Hola gracias por seguir el ff
Shadir: Gracias por el apoyo y los comentarios, a ver que te parece este capitulo
Antares-Milo: Claaaaaaaaaaaro que puedes agregarme al msn, por lo de los goldies, bueno aqui se ve parte de esos reencuentros... a ver para que da esta situaciòn,
Misao... Que bueno que vuelves a subir la Letra Pequeña, yo no pude guardarla y quiero tenerla impresa...
Bueno ahora si... lo de siempre
Saint Seiya no es mia, esto es unff sin fines de lucro alguno...
Saludos Rowan
Saint Seiya
La Saga del Juicio
Capitulo Tercero
Reencuentros
"Y la muerte caminara a tu lado y dormirá en tu lecho, mientras el tiempo rompa su línea y los cuatro elementos sean enviados contra los cuatro jinetes..."
Fragmento del manuscrito de la leyenda,
Del libro de las revelaciones y el segundo sello...
Sobre el juicio final y la resurrección de los muertos
Nunca había visto un mar tan transparente y hermoso, tan en calma... estar en aquel extremo del mundo, lejos de todo, de los lugares donde sus recuerdos se hallaban mas vívidos y dolorosos era una bendición, ahora sentía un poco de alivio a esa gran angustia que se instalara en su pecho desde aquellos días de fatal lucha... pues parecía que nadie en aquel mundo que le era tan familiar y conocido podía entenderlo... — "no puedes negar lo que eres... aunque él sea destruido una parte del Hades, del reino de los muertos viviera en ti para siempre... esa es tu esencia... " —
— No — dejó escapar en un suspiro mientras colocaba sus brazos alrededor de las piernas, entrelazando sus manos debajo de las rodillas — no es cierto... Pandora... te equivocaste conmigo... —
Pero era inútil negarlo ¿no? desde aquel día había sentido que era verdad, que una parte de su ser, de su alma era oscura y retorcida, que parte de él disfruto el poder y la inmortalidad al ser un Dios... que de haber sido posible nunca hubiese renunciado a serlo a encarnar el Hades y toda la ira de los infiernos...
Ikki ahora no podía verlo (de hecho los hermanos no se habían encontrado desde la muerte de Saori cuando repentina y súbitamente su hermano mayor desapareció como era ya su costumbre), pero él tenía razón... Ikki sabía que aquellas revelaciones hechas por Pandora habían sido demasiado para un alma y un corazón como el de Shun...
— Me niego a creerlo — volvió a decir tan quedo que apenas pudo escuchar su propia voz, pero los sueños no habían desaparecido y el dolor tampoco. Era tan aplastante tan solo pensar en ello —
Marie salió a la terraza, la brisa marina ondeo su vestido de fina gasa, sus ojos grises escudriñaron el horizonte hasta que lo encontró ahí sentado en la playa con las piernas recogidas por sus brazos, el pantalón de mezclilla corto y desgastado y el torso desnudo, su camiseta a unos cuantos pasos de él era arrastrada lentamente por el viento que le acariciaba igualmente el cabello y la piel... sin que Shun prestara la mas mínima atención a ello...
... Su piel a la luz del sol...
Bajo sus cálidos reflejos Marie redescubrió aquella musculatura que le asombraba tanto, Shun no parecía un tipo fuerte, ni mucho menos rudo, pero las cicatrices en su cuerpo, la fuerza que a veces sin querer demostraba y el aplomo con que se desenvolvía en las situaciones mas densas, la desconcertaron en más de una ocasión...
Y mientras, él seguía ahí, tan ajeno a todo y sin embrago, parecía pensar en mil cosas que lo atormentaban, ella lo sabía, lo presentía... lentamente se acerco hasta él que no noto su presencia hasta que se sentó a su lado recogiéndose el vestido y sentándose sobre las piernas...
— Hola... — dijo fijando la profundidad de su mirada en él, para después cerrar los ojos y sentir la caricia del ambiente del mar —
— Discúlpame por haberte dejado sola en la reunión, a veces... yo — trató de excusarse... —
— No tienes por que disculparte, sé muy bien que la familia de mi madre es algo insufrible, ni ellos mismos soportan mucho rato su mutua compañía, la verdad es que no se por qué demonios hacen estas multitudinarias reuniones familiares... si siempre es lo mismo, es conocer al primo del primo del primo del primo — le contesto mostrándole una encantadora sonrisa —
— Pero la señora Dorian es muy buena y su familia... — dijo Shun algo apenado por haberla dejado sola en una de las fiestas familiares mas importantes del año, aun que Marie dijera que no le importaba, sabía bien que la familia sentía mucha curiosidad por él, por el "misterioso y sutil acompañante de la bella Marie el viejo guardaespaldas del gran abuelo y patriarca de la familia Dorian " —
— No sigas Shun, tú sabes que mi madre es una cosa y su familia otra y... — la chica se detuvo bajando la mirada evitando decir algo desagradable, pero esta vez fue el turno de Shun para interrumpirla —
— Y los dos sabemos también que últimamente hace todo lo posible por alejarte de mi... y sinceramente no la culpo...
— No me importa lo que mi madre diga, tú eres el único amigo verdadero que tengo Shun y nadie tiene derecho a decirme lo que debo y no debo hacer... así que mientras tú y yo seamos amigos nada va separarnos ¿de acuerdo? — el chico le devolvió la sonrisa en señal de aprobación — pero... me has distraído de nuevo Shun, mi familia no me importa ahora...
— Marie...
— Me preocupas tú... Shun... — dijo con dulzura — hace días que te veo decaído, demasiado solitario y encerrado en ti mismo, sé que en parte sueles ser así, pero hay algo que... Shun ¿pasa algo malo?
Algunas voces provenientes de la enorme mansión junto a la playa comenzaron a acercarse, alguien buscaba a Marie para presentarle a un primo lejano que su madre quería que ella conociera y tratara (con fines matrimoniales)... la interrupción resulto providencial para Shun... los dos se pusieron de pie dispuestos a entrar de nuevo en la fiesta... pero...
Una oleada de calor alerto sus sentidos, "alguien" estaba ahí... muy cerca de ellos y los observaba... la espesura de la vegetación tropical que los rodeaba ondeo en dirección contraría hacia donde soplaba el viento... Marie se había adelantado unos pasos de él y fue entonces que Shun pudo verla con claridad... la larga cabellera rubia, el reflejo de la luz sobre su mascara plateada... un cosmos demasiado familiar y protector para con él... no había duda... se trataba de ella... ¡¡ JUNE!!
Una estrella fugas atravesó rauda el cielo mientras Marín detenía sus pasos, aquella escena era demasiado parecida a la que presenciara tan solo unos minutos antes, Aioria levanto el rostro dirigiéndole una mirada inexpresiva, debió imaginarlo pues era lo más lógico, nadie había ocupado su lugar, nadie mas que Aioros podía renacer en la casa de Sagitario, este levanto la cabeza estudiando a la guerrera que les cerraba el paso en las interminables escaleras de las doce casas hacia la cámara real del sumo sacerdote, su hermano lo ayudaba tal como Saga hiciera con Kanon para llevarlo hasta la sala donde los caballeros dorados guardaban reposo.
Tras la pausa hecha por el encuentro con la guerrera Aioria volvió a sostener con fuerza el brazo que Aioros tenía sobre sus hombros reanudando así la marcha... a lo que Marín volvió a cortarles el paso...
— Marín... — dijo el Leo en tono de claro reproche —
— El maestro a ordenado que el caballero de Sagitario se presente inmediatamente ante él — respondió ella con su característico tono distante —
— Ahora no puede Marín, mi hermano esta muy débil aun tiene fiebre y... — Aioros levanto su mano en un gesto deteniéndolo —
— Esta bien Aioria... todo esta bien... — pronuncio con voz clara y amable, la voz del caballero mas noble y poderoso quien perdiera la vida por salvar a Athena mas de 20 años atrás —
— Pero... Aioros — trato de resistirse Aioria —
— Esta bien hermano créeme... — le reitero deshaciéndose de su abrazo, soportando los dolores y la fiebre el Santo de Sagitario se irguió avanzando por sí solo con paso decidido — vamos entonces, no debo hacer esperar al patriarca... — dijo refiriéndose a Marín subiendo los tres hasta la cámara del Maestro —
Hipólita observo el inmenso Santuario, las reconstruidas casas del zodiaco, el imponente reloj de las Doce Casas erguido sobre las majestosas Cariátides, damiselas de piedra y testigos de honor en infinidad de batallas mortales, pronto, muy pronto su mutismo caería revelando todos sus secretos... al parecer el momento había llegado, los doce fuegos estaban encendidos marcando el inicio de una batalla en la que el tiempo jugaría un distinto papel...
Sus ojos voltearon entonces hacia la primera casa... el lugar donde iniciaba el recorrido... aun podía sentirlo... la batalla seria dura y cruel, aun mas que la librada contra Hades... pero esta vez ella estaba ahí... su alma había viajado cientos de años por ello y estaba dispuesta a aplastar a todo aquel que se interpusiera en su misión... a costa de sí misma si era preciso.
Mu abrió los ojos sobresaltado reincorporándose en el lecho de un súbito movimiento, su cosmo energía bullía frenéticamente a su alrededor ¿dónde estaba? No, no era un sueño... esta seguro de lo que había visto y sentido... ¿dónde estaba?
—Mu... Mu... reacciona Mu... cálmate estas entre amigos — Aries giro el rostro contemplando a Aldebarán que lo sostenía por los hombros... — Mu estabas soñando... pero la pesadilla se ha terminado Mu... ¿me escuchas? Se acabo
Mu parpadeo incrédulo, si, lo había escuchado, pero Tauro se equivocaba no lo soñó, estaba seguro de que era real... y que todo no había sino comenzado... su resurrección era solo el principio...
Marín lo miraba de soslayo, aun que Aioria no pudiera ver su rostro lo sabía... estaba siendo estudiado detenidamente por la guerrera de plata... a la vez que cuidaba que nadie importunara al patriarca en su platica con Aioros... no había cambiado en nada esa mujer, así como para él nada había cambiado con respecto a ella... francamente y a pesar de que no cruzaran casi palabra desde su resurrección Aioria estaba feliz de verla, de poder respirar de nuevo y sentir el calor de esta tibia tierra...
— Aun necesitas descansar... — dijo ella saliendo de su mutismo — deberías darte un baño y dormir un poco Aioros no ira a ningún lado y tú tampoco, la prioridad del santuario ahora es su completa recuperación...
— No, prefiero esperar a mi hermano... — contesto en el mismo tono que ella, Marín volteo el rostro entonces, en dirección opuesta al chico, a lo que Aioria sonrió negando en un gesto que no pudo reprimir — gracias por preocuparte por mi Marín... en cuanto Aioros salga...
— ¡Aioria! — el león volteo al escuchar su nombre —
— ¿Milo?
— Cuando no te vi en la habitación con el resto temí por un segundo que tú no...
— Aquí estoy al igual que tú Milo, solo que como de costumbre soy mas fuerte que tú y me repongo mas rápido — dijo bromeando mientras el santo de Escorpión llegaba hasta él abrazándolo — a mi también me da gusto verte Milo...
— No se que esta pasando Aioria pero me siento tan lleno de vida, tan contento de verlos a todos... es un honor volver a compartir el tiempo con mis amigos — confeso sincero —
— Lo mismo digo amigo... — contestó sonriente —
— ¿Y que hacemos aquí Aioria?, ¿esperas hablar con el maestro?...
— Espero a mi hermano — la cara de Milo fue mas que elocuente, el Leo ¿se estaba refiriendo a su hermano? ¿Aioros? ¿a caso él también había formado parte de la inexplicables resurrección? — no pongas esa cara Milo... después de todo lo que hemos vivido ya casi nada debería asombrarnos...
— ¡Ja! Precisamente por eso Aioria no dejo de sorprenderme, desde que llegue a esta tierra aprendí que nada es completamente certero y absoluto...
