Diclaimer: No son mios T-T ¿felices? Ya me hicieron decirlo.

Matar, es un pecado capital

Llego a su casa cansada. Tiro sin cuidado, la hermosa espada que sostenía y se dirigió a su cuarto.

El apartamento en el que ella vivía no era muy grande, pero era el suficiente espacio que ella necesitaba. Soltó su largo cabello dejando que este cayera delicadamente rodeando su estrecha cintura. Lentamente se fue quitando las prendas que vestía, hasta dejar su cuerpo en la desnudez. Pronto se escucho el agua correr y se metió a la ducha. Dejo que el tibio liquido bañara cada parte de su ser, su rostro, su cuello, sus pechos,… Se sentía purificada con aquel líquido recorriendo su cuerpo entero. Cerro los ojos, escondiendo sus orbes azules, extasiada, disfrutando de aquel baño purificador.

-Sal Kaoru.-Se escucho una imperativa voz masculina, sobresaltándola. Enojada por la interrupción, tomo una toalla y aun toda mojada, salio del baño. La toalla que llevaba puesta no cubría mucho su cuerpo y su largo cabello negro, caía mojado sobre sus hombros.

Ahí sentado en una silla de su habitación, estaba un hombre.

Una sonrisa malévola iluminaba su rostro, mientras la miraba lujuriosamente de pies a cabeza.

Incomoda Kaoru, cubrió mejor su cuerpo, aunque con aquella pequeña toalla, se le hacia casi imposible. Miro al hombre que tenia enfrente. Este yacía vendado de pies a cabeza, entrecerró los ojos al pensar en como había terminado así. Sin embargo a pesar de yacer en aquellas deplorables condiciones, el hombre se sentaba con una arrogancia que podría dar envidia.

-¿Qué quieres Shishio?-Pregunto fríamente, sin embargo el no pareció inmutarse ante tal forma de hablarle. Shishio se levanto y camino tranquilo hasta quedar frente a frente con Kaoru.

-¿Haz hecho bien tu trabajo, Kaoru?- Siseo el hombre, mientras una mano vendada, se acercaba a su rostro rozando así, con un dedo, su mejilla. Repugnada, Kaoru, aparto su cara y miro al hombre con desafió. No le gustaba ese hombre, sin embargo, le debía mucho.

-Si.-Respondió cortante Kaoru.

Makoto Shishio era un hombre con bastantes influencias y muy ambicioso, por esta razón se dedico a la política, de esa forma ganaba mucho dinero, pero ahora quería mas, mucho mas. Sin embargo para conseguir lo que el quería, había tenido que recurrir a varios métodos, entre los cuales estaban: sobornar, secuestrar e incluso matar.

-Me alegro, ese Kusanagi era un estorbo para mis planes.- Le informo a Kaoru, mientras un extraño brillo, casi psicópata se apoderaba de sus ojos.

-¿Conoces algo que no te sea un estorbo Shishio?- Le espeto Kaoru, el hombre la miro divertido ante la perspicacia de la chica y sonrió. ¡Rayos! Como odiaba esa sonrisa, pensó Kaoru. Era tan cínica y tan vacía, que simplemente no se la bancaba.

-Te espero mañana, lista a las ocho.- Le cambio de tema, Kaoru lo miro entre sorprendida y desconfiada, por lo que el hombre explico.- Mañana hay una fiesta en el Country Club, tu sabes, reunión de políticos. En fin, necesito llevar una pareja, iras tú, además así puedes vigilar a tu próxima victima.- Al terminar de decir esto salio de la habitación sin darle tiempo a Kaoru de responder.

Aburrida, se seco y vistió, tendría que cambiar la cerradura de la puerta, definitivamente no le gustaba la idea de Shishio yendo a visitarla, incluso cuando dormía. El día paso sin problemas, no tenia trabajo ya que no había recibido ninguna llamada. Pronto llego la noche y se durmió. Al día siguiente, despertó bastante tarde, comió y a las 6 de la tarde empezó a prepararse para vestirse. Nunca había ido a alguna de aquella reuniones así que no sabia que ponerse.

Se decidió por un lindo vestido celeste, largo, con un escote pronunciado en su pierna izquierda, dejaba la espalda al descubierto y se amarraba alrededor de su cuello. Su cabello estaba peinado en un elegante moño, con algunos mechones a ambos lados de su rostro, unos zarcillos de plata y un hermoso collar adornando su delicado cuello. Pronto llego las 7 de la noche y un auto negro se paro enfrente de su cuarto, la esperaban. Kaoru salio rápidamente, mientras tomaba un pequeño bolso negro. Al subir al auto, fijo su mirada en la ventanilla, la calle.

Su próxima victima, "¿Quién podría ser?"Suspiro. No le gustaba matar, sin embargo cuando tenia a la victima y la espada en la mano su personalidad se volvía otra, imaginaba a Shishio en vez de a su victima, imaginaba la sangre de Shishio en vez de la de su victima, imaginaba muchas cosas crueles y curiosamente todas tenían que ver con Shishio. Odiaba a ese hombre, pero la tenia en una mano. Si hubiera sabido que eso pasaría, NUNCA le hubiera pedido aquel favor.

-Ya llegamos señorita.-Le dijo una voz, era el chofer. Kaoru bajo del auto con elegancia y hecho un rápido vistazo al lugar, solo eso le basto para quedar asombrada, claro que lo disimulo. El lugar era enorme, la parte en la que ella estaba, era enfrente del salón de baile.

Era un gran edificio, con una infraestructura impresionante, al entrar, quedo aun mas sorprendida. Una gran lámpara colgaba del techo, las luces eran calidas e iluminaban todo el lugar, la decoración exquisita y toda la gente vestía con mucha elegancia. Cohibida por aquella situación, recorrió el lugar, no conocía a nadie y la gente la miraba con curiosidad, curiosidad por saber quien era aquella hermosa desconocida, claro que esto no lo sabia nuestra protagonista.

Pocos minutos después, se encontró cara a cara con Shishio, este la miraba con descaro y sin disimular. Lentamente se acerco a el, quien charlaba con un grupo de personas, que ahora la miraban a ella.

-Querida Mizuho, aquí estas.- Dijo con falsa emoción Shishio. Al principio Kaoru pensó que llamaba a otra persona, pero entendió rápidamente que ese era su nombre clave. Entre tantas personas del gobierno ella no podía decir su verdadero nombre, después de todo ya estaban empezando a investigar quien había sido el asesino de tantas personas importantes.

-Si lo siento "querido".- Respondió con sarcasmo. Shishio se acerco rápidamente a ella y la tomo por la cintura, guiándola hacia las personas con las que estaba.

-Señores.-Dijo refiriéndose a los hombres, con lo que charlaba.-Esta es mi querida…prima.-Kaoru vio como Shishio titubeaba al decir esto, cosa que nadie mas noto.- Mizuho Shishio, es su nombre.-Todos aquellos hombres la miraron, lujuriosos cosa que le estremeció, y luego siguieron su charla. Algo sobre los hidrocarburos, que Kaoru no alcanzo a entender.

Pronto empezó aburrirse, los hombres hablaban cosas que ella no entendía y las mujeres que Shishio le había presentado eran todas unas arpías de sociedad. Sola camino a la terraza y se puso a admirar el paisaje, un gran lago se alzaba frente a ella. Todo era hermoso, el lago reflejaba la luna y a las estrellas, mientras que unos cisnes nadaban gloriosos en su reino de agua, sin quererlo soltó un suspiro, conciente de cuan romántico era aquel paisaje y no tenia nadie con quien compartirlo. Hace mucho que no tenía un novio, ya tenía 20 años y seguía en lo mismo, claro que había besado, pero nunca había llegado a más, nunca había…., ERA VIRGEN. Bien ya lo había dicho, bueno pensado en su caso, pero fue bastante difícil hacerlo, todas las chicas de su edad, ya lo han hecho e incluso ya se han casado, sin embargo ella seguía estancada, todo gracias a su trabajo, todo gracias al estupido favor que le debía a Shishio, todo gracias a su estupidez. Suspiro una vez más.

-Si arrancas un suspiro mas, pensare que estas enamorada.-Le dijo una burlona voz a su espalda. Kaoru se giro rápidamente, dispuesta a responder aquello, cuando choco de frente con un cuerpo. El hombre puso instintivamente las manos a su cintura, atrayéndola hacia el. Kaoru asustada levanto la cabeza y se encontró con unos hermosos ojos dorados, que la miraban burlones, rápidamente se soltó y se separo de aquel hombre.

-No debería estar molestando a la gente.-Le contesto.

-Yo no estoy molestando a nadie, usted se molesto sola. Yo solo hice una suposición.- Contesto burlón. Kaoru se fijo en aquel arrogante hombre. Era más alto que ella, tenía el cabello rojizo y unos burlones ojos ámbares.

-Pues sus suposiciones molestan.- Dijo a forma de respuesta Kaoru, mientras se alejaba de el dispuesta a irse.

-Esta bien lo siento.-Se disculpo de pronto el hombre, sorprendiéndola. Kaoru se dio la vuelta y lo miro, el muchacho al sentir esto la miro y malhumorado explico.-Adentro hay unos viejos que no paran de hablar sobre política y economía, y definitivamente no me quiero juntar con esas víboras, que tienen por esposas.-

Kaoru sonrió y se acerco a el.

-¿Cómo te llamas?- Pregunto interesada. El pareció sorprenderse, pero respondió.

-Himura, Kenshin Himura.- Dijo el hombre.- ¿y tú?

-Yo me llamo Ka...-De pronto se dio cuenta.-Mizuho, Shishio Mizuho.- El hombre entrecerró los ojos y luego pregunto.

-¿La "prima" de Shishio?- Dijo con sarcasmo, Kaoru ignoro esto y asintió.

-Es un placer Himura.-

-Kenshin.-

-Es un placer Kenshin.-Termino de decir extendiendo su mano, Kenshin titubeo y también tomo su mano.

-El placer es mío Mizuho.- Sonrió.

FINNNNNNNNNNNNNNNN del segundo cap.

Se que tarde muuuuuuuucho pero ¿ven? Aquí esta el segundo capitulo. Muchas gracias a las personas que me mandaron reviews, aunque solo fueron dos, me ayudo mucho a seguir escribiendo, espero que les haya gustado. Muchas gracias gabyhyatt y tambien muchas gracias a ti KaoBlackgirl.

Nos vemos en el proximo cap. Byeeeeeeeeeeeeeeeeeee