Hola! Lo prometido es deuda! Aquí está el segundo capítulo! Espero que les guste tanto como el primero... Disfrútenlo y no olviden dejar su linda (o mala, según sea el caso) opinión!


"La Lluvia Me Recuerda Tus Caricias..."

El sonido del motor del coche comenzaba a desesperarla, era desesperante no sólo verlo sino también escuchar cuan nerviosa estaba, tan nerviosa que le era demasiado difícil encender su carro.

Golpeó el volante con su mano derecha, dejando de girar la llave y de presionar los pedales; no podía creer que le costara tanto encender su propio coche, lo había hecho en incontables ocasiones, ni siquiera cuando aprendió a manejar le había costado tanto trabajo. Necesitaba relajarse y volver a intentarlo; aunque lo quisiera, no podía faltar.

Respiró profundamente "eres demasiado buena..." , presionó los pedales con los pies "eres demasiado perfecta..." , giró la llave "entonces... ¿aquí termina todo?..." .

El coche por fin encendió mientras una lágrima solitaria rodaba por su mejilla, pero no tardó en enjugarla, debía ser fuerte, no podía presentarse ante él con el rostro demacrado por las lágrimas, debía parecer feliz, como si su vida desde el último día que se vieron hubiera sido de lo mejor.

Condujo por más de una hora, no podía creer que hubieran conseguido un local tan alejado, además¿porqué no hacer la fiesta en la madriguera, siempre lo hacían así¿porqué cambiar?

Pero ya estaba ahí, de qué servía quejarse, ahora sólo debía preocuparse por su reacción al estar frente a Harry; necesitaba ser fría, eso le ayudaría a no dejarse llevar por los sentimientos que alguna vez albergó en su corazón.

Tomó la manija de la puerta, dispuesta a bajar de su coche, pero enseguida la soltó maldiciéndose, había olvidado comprar otro regalo y el que había elegido Ginny aún seguía en su coche, esperando por ser entregado. Estaba segura que no debía entregarle ese regalo, ni siquiera sabía qué era, pero tampoco podía llegar con las manos vacías.

Más nerviosa de lo que se sentía bajó de su coche, llevaba en sus manos un regalo que estaba segura que no debía entregar y volvería a ver al chico del que aún estaba enamorada, aunque albergaba la esperanza de que sus sentimientos hubieran cambiado, que sólo se sintiera nerviosa por verlo después de tanto tiempo, pero nada más.

Caminó por la grava intentando no resbalarse, otra cosa de la cual quejarse, no podía creer que hubiera dejado que Ginny eligiera su ropa, talvez iba demasiado elegante... talvez cometía un error al seguir caminando hacia la entrada del local... talvez... talvez ya era demasiado tarde arrepentirse...

– ¡Hola! – la voz de Ron la sorprendió sacándola de sus cavilaciones y sus intentos por huir de ahí – ¡Vaya!... ¡parece que tiene siglos que no nos vemos! – decía mientras se acercaba a Hermione, quien intentaba sonreír.

– sólo han sido dos años... bueno, un poco menos... – dijo intentando acercarse al pelirrojo.

Ron sonrió al ver la dificultad con la que caminaba su amiga y apresuró su paso para ayudarla – pero eso no cambia el hecho de que te ves demasiado diferente... – le decía mientras caminaban hacia la puerta, Hermione rodeaba el brazo de Ron con las manos para poder mantener el equilibrio.

Así debía ser su encuentro con Harry, nada de abrazos o saludos por pura cortesía, le gustaría que sólo actuaran como si nada pasara.

– bueno, tú te ves muy bien... – fue lo único que se le ocurrió decir a Hermione, estaba a sólo un par de pasos de la entrada, pronto Ron la soltaría y la dejaría a su suerte, no podía evitar acercarse a Harry, ya estaba ahí, Ron lo sabía y con eso era más que suficiente para que Harry se enterara.

– al decir diferente no quise decir que mal... al contrario, te ves muy bien, Hermione... – le dijo sin dejar de sonreír mientras entraban al local y Hermione sentía su corazón palpitar fuertemente en su garganta.

– ¡Hermione! –

Luna se acercaba a ellos con una amplia sonrisa y Hermione le sonrió sinceramente, pues en verdad le daba gusto verla, sabía que ella entendía perfectamente sus "deseos" de no ver a Harry.

– ¿cómo has estado?... ¡te ves hermosa! – le dijo antes de darle un fuerte abrazo.

– gracias, tú también te ves muy bien... – decía sonriendo, pero su sonrisa se desvaneció al ver a cierto moreno platicando alegremente con...

– sí... tiene días que Cho busca a Harry... – le dijo Luna en susurro al darse cuenta de qué era lo que había causado la incomodidad de su amiga.

Hermione volteó a ver ofuscada a Luna y parpadeó varias veces, como intentando aclarar su mente – ¡ah!... está bien... sí... Harry puede... – decía, pero se quedó callada al darse cuenta que ciertos ojos verdes la observaban detenidamente, y no pudo evitar sentir un escalofrío al recibir una sonrisa suya – no te vayas... – fue todo lo que pudo decir al ver a Harry acercarse a ella, pero Luna había sido llevada por Ron hacia la pista de baile, que estaba a unos cuantos pasos de donde se encontraba ella.

– Hola... – la saludó con una sonrisa acortando la distancia que los separaba.

Hermione sonrió a medias e instintivamente retrocedió al ver a Harry acercarse a ella con la intención de abrazarla, pero al final se mantuvo y le dio un corto abrazo susurrando un frío "Feliz Cumpleaños".

Harry carraspeó observando el piso – ehm... gracias por venir... – le dijo volteándola a ver, intentando acortar la distancia entre ellos.

Hermione asintió observando hacia otro lado – Ginny me invitó... – le dijo intentando sonar natural, pero enseguida recordó algo – ¡oh!... toma... Ginny lo eligió, estuve demasiado ocupada en el trabajo y no tuve tiempo suficiente para elegir un regalo... – dijo sintiendo una punzada en el pecho mientras le tendía una caja pequeña envuelta con un papel rojo.

Harry retrocedió un poco al escucharla, mientras tomaba su regalo – ehm... gracias... – dijo bajando la vista de nuevo – y... ehm... ¿qué tal te ha ido?... – le preguntó volteándola a ver, esperando poder entablar una conversación.

– bien... – dijo Hermione como única respuesta, haciendo que los ánimos de Harry decayeran.

– oh... me da gusto saberlo... tenía dos años que no nos veíamos¿no? – decía intentando lograr conversar con ella como antes, pero Hermione sólo asintió – ¡vamos, Hermio-ne...! – decía, pero se quedó callado al sentir una mano sobre su hombro, y enseguida sintió otra acariciando su abdomen.

– ¿Harry, qué haces?... me volteé por un segundo y cuando regresé ya no te vi... – le decía Cho mientras se acomodaba de tal manera que parecía que Harry la abrazaba, mientras ella acariciaba su pecho.

– platicaba con Hermione... – decía volteando hacia donde estaba Hermione, pero la chica ya no estaba ahí, volteó hacia todos lados, hasta que la vio alejándose de ellos, en dirección a los jardines del local.

– parece que tu amiga ya se va... – le decía dispuesta a darle un beso en la mejilla, pero Harry la alejó de él sin apartar su mirada de Hermione.

– ¡ey!... ¡Hermione!... ¡ey, espera! – le hablaba mientras la seguía fuera del salón.

– ¡vete!... ¡anda, debes atender a tus invitadas! – le decía sin siquiera voltearlo a ver, y sin dejar de caminar.

– ¿qué?... ¿estás celosa?... – le preguntó con una sonrisa burlesca, haciendo que Hermione se detuviera y lo volteara a ver con una mirada asesina.

– ¿celosa?... ¿de qué?... ¿de tus "amiguitas"?... – decía enojada, apuntando a Harry con un dedo amenazador – mira Harry, tiene dos años que no nos vemos... años que terminamos nuestra "relación"... si tú no has superado lo que pasó¡no es mi problema! – le decía enojada, recibiendo miradas sorprendidas de Harry, antes de volverse a alejar de él.

Hermione estaba más que enojada con él, no era quién para decir que se sentía celosa de Cho, aunque así fuera, él no tenía por qué saberlo, no cuando se había olvidado de ella por tanto tiempo, y menos cuando había sido capaz de olvidarla cuando ella no podía olvidarlo a él.

Las lágrimas comenzaban a humedecer su rostro y ella sólo quería alejarse de él, pero no había ningún lugar a dónde ir.

– ¡Hermione, espera! –

No podía creer que él siguiera detrás de ella¿porqué no la dejaba en paz?

– ¡alto! – dijo sosteniéndola por los hombros, pero Hermione hizo que la soltara rápidamente – está bien, no te tocaré, pero no te vayas... hablemos... – le dijo con tono suplicante, sólo observando la espalda de la castaña. Hermione estuvo apunto de alejarse de nuevo, pero Harry se lo impidió – por favor... hablemos... no quiero que nos dejemos de ver por otros dos años, y menos si tú estás enojada conmigo... habl... – decía, pero se calló al sentir unas gotas caer en su frente y en sus manos – cielos... vamos, comienza a llover... – dijo dispuesto a acompañarla de regreso al salón, pero se veía claramente como una cortina de agua se acercaba a ellos – ¡demonios!... ¡ven! – dijo tomando de la mano a Hermione y la hizo correr hacia una pequeña choza que estaba a algunos metros de ellos.

Pero Hermione no tardó en tropezar, sus tacones se enterraban en la tierra y la humedad no le ayudaba, aunque la mano de Harry la ayudó a mantener el equilibrio.

– ¡epa!... cuidado... – dijo ayudándola a mantenerse en pie – deberías quitarte esos zapatos... – le dijo deteniéndose frente a ella intentando captar su mirada, pero Hermione se inclinó rápidamente para deshacerse de sus zapatillas.

– ¡vamos! – dijo ocultando como pudo su rostro, para que Harry no viera las lágrimas que aún insistían en recorrer sus mejillas, y siguió con su carrera hacia la choza, con Harry pisándole los talones.

En cuanto entró se alejó rápidamente de él, era suficiente con la situación para, además, agregarle la presencia de Harry.

– ¡Vaya!... jamás había llovido en mi cumpleaños... – le informó Harry mientras observaba por la única ventana de la choza. Como si Hermione no supiera aquello, como si nunca recordara con melancolía cada año que pasaba sin verlo, sin festejar su cumpleaños con él.

Y ahí estaban, como había sucedido años atrás, pero ahora todo era diferente, Hermione no quería estar ahí, su "relación" había terminado tiempo atrás, ya ni siquiera estaban seguros de seguir siendo los amigos de antes.

– ¿qué tienes? – le preguntó Harry mientras se acercaba a ella lentamente.

No se había dado cuenta de que el chico llevaba minutos observándola llorar, se había dejado llevar por sus recuerdos de nuevo, olvidándose de la presencia de Harry, quien ya estaba a unos cuántos pasos de ella.

– no llores, por favor... no quise molestarte, sólo estaba jugando... de verdad, me da gusto verte de nuevo... – le decía bastante apenado, justo antes de abrazarla como sólo él sabía hacerlo – ¡oh, lo siento!... – dijo separándose un poco de ella – olvidé decirte lo hermosa que te ves hoy... – le dijo observándola de arriba abajo, mientras Hermione se sonrojaba – lo digo en serio... – dijo intentando abrazarla de nuevo, pero Hermione retrocedió.

– gracias... – dijo acercándose a la ventana – ¿crees que llueva por mucho tiempo? – decía observando la lluvia, llovía tan fuerte que le era casi imposible distinguir el salón desde donde estaban.

– no te preocupes, seguro tu pareja podrá esperarte... – le dijo con calma, mientras se sentaba sobre una mesa pequeña, pero no tardó en levantarse de ahí – estoy seguro que Ron se encargará de divertirlo un rato... – dijo intentando sacar de su mente aquellos recuerdos.

Hermione se aclaró la garganta decidiendo no voltear hacia él – vine sola... – dijo intentando no sonar deprimida.

Harry la observó sorprendido – ¡vaya!... podría jurar que Ginny me dijo que traerías a tu pareja... – dijo comenzando a caminar por la choza, acercándose a la puerta que estaba en la parte del fondo.

Ahora más que nunca temía del regalo que había elegido Ginny, su mente trabajaba más rápido de lo normal, debía conseguir quitarle el regalo, no podía verlo.

– entonces tu novio no quiso venir... – decía Harry mientras observaba detenidamente la habitación sin voltear a ver a la castaña.

Hermione negó – no tengo novio.. – dijo intentando alejarse de la ventana, pero le era imposible hacerlo, estaba segura de que había algo extraño en esa lluvia, pero una mano sobre su hombro la hizo salir de sus cavilaciones.

– ¿no tienes novio?... – le preguntó sorprendido, haciéndola voltear hacia él negando – oh... talvez Ginny se equivocó... – dijo con calma, alejándose de ella.

– Cho se va a molestar... nunca le gustó que estuvieras demasiado tiempo conmigo... – dijo observando la mesa con intenciones de sentarse, pues no había ningún otro mueble ahí, pero al recordar una tarde en Hogsmeade de su séptimo curso no pudo evitar sonrojarse y pensar dos veces antes de sentarse ahí.

Harry se rió un poco al escucharla – bueno, realmente no me importa si se molesta... preferiría que se fuera, no sé quién la invitó... – dijo con calma mientras se sentaba en el piso.

– oh... pensé que tú la habías invitado, como te vi muy entretenido con ella... – decía Hermione regresando a la ventana.

Harry se levantó del suelo y se acercó a ella – por favor no te enojes por lo que te voy a decir, pero... ¡no puedes negar que estás celosa! – le dijo intentando ocultar su sonrisa, tomándola por los hombros, pero Hermione se intentó soltar, separándose de él.

– ¡claro que no estoy celosa! – se quejó intentando alejarse de él, pero Harry la volvió a retener.

– no lo niegues... lo veo en tus ojos... tienes celos de Cho... no sé cómo no lo pude ver antes... – le decía sonriendo y en ese momento Hermione se dio cuenta de que estaba perdida, ahora Harry sabía todo, sus sentimientos estaban al descubierto.

– no sabes lo que dices... – dijo luchando por soltarse de las manos de Harry, y logró que soltara uno de sus hombros aunque sólo consiguió que la rodeara por la cintura, haciendo que un escalofrío recorriera su espina dorsal.

– claro que lo sé porque yo también me sentí celoso cuando me dijeron que tenías pareja... y todas las veces que te imaginé dándole a alguien más los besos que sólo me dabas a mi... y me sentí aún más celoso sólo de pensar que alguien podía besarte y acariciarte cuando antes yo era el único que podía hacer eso... no soporto pensar que eres de alguien más...¡quiero que seas sólo mía! – le dijo inclinándose hacia ella, dispuesto a besarla de nuevo – sólo mía, Hermione... – dijo antes de rozar sus labios, pero Hermione alejó su rostro rápidamente de el de él.

– no, Harry... lo tuyo sólo son celos... estabas acostumbrado a que yo sólo estuviera para ti... – decía, pero Harry la interrumpió.

– Hermione, hace años que no nos vemos... creo que ya superé la etapa en la que dependía de tu ayuda... ahora sólo quiero una cosa de ti... – le dijo antes de besarla de nuevo, luego de tener 7 años sin hacerlo.

Hermione se quedó en shock por unos segundos, Harry sólo presionaba sus labios con los de ella, esperando un solo movimiento de su parte pero no estaba segura de querer dar ese paso, de hacer ese único movimiento con el cual le permitiría besarla abiertamente. Lo amaba, y quería el beso, pero no estaba preparada para volverse a separar de él luego de aquel encuentro. Pero sus labios tomaron aquella decisión sin consultarla, al igual que sus manos al sentir a Harry intentar separarse de ella.

Lo retuvo tomándolo de la camisa mientras sus labios se abrían aprisionando su labio inferior, haciendo que los deseos de él por besarla aumentaran, aprisionándola con ambos brazos, uno rodeando su cintura y el otro su espalda, mientras sus labios hacían su trabajo reconociendo los sabores de Hermione.

Y ella no pudo evitar que un gemido escapara de su garganta, había pasado demasiado tiempo deseando ese beso, demasiadas noches soñando con recuperar sus caricias, que ahora no podía hacer otra cosa más que corresponder al beso y sentirse protegida bajo su abrazo.

Pero sus sentidos reaccionaron cuando logró olvidarse por un segundo de aquel beso y darse cuenta de que ya no estaban parados cerca de la ventana, si no acostados sobre la pequeña mesa.

– no... Ha-Harry... – dijo intentando terminar el beso, pero Harry insistía en continuar probando sus labios, hasta que sintió el empujón que le dio Hermione – no sucederá lo mismo que en Hogsmeade... – le dijo haciendo que se reincorporara – aquella tarde me dejé llevar, pero no ahora... no después de que te olvidaste de mi por tantos años... – dijo bajándose de la mesa, dispuesta a salir de la choza sin importarle la lluvia, pero la voz de Harry la detuvo.

– ¿qué yo te olvidé?... ¿yo! – decía con tono serio – ¿y qué me dices de ti?... ¿acaso tú no me olvidaste?... ¿no te dedicaste a tu "trabajo" sin siquiera enviarme una nota?... no una carta¡una nota!... ¡ni siquiera eso recibía de ti! – decía comenzando a escucharse molesto.

– yo era la que tenía que escribir... yo era la que tenía que volver a buscarte... yo era la que tenía que llorar porque tú no te preocupabas por saber cómo estaba... porque no te preocupaste por estar conmigo en el hospital cuando mi papá estuvo apunto de morir... y yo soy la que estuvo mal... talvez siempre lo estuve, por pensar que tú podrías interesarte realmente en mi, pero no debí dejarme llevar tú sólo me usaste... fue un lindo juego para ti¿no es así?... – le dijo intentando sonreír, pero su rostro se distorsionaba por las lágrimas que luchaban por salir.

– ¡nunca te usé!... ¡Hermione, eras importante para mi!... ¿crees que jugaría con mi mejor amiga?... ¿crees que me arriesgaría a perder tu amistad? – decía desesperado.

– pues igual la perdiste¿no?... y no digas que no me olvidaste, porque es una mentira – dijo al ver la cadena de plata que colgaba de su cuello y recordar lo que le había dicho Ginny – o si no¿porqué te quistaste el dije que te di en tu cumpleaños? – le reclamó observándolo detenidamente, pero Harry sólo bajó al mirada – ves... lo "nuestro" nunca te importó... – dijo antes de darse media vuelta, dispuesta a salir de ahí, pero Harry la volvió a detener.

– olvidas tus propias palabras... tú siempre dijiste que mantuviéramos lo nuestro en secreto, que no dejáramos que nadie supiera lo que pasaba entre nosotros... si alguien veía el dije sabría lo que pasaba... o lo que pasó... pero usé esta cadena por años, porque es importante para mi... – le decía intentando acercarse de nuevo a ella, pero Hermione mantenía una barrera entre ellos – vamos, cierra esa puerta o te enfermarás... – le dijo cerrando la puerta él mismo, logrando que la lluvia mojara su pantalón.

Hermione regresó al centro de la choza, pero no dijo nada, Harry tenía razón y no había nada qué decir, pero tampoco iba a permitir que pasara nada entre ellos.

Harry se acercó a ella y acarició su mejilla – lo siento, pero no puedo negar lo que intenté negar desde que estábamos en Hogwarts... – le dijo intentando besarla de nuevo, pero Hermione retrocedió.

– no dejaré que se repita lo de hace 7 años... fue un tonto juego... – le dijo intentando alejarse de él, pero Harry se interpuso en su camino, no volvería a perderla.

– Hermione, no fue un juego, nunca lo fue... sólo intentaba resguardar mis sentimientos porque tú siempre me recordaste que eras mi mejor amiga... – le dijo con tono serio.

– sí... lo hice porque tú nunca mostraste más interés... – decía aún un poco enojada.

Harry la observó boquiabierto – ¿no fue suficiente el beso?... yo creí que con eso te había quedado más que claro lo que sentía por ti, lo difícil que me era contenerme frente a ti... – le decía con tono desesperado, y se alejó de ella negando molesto, antes de sentarse en la mesa maldiciendo en voz baja.

Hermione lo observaba confundida, no podía creer lo que estaba pasando, no entendía cómo un par de palabras calladas lo habían complicado todo. Se acercó a él y lo hizo voltearla a ver – quieres decir que... – decía sonriendo con la mirada, pero no continuó hablando, necesitaba escucharlo de sus labios.

Harry asintió – siempre te quise, Hermione... siempre fuiste demasiado importante para mi como para permitirme lastimarte, por eso cuando decidiste terminar nuestra "relación" no me negué, porque sabía que si lo hacías era porque tú creías que era mejor así, pero me dolió demasiado no saber nada de ti después de eso... me dolió tu frialdad en nuestros encuentros... yo sólo quería recuperarte y tu no... – decía con tono triste, pero fue interrumpido por un beso de Hermione.

Acariciaba su mejilla con una mano, mientras él la tomaba por la cintura acomodándola entre sus piernas y ella bajó una mano para rodearlo por el torso intentando acercarse más a él. Talvez Harry no la amaba como ella a él, pero el saber que sí la quería después de todo lo que ella había pensado era razón más que suficiente para aceptar sus caricias.

Harry la besaba con ternura y calma, no tenía prisa, quería disfrutar de ese momento, quería sentir cada caricia que le hacía Hermione y poder corresponderle sin prisas, acariciar suavemente su espalda, besarla como había querido hacerlo desde la última vez que estuvieron juntos, quería amarla como siempre se había prohibido hacerlo.

Hermione se separó de él dándole cortos besos, pero sin dejar de abrazarlo, necesitaba ver sus ojos, necesitaba sentir que era verdad lo que pasaba.

– eres hermosa... – le dijo Harry sonriéndole, antes de darle un beso en la punta de la nariz – perdón por tardarme tanto tiempo en darme cuenta... – le dijo sin dejar de sonreír y le dio un beso en los labios – ¿puedo ver qué me regaló Ginny? – dijo con una sonrisa traviesa, antes de sacar la caja que le había dado Hermione de la bolsa de su pantalón.

– ¡oh, Dios!... ¡no veas eso! – dijo intentando quitarle el regalo, pero Harry se lo impidió – ¡por favor!... será el peor regalo que te he dado desde que nos conocemos... – se lamentaba mientras Harry abría su regalo con sumo cuidado – no, en serio, no lo abras, dámelo, te compraré otra cosa... algo que elija yo... –

– oh, no... un regalo no se devuelve, es de mala educación – dijo quitándole por fin la envoltura y se dispuso a abrir la caja, mientras Hermione lo observaba expectante, no veía la caja, sólo veía su rostro, necesitaba saber su reacción – ¡vaya!... – dejó escapar Harry, aunque Hermione no supo decir si era de sorpresa o decepción.

Temiendo demasiado por lo que se fuera a encontrar, bajó la mirada hacia la caja topándose con un dije. Era simple, algo cuadrado, plano, sin adornos ni detalles, sólo cuadrado y plano – ¿qué demonios?... – dijo quitándole la caja de las manos para poderla observar mejor – "la lluvia me recuerda tus caricias..." – leyó en susurro y enseguida su cerebro comenzó a atar cabos, su mirada confundida cambió por una furiosa y enseguida se alejó de Harry en dirección a la puerta – ¡si serán!... ¡pero me van a oír!... mira que dejarnos aquí encerrados... ¡y en Hogsmeade! – decía enojada caminando con pasos decididos hacia la puerta, pero Harry no tardó en bajarse de la mesa y alcanzarla.

– ¡ey!... ¡espera!... vamos, respira... no puedes salir con esa lluvia... – le decía tomándola de la barbilla para hacerla voltear.

– ¿es que no te das cuenta?... – le preguntó desesperada – ellos hicieron esto, ellos nos dejaron solos en Hogsmeade... ellos nos dejaron solos hoy en pleno salón... ¡ellos invitaron a Cho!... hicieron que me enojara, que lloviera, hicieron que... oh, no... Ginny no... ella... ¡ella era Cho! – dijo enojada, recordando la ausencia de su mejor amiga – ¡oh, esa pelirroja me va a escuchar! – dijo intentando safarse de las manos de Harry, pero el chico la volvió a retener.

– pues a mi me da gusto que lo hayan hecho... – le dijo sonriendo de manera sugerente – esa tarde en Hogsmeade la pasé muy bien... – le decía mientras la abrazaba, observando cómo se sonrojaba el rostro de Hermione – sí, así mismo pasó... te sonrojaste cuando yo te besé... aquí... – le dijo besándola en el cuello, bastante cerca de la oreja – y, si mal no recuerdo, tú me abrazaste... – le dijo haciendo que lo rodeara por la cintura, pero no tardó en separarse de ella – no, esto no iba aquí – le dijo quitándole las zapatillas de una mano y la caja de su regalo de la otra, y volvió a hacer que lo abrazara, luego de dejar las zapatillas en el piso y guardar su regalo en el bolsillo de su pantalón – sí, así está mejor – dijo sonriendo, haciendo sonreír también a Hermione, y se dispuso a besarla, pero a mitad del camino se detuvo – no, todavía falta algo... tú no estabas aquí... – le dijo con tono serio, antes de rodearla por la cintura y elevarla, llevándola hasta la mesa, en la cual la sentó – sí, así era... – dijo sonriendo ampliamente, haciendo reír a Hermione.

– ¿crees que repetiremos lo de hace 7 años? – le preguntó fingiendo tono serio y Harry asintió con gesto inocente – ¿y qué te hace pensar que aceptaré? – le preguntó cruzándose de brazos.

Harry sonrió y volteó hacia la ventana – la lluvia... – dijo señalando la tormenta que inundaba los jardines.

Hermione volteó hacia donde veía Harry – ¿la lluv...? – decía volteando a ver a Harry, pero un beso del chico la silenció.

La abrazó por la cintura, acomodándose entre sus piernas, mientras ella acariciaba su rostro correspondiendo a ese beso impaciente, ese beso con el que sólo quería demostrarle cuánto la había extrañado, cuanto deseaba estar a su lado.

Sus caricias comenzaban a ser más ansiosas, recorrían la espalda de Hermione sintiendo que aquel vestido le estorbaba a sus manos, la apretó contra él con un brazo y con su otra mano tomó una de sus piernas, ayudándola a rodearlo por la cintura, y estuvo apunto de soltar su cintura sólo para acomodar su otra pierna alrededor de él, pero Hermione actuó antes rodeándolo y atrayéndolo hacia ella.

La rodeó por la cintura con firmeza, levantándola de la mesa, mientras Hermione se aferraba a su cuello y su cintura sin dejar de besarlo, pero al sentir una de las manos de Harry bajar por su espalda no pudo evitar que sus sentidos se alertaran y se aflojaran sus piernas, haciendo que Harry perdiera el equilibrio, logrando mantenerse en pie al sostenerse de la pared con una mano, sin soltar la cintura de Hermione con la otra.

– ¿qué pasa? – le preguntó sonriendo, sin dejar de abrazarla, mientras acariciaba su mejilla con la mano con la que se había sostenido para no caer.

Hermione bajó la mirada – ¿qué pasará después de esto?... – le preguntó un poco preocupada, intentando alejar sus manos del cuello de Harry, pero el chico se lo impidió.

– pasará sólo lo que tú quieras que pase... – le dijo con tono serio, acariciándole las manos sobre sus hombros.

Lo volteó a ver intentando contener las lágrimas – te amo... – le dijo con un susurro y no quiso esperar a ver su reacción, prefería no saber cuánta conmoción le causaba saber a qué extremo lo quería, y lo besó, lo besó para callar su sorpresa, lo besó para no ver su rostro asustado, lo besó para demostrarle que aquello era cierto, y no pudo evitar derramar un par de lágrimas al darse cuenta de la respuesta de Harry, de la emoción con que correspondía a su beso.

Se había dejado llevar, lo sabía, había permitido que un beso le robara toda lógica, no lo detuvo al ver que la guiaba a la puerta que estaba al fondo de la choza, ni trató de reincorporarse al sentir la suave superficie en la que la había colocado, y ahora él, acostado sobre ella, besaba su cuello con aquella ternura que sólo él sabía hacerle sentir, y acariciaba sus caderas bajo su vestido, mientras ella sólo podía sentir esa explosión de emociones dentro de su cuerpo y abrazarlo rogándole que nunca la dejara.

Sintió las manos de Harry recorrer sus caderas subiendo por su cintura junto con su vestido mientras besaba su vientre y ella sólo deseaba besar sus labios de nuevo, sólo quería devolverle las caricias.

Terminó de subir el vestido acariciando sus pechos, los besó con calma, conociéndolos poco a poco, despacio, hasta llegar a conocerlos como conocía a su dueña – eres hermosa – le dijo mirándola a los ojos, justo antes de besar sus labios sintiendo las manos de Hermione recorrer su pecho en busca de los botones de su camisa.

No intentó acelerar las cosas, sólo quería que Harry sintiera lo que le estaba haciendo sentir a ella, quería que Harry se diera cuenta de cuánto lo amaba, pero no quería volver a cometer el error de decirlo, sólo dejaría que sintiera su amor a través de sus besos y sus caricias.

Harry se alejó un poco de ella para desabrochar su pantalón con rapidez, no quería perder ni un segundo lejos de ella, pero Hermione se reincorporó deteniéndolo – despacio... – susurró haciendo que soltara su pantalón y lo besó acariciando su rostro.

Sonrió correspondiendo a su beso mientras la rodeaba por la cintura con ambas manos y se volvió a acostar sobre ella acomodándose entre sus piernas acariciando una de ellas con su mano mientras la otra seguía abrazándola, sin dejar de besarla, y Hermione acarició su torso hasta llegar a su pantalón, para ayudarlo a terminar de deshacerse de él.

Se separó un poco de ella sólo para besar su cuello, acariciando su cadera y tomando su mano colocándola sobre su hombro para seguir acariciando su brazo, y sintió la mano de Hermione aferrarse a su hombro mientras un suave gemido que había intentado retener escapaba de su garganta – te amo... – susurró al sentirlo dentro de ella, lo abrazó con fuerza besando su mejilla muy cerca de su oído.

Besó su cuello y levantó su rostro para observar el de ella mientras acariciaba su cabello con una mano – ¿estás bien?... – le preguntó preocupado y Hermione asintió ocultando su rostro en su cuello. Besó su cabello, sintiendo los brazos de Hermione abrazarlo por la espalda.

Descansaba en sus brazos, había soñado tanto con ese momento, que lo sentía demasiado irreal. Besó su brazo al sentir que la apretaba contra su pecho, y sintió un beso sobre su espalda aún desnuda, haciéndola recordar cada beso recibido esa tarde.

– ¿cómo estás? – le preguntó haciéndole una caricia en el hombro mientras hundía su rostro en su cuello, besándola.

Hermione sonrió acariciando sus brazos y lo volvió a besar – muy bien¿y tu? –

– a tu lado no puedo estar mejor... – le dijo al oído, cubriéndola bien con la sobrecama – eres el mejor regalo de mi vida... – dijo antes de comenzar a darle cortos besos en el cuello.

Hermione volvió a sonreír tomando su mano y la besó – ya antes me habías dicho eso... – le dijo con tono acusador, haciendo sonreír a Harry.

– es sólo porque siempre serás el mejor regalo que pueda recibir... eres lo mejor que me ha pasado... – le dijo besando su oreja, y Hermione volteó hacia él sólo para abrazarlo hundiendo su rostro en su pecho – me alegra tanto que hayas venido... – le dijo besando su cabello.

Quizás no le decía que la amaba, pero talvez sí era así... sólo talvez...

– ¿quieres regresar a tu fiesta?... – le preguntó Hermione aún con su rostro oculto en su pecho.

Harry sonrió – si ellos planearon todo esto no creo que les importe que prefiera quedarme contigo... – le dijo volviendo a darle un beso en el cabello y la tomó por la barbilla haciéndola voltear hacia él – ¿o es que tú ya quieres regresar? – le preguntó sin dejar de sonreír.

Hermione sonrió y negó mientras lo abrazaba – me gustaría quedarme contigo... – susurró en su oído, pensando en un "toda la vida", que callaba por miedo al continuo silencio de Harry.

El chico la abrazó acariciando sus cabellos y siguiendo con la punta de sus dedos la línea de su columna comenzó a besar su cuello, logrando hacer que Hermione se estremeciera, aferrándose más a su espalda.

– te amo... – susurró lamentándose inmediatamente por haberlo dicho, y se separó de él acercándose a la orilla de la cama, aferrándose la sobrecama al pecho para poder cubrirse bien – talvez deberíamos regresar a la fiesta... – dijo sintiendo cómo comenzaban a temblar sus manos sin saber si era por enojo o tristeza, e intentó reincorporarse para recuperar su ropa, pero Harry la detuvo tomándola por la cintura.

– pensé que querías estar conmigo... – le dijo y al sentir la resistencia que ponía Hermione de volver a acostarse en la cama se acercó a ella – ¿qué pasa?... – le preguntó sin soltar su cintura, apoyando su quijada en el hombro de ella, pero Hermione sólo negó intentando separarse de él, consiguiendo sólo que Harry la rodeara con ambos brazos – vamos, vuelve a acostarte, te prometo que haré otra fiesta para que puedas bailar como tanto te gusta... – le dijo besando su espalda, logrando que Hermione comenzara a ceder.

– se molestarán por tu aus... – decía la castaña volteándolo a ver, pero Harry la calló con un beso, haciendo que se recostara en su pecho. Hermione acarició su rostro con una mano, mientras que con la otra tomaba la mano con la que acariciaba su vientre.

La abrazó haciéndola voltear hacia él, no quería que se alejara de él, la hizo volver a acostarse sin dejar de besarla, rodeándola por la cintura con un brazo para acercarla más a él y por la espalda con su brazo libre – eres hermosa... – le dijo observando su rostro, pero Hermione no tardó en refugiarse en su hombro besándolo.

Talvez esa era su forma de decirle que la amaba, talvez sólo necesitaba de tiempo para poder decírselo con palabras, sólo necesitaba ser más paciente, saber comprender su silencio y sus caricias, necesitaba saber descifrar lo que quería decirle con cada beso, debía aceptar que Harry podía llegar a amarla y talvez sólo así podría ver amor en su mirada.