Capítulo 11. México en la piel.
- Papá y mamá han estado preocupados por ti.- comentó Lara Del Valle, al tiempo que sorbía un poco del delicioso té que preparaba Mine.
- Me imagino.- suspiró Lily.- Por eso casi no les llamo ni les envío cartas, creo que si supieran lo que estoy haciendo se sentirían algo descorazonados...
- Y no es para menos.- Lara movió la cabeza de un lado para otro.- Ellos creen que estás en proceso de grabar un disco, no que estás como la mucama de una familia japonesa de renombre.
- No soy mucama, soy profesora, que es distinto.- replicó Lily, algo molesta.- Y esto nada más es momentáneo mientras consigo una oportunidad. Además, estoy tomando clases de canto, eso me servirá para...
- Sí, como no.- interrumpió Lara.- Si bien que sabes que mientras estés metida aquí no podrás conseguir gran cosa, a menos que te cases con alguno de los miembros de esta familia.
Lily casi se atraganta con el té. En ese momento, la puerta principal se abrió y se escucharon varias voces. Una de ellas correspondía a la voz de Hana y la otra indudablemente pertenecía a Genzo.
- Ya sé que te molesta que hable tanto sobre Ken pero en verdad que me parece que... .- decía Hana, pero se interrumpió al entrar a la sala y ver a las dos Del Valle sentadas tomando el té.- ¡Ah! Buenas tardes, sensei Del Valle.- Hana hizo una reverencia.- Buenas tardes, señorita...
- Buenas tardes, Hana.- Lily sonrió.- Te presento a Lara, mi hermana. Lara, ella es Hana Wakabayashi, mi discípula.
- Es un honor conocerla.- Hana volvió a hacer una reverencia.
- El honor es mío.- Lara se levantó de su asiento e imitó la reverencia de la japonesa.
Lily sonrió para sus adentros. Realmente Hana había cambiado mucho en muy poco tiempo... Genzo las observaba desde la entrada de la sala, con una mirada inescrutable. Lily ni siquiera volteó a verlo, el toparse con su mirada la hacían recordar sus duras palabras...
- No seas maleducado, Gen-san, y ven a saludar a las visitas.- regañó Hana, cariñosamente.
- Buenas tardes.- saludó Genzo, muy secamente, tendiéndole la mano a Lara.- Yo soy Genzo Wakabayashi, hermano de Hana y jefe de la señorita Del Valle.
- Así que usted es el tipo que tiene a mi hermana trabajando como sirvienta.- dijo Lara, acusadoramente, al tiempo que apretaba con fuerza la mano del portero.
- Y supongo que usted es la hermana que siempre fastidió a Lily con sus sueños.- replicó Genzo, sin dejarse intimidar.
Tanto Hana como Lily quisieron colgar a sus respectivos hermanos de un ahuehuete (Jajaja, saludos K_ro). Genzo y Lara se soltaron pero se siguieron mirando con recelo.
- Bueno, pues quedan ustedes en su casa.- Hana tomó a Genzo del brazo y se lo llevó con ella.- Con permiso.
- Ese tipo es un engreído.- murmuró Lara, cuando los jóvenes Wakabayashi se marcharon.- Viejo payaso...
- Uhm... .- suspiró Lily, resignada.- No es tan malo, en verdad...
- ¡Cómo no lo va a ser! ¿No viste cómo me respondió?.- Lara estaba enojada, sin darse cuenta de que con quien debería de haberse molestado era con Lily, no con Genzo.
- Tú empezaste.- replicó Lily.- Mira que hablarle así a mi jefe...
Lily tomó una galleta y la mordisqueó, tratando de espantar la horrible sensación de tristeza que la invadió al darse cuenta de que Genzo la había ignorado completamente. Mientras tanto, a Genzo lo invadió la vergüenza, no por el comentario de Lara sino por no haber tenido el valor para disculparse con Lily.
- Por cierto... Tengo una sorpresa para ti.- anunció Lara, después de un rato.
- ¿Qué cosa?.- preguntó Lily, algo distraída.
- Salgamos al jardín.
Lily y Lara salieron. La primera no entendía qué era lo que quería su hermana, pero pronto lo descubrió. Hacia ella bajó en picada un águila real y se puso a revolotear alrededor de su cabeza. Lily casi gritó de la alegría.
- ¡Andrómeda!.- gritó Lily.- ¿Qué hace ella aquí?
- Ya ves. Me la traje, no me preguntes cómo le hice, pero ya está aquí. Ella te extrañaba tanto como yo.- explicó Lara.
Andrómeda era la "mascota" de Lily, por así decirlo. Era un águila real hembra que Lily había encontrado malherida cuando aun era pequeña. La chica la había cuidado hasta que el ave se recuperó, y aunque el águila seguía siendo libre, siempre se había mantenido cerca de Lily, quizás debido a la gratitud.
- Me pregunto qué me dirán los Wakabayashi cuando sepan que tengo a un águila por mascota.- Lily rió, al tiempo que acariciaba al ave la cual se había posado en una rama baja de un árbol cercano.
Lara quiso acompañar a Lily a sus clases de canto. Quería conocer a todos y a cada una de las personas que tenían contacto con su pequeña hermana. Desde que Chiara había muerto, Lara se había tomado muy en serio su papel de la "hermana mayor". Pero antes de ir a sus clases, Lily deseaba visitar a Misaki en la clínica del doctor Shibazaki. Allá se encontraron con Rika, quien nunca dejaba a Misaki solo, y con Tsubasa, Ishizaki, Aoi, Sanae, Yukari, Kumi y medio equipo de Japón más. Lily hizo las correspondientes presentaciones y Rika saludó a su prima con cierta frialdad. Rika y Lara nunca se habían llevado del todo bien.
- ¿Cómo estás, Tarito?.- le preguntó Lily a aquél, cuando por fin pudo hablar con él.
- Avanzando.- respondió él, encogiéndose de hombros.- No es para menos, tengo al mejor equipo a mi lado.- Y le guiñó el ojo a Rika, quien se puso coloradísima.
- Miren a mi primita, no pierde el tiempo... .- murmuró Lara, en español. Rika le lanzó una mirada de odio.
- Me da gusto.- respondió Lily, quien no se dio cuenta del intercambio de miradas entre su hermana y su prima.- ¿Y crees que puedas jugar algún partido del Mundial?
- En eso tengo puestas mis esperanzas.- Taro sonrió.- Por eso me esfuerzo tanto.
- Ya verás que lo conseguirás.- Lily sonrió también.
- Voy a ver si ya regresó el doctor Shibazaki.- dijo Rika, saliendo de la habitación para no tener que seguir aguantando a Lara.- Con permiso.
- Yo también me salgo. Ya veo que no todos me aguantan aquí.- anunció Lara.- Te espero afuera, Lily.
- Lara no cambia, ¿verdad?.- suspiró Taro, cuando él y Lily se quedaron solos.
- Para nada. Ya las conoces a ella y a Rika... .- Lily suspiró también.- No se aguantan.
La verdadera razón por la cual Lara y Rika no se toleraban era porque, hacía muchos años, allá en Francia, Lara había intentado tener algo con Taro, cosa que puso a Rika al borde de la histeria. Fue en ese tiempo cuando Rika se dio cuenta de que estaba enamorada de Misaki. Lo raro del caso es que al principio Taro también se sentía atraído por Lara, pero después, sin previo aviso, la rechazó tal y como después lo haría con Rika. Taro parecía estar interesado en ambas mujeres, pero nunca puso en claro a cuál de las dos prefería. Este incidente había contribuido a aumentar el odio que Lara le tenía a los hombres.
- Bueno, en parte la culpa es mía.- reconoció Taro, algo pesaroso.- No las hubiera confrontado...
- Uhm... Aun sigo sin entender el por qué lo hiciste.- Lily le lanzó a su amigo una mirada incriminatoria.
- La verdad, estaba confundido.- respondió Taro, tranquilo.- Y tardé tanto para desconfundirme que las cosas se hicieron un revoltijo...
- Esa palabra no existe.- regañó Lily.- Pero la cuestión aquí es: ¿Realmente te "desconfundiste"? ¿O aun no?
- Creo que sí.- dijo Taro.- Creo que al fin ya descubrí a quién quiero...
- ¿En serio? Porque hace un par de años no sabías si quedarte con Lara o con Rika... Y nos metiste en un berenjenal a las tres, no solo por el parentesco sino también porque yo ya no sabía a cuál de las dos apoyar.- reclamó Lily.
- Sí, lo sé... Pero bueno, creo que por fin sé a quien voy a confesarle mis sentimientos...
- ¿En verdad lo harás?
- Quizás. Si es que ella aun siente algo por mí... Aunque... Me la paso metiendo la pata, me cae.
- ¿Por qué?
- Porque hace tiempo besé a Rika sin previo aviso y después le retiré la palabra.- dijo Misaki, así sin más.
- Válgame... ¿Y por qué hiciste eso?.- Lily se sorprendió.
- Porque quería aclarar mis sentimientos.- Taro suspiró.- Pero el tiro me salió por la culata... Sé que lastimé mucho a Rika, aun me sorprende que no me odie...
- Quizás sí lo hace y nomás espera el momento adecuado para vengarse.- bromeó Lily.
- ¡Qué chistosa!.- gruñó Taro.- En fin...
Ambos jóvenes se quedaron callados por varios minutos. Lily al fin se animó a decir lo que pensaba.
- ¿Y a cuál de las dos es a quien quieres? ¿A Lara o a Rika?.- inquirió Lily, curiosa.
- ¿Quieres saberlo?.- Taro sonrió con picardía.
- Sí.
Taro miró a su amiga y se preparó para responder.
Mucho rato después, Rika ayudó a que Taro saliera al jardín de la clínica. El joven ya podía caminar muy bien con muletas (y así fue como pudo asistir a la fiesta de compromiso de Touya) pero cada vez que él estaba en la clínica, Rika siempre lo ayudaba a caminar, aun cuando no necesitara ayuda. Lara los miraba a ambos con profundo odio, Lily rogaba para que sus familiares no se agarraran del chongo.
Ya en el jardín, los integrantes de la selección japonesa, Rika, Lily, Lara, Sanae, Yukari, Kumi y Taro se pusieron a platicar con grandes aspavientos sobre los partidos que había jugado Japón. Ya habían tenido su último encuentro, contra Italia, a quien vencieron por la asombrosa cantidad de 4 goles por 1. Japón había pasado a la siguiente ronda y se enfrentaría a Suecia, capitaneada por Stefan Levin.
- Lástima que México no pasó a la siguiente ronda.- suspiró Lily, desilusionada.- Ni modo.
- Ya qué.- musitó Lara.- Ya será para la otra...
- ¿No extrañas México, Lily?.- preguntó Sanae, curiosa.
- Sí. Siempre lo extraño. Pero lo llevo en la piel.- respondió la chica, orgullosa.
- ¿En la piel? ¿Cómo se puede llevar a México en la piel?.- preguntó Ishizaki.- Eso es algo extraño...
- Ni tanto. Te explicaré cómo es que se puede llevar México en la piel.- Lily se paró enfrente de todos y se preparó para cantar.- Como una mirada hecha en Sonora, vestida con el mar de Cozumel, con el color del sol por todo el cuerpo así se lleva Mexico en la piel.
Lara se levantó y comenzó cantar también. Ambas mexicanas se miraron y sonrieron, para después seguir cantando a dueto:
- Como ver la sierra de Chihuahua, o artesanía en San Miguel, remontar el cerro de la silla, así se lleva México en la piel.- cantó Lily.
- Como acompañarse con mariachi, para hacer llorar a esa canción, que en el sur se toca con marimba, y en el norte con acordeón.- cantó Lara.
Nadie más que Lily y Lara eran mexicanas, pero el resto de los jóvenes pudieron sentir a través de la canción la calidez y la maravilla de país que es México.
- Como un buen sarape de Saltillo, como bienvenida en Veracruz, con la emoción de un beso frente a frente, así se lleva México en la piel.- Lily tenía en los ojos la emoción y la dicha de aquel que le canta al país que tanto ama.
- Como contemplar el mar Caribe, descubrir un bello amanecer, tener fresca brisa de Morelia, la luna acariciando a una mujer.- Lara también sentía el orgullo mexicano correr por sus venas.
- Así se siente México, así se siente México, así como unos labios por la piel, así te envuelve México, así te sabe México, y así se lleva México en la piel... .- Lara y Lily estaban muy lejos del territorio que las vio nacer. Pero se sentían más cerca que nunca, en sus corazones, de su amado México.
Los japoneses aplaudieron, entusiasmados.
- ¡Qué bella canción!.- exclamó Sanae.- ¡Me encantaría poder conocer México!
- A mí también.- exclamó Kumi.
- Quizás luego le pueden decir a Tsubasa que las lleve de Luna de Miel para allá.- bromeó Ishizaki.
Ambas chicas lo miraron con odio. Y el escándalo no tardó en armarse. A Lily comenzó a darle sed y salió en busca de un refresco. Justo cuando iba saliendo de la clínica se topó frente a frente con Genzo Wakabayashi.
- Buenas tardes.- saludó Lily, cortésmente. Después, se dio la vuelta y se alejó, para no tener que lidiar con él.
- Espera, Lily, por favor.- Genzo, sorpresivamente, la tomó por un brazo.- Lo lamento mucho.
- ¿Qué es lo que lamenta usted?.- Lily no vio los ojos de Genzo.
- El haber sido un idiota.- respondió él, cabizbajo.- No tenía derecho a hablarte de esa manera...
- Está bien.- Lily se zafó de Genzo y comenzó a caminar.- No se preocupe usted.
- Sí que eres rencorosa.- Genzo dio unos cuantos pasos rápidos y volvió a colocarse enfrente de Lily.- Y no te culpo. No me merezco que me vuelvas a dirigir la palabra, fui un completo idiota, pero...
Genzo se detuvo. ¿Qué podía decirle a Lily? ¿Qué estaba experimentando un sentimiento nuevo para él y que no sabía cómo reaccionar? ¿Qué ese sentimiento nuevo lo habían hecho comportarse como un patán? Era ridículo y Genzo lo sabía. Lily lo miraba con tranquilidad, aun cuando en el fondo se sintiera muy nerviosa. Ella se veía tan frágil e indefensa que él tuvo muchos deseos de abrazarla y de besarla.
"Otra vez con estos pensamientos locos", pensó Genzo. "Ya, contrólate y díselo de una buena vez".
- Me molesté por el beso que se dieron mi hermano y tú, no por ti sino porque sé bien que mi hermano es un mujeriego sin remedio y acosa a cualquier chica hermosa que se le pone enfrente.- respondió Genzo, más calmado. "Cobarde", gritó una vocecilla en su interior.
- ¡Ah!.- Lily se sorprendió al darse cuenta de que Genzo se había referido a ella como "una mujer hermosa".- Bueno... La verdad es que yo también tuve algo de culpa, quizás le di a Kenji señales equivocadas... Lo lamento...
- ¿Aceptas mis disculpas?.- preguntó Genzo, con cara de cachorrito herido.
- Si tú aceptas las mías... .- Lily miró a Genzo con ternura.
- De acuerdo.
Ambos jóvenes se sonrieron. Lily comenzó a caminar de nuevo rumbo a la clínica.
- Dentro de unos cuantos días Japón jugará contra Suecia.- anunció Genzo, al tiempo que la seguía.- Y es casi seguro que para ese partido sí podré jugar...
- Qué bueno.- respondió Lily, a la evasiva.
- ¿Irás al encuentro? Tienes mucho de no ir a los partidos... .- Genzo habló a la expectativa.
- Nada más falté a uno, al que ustedes jugaron contra Italia.- replicó Lily.- No sé si vaya... Quizás sí...
- Vamos, tienes que ir.- suplicó Genzo.- La porra japonesa no es lo mismo sin ti, no importa que seas mexicana. Y por cierto, linda canción.- y le guiñó el ojo.
- ¡Ah! ¿Nos escuchaste cantar?.- Lily se ruborizó un poco.
- Claro. Lo hiciste muy bien, como siempre. Y pude sentir también el amor que le tienes a tu país... .- Genzo sonrió de una manera tan especial que el corazón de Lily comenzó a latir a mil por hora.
- Gracias...
- Entonces... ¿Irás al partido? Los muchachos esperan verte allá, Hana quiere que la acompañes y pues yo... .- Genzo se detuvo.
- ¿Tú qué?.- Lily le lanzó una mirada interrogante.
- Yo también quiero que estés presente.- murmuró Genzo.- Para mí es muy importante que vayas...
Lily bajó la mirada, muy avergonzada.
- ¿Qué te he dicho sobre no bajar la mirada?.- Genzo tomó con su mano la barbilla de la chica.- Tienes una mirada muy bella, no me quites el gusto de poder observarla.
Lily se puso colorada a más no poder.
- Entonces... ¿Irás?.- insistió Genzo, cautivador.
- Iré.- aceptó Lily, con una sonrisa tímida.
Escondida detrás de un poste, estaba Daniela Dietrich, observando toda la escena. Los celos habían invadido a la chica al notar la mirada que Genzo le dirigió a Lily. Él nunca había mirado a Daniela de esa manera...
"Tengo que deshacerme de esa chica, a como dé lugar".
Notas:
- ¡Qué viva México! El l6 de septiembre celebramos nuestra Independencia. Me habrán de disculpar, pero soy orgullosamente mexicana y no puedo dejar pasar esta fecha tan importante. La primera vez que escuché "México en la piel" fue en el parque temático "X-Caret", en Cancún. Me hizo llorar de la emoción que sentí, por vivir en un país tan bello y hermoso como lo es México...
- Jeje, me la jalé (la neurona) con el águila real...
