UNA CARTA, DOS CARTAS, TRES CARTAS...
Al día siguiente, Ron tardó mucho en bajar a desayunar. No era porque su madre no le hubiese ido a despertar, pues él había pasado casi toda la noche sin dormir, y se había despertado mucho antes que cualquier otro habitante de la casa, pero simplemente había permanecido en su cama, mirando el techo como si fuera la cosa más fascinante del mundo. Pero aún cuando sus padres se acababan de despertar, una lechuza entró por la ventana.
Ron no conocía a aquella lechuza, y tampoco parecía ser de Hogwarts, pues no tenía el emblema y todavía era demasiado pronto para recibir los resultados de los TIMOS. Llevaba una carta sellada. Ron la cogió. Entonces, mientras la desenrollaba, distinguió la apretada y a la vez elegante caligrafía de Hermione. Una silenciosa lágrima rodó por su mejilla, pero leyó la carta con anhelo de saber algo sobre la muchacha:
Querido Ron:
Parto hoy para Alemania, con mis padres de vacaciones. Supongo que me darán los resultados de los TIMOS allí. He oído que han desplegado las medidas de seguridad en otros países también, así que no creo que tengamos ningún problema con los mortífagos. Volveré el día 15 de Julio. Por cierto, me he comprado esta lechuza (¿No es preciosa?) ayer mismo, pues mis padres se empeñaron en conocer Hogsmeade y estuve allí ayer por la noche con ellos y no pude resistirme a comprar a Wendy. Espero que nos podamos ver pronto, a ver si Harry consigue que Dumbledore le deje salir de casa de sus tíos para así poder quedar los tres y así lo animamos un poco, que debe de sentirse todavía fatal después de lo de Junio. Bueno, te dejo, que mis padres me están llamando para irnos.
Besos de
Hermione
Ron dejó la carta en su mesilla de noche. Todo estaba saliendo mal. Hermione volvía dos días antes de que él se fuera, y sólo tendría esos dos días para despedirse. ¿Por qué sucedía todo así de rápido? ¿Por qué todo le tenía que salir mal? Mojó la pluma y se dispuso a escribir a su mejor amigo, Harry Potter.
Harry:
Quiero que vengas a la Madriguera a pasar unos días. Pero no podrás quedarte todo el verano. Tengo una mala noticia. Le han dado un importante cargo a mi padre en Estados Unidos y me mudo allí. Mi madre dice que una oportunidad como esta sólo se presenta una vez en la vida. Por favor, envíame tu respuesta lo antes posible. Me marcho el día 17. Hermione no puede venir hasta el 15, que está en Alemania.
Ron
Cogió a su lechuza, Pig y le dijo que enviara la carta al oji-verde. Después dudó un momento, pero mojó la pluma de nuevo, y en otro pergamino, escribió:
Querida Hermione:
La verdad es que lamento que no vengas hasta el día 15. A mi padre le han dado un trabajo en el Ministerio de Magia de Estados Unidos y el 17 nos vamos. He pensado que cuando vuelvas podrías venir a mi casa, para despedirnos. Es probable que ya no volvamos nunca a Inglaterra. Intenta contestar lo antes posible. Ginny y yo no tenemos muchas ganas de ir, pero de todas formas, nuestra madre nos obliga a hacerlo. Fred, George, Bill y probablemente Charlie estarán allí. Espero que te lo pases bien en Alemania.
Ron
Ron pensó que así estaría bien. No quería decirle por carta más de lo necesario y tampoco quería decirle que no quería ir bajo ningún concepto. Releyó varias veces la carta, y después llamó a la lechuza de Hermione (que estaba en el comedero de Pig) y le entregó la carta. Se quedó mirando cómo se alejaba y no pudo evitar sentir una especie de sentimiento de culpabilidad.
Apenas iba a tener tiempo de despedirse de Hermione, pero tenía muy claro que tenía que confesarle sus sentimientos. Seguramente, aquella sería la última vez en la vida que volviese a ver a la chica con la que más veces había peleado (incluso más que con su madre o con Ginny, que ya es decir) pero también con la que más veces había soñado. Le angustiaba no ser correspondido, pero no podía irse sin que ella supiera sus sentimientos.
Luego pensó en Harry. Pobre Harry. No hacía ni dos semanas que había perdido a su padrino, lo más parecido a un padre que tenía, y ahora él, su mejor amigo, se mudaba y probablemente nunca lo volvería a ver. Sabía que la vida de Harry no había sido fácil, y se arrepentía de, a veces, haberle tenido envidia. Pero también había comprendido, que detrás de la fama y todos sus logros, estaba un niño normal y corriente, como todos, al que le ha tocado vivir una vida un tanto dura.
La puerta de su habitación se abrió. Era Ginny, en camisón, que simplemente miró a su hermano con cara de pena y dijo:
- ¿No vas a bajar a desayunar?- en el piso inferior se oían los típicos ruidos matutinos, seguramente, sus padres ya estaban desayunando.
Ron dudó un instante, pero al final dijo:
- Está bien- la verdad es que empezaba a notar no haber cenado nada la noche anterior, y Ron no era un chico al que le gustase pasar hambre.
Bajaron a desayunar los dos. Su madre ya había acabado y estaba fregando mágicamente su taza. Su padre estaba por su tercera tostada y leía El Profeta con toda la calma del mundo. Parecía que no iba a ir a trabajar.
Aquel día, Ron y Ginny se libraron de hacer sus tareas. Sus padres sólo hablaban para lo estrictamente necesario y la Señora Weasley les preguntó a quienes eran a los que iban a invitar.
- Yo voy a invitar a Luna- dijo Ginny sin cavilar, de un modo considerado, según Ron, pues si ella invitaba a una persona, él podría invitar a dos.
- ¿Y tú, Ron?- preguntó Molly, aunque creía ya conocer la respuesta a la pregunta y la hacía simplemente por entablar una conversación normal con sus hijos, que parecían no haberse despertado con muy buen humor, que digamos.
- Le he enviado la carta a Harry hoy por la mañana- respondió secamente-. Y Hermione está en Alemania, vuelve el día 15 y le he dicho que nada más llegar viniese.
La Señora Weasley le mandó una mirada de compasión a su hijo. Ella, por supuesto, tenía ojos en la cara y el verano anterior había percibido la fuerte atracción que había entre Hermione y Ron, aunque, claro, no le había dicho nada a su hijo.
Por la noche, cuando Ron se disponía a acostarse, su pequeña lechuza entró por la ventana. Ron reconoció a la lechuza como la suya propia, Pig. Venía muy exhausta, pero al parecer, muy satisfecha de sí misma por haber hecho el viaje en un tiempo récord.
Ansioso, Ron prácticamente le arrancó la carta de la pata a su fiel lechuza, haciendo que ésta, indignada por no recibir una felicitación, volara hacia su jaula y se dispusiera a reponer energía después de comer y dormir un poco. Ron abrió la carta y leyó:
Ron:
¿Cómo que te mudas? ¿Cómo no me lo habías dicho antes? ¿Y cómo que no vas a volver? Ron, cuando nos veamos me debes una explicación muy larga. Pero lamento decirte que No podré ir a tu casa hasta el día 10. Es que Dumbledore me escribió diciendo que el testamento de Sirius será leído el nueve, y hasta entonces no puedo salir de Privet Drive (órdenes de Dumbledore).
Estoy deseando verte, pero quizás esta situación es algo repentina para mí. Comprende que tengo que hacerme la idea de que no voy a ver a mi mejor amigo nunca más, y no es una idea que me haga mucha gracia. ¿Hermione ya lo sabe? Espero que ella se lo haya tomado mejor que yo.
Harry
Ron suspiró. No esperaba que Harry reaccionara así, pero rezó para que a su amigo se le hubiese pasado la etapa "Nadie me comprende por eso chillo cuando me enfado" que había durado todo el año pasado. Por lo menos, de Harry tendría más tiempo de despedirse...
Pensando que quizás, en estos días estaban pasando más cosas de las que él hubiese querido que pasaran, se quedó profundamente dormido, deseando ver mañana por la mañana la contestación de Hermione, algo más alegre, pero recordó que ella estaba en Alemania y seguramente, su respuesta tardaría algo más de lo normal.
CONTINUARÁ...
Jessi Weasley: Jejeje, si, se me ha olvidado el año... Bueno, en realidad se supone que es en sexto año, justo después del quinto libro oficial de J.K. Si, los años pasaran, pero en este chap todavía no... Dentro de unos cuantos. Lo de la novia de Ron... ya verás, porque quizás te sorprenda. Muchas gracias por el review, que me ha hecho mucha ilusión de verdad. Muchos besos, wapisima!!
Sarah-keyko: Mucha gracias por el review, me alegra mucho que te haya gustado, en serio. Como ves, continué muy pronto, ep? Espero que este capi también haya sido de tu agrado... Si, yo también pienso en los pobres de Ron y Ginny... pero la vida es así, chiquilla!! Muchos besos!!
