Hola! Pues aquí subiendo un nuevo cap… he subido uno por día esta semana :P!

Es que la que sigue no podré hacerlo, y mejor aprovecho que tengo tiempo para escribir y subir…

Bueno, pues este fanfic realmente está llegando a su fin, este será el penúltimo capítulo de la historia, y mañana (si no ocurre alguna cosa que lo impida) subiré el final!

Espero que les guste éste, y se aceptan sugerencias :D

Capítulo 12

Está en el mismo laberinto. Está tan oscuro que apenas alcanza a distinguir las paredes. Tiene la varita en la mano. Sabe que no le servirá de nada y que los hechizos no saldrán, pero aún así intenta "Lumos". Tal como pensaba, no ocurre nada, y guarda la varita en vez de tirarla.

No recuerda como llegó ahí, pero sabe que debe buscar algo. Comienza a caminar, tratando de reconocer donde está. Sin embargo, no lo logra, y eso lo hace sentirse vulnerable. Tampoco recuerda que está buscando, y se enoja consigo mismo.

"¿Qué es lo que me está pasando, no recuerdo nada…", piensa para si mismo. De pronto escucha una risa. Es una risa muy suave y cristalina. Intentó seguirla, pero se dio cuenta de que no sabía de donde provenía.

"Harry, Harry!", escuchó que la voz lo llamaba. La voz venía del frente. Corrió en la oscuridad hasta toparse con pared. Entonces dio vuelta a la derecha, luego a la izquierda, intentando seguir siempre hacia delante. Sin embargo, ahora escuchó una voz opaca, una voz fría.

Una figura venía caminando hacia él. La risa cristalina se había apagado. Ahora solo se sentía un silencio y un frío intensos.

"Cho!", que haces aquí?", preguntó Harry extrañado al reconocer a Cho. Venía caminando hacia él con una mirada autosuficiente.

- "Que qué hago aquí?", preguntó Cho acercándose sensualmente a Harry.

- "Si, que haces aquí?´, preguntó Harry retrocediendo como si Cho fuera un monstruo.

- "Acaso ya no me quieres?", dijo Cho haciéndose la resentida. Sin embargo, no dejó de avanzar hacia Harry.

Se escuchó un sollozo a lo lejos. Harry reconoció la voz que sollozaba. Era la misma que antes había reído tan suave y cristalinamente. Harry intentó seguir su camino. Tenía que encontrar a la voz. Debía encontrarla.

Intentó avanzar, pero Cho se interpuso en su camino cerrándole el paso.

- "Cho, no entiendes?", preguntó Harry perdiendo la paciencia.

- "No entiendo que?", dijo Cho jugando con Harry. –"Acaso ya no somos novios, Acaso vas a terminar conmigo?", dijo Cho riéndose.

Una lluvia de recuerdos cayó en la mente de Harry, refrescándole la memoria. Harry recordó entonces una infinidad de cosas que jamás hubiera imaginado que habían pasado. Recordó los problemas con Cho, su frialdad, su indiferencia, su altanería… todo en un segundo.

Pero lo qué mas se sorprendió de recordar fue el baile. El baile donde había terminado con Cho. Aquel día en que había descubierto como era Cho en realidad.

- "Cho… no voy a terminar contigo… no podemos terminar…", dijo Harry lentamente, sorprendiéndose a si mismo.

En el rostro de Cho apareció una sonrisa. Al principio fue agradable, pero terminó por transformarse en un gesto de malicia…

- "Yo sabía Harry… yo sabía…", dijo Cho acercándose más a Harry.

- "Apártate Cho… no podemos terminar porque no hay nada que terminar…", la risa se borró de la cara de Cho.

- "…nuestra relación terminó hace mucho, mucho tiempo…", completó Harry, "…aquella noche del baile…", dijo lentamente.

Cho se quedó callada. No hizo nada más que mirarlo. Lentamente comenzó a desvanecerse en el aire. Harry comenzó a verla borrosa primero hasta terminar por desaparecer completamente.

Harry siguió su camino. Ya no le importaba Cho para nada. Ahora podía continuar sin su recuerdo.

La voz se escuchó nuevamente. Sin embargo, ahora se escuchaba contenta, sin sollozos. Era tan clara que Harry pensó por unos momentos que la dueña de la voz se encontraba justo atrás de él. Pero al volverse no vio nada más que oscuridad.

- "Harry!", lo llamó la voz.

Al instante comenzó a correr en la dirección de la voz. Se topó varias veces con paredes, pero siempre conseguía volver al camino correcto. La voz era cada vez más fuerte ahora. Un resplandor suave brillaba a lo lejos, por encima de las paredes del laberinto. Intentó subirse a una pared para acortar camino, pero le fue imposible. Solo tenía como guía a la voz y al resplandor.

Una vuelta a la derecha, una a la izquierda… no, está cerrado. Vuelve sobre sus pasos para corregir el rumbo. Comienza de nuevo, siempre en dirección del resplandor. Se va acercando más. Ahora el resplandor es más intenso. Brilla con una fuerza increíble y a la vez tan suave.

Harry siente una sensación de paz al entrar en el territorio de la luz. Se siente completo, sin preocupaciones. Siente que todo estará bien mientras no salga de la luz. Sin embargo… que es eso? Una figura está a lo lejos. Una figura delicada y que sin embargo irradia una fortaleza sorprendente.

Harry avanza lentamente hacia la figura. Unos cuantos pasos y podrá ver su rostro. Se va acercando. La persona comienza a voltear hacia él. Tiene un hermoso cabello rojo que brilla con fuerza.

El pulso de Harry se acelera. Unos recuerdos lejanos vienen a su mente de golpe. Ese cabello rojo lo hace recordar tantas cosas… como cuando entraba al gran comedor buscando esa cabellera que resaltaba sobre todas las demás…

Harry distingue el perfil de la figura. Los recuerdos comienzan a llover sobre la memoria de Harry, saturándolo de información perdida. Ahora la figura está de frente a él. Los recuerdos siguen llegando y llegando, inundando cada rincón vacío en la mente de Harry.

Entonces el corazón de Harry omitió un latido…quizás dos…

La persona que lo mira a los ojos ahora… es Ginny… su preciosa Ginny.

Todos los recuerdos por fin terminan de impregnar la memoria de Harry y éste recuerda con dolor todo lo que ha pasado. Absolutamente todo.

Las imágenes de Ginny comienzan a darle vueltas en la cabeza. Como pudo haberla olvidado? Como es posible? Se sintió inmensamente miserable.

No podía quitar los ojos de Ginny. Era tan hermosa. Tan perfecta. Jamás podría describirla con palabras.

- "Harry, por qué no me recordabas?", preguntó Ginny agarrando la mano de Harry entre las suyas. Harry sintió de nuevo todas las sensaciones que había olvidado y que solo Ginny podía causarle. Sin embargo, no pudo contestar a su pregunta.

El mundo de Harry comenzó a dar vueltas. Ginny se desvaneció en el aire. Las vueltas se hacían más rápidas cada vez… se estaba mareando…

Entonces Harry despertó. Estaba sudando mucho y sintió un pánico inmenso al "despertar" de verdad. Pánico al pensar en todo lo que había hecho los últimos días y no recordar a Ginny.

¿Cómo había podido ser tan idiota para no recordarla? Ella que era todo para él… entonces sintió un nuevo arrebato de angustia.

¿Qué pensaría Ginny al respecto? ¿Podría perdonarlo alguna vez? Es más, ¿le hablaría de nuevo algún día, con todo lo que había pasado lo más probable es que Ginny no quisiera saber nada de él para siempre.

Se levantó tembloroso de la cama. Las piernas le fallaron y cayó al piso. Estaba temblando de angustia. Se levantó con esfuerzo y consiguió llegar a la puerta. Sin embargo, miró fugazmente por la ventana y descubrió que estaba oscuro. Sin duda había dormido mucho rato y ya era de noche. Pero tenía que hacer algo…tenía que ver a Ginny… intentaría todo por volver con ella… Si ella no quería... no quería pensar en lo que podía pasar.

Intentó abrir la puerta, olvidando todas las precauciones para no hacer ruido. Sin embargo, la puerta estaba sellada. Intentó abrirla con su varita, pero no surtió efecto. Sin duda la señora Pomfrey la había cerrado desde afuera para evitar lo que precisamente Harry estaba tratando de hacer.

Golpeo la puerta con los puños en un intento desesperado por salir, hasta que los nudillo le sangraron y dejó de pegar. En su desesperación se dio cuenta que debería esperar hasta el otro día para poder buscar a Ginny… eso o arrojarse por la ventana…