Capítulo 17. Al pasar.
Lily y Genzo se miraron por unos momentos, dubitativos. Lily no creía en predicciones de adivinas y Genzo no era la clase de persona que se dejara impresionar por ese tipo de cosas, pero una fuerza más poderosa que sus propios corazones los empujó.
- No les cobraré nada.- dijo la abuela Sugimoto.- Será gratis.
- Uhm, no lo sé... .- Lily titubeó.- ¿Tú qué opinas, Gen?
- Me da igual.- el arquero se encogió de hombros.- Si tú quieres...
La adivina tomó esto como un "sí". Soltó la mano de Lily y comenzó a examinar atentamente la mano de Genzo. Después de unos segundos, sonrió.
- Tu vida ha sido fácil.- dijo.- Desde muy pequeño lo has tenido todo para alcanzar la felicidad y el sueño que tanto deseas. Tienes además la fortaleza y la capacidad para cumplir tus metas, no habrá nada que te impida lograr lo que deseas, sin embargo... Te hace falta algo muy importante.
- ¿Y se puede saber qué es?.- a pesar de todo, Genzo tenía algo de curiosidad.
Pero la abuela, en vez de responder, soltó la mano de Genzo y a continuación tomó la de Lily y comenzó a examinarla.
- Tú has tenido una vida un poco más difícil.- murmuró la abuela, algo triste.- Hace poco perdiste a alguien a quien amabas muchísimo y tus sueños sufrieron un duro golpe... Pero a pesar de eso, tu determinación te evita que te des por vencida. Y también tu promesa.
- ¿Cómo sabe que yo... ?.- inquirió Lily, sorprendida.
- Tu mano es un libro abierto para mí.- la abuela sonrió, interrumpiendo a la chica.- Tú también podrás cumplir tus sueños, tendrás un camino lleno de obstáculos pero al final con tu decisión lograrás tus metas. Sin embargo, también te falta algo...
La abuela Sugimoto volvió a tomar la mano de Genzo sin soltar la de Lily.
- Y es aquí cuando ambos caminos se cruzan.- continuó la anciana.- Ambos han encontrado en el otro lo que les faltaba para completar sus vidas. Tú.- le dijo a Genzo.- Has encontrado en ella la ternura que te hacía falta. Y tú.- le dijo a Lily.- Has encontrado en él la fortaleza que buscabas. Y ambos.- en este momento la abuela entrelazó las manos de ambos jóvenes.- Encontrarán lo único que les falta para ser completamente felices...
Lily y Genzo miraron expectantes a la anciana.
- El amor.- continuó la abuela, al tiempo que sonreía.
Ninguno de los dos muchachos dijo nada, ambos miraban fijamente hacia otra parte, pero sus manos seguían entrelazadas, como unidas por una fuerza que iba más allá de toda razón... En ese momento, Kumi se acercó a su abuela.
- Abuelita, ¿no deseas un poco de té?.- le preguntó.
- No me caería mal una taza.- sonrió la anciana, al tiempo que se levantaba para seguir a Kumi.- Con permiso, jóvenes. Fue un placer el haber estado con ustedes.
- Sí.- respondieron Lily y Genzo, distraídamente, sin soltarse de las manos.
"Sí, ustedes están destinados a estar juntos", pensaba la abuela. "Pero no les resultará nada fácil... Aun hay muchos obstáculos que su amor deberá vencer... ".
Mucho rato después, cuando la fiesta terminó, Lily expresó sus deseos de marcharse, aun cuando los muchachos querían continuar la parranda en otro lado. Genzo se ofreció a acompañarla de regreso a la mansión.
- No será necesario.- musitó Lily, muy avergonzada.- Podré regresar sola.
- No pienso dejar que te vayas sola, menos ahora que Hana ya no te va a acompañar a ninguna parte.- respondió Genzo, muy serio.
- Pero me sé bien el camino y aun no es muy noche.- insistió Lily.- ¿No prefieres quedarte con tus amigos?
- Prefiero asegurarme de que regreses a salvo a casa.- replicó Genzo.
- Uh, perdón, pero no entendí.- intervino en ese momento Aoi.- ¿Por qué ya no te va a acompañar la hermana de Wakabayashi a la mansión?
En ese momento, se comenzaron a escuchar miles de risillas provenientes de varias partes.
- Porque Wakashimazu ya le hizo el "chistecito" a Wakabayashi.- Ishizaki comenzó a desternillarse de risa.
- ¿Qué cosa?.- Aoi seguía sin entender.
Para esos momentos las risillas ya se habían convertido en francas carcajadas.
- Es que Wakashimazu ya se hizo novio de Hana Wakabayashi.- respondió Sanae, mordiéndose los labios para no reírse también.
- ¿En serio? ¿Por qué siempre soy el último en enterarme de todo?.- Aoi los miraba a todos con ojos como platos.
- Sí, es en serio.- terció Genzo, algo molesto.- Y a mí no hace maldita la gracia.
- Mejor vámonos.- sugirió Lily, para evitar que siguieran molestándolo.
- Como quieras.- gruñó Genzo.
Aunque Genzo traía su coche, Lily prefirió regresar caminando, ya que la noche estaba de lo más hermosa. Lily miraba al cielo con actitud melancólica y Genzo lo captó.
- ¿Qué te pasa?.- le preguntó.- ¿Piensas acaso en la predicción de la anciana?
Lily miró a Genzo, ruborizándose a más no poder.
- Quizás.- Lily se encogió de hombros.- Yo quisiera saber cómo es que le hizo para saber que hice una promesa... .- Lily trató de evitar el tema de "encontrarán en el otro el amor que les hace falta", y lo logró.
- Eso ni siquiera yo lo sé.- señaló Genzo, queriendo evitar también lo de "ustedes están destinados a estar juntos".- Sé que deseas convertirte en cantante pero... ¿Le hiciste una promesa a alguien por eso?
- Sí. A Chiara.- Lily asintió.- Antes de morir le hice la promesa de que me convertiría en una gran cantante y que interpretaría sus canciones... Ella era compositora...
Por más que lo intentó, Lily no pudo evitar que se le quebrara la voz. Aun extrañaba mucho a su hermana.
- La querías mucho, ¿cierto?.- murmuró Genzo, sintiéndose mal por Lily.- A Chiara.
- Sí. Ella era mi ángel.- Lily se secó una lágrima.- Siempre me impulsó para salir adelante, aun cuando las cosas se vieran muy feas. Cuando ella enfermó... Conservó hasta el final el optimismo... Siempre tuvo fe, aun cuando la quimioterapia la dejó sin cabello y la hizo enflacar y vomitar todos los días... ¿Sabías que por eso yo tengo el cabello largo? Para darle un poquito más de alegría a mi hermana... Ella me pidió que me dejara el cabello largo, para recordarle su hermoso cabello... E incluso Chiara conservó la esperanza aun cuando el transplante de médula que podía salvarle la vida falló y el oncólogo le pronosticó tan solo un mes de sobrevida...
Lily no pudo más y dejó que sus lágrimas corrieran libres por sus mejillas.
- Quisiera haber hecho algo más por ella.- murmuró.- Me hubiese gustado que mi tejido hubiese sido compatible con el de ella...
- ¿Qué quieres decir?.- cuestionó Genzo, en voz baja.
- Mi hermana tenía leucemia, el cáncer de la sangre.- explicó Lily.- La médula de sus huesos estaba enferma y no producía células sanas. La única manera de curarla completamente era haciéndole un transplante de células de una médula que no estuviera enferma... Después de muchos análisis, los doctores descubrieron que mi médula era compatible con la de ella... Y yo doné una muestra para que se la transplantaran a Chiara pero... Su cuerpo la rechazó... Mis células terminaron por acabar con lo poco que quedaba de ella... Yo la maté... Por eso le prometí que sería cantante y que cumpliríamos nuestro sueño.- Lily ya lloraba casi al borde de la histeria.- Para poder compensar un poco el daño que le hice...
- No digas idioteces.- la interrumpió Genzo, enojadísimo.- ¿Cómo se te puede ocurrir decir que tú mastate a tu hermana?
- ¡Es la verdad! ¡Fue lo que Lara me dijo! ¡Que si yo hubiese sido más compatible con Chiara mis células no la habrían atacado y ella no habría muerto!.- gritó Lily, llorosa.
A Genzo le dieron muchas ganas de golpear a Lara Del Valle.
- Con todo respeto, tu hermana es una idiota.- Genzo estaba tan enojado que le temblaba la voz.- Tú no mataste a Chiara, lo único que hiciste fue tratar de salvarle la vida, pero hasta donde sé los transplantes no son cien por ciento seguros, muchas cosas pueden salir mal. Y no fue tu culpa. Tú hiciste lo que pudiste y fue mucho, créeme. Muchos no se hubieran atrevido a donar por el miedo que les puede causar una donación de órganos (y eso pasa mucho en la vida real).
Pero Lily solo movió la cabeza de un lado a otro. Genzo la abrazó con todas sus fuerzas.
- Escúchame, y escúchame bien.- susurró él, al oído de ella.- Tú no mataste a Chiara. Todo lo contrario, le diste una esperanza de vida.
Lily momentáneamente dejó de llorar al escuchar esto.
- Le diste a Chiara una oportunidad para vivir.- continuó Genzo.- Si no hubiese sido por ti ella no habría tenido ni siquiera esa esperanza. Pero tú se la diste. Fuiste su ángel. Estoy seguro de eso.
Lily abrió los ojos y miró hacia el cielo. Una mariposa monarca volaba cerca de ellos en esos momentos. De la sorpresa, Lily se separó de Genzo para contemplar la mariposa.
- ¡Qué mariposa tan extraña!.- murmuró Genzo, sorprendido, al darse cuenta del motivo de admiración de Lily.- Nunca había visto una igual.
- Es una mariposa monarca.- explicó Lily.- Son muy comunes en México...
- ¿Y qué hace una mariposa de ese tipo en Japón, a estas horas de la noche y precisamente en el lugar en donde estamos nosotros?.- inquirió Genzo.
- Es Chiara.- murmuró Lily, sonriendo dulcemente.- Nos está saludando...
La mariposa se posó sobre la mano de la chica. Ella comenzó nuevamente a llorar, pero sin dejar de sonreír. La mariposa revoloteó después alrededor de la cabeza de Genzo, quien la observaba en silencio.
- Mi hermana te da su bendición.- susurró Lily.
Genzo no respondió, pero miró a Lily con la ternura clavada en la mirada. Después de un rato, cuando Lily se calmó, llegaron a la mansión. Genzo se aseguró que Lily llegara sana y salva hasta su habitación.
- Gracias.- le dijo Lily a Genzo, cuando se encontraron en la puerta del cuarto.
- ¿Por qué?.- inquirió Genzo.
- Por no dejarme caer en la oscuridad.- Lily se paró de puntillas y le dio un beso en la mejilla a Genzo. Éste la miró más que sorprendido.- Sé que en tu país se acostumbran las reverencias, pero en el mío la costumbre es darse un beso en la mejilla.
Lily le guiñó un ojo al sorprendido portero y entró a su habitación. Genzo contempló por unos instantes la puerta cerrada, preguntándose si debería de hacerle caso a su instinto que le aconsejaba el volver a llamar para que Lily saliera y así poder tomarla entre sus brazos y besarla en los labios. Pero no lo hizo.
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Ian Takahashi estaba más que fascinado. No solo había encontrado a la voz que bien podía convertirse en la Voz de la Esperanza, sino que también había conocido a la chica que bien podría volverlo loco de amor... Y todo en una misma familia... Lily y Lara Del Valle. Genzo le había dicho que eran hermanas. Ian sabía que, si continuaba viendo a Lily, tarde o temprano tendría que ver también a Lara... Aunque no era necesario el esperar a que Lily se pusiera en contacto con él, ya que Ian se había topado con Lara muy cerca del departamento en donde él vivía y sabía que tarde o temprano la vería por ahí cerca... Y no se equivocó...
Al pasar... Sigo tus pasos te quiero alcanzar...
Ian se topó con Lara dos días después de la boda de Touya y Hotaru. La chica iba saliendo de su apartamento. Ian se conformó con verla de lejos y seguirle los pasos...
Al pasar... Sigo tu boca, la quiero besar...
Lara le gritó a Ian un par de veces que la dejara en paz. Ella no lo bajaba de pervertido depravado y cada vez que lo veía le gritaba que la dejara en paz o de lo contrario le llamaría a la policía.
- Mi chica ruda.- le decía Ian.- No seas tan esquiva... Yo solo quiero conocerte un poquito mejor...
- ¡Déjame en paz, maldito depravado!.- gritaba Lara.
Ian no conocía a Lara del todo. Pero aun así, sabía que con un beso a sus labios rojos bastaría para caer más que enamorado... Pero eso Lara no lo entendía...
Al pasar... Sigo tus pasos te quiero alcanzar...
Pero Ian Scott Takahashi no se daría por vencido.
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Cuatro días después de la boda de Touya y Hotaru, Lily recibió un sobre con una hoja de papel que solo tenía escrita éstas palabras: "Te estás tardando demasiado... Tu destino te espera. Elliot Tapia".
Lily no sabía cómo era que Elliot había averiguado su dirección y más que nada, cómo era que se había enterado de la oferta que le había hecho Ian Takahashi. Elliot estaba envuelto en el misterio y esto tenía fascinada a Lily. Sentía que él había lanzado sobre ella una especie de embrujo del cual no podía escapar... Lily aun no podía precisar qué era ese sentimiento extraño que experimentaba cada vez que pensaba en Elliot. Ahora estaba más que convencida de que él era su niño de la gorra, pero dudaba de que eso fuera suficiente para establecer un vínculo más fuerte entre ellos... Y sin embargo... Había algo en Elliot que la atraía como una mariposa a la llama... Pero por el otro lado, también estaba Genzo...
"Es una idiotez", pensó Lily. "Apenas y conozco a Elliot.. ¿Por qué ando pensando en él de una manera que no debería de ser? Solo nos hemos visto una vez... Aunque él dijo que no es la primera vez que nos vemos... Claro que si se refiere a aquella vez en el puerto de Veracruz hace más de 10 años, pues como que no cuenta mucho...Y sin embargo, algo tiene que impide que deje de pensar en él... Cada vez que me olvido de su persona, siempre llega algo que me hace recordarlo... ".
Pero la mente de Lily se distrajo en otra cosa: la oferta de Takahashi. Tomó la tarjeta y la releyó por quincuagésima ocasión, sin atreverse a llamar. ¿Y si todo era una trampa de Daniela Dietrich? Lily dudaba... Pero quizás también sería la oportunidad que estaba esperando... Lily no sabía qué hacer... En ese momento, una mariposa monarca entró por la ventana de su cuarto, revoloteó alrededor de la tarjeta que Lily aun tenía en la mano y se posó después sobre el teléfono por unos instantes, para después salir por la ventana.
- Ya voy, Chiara.- dijo Lily, sonriente, al tiempo que tomaba el teléfono para marcar el número de Estrella Fugaz.
"Si tan solo supiera qué relación tiene Elliot Tapia en todo esto... ".
Notas:
- Esta vez me pasé de melodrama... Pero andaba inspirada...
- Samael es contralto.
