Capitulo 4: Jaque

Yoh bajaba la escaleras cuando sucedió.

"Anna esta muy cambiada ¿No crees hermanito?"

Los ojos del shaman perdieron todo brillo, toda alegría ¿Cuanto había pasado desde el final del torneo? Dos… si, dos años y algunas semanas; quizás menos, perdió la cuenta y le daba pereza volver a contar. Sabía que aquél último ataque había acabado con las ambiciones de su hermano. Aun así…

"No otra vez ¿Por qué? ¿Por qué no puedes buscar descanso?"

"Aun tengo cosas que hacer aquí, este mundo me necesita y lo sabes"

Estaba dentro suyo y se aparecía de vez en cuando para hablarle. No importa cuanto trató, Yoh no pudo liberarse de aquella voz, ni purificarse en las aguas heladas de Izumo le había ayudado. Según Hao le había confesado una noche hacía meses, había perdido no solo su cuerpo en aquella batalla, también su derecho al otro mundo. Los grandes espíritus habían decidido castigarle cerrándole no solo las puertas del cielo sino también las del infierno. Obligado a permanecer en este mundo, solo había un lugar al que podría volver…

"Puede que no te guste, pero tu y yo somos uno hermanito"

"…"

Hao soltó una risita "Aun ahora crees que las cosas se solucionaran y tarde o temprano podrás librarte de mi ¿Verdad?"

"¿Está mal que piense así?"

"Es fútil. Las cosas no se solucionaran por si solas esta vez"

"Tu tampoco lograras nada fastidiándome. Soy un Shaman, aquél que vincula este mundo con el otro y no hay forma en la que tú puedas poseer mi cuerpo u obligarme a serte útil"

"Y yo no quiero hacer eso"

"¿Entonces?"

"Hmmm… pues resulta que una estar condenado a una eternidad en este mundo resulta muy aburrido en soledad así que de vez en cuando me dan ganas de visitar a mi hermanito y ver como andan sus cosas" (XD Caída estilo anime)

Amidamaru se encontraba en el tejado de la pensión, observando la lluvia, cuando el fuerte vínculo que sentía con Yoh le indicó que algo no andaba bien. Se apresuró a bajar sabiendo que el shaman podría necesitarlo.

"Anna no se esta comportando normal "

"Si… quizá tiene algún nuevo entrenamiento en mente y está concentrada pensando los detalles"

"Pues yo creo que mi plan de regalarle esa prenda tuvo un buen resultado a lo mejor hasta te la terminas ligando"

"T T no conoces a Anna, me molería a golpes si intentara algo. Además le hubiera comprado el vestido aunque tu no te hubieras aparecido sugiriéndolo"

"¡Si en verdad la quieres necesitas actuar!" (N/A : Y pintaba para un capitulo serio XD)

"Mira, yo tengo mi propia manera de hacer las cosas"

"¿Te ha llevado a algo?"

"Te vencí en el torneo ¿o no?"

" … " (Golpe Bajo) "Me refiero a si te llevo a algo con ella"

" Ah! Te refieras a eso" reía Yoh mientas se rascaba la cabeza "Eso se arreglará luego"

"Payaso ¿Ves porqué no avanzas?... Así no serás de ninguna utilidad"

"¡O sea que si pensabas utilizarme después de todo!"

"Ups"

Yoh se sintió realmente enfadado, justo cuando creía haber encontrado algo bueno en su hermano este le revelaba en una equivocación que sus verdaderas intenciones no eran buenas. Sus ojos volvieron a perder el brillo y el color…

"Quiero que te vayas"

"Yoh"

"Vete"

Hao sintió que la situación se le iba de las manos y por una vez reconoció que había cometido un error que complicaría demasiado las cosas. Le hubiera confesado todo en ese momento, pero Amidamaru se apareció listo para auxiliar a su amo. Sabiendo que había perdido su chance se retiró con un gran peso en su alma, no había podido hacer ver a Yoh que esta vez lo que estaba en juego era mucho más grande que su sueño de un mundo de shamanes.

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No se sentía bien. Era la primera vez en mucho tiempo que se equivocaba al juzgar a alguién ¿Qué hubiera pasado de haber llegado a confiar plenamente en su hermano? Seguramente se habría terminado siendo una herramienta más a su servicio. Sintió ganas de golpear la pared y descargar su enfado, pero llamaría la atensión de todos, luego habría mucho que explicar, no sabría como no preocuparlos. Apoyó su cabeza contra la pared.

- Amo Yoh – Amidamaru lo observaba con tristeza, comprendiendo lo que había sucedido - Ha estado aquí ¿verdad?-

- Si, ha estado aquí – Dijo Yoh mientras intentaba reponerse del disgusto

- Es la segunda vez que se aparece hoy – Continuó el samurai con tono de preocupación – Amo, a nadie le haría bien verlo en ese estado, usted no es así… me gustaría poder ayudarlo en esta batalla también, pero es evidente que mi espada no le será de ninguna utilidad contra un enemigo que está dentro suyo… quién quizá podría ayudarlo es –

- Anna… – interrumpió Yoh sabiendo a quién se refería su espíritu acompañante – Si, ella podría hallar la forma de liberarme de mi hermano, pero un ejercicio de exorcismo se complica muchísimo cuando se trata de espíritus tan fuertemente ligados a este mundo y cuyo poder espiritual supera al del practicante. Me refiero a que sería demasiado complicado y me da pereza . Además, en tanto Hao esté aquí dentro mío…–

- Usted sabrá que no andará por otros sitios posesionado cuerpos así como tampoco será posible que otros shamanes utilicen el espíritu de su hermano –

-Lo cuál es una ventaja, porque el espíritu de mi hermano es realmente poderoso nn –

Tanto el Shaman como el Samurai rieron de este último comentario. Yoh ya estaba mejor de animos y le agradeció a su espíritu el haber acudido en su ayuda y luego el que se haya preocupado por él.

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Afuera ya estaba oscuro. Escuchó unos pasos en el pasillo y vio venir a Anna acompañada por Manta, aparentemente lo estaban buscando.

- Yoh, los muchachos y yo estábamos conversando en el comedor y, bueno, nos gustaría que nos acompañaras… como no venías Horo Horo me mandó a buscarte –

Yoh esbozó una sonrisa. Se hubiera unido inmediatamente a sus amigos en la conversación, pues hacía mucho tiempo que no estaban todos juntos y estando con ellos la pasaba realmente muy bien. Sin embargo bastó que mirara a Anna para darse cuenta de que ella necesitaba hablar con él acerca de algo.

-Adelántate Manta, en 5 minutos estoy allí -

- Vale nn- dijo Manta quien también había comprendido que la urgencia de la sacerdotisa por hablar con Yoh era mayor, de seguro iba a pedirle que hiciera algo. Se apresuró a salir, no fuera a ser que también tuviera una tarea para él.

- ¿Qué ocurre? – indagó la itako ni bien Manta puso un pie fuera de la habitación

- Nada ¿Por qué lo dices? –

- Hmm… veamos – dijo Anna dando un paso hacia delante quedando directamente enfrente de su prometido, lo miró a los ojos – Te levantaste temprano aun estando en el periodo de las vacaciones de invierno, aun sabiendo que tu entrenamiento no comenzaba hasta después; El almuerzo no suele salirte tan bien al primer intento; los espíritus de la casa me dijeron que seguiste entrenando aun luego de haber cumplido con el entrenamiento y pudiste romper esa piedra que nadie había podido si quiera raspar en 6 meses de un solo golpe y sin posesión de objetos; me compras un vestido y me sugieres como debo vestir cuando nunca antes habías mostrado interés en ello; Te ofreciste solo, aun antes de que yo te lo pidiera, a ordenar el desastre que dejaste en mi cuarto; es la primera vez desde que te conozco que no dices nada cuando te aumentan el entrenamiento; Todos tus amigos están en la casa, pero en vez de estar con ellos te encuentro a mitad de la escalera hablando con Amidamaru… ¿quieres que siga? –

- Lo siento no me di cuenta… ¿está mal que actue así? –

- Yoh… - Anna no se esperaba una respuesta como esa, lo cual resulta irónico pues siendo Yoh quién respondía cabía esperar que dijera algo así. En un día donde nada parecía ser normal, un acto de normalidad por parte de su prometido lograba preocuparla mucho…

- Anna, no me ocurre nada malo –

Por enésima vez intentó leer la mente de su prometido sin lograr ver nada ¿Cómo se las arreglaba para mantener sus pensamientos en blanco?... Se vio asediada por la duda, maldijo su irresolución y en cierto modo también lo maldijo a él, el único capaz de llevarla por los caminos de la indecisión. Pero ya no más, la indecisión era algo que no estaba en su naturaleza y esto no se iba a quedar así aunque significara una ruptura en su faceta distante. Las piezas ya habían estaban jugadas, y lo que estaba en juego era muy importante para ella; avanzó unos pasos más hacia su prometido decidida a tomar partido.

-Hmm… es posible que estés teniendo un poco de fiebre, quizá no debí mandarte a comprar con esta lluvia – Dijo la itako que tenía su manó sobre la frente de su prometido. (XD método no shamánico para ver si algo no está bien nn) – Hoy te irás a dormir más temprano y te levanto el entrenamiento de mañana temprano para que puedas descansar más, nadie gana nada si te resfrías –

- Anna… -

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- Yoh ¡Amigo! Te desapareciste un buen rato – El Ainú fue el primero en darle la bienvenida apenas entró en aquella habitación

- ¡Don Yoh! Que bueno que nos acompañe –

- Hola nn – saludo a todos y se sentó en una de las sillas libres. El peso del cansancio por todas las actividades realizadas en el día comenzaba a afectarle.

- Se te ve un poco pálido – El comentario se les hizo un poco irónico a todos viniendo de Fausto, el más pálido de la sala

- Estoy algo cansado – Confesó Yoh mientras bostezaba

- ¿Qué te paaasa calabaza? – . . . como de costumbre nadie rio de la gracia de chocolove, a lo lejos, bien bien a lo lejos, se escuchó el aullido de un lobo – Nadie comprende mi humor pues –

- Es que hay tan poco humor en ti como voluntad de entrenar en mi hermano – Dijo Pilika entrando en la habitación – A propósito, por si a alguien le importa, la cena está servida –

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Horo Horo entró en trance, todo su espíritu combativo se concentraba sobre aquél plato de comida. Tomó el tenedor y el chuchillo y desató la totalidad del poder concentrado. Los demás no hacían más que mirar asombrados la voracidad de su apetito.

- Asombroso – murmuró Ryu mientras se rascaba su barbilla

-Menos mal que cuando pelea no lo hace con ese espíritu O.o – Dijo Yoh no sin cierto alivio

- La ciencia médica podría aprender mucho analizando a especimenes como este – Observó Fausto en cuaderno que tenía a mano

- Hermano, si comes de ese modo te dará una ulcera o algo –

- Esperemos que le alcance lo que prepararon para la cena o podría querer comernos luego a nosotros también – agregó Manta un poco asustado.

- ¡Pse! ¡Que lo intente! A mi ningún descalcificado me va a comer, menos uno como ese que en su vida habrá tomado leche. Si intentara morderme se le caerían los dientes nn-

- Un plato de "Len-tejas" –

- ¡Ahora si te pasaste bananero! Deja nomás que te agarre que… -

En el forcejeó que Chocolove hizo por librarse de Len volcaron un vaso sobre el vestido de Anna, quien de manera similar a Horo Horo entró en trance de la furia y al desatar su espíritu combativo los mandó a volar bien lejos.

-¡ASOMBROSO! – Clamó el doctor Fausto y siguió anotando en su cuaderno.

Anna se levantó molesta y subió las escaleras – Encarguense de limpiar todo esto –. Más por costumbre que por iniciativa voluntaria Yoh se incorporó de su silla y se puso a recoger los platos.

- Espera Yoh – interrumpió Lizerg – Déjame darte una mano con eso –

- Gracias –

- Yoh no te lleves mi plato, aun no terminé – suplicaba el ainú

- Si terminaste hermano – Y Pilika se lo llevó a tirones de oreja – Debería darte vergüenza comer de ese modo -.

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Se había hecho algo tarde. Recién había acabado de lavar la loza y subía por las escaleras hacia su habitación. Se detuvo un instante porque recordó que debía hacer algo.

- Amidamaru –

- Dígame amo Yoh –

- Len y Chocolove volaron muy lejos y aun no han vuelto ¿podrías ir y asegurarte de que estén bien? –

- Enseguida –

- Te lo agradezco – Y saludó con su mano al espíritu antes de seguir subiendo las escaleras. Le sorprendió encontrar la luz de su habitación encendida ¿La había dejado encendida? Cuando abrió la puerta se encontró con que su prometida estaba adentro.

- Podrías golpear ¿no? –

- ¿Golpear? Pero si es mi habitación T T–

- Bueno, "alguién" dejo en tal estado la mía que es imposible que pueda usarla esta noche –

- Lo siento mucho T T – dijo Yoh recordando que él era ese alguien.

-Las habitaciones que quedan en la casa, ahora que la mía no puede usarse, las dividimos entre todos nuestros huéspedes. Dos personas por habitación y a ti te tocó conmigo –

-Ya veo dijo Yoh- rascándose la cabeza mientras sacaba cuentas de sus amigos y el número exacto de habitaciones que tenía la casa – Duerme en mi cama ahora bajo por un colchón (N/A: ¿futón? Xx eso leí en varios fics pero no me queda del todo claro si son sinónimos, si alguien puede aclarármelo en un review se lo agradecería mucho) -.

- Deja, le pedí a Ryu que te trajera uno, ya no se debe tardar –

- Gracias –

- A propósito Yoh –

- Dime – Lo siguiente que sintió fueron los brazos de su prometida que le rodeaban el cuello mientras ella lo abrazaba por su espalda.

-Aun no he tenido el gesto de agradecerte tu regalo, está hermoso – oyó la voz de la itako muy cerca de su oido (N/A: Ruptura deliberada de la faceta distante, jejejejeje nn). Ella lo abrazaba como solo lo había hecho aquella noche después de la batalla con Hao, cuando le confesó que tuvo miedo de perderlo. Claro que en aquella oportunidad le recriminó el que Hao haya estado tan cerca de vencerlo y lo sometió a un entrenamiento muy duro para que no volviera a ocurrir.

Lo abrazó por un tiempo, no mucho pero si lo necesario para que su prometido se sonrojara, antes de que unos pasos en el pasillo le indicaran que Ryu ya había llegado con el encargo. Yoh quedó con ganas de más, tenía quince años y comenzaba a experimentar sentimientos hacia su prometida que antes no tenía.

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Pasaba de la media noche. Yoh se encontraba acostado tratando de dormir pero la luz en su habitación seguía encendida y no podía. Abrió los ojos para ver que su prometida estaba sentada en la cama leyendo y se aproximó en silencio y con la mente en blanco.

Sintió los brazos de su prometido rodearle el cuello con sus brazos, no se había percatado de que el estuviera despierto. Sus músculos se tensaron por la sorpresa pero no rechazó el abrazo.

- ¿Qué lees? –

- Una novela –

- ¿Una novela? ¿De quién? -

- Oye Yoh ¿Desde cuando te interesa la literatura? Además ¿no crees que ya te "agradecí" lo suficiente?

- No nn –

Giró para ver a su prometido a los ojos, ahora sus rostros estaban muy cerca - ¿Ah no? Y… ¿cómo te gustaría que te agradeciera? –

- No lo se…-

La situación se le estaba yendo de las manos, no era que no quisiera, pero no le gustaba no estar al control de las circunstancias. Los brazos de su prometido no soltaban el abrazo. Entró en pánico. En un intento por liberarse de Yoh este tropezó con el borde de la cama y cayo sobre el libro que Anna estaba leyendo maltratando muchas hojas de este.

- ¡YOH! –

- Lo siento -

- ¡Dios! ¿Por qué eres tan torpe? –

-Ya Annita, es solo un libro –

Ese "solo un libro" le molestó – ¡Claro! Para ti todo es simple, todo se soluciona – Le recriminaba furiosa, sabiendo que ese libro era de la biblioteca y que no iba a poder devolverlo en esas condiciones - ¿Por qué no puedes tomarte las cosas un poco más en serio? –

- … - Yoh la miraba apenado

- No todo es simple, y no siempre las cosas se dan por si solas, me gustaría que pudieras tomarte todo un poco más en serio… como… -

- ¡Como Hao! ¿verdad? –

- No Yoh, yo no he dicho eso –

- ¡Hace un momento hablabas como él!- El caso estaba perdido, era una de esas extrañas ocasiones en las que Yoh perdía el control y dejaba de ser el mismo - ¿Por qué? De todas las cosas en el mundo ¿Por qué tuviste que decir eso? ¿Por qué tuvo que ser él? –

- ¡YOH ASAKURA EN NINGUN MOMENTO HE MENCIONADO A HAO, ENTRA EN RAZÓN… por lo que más quieras… yo… -

- Durante dos años y medio, desde el día en que te apareciste aquí en Tokio he hecho las cosas a tu modo, exactamente como me las pedías y en eso llegue incluso a poner en riesgo mi vida… Pero esto no es suficiente para tí ¿Quieres que sea como él?

¿Sabes qué? Estoy harto –

Y diciendo eso el Shaman salió de la habitación con un portazo. Pudo haberlo seguido pero había quedado inmóvil, eso estaba por completo fuera de lo que ella había calculado. Las piezas estaban jugadas y el trámite de la partida no le era favorable.

- Jaque – murmuró la itako y lentamente las lágrimas comenzaron a fluir.