DEJA AL CORAZÓN QUE HABLE POR TI
- Luna, esto es ridículo- susurró Harry, cuando pasó por la chimenea, y llegó a casa de Hermione y Vicktor-. Aún estás a tiempo de volver atrás...- sugirió, pero su esposa le lanzó una mirada fulminante que indudablemente quería decir que no.
- ¿Quién estar aahí?- preguntó una hosca y torpe voz, que indudablemente pertenecía a Vicktor Krum-. Ah, sois vosostrrross, Luna y Harrry...- sonrió, con una sonrisa algo estúpida en opinión de Luna
- Vicktor, no venimos en una visita de cortesía- sentenció Luna, haciendo que la sonrisa en la cara de Vicktor desapareciera.
- ¿Y entonces a qué debo vuestrra visita?- preguntó, mirando a Luna fijamente. Aquella chica nunca le había caído muy bien, siempre creyendo en cosas estúpidas.
Hermione caminó lentamente hacia las escaleras y las empezó a subir lentamente. La casa permanecía casi como ella la recordaba. La penumbra a la que sus ojos ya se habían acostumbrado, dejaba al descubierto el polvo que cubría a los abandonados muebles. Quizás si la visita hubiese sido en otras circunstancias, se habría detenido más para contemplar cada detalle del estado de la casa, para recordar quizás así quizás unos de los recuerdos más bonitos que tenía allí: Los últimos días de Ron en Inglaterra, antes de su partida a Estados Unidos.
Había llegado. Finalmente, tras un hondo suspiro y una mirada decidida, empujó suavemente la puerta, desde donde se colaba una leve luz y entró en la estancia, donde en seguida la envolvieron los recuerdos.
- Bien, como ya seguro que te has dado cuenta- empezó Luna, mirando a Vicktor desafiante, mientras Harry se mantenía al margen, temiéndose lo peor-. Ron Weasley llegó ayer- Vicktor hizo un ademán, como invitándola a continuar, pero parecía ya saber a dónde quería llegar Luna-. Y creo que también sabes, porque seguramente Hermione te lo habrá dicho, que ambos están enamorados.
- Perrrmíteme corrregirrte- intervino Krum-. Estaban enamorrados- especificó, a lo que Luna le miró con cara airosa.
- Lo están- sentenció Luna-. ¿Es que acaso piensas que tienes una sola oportunidad con Hermione? Porque te adelanto ahora mismo que no- afirmó.
- Eso no es lo que ha dicho Herrrmíone- mintió Vicktor-. Perrrsonalmente yo crreo que si tengo oporrrtunidades con Herrrmíone- añadió-. Yo porrr lo menos no la dejé tirrrada para irrrme a Estados Unidos... Y me vine aquí, a Inglaterrra, sólo porrr ella, no como otrrros.
Algo chispeaba en los ojos de Luna, y ese algo, indudablemente, no podía presagiar nada bueno. Miraba a Vicktor Krum como si fuera el ser más indeseable del planeta:
- ¿No pensarás meterte entre ellos dos?- preguntó calmadamente, pero su expresión no denotaba en absoluto calma-. ¿No pensarás que puedes quedarte con Hermione estando Ron aquí, verdad?
- Sabes, Luna, muchas veces errres muy ingenua- dijo simplemente Vicktor-. Yo quierrro a Herrrmíone, y no pienso dejarrr que Weasley se la quede- añadió, sonriendo antes la mirada asesina que le lanzaba la chica, que sentía como le hervía la sangre ante el jugador búlgaro de quidditch.
- ¡Tú no la quieres!- chilló Luna ahora sí perdiendo los estribos-. ¡Si de verdad la quisieras dejarías que fuera feliz, aunque fuera junto a otro! ¡Y la felicidad de Hermione está al lado de Ron!
- ¿La felicidad de ella está al lado de un chico que la dejó tirrada?- preguntó con incredulidad Krum-. ¿Qué clase de felicidad es esa?- se burló.
- ¡Ellos dos se quieren!- gritó Luna, mirándolo reprobadoramente-. ¡Que tú no sepas lo que es amar a alguien no significa que tengas que joderle la vida a los que se quieren!
Se quedó apoyada sobre el marco de la puerta, con la mirada perdida en la única persona que se hallaba en la habitación aparte de ella. La débil luz que iluminaba la estancia, proveniente de una varita que sostenía un pelirrojo sentado en la cama, a espaldas de la puerta. Hermione dio unos débiles pasos, haciendo crujir a la desgastada madera.
Hermione, finalmente se sentó en la cama, a la derecha del otro muchacho que ocupaba la habitación. Sabía que él había notado su presencia. Pero no habló. No hizo ningún ruido. Simplemente, desvió su mirada de los resentidos ojos de Ron que se posaron sobre ella. Ninguno de los dos llegó a saber cuanto tiempo transcurrieron en silencio, pero no era un silencio incómodo. Era un silencio donde las palabras sobraban y a la vez faltaban. Era un silencio que hablaba por los dos, que dejaba al descubierto lo que sentían.
Sin saber de dónde sacaba las fuerzas, Hermione se dignó a mirar a los ojos al pelirrojo, pero esta vez ninguno desvió la mirada. Otro nuevo silencio. Hermione bajó después la vista y murmuró:
- Pensé que no ibas a venir... que no ibas a cumplir tu promesa y no me querías y yo...- pero no pudo añadir nada más, porque los labios de Ron se habían posado sobre los suyos, y la besaba como nunca lo había hecho antes. Con pasión, dulzura y a la vez romanticismo. Fue el primer beso que se daban después de tanto tiempo sin verse, donde tuvieron la certeza de saber que los sentimientos del uno por el otro no había muerto.
Mientras tanto, en un avión procedente de Estados Unidos, tres muchachos se bajaban, medio mareados por el vuelo en "aquel odioso artefacto muggle", como ellos mismos lo denominaban. Era dos chicos, el primero de pelo negro oscuro, ojos ambarinos y sonrisa traviesa, el segundo, alto, pelo castaño, ojos azules y de buena figura. Los acompañaba una chica, la más baja de los tres, que llevaba el pelo recogido en una coleta alta, ojos verdes y bastante morena.
- ¡No sabía que el aeropuerto de Londres era tan grande!- comentó la chica, mirando con curiosidad a su alrededor.
- ¿Nunca antes habías estado en Inglaterra, Elise?- preguntó el de pelo negro, sonriendo divertido ante la cara de la chica que miraba las tiendas muggles con fascinación.
- No, esta es la primera vez que vengo- respondió la chica llamada Elise-. ¿Cómo vamos a llegar?- preguntó, girando la cabeza después de haber estado contemplando una tienda de cosméticos muggles-. Mike, ¿tienes tú la dirección?- le preguntó al chico alto y de pelo castaño.
- Sí, la señora Weasley me la ha dado- contestó el chico, sonriendo-. Está un poco lejos de aquí, no os recomiendo ir andando- añadió, al ver reflejado en la cara de sus amigos que era eso lo que pensaban hacer.
- Tendremos que ir en toxi- dijo el otro chico, suspirando resignado.
- Se llama taxi, Henry- le corrigió Elise-. O al menos eso creo- añadió, lo suficientemente bajo para que ninguno de los dos chicos la oyeran.
Ron se separó dulcemente de Hermione y bajó la mirada, ahora sí que no sabía qué decir. Quería preguntarle que se traía con el idiota de Vicktor Krum, por qué vivía con él... Pero, aunque le doliera reconocerlo no tenía ningún derecho a meterse en su vida, después de tanto tiempo... Después de todo, ella ya era mayorcita para decidir sobre su vida, ¿no?
Hermione, comprendiendo lo que pasaba por la mente del pelirrojo, aquel pelirrojo al que, ahora sabía con certeza, jamás podría olvidar, se adelantó:
- Ron, yo no tengo nada con Vicktor- empezó la chica, recordando vagamente su baile de cuarto curso y los celos de Ron porque ella fuera con él al baile.
- ¿No tienes nada con él?- preguntó con incredulidad Ron-. ¿Entonces por qué vives con él? ¿Por qué os estabais besando?- sabía que se estaba comportando como un niño inmaduro, pero ¿qué más daba? Quería sacar toda la ira que se le había acumulado después de haberla visto besarse con otro... Toda la frustración de haber sentido que todo el tiempo que había estado esperando impaciente su regreso, había sido en vano-. ¡No me dirás que tropezaste y tus labios se juntaron "accidentalmente" con los suyos y justo en ese momento llegué yo!
- Ron.... no.... yo no quería decir eso...- Hermione intentaba calmarlo, pero parecía que Ron estaba aflorando ahora toda su frustración:
- Pero, claro, ¿qué más te da que yo haya tenido que aguantarse no poder venir a verte antes, y para colmo, después de tanta espera, vea que ahora tú estas con ese idiota irremediable? ¿Qué más da que Ron sufra? ¡No, claro que no, porque Ron no tiene sentimientos! ¡Venga, vamos todos a joderle la vida a Ron, ya verás lo divertido que es!- gritaba el chico, sintiendo que cada palabra que decía era más estúpida que la anterior.
- ¡RON!- chilló Hermione, harta-. ¡ESCÚCHAME AHORA TÚ!- y consiguió su propósito: Ron se calló-. Para empezar, Vicktor y yo compartimos el piso en plan de amigos- Ron alzó una ceja, pero no replicó-, tú no apareces en todo el verano, yo estaba segura de que vendrías a la boda de Harry, y cuando no asististe, pensé que era porque yo ya no te importaba, que allí tenías tu vida y que había encontrado a otra. Entonces, me propuse olvidarte, porque me dije ¿qué sentido tendría amar a alguien a quien no le importas?- Ron abrió la boca para protestar, pero decidió hacerlo al final-. Entonces, sin previo aviso llegaste tú, en un momento no muy oportuno. Ya le dije a él que lo nuestro era imposible, porque... porque... me di cuenta de que yo aún te quería y yo...- su voz se quebró, bajó la mirada y esperó una respuesta del pelirrojo.
- Hermione...- el pelirrojo no parecía saber de nuevo lo que tenía que decir, pero decidió que lo primero sería una disculpa-. Yo siento... lo que dije... y bueno, ¿me perdonas?- La chica sólo asintió, en silencio, sin mirar a Ron a la cara-. Pero yo... Hermione... yo también te sigo queriendo.
Ahora ella sí que levantó la vista. Al encontrarse con sus ojos pudo ver la sinceridad en ellos. Fue lo único que vio, antes de cerrar los ojos y sentir de nuevo los labios de Ron sobre los suyos. Fue cuando comprendió que ambos estaban perdonados, que habían retomado su relación en el instante donde la dejaron antes de la partida del tren. Comprendió que era como si el tiempo que había estado alejados uno del otro era como si nunca hubiese pasado.
- ¿Me podéis repetir porqué hemos venido desde Estados Unidos aquí en vez de mandarle una simple lechuza?- preguntó por quinta vez Henry, cuando él, Mike y Elise bajaron del taxi.
- Por que es una noticia muy importante- dijo Elise-. Le hará más ilusión si se lo decimos personalmente, además, recuerda que yo me voy a quedar a hacer la carrera aquí- añadió.
- Esta es la casa- informó Mike, después de consultar el papel que guardaba en el bolsillo, y llamó al timbre.
- Luna, sigo pensando que te pasaste cuando le rompiste el jarrón- le decía Harry a su esposa. Acababan de llegar de casa de Vicktor Krum y de "dejarle las cosas claras", como decía Luna.
- Se lo tenía bien merecido- dijo simplemente la chica, justo cuando sonaba el timbre-. Ya voy yo- dijo y desapareció, dejando a Harry solo en la cocina.
- ¿Está Ronald Weasley?- preguntó Elise cuando Luna le abrió la puerta.
- No, desde ayer no lo...- empezó la chica, pero entonces, al oír un ruido sordo en la chimenea se volvió. Las tres personas que se hallaban en la puerta también pudieron verlo: Ron y Hermione habían llegado por la chimenea.
CONTINUARÁ...
ELENA: Jejeje, pos nop, aqi esta Vicky al reskt... En fin, dudo q esta historia vaya a aser como se espra, xq tngo d una sorpresa bajo la manga, concrtamnt, en el proximo chap las cosas van a dar un pequeño giro.. espero q t aya gustao el chap, intentar actualizar ants, muxos bss!!
Rotceher: Wolas!! Q bueno q t gustara, ya vist q si encontro a Ron i q si pasaron unas cuantas cositas... Solo prometo q en el proximo cap los nuevos personajes traeran una noticia para Ron... No dire si es wena o mala, pro solo q va a dar un giro a la historia. Un beso, actualizar pronto!!
Sarah-keyko: Olas, wapa!! Weno, me alegra q t pareciera bien, la vdd esq pense en la madriguera y concrtamnt en esa abitacion xq fue dond los dos se confesaron q se querian... Jejeje, pos la vdd esq vino d ai la idea. Espero q t aya gustado tb este cap, intentare actualizar ants, esta vz m demore un pokitom, sorry. Un beso!!
Zapix: Wolas!! Q weno q t gusto, intentare seguirlo lo ants q pueda, ok? Un fuert beso, asta otra!!
Bien, a djar reviews!!
