Capítulo 27. Mi destino eres tú.

Por fin. Después de tantas vueltas, revuelos y demás, Lily estaba por conseguir su sueño. Llevaba grabadas ya diez de las quince canciones que incluiría su primer disco. Incluso, Ian Takahashi y Lily habían escogido la canción que sería lanzada como su primer sencillo. Por supuesto, esto aun era una sorpresa para el resto (incluyéndolos a ustedes, ñaca, ñaca).

Elliot estaba de lo más tranquilo, como si su misión en la vida ya se hubiese cumplido. Lily no entendía su comportamiento pero había preferido ignorarlo... La verdad era que Elliot cada vez era más misterio para ella...

Sanae y Tsubasa estaban ya por casarse, faltaban menos de dos semanas. La fecha de la boda coincidiría con la fecha del lanzamiento a nivel mundial del primer sencillo de Lily. Afortunadamente ésta no tenía que estar presente en ningún momento en específico en esos momentos, ya que ni loca se perdería la boda de su mejor amigo, el que la llevó hasta ese sitio a cumplir su sueño (no olvidemos que Tsubasa fue quien recomendó a Lily para el trabajo que Wakabayashi ofrecía y que de esta manera la chica pudiese viajar a Japón, conocer a Ian y demás).

Lily estaba ya tan ocupada con los preparativos y las grabaciones que ni tiempo tenía de ver a sus amigos. Ella seguía preocupándose por Samael, quien había desaparecido sin dejar rastro. Cada vez que Lily intentaba preguntarle a Matsuyama sobre su amiga, el muchacho fingía súbitamente un ataque de amnesia... Lo curioso del caso era que Yoshiko Fujisawa era la que más sabía sobre Samael...

- ¿Quieres saber qué pasó con tu amiga Nieminen?.- le preguntó una vez Kenji a Lily (¡Ja! Había olvidado a Kenji).

- ¿Tú sabes qué pasó con ella?.- inquirió Lily, sorprendida.

- Algo hay de eso. Yoshiko me contó el otro día que... .- comenzó a decir Kenji.

- ¿Yoshiko? ¿Te refieres a la novia de Hikaru Matsuyama?.- Lily no salía de su asombro.

- La misma.- Kenji se puso algo colorado.- La conocí por casualidad el otro día que Genzo fue al hospital a visitarla.

Lily sintió algo de celos. ¿Por qué había ido Genzo a visitar a Yoshiko?

- Ya veo.- murmuró Lily.

- Yo lo acompañé y de paso conocí a Yoshiko y a su amiga Machiko.- continuó Kenji.- Y nos hicimos buenos amigos, ¿sabes?

- ¡Vaya! ¿Quién lo diría?.- exclamó Lily.

- Sí. Yoshiko es una chica súper especial... Se parece mucho a ti. Es igual de dulce y tierna... .- Kenji miró a Lily con ojos de borrego a medio morir.

- Bueno. ¿Y qué te dijo ella de Samael?.- a Lily le urgía cambiar el tema.

- Que la chica no se ha marchado de Tokio, que simplemente está ocultándose.- explicó Kenji.- Parece ser que anda detrás de algo o de alguien... No sé exactamente qué pasa, solo sé que Samael anda de espía o algo similar...

- ¿Y a quién espía?.- preguntó Lily, curiosa.

- Sabe.- Kenji se encogió de hombros.

- ¿Y cómo es que Yoshiko sabe todo eso?.- Lily no entendía nada de nada. Se suponía que Yoshiko era la "rival" de Samael. ¿Cómo era que ella sabía más del paradero de esta última que la propia Lily?

- Parece ser que antes de la desaparición de Nieminen, ésta fue a visitar a Yoshiko en el hospital.- explicó Kenji.- Y le dijo que ella se borraría del mapa para dejarle el camino libre.

- ¿Qué Samael se borraría del mapa para dejarle el camino libre a Yoshiko?

- Más o menos. Y cuando Yoshiko le preguntó a Samael que a dónde iría, ésta respondió que tenía unas cuentas pendientes qué arreglar... .- Kenji soltó un suspiro exagerado.

- No me digas...

- Sí te digo.

- Vaya, qué cosas... .- murmuró Lily.- En fin...

Lily suponía cuál podía ser el "camino libre" del que hablaba Samael...

- Por cierto.- Kenji titubeó unos momentos.- Quiero comentarte algo...

- ¿Qué cosa?.- Lily miró a Kenji con curiosidad.

- Es más bien una confesión.- susurró Kenji.- Yo quería decirte que... Que tú me gustaste mucho desde el primer momento en que te vi.

- ¡Ah!.- Lily dio un respingo.

- Eres una chica extremadamente dulce. Y muy tierna. Y me encantas. Pero... .- Kenji desvió la mirada.- Sé muy bien que tú estás enamorada de alguien más...

- Bueno, no estoy precisamente enamorada de Elliot pero él es mi novio y... .- comenzó a decir Lily.

- No hablo de Elliot y bien que lo sabes.- la interrumpió Kenji.- Si no de mi hermano.

- ¿Touya?.- Lily fingió demencia.- ¡Pero cómo crees! ¡Si él ya está casado! Es más, lo vi muy pocas veces antes de la boda y pues como aun no regresa de la Luna de Miel estaría medio difícil que yo me enamorara de él y...

- Deja de hacerte la tonta.- cortó Kenji, enojado.- Bien sabes que estoy hablando de Genzo.

- Yo no estoy enamorada.- negó Lily, tan rápidamente que resultó obvio que era una mentira.

- Sí, sí lo estás.- la contradijo Kenji.- Y también sé que él está enamorado de ti. Y me alegra. Ustedes fueron hechos el uno para la otra. Ya deberías darte cuenta de esto y dejar de fingir que quieres al tal Elliot. Yo sé que este chico no es una mala persona y que también te quiere muchísimo pero... Tú sabes que él no es tu destino...

Lily pensó en Elliot. No, aunque él fuese el niño de la gorra, Lily sabía que él no era su destino... Ella sabía que su destino estaba en los brazos de otro hombre...

- No pierdas más el tiempo, Lily.- murmuró Kenji.- No dejes escapar la felicidad. Yo sé que mi hermano no te traicionó. Dices que no le crees, pero sin embargo estás aquí platicando conmigo. Si realmente creyeras que Genzo te traicionó ni siquiera me estarías hablando.

- Es que ya me di cuenta de que tú no eres como él.- replicó Lily.

- No, Lily. Tu corazón te está diciendo que Genzo no es el culpable de tu boicot, pero tú no quieres hacerle caso.- Kenji movió la cabeza de un lado a otro.

Lily no respondió. Solo se quedó pensando en Genzo... Y en Elliot...

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Hana y Ken charlaban en el departamento de este último. Ambos habían consolidado ya su noviazgo y se notaba que cada día se querían más... No querían estar separados el uno de la otra ni siquiera por un instante...

- ¿Qué harás después de la boda de Tsubasa?.- inquirió Ken, tratando de no mostrar su ansiedad.

Hana le había pedido permiso a sus padres para continuar en Japón hasta que Tsubasa Ozhora se casara (no olvidemos que el permiso de Hana concluía al finalizar el World Youth). Como Genzo apoyó la petición, los señores Wakabayashi aceptaron. Afortunadamente, Hana había hecho tantos progresos con Lily que no había problema por el ámbito académico. Sin embargo, dentro de poco Hana tendría que regresar a Londres... A presentar examen de admisión para Oxford.

- Regresar a Londres, supongo.- suspiró Hana.- No me queda de otra.

- También podrías quedarte aquí... .- murmuró Ken.

- Quizás. Pero... .- Hana titubeó.- ¿Hay algo en Tokio que amerite la pena de quedarse?

Ken jamás habló del futuro de su relación con Hana, cosa que a ella la desesperaba. Ella quería mucho a Ken pero no podía cambiar su destino y su carrera por un hombre que no estaba decidido a nada...

- No lo sé. Eso solo lo sabes tú.- Ken se encogió de hombros.- Pero creí que nuestra relación lo valía.

- ¿Y por qué tengo que ser yo la que sacrifique mis sueños?.- replicó Hana.- ¿Por qué mejor no te vas tú a Londres conmigo?

- Porque mi vida está aquí.- replicó Ken.- Quiero hacerme cargo del dojo de mi padre y aparte voy a firmar un contrato con el Yokohama Flugels. No pienso marcharme de Japón. Y menos para seguirte a un país en donde tendría que empezar desde cero.

- Eres un egoísta desgraciado.- musitó Hana, dolida.- No quieres abandonar tus sueños pero sí quieres que yo abandone los míos.

Hana se levantó del sillón en donde estaba sentada y salió del departamento, no sin antes dirigirle una mirada de dolor a Ken.

- No puedo creer que me haya enamorado de alguien como tú.- los ojos oscuros de Hana brillaban por las lágrimas.

Ken la dejó irse, apesadumbrado.

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Lily iba en busca de Elliot. Quería aclarar unas cuantas cosas de una vez por todas... Llevaba consigo la gorra roja que le había dado el niño de la gorra.

Quiero saber si mi destino eres tú...

- Hola, preciosa.- Elliot la saludó con un beso en la boca.- ¿Cómo estás, mi futura Voz de la Esperanza?

- Bien, gracias.- Lily sonrió.- Elliot, quiero hablarte de algo...

- ¿Qué cosa?

- Hay algo que me está inquietando desde hace tiempo... La relación entre tú y yo, para ser más precisos.- musitó Lily.- Es solo que siento que lo nuestro es tan extraño...

- Era algo que el destino tenía preparado, preciosa.- contestó Elliot.- Tú yo estábamos destinados a conocernos, desde aquel día de verano en un puerto habitado por gente hospitalaria que se paseaba por un malecón a orillas del mar...

- De eso quería hablarte. Cuando me diste esta gorra tú... .- Lily le mostró la gorra a Elliot.

- ¿De qué me hablas?.- la interrumpió él, mirándola con extrañeza.

- De la gorra. La que me diste cuando yo estaba muriéndome de calor. ¿Recuerdas?.- insistió Lily.

- Sinceramente, no sé de qué me hablas.- en los ojos de Elliot había sorpresa genuina.

- ¿Cómo? ¿Qué ya no te acuerdas que en el puerto de Veracruz me regalaste esta gorra el día en que nos conocimos?.- Lily creía que Elliot le tomaba el pelo.

- Nosotros no nos conocimos en el puerto de Veracruz, Lily.- corrigió Elliot, sombríamente.- Sino en Puerto Vallarta.

- ¿Cómo dices?.- Lily se quedó boquiabierta.

- Sí. Fue hace cinco años, más o menos.- aclaró Elliot.- En Puerto Vallarta, un puerto habitado por gente hospitalaria que se paseaba por un malecón a orillas del mar. Tú estabas sentada en una banca y comenzaste a cantarle a una niña que estaba llorando por haber perdido su sombrero. Yo me paré cerca de ti, impulsado por tu maravillosa voz. Tú levantaste la mirada y me sonreíste y fue entonces cuando me di cuenta de que tú debías entrar en mi vida... Pensé que lo recordabas...

Lily se quedó muda. Ella ya no recordaba ese episodio... Entonces, Lily no había conocido a Elliot en Veracruz, sino en Puerto Vallarta... Por lo tanto, Elliot no era el niño de la gorra...

- Sabes, ahora me doy cuenta de que cometí un gravísimo error, Lily.- musitó Elliot.- Nunca debí separarte de Genzo Wakabayashi...

- ¿Qué dices?.- inquirió Lily.

- Que nunca debí de alejarlos el uno de la otra. Yo lo hice porque creí que él solo se interpondría en tu camino pero... Ahora me doy cuenta de que se han pasado buscándose el uno a la otra todos estos años... .- musitó Elliot.- Perdóname, Lily... Pero sabes, aun no es muy tarde... Ve con él... Yo sé que él está esperando por ti...

Lily cada vez entendía menos la situación, aunque una cosa le quedaba muy clara: si Elliot no era el niño de la gorra, entonces ese niño tenía que ser...

Contigo quiero compartir lo que vendrá...

Lily se dirigió a la mansión Wakabayashi, impulsada por una fuerza poderosa. Mine la dejó entrar, diciéndole que Genzo se encontraba en el jardín. Éste ni siquiera levantó la vista cuando ella llegó y se sentó a su lado.

- Hola.- musitó ella.

- Hola.- respondió él.

- Acaba de pasarme algo de lo más extraño... .- murmuró Lily.- Acabo de descubrir que Elliot no es... Mi niño de la gorra...

Lily sabia que eso sonó bastante estúpido. Fue entonces cuando Genzo volteó a verla.

- Quiero contarte una historia.- dijo Genzo, en voz baja.- Hace muchos, muchos años, mis padres decidieron hacer un crucero, llevándonos a mis hermanos y a mí. Recuerdo que hicimos una escala en un puerto de México, aunque no recuerdo el nombre... La cuestión es que en esa escala mis hermanos y yo decidimos bajar a tierra... Mientras Touya y Kenji hacían travesuras (eran unos niños) yo me percaté de la presencia de una niña lindísima. Ella tenía los ojos más bellísimos que yo hubiese visto jamás...

Lily casi ni respiraba.

- La niña se veía un poco enferma.- continuó Genzo.- Como que el calor le estaba afectando demasiado... Me acerqué a ella y le di una botella de jugo. Ella la bebió y me dijo una palabra en una lengua extranjera: gracias. Después ella se talló los ojos y se los cubrió del sol. Yo supuse que la chica tenía muchísimo calor debido al sol, así que decidí dejarle mi gorra para evitar que ella siguiera deshidratándose...

En este punto, Lily respingó.

- Poco después, mi padre nos llamó para que regresáramos al barco.- continuó Genzo, sin mirar a Lily.- Antes de marcharme, le lancé a la niña una última mirada y formulé un deseo: el poder volver a verla algún día... Yo sabía que mi gorra serviría para encontrarla, en cualquier parte del mundo...

- ¿Qué me quieres decir?.- murmuró Lily, algo asustada.

- Que ese gorra que traes en las manos es mía.- Genzo miró a Lily fijamente a los ojos.

- No es cierto.- negó Lily, sin podérsela creer. En el fondo sabía que encontrar al niño de la gorra era cosa menos que imposible.

- Te lo demostraré.- Genzo tomó la gorra y mostró a Lily la parte inferior de la visera.- Mira esto.

Lily obedeció. Y se quedó muda. En el sitio que Genzo señalaba estaban bordados con hilo negro los kanji del nombre de Genzo Wakabayashi.

Mi destino, amor, eres tú...

En este punto, Genzo tomó las manos de Lily.

- Cuando te vi por primera vez, en la sala de esta mansión, lo primero que me llamó la atención fueron tus ojos.- musitó él.- Pensé: Esos ojos negros son como los de ella... Como los de esa niña...

- Gen... .- murmuró Lily.

- Al ver tus ojos comprendí que no podía haber dos personas en el mundo con la misma mirada de ángel. Supe entonces que tú eras la niña a la que conocí en ese puerto de un país extranjero... .- Genzo se acercó muchísimo a Lily, hasta que sus bocas quedaron a tan solo unos cuantos centímetros.- Muchos dicen que el destino no interfiere en el amor. Al menos yo así lo creía hasta hace unos cuantos meses... Pero ahora, me he dado cuenta de que tú eres la mujer que la vida me reservó. Me he dado cuenta de que mi destino es amarte...

- Un solo encuentro no determina el destino.- murmuró Lily, cerrando los ojos.

- No, ¿pero no te das cuenta? Tú y yo estábamos destinados a conocernos.- replicó Genzo.- Nos vimos en esa ocasión y ambos deseamos el volver a encontrarnos algún día... Y nos enamoramos el uno de la otra al conocernos quién sabe cuántos años después... Es nuestro destino, Lily...

- ¿Nos enamoramos?.- inquirió Lily, haciendo énfasis en el vocablo "nos".

- Sí. Yo te amo, Lily.- murmuró Genzo, antes de que sus labios se unieran nuevamente con los de ella.

Mi destino, amor, eres tú...

Las Estrellas brillaron. El Cielo cantó. La Tierra dejó de moverse. El Tiempo se detuvo. Solo quedaron en el centro de todo dos corazones que están hechos el uno para el otro...

Notas:

- Bueno, a continuación viene el capítulo especial tipo lime. Se lo pueden saltar ya que no influye como tal en la trama de la historia. El fic continúa normal en el capítulo 28.

- Oxford es una importante casa de estudios de Londres.