Hola a todos! Pues como ven, este fanfic llega a su fin. Espero que le haya gustado y q el final les agrade por lo menos un poquito… y bueno, agradeceré a quienes me han apoyado y dejado reviews. Les doy las gracias por haber leido este ff, y tambien por las recomendaciones y consejos que me daban.
Gracias a (comienzo por los primeros reviews ) ) :
Mune-potter
Marce
Sir-elendil
Lyls de potter-4ever
Cornamenta
Anilec
Jamesandmolly
Eugeblack
Athenea188
Harry R. G
Y por ultimo a pardelocas, que realmente estan bien locas, jaja, gracias!
(creo q no me falto nadie…jojo)
Gracias todos! Espero dejen el ultimo review! Jaja, solo si quieren y si el final les agradó, claro esta…
Bueno, los dejo…
Capítulo 15: Final
Se escuchaba un gran estruendo en el interior de la enfermería. Golpes de muebles, crujidos y uno que otro grito apagado.
Harry intentaba escapar de la enfermería a toda costa, pero la señora Pomfrey lo retenía aún. Ron y Hermione escuchaban todo esto desde afuera horrorizados. Harry parecía estar fuera de si y al parecer estaba dispuesto a todo por salir.
De pronto todo quedó en silencio. Hermione y Ron se miraron asustados y entraron rápidamente.
Harry estaba parado en el centro de la habitación y tenía su varita en la mano. De alguna forma había logrado conseguirla. La señora Pomfrey lo miraba asombrada desde un extremo de la habitación.
- "Harry…", murmuró Hermione lentamente. Ron no atinaba a decir nada.
- "Señora Pomfrey, ya estoy bien. Ya no tengo que recobrar fuerzas, ya tengo las suficientes…", dijo Harry un poco asombrado de su audacia.
- "Si…Harry…creo… creo que puedes irte…", dijo la señora Pomfrey no muy segura de si misma.
Sin embargo, Harry no esperó un momento más. Salió por la puerta rápidamente antes de que la señora Pomfrey lo reconsiderara. Pasó junto a Hermione y Ron como si no los hubiera visto.
- "Harry! A donde vas!", gritó Hermione saliendo de la habitación también y corriendo tras de él.
Harry miró hacia atrás brevemente. Dudó unos instantes pero luego siguió corriendo.
- "Harry! Detente!", gritó Hermione haciendo un esfuerzo por seguirle el paso a Harry.
Entonces Harry se detuvo. Se volteó y esperó a sus amigos. Ron y Hermione llegaron junto a él rápidamente.
- "Qué crees que estas haciendo Harry?", preguntó Hermione.
- "Ron… Herm… qué voy a hacer?", les dijo Harry con desesperación.
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Estaba de pie en medio de una gran habitación, parada sobre una gran base de piedra que parecía brillar con luz propia, haciendo que su cabello rojo brillara con fuerza y despidiera fugaces resplandores que parecían danzar a su alrededor. N torno a ella se extendía una oscuridad inmensa e impenetrable. Solo alcanzaba a ver lo que el resplandor de la piedra le permitía, y no era mucho. Sin embargo, la luz de la piedra la hacía sentir bien. No sabía por qué, la tranquilizaba de una manera sorprendente.
Se bajó de la piedra para explorar un poco. Sin embargo, al dejar la cálida luz sintió un temor y un miedo indescriptibles. Era como… era como si estuviera tan sola y olvidada… Sintió frío y tristeza. Se sentía tan sola.
- "No estoy sola… tengo a mi familia, a Hermione... a mis amigos… tengo… tengo a Harry…", se dijo Ginny a si misma, lo último con profunda tristeza. Probablemente no fuera así. Probablemente Harry jamás fuera a recordarla y ella estuviera destinada a sufrir toda su vida… porque ella jamás podría olvidar a Harry.
- "Solo un poco de tiempo… solo un poco más para que me recuerde…", se dijo Ginny de nuevo.
La oscuridad realmente era increíble. Ginny no se atrevió a ir mas allá por temor a perderse y decidió regresar a la luz.
Al regresar a la luz se sintió de nuevo reconfortada y con nuevas esperanzas. Entonces escuchó unos ruidos a lo lejos. Alguien caminaba no muy lejos de ahí.
- "Harry!", gritó Ginny, e inmediatamente se dio cuenta de lo ridícula que estaba siendo. ¿Cómo se le había ocurrido que era Harry el que caminaba por ahí? Que tonta.
Sin embargo, y aunque intentaba no pensar en ello, tenía un presentimiento de algo que estaba por suceder.
- "Harry!",volvió a gritar, esta vez más segura de si misma. Todo era posible para ella en esos momentos. Además no había nada que perder.
Los pasos se hacían más fuertes cada vez. Parecía que corría, aunque por momentos se detenía y regresaba un poco.
- "Harry… eres tu?", preguntó Ginny ahora más suave.
Distinguió una figura al fin. Venía corriendo, pero conforme se acercaba iba deteniéndose. Ginny no alcanzaba a distinguir bien aún. Sin embargo, había algo familiar en esa sombra. El cabello alborotado… la estatura… la forma de caminar…
- "Harry…", dijo Ginny cuando Harry entró a la luz donde ella estaba.
- "Si Ginny…soy yo… siento haberme tardado tanto…", dijo Harry abrazándola.
- "Harry… yo…", dijo Ginny perdiéndose en esos ojos verdes que tan bien conocía. No pudo evitar sonrojarse y sintió un calor agradable en la cara.
Todo se volvió difuso de pronto y comenzaba a da vueltas rápidamente.
U rayo de sol le dio en plena cara haciéndola despertar. Tardó un poco en comprender que todo había sido un sueño. Miró a su alrededor. Ya era completamente de día y había muchos estudiantes. Entonces recordó que tenía que ir con Harry.
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- "Vamos Harry… tienes que ir a hablar con ella…", dijo suplicante Ron.
- "No puedo hacerlo… tengo miedo…", dijo Harry.
- "Ay Harry… si cuando saliste de la enfermería ni querías detenerte, tenías tanta prisa por hablar con Ginny…", dijo Hermione.
- "Entonces debo estar loco…", dijo Harry perdiendo la paciencia.
- "Vamos Harry…cálmate un poco primero…", le dijo Ron a un Harry completamente fuera de si.
- "Como voy a calmarme! De verdad que no sé lo que voy a hacer…yo…yo… no quiero perderla…", dijo Harry desesperado.
- "No vas a perderla… solamente cálmate un poco, piensa en lo que vas a decir y habla con ella", dijo Hermione en un tono tranquilizante.
- "Que hable con ella? Suena muy fácil… pero… y si ella no quiere hablar conmigo?", dijo Harry.
- "Claro que va a querer hablar contigo…por qué no habría de hacerlo…", dijo Ron en tono convincente.
- "Por qué fui tan estúpido?", preguntó Harry con tristeza.
- "No fuiste estúpido Harry… y no fue tu culpa que perdieras la memoria. Y gracias a ti el mundo mágico ya no vive con temor…", dijo Hermione tranquilizándolo.
- "No eres estúpido Harry… pero lo serás si no hablas con mi hermana… ", dijo Ron amenazante.
- "Vamos Harry… solo tienes que ir a la sala común, estoy segura que ella sigue ahí. Cuando bajamos estaba dormida en un sofá", lo animó Hermione.
- "Tienen razón… debo ir…", dijo Harry armándose de valor.
- "Es lo mejor que puedes hacer… Ron y yo LOS esperaremos en el comedor", dijo Hermione enfatizando para darle más ánimo a Harry. Éste afirmó con la cabeza antes de seguir hacia la torre.
- "Suerte Harry! Los esperaremos!" dijo Ron siguiendo a Hermione. Harry le agradeció a Ron el apoyo.
Hermione y Ron desaparecieron en un pasillo y Harry continuó hacia la torre de Gryffindor.
Iba caminando muy nervioso a través del pasillo. Nunca había sentido tanto nervio, ni siquiera con Voldemort. Estaba sudando frío. Nunca habría creído que fuera tan difícil hablarle a una chica… y mucho menos a Ginny. Había experimentado miedo muchas veces, pero nunca había sentido tanto temor, miedo o angustia de este tipo.
Pensó varias veces en lo que le diría. Se imaginaba a si mismo hablando con ella, seguro de si mismo, pidiéndole disculpas. Sin embargo, no pudo imaginarse la respuesta de Ginny. Su reacción era todo un misterio para él.
- "Ginny, lo siento tanto… no sabes cuanto. Si tan solo me dieras otra oportunidad…Ginny, por favor…", pensaba Harry sobre lo que le iba a decir. Sin embargo, nada de lo que pensó podía expresar el verdadero sentimiento de angustia y arrepentimiento que experimentaba.
El retrato estaba a solo unos pasos. En unos momentos más entraría y encontraría a Ginny…
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Ginny se levantó rápidamente, se acomodó el cabello que estaba un poco alborotado después de la siesta en el sofá. La sala común no estaba muy llena, sin duda todos estaban en el gran Comedor a esta hora. Cruzó la sala común rápidamente y salió por el retrato. Se dirigía a la enfermería cuando se encontró a unas de sus amigas.
- "Ginny! Qué te pasa?", preguntó una de ellas.
- "No tienes buen aspecto, deberías comer algo…", dijo otra de ellas.
- "Ven con nosotras, vamos al gran Comedor…", dijo la primera.
- "Yo… yo iba a…", intentó explicar Ginny, pero una de sus amigas la tomó por la mano y la arrastró con ellas.
- "Tienes que comer algo Ginny… no puedes seguir así…", Ginny no tuvo más remedio que seguirlas.
- "Esta bien, pero seré breve… no tengo mucha hambre…", contestó Ginny resignada ante la insistencia de sus amigas.
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Harry entró por el retrato. Sus ojos recorrieron la sala casi vacía. Nadie se dio cuenta de su presencia. La mayoría de los pocos estudiantes que había estaban enfrascados en la lectura y en el estudio. Harry salió de nuevo por el retrato.
¿Dónde podría estar Ginny? Probablemente había bajado al gran Comedor… sin pensarlo se dirigió hacia allá.
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Ginny se sentó sin ganas con sus amigas. Ron y Hermione estaban al otro extremo de la mesa. No se habían dado cuenta de la presencia de Ginny. Fingió tomar algo rápidamente y se levantó.
- "Qué pasa Ginny?", le dijeron sus amigas sorprendidas.
- "Nada, ya terminé…", dijo Ginny sonriendo.
- "Qué? Pero si apenas comiste un poco!", dijeron.
- "No tengo hambre…", dijo Ginny, y sin esperar respuesta se alejó de la mesa.
- "No estaba Ginny en la sala común, Herm?", preguntó Ron mirando sorprendido como Ginny cruzaba el gran Comedor para salir. Hermione volteó hacia donde Ron señalaba.
- "Es verdad! Y Harry debe estar buscándola!", dijo Hermione sorprendiéndose también. Se levantó de la mesa rápidamente para hablar con Ginny.
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Harry casi llegaba al comedor. Solo una vuelta más en la esquina y estaría en el gran Comedor. Si Ginny no estaba ahí… no… Tenía que estar. La buscaría por todo el mundo sin no estaba.
Unos estudiantes de primer año que iban delante de él llegaron antes. Uno de ellos volteó distraídamente y abrió mucho los ojos al descubrirlo. Le avisó a su compañero y ambos lo miraron. Harry los miró con reproche… odiaba que la gente fuera tan indiscreta y murmurara sobre él cuando estaba cerca.
Ginny se dirigía en esos momentos a la puerta del Gran Comedor. Vio cómo dos estudiantes de primer año entraban emocionados.
- "Era Harry Potter!", dijo uno de ellos.
- "Claro que era, no le viste la cicatriz?", contestó el segundo.
- "Si… si…", respondió el primero. Ambos se dieron vuelta esperando algo. A Ginny le dio un vuelco el corazón. Había escuchado bien?
Sus ojos se dirigieron automáticamente hacia la entrada del gran Comedor. Un instante después Ginny reconocía la cabellera alborotada color azabache de un chico que acababa de entrar a gran Comedor. Sorprendida, se quedó parada donde estaba sin saber que hacer, en medio de mucha gente que aún no se daba cuenta de la presencia de Harry.
Harry entró rápidamente al gran Comedor. Se sentía algo mareado al entrar en un lugar tan lleno de gente. Sin embargo, sus ojos buscaron inmediatamente la distintiva cabellera roja entre la mesa de Gryffindor. Sintió como un golpe en el estomago al no encontrar a Ginny donde él esperaba. No se daba cuenta de una chica pelirroja ni de su mirada nostálgica: Ginny había quedado exactamente a un lado de Harry y ligeramente atrás de donde él estaba.
Muchos ya se habían dado cuenta de que Harry acababa de entrar y poco a poco todos volteaban y comenzaban a murmurar. La voz corrió rápido y un silencio incómodo cayó en todo el comedor. Harry se sintió más confundido y fuera de lugar que nunca. Toda la gente lo miraba, algunos murmuraban en voz baja, pero la mayoría se limitaba a observarlo simplemente.
Harry distinguió a Hermione, que se detenía súbitamente sorprendida por la situación. Descubrió a Ron entre los alumnos sentados en la mesa de Gryffindor, sus ojos muy abiertos por la sorpresa. Estaba casi todo Hogwarts… menos Ginny…
No pudiendo soportar la situación, Harry se volvió hacia la puerta. Sin embargo, al hacerlo, un destello rojo llamó su atención y se detuvo en seco. Su corazón se detuvo unos momentos. Ahí, junto a la puerta, estaba la persona que más amaba en el mundo. Aquella persona por la cuál daría su vida y sin la cuál no podría vivir.
Se miraron a los ojos. Ninguno de los dos decía nada. Ambos estaban demasiado sorprendidos para poder hablar. Toda la gente estaba expectante. No se escuchaba una sola respiración.
Sin embargo, ellos estaban ausentes. Ese momento lo estaban viviendo en un mundo alterno, ajenos a todo el mundo.
Ninguno de los dos notaba ya nada de lo que ocurría a su alrededor, cada uno perdido en los ojos del otro.
- "Ginny… yo…", intentó decir Harry. Su mente estaba bloqueada completamente. No podía dejar de mirar a Ginny y lo único que pensaba era que no la merecía. Ginny era demasiado para él.
Ginny miraba esos ojos esmeralda y leía en ellos que Harry por fin había recordado todo.
Se sentía tan afortunada. Todo volvería a ser como antes…
- "Yo…yo… te amo Ginny…. Pero… pero comprenderé perfectamente que tu no quieras saber nada de mi en toda tu vida… todo lo que hice… todo lo que sucedió… no sé como pude ser tan idiota….", dijo Harry bajando la mirada con tristeza, abandonando por unos momentos el contacto visual con Ginny. Se sentía tan avergonzado y tan despreciable. ¿Cómo le había podido hacer eso a su Ginny?
Ginny escuchaba todo esto sorprendida. No se esperaba estas palabras. No esperaba que Harry se disculpara… el no tenía la culpa. Estaba tan impresionada que no contestó. Todos en el comedor estaban mudos de asombro. Hermione tenía la boca abierta y mostraba una expresión muy similar a la que Ron tenía. A su alrededor nadie perdía detalle.
Harry sintió que su corazón se partía. Ginny no le iba a contestar. Jamás en la vida le hablaría de nuevo. Se había preparado para esta situación, pero aún así sintió un dolor inimaginable. Sintió sus ojos humedecerse al recordar fugazmente todos los momentos que habían pasado juntos. Habían sido tan felices…
- "Yo solo quería que lo supieras Ginny… quería que supieras que si me dieras otra oportunidad no te defraudaría nunca más… quería que supieras que te amo, Ginny… con toda mi alma…", Harry no pudo levantar la mirada y enfrentarse a los ojos de Ginny. Se sintió como un cobarde. Lentamente se dio la vuelta y se alejó de Ginny. Todo había sido un fracaso…
Ginny estaba en shock. No lograba asimilar las palabras de Harry. No creía haber escuchado bien. Vio como Harry se volteaba, y distinguió en sus ojos un dolor muy profundo. Harry caminaba hacia la salida, cabizbajo, triste, melancólico… sin ilusiones. La alegría se había esfumado para siempre de la vida de Harry.
Ginny se recuperó de la impresión. Había estado muda todo ese tiempo.
- "Harry!", lo llamó Ginny. Éste sintió esperanza por unos momentos, pero ésta se esfumo tan rápidamente como había llegado. Sin duda Ginny ahora le reprocharía todo lo que había le había hecho… todo lo que la había herido… Pero se lo merecía.
- "Eres un tonto… Harry…", dijo Ginny. No era un gran insulto, pero viniendo de Ginny a Harry le dolió demasiado. Sintió un escalofrío. No se atrevía a ver a Ginny a los ojos. Se preparó para escuchar todas sus verdades.
Harry escuchó que Ginny se acercaba. Estaba preparado para la explosión. De un momento a otro, la señora Weasley encarnaría en Ginny con toda su furia. Era terrible cuando se enojaba.
Sin embargo, en vez de la reacción que él esperaba de Ginny, oyó una voz suave y tierna.
- "…un verdadero tonto… ¿Cómo puedes pensar tales cosas?", dijo Ginny riéndose de la expresión de Harry. Éste levantó la mirada y se encontró con los cristalinos ojos de Ginny, que reflejaban una alegría inmensa.
- "Estoy feliz de que por fin hayas recuperado la memoria y que me recuerdes!", siguió diciendo Ginny.
Ahora Harry era el mudo. No creía haber escuchado bien. Ginny sonreía. Se veía tan hermosa… Harry poco a poco recuperó el habla.
- "Eso significa… eso significa que me perdonas?", dijo Harry esperanzado.
- "Perdonar?", dijo Ginny sorprendida. Harry contuvo la respiración.
- "No hay nada que perdonar Harry! No fue tu culpa!", contestó Ginny, haciendo que Harry volviera a respirar de nuevo.
Ambos sonrieron. Se miraban a los ojos una vez más, como en incontables ocasiones lo habían hecho. Un murmullo recorría al gran Comedor. Se comenzaron a escuchar aplausos en algunas mesas, sobre todo en la de Gryffindor.
Con los aplausos Harry y Ginny volvieron a la realidad lentamente. Entonces ambos palidecieron… habían dicho todo ante un público inmenso. Sintieron como les ardía la cara de vergüenza al saber que había confesado sus sentimientos ante todo Hogwarts. Algunos maestros reían, la mayoría divertidos ante la situación. Ron aplaudía con fuerza, Hermione lloraba de la emoción. Todos en las mesas hacían un gran alboroto y Fred y George no tardaron en entrar en acción.
- "Harry y Ginny! Harry y Ginny!", comenzaron a cantar los gemelos. Pronto todos se les unieron, a excepción de algunos estudiantes de Slytherin y por supuesto… Cho Chang.
Sin embargo, nadie lo notaba. Todos estaban contentos de que la pareja más famosa de Hogwarts siguiera junta.
Harry y Ginny, no pudiendo soportar más la vergüenza, salieron corriendo del comedor, tomados de la mano. Un largo paseo en los bellos jardines de Hogwarts los esperaba. La esperanza resplandecía en sus corazones, mientras la luz del sol reflejaba en sus ojos una inmensa alegría.
FIN
