Capítulo especial. Las de la intuición.
Las cosas al fin comenzaban a encajar, aunque había una que otra cosa que Lily no entendía.
- ¿Y por qué si sabías desde un principio que esa niña era yo, nunca me dijiste nada?.- le preguntó Lily a Genzo, al tiempo que se recargaba contra su pecho.
- Porque me negaba a reconocer mis sentimientos.- respondió Genzo, en voz baja.- Me negaba a reconocer que me hubiese enamorado...
- Uhm... .- Lily suspiró.- Yo al principio creía que el niño de la gorra eras tú, pero después apareció Elliot y... .- Lily se calló de repente.
- Elliot.- repitió Genzo.- ¿Creíste acaso que él era ese misterioso niño?
- Bueno, tú tienes la culpa.- Lily enterró su rostro en la camisa de Genzo.- No me dijiste que tú eras ese niño y pues luego Elliot me dijo que él y yo nos habíamos conocido en un puerto habitado por gente hospitalaria que se paseaba por un malecón a orillas del mar y pues eso me hizo pensar que él era el niño de la gorra.
- Pero si Tapia no es el niño de la gorra... ¿En dónde lo conociste?.- inquirió Genzo, algo enojado.
- Él me dijo que fue en Puerto Vallarta.- respondió Lily.- Y ahora que lo recuerdo... Sí, ya recordé la ocasión...
- Bueno, eso por ahora no importa.- Genzo besó el cabello de Lily.- Ya no quiero saber más sobre ese Elliot. Lo único que quiero es estar contigo...
Lily y Genzo se volvieran a besar. En ese momento, John llegó corriendo a todo correr, con las patas atascadas de lodo. Se le dejó ir a Lily, llenándola completamente de tierra y lodo.
- ¡John!.- gritó Genzo.- ¡Estate quieto!
- ¡Mi ropa!.- gimió Lily.
El arrepentido can se alejó a toda velocidad antes de que su dueño pudiese darle un tirón de orejas o algo similar.
- Rayos.- murmuró Lily.- Estoy toda sucia...
- Puedes darte un baño aquí.- Genzo se esforzaba por no soltar la carcajada.- No te preocupes. Aunque de todas maneras yo te sigo queriendo, sucia o limpia...
- ¡No te burles!.- Lily le propinó a su amado un codazo en las costillas.
Genzo y Lily entraron a la mansión. Mine inmediatamente hizo acto de presencia y dijo que le prepararía un baño caliente a la señorita Del Valle, al tiempo que pondría a lavar y a secar su ropa. Lily siguió a Mine hasta el segundo piso. Lily se desnudó en el baño perteneciente a la que había sido su habitación cuando ella había vivido ahí y le entregó su ropa a Mine. Ésta le había dado previamente una bata de baño para que Lily se la pusiera.
- Su ropa estará lista en poco tiempo.- anunció Mine.- Mientras tómese un buen baño relajante.
- Gracias, Mine.- Lily sonrió.
- No hay de qué.
Mine estaba más que feliz de que Lily hubiese hecho las paces con el joven Genzo. Lily se metió a la tina llena de burbujeante espuma. Se relajó y se dispuso a disfrutar del caliente baño. Genzo, mientras tanto, hacía mil y un planes a futuro. Quería estar siempre al lado de Lily, pero al mismo tiempo estaba la cuestión del lanzamiento del primer disco de ella, así que tal vez ellos no se verían por un buen tiempo, pero en fin, eso a Genzo no le importaba. Había esperado muchos años para volver a verla, no importaba esperar un poco de tiempo más. En ese momento, James entró a la sala.
- Joven Genzo, su padre desea verlo.- anunció.- Lo espera en su despacho.
- Gracias.- respondió Genzo.
Se levantó del sillón y se dirigió hacia el despacho de su padre. Tocó a la puerta, sintiendo una sensación extraña.
- Pasa, hijo.- contestó el padre. Genzo obedeció.- Quiero hablar contigo sobre algo. Siéntate, por favor.
- ¿Qué pasa, papá?.- inquirió Genzo, mirando fijamente a su padre.
- Hablé ayer con Daniela.- el señor Wakabayashi miró a su hijo con severidad.- Me ha dicho que te has negado a verla.
- Sí, padre, porque ya no deseo nada con ella.- contestó Genzo, enojado.- ¿Cuándo lo vas a entender?
- Nunca.- replicó el señor Wakabayashi.- No puedo entender el por qué no quieres casarte con Daniela, si bien que sabes que eso le dará un impulso favorable a tu carrera.
- Cuando mi carrera necesite un impulso, yo mismo se lo daré. No necesito que nadie me ayude.- gruñó Genzo.
- Eres demasiado terco, Genzo.- el señor Wakabayashi movió la cabeza de un lado a otro.- Quizás en otro momento hubiese logrado convencerte pero... Sé que ahora menos que nunca podré convencerte... Por Lily Del Valle.
- A ella ni la metas en esto.- Genzo inmediatamente se puso a la defensiva.- Ella es la mujer a la que amo.
- Por eso mismo.- el señor Wakabayashi suspiró.- Esa chica te ha embrujado. Pero... ¿Quién es ella? Tan solo una chica extranjera, desconocida para el resto del mundo. No le dará una imagen favorable a tu carrera el hecho de que salgas con una mujer desconocida para el planeta Tierra.
- ¡Ya deja de hablar de mi carrera!.- gritó Genzo, exasperado, al tiempo que se levantaba de su asiento.- ¡Y tampoco te metas con Lily! ¡Es mi vida y yo sabré lo que hago con ella!
Genzo salió del despacho de su padre dando un portazo.
Lily salió de la tina, secándose el cabello con una toalla. Se sentía tan feliz... Genzo subió las escaleras como energúmeno.
- ¡Mine!.- gritó Genzo.- ¿En dónde está Lily?
- En el cuarto de huéspedes.- respondió Mine, sonriente.
- ¿Ya se acabó de bañar?
- Sí. Está cambiándose.
- Gracias.
Mine sonrió. Ella aun tenía en la lavadora la ropa de Lily, así que por eso mandó a Genzo a su habitación. Lo había hecho a propósito... Lily se encontraba ya en su habitación, con la bata de baño puesta. Mine le había dejado un atrevido camisón sobre la cama.
- Uh, pero qué atrevido es esto.- murmuró Lily, tomando la prenda confeccionada con el más fino y transparente encaje.- Pero bueno, es mejor que nada...
Lily dejó que la bata de baño resbalara por su cuerpo desnudo hasta el suelo... Genzo caminó rápidamente hasta la habitación de Lily y abrió la puerta... Y vio un espectáculo que lo dejó boquiabierto: vio a Lily completamente desnuda...
- ¡Ah!.- respingó Lily, poniéndose coloradísima, sin atinar a ponerse nuevamente la bata y cubrir su cuerpo desnudo.
- ¡Oh!.- musitó Genzo, impactado por la belleza de la desnudez de la mexicana.
- ¿Por qué no tocas antes de entrar?.- Lily apenas y se cubrió con el transparente camisón, aunque el efecto era casi el mismo.
- Lo siento, no quise... .- murmuró Genzo, acercándose lentamente a Lily.
- ¿Qué haces?.- Lily estaba roja a más no poder.- ¡Salte de aquí!
- Quisiera hacerlo.- murmuró Genzo, llegando hasta donde estaba Lily y abrazándola con suavidad.- Pero mi padre tiene razón: me has embrujado...
- Gen... .- susurró Lily, sintiéndose cautivada por los ojos de él, en los cuales brillaba el deseo.
- No digas nada.- murmuró Genzo, acariciando el cuerpo desnudo de Lily.- Sólo déjate llevar...
Genzo acostó a Lily en la cama y suavemente comenzó a besarla, al tiempo que sus manos exploraban aquí y allá... Lily pronto comenzó a sentir que una extraña y desconocida sensación la invadía...
- Gen... .- Lily suspiraba.- ¡Ahhh! ¿Qué me estás haciendo?
- No haré nada que tú no quieras.- murmuró Genzo, mirando fijamente a los ojos a Lily.- Tú sabes que yo te amo... Nunca te obligaría a nada...
Desde el momento en que te vi...
Sé a lo que voy...
Lily tenía algo de temor. Nunca en su vida había estado con un hombre, pero la sensación que la invadía le pedía a gritos que se dejara amar por Genzo... Las manos de ella comenzaron a desnudarlo a él. Genzo continuaba besando y acariciándola a ella... Su lengua bajaba por su cuello hasta sus pechos desnudos... Lily comenzó a jadear suavemente...
- Eres tan hermosa.- murmuró Genzo.- Tan bella...
- Ahhh, ahhh... .- jadeaba Lily.
Genzo se recostó suavemente sobre Lily. Ella sintió contra sí la virilidad de él latiendo, pidiendo a gritos el estar dentro de ella. Fue cuando Lily perdió el control. Se dejó llevar por la sensación placentera que experimentaba. Genzo le dio rienda suelta a su deseo. Sus manos tocaban y apretaban aquí y allá... Su lengua y sus labios exploraban ese cuerpo nuevo y recién descubierto, cubierto de un fino sudor de placer...
El amor tal vez es un mal común...
Genzo y Lily se sintieron transportados a un mundo nuevo, un mundo en donde solo sus cuerpos existían. Sus cuerpos desnudos y su deseo de estar juntos... El amor los estaba llevando a ambos al sitio en donde solo dos corazones hechos el uno para el otro pueden fundirse en uno solo...
Creo que empieza a entender...
Genzo al fin lo entendía. Lily fue creada para amarlo solo a él... Lentamente, ella comenzaba a caer ante sus caricias...
Que nos deseábamos desde antes de nacer...
Lily comprendió. Genzo estaba destinado a amarla a ella. Lily lo sabía, lo presentía... Desde antes de nacer...
Adentro, adentro, te vas quedando...
Lily sintió que Genzo entró dentro de ella y lanzó un gemido. Ella sentía cómo él empujaba su virilidad hasta lo más profundo de su ser... Quizás Genzo ya tenía experiencia en el acto, pero para Lily era algo nuevo... Sin embargo, ella se estaba dejando llevar por su intuición...
Quizás todo era un error... Pero aun así, a Genzo no le importaba. Para los demás el acto de amor que hacía con Lily pudiese ser un error... Pero para él, era el más grande de los aciertos... Porque él la amaba a ella... Y por ese amor, le daría el placer más grande que ella pudiese experimentar jamás...
- Ahhh, ahhh.- Lily jadeaba constantemente, a pesar de sus esfuerzos para contener sus gemidos. Su cuerpo sudaba de placer.- ¡Gen!
- Déjate llevar, hermosa.- Genzo también jadeaba.- Deja que te haga mía...
Sus cuerpos se acoplaban perfectamente. Sus caderas se movían al unísono. Las manos de ambos exploraban el cuerpo del otro. Sus labios y lenguas se unían y lamían sin detenerse por un instante...
El amor tal vez es un mal común...
Genzo besaba el cuello de Lily, sus pechos, su boca. Ella lamía el cuello de él, mordisqueaba suavemente su pecho... Mientras más Genzo acariciaba a Lily, más se encendía la piel de ésta. Ella sentía que tarde o temprano iba a estallar... Genzo también perdió el control. Se decidió a no detenerse hasta hacer a Lily completamente suya...
Lily sabía que ella y Genzo habían perdido el dominio. Se habían convertido en dos personas llevadas por sus más ardientes impulsos. Ella apenas y podía resistir los embates de él...
Y las mujeres somos las de la intuición...
Lily estalló en una eclosión floral que la dejó flotando en un limbo de dicha. Genzo lo sintió y eso lo llevó a él al éxtasis. Ambos se recostaron sobre la cama, cansados y resoplando.
- Yo que tuve tu piel y tu boca, tu blanca dulzura derramaste en mí.- murmuró Genzo, haciendo alusión al orgasmo de ella.
- ¡Qué maravilloso fue esto!.- exclamó Lily, suspirando.
- Fue algo increíble... .- musitó Genzo.
Él acarició la espalda de ella. Lily se apoyó contra su pecho desnudo.
- Te amo, Gen.- murmuró ella.
- Y yo a ti, mi dulce ángel.- susurró Genzo.
Él la abrazó y comenzó a besarla y a acariciarla de nuevo. Ella supo que bien podría pasársela entre sus brazos toda la noche...
Notas:
- Desde que escuché la canción de Las de la intuición me he imaginado que es la canción de fondo perfecta para Genzo y Lily haciendo el amor. Al principio quería usarla en "¡Cuidado con el Amor!", pero decidí que quedaría mejor en este fic.
- La expresión de "estalló en una eclosión floral que la dejó flotando en un mar de dicha" es una frase que Gabriel García Márquez usó en su libro "El amor en los tiempos del cólera" y que me gustó mucho por ser una buena manera de referirse al éxtasis.
- La frase que Genzo le dice a Lily de: "Yo que tuve tu piel y tu boca, tu blanca dulzura derramaste en mí", es de una canción muy antigua, pero no sé cómo se llama ni quién la canta.
- Este capítulo es el especial lime del fanfic "Mirada de Ángel, Voz de Esperanza".
