Capítulo 26. Mujer Latina.

Ian Takahashi ya había formulado un plan para el lanzamiento del disco de Lily. El amigo en el quien él había pensado para que lo ayudara con el proyecto aceptó encantado, siempre y cuando escuchara cantar antes a Lily. Ese amigo tenía como socio a un millonario de la industria del petróleo el cual quería asegurarse que ese proyecto de música, del cual él no entendía nada, no fuese a ser una pérdida de dinero. Takahashi decidió contratar entonces a un asesor de imagen para que ayudara a Lily en su segunda audición.

- No tengo dinero para pagarte todo esto.- dijo Lily, apenada.

- No te estoy cobrando nada.- replicó Ian.- Sé que tú bien vales la pena todo esto. Además, pronto serás mi cuñadita...

Lily se encontraba en las nubes, pero no por su próximo disco, sino por el beso que Genzo le había dado en la enfermería. Ella no le había contado nada sobre eso ni a Lara ni mucho menos a Elliot. A Lily le hubiese gustado hablarlo con Samael, pero de buenas a primeras la chica había desaparecido del planeta. Al día siguiente de que Japón ganó el Mundial, Samael desapareció de Tokio y nadie había vuelto a verla... Bueno, casi nadie...

Y aparte de todo, estaba la próxima boda de Tsubasa y Sanae. Lara y Lily fueron invitadas, obviamente, y ambas tendrían derecho de llevar un acompañante. Lara obviamente invitó a Ian y pues a Lily no le quedó más remedio que invitar a Elliot. Ella le tenía mucho aprecio a Elliot, y en verdad que el chico le gustaba pero... No, Lily no era para él... Ella bien que sabía para quién estaba hecho su corazón...

Sanae estaba eufórica y no era para menos, puesto que se iba a casar con el hombre de su vida. Planeaba su boda con tanta ilusión que inclusive le pidió a Lara algunos consejos. Ésta la ayudaba con gusto, ya que uno de sus tantos sueños era ser planificadora de bodas. Sin embargo, en una de las tantas veces que Lara fue a la casa de Sanae a ayudarle con los planes, se topó inevitablemente con Genzo, quien había ido para darle a la novia el regalo de bodas adelantado.

- Me parece increíble que te juntes con este tipo de personas, Sanae.- gruñó Lara, al ver a Genzo.

- Lo mismo digo de ti, Del Valle.- replicó Genzo.- Incluso me parece increíble que estés emparentada con alguien como lo es Lily...

- Yo no fui quien le arruinó el contrato con Estrella Fugaz.- gruñó Lara.

- Ni fui yo quien le hizo creer todo este tiempo que ella fue la causante de la muerte de Chiara.- replicó Genzo.- Aun no puedo creer que hayas hecho algo semejante...

Genzo dio en el clavo, pues Lara se marchó tan rápido como llegó, disculpándose con Sanae por no poder ayudarle en esa ocasión.

- Genzo.- lo abordó Sanae.- ¿En verdad tú arruinaste el contrato de Lily?

- ¿Cómo se te ocurre preguntarme semejante cosa?.- exclamó Genzo, iracundo.- ¡Yo jamás haría algo que pudiese dañarla!

- ¿Entonces qué pasó?.- inquirió Sanae.

- Ojalá lo supiera.- Genzo apretó los puños.- Ojalá supiera quién fue el desgraciado... Algo me dice que quizás Elliot Tapia tenga algo que ver...

- ¿Por qué sospechas de él?.- preguntó Sanae, sorprendida.- Él ama mucho a Lily, no olvides que es su actual novio...

- ¿Crees que podría ignorar algo como eso?.- Genzo habló, con algo de dolor en la voz.- Y sospecho de él porque su actitud es de lo más rara. La última vez que hablamos me dijo una tontería de que Lily no merecía convertirse en una simple ama de casa así como tú.

- ¿Qué cosa?.- Sanae respingó.

- No sé de qué me hablaba.- Genzo se dio cuenta de que habló más de la cuenta.- Era como si él supiera que tú ibas a casarte con Tsubasa... Fue algo extraño, me dijo que si yo me acercaba a Lily ella terminaría de ama de casa, al igual que tú... No hagas caso, no entendí qué me quiso decir...

- Qué extraño... .- murmuró Sanae.- Pero... ¿Qué tiene de malo que yo termine como ama de casa? No por eso seré menos como persona...

- Lo sé.- Genzo trató de disculparse.- Pero a mí no me digas, fueron idioteces del tal Tapia... Yo sé que tú amas a Tsubasa tanto como él te ama a ti. No hagas caso, yo sé que ustedes serán muy felices...

Genzo se preguntó cómo era que Elliot podía adivinar las cosas antes de que éstas sucedieran... Aquél seguía pensando que este último había tenido algo que ver en el boicot contra Lily. A Genzo nadie la podía sacar de la cabeza que Elliot Tapia estaba conspirando para arruinar la vida de la mexicana. Primero, había conseguido separarla de él. Y quien sabe, quizás también había conseguido el arruinarle los sueños... Genzo recibió en ese momento un mensaje de texto a su celular.

"Descubriré al traidor. Tú cuida a Lily".

El mensaje de texto estaba firmado por Samael. Genzo no entendió del todo el mensaje, pero seguiría al pie de la letra la última indicación: "Tú cuida a Lily". Le gustara o no a Elliot Tapia...

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

A pesar de que Misaki la había preferido a ella, Rika aun no era del todo feliz. En primera, estaba el problema que Lily tenía con Genzo. Rika los conocía de sobra a ambos como para saber que se habían enamorado el uno de la otra, pero parecía ser que su prima se había dejado llevar por las apariencias. Rika tampoco creía que hubiese sido Genzo el que traicionó a su prima, pero desgraciadamente no tenía pruebas que le demostrasen lo contrario... Estaba además el factor Elliot. A Rika no le simpatizaba el muchacho, más porque él se empeñaba en querer controlar cada factor de la vida de Lily, desde su ropa hasta su manera de hablar, cosa que frustraba a la mexicana. Un día Rika le preguntó a Lily el por qué ella andaba con Elliot y la respuesta de Lily había sido: "no sé". Rika estaba desesperada por el comportamiento terco de su prima.

La otra cosa que empañaba la felicidad de Rika se llamaba Lara Del Valle. Aun cuando Lara hubiese confesado públicamente su amor por Ian Takahashi y aun cuando Misaki hubiese preferido a Rika, ésta no era feliz... Una tarde, Rika se había topado con Lara en la casa de Sanae (parece que éste va a ser el sitio de confrontación oficial, jeje) y el encuentro no fue del todo agradable...

- Insisto, ¿con qué clase de gente te juntas, Nakazawa?.- inquirió Lara, mirando con desdén a Rika.

- ¿Desde cuando eres tan hipócrita, Larita?.- replicó Rika.- Si hace apenas unas semanas estabas que te morías por bajarle el novio a Sanae.

- Mira tú. No te sientas tanto porque al fin te quedaste con Taro.- gruñó Lara.- Si él se fue contigo fue porque yo lo dejé para irme con mi Ian.

- No digas pendejadas.- estalló Rika.- Taro está conmigo porque me quiere. Tú tuviste que agarrar a Ian como premio de consolación.

- En eso estás equivocada, querida.- replicó Lara, con satisfacción.- Yo me fui con Ian mucho antes que tú y Tarito se hiciesen novios. ¿Qué no te das cuenta? Taro te pidió que fueses su novia por consuelo. Como yo lo dejé, él decidió pedirte a ti que fueras su novia para no sentirse solo.

Rika no se aguantó y le dio una buena bofetada a Lara (al más puro estilo de las novelas mexicanas). Lara se la iba a regresar pero entonces llegó Lily y las detuvo.

- Suficiente con ustedes dos.- ordenó Lily, con una voz de lo más fría.- Ya basta. Ya me harté de verlas pelear todo el tiempo.

- Ella empezó.- gimió Rika.- ¡Siempre es ella la que empieza!

- ¡Y tú bien que le sigues!.- replicó Lara.- No puedes quedarte callada.

- ¿Cómo me voy a quedar callada cuando hay una víbora como tú dando guerra?.- gritó Rika.

- ¡Ya basta!.- gritó Lily.- Rika, no apoyo lo que haces. Tú sabes que te quiero mucho y que siempre te apoyo pero Taro ya se decidió por ti y no entiendo por qué sigues sacándole la bronca a Lara.

Rika no dijo nada, solo agachó la cabeza. Lara sonrió, satisfecha.

- Pero tú, Lara, eres peor.- Lily confrontó a su hermana.- No sé sinceramente qué demonios pasa contigo.

- ¿Cómo dices?.- a Lara se le borró la sonrisa del rostro.

- Que parece que te gusta traer la discordia.- replicó Lily.- Siempre, siempre, te esfuerzas por hacer sentir mal a los demás. Te encanta crearle conflictos a la gente que está cerca de ti.

- Eso no es cierto.- gimió Lara, con voz dolida.

- ¿Qué no? ¿Qué necesidad tienes de seguir molestando a Rika con Taro si tú ya andas con Ian? Ninguna. Lo que pasa es que te encanta sembrar cizaña. Igual que cuando me dijiste que yo había matado a Chiara.

- ¿Qué cosa?.- esta declaración tomó a Rika por sorpresa.

- Ya lo estuve pensando bien.- continuó Lily, ignorando a Rika.- Y he llegado a la conclusión de que yo no la maté. Yo hice todo lo que estuvo en mis manos... Y sé que Chiara no me culpa de su muerte.

- Lily... .- murmuró Lara.- Tú sabes que yo nunca quise culparte...

- No, eso no lo sé.- respondió Lily, en voz baja.- Yo solo sé que durante meses me has hecho sentir miserable. Pero Genzo tiene razón: yo no maté a Chiara.

Lara ya no respondió.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Ian Takahashi se quería volver chango. Parecía que alguien estaba haciéndole brujería, ya que las cosas se le estaban complicando demasiado. El asesor de imagen que había contratado para que ayudara a Lily amenazaba con echarla a perder completamente. El mentado asesor quería convertir a Lily en una versión mexicana de Britney Spears (¡Qué horror! Primer mato a Lily antes que permitir algo semejante), cosa que no dejaba satisfecha a nadie, empezando por la propia Lily...

- Ian, no puedo seguir con esto.- se quejó Lily, exasperada.- No puedo fingir que soy alguien que no soy. Éste no es mi estilo.

Ian miró a Lily y comprendió de qué hablaba ella. El asesor de imagen había insistido en que la chica usara un traje de colegiala rojo y se amarrara el cabello en (por Dios) un par de coletas. Lily tenía deseos de lanzarse por la ventana.

- ¡Además, el tipo éste no quiere que cante las canciones de Chiara!.- se quejó Lily.-Quiere que cante refritos de canciones ñoñas y pasadas. ¡Eso no es nada original!

- Lo sé, lo sé.- suspiró Ian.- He hablado con el asesor al respecto, pero me dice que ésta es la fórmula para un éxito seguro.

- ¿La fórmula para un éxito seguro?.- bufó Lily.- ¡Si eso es verdad yo soy la reina de Inglaterra!

Ian volvió a suspirar. Todo apestaba, desde el look de Lily hasta la canción ñoña que el asesor le impuso, algo así como la versión en inglés de Agujetas de color de rosa.

- La audición es pasado mañana.- dijo Lily.- Algo me dice que quizás me arrepienta antes...

- No puedes hacer eso.- dijo Ian, exaltado.- ¡Hemos llegado muy lejos como para que te rindas ahora!

- Ya, tranquilo.- Lily no podía fallarle a Ian, no después de todo lo que él había hecho por ella.- No renunciaré...

"Pero quizás me suicide", pensó Lily. "Chiara, esto es espantoso...".

Lo peor del caso era Elliot estaba de acuerdo con el look de Lily.

- El asesor sabe lo que hace.- había dicho Elliot.- Es un profesional. Deja que haga su trabajo.

Al final del ensayo, Lily estaba tan desesperada y harta de todos que se escapó sin decirle nada a nadie. Sin querer, sus pasos la llevaron a un parque que estaba localizado muy cerca de la mansión Wakabayashi. Lily se sentó en una banca y sacó de su cartera la foto de Chiara, la única foto que Lily tenía de su hermana en donde ella aun conservaba su cabello largo... Lily recordó que mucha gente hacía énfasis en lo mucho que ellas se parecían y era verdad. Chiara tenía los mismos ojos negros de Lily y su mismo hermoso cabello oscuro... Incluso, lo tenía largo hasta la cintura, por lo menos hasta antes de que la quimioterapia la dejara calva... (Por cierto que la única que no encajaba físicamente era Lara, ya que ella tenía el cabello negro y los ojos grises. Cuando Lily quería molestar a su hermana, le decía que ella había sido adoptada).

- Ay, Chiara.- musitó Lily.- Tú también te dejaste hacer un cambio radical. Abandonaste tu largo cabello a cambio de la esperanza de la vida. Sé que no es lo mismo, no se compara lo que tú pasaste con lo que yo paso pero... Me siento tan idiota con ese cambio de imagen... Pero bueno, todo sea por cumplir nuestro sueño...

- No puedo creer que estés diciendo eso.- replicó Genzo, en esos momentos. Él estaba parado a pocos metros de ella, mirándola con fijeza.- No puedo creer que tú pronuncies esas palabras. ¿Dónde quedó la Lily que yo conocí? ¿Cómo puede ser que dejes que alguien más llegue y te diga cómo debes vestirte y qué es lo que debes cantar?

- ¡Ah!.- Lily miró a Genzo con sorpresa. ¿Cómo era que él se había enterado de eso?

- Saki me lo contó todo.- explicó Genzo, adivinándole el pensamiento.- Me contó que vas a dejar que otra persona que ni te conoce te cambie de imagen...

- Es que parece ser que es la única manera de conseguir lo que deseo.- gimió Lily.- Por eso lo hago...

- ¡No seas tonta! ¿De verdad crees que solo hay un camino para llegar a tu destino? ¡Por supuesto que no! ¡Nunca debes de seguir los pasos que alguien más te esté dictando, siempre debes ser tú la que dicte el rumbo!

- Pero...

- Pero nada. Mírame a mí.- replicó Genzo.- Tenía la opción de quedarme en Japón y ser el mejor portero del país y no conocer más que ese tipo de fútbol o bien marcharme a Alemania y probar suerte allá. Me decidí por lo último y, aunque el comienzo no fue fácil, conseguí lo que quería, que es triunfar en el sóccer europeo. Y no permití que nadie me dijera que ése no era el camino correcto.

- Uhm... .- musitó Lily.

- Escúchame al menos esta vez.- pidió Genzo, acercándose a Lily y tomándola de las manos.- Sé que tú aun me consideras un traidor pero... Déjame darte al menos este consejo: No dejes que nadie dicte tus pasos. Solo sé tú misma...

Lily agachó la cabeza. En ese momento llegó una mariposa monarca y, después de revolotear cerca de la cabeza de Genzo, se posó sobre la fotografía de Chiara.

- Ella me dice que debo hacerte caso.- murmuró Lily.

- ¿Ella es Chiara?.- inquirió Genzo, mirando la foto.- Es muy parecida a ti... Incluso tienen el mismo largo cabello...

- Lo sé.- Lily sonrió.- De hecho, yo me lo dejo largo por ella. Cuando la quimioterapia la dejó sin pelo, yo le prometí que nunca me cortaría el mío para que ella sintiera un poco de consuelo...

Genzo miró con mucha ternura a Lily. Ésta se sintió cohibida.

- Gracias por el consejo.- Lily súbitamente se levantó de su asiento.- Y aunque no lo creas, lo tendré en cuenta. Aun tengo tiempo.

Lily se alejó, apretando fuertemente la foto de Chiara. Genzo la miró irse, al tiempo que la mariposa revoloteaba a su alrededor.

- No permitas que cometa una locura.- le pidió Genzo a la mariposa.

Por respuesta, la mariposa se posó levemente sobre la mano de Genzo antes de reemprender el vuelo.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

El día de la segunda audición de Lily llegó. Ya todo estaba preparado: los bailarines que la acompañarían, el vestuario, la música... Los empresarios llegaron temprano (cosa rara) e Ian los recibió con cierto nerviosismo. En la audición se colaron también Elliot, Saki, Tess, Rika, Taro, Tsubasa, Sanae, Ryo, Yukari, Kumi, Aoi y demás agregados culturales. Curiosamente, Lara brilló por su ausencia... Por supuesto, Genzo no podía faltar y llegó con paso sigiloso, para poder pasar desapercibido.

- Verán ustedes que Lily Del Valle será una gran inversión.- les dijo Ian a los empresarios.- Será una mina de oro.

- Eso espero.- replicó el millonario del petróleo.

La canción comenzó a sonar. Al principio se escuchaba un tanto monótona y cursi y los bailarines se movían de manera automática, cosa que desanimó a los presentes, pero poco después los bailarines cantaron a voz en cuello, como una especie de grito de batalla:

¡Vengo, vengo, vengo de caña

Vengo, vengo, vengo de son

Tengo, tengo, tengo en el alma

Ritmo, ritmo, ritmo y sabor!

La música cambió radicalmente, de monótona y cursi a alegre y atrevida. Los bailares cambiaron sus ropas de colegiales por ropas de salsa (o sea, de gente que baila salsa).

- Esto no es lo que había planeado.- musitó el asesor a Ian.

Lily salió al escenario, luciendo una falda hecha de tela transparente la cual estaba abierta hasta medio muslo, acompañado de un atrevidísimo top y unas sandalias con tirantes. Su largo cabello caía en cascada por su espalda.

- ¡Mamacita!.- gritó Urabe. Genzo lo miró con enojo, aun cuando él hubiese querido gritarle algo similar a la mexicana.

- Yo no le indiqué que usara ese vestuario.- gruñó el asesor.

- Pero éste está mucho mejor.- replicó Ian, callando al asesor.

Lily y sus bailarines se movían al compás de la música.

- Eso es, amiga, nunca niegues tus raíces.- apoyó Saki.

- Soy la hembra sandunguera... .- Lily se movía y cantaba con soltura por el escenario.

Los empresarios estaban con la boca abierta, al igual que Ian y el asesor... El baile era movido, como entre salsa, cumbia y algo más. La falda de Lily volaba y dejaba al descubierto sus mulos torneados.

- Wakabayashi, cierra la boca que se te van a meter las moscas.- se burló Ishizaki, quien ya se había percatado de la presencia del portero.

Genzo se puso coloradísimo, algo muy poco común en él. Lily se sentía libre... Se sentía ella misma... Genzo no dejaba de mirarla. Esa chica lo traía más que vuelto loco... Lily comenzó a mover la cadera de una manera tan provocativa que hasta las chicas lanzaron gritos de exclamación.

- No manches. ¡Le está dando con todo!.- exclamó Ishizaki.

- Ésa sí es la Lily que yo conozco.- murmuró Genzo, satisfecho. Y embelesado.

- ¡Qué bárbara!.- exclamó Saki.- Nunca me imaginé que Lily llegara hasta este nivel.

- Quiere conseguir su sueño a como dé lugar.- dijo Tess.

- Y si entrego mis pasiones

No hay barreras para amar

Cuando son dos corazones

Que se quieren de verdad

Y te digo... .- Lily miró a Genzo al cantar estas últimas palabras. A ella no le importaban las clases sociales ni las nacionalidades... Solo el amor.

Lily y los bailares terminaron la canción en medio de piruetas y sensuales movimientos de cadera. Al final, todos aplaudieron, entusiasmados.

- ¡Takahashi!.- exclamó el empresario del petróleo.- ¿Qué fue eso?

- Esa chica no siguió mis indicaciones.- replicó rápidamente el asesor de imagen.- Yo le dije que...

- ¡Es maravillosa!.- bramó el millonario.- ¡No es una mina de oro, es mucho más que todo eso! ¡Debemos lanzar su disco cuanto antes!

- ¡Cuánto antes!.- exclamó el otro empresario, el amigo de Ian.

Ian suspiró, aliviado. Lily había decidido seguir sus propias reglas y había triunfado... Y la sonrisa de agradecimiento que ella mostró iba indudablemente dirigida a Genzo...

Notas:

- Bueno, pues quiero esforzarme en acabar, pero me está costando algo de trabajo...

- La canción de Agujetas de color de rosa la han cantado muchas gentes. Las últimas que la interpretaron fueron unas chicas que se hacían llamar "Curvas peligrosas".