My Lost Memories: Final Dream
Por:YukaKyo
Beta: Papallona
Disclaimer: Inuyasha no es mío, nunca lo será y no lo quiero! Al que quiero es a Naraku! XD
Advertencia (favor leer): Esta es la segunda parte del fic, la primera parte la pueden buscar dando click en mi nick, fanfiction de la pareja SesshoumaruxKagome, espero y les guste! Manden su review si les gusto o si de plano esta pésimo, que es lo mas seguro ;)
Capitulo 24. Engaño
Kikyo tomo otra de las flechas apuntándola justo al corazón del hanyou. Pero desistió su intento cuando vio que este levantaba una de sus manos, mostrando en ella la perla incompleta brillando completamente oscura. Kagome desconcertada como la miko bajaba el arco y sonreía siniestramente.
Acaso... nuevamente les traicionaría...
.-Y ahora es tu turno... Inuyasha.- murmuro Naraku y sonrió malignamente antes de colocar el fragmento que minutos antes había sido cuidado por la joven del futuro, uniéndolo a la perla, casi completándola
.-Es hora que destruyas a la creadora de este maldito campo de energía que no me deja escapar.-
.-¿Qué?... estas loco no te ayudare a nada... mas que a morir-gruño Inuyasha lanzándose contra Naraku rasgando parte de su cuerpo con sus garras de acero, para luego ser sujetado por varios de los tentáculos del hanyou.
.-No tienes opción.-susurro el hanyou sonriendo torcidamente mientras le acercaba la perla, logrando que parte de las energías malignas de la misma entraran en él.
.-Kikyo... debemos ayudarle.- Kagome corrió hasta la miko mirándola suplicante, pero esta solo negó con la cabeza, para luego girar sus ojos sobre la exterminadora y el monje, viendo en magnifico trabajo en equipo que hacían, desapareciendo rápidamente a los monstruos que parecían no terminar.
.-Graaaaa...-gruño Inuyasha. Los ojos de Kagome le observaron con miedo, mientras veía como lentamente las garras del hanyou crecían mas de la cuenta y los colmillos de su boca aumentaban. Los dorados ojos fueron tornándose oscuros, llenando de rojo las blancas cuencas. Dibujando en sus mejillas aquellas marcas violetas de forma irregular.
Kagome negó con la cabeza...
No podía se posible...
Naraku había convertido a Inuyasha en demonio...
Había provocado la sangre demoníaca que tenia en su interior llevándolo a tener aquella apariencia...
La joven miko corrió hasta Kikyo arrebatándole el arco y tomando la flecha entre sus dedos apuntándola directamente a la perla que aun estaba entre las manos de Naraku.
Tal vez si lograra purificarla... Inuyasha dejaría esa transformación.
Pero la flecha no salió del arco, las pálidas manos de Kikyo le arrebataron la flecha mientras la veía severamente. Kagome la miro con rencor antes de que esta le separara del arco. Sujetándolo ella. Preparando una flecha pero sin intención de lanzarla a nadie en particular.
.-Debes entenderlo... hay cosas que deben suceder... no podemos intervenir en ellas... y esta es una de las mismas... debe pasar... no interfieras.- murmuro la miko dándole la espalda a Kagome, soltando la flecha contra uno de los demonios que perseguían a Kirara.
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La gata de dos colas cayo al piso siendo golpeada rudamente por aquel demonio. El hiraikotsu cruzo el cielo partiendo por la mitad a aquel osado youkai mientras la dueña del boomerang corría hasta quedar junto a la ahora pequeña felina que se retorcía lamentándose del terrible daño en ambas patas delanteras.
.-Sango.-grito el monje al tiempo que lanzaba uno de su pergaminos quemando con el al monstruo que se había lanzado contra la joven que se encontraba atendiendo a su mascota. Una barrera de energía creada por el religioso los protegieron mientras la mujer vendaba al pequeño animal, colocándolo tras su espalda dándose cuenta que no podría moverse aunque así lo quisiera.
Los ojos castaños de la exterminadora se abrieron desmesurados cuando vio el estado de Inuyasha. El moje también vio lo que veía, pero su mirada se poso sobre las dos sacerdotisas que discutían. Viendo que Kikyo se negaba a responderle a Kagome mientras esta miraba realmente preocupada a Inuyasha.
Los ojos azules de Miroku vieron como Sango asentía, dándole a entender que estaba lista para seguir con la batalla. Aquellas dos mujeres debían de ocuparse de Inuyasha... al menos hasta que ellos terminaran con los molestos monstruos que no les dejarían ayudarle si es que los necesitaban.
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.-No... Inuyasha- aquella palabra fue como música celestial en los oídos de Naraku, su sonrisa siniestra se curvo torciéndose mas. Había liberado al hanyou que se había convertido en demonio, dejándolo correr hasta aquellos desgraciados y ahora la pobre muchachita lloraba la ver lo que este hizo.
Kikyo seguía ahí, viendo inexpresivamente como Inuyasha, se levantaba cubierto con la sangre de sus dos amigos. La valiente exterminadora y su adorado monje habían caído, justo a los pies del hanyou. Manchándolo con su propia sangre. Las largas uñas de Inuyasha recorrieron los cuerpos de aquellos que respiraban con dificultad.
El pequeño zorrito se escondió entre los brazos de la joven que miraba con verdadero odio a la otra miko, estaba tan tranquila, ahí, sin hacer nada. Como podía ser tan cruel. Pero lo que vio después la dejo desconcertada. Los trigueños ojos de Kikyo dejaron de ver a Inuyasha, tornándose tristes y desconsolados mientras miraba el suelo. ¿acaso ahora se arrepentía por no haber actuado?...
Maldita Kikyo.
Inuyasha seguía ahí, encogido en si mismo, mirando a los otros, para después mirar sus garras llenas de sangre. Su rojiza mirada se dirigió entonces hacia ellas, viendo como la joven que sostenía al zorrito lo miraba con miedo y la otra simplemente no le daba la cara.
.-¿Que sucede Kikyo¿Estas decepcionada de Inuyasha? Mira lo que un poco de maldad le puede hacer.- aquellas palabras tan sarcásticas solo hicieron que la miko mirara con intenso y verdadero odio al hanyou, levantando su arco y flecha en su contra.
Al diablo con el plan que tenia en mente!
Mataría con sus propias manos a ese desgraciado de Naraku.
.-Vaya... quieres matarme... es extraño... ahora que tienes la oportunidad de acabar con Inuyasha... prefieres matarme a mi...- Naraku emitió una ligera risa para mirar con igual odio a la miko
.-Para eso te habías unido a mi... para matarlo cuando estuviera vulnerable.
Kagome miro desconcertada a la miko, que había escondido su mirada bajo aquel largo flequillo que llevaba. Los ojos de Kagome la vieron preocupada cuando ligeras lagrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.
.-Naraku... ese no era mi objetivo... jamás pensé en matar a Inuyasha.- Kikyo levanto la mirada, la cual brillaba de rabia por el hanyou.
.-¿Cómo podría matar a la persona mas importante en mis dos vidas¿Cómo mataría a la persona que me hace tan feliz con solo estar cerca de mi? No seas estúpido... al único que quiero destruir es a ti... a tu maldita maldad.- la flecha sagrada fue lanzada pero esta no logro incrustarse en el demonio sino en una de las ramas de aquel enorme árbol que estaba atrás del hanyou.
.-Kikyo.-grito la joven miko alarmada viendo como esta se levantaba despacio, plasmando en su rostro una mueca de verdadero dolor, mientras sujetaba con fuerza su hombro izquierdo del cual brotaba sangre profusamente.
Inuyasha dio un salto atrás, alejándose de la miko, pero alargando sus garras dispuesto a volver atacarla. Una y otra vez hasta que esta dejara de moverse tal y como los otros lo habían hecho. Kagome corrió rápidamente hasta la miko, ayudándola a permanecer de pie mientras veía a Naraku e Inuyasha.
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.-ABAJO!.- grito la joven miko, viendo con alegría como le collar brillaba, era solo cuestión de tiempo para que Inuyasha cayera al suelo dejando un enorme hueco en el mismo. Después le pediría una enorme disculpa al orejas de perro. Pero sus ojos se ensombrecieron preocupados cuando, el collar dejo de brillar volviendo a su estado normal. Sin Inuyasha tirado en el piso.
Nuevamente la joven volvió a decir aquel conjuro haciéndolo brillar con fuerza pero sin lograr resultado alguno. Aquella palabra salió varias veces mas de los labios de la joven, hasta que ya no pudo gritar. La sonrisa maligna de Inuyasha se ensancho mientras llevaba sus garras al collar, sujetándolo con fuerza, para después de un rápido movimiento romperlo.
Las cuentas blancas y azules cayeron al suelo haciendo un ruido sordo cuando chocaron con este. Los castaños ojos de Kagome dejaron de verlas para posar nuevamente su mirada sobre los dos demonios.
.-Maldición y ahora que haremos.- murmuro Kagome aun viendo a esos dos demonios. Shippo se detuvo frente a ellas protegiéndolas aunque sus piernas se doblaban del miedo. Lanzo su trompo pero este solo fue lanzado con fuerza siendo rechazado por Inuyasha arrojándoselo para tumbarlo en el suelo cayendo desmayado.
.-No debí precipitarme tanto.- susurro Kikyo cerrando los ojos.
.-No te preocupes... yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar.- la sacerdotisa abrió los ojos al escuchar las suaves palabras de Kagome, encontrándose con una sonrisa sincera frente a ella. Kikyo también sonrió. Al parecer... después de todo... no eran tan diferentes como creían.
.-Oye Kikyo... aun puedes hacer uno de esos campos como el que creaste cuando esa youkai nos ataco.- la miko solo asintió mientras cerraba los ojos y comenzaba a decir algunas frases sueltas que la joven no pudo entender.
Un leve brillo dorado escapo del cuerpo de la miko, haciendo que lentamente un muro se creara alrededor de ellas, despareciendo en momentos para luego aparecer con destellos dorados. Inuyasha se arrojo contra ellas, las largas garras afiladas golpearon el muro, solo haciendo que el golpe se le regresara, arrojándolo lejos hasta golpear con su espalda el tronco de uno de los árboles.
Inuyasha se levanto rápidamente, alejando de sus labios algo de sangre que había brotado de su boca segundos después del golpe. Nuevamente se arrojo contra el muro golpeándolo rudamente, para salir otra vez arrojado por su propio ataque. Los largos tentáculos de Naraku también lo golpearon. Logrando entre los dos romperlo, viendo como despacio se despedazaba como si se tratara de un muro de espejos.
.-Lo siento pero... la barrera que aun tengo sobre este castillo utiliza mas energía de la que creía...-Kagome le vio un segundo para después mirar a los dos demonios.- Ya no podré usar el campo para nosotras... sino el otro se destruirá... y no pudo dejar escapar a Naraku una vez mas.-
Varias de las serpientes caza almas se acercaron a la miko, rodeándola, en un vano intento de protegerla al igual que a Kagome. Ambas cerraron sus ojos cuando nuevamente Inuyasha y Naraku se combinaron en el ataque.
.-Graww.- el violento gruñido de Inuyasha fue correspondido por otro rugido de alguien mas que lo había detenido arrojándolo lejos contra el suelo, antes de que sus garras rasgaran a las mikos, Naraku se detuvo en seco también y no pudo mas que retroceder unos pasos.
Un desgarrado cuerpo de demonio cayo a sus pies, salpicando todo de sangre, manchando sus ropas de rojiza sangre, aunque en realidad no le importaba, sus carmesíes ojos se posaron sobre aquel demonio de cabellos blancos que había salido de entre las sombras, despedazando a uno de los demonios que lo seguían y golpeando a su ahora camarada Inuyasha.
.-Se... Sesshoumaru?.-susurro quedamente Kagome.
.-Sí, Sesshoumaru, la ultima arma que me faltaba.- sonrió torcidamente Naraku, aunque miro con desconfianza al youkai, estaba en esa transformación, aunque era algo diferente a lo que esperaba ver, ya que después de todo no había utilizado aun el fragmento contaminado con su energía maligna y malvada que Sesshoumaru llevaba en su cuerpo.
Los ojos inyectados de sangre de Sesshoumaru brillaban con odio, de sus garras chorreaban ríos de sangre, demostrando que había matado a todo lo que enfrente tuviera, mas ahora no veían a Naraku o a las mujeres, sino que, giraba sus ojos buscando al hanyou de orejas blancas, gruñendo, respirando con fuerza y dejando entrever sus colmillos con violencia. Sus ropas, las mangas, la estola, sus cabellos, estaban rojos, impregnados de muerte y la sed de matar aun no disminuía para nada y seguramente en mucho tiempo no lo haría.
Sus garras crujieron retando al hanyou de cabellos blancos, que correspondió mostrando sus colmillos y estirando sus manos como garras de las cuales sangre también goteaba, sangre de sus camaradas.
Naraku dejo de verlos para girar sus ojos hacia las mujeres que asustadas, se sostenían, pero logro percibir algo, ellas no temían a su muerte sino, a algo muy diferente, giro su cabeza una vez mas concentrándose en ambos hermanos, negro fervientemente con la cabeza, estaba mal, todo lo que había hecho hasta aquellos momentos lo estaba.
Que estúpido, hasta para el, permanecer en ese lugar era arriesgado.
Ambos hermanos estaban siendo manipulados por la oscuridad de sus corazones, el deseo único de matar, herir y mutilar. Y por mas que el llevara la perla casi completa en sus manos, esta no le serviría en absoluto para controlar a ninguno de aquellos dos seres que en aquellos momentos no actuaban racionalmente.
Las mikos y Naraku oyeron un rugido brotando de la garganta seca del youkai, que se estiro, acentuando su pose y garras, sus largos cabellos celestes se agitaron con fuerza y de sus garras broto veneno de forma descontrolada, el cual cayo a todos lados y que fue evitado por Inuyasha saltando al igual que Naraku.
Kikyo logro apartarse junto con Kagome para protegerse de nuevo. Kagome a lo lejos miro al youkai que desde que había llego no se había detenido a mirarla a ella o a Kikyo. Un leve escalofrío la recorrió con crueldad. Sesshoumaru parecía estar fuera de control. Mas sus ojos se abrieron de golpe al encontrar algo prendido entre las ropas de Sesshoumaru que nadie, ni siquiera Naraku, se habían dado cuenta.
Naraku dio un paso atrás, mas dejo de hacerlo cuando su mente maquino rápido otra idea, tal vez ambos hermanos no estuvieran en su control, pero no podía haber mejor espectáculo que aquel, sus ojos se ensancharon divertidos al contemplar como Inuyasha se arrojaba con sus garras preparadas contra el youkai irracional que le esperaba dispuesto a matarle.
Sí, no había mejor venganza que aquella...
Sesshoumaru e Inuyasha...
Ambos hermanos matándose entre ellos frente a las mujeres que les amaban...
Una sonora carcajada abandono sus labios, inundando el silencio que los envolvía, mas fue el sonido de un conocido ataque lo que acallo la misma y le hizo girarse con violencia, incrédulo de lo que a sus ojos ocurría. La mortífera corriente de viento y luz corría con rapidez hasta él y seguramente de esta no se escaparía.
.-Maldición!.- mascullo con rabia Naraku, antes de intentar cubrirse y protegerse del viento cortante que le habían lanzado. Escucho con claridad la risa de burla de su atacante y solo pudo insultarlo en su mente antes que la brillante luz le cubriera.
La luna dejo caer sus rayos plateados sobre la tierra y finalmente todo alrededor, quedo en silencio.
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Continuara...
.-Algo tarde pero aqui esta el capitulo n.nU , gracias a HawkAngel XD, Yokoh Inutaishy Y Elen-Ses.por su comentario. Cuando volvere a actualizar? Quien sabe, ya que este fic ya no tiene reviews, Bye!
