Capítulo 33. Angel.
El día del concierto llegó. El Estadio Azteca estaba a reventar. Todos los amigos y conocidos de Lily habían viajado a México para estar presentes: Sanae y Tsubasa, Lara e Ian con la pequeña Chiara, Saki y Tess, Touya y Hotaru, Kenji, hasta Mine y James, media Selección Japonesa, incluso Rika y Taro se reunieron ese día... Y no serían los únicos... El grupo de Samael también tocaría en ese concierto, al igual que Saki y Tess. A Lily le dio mucho gusto el ver a su misteriosa amiga Samael llegar al estadio en compañía de su banda.
- ¡Samael!.- gritó Lily, corriendo a abrazar a su amiga.- ¡Qué gusto verte!
- Ya, ya, párale, Del Valle.- musitó Samael.- Sabes que no me gustan estas demostraciones de afecto...
- No cambias nada.- rió Lily.- ¿Estás lista?
- Siempre he estado lista para la música.- Samael sonrió levemente.- Al igual que tú...
- Me alegro.- Lily sonrió también.- Saki y Tess también tocarán esta noche. Voy a ver si hace falta algo...
- De acuerdo.
Samael se dedicó a preparar su teclado, al tiempo que le venían a la mente cómo fue que conoció a Genzo, y consecuente de eso, a Matsuyama. Samael se había marchado a Japón después de la muerte de su hermano. Al llegar al país del Sol Naciente, no tenía ningún amigo o conocido que pudiese ayudarla, pero se topó accidentalmente con Genzo Wakabayashi a la salida del estadio de Tokio y por alguna extraña razón, él se ofreció a ayudarla a encontrar algún trabajo (ya ven, Genzo siempre ayuda a los extranjeros en desgracia). Samael le estaba sumamente agradecida y se convirtió en su amiga, pero ella nunca le contó a Genzo el motivo de su huída a Japón. A los pocos meses de haber llegado a Tokio, Samael conoció a Matsuyama gracias a Genzo, y el Águila del Norte se ganó poco a poco el corazón de Samael. Solo a Hikaru le contó ella sobre la muerte de su hermano... Y él la apoyó durante el tiempo que duró el duelo que ella había pospuesto por tanto tiempo... Hikaru la apodó la "Princesa del Hielo", al principio como una forma inocente de burlarse del carácter frío de Samael, aunque con el paso del tiempo ambos le fueron tomando cariño al apodo (cosa curiosa).
Samael suspiró. Era inútil el seguir recordando. Muy seguramente, Hikaru ya se habría casado con Yoshiko...
- Hola, Princesa del Hielo.- murmuró suavemente alguien detrás de ella.
- ¡Ah!.- Samael dio un respingo.
- Cuánto tiempo sin verte.- Hikaru se paró delante de Samael y le sonrió.
- Lo mismo digo.- a Samael le hubiese gustado controlar los latidos de su corazón, que se había acelerado estúpidamente al ver a Matsuyama.- ¿Qué haces aquí?
- Vine a ver tu concierto, ¿qué más?.- Hikaru sonrió.- Y a pedirte que me dejes estar a tu lado.
- ¿Qué cosa?.- a Samael le sorprendió tan sincera y repentina petición.- ¿Qué rayos estás diciendo?
- Princesa, he pensado mucho sobre nosotros en estos dos años.- respondió Matsuyama, bajando la voz.- Sobre lo que debí de haber hecho en el aeropuerto... Me di cuenta de que por segunda vez cometí el error de dejar marchar a la mujer a quien realmente quiero (la primera vez fue con Yoshiko en la secundaria). No debí de haberte dejado ir...
- ¿Pero qué estás diciendo?.- exclamó Samael.- ¿Qué hay de Yoshiko? Estás comprometido con ella.
- Ya no más.- suspiró Matsuyama.- Antes de venir aquí, rompí mi compromiso con ella.
- ¿Cómo dices?.- por primera vez en su vida, a la Princesa del Hielo se le fue la voz.
- Que rompí con Yoshiko. Ahora solo somos amigos.
- ¿Por qué hiciste eso?.- exclamó Samael.
- Porque recordé lo que me dijiste el día en que te vi por última vez en el aeropuerto de Tokio.- explicó Matsuyama.- Sobre lo de que yo siempre estaría pensando en Yoshiko. Después de todo este tiempo, me he dado cuenta de que más bien es al revés: siempre estoy pensando en ti. Tuvieron que pasar dos años para que a mí me cayera el veinte de que me he enamorado de ti. Te quiero, Samael Nieminen. Así que, ¿quieres ser mi Princesa del Hielo para toda la vida?
Samael pensó que esas palabras eran pura cursilería. Pero por primera vez en su vida no le importó.
- ¿Tú que crees?.- respondió Samael, suavemente.
Hikaru y Samael se fundieron en un abrazo e interpretaron una de esas escenitas que Samael considera cursilerías aptas para otras chicas, menos para ella. Pero como ya dije antes, eso no le importó a ella.
- ¿Y qué pasó con Yoshiko?.- inquirió Samael, en voz baja.
- Te contaré un pequeño secreto.- Matsuyama sonrió por lo bajo.- Ni te imaginas...
Hikaru susurró algo al oído de Samael. Ésta soltó la carcajada. No, realmente ella no se esperaba eso...
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Hana miraba insistentemente hacia la entrada principal del estadio. Estaba esperando a alguien que le había prometido que asistiría al concierto de Lily, pasara lo que pasara. Sin embargo, se encontró a otra persona a quien definitivamente no se esperaba...
- ¡Hola, Hana-san!.- saludó alegremente Takeshi Sawada. Él y Hyuga habían sido cómplices durante la relación que mantuvieron Hana y Ken (no me los imagino de cómplices de amor, pero bueno).
- Hola, Sawada-san.- sonrió Hana.- Gusto en verte.
- Buenas noches, señorita Wakabayashi.- saludó secamente Hyuga, sorprendiendo a todos con tan cortés saludo.
- Buenas noches, Hyuga-sama.- respondió Hana. Y de pronto, su corazón casi se detuvo.
Frente a ella estaba parado Ken Wakashimazu.
- ¿A mí no me saludas, Hana?.- inquirió Ken, suavemente.
- Claro que sí.- respondió Hana, casi sin voz.- Buenas noches, Wakashimazu-san...
- ¿Desde cuándo eres tan cortés conmigo, Hana?.- Ken susurró, algo poco común en él.
- No lo sé. Quizás desde que me botaste por seguir tu carrera.- musitó Hana, dolida.
En ese momento, Hana se dio cuenta de que su hermano había hecho exactamente lo mismo que Ken: botar a la mujer a la que amaba solo por su carrera, y por un momento los odió a los dos.
- Mejor nos vamos.- comentó Hyuga.- Con permiso.
- Hasta luego, Hana-san.- se despidió Takeshi.
- Yo no boté por mi carrera, Hana.- contradijo Ken.- Más bien, tú no quisiste abandonar la tuya por mí...
- Aquí vamos de nuevo. ¡Eres un egoísta!.- gritó Hana.- ¡No iba a dejar mis sueños y mis planes por ti si tú no querías hacer lo mismo por mí!
- ¿Y quién te dice que yo no quería?.- inquirió Ken, en voz baja.
- ¡Tú mismo me lo dijiste!.- gritó Hana, exasperada.
- Y te lo creíste... .- Ken sonrió levemente.- Me da gusto.
- ¿Eh?.- Hana se sorprendió.- Si serás cínico...
- Es que era lo mejor para ti...
- ¿Qué cosa?
Ken suspiró y optó por no contestar a eso.
- Me enteré de que vas a casarte.- comentó él, aparentando una tranquilidad que no sentía.
- Así es.- respondió Hana, con una sonrisa triunfal.- Con un inglés que está loco por mí.
- ¿Y tú lo amas?
- ¿Te importa acaso?
Ken sonrió con ironía, con un movimiento de cabeza que agitó sus mechas desgreñadas.
- Solo te diré una cosa: te aseguro que él nunca te podrá amar ni la mitad de lo que yo te amo.- dijo.
- ¿Qué?.- musitó Hana, con un hilo de voz.
- ¿Sabes algo? Si tú hubieses abandonado tus estudios para estar conmigo... Yo nunca me lo hubiese perdonado... .- murmuró Ken.- Jamás hubiese permitido que te cortaras las alas solo por mí.
- ¿Qué dices? ¡Pero es que... !.- Hana se interrumpió, ya que no entendía del todo lo que Ken decía.
- Tú parecías estar dispuesta a dejarlo todo por mí. Y eso yo nunca lo hubiese permitido. Porque te amo, Hana Wakabayashi.- murmuró Ken.
- No tiene ningún sentido.- bufó Hana.- Tú me pediste que...
- Sí, te pedí que abandonaras todo por mí.- interrumpió Ken.- Pero eso lo hice porque sabía que si te lo decía ibas a molestarte y a llevarme la contraria. Te conozco lo suficiente como para saber que si te obligaba a tomar esa decisión, ibas a enojarte conmigo y a cortarme. Y eso era lo que yo quería: que te alejaras de mí para que pudieses volar muy alto. No quería ser yo quien interrumpiese el camino que estabas siguiendo...
- Tú y Genzo ya me tienen harta con eso de volar alto y de cortarse las alas.- bufó Hana, enojada.- ¿Cuándo van a entender ustedes dos que el amor no le corta las alas a nadie, sino que las hace más fuertes?
- Eso es algo que yo no entendí. Y que quizás no entenderé jamás (me cae que Ken es un sopenco). Pero el tiempo ha pasado y tú estás por graduarte de Oxford. Estás a punto de cumplir tu sueño y por eso ahora vengo a pedirte que no te cases con ese inglés y que vuelvas conmigo. Ahora que ya cumpliste tus metas puedo pedirte con toda tranquilidad que estés a mi lado. Te amo, Hana. Por favor, vuelve conmigo.
- Ay Ken.- musitó Hana.- Eres un completo idiota.
Hana se lanzó a los brazos de Wakashimazu (iba a escribir Wakabayashi; la costumbre, jeje). Ken la besó suavemente y Hana supo que, efectivamente, no podría haber otro hombre que la amara más que él, ni tampoco habría otro hombre a quien ella amara más...
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El concierto comenzó. Shadows of the Soul prendió al público con sus canciones. Saki y Tess no se quedaron atrás. Lily estaba lista para salir al escenario, con un vestido azul escotado y con falda que volaba cuando ella giraba o bailaba. Traía el cabello sujeto en una cola de caballo. Lily traía puestos los aretes de demonio y ángel que Genzo le había regalado. Ella siempre los había usado en cada evento importante, aun cuando no combinaran con la ropa que traía. De hecho, esos aretes se habían convertido en algo así como su toque personal. Todos decían que ella era el ángel, pero que quedaba en el misterio quién era el demonio...
Lily salió al escenario. Sin embargo, cuando comenzó a cantar, el sonido inesperadamente falló. De pronto, el estadio quedó en penumbras, ante los gritos de sorpresa de los espectadores. Una luz surgió de pronto desde lo alto del estadio. Esa luz tomó la forma de una mariposa monarca... A Lily casi se le paraliza el corazón... Las luces y el sonido volvieron y Lily interpretó la canción que la hizo famosa: Whenever you´re near me. Al finalizar, Lily bajó corriendo el escenario y trató de averiguar de dónde había provenido la luz y se dio cuenta de que Hana la estaba esperando.
- Alguien te está esperando allá.- Hana señaló el sitio de donde provino la luz.- Solo sigue a la mariposa. Buena suerte...
"¿Cuál mariposa?", pensó Lily. Pero inmediatamente tuvo la respuesta. Delante de ella, una mariposa monarca auténtica revoloteaba en la semipenumbra del estadio. Lily la siguió, el animalito pronto la llevó hasta un palco localizado en la parte superior del estadio, el cual misteriosamente estaba vacío... Bueno, casi vacío, excepto por un hombre que estaba parado de espaldas a Lily. El corazón de ella latía muy rápido... El hombre se parecía tanto a...
- Ángel.- susurró Genzo.
- Gen... .- Lily luchaba por no llorar.- ¿Qué haces aquí?
- Vine por ti.- contestó él.- Vine por ti, y a pedirte que me perdones. He sido un completo idiota... Ahora que te he visto cantar, me doy cuenta que absolutamente hubiese podido cortar tus sueños...
- ¿Por qué me dejaste?.- musitó Lily, llorando a mares.- ¡Yo te amaba!
- Y yo a ti, pero entiéndeme.- murmuró Genzo.- Yo pensaba que nuestro amor solo te destruiría. Pero entonces Hana me hizo comprender que el Amor Verdadero nunca se interpone en la realización de la Leyenda Personal. Cuando una persona está decidida a cumplir su Leyenda Personal, el Universo entero confabula para ayudarla...
- Me recitas a Paulo Coelho, pero no sé a qué viene al caso.- musitó Lily.- O sea, entiendo lo que me tratas de decir, pero lo que no entiendo es por qué fuiste tan tonto como para creer que tu amor se interpondría en mis sueños...
- Porque pierdo la cabeza cuando se trata de ti.- contestó Genzo, acercándose a ella.- Te amo tanto que temo que mi amor te lastime... No pienso con claridad las cosas, solo sé que no quiero que nadie te haga daño. Incluyéndome. Por eso me alejé de ti, porque creí que era lo mejor. Pero ahora me he dado cuenta de que te amo y que no puedo estar separado de ti por más tiempo y por eso...
- Ya hablaste demasiado.- Lily le puso a Genzo un dedo en los labios.
Después, ella lo besó. Él la abrazó con fuerza y sus corazones volvieron a latir al unísono.
- Oye, pero, ¿y la carta que me dio Hana?.- preguntó Lily, cuando el beso concluyó.
- ¡Ah! La había escrito desde hace mucho tiempo, pero nunca me animé a enviártela.- confesó Genzo.- Quise hacerlo cuando me enviaste todos esos mails, pero decidí que lo mejor era no responderte. Hana me convenció de entregártela porque según ella tú merecías leerla, aun cuando ella sabía que yo vendría por ti.
- ¿Hana lo sabía?.- inquirió Lily, sorprendida.
- Sí. Ella me convenció de hacerlo.- Genzo le guiñó el ojo.- Pero le pedí que no te dijera nada al respecto. Vamos, mi ángel, que tu público te espera. Aquí te estaré esperando cuando termines.
- Sí.- Lily sintió que en su corazón volvía a renacer la alegría.
Lily regresó al escenario, en donde ya la estaban esperando Saki, Tess y Samael, para entonar todos juntos la siguiente canción.
- Gracias a todos por venir.- dijo Lily al público.- De verdad que me pone muy feliz que hayan venido a vernos... Quiero también hacerles un anuncio: ¡Estoy enamorada! Del hombre más maravilloso del mundo: Genzo Wakabayashi.- Lily lanzó un beso hacia donde sabía que Genzo estaría observándola. El público gritó de la sorpresa y la emoción.- Y aunque a él le dedico todo el concierto, la siguiente canción no es para él. Esta canción la compuse hace tiempo, en memoria a mi querida hermana Chiara, fallecida hace casi tres años por leucemia...
En este punto, a Lily se le quebró la voz, pero sintió en sus hombros las manos de Saki y Samael y vio en la primera fila a Lara con Chiara y se reconfortó.
- Querida Chiara, sé que tú nos estás observando ahora. Solo quiero decirte que me costó trabajo, pero logré cumplir mi promesa... .- Lily habló con voz fuerte.- Y esta canción va para ti...
El estadio se sumió en el silencio total cuando Lily comenzó a cantar.
- She lived like she knew nothing lasts… .- Lily podía recordar a su hermana reír.
- Forever angel, I hope they love you like we do, I'll be proud to be like you… .- Saki, Tess y Samael estaban más que felices de poder apoyar a su amiga en un momento tan importante como ése.
"Estaré orgullosa de ser como tú, Chiara", pensó Lily. "Y sé que Lara piensa lo mismo...".
"No tienes ya qué preocuparte por nada. Ahora estás descansando en un sitio que no conoce el dolor... Y ten por seguro que nosotros estaremos bien".
- Forever angel, I hope they love you like we do, I'll be proud to be like you, just like you…
"Sé que estás orgullosa de nuestra hermanita, Chiara", pensó Lara. "Yo también lo estoy".
Genzo le hizo una promesa en silencio a la hermana Del Valle a la que nunca conocería: Que cuidaría a Lily por siempre...
Lily se movía y bailaba con alegría por el escenario. Justo cuando la canción estaba en su clímax, un tumulto de mariposas monarcas cubrió al estadio de alegría. Lily seguía bailando entre ellas, al tiempo que sentía como el espíritu de su hermana Chiara se elevaba muy alto por el cielo, junto con el de ella.
Fin.
Notas:
- Todos los personajes de Captain Tsubasa son creación y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha ©.
- Lily Del Valle, Lara Del Valle, Chiara Del Valle, Hana Wakabayashi, Elliot Tapia, Jean Lacoste y demás agregados culturales son personajes creados por Lily de Wakabayashi.
- Los nombres y personalidades de los padres y hermanos de Genzo Wakabayashi son idea de Lily de Wakabayashi.
- Ian Takahashi es un personaje creado por Vini Astrea.
- Samael Bene Elohim es un personaje creado por Samael Bene Elohim.
- Saki Aiza es un personaje creado por Saki Hashimoto.
- Tess Shadows es un personaje basado en Testament, del videojuego Guilty Gear.
- El grupo Shadows of the Soul es invento mío.
- Ahora sí, este fic se acabó. Bueno, creo que eso es todo... Espero verlos pronto en otra historia.
