Disclaimer: Los personajes no son míos, pero la historia sí. Ehhhhhh!
Warnings: Yaoi... no leas si eres homofóbico, porque eso sí que no lo acepto.
Cuando la nube de gas venenoso descendió del cielo junto al castillo, Sesshoumaru dejó de maldecir y se limitó a fruncir el ceño mirando el lúgubre y oscuro castillo de Naraku.
Hacía mucho ya que se habían alejado de los dominios del youkai y atravesado el campo de energía que protegía la morada del hanyou. Sesshoumaru hizo un ademán de soltarse de las libidinosas manos de Naraku, pero el hanyou lo tenía firmemente sujeto.
Suéltame.-
Para qué? No voy a dejar que escapes Sesshoumaru, y soltarte no está entre mis preferencias.-
Piensas tenerme sujeto todo el día?-
Puede ser...- Naraku besó suavemente el cuello del youkai, quien hizo una mueca de asco. –Pero no me gusta que estemos aquí afuera, Kagura podría vernos.- murmuró para sí torciendo la boca con disgusto.-
Sin más ceremonias el hanyou arrastró a Sesshoumaru consigo hasta el sótano, donde lo presionó contra la pared, cuidando de no aplastar al cachorro. Lentamente buscó su boca con la suya sin recibir respuesta alguna de parte del youkai.
Pasa algo?- Preguntó comenzando a enredar sus dedos en el sedoso cabello blanco.
El youkai no contestó, se limitó a cerrar los ojos con reprobación y empujó al hanyou con todas sus fuerzas lejos de él con el brazo derecho mientras sujetaba firmemente a Kurotsuki con el otro.
Naraku lo miró de reojo disgustado por su reacción.
No tienes por qué ser tan brusco...-
Tú tampoco. Me hubieras explicado tus planes primero.-
Eso lo haré después, cuando me dé la gana.- Replicó cortante el hanyou visiblemente enfadado por el fuerte empujón. –Estoy intentando esforzarme por agradarte, pero si no pones de tu parte, tendrás que quedarte aquí a la fuerza.-
Las mismas cuerdas que habían sujetado al youkai 10 semanas antes aparecieron de nuevo y lo jalaron hacia el suelo, amarrándole los brazos, las piernas e inmovilizándole el tronco. Naraku se acercó lentamente al youkai con una expresión de triunfo en el rostro y suavemente sacó al cachorro que yacía acurrucado en el cuerpo de Sesshoumaru.
Te dije que ganaría.-
Sonriendo burlonamente salió de la habitación mientras Sesshoumaru temblaba al ver la partida de su pequeño. Mientras oía los pasos del hanyou alejarse sintió que una parte de su vida se iba con él. Apretó los dientes y los párpados fuertemente para no gemir ni ver el estado al que había sido reducido. Estaba perdido... acabado... solo...
Inuyasha corría velozmente sin saber a dónde iba, buscando desesperadamente el aroma de Naraku o algún rastro que hubiera dejado Sesshoumaru. Su grupo lo seguía corriendo más atrás intentando colaborar en la búsqueda del hanyou. Kagome iba montada arriba de Kirara, ya que Inuyasha no le había permitido subirse a su espalda.
Inuyasha detente! No vamos a encontrarlo así...!- Llamó Sango.
Silencio!- El hanyou aceleró el paso ignorando el remolino que acababa de pasar junto a él.
Oye bestia!- Koga saltó delante de él para cerrarle el paso. –Por qué tan apurado? No vas a dejarme tiempo de saludar a mi mujer!-
Hazte a un lado! No tengo tiempo para perder contigo!- Inuyasha golpeó al youkai y lo lanzó hacia un lado para abrirse camino. Ginta y Hakkaku se separaron inmediatamente para dejarlo pasar y lo miraron alejarse apresuradamente, sin siquiera darse vuelta para asegurarse de que sus amigos lo seguían.
Qué animal tan atolondrado!- Exclamó Shippo, y Koga asintió.
El resto del grupo decidió quedarse allí mismo en vez de gastar sus energías en vano con Inuyasha.
Sesshoumaru se encontraba solo atado en el sótano intentando no pensar el destino que le deparaba a su cachorro... su pequeño... por qué Naraku tenía que ser tan cruel? El youkai no entendía ese cambio de humor tan repentino...si fue solo un empujón. Abrió los ojos y se dedicó a mirar el suelo mientras sentía que su interior era consumido por tinieblas...se inundaba... aquello era peor que cualquiera de las batallas que había tenido. Levantó levemente la mirada al oír que alguien abría la puerta y se arrodillaba a su lado.
Sesshoumaru...-
Si vas a matarme, hazlo de una buena vez.-
Yo... la verdad es que solo venía a disculparme... no era mi intención ser tan cruel contigo... en serio.- el hanyou hizo sonar los dedos y desató a Sesshoumaru, quien buscaba casi imperceptiblemente con la mirada a su pequeño cachorro.-No quise enfadarme tanto...lo lamento...ya pasó...-agregó en un vano intento de conseguir su disculpa. Se rostro de veía tenso, como el de alguien que acaba de comer un gravísimo error y espera misericordia. (y no es para menos UU)
Al ver que el youkai no le respondía Naraku, quien pareció adivinar las intenciones de Sesshoumaru, le entregó al cachorro que llevaba en brazos.
De verdad lo siento.-
El youkai no respondió, lo miró con todo el odio que sea posible expresas en una mirada y recibió al cachorro sin dignarse siquiera a tocarle las manos a Naraku. El hanyou suspiró resignado e intentó acercarse un poco, dando a entender que estaba esperando que Sesshoumaru lo disculpase. Mas el youkai no se movió.
Naraku se quedó allí, sin moverse arrodillado junto a Sesshoumaru mirando apesumbradamente como el youkai abrazaba con fuerza a Kurotsuki, aliviado de tenerlo cerca de nuevo, aunque solo lo hubiera perdido unos minutos.
Finalmente Sesshoumaru se dignó a hablar, viendo que Naraku no tenía ni la más mínima intención de moverse.
Por qué no te vas?-
Espero a que me disculpes...- aventuró Naraku con la vaga esperanza de conseguirlo.
Entonces espera en vano.- dijo Sesshoumaru secamente fulminando al hanyou con la mirada.
Como quieras...- El hanyou intentó una vez más acercarse a Sesshoumaru, recibiendo como respuesta un horrible gruñido. Decidió entonces sentarse "junto" al youkai con la espalda apoyada en la pared y la mirada baja.
Después de un rato el sótano comenzó a enfriarse, causando que el pequeño Kurotsuki empezara a temblar y tiritar. Sesshoumaru lo abrigó con su estola pensando en que podría pescar un resfriado, y eso sería muy poco conveniente.
Notando el semblante preocupado del youkai, Naraku intentó aventurar algunas palabras.
Ehhh... no tenemos por qué quedarnos aquí... mi habitación es mucho más cálida...-
Sesshoumaru lo miró fijamente a los ojos y finalmente le dirigió la palabra.
Hablas como si te importara.-
Realmente me importa... por favor... hazlo por Kurotsuki...va a enfermarse si se queda aquí.-
El youkai miró a su pequeño que se movía incesantemente buscado la calidez de su cuerpo y finalmente accedió a la sugerencia de Naraku.
El hanyou se levantó y salió de la habitación.
Sígueme.-
Sesshoumaru lo siguió de mala gana a través de los pasillos pasando por encima de los cadáveres y esqueletos de los que alguna vez fueron sirvientes del castillo de Naraku.
El hanyou lo guió hasta una habitación cuyos únicos muebles eran un armario y un futon, el cual Sesshoumaru reconoció de inmediato. Ahí había sido "torturado" antes, y la verdad es que en ese momento hasta había pensado que Naraku lo quería... pero no después de haberle arrebató a su pequeño cachorro. Y no importaba cuanto rogara y pidiera perdón el hanyou, Sesshoumaru era un youkai muy rencoroso, y difícilmente lo perdonaría.
Por otra parte, Naraku ya había asumido que tendría que partir desde cero. No tenía otra opción.
El youkai se quedó de pie en el umbral de la puerta mirado los rincones vacíos de la amplia habitación. El hanyou intentó acercarse un vez más para conducirlo al futon, pero su única respuesta fue una mirada de hielo que le hizo sentir un escalofrío bajando por la espina dorsal. Y tal vez por temor a acercarse más al youkai habló intentando aparentar calma ocultando la horrible sensación que lo carcomía por dentro, porque haber herido a alguien a quien se estima mucho duele, y en algunas ocasiones, le duele más al agresor que al agredido.
Podrías... ehhh... acostarte en el futon?-
No.-
Estarás más tibio adentro.-
Sesshoumaru no contestó.
Ven...- Intentó Naraku tomando suavemente una de las mangas de la túnica del youkai.
Sesshoumaru miró indignado la mano del hanyou y jaló para soltarse, pero siguió su petición y se recostó en el futon.
En efecto, la habitación era más cálida, pero a pesar de eso Sesshoumaru intuyó que por las noches debía ser tan fría como el sótano...y no se equivocó. Al anochecer Kurotsuki comenzó a tiritar de nuevo.
Sesshoumaru estaba acostumbrado a dormir al aire libre, pero el castillo de Naraku era demasiado lúgubre, y él no tardó en sentir frío también.
No crees que la cama calentaría más si estuvieras dentro de ella?- preguntó Naraku, cansado de la terquedad de Sesshoumaru.
No- Alegó obstinadamente el youkai.
Naraku suspiró, se acercó al futon, lo abrió, se deslizó dentro junto al youkai y se abrigó con las tapas esperando a que Sesshoumaru hiciera lo mismo. Pero el youkai no se movió.
Un rato después Kurotsuki había empezado a gemir en signo de protesta debido al frío, y Sesshoumaru tuvo que aceptar meterse dentro del futon.
Abrió la tapa y se acostó intentando quedar lo más alejado posible de Naraku dándole la espalda.
Sesshoumaruuu! Dónde te metiste!- seguía llamando Inuyasha sin dar importancia al hecho de que había oscurecido y el youkai no había dado señal alguna de estar cerca.
Abatido, decidió volver al castillo de su hermano a pasar la noche.
Llegó extremadamente cansado por haber estado corriendo todo el día.
Inuyasha!- Kagome venía corriendo hacia él con Shippo en brazos. – Encontraste algo?-
Si vengo solo es porque no encontré nada...-
Ah...- Kagome se ruborizó y cerró la boca. Los tres permanecieron en silencio algunos minutos.
Pero qué conversaciones tan inservibles tienen ustedes dos! Digan algo útil!- Alegó Shippo aburrido.
Hace frío.. será mejor que entremos.- murmuró Inuyasha desganado y frustrado por no haber encontrado a Sesshoumaru o a Naraku y entró en el castillo.
Qué bestia tan desgradable! Podríamos tirarlo por un barranco y...- Kagome le tapó la boca al zorrito y entró en el castillo detrás de Inuyasha.
Hacía frío...de verdad mucho frío... y Sesshoumaru no había conseguido conciliar el sueño porque estaba entumido. Casi inconscientemente tomó a Kurotsuki, que se hallaba recostado contra su pecho, pegado a su pezón, y se dio vuelta. Comenzó a acercarse muy lentamente al cuerpo de Naraku buscando calor.
El hanyou, que estaba acostado de espaldas, se sobresaltó al sentir el cuerpo de Sesshoumaru acercarse al suyo en busca de calidez, y vio con aprehensión como el youkai pasaba un brazo por su cintura y se apegaba a él depositando a Kurotsuki sobre su pecho. El cachorro gimió y se movió disgustado por haber sido apartado de su alimento y comenzó a buscar nuevamente el pezón de Sesshoumaru intentando arrastrarse con sus patitas. Al no encontrarlo, e impulsado por el hambre comenzó a gemir más fuerte al tiempo que sus ojos fuertemente cerrados temblaban.
Naraku observó con atención al pequeño cachorro cuando comenzó a abrir los ojos... primero temblorosa y trabajosamente... pero finalmente pudo abrirlos. En la semipenumbra el hanyou pudo distinguir su color... rojo... como los suyos. Sonrió para sus adentros y miró a Sesshoumaru que se hallaba acostado a su lado, pegado él sin imaginar que su adorado Kurotsuki no se había contentado con heredar el color de pelo de Naraku, sino que ahora además tenía sus mismos ojos.
Con una mano libre acarició el pelo del youkai y lo abrazó por la cintura, acercándolo más a él. Cerró los ojos apaciblemente y se quedó dormido después de dejar a Kurotsuki entre ambos, bebiendo animadamente del pezón de Sesshoumaru.
No deberíamos estar viendo esto, Kagura.- dijo Kanna en su característico tono neutral.
Shhhhhhhh...- la callaron su hermana y Hakkudoshi.
Kagura y Hakkudoshi había estado observando el espejo de Kanna, espiando, desde que Naraku había llegado al castillo junto a Sesshoumaru. Cuando Kagura vio que el youkai se apegaba al hanyou y lo abrazaba sintió un abominable acceso de celos y deseos de ahorcar a Naraku.
Pasa algo, Kagura?- preguntó Hakkudoshi apartando los ojos del espejo.
Es solo la influencia tu asquerosa presencia.- le espetó Kagura y siguió mirando fijamente el espejo.
El niño la miró con odio y luego desvió su atención hacia el espejo, que mostraba a los youkais durmiendo tranquilamente, abrazados.
Mmmmm... qué aburrido...-murmuró Hakkudoshi después de un rato. - ...no están haciendo nada.-
Y qué querías que hicieran?- Kagura lo miró amenazadoramente.
Ya me perdí la primera vez que ese youkai vino al castillo e hicieron al cachorro... yo quería verlo!- alegó Hakkudoshi, aburrido. –Podrían hacer algo. No perderían nada.-
Para qué quieres ver eso!- gritó Kagura haciendo una mueca de asco.
Curiosidad...- el niño se encogió de hombros y siguió mirando el espejo con la esperanza de que los youkais se despertaran, dejaran al cachorro a un lado y comenzaran una ronda de actividades carnales.
A la mañana siguiente Sesshoumaru fue el primero en despertar...y al ver la posición en la que había quedado intentó alejarse lo más rápido que pudo... pero estaba firmemente sujeto.
Naraku despertó por los zarandeos que le daba Sesshoumaru en sus intentos por zafarse.
Hhhnnnnnn... no empieces a molestar tan temprano...estoy cómodo así.-
Yo no...- Sesshoumaru dio un último empujón tratando de soltarse y pasó a llevar a Kurotsuki, quien despertó sobresaltado. El cachorro intentó abrir los ojos una vez más ante la sorpresa de Sesshoumaru.
Nervioso, el youkai tomó al cachorro con ambas manos y se olvidó por completo de que Naraku lo tenía abrazado.
Kurotsuki abrió los ojos lenta y temblorosamente, como lo había hecho la noche anterior. Sesshoumaru miró expectante cómo su pequeño le daba a conocer el color de sus ojos... y él tenía la esperanza de que si bien el cachorro había nacido negro, debía tener los ojos dorados. Y cuál no fue su desencanto al comprobar que Naraku había salido ganando otra vez.
Rojos?- el youkai suspiró, bajó a Kurotsuki y bajó también la mirada, desilusionado.
Shhhhhhh...- intentó calmar Naraku al abatido youkai. Apoyó la cabeza en su hombro y lo abrazó con más fuerza.
Sesshoumaru ignoró el gesto del hanyou y lo empujó lejos, acaso Naraku tuviera la culpa. El hanyou meneó la cabeza con reprobación, se levantó y salió del futon, y se dirigió al armario a sacar ropa limpia.
Sesshoumaru lo observó atentamente mientras Kurotsuki intentaba caminar por el pecho del youkai hasta uno de sus pezones para desayunar.
El youkai observó atentamente las tenidas de ropa que contenía el armario de Naraku... eran todas iguales...seguramente por eso Sesshoumaru había pensado que el hanyou nunca se cambiaba de ropa, como Inuyasha.
Sesshoumaru arisco la nariz al acordarse de lo mal que olía el hanyou algunas veces... pues no muy a menudo su hermano tenía la brillante ocurrencia de darse un baño, o de cambiarse esa ropa transpirada que no lavaba nunca.
Al parecer, Naraku no tenía ni la menor conciencia de lo que es privacidad, porque se cambió de ropa allí mismo, ante la mirada atenta de Sesshoumaru. Aunque le costase admitirlo, el youkai no le quitaba los ojos de encima... y tal vez el hanyou se dio cuenta, porque lo miró fijo y arqueó una ceja.
Qué?- preguntó Sesshoumaru haciéndose el inocente.
Me estabas mirando.-
Tú estabas al frente, que otra cosa querías que mirara? Tu habitación está vacía.-
Entendiendo que nunca iba a sacarle la respuesta que él quería, Naraku se dio vuelta y terminó de vestirse.
Después de dejar la ropa que se había sacado (ropa exactamente igual a la que traía puesta ahora xD) a un lado, el hanyou le dirigió una mirada interesada al youkai...pero más que al youkai, la mirada iba dirigida el pequeño Kurotsuki, que desayunaba feliz sobre el pecho de Sesshoumaru.
El hanyou observó varios minutos, interesado, cómo el youkai amamantaba al cachorro hasta que este se sació y se acurrucó para dormir.
Después de que Kurotsuki se hizo un ovillo negro y se quedó dormido Naraku le dirigió una mirada insinuante al youkai y dijo:
Es tu turno, vístete.-
Sesshoumaru lo miró con desagrado y respondió que no tenía ropa limpia para ponerse.
El hanyou sacó del armario un tenida igual a la que tenía puesta y se la lanzó.
Ahora sí.-
El youkai lo fulminó con la mirada. No tenía intenciones de vestirse si es que Naraku lo estaba mirando. Resopló por la nariz y esperó pacientemente a que Naraku se fuera de habitación para vestirse.
Pero al parecer el hanyou tenía todo el tiempo del mundo, porque no se movió.
N /A: Aleluya! Al fin terminé. No tengo tiempo para dejar muchos comentarios, porque me mandaron a acostar, y si no subo el cap hoy lo haría la prox. Semana...y eso es mucho tiempo.
De todas maneras quiero agradecer a todas esas personas que me dejaron reviews. Realmente me levantan el ánimo, Gracias!
