La maldición de la daga y su desaparición del templo

Mientras el anciano sacerdote contaba la historia, mi mente no podía evitar pensar en una cosa o mejor en una persona. Pensaba en que nunca le he dicho nada con respecto a mis sentimientos hacia él, ni con todos los años que han pasado desde que nos conocemos. Nunca he tenido el valor suficiente como para confesarle este amor que siento por él, este amor que inunda mis sentidos, este amor que hace que me sienta la persona mas dichosa por haberle conocido y la mas infeliz por no poder estar con él como necesito, porque lo necesito con todo mi corazón, necesito una mirada suya para poder sentirme bien durante el día, para tener algo con lo que soñar por las noches, necesito una caricia suya para sentirme viva, necesito una palabra suya para escuchar la mas dulce melodía que despierta mi corazón, necesito, necesito.... le necesito para ser feliz.

-Que historia mas triste-dijo Ana cuando el sacerdote concluyo el relato

-Pues yo no entiendo el porque dice usted que entenderíamos la razón por la que admira a Hermione- dijo Ron un poco confuso pues nunca fue una devoción suya el que le contases relatos, cuentos, historias o sucesos, a menos, claro esta, que fuera de Quidditch.

-¿y como es que estoy viva? ¿La daga no estaba encantada para que las heridas que se hicieran con ella no cicatrizaran?-dije después de volver a la realidad.

-¿recordáis que Danara dijo algo en un idioma que solo Arae conocía? Pues era una maldición- dijo con un extraño brillo en los ojos, me miraba con total admiración y la verdad es que no sabía el porque.

-Contrarrestaba el poder de la daga ¿no? Pues sigo sin comprender la admiración que sentís por Hermione, y no es porque no se lo merezca pero no la conocéis ¿a si?- agrego cuando noto mi mirada, la de Harry y la de Ana taladrándole la coronilla.

-No del todo, recordad que Danara estaba a punto de morir cuando hizo la maldición

-¿entonces?-dijo por fin Harry que había estado todo el rato callado mirando expectante al anciano sacerdote

-En realidad, no pronuncio una maldición sino un contra encantamiento, pero según parece, ese contra encantamiento actuó por su cuenta debido a que Danara estaba débil, se mezcló con el encantamiento de la daga y con la sangre que aun goteaba de la daga y se formo la maldición que ahora tiene. La daga ahora es mas mortífera que antes de los sucesos que he relatado hace un momento, ahora no solo no deja que cicatricen las heridas sino que se dirige directamente al corazón pero solo puede ser empuñada por alguien que tenga la misma razón que tuvo Antracita, es decir, celos y envidia por la relación que tenga una persona con el novio, pretendiente u objeto de deseo de quien la empuña- dijo pausadamente

-¿y porque estoy viva?- pregunte desconcertada

-Porque le amas con toda tu alma, esa es la excepción que tiene la daga, si la persona que es apuñalada ama a la persona por la que la homicida empuño la daga, la maldición hace que la sangre que fue derramada cuando Danara murió surja, impidiendo que muera la persona que tiene clavada la daga.

-Entonces la daga impide que la historia vuelva a suceder- escuche a Harry comentar

-exacto- dijo el sacerdote mirándome, se que sabe que estoy en estado de shock- por eso la admiro señorita, un amor como el que procesa usted a esa afortunada persona se da cada mucho tiempo. El mundo esta demasiado contaminado por el odio y el dolor y el amor de verdad, el amor sin condición, ese amor que esta en su interior esperando a ser descubierto o a poder reunir el valor suficiente para salir de su interior es algo digno de admirar algo demasiado escaso en un mundo que necesita mas personas como usted- dijo con total admiración

-yo....yo... ¿Cómo desapareció la daga señor.....?-dije con claros signos de cambiar de tema y completamente sonrojada

-pero ¿donde me he dejado la cabeza?, ¡no me he presentado!, me llamo Andrade de Almagón, pero llamadme Andrade. Desapareció hace alrededor de medio año, estaba en la vitrina de esta sala

-¿por la que hemos pasado? ¿la que estaba vacía?- dije ya habiendo recobrado la compostura

-exactamente esa vitrina. Lo extraño es que nadie puede abrir esa vitrina sino es con la llave que yo mismo custodio y la llave no se me ha extraviado nunca- dijo con cara de intentar recordar algo

-¿entonces no sabe como se la llevaron?- pregunto Ana

-Pudieron llevársela mientras dormías y hacer una copia- dijo Harry

-Imposible que hicieran una copia, la llave esta encantada y es imposible duplicarla-dijo Andrade

-¿seguro que no se puede abrir la vitrina con algún encantamiento?- pregunto Ron

-estoy completamente seguro de que es imposible, pero ahora que recuerdo..... Idre llama a Solt- dijo muy serio

-claro maestro

Al poco tiempo volvió el joven aprendiz con un anciano de unos 90, 95 años. Se notaba que el anciano no estaba muy bien de salud y que n le quedaba mucho tiempo de vida

-Hola Solt, quiero preguntarte una cosa

-Claro And, lo que quieras, sabes que te diré todo lo que pueda- dijo con una sonrisa

-Claro Solt, se perfectamente como estas de salud y de memoria pero haber si te acuerdas de una cosa. Hace medio año mas o meno una chica de mas o menos la edad de las señoritas aquí presentes, vino aquí y dijo que era tu nieta

-claro que me acuerdo And, como olvidar a mi nieta, es igual que mi difunta esposa, pelo negro, ojos aguamarina, muy hermosa.

-¿Dónde esta?- pregunto Andrade

-No lo se, solo estuvo una semana aquí y no dijo a donde iba cuando se fue

-Solt es importante ¿Cómo se llama tu nieta?- pregunto con cautela Andrade

-no me acuerdo And, sabes que no me acuerdos de muchas cosas, esa maldición me dejo para el arrastre y no me acuerdo como se llama, maldita sea ¡no me acuerdo como se llama ni mi nieta!-dijo desesperado

-Tranquilo Solt, ¿recuerdas algo que nos pueda servir?

-me acuerdo del nombre de su padre, ese maldito que se llevo a mi única hija lejos de mi, de su familia, de su pasado y de su religión, Fran Stoney

-me suena- dije recordando

-¿si?- me pregunto Ana

-no se de que pero me suena

-Creo que ella cogió la llave abrió la vitrina y la volvió a dejarla en mi dormitorio, no se como no se me ocurrió antes- dijo Andrade entre pena y rabia

-¿pero como llego a su dormitorio?-pregunte intrigada

-al ser nieta de mi viejo amigo Solt, no puse en duda de su corazón y la deje moverse con libertad por el templo, fui un insensato, te pido mil disculpas- dijo entristecido y culpabilidad Andrade

-no pasa nada, solo confiaste demasiado en alguien que no lo merecía- intente animarlo

-gracias por tu bondad- me dijo con una sonrisa- me tengo que marchar para seguir con mis estudios de los libros que dejo Arae para iluminarnos el camino a la paz y la serenidad.

Dicho esto se marcho por una puerta, Solt me abrazo y se marcho detrás de Andrade y Idre nos mostró el camino de vuelta. Durante todo el camino no hablamos de nada, nos despedimos de Idre, quien nos invito a ir de nuevo al templo claro esta en otras circunstancias, y nos dirigimos a Londres. Hasta que no llegamos a la ciudad nadie se atrevio a preguntarme lo que estaba segura era la pregunta del millón.

-¿De quien estas enamorada Hermione?- pregunto Ana

-Todos se me quedaron mirando, note como se me subían los colores, y por primera vez en mi vida no sabia que decir

-Anda déjala Ana, sino quiere decirlo, pues que no lo haga- dijo Ron como tal cosa

Ana y Harry se le quedaron mirando con la boca abierta, yo simplemente le sonreí. Se que él nunca dirá nada sino lo digo yo primero, porque a pesar de crío que puede llegar a ser, él es mi mejor amigo y se que no me defraudara.

-¿Qué que pasa?-dijo como si nada Ron

-¿tu lo sabes verdad? ¿Por qué no confiaste en mi también Hermione?- dijo Harry apenado y dolido

-Harry, Hermione no me lo contó, yo lo descubrí por casualidad, ya sabes, le quise gastar una broma y bueno me salio el tiro por la culata- mintió Ron

Recuerdo como se lo conté a Ron, yo estaba en uno de los tantos pasillos de Hogwarts, haciendo mi ronda junto con Ron, cuando ya nos volvíamos hacia nuestra torre, yo me quede embelesada viendo la luna no pude retener unas lagrimas, Ron inmediatamente me pregunto que es lo que me pasaba y ya si que no lo pude soportar mas y se lo conté, para mi sorpresa, desde entonces se comportaba mejor conmigo y se convirtió en mi paño de lagrimas.

-esta bien, aunque me gustaría que confiaras mas en mi, Hermione- dijo dando por zanjado el tema.

-al menos hemos avanzado algo- dijo Ana

-Cierto- Dijo Harry- pero ¿Quién será?- cuestionó

---------------------------------------------------------------------------- ------------------------------

Hasta que se me paso el lapsus literario ^^U

Alba1, espero que este sea mas claro que el anterior y sea de tu agrado ^- ^

Elanor Black, espero que este capitulo halla resuelto tus dudas ¿te esperabas algo así?. ¿En serio te parece interesante? Genial, gracias ^o^

Espero que mi historia sea de vuestro agrado y me haría muy feliz recibir unos reviews ^-^.......*-*..............^-^U

Hasta la próxima actualización