No sé qué demonios ha pasado con este chapter, que se me puso el final del 1 y mitad de éste y no encuentro el verdadero final por ninguna parte. Lo siento. Lo reescribiré más adelante.
#2: La determinación que le debo al dolor
-Hola, Sakura-chan-decía Naruto, un poco pálido
-Buenos días, Naruto-ella sonrió tristemente. Habían quedado los tres para que Kakashi les diera su regalo ya no sorpresa. Sasuke llegaba tarde.
-Escucha, Sakura-chan...
-¿Uh?
-Ahora que estamos los dos...
-¿Sí?
-Quiero que sepas que... Sasuke es idiota. Te diga lo que te diga, tú pasa de él.. y si te hace algo, dímelo, que le meto.-dijo, medio en broma medio no. Sakura le sonrió y lo abrazó; Naruto correspondió al abrazo
-Ah, muchas gracias, Naruto, de verdad. Yo.. -los dos se separaron y Naruto la miró, espectante- bah, es igual..
-No, no, dime..
-Es que ayer...
-¿Te hizo algo?-Naruto empezó a mirarle la cara y los brazos
-No. Bueno, sí... -Sakura empezó a llorar un poco, pero se retuvo las lágrimas- Es que... ¿qué le he hecho yo, Naruto¿Qué le he hecho?-Sakura se le volvió a echar a los brazos, llorando desconsoladamente.
-Quererle mucho, eso es lo que has hecho. Es imbécil, no valora lo que tiene. -pasaron unos tres minutos, finalmente Sakura se calmó y Naruto la miró, comprensivo.-Para lo que quieras¿vale? Sé que no es lo mismo que con Ino.. sois chicas, teneis vuestros códigos secretos o vuestras cosas o lo que querais tener..-Sakura rió débilmente- pero si necesitas un apoyo masculino-se puso a hacer el tonto, con voz de "macho"-, me tienes aquí¿vale?
-Muchas gracias, Naruto-Sakura se apoyó en el hombro izquierdo de él con su frente, y cerró los ojos. Él la abrazó.
-Buenos intentos para llevarla al catre-dijo una voz familiar para ambos. Sakura bufó, de manera que sólo Naruto y ella pudieran oírlo.
-Cállate, imbécil-contestó, cortante, Naruto.- Yo no soy como tú
-Está claro, eres peor que yo.-Sakura no quería llorar, pero estaba ya hasta las narices. Para ella estaba claro: si Sasuke escogía el fin de semana, ella se quedaba. Y si escogía quedarse, ella se iba. Pronto llegó Kakashi.
-Bueno, bueno.. ¿ya por la mañana con peleas de críos? Tomad, aquí teneis vuestro "regalo"-tendió tres sobres a los quinceañeros, que aceptaron gustosos.
-¡El regalo está valorado en 20.000 yenes!-dijo Naruto, sin cortes
-Si vas tú, yo no voy-comentó Sasuke
-Si vas tú, yo no voy-repitió Naruto, con cierto asco
-Ni yo-dijo Sakura, en bajito y perfectamente audible. Los tres se le quedaron mirando asombrados.
-¿Quieres que te deje con tu novio?-preguntó Sasuke, riendo irónicamente
-No es mi novio-contestó ella, en el mismo tono
-Bueno, pues si vas tú, yo voy. Y si no, me quedo. A joderse.-dijo Sasuke, sonriendo, orgulloso. Sakura lo miró entre asqueada y triste.
-Sakura-chan... ¿quieres que te acompañe?-se ofreció Naruto al ver lo que le esperaba a la pobre de Sakura. Ella asintió, mientras miraba a Sasuke.
-Muchas gracias, Naruto. Ahora, si me disculpais...-Sakura dio media vuelta y bufó de manera que sólo ella lo pudo oír. Kakashi y Naruto dedicaron una mirada asesina a Sasuke, que veía cómo se marchaba Sakura.
La semana pasó rápida, y antes de que se dieran ni cuenta ya había llegado el momento de irse a los baños. No sabía cómo iba a salir aquello, pero tenía claro que no iba a quedarse en casa apalancada y llorando. Así que el sábado a las nueve, Sakura ya estaba lista y esperando a sus compañeros. A los quince minutos, los tres iban rumbo a las termas, que estaban justo en la aldea de al lado, así que iban a pie. Durante el paseo, que duró dos horas, ninguno dijo nada. Sasuke iba cabizbajo, pensando, con las manos en los bolsillos y de vez en cuando miraba a su derecha, que era donde estaba Sakura.
Naruto iba contando su dinero, Sakura, también cabizbaja, trataba de sacar lo bueno de aquella situación... y Kakashi leía su tomo -el que había comprado con el dinero de la última misión-. A las once y media ya estaban en las termas y ya tenían sus habitaciones. A Sakura le había tocado estar sola y a los chicos, juntos. A las doce, estaban todos listos, pero Sakura no se atrevía a salir de su habitación. No tenía vergüenza, si no miedo de que Sasuke le soltara alguno de sus típicos comentarios. Naruto tocaba con los nudillos a la puerta, y pedía por favor que saliera. Tras diez minutos de negociación, de frases como "Si ya te vimos en otra ocasión", Sakura salió, cohibida, con sus manos aguantando la pequeña toalla rosa. Naruto no dijo nada, pero estaba claro que había habido una gran diferencia entre la última vez y ésta.
Para no dejarla sola, Kakashi propuso ir a unas termas mixtas, y Naruto apoyó la moción. Sasuke no dijo nada. Primero se metieron los chicos, y luego Sakura, que pronto se relajó. A los cinco minutos, Kakashi estaba medio dormido, y Naruto hacía reír a Sakura poniendo soniditos raros a la estampa que estaban presenciando. Sasuke, picado, miraba para otro lado. Todo estaba yendo a la perfección: relax, tranquilidad, comodidad, diversión y ningún tipo de comentario absurdo. Hasta la hora de comer, cuando se produjo una de esas situaciones que tanto se habían estado tratando de evitar.
-Pásame el pan-le decía Sasuke a Sakura. Ella obedecía, un poco asqueada pero sin decir nada, aunque su Inner rebotaba de rabia como una pelotita de goma.
-¿Me puedes pasar ese plato, Sakura-chan, por favor?- preguntó Naruto unos instantes más tarde. Ella lo miró a la cara y le sonrió
-Por supuesto-Sasuke, que estaba en la "cabecera" vio cómo se miraban entre ellos
-Bueno, ya vale¿no?-dijo el moreno, con un poco de asco-Que estamos comiendo...-ninguno de los tres entendía
-¿Qué dices?
-No habeis dejado de coquetear desde que hemos llegado... a ver si os cortais un poquito
-Sasuke... cállate-intervino Kakashi.
-¿Cómo que me calle? No quiero estar comiendo y ver cómo están ligando..-contestó, a la defensiva
-No estamos ligando-dijo Naruto, alzando la voz
-Y yo que me lo creo-Sasuke se levantó de la mesa
-Si tienes algún problema, dímelo ahora mismo, tío, yo no te he hecho nada, y tampoco Sakura.
-Pues sí, mira, sí tengo un problema. ¡Que no quiero que te intentes camelar a una pelandrusca delante de mí¡¿Entiendes!
Se oyó un ruido sordo; Sakura se había levantado. Le había dado una leche, y ahora estaba a punto de llorar, con las manos en la boca, medio arrepentida medio atemorizada. Sasuke fruncía el ceño, mirándola incrédulo e impresionado. Naruto no sabía qué hacer, y Kakashi daba la situación por perdida. "¡Qué adolescentes más problemáticos!" dijo para sí el jounin de la máscara, al más puro estilo Shikamaru.
-Lo siento, Sasuke-kun, perdóname, no pretendía. Joder, qué metepatas, perdona, de verdad, no era mi intención-decía rápido Sakura, tratando de acercársele. Él no se lo creía.
-Tienes suerte de que yo no pego a las tías-comentó Sasuke, antes de apartarse de ella y salir de la habitación.
La tarde había pasado aburrida, aún a pesar de que algunos genins que conocían también habían aceptado el regalo. Sakura se pasó todo el fin de semana en las termas femeninas. Sasuke, sentado de brazos cruzados, observándola, serio. Naruto y Kakashi hablando de sus cosas, tratando de evadirse. Por supuesto más de una vez Naruto trató de sonsacarle qué había debajo de su máscara, pero no hubo resultados positivos.
Era lunes, de nuevo, y Sakura había quedado con Naruto para entrenar. A Sasuke no lo habían llamado, pero estaba por las cercanías, paseando cabizbajo.
-Vamos, ahora inténtalo, pero sin reírte-decía Naruto
-Está bien, está bien.. pero no vale que tú te rías de mí
-¡Que noooo, tooonta!
Sakura estaba rodeada de Narutos, y trataba de deshacerse de cuantos pudiera, como si no le quedara chakra y debiera ir a por todas. Sasuke pasó por al lado, se quedó mirando. Sakura, probablemente, no había ganado muchísimo en fuerza, pero sí era más veloz y más perspicaz. Y se notaba. Casi era imposible de seguir con la vista, se estaba deshaciendo de todos los bunshins de Naruto saliendo bastante airosa. Quedaban dos, y ella ya sabía cuál era el verdadero. Concentro chakra en los pies y subió rápidamente a un árbol cercano, dejándose bajar justo encima del bunshin. Naruto aplaudió.
-¡Bieen¡¡Yahoo!-Naruto sonreía, orgulloso. Se le acercó.-No entiendo por qué dices que tienes que entrenar, si yo te veo muy bien.
-Es que.. Sasuke-kun dijo...
-Olvídate de él. Tú eres muy buena, Sakura. Has mejorado muchísimo y lo sabes
-¿Por qué me trata tan mal? Dioos.. aún encima le ostié¿cómo se me pudo ocurrir?
-Oye, alguien debía hacerlo. Si no eras tú, era yo... incluso Kakashi-sensei creo que le tiene ganas-le dijo, echándole la lengua. "Tch.. cabrón", pensaba Sasuke, que ahora más que observar, espiaba.
-Naruto¿me ayudarás?
-Me comprometo a ayudarte en todo lo que pueda. ¿De lunes a viernes a partir de las nueve?-preguntó, sonriente
-Naruto... -Sakura miró hacia abajo- ¿Tienes planes durante este mes?
-No, ninguno, de momento. ¿Por?-Sasuke no perdía detalle
-Quiero entrenar... no vaguear. ¿Entiendes?-Naruto se puso serio, sonrió con complicidad y asintió.
-Seis, lunes a sábado. Domingos descanso. ¿Te viene bien?-Naruto puso la pose de tío guay y siguieron con el entrenamiento. Sasuke se marchó, pensativo.
-Reescribiré el final más adelante. Por el momento este capítulo queda así. En cuanto a los reviews, digo lo mismo del capítulo. No sé qué narices ha pasado aquí, pero bueno... Disculpas-
