sin prambulos,os djo cn l siguint chap d Destinos Separados:

CUCHILLOS QUE SE CLAVAN EN EL ALMA

Oía lentamente el tic- tac del reloj. Ese tic- tac que ponía tan nerviosa a la única ocupante de la habitación. Ese tic- tac que informaba que los segundos pasaban... Y que a cada segundo que pasaba su esperanza se iba reduciendo, sus sueños se empequeñecían... Y su alma se destrozaba. Ese silencio que era roto por las manecillas del reloj y que envolvían a Hermione... Mientras una pequeña lágrima corría por su mejilla.

La monotonía de la habitación era más que evidente. En todo el día, la chica del cabello enmarañado no había salido de la casa, salvo para ir al médico... Donde el médico le había confirmado lo de su enfermedad, con muchos detalles. Había evitado a Vicktor, había hecho un conjuro a la chimenea para no recibir visitas y nadie podría aparecerse allí... Hermione estaba agazapada en un rincón hecha un ovillo, agarrándose las piernas con las manos... Escuchando a su destino... Que la llamaba, pero no... Ella no se iba a rendir al destino. Iba a luchar por sobrevivir, eso haría. Si luchaba, podría ganar. Lucharía contra el destino, eso haría... No se dejaría vencer, lograría ser feliz junto a Ron... Aunque ahora esa perspectiva era imposible. Ella iba a hacer todo lo que pudiera para ganar la batalla al destino... y ser feliz junto al hombre de su vida.

Con ese tranquilo pensamiento, los ojos de Hermione se cerraron lentamente, rindiéndose al sueño que se apoderaba de ella, a pesar de ser medio día, pues la noche anterior no había dormido.

Tras un agotador esfuerzo, a pesar de que Hermione siempre fue muy buena en hechizos, Ron consiguió aparecerse en mitad del salón de la casa que la chica compartía con Vicktor. Nadie sabía lo que había pasado a Hermione, excepto Luna, que había evitado bajo cualquier medio hablar directamente con él.

Cuando el chico pelirrojo y con pecas llegó, se encontró a su prometida agazapada en un rincón de la habitación, profundamente dormida. Ron la contempló con dulzura. Realmente se veía linda así, su cara no reflejaba en ese momento ninguna preocupación, sino más bien parecía sumergida en otro mundo, el mundo de sus sueños, donde en ese momento, estaba feliz.

Cuidadosamente, Ron la depositó sobre su cama y se quedó viendo como ella dormía, escuchando su suave respiración... Y, sin saber porqué, se puso triste. Unas extrañas preocupaciones que no tenían nada que ver con lo que estaba pasando en ese momento, lo invadieron. La angustia se apoderó de él, aún si saber si quiera por qué se sentía tan extraño. Inconscientemente, apretó la mano de Hermione, como si no quisiera separarse de ella nunca más... Como si presintiera que algo iba a ocurrir...

Elise tenía un paso decidido. Cualquier conocido que la hubiera visto, habría pensado que se había disfrazado. Llevaba una larga gabardina marrón, unas gafas de sol, a pesar de que no hacía un día muy indicado para lucirlas y un sombrero, que la cubría casi por completo. Llegó a su destino: El Salón De Té de Madame Pudipié.

En una mesa de dicho local, estaba sentado un chico que había perdido el día libre. Y ese chico estaba esperando a Elise, que llegaba algo tarde. Y seguramente, como muchos habréis adivinado, ese chico que esperaba a Elise no era otro más que Vicktor Krum.

Elise le había citado allí, porque había oído hablar de aquel particular establecimiento de Hogsmeade y porque quería proponerle un trato. Vicktor observó, ceñudo, como se sentaba.

- Esperrro que me hayas citado aquí parrra algo que merrresca la pena- dijo Vicktor, seguro de estar perdiendo el tiempo al citarse con aquella joven.

- No te preocupes, esto te interesará- repuso Elise, sonriendo e intrigando al jugador de quidditch. .

- Buen, entonces, ve al grano, que dentro de una hora tengo entrenamiento de quidditch- se quejó Vicktor, cansino, no seguro de que fuera de su interés lo que la amiga del idiota que quería quitarle a Hermione le iba a contar.

- Bien, tú no te llevas bien con Luna Potter, ¿no?- dijo despreciativamente Elise al pronunciar el nombre de su enemiga. Vicktor asintió, recordando la discusión con ella y que nunca le había resultada para nada simpática-. Bueno, te propongo que tú y yo nos encarguemos de que Harry y Luna se separen... y de que el hijo suyo no nazca.

Vicktor abrió los ojos, sorprendido por la petición que la chica le acababa de hacer. Se podría haber esperado de todo menos eso... De todas formas, tenía muy claro lo que iba a contestar.

Harry acababa de llegar de su entrenamiento. Estaba trabajando duro para convertirse en el mejor auror, pese a que el curso no empezaba hasta Octubre, Tonks y Kingsley se habían ofrecido para darle clases particulares. Luna ya le esperaba en casa, después de haber pasado un buen rato preocupada por su amiga.

- ¿Cómo te fue, cariño?- preguntó amablemente Luna, con una sonrisa nerviosa en la cara. No le gustaba para nada tener que ocultarle lo de Hermione, pero, después de todo, era tarea de la chica contárselo, ¿no?

- Muy bien- contestó él, besando dulcemente a la chica en los labios, sentándose a su lado y tocando amorosamente la barriga de esta-. Creo que estamos haciendo grandes progresos- comentó, orgulloso, pero al ver la cara de su esposa le preguntó-. ¿Te pasa algo, Luna?

- ¿Qué?- preguntó, nerviosa-. No nada, ¿por qué lo dices?- añadió inocentemente, tocándose de forma inconsciente su barriga, con una sonrisa algo culpable.

- ¿Le pasa algo al bebé?- preguntó, asustado el chico, al ver la mano de su esposa en su vientre.

- Oh, no...- negó la chica, con total seguridad haciendo que la expresión de su marido de relajase, pero de todos modos siguió mirando a la chica, inquisidoramente. Luna sabía que no había colado que no le pasaba nada-. Bueno... es que yo...- Harry la apremió con un gesto. Luna tuvo que inventar-. Es que he estado muy preocupada desde que esa tal Elise llegó aquí- suspiró, aliviada por haber encontrado una excusa justo a tiempo y mínimamente creíble.

- Luna- Harry miró seriamente a la embarazada, quizás con más seriedad de lo que jamás había hecho-. Tú sabes que te quiero, ¿verdad?- preguntó tiernamente. Ella asintió-. No tienes de qué preocuparte, mi amor. Tú eres y seguirás siendo la única mujer en mi vida- aseguró. Pero luego lo pensó-. A no ser que...

- ¿A no ser qué?- preguntó, ahora preocupada Luna, mirando a Harry con gran temor.

- A no ser que el bebé resulte niña- añadió, por lo que Luna esbozó una sonrisa y ambos se fundieron en un nuevo beso, esta vez más tierno. Luna se acurrucó en los brazos del chico, con una pequeña sonrisa. Definitivamente, ahora se sentía más unido a él... Después de todo, nunca había dudado del sentimiento que los unía... Pero tuvo la certeza de que ese sentimiento era muy fuerte... Y nadie lo podría romper nunca más... ¿verdad?

Hermione abrió lentamente los ojos. Lo primero que notó fue que su mano estaba en ese momento entre las de Ron y que se encontraba tumbada en su propia cama. Era una sensación agradable, que la llenaba de paz. Ron la miraba a los ojos, todavía sin decir nada. Sólo mirando fijamente a su prometida, feliz de que hubiese despertado y a la vez enfadado consigo por haber sentido que la iba a perder... Si pensaba en negativo o era pesimista, no haría más que volverse paranoico.

Hermione tampoco dijo nada. Pero como ya se sabe, una mirada vale más que mil palabras. La chica se perdió en los azules ojos del chico, como si esos ojos pudiesen mostrarle el alma del chico, sus preocupaciones, sus temores... Y ese amor tan grande que sentía por ella. Ron no era menos. Al observar los ojos de Hermione, sintió que le llevaban a su mundo, y comprendió que en aquel mundo era vulnerable... Era vulnerable si ella estaba por medio: ella era su debilidad.

Y fue entonces, cuando Hermione sentía que nada podría romper la magia del momento, sintió un oprimente dolor en el pecho... Otra vez. Apartó su mirada del chico y miró al suelo.

- Ron...- intentó hablar Hermione. Pero... ¿qué decirle? No podía decirle, mira, Ron, tengo cáncer de pulmón y muy desarrollado, es posible que me muera sin que tú puedas hacer nada y para colmo tengo que quedarme en Inglaterra y no ir contigo a Estados Unidos porque mi nuevo tratamiento no me deja, por lo tanto dudo que pueda casarme contigo.

- Sshh- negó Ron, indicándole que no hablara y puso su dedo índice en la boca de su prometida, impidiendo que ella pudiese hablar. Se acercó lentamente a la chica y la besó con mucha dulzura, todavía sin entender muy bien porqué ella se había encerrado. Y Hermione tenía claro que lo siguiente que le preguntaría sería eso... Y ella no tenía fuerza de voluntad suficiente como para contestarle con la verdad.

- Ron, lo siento, esto no puede seguir así- murmuró, mientras una solitaria lágrima salía de su ojo izquierdo.

Ron la observó con confusión, y, cuando iba abrir la boca para preguntar a qué venía aquello, Hermione desapareció tras un estallido. Sabe dios dónde se había aparecido. La cara de Ron era un poema. No entendía a qué había venido que su prometida desapareciese. ¿A qué se refería con que no podía seguir así? Se alarmó. ¿Hermione acababa de romper con él?

Vicktor lucía una sonrisa radiante, mientras salía de la cafetería. Había hecho un gran pacto con aquella mocosa, ahora sólo tenían que llevar a cabo un sencillo plan... Y Luna perdería ese odioso bebé... y Hermione sería sólo suya. Recordó, con una sonrisa la conversación anterior.

Flash Back

- Bien, tú no te llevas bien con Luna Potter, ¿no?- dijo despreciativamente Elise al pronunciar el nombre de su enemiga. Vicktor asintió, recordando la discusión con ella y que nunca le había resultada para nada simpática-. Bueno, te propongo que tú y yo nos encarguemos de que Harry y Luna se separen... y de que el hijo suyo no nazca.

Vicktor abrió los ojos, sorprendido por la petición que la chica le acababa de hacer. Se podría haber esperado de todo menos eso... De todas formas, tenía muy claro lo que iba a contestar.

- Te propongo un trato- dijo lentamente, con una mueca en la cara, Vicktor, haciendo gala de su persuasión-. Yo te ayudaré a que el hijo de los Potter no nazca si tú me ayudas a mí- Elise alzó una ceja, en señal de interés-. Tendrás que ayudarme a que Weasley y Hermione se separen.

Elise lo miró con desconfianza. Ron era su mejor amigo, no le podía hacer aquello... Sin embargo, si no lo hacía, perdería a un gran aliado y por lo tanto, sus posibilidades de hacer que el bebé de Luna no naciese eran prácticamente nulas.

- Está bien- dijo tras una breve meditación-. Pero con tal de que Ron no resulte herido ni nada por el estilo- añadió, al ver la cara maliciosa del búlgaro.

Tras esto, ambos mantuvieron una interesante charla y barajaron diferentes ideas para llevar a cabo sus planes. No tardaron en dar con dos planes perfectos... Se iban a divertir mucho, desde luego. Más tarde, abandonaron en bar por separado, los dos con una sonrisa dibujada en sus rostros.

Fin Flash Back

Si, definitivamente, Hermione sería suya, costase lo que costase; y con ese pensamiento, Vicktor Krum llegó a la explanada donde su equipo de quidditch practicaba.

- Harry...- Luna hizo un pequeño pucherito, que divirtió al joven-. Me apetece un batido de chocolate con nueces...- puso carita de cachorrita. Harry no puedo evitar reír disimuladamente.

- Bueno, te voy a por uno, ¿vale?- ella asintió, contenta-. Ahora vuelvo.

El chico se marchó dejando a Luna ansiosa por su batido. Entonces, mientras la chica se dirigía a la cocina para ver si había algo de comer que le apeteciese, oyó un estallido en el salón. Fue a ver quien era. Se encontró a Ron, con cara de desesperación.

- ¡Luna!- exclamó al verla, como si estuviera exhausto-. ¿Está Hermione aquí?- preguntó, esperanzado. La había estado buscando por La Madriguera, Hogsmeade, El callejón Diagon, en la casa de sus padres e incluso había ido a buscarla a la biblioteca de su barrio, por si le había entrado nostalgia por los libros o algo así.

- Al menos que yo sepa no- contestó ella, poniéndose irremediablemente nerviosa-. ¿Por qué la buscas?- preguntó, con fingida inocencia y de forma despreocupada. Ron se dejó caer en el sofá, todavía cansado, antes de hablar de nuevo:

- Por fin había logrado encontrarla, se había encerrado en su casa, y, de repente, me dice que esto no podía ser y desaparece- Ron parecía entre triste y confundido. No entendía para nada el comportamiento de su prometida... Si es que seguía siendo su prometida, claro-. ¿Tú sabes qué le pasa?

- ¿Yo?- preguntó, Luna, evitando mirarle a los ojos, con una sonrisa nerviosa-. ¿Por qué iba a saber yo lo que le pasa?- añadió, con un ademán de impaciencia. El fuerte de Luna no era ni el disimulo ni mentir.

- Quizás Harry lo sepa...- murmuró Ron, apenado, sin darse cuenta del tono nervioso y culpable de la esposa de su amigo de toda la vida-. ¿Está aquí?- preguntó. Luna negó con la cabeza-. ¿A dónde ha ido?- añadió, con extrañeza.

- Ha ido a por mi batido de chocolate y nueces- explicó, contenta Luna-. No creo que tarde mucho en volver- añadió, menos nerviosa y feliz porque se hubiese cambiado de tema.

Un buen rato después, Harry apareció con un gran batido de chocolate y nueces. Había tenido que ir hasta una tienda que quedaba un poco lejos porque la que estaba a la vuelta de la esquina cerraba los jueves y era jueves. Ron lo saludó efusivamente. Se dirigió a su esposa... Pero se encontró con que Luna ya se estaba bebiendo otro batido... exactamente igual al suyo.

- ¿De dónde has sacado ese batido?- preguntó, receloso. Ella sonrió, y, tranquilamente dijo:

- Me lo he preparado yo- la calma era más que aparente en su forma de hablar-. Cómo tardabas tanto y había chocolate y nueces, decidí preparármelo- añadió con una sonrisa. Harry suspiró, fastidiado. Se había ido al quinto pimiento por un batido para que al final ella ya se estuviese tomando uno igual-. Si quieres guárdalo en la nevera- añadió, como si fuera lo más obvio-. Por cierto, Ron te quería preguntar algo- se acordó la chica, señalando al pelirrojo, que no había hablado desde que el chico de la cicatriz había entrado.

- Harry... ¿tú sabes lo que le pasa a Hermione?- la respuesta del chico fue un no, extrañado. Después de que Ron le explicase lo que acababa de ocurrir, añadió-. No sé que quiso decir con que no puede seguir así... ¿Eso significa que me ha dejado?- preguntó, desesperado.

Harry se encogió de hombros, él no es que entendiese del significado de las frases de las chicas. Ron y Harry se dirigieron a Luna, que, al fin y al cabo, era su mejor amiga y una chica. De seguro que ella sabía lo que significaba:

- Eso es que se siente culpable por algo- explicó Luna, con bastante paciencia. Los chicos intercambiaron miradas de confusión-. Quizás es que hizo algo de lo que se arrepiente- insinuó-. O quizás te oculta algo...- añadió, con una expresión muy difícil de descifrar.

- Espera un momento...- dijo Harry lentamente, reparando en un detalle-. Tú sabes lo que le pasa, ¿verdad?- preguntó, mirando a Luna, que dio un paso atrás, pero no se acobardó.

- ¿Y qué si lo sé?- preguntó, desafiante y a la defensiva-. Es asunto de ella... no os lo pienso decir. Si alguien os lo puede decir, es ella.

Y la chica embarazada salió de la habitación, dejando a Ron con la palabra en la boca, que le quería hacer muchas preguntas, pero al final se tuvo que contener y, todavía algo decaído, se despidió de Harry... Quizás un buen paseo lo animase.

De nuevo, el tic- tac de la habitación la envolvía. De nuevo, pequeñas lágrimas resbalaban por sus mejillas... y una vez más, sentía su mundo venirse abajo. Quizás, todo habría sido diferente en otras circunstancias... Si él no tuviera que irse... Si su tratamiento no tuviera que ser específicamente en Inglaterra. Pero ya era demasiado tarde... El destino había sido cruel a la hora de marcar su destino... sólo le quedaba luchar por lo único que le quedaba... La vida. Iba a luchar con todas sus fuerzas, no iba a permitir que el destino ganase tan fácilmente... Podían quitarle a Ron, podían quitarle su felicidad, podían quitarle su vida, incluso. Pero jamás permitiría que le quitasen todo eso sin luchar... Aunque había hecho lo correcto... Así Ron no sufriría. Lucharía por lo que estaba a su alcance... Dejaría que Ron fuese feliz... aunque fuese sin ella.

Escuchó un estallido. Levantó la vista. ¿Era él? No. Daba igual, no podían verla. Era Luna. Que, de repente, empezó a hablarle al aire.

- Hermione, sé que estás aquí, así que deja de hacer el estúpido y vuélvete visible- dijo Luna, con una peligrosa voz amenazante. Hermione no tuvo que oírlo dos veces. Se hizo visible. Luna dirigió su mirada al rincón donde se encontraba su amiga, echa un ovillo. Se agachó a su lado-. Hermione, basta- le dijo seriamente-. Tienes que decírselo. Se merece saberlo. Quizás entre los dos encontraréis una solución- Luna estuvo tentada a preguntarle que le había dicho el médico, pero decidió que no era un buen momento.

- ¿Tú crees?- murmuró Hermione, con la cabeza gacha.

- Hermione, hazlo. Él se lo merece- añadió, con una sonrisa.

- Lo haré- decidió Hermione, con más seguridad-. Luna- murmuró. Ella se volvió-. Gracias- y dicho esto, Hermione desapareció.

CONTINUARÁ...

Weno, ojala les gustase, ep? Jejeje, ia sabeis, a djar reviews!!

Sarah-keyko: Olas, wapisima!! Weno, pos Ron se va a nterar en el siguient capi, asi q paciencia, ahora las cosas se lian un poko, pro weno, la vdd es q la cosa pued ir a peor... Soi mui malvada, lu sep, pro tnia q djarlo ai... Feliz año a ti tb, aunq ia llevamos unos kntos dias d 2005 jejej, un beso, preciosa!!

Ophelia Dakker: Weno, eso d matarla, solo el tiempo lo dira... Ejem, digamos q abra q esperar unos kntos capis pa eso... Como asta el 18... xq es el final dl ff... lu sep, un poko cortito m va a qedar, pro weno, ia lo tngo dcidido... I lo dl ijo d Harry... abra q ver lo q planean acr Vicktor y Elise... esos 2 aliados, q medo!! Jejeje, un besito, preciosa!!

Lucy-masl: Olas!! Me alegra q t gust el ff, weno, n realidad stuve tentada a djar embarazada a Herm, pro luego dije, mjor q sea a Luna, xq el embarazo va a sr una cosa important pa el argumento... Ya, soi mui mala con Hermy, la pobre... En fin, abra q ver q pasa kndo se lo diga a Ron... Besos, preciosa, intentare seguirla pronto!!

Biank Racdliffe Potter: Olas!! Weno, n realidad pos se me ocurrio djarlo asi n un sueño q tuve, mui revelador... es q io sueño con mis ffs i demas historias i sueño el final, lo q va a pasar... jejeje, m tomaras x lok, pro weno, io sigo siendo feliz... xDD Weno, a mi tc m cau mui ben Elise... pro tnia q aver alguen q no quisiera q Harry y Luna fueran felices i ella m venia q ni pintada pa el papel... Un beso, wapa!!

Rotceher: Wolas!! Weno, suele pasar, eso d star feliz i luego ponrse trist.. a mi tb m pasa i a vcs ni se xq... Pa sabr si Herm s va a morir abra q sperar unos kntos capis, concrtamnt... Al ultimo!! (Q mala soi) Weno, intntar actualizar pronto, m alegra q sea uno d tus ffs favoritos, eso es mui weno!!  Un beso, cuidate!!

Hermy Black: Q taal, preciosa?? Weno, un s pro dsengañart, pro ia vist q Hermy tien q qedars en Inglaterra pa su tratamiento... Solo falta sabr q va a acr Ron... Renunciara a su sueño x Herms?? El tiempo q tard en actualizar lo dira... xDD. Q mal toi, n fin, intentar no tardar muxo n actualizar, cuidat, wapa!!

Umi-Chan: Ninia!! Pos esa prgunta m la ic io d una vz, la vdd... en fin, siempr son los wenos los q sufren, x eso io soi mala... Jajaja, en serio, tengo q plantearm eso d visitar a un psicólogo... Pro t digo q un t puedo asegurar q Hermy viva... puedo estarlo diciendo pa despistar... o no... Jejeje, abra q esperar pa averiguarlo... Musas gracias, qilla, aunq un creo q sea para tanto, ni q scribiera tan bien... xDD, un fuert beso, preciosa!!

Ia sabeis, a djar reviews, e? Besos!! (Intentar un dprimiros xq se an akbao las vakas... Un fin d semana i ia el cole.. q trauma)