Magical Girl Hunters
Parte 6: En el puerto
Por Andy Kent
Creado por Aaron Shattuck
Traducido por ROMeo

 Advertencia: Este fic NO es luminoso y sonriente, incluso en
vista del tema. Hay un par de ocasiones donde el *penchant* del autor
por la descripción minuciosa de los efectos de la costosa tecnología
militar en el cuerpo humano pudo haber excedido de hecho los límites
del buen gusto, y él realmente espera que disfruten cada una de 
éllas. Comentarios de correo y amenazas de muerte a akent@pdq.net 
por favor.

 Unas apresuradas gracias a Addison Godel y Myungsu Suh por un
agradable y pronto trabajo de edición.

---

 "Por favor pasa a la sala", dijo la araña a la mosca.
 
 Por supuesto, cuando uno está mirando directamente a dos
personas que estaban certificablemente muertas hace escazamente unas
cuantas horas, ninguno de los dos habiendo disfrutado que digamos la
experiencia, parecía más como un par de arañas viniendo a la oficina
de la mosca.

 "Eso -dolió-, sabes?". Kyo tenía una de esas muecas, la clase
que decía 'Estoy a punto de lastimar a alguien y gozarlo mucho, mucho
... gracias' con mayúsculas. Obviamente, ella tenía asuntos por
resolver.

 Decidí intentar pensar rápido. "Hey, lo siento, pero no hubo
ningún daño, verdad? Digo, uno ni siquiera adivinaría que les
dispararon". Esto sin duda era cierto; no había cicatrices, marcas,
ni contusiones. "Como hacen eso?"

 Mai se rió entre dientes, y mientras 'la' miraba, me preguntaba
cómo había podido confundir a cualquiera con una manzana de Adán de
-ese- tamaño con una mujer. "Entonces, Yoi, es ésta la parte donde 
divulgamos todos nuestros planes maléficos y te dejamos escapar?"

 Para ser honesto, me importaban un maldito carajo sus planes 
maléficos, aunque el escapar sonaba una buena idea. "Cualquier cosa 
que no implique daño corporal masivo a mi persona es aceptable, 
supongo".

 "Bien, te perdono supongo, supongo que soy un viejo sensible
..." Kyo se sentó en la silla de Itami, y me hice de la mía antes de
que a Mai se le ocurriera cualquier cosa. Maldíganme si iba a ser el 
que estuviera parado esta vez. "Pero, de todas formas, no tenemos 
ningun plan 'malvado' per se. Que es el mal, de todos modos?" 
 
 "Eso es correcto", Mai interrumpió. "Nosotros -realmente- somos
cazadores de youmas. Por supuesto nos volvemos de la muerte; habrías
entrado tu en este negocio si tuvieras que preocuparte de tonterias 
como perder la cabeza por una ráfaga parda de energía?"

 Me refrené de comentar ese yo estaba de hecho en el negocio y
personalmente no tenía mucho interés en confirmar mi propia 
mortalidad, así que solo asenté con la cebeza. "Así pues, exactamente
que estaban haciendodo ustedes, destrozando el lugar de Mashi? Digo,
¿No es la fuente de todas las niñas mágicas acaso?"

 "No seas tonto". Kyo sacó la lengua. "Cualquier equipo de niñas
mágicas que se prespeten tienen más entrenamiento y demás, sabes? Por
lo que podemos decir, Mashi está haciendo sacando algunas niñas 
mágicas propias, para desacreditar a las que están haciendo su
trabajo. ¿Sabes a que me refiero?"

 De hecho sí, sabía a lo que se refería. Ustedes no lo
supondrían, pero aún en vista del hecho de que cazo niñas mágicas
renegadas para vivir y me sentía bien al respecto, había algunas de
ellas que honestamente sentía que eran algo bueno para el mundo.
Naturalmente, la mayoría de éstas ya habían pasado por suficiente
tiempo para graduarse de niñas mágicas a superheroinas, pero la
experiencia les debe valer de algo".

 "O lo que sea que está posando como Mashi", dije 
pensativamente. Lección: niños, no reflexionen cuando asesinos
potencialmente inestables están teniendo una conversación cortéz con
ustedes. Los ojos de Mai casi se le salen del cráneo mirandome
fijamente.

 "Sabes algo que nosotros no, Yoi?"

 Ah, que demonios. Canté la historia completa de mi primer
visita a Mashilandia. Hubo un par de momentos que gocé, y quizás
adorné incluso el número y la fuerza de la oposición un poco...

 Para cuando había terminado, chispas bailaban en los ojos de
Kyo. "Oh, wow. Eso es tan cool..."

 Erk. Otra lección. Podré tener mis bizarrezes, pero el
transexualismo no es una de ellas. No la practico y tampoco me
siento atraído hacia gente que lo hace.

 Mai golpeó a su socio en la nuca. "Ok, sí, estamos ambos en
asombro, ahora deja de idolatrar!. Jeez. Hey, Yoi, nos vamos. La
próxima vez que nos veas, podrías abstenerte de dispararnos? Digo,
salva parque!"

 Asenté y dije, "promesa solemne". Por supuesto, mis dedos
estaban cruzados detrás de mi espalda. Le pregunté a Kyo, que estaba
siendo físicamente arrastrado del cuarto por su sobre musculoso socio
"Hey, cómo supieron mi nombre?"

 "De que otra forma? Ustedes están en esa 'lista de la gente
del gran imperio maligno', tu sabes. tu -Y- tu lindo cuate. "Ella
me guinó un ojo antes de que Mai cerrara la puerta detrás de ellos.

 Oh man. La vida solo se sigue poniendo más y más complicada.

 --- 

 Mi apartamento era pequeño. Realmente pequeño. Apemas iba
ahí, aparte de para dormir y ocasional entrnenimiento, pero hasta yo
tenía que admitir que no estaba demasiado lejos de un agujero de
ratas.

 No debería haber estado pensando en mi apartamento. Debería
haber estado dormido, teniendo sueños donde le quitaba el fuku a
Sailor H y procedía con actos de salvaje perversión, o de fallar en
quitarle dicho fuku y hacer lo mismo. El insomnio apesta.

 Dónde comenzó todo esto? Digo, dónde consigues las cosas para
hacer a una niña mágica en todo caso? Por que no chicos mágicos? 
¿O viejos borrachos? Tenía que haber una cierta lógica en ello, eh?

 No, me recordé, no hay tal. La vida no es lógica. Ninguna
fuerza del bien habría elegido deliberadamente crear a capitán Kawaii.
Era solo una manifestación rara de entropía, o una manifestación
del impulso secreto de la humanidad a morir gritando, o un
subproducto natural de todo youma. Probablemente.

 Cualquier ser supremo(o semi) escuchando mis pensamientos 
estaría riendo hacia sus divinos adentros (o divinas; yo debería
saber mejor que cualquiera sobre poderes femeninos y demás), si no
estuviera tan ocupado favoreciendo a mi socio. Itami tiene toda la
suerte con las damas.

 --- 
 
 La mañana siguiente fué agradable. llegué a la oficina bien
y temprano, y procedí a quitar varios objetos filosos del tablero de
dardos. Itami llegó, quizás una hora después, y se desplomó en su
silla. Se veía ojeroso, parecía cansado, lucía despeinado, pero eso
no era nada inusual. "Hey, Itami, cómo estuvo?" Él me lanzó una mala 
mirada con toda la intensidad de una linterna que había sido dejada
por un mes en el fondo de un estanque en alguna parte. "rudo", él 
dijo. Mentalmente levanté una ceja, parecía que H-chan estaba
efectivamentecada tan necesitada de afecto como lucía.

 Esperabamos a un cliente a las once. Hey, sé lo que estan
pensando... porqué estamos esperando clientes, cuando bien podemos
tan solo acabar con el impostor de Mashi y acabar con una fuente de
niñas mágicas? Simple niños... primero, tengo un negocio, no una
sociedad de caridad, y toma mucho dinero de mantener armas y munición,
no digamos el alquiler en Tokio. En segundo lugar, quería sentarme
y ver cómo reaccionaría Mashi a los eventos recientes. Tercero, él
tenía cincuenta y malditas nueve niñas mágicas al menos alrededor del
lugar, no estaba loco.

 Pasé el tiempo haciendo la contabilidad. Con lo que tomamos
de Mashi y nuestro último par de trabajos que si pagaban, estabamos
en solidos números negros. De hecho, podríamos incluso darnos el lujo
de un extra este mes. Que rayos, quizás hasta declarara impuestos este
año....nah.

 El timbre sonó a diez con doce. De ninguna manera posible
podría ser nuestro contacto de industrias de pesca Mizumo; él nos
tenía dicho que tenía un horario ocupado y que no podría llegar antes
de las diez cuarenta y cinco o por ahí. Miré a Itami, asenté, él
asintió, y ambos fuimos a arraigarnos en nuestros escritorios. Saqué
una linda .45, y él tenía varios trozos filosos de metal, así que
supuse estabamos listos para problemas. 
 
 Una de las desventajas de tener una bonita puerta de cristal
helado con tu nombre de negocio pintado en él, en estilizado 
deletreado inglés, es la completa imposibilidad de instalar un ojo
secreto estándar. Uno de estos días nos conseguiremos un sistema
avanzado de cámaras completo con circuito cerrado de TV, de modo que
podamos ver a nuestros visitantes antes de ir a la puerta. Después
de que compre ese nuevo apartamento y mi home theater, quizás.

 Como estaban las circunstancias, tuve que abrir subitamente la
puerta, tapar la boca de la muchacha con una mano, y traerla adentro.
Cerrando la puerta con el pie, presioné el arma a su sien y dije, 
"¿Que?, pensaron que funcionaría otra vez, huh? Nadie me juega el
mismo truco dos veces... "

 Itami me miraba extrañado, y eché un vistazo hacia mi cautivo.
Ella no usaba sailor fuku. Demonios, probablemente ni era una niña
mágica. Lo que si era es más bien de dieciséis años, linda de un modo
anticuado, y apunto de enloquecer de miedo.

 Oh. Um... Dios, esto es embarazoso. Me hace parecer paranoico,
cosa que SI soy, y un idiota, que no soy a menos que le pregunten
a Itami. La solté y tomé asiento, cuidadoso de mantener el arma 
apuntándole. Después de todo, solo porque no tenía una varita en
plena vista no significa que no tenga una varita.

 "Lo lamento". Gesticulé con el arma, y ella tomó asiento en
un bote de basura volcado. "Tienes exactamente un minuto para explicar
lo que estas haciendo aquí y por qu".

 "Yo, estee, necesito una cierta ayuda. La gente me dijo que
ustedes saben lo que hacen... "

 Me encogí de hombros. "Trabajamos normalmente con previa cita
solamente. Tienes un problema de niñas mágicas?"

 "Aha..." 
 
 Ay Dios, por favor que no sea uno de esos problemas donde una
niña mágica está destinada a pasar eternidad con el novio de esta
niña. Nos encontramos en uno de ésos hace casi un año, y cuando las
cosas habían finalmente concluído... la niña mágica en cuestión
estaba muerta, así como cinco o seises de sus cohortes, pero el tipo
decidió renunciar a las mujeres y hacerse monje, y nuestra cliente
se deprimió de tal forma que se colgó antes de pagarnos. Ven la clase
de daño colateral que hacen estas muchachas?

 Bajé el arma. Apuntar a clientes potenciales era un gaffe
social serio. "Detalles, por favor".

 Ella jugaba con una trenza gruesa de cabello castaño. "Um... 
todo comenzó hace dos semanas. Miraba la lucha entre esos youma y las
tropas en Osaka... "

 Decidí inmediatamente que ella estaba loca. Ya nadie mira 
luchas con youma; son demasiado comunes muy frecuentemente un 
transeunte es golpeado.

 "Me golpearon con algo, una clase de rayo de alguna de las
niñas mágicas que se mostraron. Pensé, como que, bueno, estás muerta
Aika... y justo antes de desvanecerme, alguien se inclina sobre mí,
murmura algo, y de pronto ya estoy bien... o algo as".

 "Algo así?" Itami no había bajado su cuchillo. Pienso que su
encuentro ayer por la noche lo había dejado más tenso de lo usual.
Es divertido como eso relaja a la mayoría de gente...

 "Aquí, um, les mostraré. Solo vean, okay?"

 Ella se puso de pie, se dio vuelta, y sacó algo de su bolsillo.
No era una pequeña varita rosada con un corazón en él, como estaba
medio-esperando. Era un Maglite en buenas condiciones, y cuando ella
lo chasqueó, tenía una vivo rosado.

 Rechazo de plano describir los treinta segundos próximos.
Después de todo, estamos hablando una transformación mágica estándar
aquí, y ustedes las ha visto sin duda alguna un millón de veces antes.
El resultado final, sin emargo, si lo describiré. 
 
 Ella todavía tenía la gruesa trenza castaña y los anteojos.
El fuku blanco y azul era nuevo, sin embargo, y ella de alguna manera
adquirió una banda en su cabeza durante el proceso. Para no mencionar
los cambios corporales. Ella debe haber crecido unos diez centímetros
... oh, y también era más alta.

 Qué puedo decir? Éstas son las cosas que noté.

 "... ellas te convirtieron en una niña mágica?" Mi quijada
colgaba, y no solo debido a la visión. El solo pensamiento de ser
-involuntariamente- convertido en uno de esos engendros era algo
perturbador. Nunca había pensado que tal cosa fuera posible.

 " Um... sí. Yo no pedí esto, de veras. Solo deseaba mirar las
armas! Digo, todos tienen un hobby, ok?" Asentí tontamente. "Todos
dicen que ustedes son los mejores para encargarse de problemas de
niñas mágicas... pueden ayudarme?"

 Esto era malo. Realmente malo. "Mira... Aika, verdád? Sabes
como nos encargamos de los problemas con niñas mágicas, eh?" Ella me
miraba, pero no entendía obviamente. Tomé mi arma, corté cartucho y
una bala salió eyectada de la camara. Ella entendió -eso-.

 "Um, sí, OK, estoy dispuesto a intentar eso..." Ella cerró
sus ojos.

 --- 

 Le había dicho a Itami que no debía fumar. Eso iba a matarlo, 
le dije. Nuestra línea del trabajo era ya bastante peligrosa. Él
nunca me creyó, no hasta que su cigarrillo cayó de su boca y le
prendió fuego al alboroto en su escritorio. Entre los tres nos las
ingeniamos para apagar el fuego antes de que hiciera algo más que
atractivamente chamuscar el acabado de falsa madera. No obstante,
seguía siendo un shock. 

 "Permiteme poner esto en claro... quieres que te matemos?"
realmente no estaba preparado para esto.

 Aika asintió. "No creo que pueda vivir así. No estoy en el
rollo de la 'dulzura y luz', saben? Deseo unirme a la JSDF, no a las
fuerzas del bien."
 
 Abreviadamente, consideraba cuan buena la vida sería si todas
hicieran esta clase de cosas al principio. Nos salvaría un buen de
caminatas. Por otra parte, nadie nos pagaría por sentarnos y 
dispararles tan pronto entraran. Lo que me recuerda...

 "Ok, ningún problema. Nuestra tarifa es de quinientos mil, por
adelantado. ¿Los traes contigo?"

 Debo admitir, estaba algo contento cuando ella se puso gris.
"¿Quin-n-nientos mil? solo tengo tres mil."

 "Itami se encogió de hombros. Yo continué, "Sí, no podemos
matarte a menos que puedas pagar la tarifa. Nos sentiríamos mal, 
sabes?"

 "No puedo conseguir esa cantidad de dinero!"

 "Trabaja para nosotros".

 Yo no había dicho eso. Miré fijamente Itami, y él devolvió una
mirada de "Me sonó una buena idea al momento"

 Dicho prospecto inmediatamente la alegró. "¿Qué? No había
pensado en eso... quieren decir que mataría niñas mágicas?"

 "Bueno, si, esa es la idea general". Itami, en que demonios
estabas pensando? No iba a quedarme callado con esto. Carajo, que si
sabremos sobre 'fuego amigable' por parte de niñas mágicas.

 Pero entonces, supongo que habría cierta ironía en eso. Heh.

 --- 

 Escondimos a Aika en el cuarto posterior cuando llegó el tipo
de Mizumo. Después de todo, no sería bueno asustarlo. En alguna parte
a lo largo de la conversación, le hablamos de cambiar de nuevo a su
forma normal (obviamente, fué su idea, y lo hizo antes de que se lo
pidiéramos), y ella era de nuevo una muchacha potencialmente linda pero
matada. Era espeluznante. La mayoría de estas muchachas...con un carajo
...puedes reconocerlas incluso cuando no están 'en caracter'.

 Itami salió a dar una caminata. Él no tenía exactamente un 
efecto relajador en los clientes, y definitivamente el ya necesitaba
aire fresco.

 El individuo de Mizumo era un salaryman completo. Traje de
negocios, corbata de negocio, tarjeta de presentación, el paquete
completo. Quizá cincuenta libras de exceso de peso, pero el traje le
quedaba lo suficientemente bien. Se sentó y deslizó un folder a través
del escritorio. "Quisiéramos a estas muchachas... eliminadas".

 Abrí el folder para encontrar un passel de fotos, todas 
mostrando niñas mágicas. Había tres fotos de grupo (una de ellas
estaba posando!), cada uno incluyendo una docena de las jovencitas y
lo qué parecía un delfín. Las otras fotos me dieron caras, pseudónimos,
y un poco de información sobre ellos. No voy a quejarme de si el
cliente hace su propio trabajo.

 "Se llaman a si mismas la ecológicamente-consciente docena de la
luz. Hasta ahora, han arruinado ocho plataformas petroleras, seis de
los viejos modelos de petroleros gigantes, y bastantes de contratistas
independientes de manejo de desechos". El trajeado tosió. 
"Recientemente, comenzaron a centrarse en nuestras operaciónes. Como
usted sabe, seguimos siendo una de las pocas industrias pesqueras de
ballenas en el negocio... " 

 Realmente, no sabía. Asentir con la cabeza me pareció una buena
ida sin embargo, y él continuó. 

 "Tenemos solamente dos barcos-fábrica propios para procesar
ballenas, debido a las regulaciones ambientales recientes. Hace dos
semanas, estas muchachas atacaron y casi hundieron el Aoizumi,
partiendo en dos nuestra capacidad operacional. Probablemente después
atacarán el Akaimizu. Queremos emplearlos para detenerlas, por
supuesto".

 Bien, hora del schmoozing estandar al cliente. "Hombre, los
bajaron a solo una nave? Debe ser duro".

 El trajeado se alegró. "Realmente, estas regulaciones han sido
un regalo del cielo a nuestra compañía. Con las restricciones en pesca
de ballenas, podemos tomar nuestro máximo legalmente asignado por
mandato con una fracción minúscula de los costos fijos incurridos antes
de la regulación, y vendemos los productos en un margen de beneficio
enorme, culpando una fuente restringida. Nuestras acciones nunca han
sido mejores. Aunque, debo decir, si estos terroristas logran
desabilitar el Akaimizu, estaremos en un serio apuro financiero".

 Ustedes podrían casi oír el sonido de mí parpadeo en schock.
Ocurre que había más formas de mal en el mundo que la clase que 
engendraba youma o niñas mágicas. También ocurre que este individuo
acababa de pedirme que me encargara de un maldito equipo completo
a la vez. Oh, feliz día. "Podemos hacerlo, pero una docena es
mucho que matar, sabe? Podía ser algo excesivo".

 "Estamos preparados para compensarle con su tarifa estándar... "

 Al -diablo- con eso. No hago tratos de 'Compre una, llévese
once gratis'

 "...por cada una de las muchachas a que puedan confirmar
eliminadas. Más una prima del doble esa cantidad, si el equipo
completo es desbandado. Nos damos cuenta que es un trabajo peligroso,
Yoi-san".

 Mantuve de alguna forma mi quijada lejos del suelo, pero la
pequeña caja registradora en mi cabeza seguía haciendo 'ka-ching!' por
el valor completo. No le dí importancia. "Señor, usted tiene a sus
cazaproblemas".

 --- 

 Me estacioné fuera del almacén y bajé del coche, checando la
puerta dos veces para cerciorarme que estaba bien cerrada. No era
exactamente la clase de vecindario en la cual te gustaría estacionarte
después de todo. No viviría aquí. No trabajaría aquí. Carajo, no me
gustaba particularmente venir de visita. Pero el Finn no viene a ti.
Tu tienes que ir a él.

 Quizás mejor me explico. El Finn era nuestro distribuidor de
armas, quien nos recibe los objetos robados, e intermediario en
general. Él era el sexto Finn que habíamos usado; cuatro de ellos
los dejamos cuando no pudieron surtirnos con el equipo necesario. El
quinto fué atrapado por una niña mágica perdida hace seis meses. Todos
se llaman a si mismos el Finn. Supuestamente, eso venía de un viejo libro
de sci-fi gaijin, pero esa clase de cosas no eran mi estilo. Carajo, en
serio que no me importaba como quisiera que lo llamaramos, este
individuo tenía siempre lo bueno.

 A una esquina del almacén estaba el 'taller' del Finn. Bastantes
herramientas, estantes de autopartes, piezas de armas y de cosas sobre
las que realmente no deseaba especular, tarjetas de circuito cajas,
todas apiladas de una manera que obviamente tenía mucho sentido para
el Finn. En el centro de todo esto, atacando cierta clase de manija con
un afilador, estaba el Finn mismo. El individuo era incluso más feo que
los otros; más una rata que un ser humano, realmente, aunque él no era
un mutante o un youma o cualquier cosa divertida como esas. Tan solo
alguien a quien la naturaleza había decidido pegarle con la varita de
la fealdad un par de veces cuando era pequeño... más de un par.

 "Hey, Finn". El roedor miraba desde su obra y sonrió. "Tienes
mi envío?" 

 "Ah, Yoi. Es siempre un placer verte". Finn recorrió hasta un
estante de casilleros y abrió uno. "Aunque es mucho más agradable
cuando llamas y me dices que 'el dinero no es problema'.

 "Me topé con algo de efectivo". Esto era verdad; esa pila que
robé del impersonador de Ultra era un poco más de lo que estabamos
acostumbrados a tener, y era un firme creyente en el principio de la
reinversión cuidadosa. "Así pues, que has conseguido?"

 Finn sacó varias cajas cerradas, apilándolas en un banco de
trabajo mugriento. "Es tu día de suerte, Yoi. Me impresiono yo mismo
con mi habilidad y suerte, consiguiéndole todo este equipo". Mencioné
que Finn tenía una tendencia a pararse el cuello? "Toma, te gustará
esta".

 La primer caja tenía... un arma. Pistola, gruesa, clip grande.
 "Ya tengo pistolas, Finn".

 "Me lastimas, Yoi. Esto," él dijo, mientras gesticulaba al arma,
"es prototipo de una fábrica genuina de Smith&Wesson. Pistola capaz de
fuego en ráfagas, nueve milimetros, con un rate cíclico que solo ves
ordinariamente en sistemas de defensa de punta en barcos. Te pone tres
balas en el mismo agujero".

 Levanté el arma. Un poco más pesada de lo que acostumbro, pero
tenía buen balance. "Suena bien. Confiable?"

 "No se ha atorado una vez. Me la llevé afuera y la probé con
un par de cientos de balas. La muñeca la sentí como rota por una hora
o más después. Para una nueve milimetros, tiene un friego de
retrocarga". Finn gesticuló a otra caja. "Me tomé la libertad de
prepararte algunos cartuchos. La primer bala es un penetrador kinético,
en segundo lugar una expansiva, tercero un explosivo ácido. Diez
cartuchos de treinta balas" .

 Treinta balas era un monstruo de cartucho para una pistola,
resultaba. Bueno, de terminarseme, siempre puedo noquear a una de
ellas con el cartucho. "¿Que más?"

 "Pruebate esto". Trajo una especie de chaqueta, que lucía como
que definitivamente no era cuero.

 "Me gusta mi saco, Finn".

 "Te gustará más esta...".

 Me encogí de hombros y me la puse. Caliente, un poco tieza.
"Espero que no pienses que está reforzada..."

 Mejor que eso. Un par de tipos la sacaron de uno de los tipos
en el equipo de control de Youma #23, Has oido de ellos?

 Rayos, no sabía, pero Aika me sopló un poco... esos equipos
eran la forma de nuestro gobierno de decirnos que tenían el problema
youma bajo control, y siendo honestos, hacían un buen trabajo. El
Youma promedio no tenía gran oportunidad contra poder de fuego militar,
en todo caso. El 23, sin embargo, cometió un GRAN error; quedar
atrapados entre sus blancos, un par de cosas que lucían como los hijos
ilegítimos de Godzilla y Gamera, y un grupo de niñas mágicas
determinadas en subyugar a los monstruos.

 El equipo sufrió un 80% de bajas debido al encuentro, mas unas
cuantas victimas variadas, como mi nuevo amigo. Le daba todo un
nuevo significado al termino 'fuego amigable' supongo.

 "Bueno, de hecho, rescataron algunos fragmentos, los llevaron
a su cabaña en Osaka, y le hicieron ingeniería inversa. Consideralo
como una prueba de campo".

 "Okay, que hace?"

 Finn sonrió. "Armadura de impacto. Se endurece cuando te
golpean...mira". El sacó una barra de acero y golpeó con ella mi
brazo, más rápido de lo que pensé un roedor podría moverse. Intenté
moverme, pero igual acertó... y mi brazo completo se congeló un
segundo, pero cuando se normalizó estaba bien. Carajo, ni siquiera lo
sentí.

 Ahora era mi turno de sonreir. "Esto puede resultar útil".

 "No te confíes chico. Esa cosa no detendrá una bala, y
seguramente tampoco funcionará contra lo que sea que tus pequeñas
amigas usan.

 Había también otras cosas: una escopeta absurdamente recortada,
un buen de munición para las armas que ya teníamos, y granadas de
humo rosa. "¿Rosa?" pregunté.

 "Claro, rosa. Pensé que podría darte alguna ventaja".

 El podría tener razón en eso... no hay forma de saber -que-
cosas esos monstruos pueden encontrar 'lindo'.

 "Oh, y una cosa más..." Finn sacó de su escritorio una pequeña
resortera de cuero, llena con una docena de cuchillos. "Para Itami.
Un herrero en Texas escuchó de ustedes; hizo una 'donación para la
causa'. Quizás el pueda usarlos, no se. Entonces, crees que puedas
llevarte una docena de ellos ahora?"

 Había pedido algo de eso la semana pasada cuando llamé, pero
ahora no creo que fuera suficiente. "Probablemente. Puedes hacerme
otras cinco docenas?"

 Alguna vez han visto a una rata palidecer? No es agradable.
"Cinco jodidas docenas? ¿Que demonios pasa?"

 Le expliqué la historia completa. Habíamos corrido con suerte,
encontrandonos solo a cinco de las sesenta y cuatro 'Caballeros 
Crayola', y personalmente no tenía prisa de encontrarmelas de nuevo,
pero ustedes conocen las leyes de Murphy, y yo también.

 Me tomó casi una media hora subir todo al auto de forma
incospicua y segura. Sin embargo, me sentía muy bien. ¿Saben? Creo
que al fin se a que se refería mamá cuando hablaba de cuanto le
gustaba ir de compras.

---

 "NO, no puedes venir con nosotros!"

 Si Aika fuera un poco más atractiva, hubiera llamado a lo que
hizo un 'giro', pero dadas las condiciones, era más un berrinche que
cualquier otra cosa. "No veo por que no... digo, esto va a ser dificil
no? Necesitan mi ayuda!"

 "No, no la necesitamos. Y -dame- eso!!". Le quité la .45 que
tomó del escritorio y la puse en su funda. Soy muy territorial con las
armas. "Mira, no me importa que tan buena seas con un arma. Si vas
y te matan no nos haces ningún beneficio"

 Aika paso saliva. "Um... supongo que podría, uhm, cambiar.
Después de todo, las niñas mágicas no son fáciles de matar, correcto?"

 Sudé una gota suficientemente grande para llenar un vaso. "¿Y
que pasará cuando de pronto esté rodeado y no vea más que fuku? Odio
decirlo, pero no luces muy diferente de las otras uniformadas. Y NI
pienses que puedes engañarme en dispararte por accidente!!" Después
de todo, soy mejor que la gente que cazo, no?

 "Eso es cierto..." Aika se dió la vuelta.

 "No, lo es".

 Me lancé a cubierto detrás del escritorio de Itami, empujando
a Aika al piso, y emergiendo de el con la escopeta. Nada que entre
de -esa- forma por una ventana puede ser amigable. Especialmente
cuando luce como un FEO buitre.

 Un feo buitre parlante?

 "HEY HEY HEY apunta esa maldita cosa en alguna otra
dirección, BASTARDO!"

 Corrigo, un feo buitre mal-hablado.

 Aika subió a una silla, sobando su cabeza. "Murray, -no- hagas
eso. Te he dicho que no me espíes, pajaro idiota..."

 El buitre bufó. "Estoy tan feliz respecto a todo esto como tu,
perra. No es como si yo hubiera pedido esto tampoco".

 La gota de sudor estaba de vuelta, junto con su hermano mayor,
y hermana. "Esperen un minuto! ¿Que carajos pasa aquí!?"

 Y ellos me dijeron. Murray, al parecer, era el pequeño amigo
animal de Aika. Parece que estaba en 'el vecindario' de Osaka hará
un par de semanas, vió un buen de cadaveres, y bajó por un bocadillo
...lo siguiente que supo, es que estaba vinculado a, en sus palabras,
'una atolondrada y ratón de biblioteca otaku militar sin ninguna idea
de como pasarla bien'. Bueno, algo aproximado en sus palabras; no
tengo ninguna necesidad de describir todas las maldiciones que usó.

 Ella tampoco estaba nada felíz de tener a un 'asquerozo
carroñero' siguiendola. De hecho, aunque ninguno de los dos lo
había dicho, supuse que ella ya había intentado deshacerse de el
un par de veces.

 Me tomó media hora de para de reir antes de recordar el
primer comentario de Murray. "Entonces, que más?".

 "¿De que hablas, tu jodido...um, oh si. Bueno, la cosa va así.
Ella no se diferenciado todavía, la muy pendeja. Ese ñoño fuku es más
bien algo así como la opción de default. Ella podría intentar mostrarse
como algo diferente, de tan solo usar esa bola de estiercol que
llama cerebro".

 Bueno, eso ciertamente tenía potencial.

---

 Cuando Itami regresó, traía un tubo de poster cubierto de
estampillas postales; aparentemente, Itami hizo una parada por
la oficina postal en su camino de regreso. Ni siquiera reaccionó
ante el ave gigante. En su lugar, solo se sentó a abrir su paquete,
sacando...

 Una katana de ornato con todo y funda. Oh genial. "Mira Itami,
en serio espero que NO estes planeando usar esa cosa. Suena más bien
como algo que nuestras pequeñas amigas harían".

 "Era de mamá. La maldición de la familia. La tornó un poco
rara... dejó asomar dos puladas de la hoja y la temperatura del cuarto
instantaneamente bajó veinte grados. Yo -juro- que ví pequeñas
partículas negras bailando alrededor de la hoja expuesta antes de
que la volviera a cubrir.

 Aika	entró disparada desde el otro cuarto, trayendo consigo
una de mis 9mm. "¿Que fué -ESO-?" gesticulé al arma de Itami, y ella
se estremeció ligeramente. "Lo sentí desde el otro cuarto. Frío,
oscuro, no se... maligno?"

 Oh, geeeenial. Lo último que necesito, un compañero portando
un jodido señuelo para toda niña mágica en la ciudad. "¿Puedes
sentirlo en este momento Aika?"

 "No lo creo, Yoi...quizás. Un poco?"

---

 Recordaré el trayecto hacia el embarcadero de Mizumo por un
largo, largo tiempo. No porque el escenario fuese agradable, que no
lo era. Tampoco por haber pasado todo el tiempo instruyendo a la
pequeña Aika sobre todo lo que ibamos a hacer y el porque ella
habría de esperarnos en el auto... sino porque le dí a Itami las
llaves del auto y lo dejé -conducir mi auto-.

 Hojeamos los archivos que ya teníamos, que eran bastante
buenos. Uno no escucha con mucha frecuencia sobre la ecologivamente-
consciente docena de la luz hoy día. No han tenido mucha acción que
digamos en los tres o cuatro años que tienen activas. Claro que si
dejaran de perseguir contaminadores ilegales y comenzaran a patear
youma como las niñas normales, ya serían heroes nacionales.

 Parecían tener un motiff de indole astrológica... cada una
tomando el nombre y uno o dos ataques de un diferente signo zodiacal.
Eso y una coordinación acorde de color en sus respectivoss fuku, lo
cual me daba cierta ventaja suponiendo que pudiera recordar dichos
datos en medio de la acción.

 Aries, Tauro, Escorpión, Piscis, y Leo todas tenían un ataque
de energía estandar, nada que no se halla visto ya. Acuari era la
especialista en teletransportación. Capricornio y Sagitario tenían
poderes realmente complicados pero virtualmente inútiles en una
pelea, de modo que no pensaba preocuparme por ellas. Virgo y Libra
eran más de 'sensores' que ninguna otra cosa.

 Nunca habían visto a Geminis hacer algo especial de acuerdo
a todas las fotos que le tomaron en su fuku amarillo brillante. Eso
en particular me daba escalofrios; cada determinado tiempo uno
está destinado a toparse con una de estas, y frecuentemente son del
tipo que tienen uno de esos ataques 'destructores de mundos' o algo
igualmente dramático. Algo que se supone que nunca deben hacer... a
menos que las paniquées, en cuyo caso SIEMPRE es a lo primero que
recurren; y dejenme decirles, ya una ves estuvimos a medio segundo
del apocalipsis, menos mal que mi arma no se atascó.

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 Estabamos listos, escondiendonos detrás de pilas de cajas,
ellas se mostraron como una hora después. Los trabajadores del muelle
se dispersaron inmediatamente; después de todo, si una docena de niñas
de pronto marchan en medio de un ocupado distrito industrial en
brillantes aunque monocromáticos fuku y largas varitas con símbolos
de astrología occidental, simplemente no puede haber una buena forma
como tomarlo. Los trabajadores, siendo gente que procura evitar 
estragos, se hicieron humo... y así es precisamente la manera en que
me gusta. Hasta ahora, nunca he herido a un transeunte, y ayuda 
bastante cuando no están circulando por el lugar viéndome trabajar.

 Las dejamos rebasarnos. Nunca confrontes a un equipo de estos
por el frente, es lo que hemos aprendido. Ellas siempre parecen
caminar en la formación precisa que protege mejor a cada miembro del
equipo, aunque jamás lograrás hacer que una de ellas te diga como lo
hacen, porque ellas mismas no lo saben. Era tan solo la suerte, o el
destino, o lo que sea que las hizo niñas mágicas en primer lugar
influenciando los eventos. Ahora que a la inversa, cuando las
despachas por la espalda tienes dos de tres ventajas. Primera, tienes
ese esencial primer segundo de sorpresa, y frecuentemente puedes
empacartelas completas con una linda arma con efecto de area en ese
instante. Segunda, las agarras fuera de su pequeña formación, y no
muy preparadas a pelear de espaldas. Tercera, tienden a dispersarse
en diferentes direcciones en lugar de retroceder, dándole al
oportunista (ese soy yo) la oportunidad de cazarlas una por una.
Por mucho algo más seguro.

 Perdí el rápido piedra-papel-tijeras con Itami, de modo que
me tocó el lado del muelle que dá hacia el mar para cubrir. Eso era
malo, MUY malo, al menos dos de ellas tenían poderes relacionados
con el agua y yo no era ningún nadador olímpico. Además, aquí yo no
contaba con protectoras bodegas para esconderme detrás. No, estaba
atascado en una pila inestable de cajas, muy probablemente llenas
de material inflamable... bueno, al menos no contenían explosivos,
solo no pregunten como aprendí a checar esas cosas.

 Primero lo primero pues. Saqué una granada de humo de mi
cartuchera y retiré la espoleta. Nunca tires la espoleta, oh no. Ellas
siempre escuchan la caida de un alfiler, un cliché demasiado 
onmipotente como para omitir. Encuentra la aleta en el agua, apunta,
arroja, listo. Nada de advertencias por parte del señor delfín por
hoy amigas.

 La granda de humo hizo un arco perfecto hacia el pequeño y
lindo delfín, golpeando la aleta antes de detonar en una tremenda
bola de fuego. La cosa explotó como si fuera una bomba de napalm,
cubriendo varios metros cuadrados de agua de ardiente