ya a Lily riéndose a mandíbula batiente con sus bromas, lo que provocó que Touya les lanzara miradas de reproche. Kenji se llevó a Lily a un sitio un poco más apartado, en donde siguió contándole anécdotas graciosas de sus hermanos para hacerla reír, al tiempo que la agasajaba con bombones. Lily sentía que el estómago le iba a estallar por tres cosas: por la presión del kimono, por tanto comer bombones y por tanto reírse de las bromas de Kenji, pero no podía ni dejar de comer ni dejar de reírse. Y evidentemente tampoco podía quitarse el kimono, a menos que quisiera armar un espectáculo.
Volviendo a Genzo... Él seguía contemplando la luna, mientras trataba de controlar su enojo. No le perdonaba a Daniela la burla, ni tampoco que su propio padre hubiese sido quien la había invitado.
"Miren que dejarme en ridículo enfrente de toda mi familia", pensaba Genzo, fúrico. "Esto no tiene nombre... ".
- Mi querido Genzo.- habló Daniela a sus espaldas.- Te he estado buscando por todas partes...
- ¿Cómo te atreves a llamarme así?.- Genzo volteó a ver a la mujer, con tanta rabia que ésta instintivamente retrocedió.- ¿Cómo te atreves a buscarme después de lo que hiciste?
- Te canté esa canción para que te des cuenta de una vez por todas que tú y yo somos la pareja perfecta.- contestó Daniela, muy serena.- Quería que te dieras cuenta de que tú y yo debemos estar juntos. Yo todavía te amo, mi amor...
Y Daniela, sin previo aviso, se le dejó ir a Genzo y lo besó en los labios (¡Ouch! ¡Que me duele el corazón!). Él momentáneamente no supo qué hacer. Por un momento se dejó llevar por el ímpetu del beso, pero después retrocedió, convencido de que no sentía nada más por la muchacha. Genzo se separó de Daniela y regresó a la sala de reunión. La chica salió detrás de él.
- ¡Espera, por favor! ¡Dame una oportunidad!.- gritó Daniela.
- Ya te di una.- replicó Genzo.- Y sirvió para darme cuenta de que lo nuestro no va a funcionar.
Genzo entró a la sala, seguid por Daniela, justo en el preciso instante en el que Kenji le daba un beso a Lily... En los labios... ¿Cómo fue que pasó esto? Pues Kenji comenzó a sentirse cautivado por la mexicana, quien era muy sincera e inteligente, además de tener una ternura escondida que atrapaba a simple vista. Lily se sentía muy a gusto estando con Kenji y así se lo hizo saber, aunque el joven, llevado por sus impulsos hormonales, interpretó el mensaje como una señal de que ella también se sentía atraída por él y... Pues Kenji besó a Lily... Justo en el preciso instante en que Genzo y Daniela entraban a la sala... Genzo se quedó impávido, completamente petrificado, observando la escena. No entendía por qué ese beso lo llenaba de una rabia injustificable y de un deseo incontrolable de golpear a su hermano.
- ¿Quién es esa chica?.- preguntó Daniela, con cizaña.- ¿Es la novia de Kenji?
- No.- más que hablar, Genzo pareció escupir la palabra.- Ella es... Tan solo la profesora de Hana.
Wakabayashi había intentado hablar con desenfado, pero no lo consiguió. Fue cuando Daniela confirmó que, efectivamente, esa chica extranjera era la rival que amenazaba con quitarle a Genzo. El resto de la noche transcurrió sin grandes novedades: Lily se separó suavemente de Kenji y muy cortésmente le pidió que la disculpara, pero que ella no era la clase de chica que se deja llevar por una pasión pasajera. Y sin esperar a que Kenji respondiera, la mexicana se marchó en busca de Rika y Sanae y no se separó de ellas en lo que quedó de la reunión. Genzo regresó con Tsubasa y Taro, quienes encontraron a su amigo muy cambiado pero ninguno se atrevió a preguntar nada. Genzo le lanzaba miradas furibundas a Lily y se preguntaba el por qué algo tan simple como un beso lo había hecho rabiar tanto. Después de todo, ¿qué era un beso? Daniela lo había besado y no había significado nada pero... ¿Por qué le molestó tanto que su hermano besara a Lily? Genzo quería cuanto antes una respuesta para el sentimiento extraño que estaba experimentando y en cuanto pudo se fue a increpar a su hermano.
- Vaya que no pierdes el tiempo.- habló Genzo tan amenazadoramente que tanto Kenji como Touya se sorprendieron.- Mira que no tienes vergüenza, ni la casa de nuestros padres respetas...
- ¿De qué hablas?.- preguntó un muy asombrado Kenji.- Yo no he hecho nada malo...
- ¿Qué no? ¿Te parece poco el haber abusado de esa niña?.- Genzo gritó, furioso.- ¡Ella únicamente vino a enseñarle a Hana, no a servirte de concubina!
- A ver, aguanta.- Kenji pidió algo de calma.- ¿Hablas de Lily Del Valle?
- ¿De quién si no? ¡Te vi besándola! ¿En qué estabas pensando?.- Genzo se ponía cada vez más rojo del coraje.
- Solo pensaba que ella es una chica muy dulce y que realmente podría llegar a enamorarme... .- dijo Kenji, tratando de calmar a su hermano, pero las cosas le salieron peor.
- ¡Enamorarte! ¡De ella! ¡Es solo una niña, tiene 5 años menos que tú! ¿Cómo se te puede ocurrir semejante cosa?.- estalló el portero.
- Oye, tranquilo.- intervino Touya.- No es para tanto... Si te molesta tan solo dilo y ya.
- Me molesta porque nuestro hermano no cambia.- Genzo movió la cabeza, pesaroso.- Sigue de mujeriego con cualquier chica inocente que ve...
- ¿Será eso lo que te molesta o más bien... ?.- Kenji dudó.- ¿No será que más bien tú también sientes algo más por ella?
- No seas idiota.- bramó Genzo, al tiempo que se alejaba.
"No, yo no estoy enamorado de Lily Del Valle", pensó él. "No lo estoy. No lo estoy".
Touya y Hotaru anunciaron su compromiso. Al final de la reunión, cuando todos se hubiesen marchado, Lily quiso hablar con Genzo, ignorando por completo que él los había visto a ella y a su hermano besándose.
- ¿Ya estás mejor?.- le preguntó Lily a Genzo, suavemente, cosa de la que ella se arrepintió después.
- La verdad, me ha decepcionado, señorita Del Valle.- Genzo respondió con tanta frialdad que Lily se sintió mal.
- ¿Por... Por qué lo dice?.- Lily estaba atónita.
- Creí que era usted una mujer seria pero ya veo que en realidad solo vino a esta casa a coquetear con mi hermano.- Genzo miró severamente a la joven, quien no atinó a decir nada.
Genzo se marchó, mirando con satisfacción cómo Lily se quedaba muy triste por su comentario. Sin embargo, por la noche no pudo dormir atormentado por el recuerdo de Kenji abrazando y besando a Lily...
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Lily estaba muy triste los últimos días. No dejaba de pensar en la mirada de reclamo y decepción que Genzo le lanzó la noche del compromiso de Touya y Hotaru. La chica se sentía tan herida que hasta dejó de ir a los partidos del equipo japonés y procuró evitar a Genzo lo más que podía. Éste se sentía muy mal por haberle reclamado una idiotez a Lily, más porque se suponía que a él no le debería de importar si ella se besaba con Kenji o no, pero la verdad era que ese sentimiento nuevo y desconocido seguía atormentando a Genzo hasta el martirio, pero tampoco se atrevió a ofrecerle una explicación a Lily ni a darle un nombre a tan terrible sentimiento. El estado de ánimo de Lily se reflejó hasta en sus canciones. Saki y Tess se sorprendieron cuando la mexicana cambió radicalmente de su estilo alegre de cantar para pasar a las canciones tristes y sentimentales. Incluso, Samael también resintió el cambio de su amiga y dejó de buscarla al final de sus prácticas de canto, ya que la propia Lily había rechazado en varias ocasiones su compañía.
Una tarde como cualquiera, Lily regresaba a la mansión Wakabayashi cuando se topó a la entrada de la misma a una enérgica mujer de cabello negro y ojos grises que se peleaba con James, el mayordomo.
- Le digo que no puede pasar.- insistía el mayordomo.
- ¡Pero tengo que ver a mi hermana!.- gritaba la joven.- ¡Está allí dentro!
- ¿Lara?.- Lily no podía creer lo que veían sus ojos.- ¿Tú aquí?
- ¡Lily!.- la chica gritó y se colgó de Lily.- ¿Ve? Le dije que ella estaba aquí.
- ¿La conoce, señorita Del Valle?.- inquirió James.
- Sí. Ella es... Mi hermana... - respondió Lily, presa del asombro.- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Vine a buscarte.- contestó Lara.- Aunque en realidad... Vengo escapando...
- ¿De quién o de qué?
- De mi tarado ex novio.
Lara Del Valle era dos años mayor que Lily. Tenía un brillante y hermoso cabello negro cortado en capas y unos sorprendentes ojos gris azulado. Era bella, pero enérgica y dura, todo lo contrario a Lily. La joven Lara le explicó a su hermana, una vez que ésta le invitó a pasar a la mansión, el motivo de su visita: después de la partida de Lily, sus padres se habían preocupado mucho por la chica y estaban tan angustiados que a Lara no le quedó más remedio que ir a buscar a su pequeña hermana. Aunque la realidad era otra... Lara venía huyendo de un amor sin remedio...
-FLASHBACK-
Horas te di...
Lara se había enamorado perdidamente de Roberto Sosa. Al principio él era encantador con ella y la trataba como una verdadera reina. Ambos hacían una buena pareja, aun cuando sus personalidades chocaban en incontables ocasiones. Lara era demasiado agresiva a intransigente, algo que a Roberto no terminaba de gustarle, pero él creía que con el paso del tiempo ella cambiaría y que él lograría convertirla en una chica dulce.
Sin embargo, con el paso del tiempo las cosas fueron cambiando... Roberto cada vez se portaba más y más distante con Lara... Pero a pesar de todo ella era feliz, solo por poder tenerlo cerca... Un día, Roberto llegó a buscar a la joven con un extraño brillo en los ojos...
- Lara, tenemos que hablar.- pidió él.- ¿Sabes? Creo que lo nuestro no va a funcionar...
- ¿Por qué dices eso?.- murmuró Lara.- Si no la pasamos muy bien juntos...
- Eso era antes, pero ahora... .- Roberto suspiró.- Perdóname, Lara, pero me he dado cuenta de que yo ya no te quiero...
- ¿De qué hablas?.- Lara no quería que él la viera llorar.
- Es que ayer... Lo siento, pero ayer estuve con otra mujer...
Lara no podía creer lo que había oído... Roberto murmuró un "lo siento" y se marchó sin decir nada más, dejando a la chica sumida en la depresión...
Ya tu mirada no me asusta, no me engaña, he tomado una decisión...
Lara estuvo mucho tiempo lamentándose de su suerte. Pero con el paso del tiempo decidió que ya había sido mucho sufrir por alguien que no valía la pena... Se decidió, si su hermana menor había escapado en busca de su futuro, ella bien podría hacer lo mismo... Dispuso el viajar a Japón, con el pretexto de ir en busca de Lily, aunque lo único que quería era escapar del recuerdo de Roberto... El cambio de aire le ayudaría...
-FIN DEL FLASHBACK-
- Veo que no te está yendo tan mal, hermanita, pues estás viviendo en una linda casita.- le dijo Lara a Lily, con ironía.
- ¿Qué fue lo que te hizo Roberto?.- preguntó Lily, suavemente.
- Nada que ningún hombre no haya hecho nunca antes.- respondió Lara, con sarcasmo.- Todos los hombres son iguales, después de todo...
Lara seguía muy dolida... Y lo estaría por mucho tiempo... Pero nunca más, nunca más, permitiría que un hombre volviera a engatusarla... Nunca más... "Jamás me volveré a enamorar", pensó Lara, al tiempo que miraba a su hermana con cierta melancolía.
Fue entonces cuando decidí darme la vuelta y sacarte de mi cajón...
Ya tu mirada no me asusta, no me engaña, he tomado una decisión...
Notas:
- Jeje, este fic me parece una combinación de "Caminos Cruzados" y "Dulce Venganza". ¡Y no sé por qué siempre tengo que hacer que Kenji bese a Lily! Será que me encanta darle celos a Genzo, aunque bueno, también hice que Daniela lo besara a él...
