Capítulo 19. Dos historias iguales.
- ¡Felicidades, señorita Del Valle!.- gritó entusiasmado uno de los directivos.- ¡Será una gran estrella!
Lily sonreía. Parecía estar viviendo un sueño... "Chiara, parece ser que estoy a punto de lograrlo... ", pensó ella. "Es cierto que ya tengo asegurado el contrato pero aún me falta mucho... ".
Ian Takahashi y los directivos sonreían. Genzo muy discretamente se había retirado un poco para dejar que Lily disfrutara de su felicidad. Los directivos hicieron miles de promesas y planes y al final Ian arregló una cita para la firma del contrato. Lily grabaría un disco el cual sería promocionado a nivel internacional... Ella no sabía si los directivos le darían la oportunidad de grabar las canciones de Chiara, pero nada perdería con intentarlo. Con su equipo de cómputo grabaría un demo y se lo mostraría a Ian el día en que tuviera que firmar el contrato. Lily estaba algo dubitativa, las cosas le habían salido de lo más fáciles... Ella había aprendido "a golpes" que cuando se quiere obtener algo duradero, siempre se tiene que recorrer el camino más duro.
Lily y Genzo salieron de los estudios de Estrella Fugaz. La chica parecía flotar entre nubes y Genzo prefirió dejarla en su felicidad. Él aprovechó para contemplarla sutilmente: Lily era una mujer preciosa. Su largo cabello castaño brillaba y se veía tan suave que parecía de seda. Los ojos negros de Lily tenían un toque de alegría que los hacía brillar. Los pliegues de la minifalda volaban sobre sus muslos... Genzo se preguntó por qué esa chica era diferente a las demás. Él había tenido muy pocas novias, aun cuando hubiese miles de mujeres que estaban tras de él. El sóccer siempre había sido su único interés, hasta hace unos cuantos meses atrás Genzo estaba seguro que el amor era una idiotez que hacía que uno se distrajera de sus objetivos reales. He ahí el motivo de ruptura con Danny D. (el apodo que Genzo le puso a Daniela Dietrich, bien a lo J-Lo). La verdad era que Genzo nunca permitió que Danny intentara siquiera arañar la fría barrera de indiferencia que él había construido alrededor de su corazón. Pero... De repente Lily Del Valle había llegado a su vida y todo había cambiado...
La mente de Lily comenzó poco a poco a pensar en Genzo. Elliot había logrado convencerla de que la presencia del portero japonés era dañina para su carrera, pero la canción que ella había cantado en el estudio de grabación la hicieron despertar del embrujo. Lo que Lily sentía por Genzo era lo más auténtico que la chica hubiese experimentado jamás. Lily había tenido también su cuota de novios, el último (y hasta ese momento más querido, ya que Genzo no es aun su novio) se llamaba Francisco Tapia. Lily había idolatrado a Frank de la manera apasionada en como solo ella sabe hacerlo, pero él... Bueno, no es que Frank no quisiera a Lily sino que no sabía cómo demostrarlo. La presencia de Frank siempre fue dañina para Lily, ya que en vez de recalcar sus virtudes se la pasaba condenándola por sus defectos. Y por supuesto, el engaño no se hizo esperar: Frank engañó a Lily con una chica nueva que había llegado a la escuela en donde ellos estudiaban. Ésa fue la gota que derramó el vaso: Lily le dijo adiós para siempre a Frank. Lo malo del caso es que fue justamente en ese instante cuando él se dio cuenta de cuánto la quería... Como sea, la mente de Lily volvió a pensar en Genzo. Lo que sentía por él no era ni remotamente comparado con lo que sentía por Frank, pero ahora su corazón estaba sembrado de dudas: ¿Realmente tendría razón Elliot al decir que Genzo solo le estorbaría? Y además... ¿Quién decía que Genzo podría llegar a fijarse en ella? Lily era tan solo un ave pasajera en la vida del portero y que pronto volaría por otros cielos...
- Estás muy callada.- observó Genzo, cuando ambos llegaron al automóvil.
- Supongo que es la emoción.- Lily se encogió de hombros.
- Me imagino. Por cierto, muchas felicidades.- Genzo le tendió la mano a la chica pero, sorpresivamente, Lily saltó y lo abrazó con muchas fuerzas.
- Mil gracias.- Lily enterró la cara en el pecho de él.- Gracias por apoyarme. Gracias por estar conmigo. Gracias por dejarme vivir en tu casa. Gracias por contratarme y darme la oportunidad de venir a Japón a encontrarme con mi destino.
- Yo no hice nada.- dubitativo, Genzo puso sus manos alrededor de la cintura de la muchacha.- Yo solo... Yo no hice nada. Fue el destino. Fue Chiara. Fuiste tú.
- Tú eres el ángel que Chiara me envió para cuidarme.- Lily alzó su rostro para mirar a Genzo muy de cerca.- Eres mi guardián de oriente...
- Debes estar bromeando.- Genzo bajó el tono de su voz hasta convertirlo en un susurro.- Si hay un ángel aquí, ésa eres tú. Yo soy un demonio, nunca seré un ángel. Tú fuiste quien llegó dándole esperanza a todos en este lugar... Tú eres mi ángel...
Genzo se calló al pronunciar estas últimas palabras. Nunca en su vida había sido tan cursi, aunque tampoco había sido tan sincero... Lily lo miraba con los ojos brillantes de amor y, al verse reflejado en ellos, Genzo se preguntó por qué le estaba poniendo tantas trabas al asunto... Pero Genzo lo pensó demasiado. Debió haber seguido su primer impulso y besar a Lily, pero cuando ya ambos habían cerrado los ojos un carraspeo los hizo separarse. Genzo y Lily se dieron cuenta de que Elliot los observaba fijamente, a pocos metros de ellos.
- Felicidades, Lily.- dijo Elliot con cierto sarcasmo.- Serás una estrella.
- Gra... Gracias.- tartamudeó ella.- ¿Cómo es que sabes...?
- Ya te lo dije. Yo sé todo de tu vida.- Elliot sonrió, muy dulcemente a pesar de todo. A Genzo no le gustó para nada el gesto. Ni el comentario.
- ¿Te dedicas a espiarla?.- preguntó, molesto.
- No es algo que a ti te importe.- Elliot le lanzó una mirada desafiante.- Yo estoy aquí para cuidar de ella.
- Lily no necesita que otros la cuiden.- replicó Genzo, cada vez más enojado.- Para eso estoy yo.
- Tú solo vas a estorbarle.- Elliot se enfrentó a Genzo y aunque la diferencia de estatura era obvia, el primero no se dejó intimidar.- Déjala en paz.
- Oblígame.- Genzo apretó los puños.
- No será necesario.- Elliot sonrió nuevamente.- Ella misma será quien te deje. Lily.- Elliot se dirigió a la chica, quien los miraba algo asustada.- ¿Ya se te olvidó lo que te dije la otra vez? ¿Sobre tus sueños? ¿Sobre no dejar que nadie interfiera en ellos?
- Sí, lo recuerdo.- asintió Lily.- Pero estoy segura de que Genzo no interferirá en ellos. Ha sido él quien me ayudó a conseguir el contrato.
La expresión de Elliot se tornó sombría. Miró a la chica con tristeza.
- El que te ayudó a conseguir este contrato fui yo.- dijo Elliot.- Yo fui quien le dijo a Ian Takahashi que asistiera a la boda de Touya Wakabayashi para que escuchara cantar a la voz más bella de todas.
- ¿Qué cosa?.- Lily se sorprendió.
- ¿Lo dudas? Pregúntale a Takahashi para que te diga por qué cambió de opinión y decidió asistir a la boda. Fue porque yo le llamé pidiéndole que fuera para que te escuchara cantar.- insistió Elliot.
Lily instintivamente miró a Genzo, como buscando a alguien que le confirmara que Elliot estaba loco. Pero lo que vio la sorprendió: Genzo evitó su mirada a toda costa, dándole a entender que Elliot estaba en lo correcto.
- ¿Tú lo sabías?.- preguntó Lily, muy sorprendida.
- Te lo dije.- asintió Elliot.- Él no te conviene. Se la pasa ocultándote datos y haciéndote creer que fue él quien te ayudó.
Genzo no se atrevió a la mirar a la chica quien lo observaba con la desilusión y la sorpresa reflejada en el rostro...
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Sanae cada día odiaba más a Lara Del Valle. Desde que la chica se enteró que Japón había pasado a las semifinales contra Holanda, no se había separado ni un instante de Tsubasa, más ahora que parecía ser que tanto Rika como Lily la evitaban. Sanae quería saber el por qué Lily no se hablaba con su hermana, pero la chica siempre esquivó el tema. Sin embargo, sin querer conoció el motivo por el cual Rika odiaba a su prima mayor...
- Es odiosa, ¿verdad?.- le preguntó Rika a Sanae, una vez que Lara coqueteaba con Tsubasa.
- Bastante.- Sanae suspiró.- Me gustaría amarrarla a un ahuehuete...
- Parece que están de moda los ahuehuetes.- Rika soltó la carcajada.- En fin...
- ¿Y tú por qué la odias?.- preguntó Sanae, de pronto.- Se supone que es tu prima...
- ¿Y eso qué? ¿En dónde está escrito que uno deba querer a sus familiares por el simple hecho de serlos?.- replicó Rika.- Si ni siquiera se ganan el derecho a ser amados...
Sanae miró a la muchacha con extrañeza.
- No me malentiendas.- continuó Rika, con una sonrisa de disculpa.- Quiero muchísimo a Lily y también quería mucho a Chiara... .- la voz de Rika falló por unos momentos.- Pero Lara... Esa mujer es harina de otro costal... Siempre vive resentida y amargada. No sé por qué no heredó también el optimismo de sus hermanas...
- Jajaja, entiendo.- Sanae rió.- Pero aun no me has dicho el por qué la odias.
- El motivo se llama Taro Misaki.- Rika suspiró.- Te mentiría si te negara que estoy más que loca por él. Lo malo es que Lara también lo está.
- Me lo suponía.- Sanae sonrió.- Pero... ¿No debería de ser él en todo caso el que decida a quién de las dos quiere?
- Ésa es la cuestión, que el desgraciado nos trae a ambas con la duda.- Rika estaba algo enojada.- Deberíamos mandarlo a volar pero en vez de eso las dos nos peleamos como idiotas por él.
- Lo que yo no entiendo.- suspiró Sanae.- Es que si Lara está tan enamorada de Misaki como dice estarlo es por qué persigue tanto a Tsubasa. Él la sigue como menso a todas partes. Cada vez que Lara aparece Tsubasa lo olvida todo y se marcha a platicar con ella y no sabes cómo me enfurece eso.
- A mí también me sorprende.- reconoció Rika.- Tsubasa no es el tipo de hombre que le atraiga a Lara. Ni ella es el tipo de mujer más adecuada para él. Sabe qué les pasará a esos dos.
- La otra vez quise preguntarle a Lily pero ella me evitó.- dijo Sanae.- Quise saber por qué Lara y Tsubasa hablan tanto pero Lily no me lo quiso decir. Y me dio a entender que ellos traman algo...
- Quizás secuestrar a Taro.- gruñó Rika.- No me sorprendería de esa desgraciada...
- Si te sirve de consuelo, creo que tú harías mejor pareja con Misaki que ella.- Sanae soltó una risilla.
- ¡Vaya consuelo!
En ese momento se presentó el Rey de Roma: Taro Misaki, apoyado en sus muletas. Los jugadores fueron a recibirlo con las ovaciones que se merecía y Lara no tardó en acercársele moviendo sus caderas de una manera muy provocativa.
- Tarito, qué gusto verte.- Lara le echó los brazos al cuello a Taro y lo besó en la comisura de la boca.
- Gracias.- Misaki se puso coloradísimo, pero ni tonto que soltó a Lara. Todo lo contrario, la abrazó y le correspondió con un beso tímido en la mejilla.
- Voy a matarla.- anunció Rika, con furia, al tiempo que Lara la observaba a ella con el triunfo pintado en la cara.
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Samael estaba feliz por Lily. Cabe señalar que eso era lo único que la ponía feliz. Yoshiko se recuperaba a pasos agigantados y cómo no, si tenía a Matsuyama a su lado... Era precisamente esto lo que tenía a Samael tan deprimida... No el hecho de que Yoshiko se recuperara sino porque tenía a ese hombre tan increíble apoyándola...
- ¿Entonces vas a grabar un demo con una de las canciones que Chiara compuso?.- le preguntó Samael a su amiga.- Yo podría ayudarte...
- ¿En verdad?.- Lily sonrió.
- Sí. Puedo acompañarte con el teclado o algo así.- Samael se encogió de hombros.
- Te lo agradeceré enormemente.- Lily sonrió.
- Pero deberás decirme algo.- exigió Samael.
- ¿Qué cosa?
- ¿Por qué solo le contaste a Tess Shadows lo de tu audición? La otra vez la sensei Aiza me llamó preguntándome el por qué no habías asistido a tus clases de canto y yo le dije que había sido por la audición y ella me preguntó que de qué rayos estaba yo hablando.- explicó Samael.
- Ah. Es bien simple.- explicó Lily.- El otro día Tess le confesó a Saki lo que sentía por ella.
- ¿Y eso qué?
- Que sensei Aiza estaba tan aturdida que le reclamó a Tess el haber coqueteado conmigo...
- ¿Qué cosa?
- Sí. Saki cree que yo le coqueteo a Tess. Además, está también la situación de que hace tiempo Saki estuvo enamorada de Genzo y ahora creo que ella sabe que yo me he enamorado de Genzo también y pues creo que eso la hace tenerme cierto recelo... .- Lily se puso algo triste.- Con todo esto... ¿Tú le hubieras contado a sensei Aiza sobre la audición?
- No.- Samael sonrió.- Ahora entiendo muchas cosas. Y gracias por confirmarme lo que ya sabía...
- ¿Qué cosa?
- Que estás enamorada de mi amigo...
- ¿Cuál amigo?.- Lily no entendía.
- Genzo.- Samael soltó la carcajada.- Lo acabas de decir...
- ¡Ah!.- Lily se puso coloradísima.- Bueno, es que yo... Es que... Quise decir... Naa, qué más da. Sí, estoy enamorada de Genzo. ¿Pero cómo es eso de que es tu amigo?
- Desde que llegué a Japón, Genzo Wakabayashi ha sido uno de los pilares más fuertes que tengo en mi vida.- dijo Samael, sonriendo un poco al ver el gesto que hizo Lily.- Pero no te pongas celosa, que él a mí no me interesa de esa manera...
"A mí", pensó Samael, "Me gusta otro hombre...".
Lily y Samael se prepararon para grabar el demo. Lily conectó su computadora al teclado de Samael y ésta tomó los acordes de la canción que hacía años había escrito Chiara, cuando ella terminó con el novio a quien tanto quería. Samael leyó brevemente la letra y se estremeció. La canción le quedaba bastante a ella... Lily también se sintió algo identificada...
- Comencemos a grabar "Dos historias iguales".- dijo Lily. Samael asintió.
Los primeros acordes comenzaron a escucharse, con la destreza de Samael en el teclado. Lily comenzó a cantar:
- ¿Ella quién es, qué te dará?
¿En qué es mejor que yo?...
- "Lo siento, Princesa del Hielo.- murmuró Matsuyama.- Pero creo que aun estoy enamorado de Yoshiko... ". Samael recordaba...
- "Lily, yo aun te amo.- dijo Frank, muy arrepentido.- Sólo dame cinco minutos de tu silencio... Para explicarte cuánto te quiero... ". El pasado de Lily volvía a su memoria...
- "Fue demasiado, Frank.- respondió Lily.- Ya no es hora de tratar de arreglar las cosas...".
- "No te preocupes por mí, Hikaru.- respondió Samael, fría e indiferente aun cuando se estuviese muriendo por dentro.- Vete con ella... ".
Porque no se viven dos historias iguales...
- "Bien sabes que estamos hechos el uno para la otra... Por favor, Lily, no me dejes... .- suplicaba Frank."
Ya no es la hora de hablarlo ahora o tal vez sí...
"¿Qué tiene Yoshiko Fujisawa que no tenga yo? Yo te amo mucho más que ella... ".
Porque una vida entera a mí no me vale...
"No sé por qué sigues insistiendo, Frank. Bien sabes que no puedes amar a dos mujeres de la misma manera... No existen dos corazones que sean iguales... ¿Cuánto sol te puede dar sin que te quemes envuelto en su calor? ¿Cuánto puedes atreverte a jugar con los sentimientos de los demás sin salir lastimado tú mismo?".
No sabré olvidarme del más simple detalle...
"No importa cuánto tiempo pase", pensó Samael. "Nunca lo olvidaré lo que me dijeron los ojos de Hikaru esa vez... ".
"No importa cuántos años transcurran", pensó Lily. "Siempre tendré presente esa mirada...".
"La que me dice que jamás se viven dos historias iguales".
Notas:
- Lo que está escrito en pura cursiva son los recuerdos de Lily y Samael.
- Y tengo que mencionarlo... Que quede en la historia. ¡MÉXICO CAMPEÓN DEL MUNDO SUB-17!
