La mayoría de cultos tienen cierto talento para encontrar pequeños agujeros de ratas o bodegas abandonadas. Es casi tradicional, y hace de los trabajos con cultos algo realmente aburrido; tuvimos hace tiempo que arreglar a un par de niñas mágicas cazadoras de cultos y osbervar las bodegas-abandonadas-para-sacrificios que eran sus blancos se volvió aburrido muy rápido. El club de diversión de Shubby -chan ahí tenía puntos por creatividad, sin embargo; muy pocos clubes tienen frentes alegres con grandes letreros pastel diciendo 'Centro Familiar de Shubby-chan'. "¿Que es eso en la ventana?" preguntó Aika, cambiando de posición para tener una mejor vista de las fotos sobre la mesa. Nos juntamos en mi apartamento para una junta estratégica post- reconocimiento en virtud de un refrigerador lleno y una TV funcional, ambos de los cuales quizás no debí mencionar en prescencia de los demás. Itami estaba en el sofá viendo el Sumo, y yo me apropié del sillón reclinable. H se esfumó en el baño, dandonos la primer vista clara de Itami solo en toda la noche. Destapé una lata de Coca-cola y giré una de esas fotos para verla derecha. Era una toma simple del frente de almacenaje, con un par de niños saliendo de la puerta debajo del letrero. Los niños traían playeras de shubby-chan con el mismo logo que la ventana detrás de ellos. Lucía como una gran mosca topándose con un parabrisas aún más grande, excepto que lucía intacta. "¿Una nube?" intenté adivinar. Aika picó la foto en lo que un 'flush' vino del baño. "Yo pensé que era una cabra". "Hey Itami" le pregunté sosteniendo la foto, "Si o no se parece a esas pruebas Rorshach que el orientador insistía en mostrarte en la prepa?" "Esas eran manchas de tinta", dijo Itami. Aika lucía confundida, pero decidió no preguntar. Supongo que se las ha ingeniado para mantenerse lejos de la vista de su orientador, lo que supongo es algo sorprendente. Los orientadores escolares gustan de charlar con chicos con esa clase de intereses. No es que yo pueda hablar mucho al respecto. Yo pensaba que eran casi todos pajaros. "Entonces, que es esta cosa?" Pregunté, agitando la foto. "Shub-Niggurath", sijo Itami, sin retirar la vista del televisor. La multitud rugía mientras que un gran gordo empujaba a otro gran gordo fuera del ring; nunca me he interesado en el sumo. De haberseme ocurrido como tener tan solo una oportunidad de quitarle el control remoto a Itami creanme, hubiera hecho algo al respecto. En lugar de eso, solo bajé la foto. "No parece mucho" dije. Aika asintió cuando la puerta del baño se abrió de golpe para revelar a H, quien prontamente le silbó a las fotos y se enredó con Itami en el sofá. "¿Que hay en esas fotos, Itami?" Ella preguntó de forma felina "Cosas divertidas?" "Shub-Niggurath" el dijo. H se quejó y se enrolló más fuerte alrededor de Itami. Naturalmente, el no se movió. Si aunque sea le hubiera tirado el control remoto de la mano... Aika comenzó a hablar. Le dí a ese control remoto una última mirada y regresé mi atención a las fotos. "No pueden solo llegar y llenar de agujeros el lugar, o si?" ella preguntó. "Digo, es una guardería, cierto?". "Y se pone mejor" le dije, sacando unos panfletos del bolsillo de mi gabardina. Si, también uso esa cosa en casa. "Ellos les dan de estos a quien se deje. Recogí algunos cuando estabamos revisando su basura". Itami dejó salir un gruñido, exresando firmemente su amor hacia esa parte especifica del trabajo. Dejé los panfletos sobre la mesa. El más raro estaba hasta arriba; una foto brillante de una linda pequeñita rodeada de youma en la portada. Ellos no le estaban saltando encima sin embargo; ella tenía dos de esas cosas en los flancos, y ellos mantenían su distancia. Estaban cubiertos por sombreros y gabardinas, cosa que no evitaba que se sintiera que había algo raro ahí; me quedé mirando la foto por más de diez minutos antes de darme cuenta que una de sus mangas estaba completamente volteada, como si el brazo de esa cosa estuviera roto y no le importara. Tampoco había caras en la foto. Lo que me llamó la atención fué el dibujo; estaba hecho con un estilo 'Lindo', como si fuera cosa de todos los días. "Shubby-chan: Guardian de los jovenes" decía el título. "Oh", dijo Aika. "Entonces es una guardería cultista?". ------ Improfanfic presenta Magical Girl Hunters 11: ...Y todo lo que obtuve fué esta pinche playera Por Tim Harahan Magical Girl Hunters createdo por Aaron Shattuck C&C será apreciado a harahan@uiuc.edu. Traducido por ROMeo (azalin1@lycos.com) Aviso: Esta historia está clasificada como PG-13 debido a algo de lenguaje, un cacho de violencia, y algo de contenido oscuro. Este estandar fué elegido cientificamente al tanteo. Se sugiere supervisión adulta. ------ "Entonces, como es que no habían escuchado de esto antes?" preguntó Aika, tomando la pila de panfletos y comenzó ahojearlos. Me encogí de hombros. "Habíamos escuchado del Club Feliz-Feliz Alegre-Alegre de Shubby-chan, pero eran relativamente inofensivos. Algunas personas gustan de salir los sabados, estos tipos prefieren hacer rituales. Nada especial". "Esto es nuevo" dijo Itami. "Lee el panfleto". Aika abrió el panfleto del guardian de los jovenes, poniendo su dedo en medio de la página. "La gente dice que Shub-Niggurath es un monstruo" decía. "Algunos tienen miedo de ella, del mismo modo que le temen al rayo. A la gente siempre le dá miedo aquello que es más fuerte que ellos". Ella dió vuelta a la pagina. "La gente lista se hace amiga de Shub-Niggurath pues ella comparte su fuerza con sus amigos. Criminales y youma están por todas partes, de modo que necesitamos la ayuda de Shub para así ser fuertes y ayudar a nuestros amigos. Por eso la llamamos Shubby-chan; hemos hecho amistad con ella, y queremos ayudarte a que la conozcas también". H comenzó a hacer algo con el oído de Itami que me forzó a interesarme en la foto de una familia entrando en el sitio de Shubby-chan. Aika sostuvo el planfleto enfrente de su rostro para bloquear su campo visual. "¿Esto es para niños, no?" Ella me miró desde atrás del panfleto. "Le dan esto a todos?". Asentí. "No podemos hacer esto del modo usual" dije, señalando a la hija de familia. Ella tenía una gran sonriza en su rostro, como si el sitio de Subby-chan fuera alguna clase de parque de diversiones. "Demasiadas bajas civiles potenciales. Itami y yo rentamos un apartamento al otro lado de la calle y comenzamos a contar cabezas; usualmente hay por lo menos quince personas durante el día. Tres trabajadores y doce niños en promedio hasta las seis de la tarde. Después son más que nada adultos hasta que terminan las sesiones de la tarde. Aika soltó a 'Subby-chan: guardian de los jovenes' y comenzó con 'El verdadero Universo'. "Las luces siguen prendidas hasta las once, pero parece que las clases terminan a las nueve". Aika miró desde su panfleto. "Um, no se si pueda ir a un trabajo nocturno" ella dijo. "Puedo escaparme un rato después de la escuela, pero mis padres me esperan en casa de noche". Personalmente no me importaba mucho; Aika podría ser útil, pero la idea de ella con un arma aún me ponía nervioso. Además, no quería realmente verla demasiado envuelta en el negocio. Claro que naturalmente, Itami hizo su intervención. "Necesitamos poder de fuego" el dijo. El sumo se fué a comerciales, y su mano se torció como si CASI cambiara de canal. H se apartó del oído de Itami y me lanzó su mirada de bazooka. "No hay ninguna ah" ella dijo, justo al tiempo que Aika estaba por decir algo. "¿Que hay de las niñas?" Me encogí de hombros nuevamente. "Debe haber en el area. Es una mala zona para los youma; todo lo que es el oeste del parque Ureshii ha sido bastante golpeada, especialmente con Princess Love fuera de la acción". Agité las fotos. "Esta area ya era mala antes, y se está poniendo peor ahora. La policía simplemente ya no puede mantener el ritmo". H me dedico una de sus miradas que matan. "Si no hay ninguna niña mágica entonces tengo mejores cosas que hacer". "Podrían mostrarse" dijo Itami. Se arriezgo perder el suficiente tiempo de sumo para checar otro canal, y una alegre pareja hablando sobre su nuevo auto Toyosan. La esposa enloquecía sobre como ahorraba gasolina y el hombre hablaba sobre su blindaje que lo había salvado de pandillas y Youma. "Podrías explorar", dijo Itami, mientras cambiaba canales de vuelta al sumo. "¿Sabes? quizás podría Itami". Una luz brilló en los ojos de H. Y si cualquiera de ellas intenta atacarte a traición, podría encargarme de ella. H se frotó contra Itami, cosa que regresó a una abochornada Aika de vuelta a su panfleto. "Siempre me encargaré de ti, Itmai". Silbé, lo que me hizo acreedor a otra de esas miradas de H. "De todas formas" dije "Vamos a tener que caer en el lugar a deshoras. Con algo de suerte podremos averiguar que onda con estos tipos". Saqué la lista que Ramsbottom nos había dado. "Tecnicamente, solo tenemos que atrapar a estos cuatro". Recorrí los nombres: Kottonata, Bara, Reika, y Jiyu. Nombres completos me hubieran hecho mucho más feliz, pero era todo lo que nos sacábamos por no checar la lista antes de aceptar el trabajo. "Con algo de suerte, podremos al menos encontrar alguien que sepa donde están". Itami asintió. Otros dos tipos enormes se estampaban uno contra otro en la TV. "Ok pues, vamos mañana" dije. "Aika, no tienes por que preocuparte". Ella asintió y regresó a 'El verdadero universo'. Ella tenía ya un tiempo sin siquiera cambiar la pagina. "A todos los demás, nos veremos donde Subby-chan a las diez. Les pondré un lugar en la mañana, después de obtener algunos mapas y planos del archivo de la cuidad". Las cosas terminaron rapido después de eso, aún cuando tuve que remolcar a Itami de mi sofá para que se fuera H. ------ Itami no concordaría en esto, pero las mañanas no son tan malas. Para algunos, están asociadas con cosas alegres y saludables; el sol sale, la vida empieza, y es un nuevo día. Si de paso son la clase de gente que pone el Magical Healing CD de los Tokyo Protectors en su despertador, como mi amado vecino, entonces la mañana se pone mal. Esas son las personas que le dan al amanecer mala reputación, intentando compartir su alegría al grado que todos los demás decidan compartir su dolor. Yo por mi parte, pensaba que la mañana era tan solo una parte del día. Nunca me hubiera figurado que el Finn fuera de los otros. "Aaaah Joy, que alegría verte!". Practicamente abrió las puertas de la bodega de par en par y tomó una profunda bocanada del humo de escape matutino. "¿Saliste a tomar sol chico?". "Hey Finn". Me dirigí al interior de la bodega pasando al Finn. De este lado, eran más que nada cajas y autopartes; sus juguetes divertidos estaban en la otra esquina. Mezcladas entre los juguetes bonitos estaban todas las cosas que Ramsbottom nos había dado; suelo ponerme paranóico con las gentes que detienen el tiempo y me dan presentes. Nosotros podremos ser buenos, pero cualquiera con esa clase de juguetes es probablemente mejor, lo cual me hace preguntarme por que nos necesita. "¿Ya tuviste oportunidad de checar las cosas que traje?". "Si". El Finn azotó la puerta y se me adelantó. Me dediqué a deambular por las cajas detrás de el. "Todo es legítimo; no hay restreadores, no están trucadas. Objetos de calidad, aunque yo conservaría esas Smith&Wessons que te dí. Las .45 son buenas, pero son apenas semi-automáticas, y los cartuchos son demasiado pequeños. Dieciocho balas no vencen a treinta Yoi". El tomó otro de esos respiros purificadores matinales, y yo me preguntaba exactamente cuanto polvo había succionado en el proceso. "Nunca desprecies regalos" me encogí de hombros. "Bueno, aunque deberías quedarte con mis cosas" el dijo. Le dimos la vuelta a la esquina en la pila de partes de repuesto a la que el llamaba taller. Podía ver nuestras armas en una mesa de la esquina. El Finn señaló un torno que sostenía uno de los deatomizadores en una maraña de cables y sensores, junto a un parpadeante osciloscopio y otros artilugios raros. "Especialmente con esta chatarra de Star Trek que te están dando. Ya la checaste?" Menée la cabeza mientras el saltaba a la cafetera en la esquina. "Un fino juguete, pero con un gran problema. Ven, mira esto". Caminé hacia el deatomizador mientras el Finn se sirvió una taza de fango. De ninguna forma iba a perdir una taza; aprendí mi lección hace unos meses. "¿Ves el seguro del cartucho?" Menée la cabeza nuevamente mientras el se dirigió hacia el deatomizador y puso la cafetera sobre algo que centelleaba bastante. "No hay ninguno". El tipo palmeó la columna, lo que hizo hacer bip a la cosa centelleante. "Alguna clase de unidad de carga. Mantente atrás". Retrocedí. El Finn presionó un botón en uno de sus artefactos, lo que hizo burbujear la cafetera, encendió un estereo el cual no había notado y sacó una placa de acero abollado a veinte pies del deatomizador. "Bienvenidos nuevamente a la Comuna Matutina de la Diversión de Tokyo!" anunció el estereo. "Ahora, de regreso a nuestra hora de los heroes, con algo del volumen tres del Happy Healing Compendium. Y Recuerden amigos, aún estamos bastante lejos de la meta del fondo de estudios memorial de Princess Love, de modo que sigan mandando sus contribuciones. Ahora, salido del album mejor conocido como 'La Sonriza', aquí está Cheery Crystal Knight con 'Tan solo otra cara con la sonriza, parte dos' ". El Finn ignoró estudiosamente mi mirada, aún cuando comenzé a reir. ¿El Finn? ¿Con la Tokyo Network? Esto es mejor incluso que la vez que sorprendí a Itami bailando la macarena mientras pensaba que no lo estaba observando. No hay forma de que eso fuera 'investigación' como el dijo esa vez. "We don't need no deep de-pres-sion," cantaba la radio. "We don't need no thoughts of doom..." El Finn sacudió su cabeza, se enderezó. y comenzó a oprimir botones en el control remoto. Supongo que tenía mal cabelado el botón de apagado puesto que nada pasaba en el estereo. Un montón de otras cosas comenzaban a girar o a hacer bip, y una ametralladora montada en un tripié comenzó a mecerse de aquí a allá. El Finn saltó sobre el cable y lo desenchufó, cosa que aún no surtió efecto alguno en la radio. "Hey! Creature! Leave those kids alone!" Después de un momento, el Finn caminó hacia el estereo, lo pateó, y movió un switch. Finalmente se apagó el coro, y el ruido se desvaneció entre los zumbidos de aquello que el Finn no había apagado todavía. Le dediqué una ceja levantada. "Gee Finn, justo antes de ese pequeño y dulce solo de guitarra..." El me hizo una mueca y volvió al deatomizador. "Aquí está tu luz deliciosa Yoi". Su dedo se enredó en el gatillo. "Um, Finn, y que hay del rui-" El jaló el gatillo de todas formas. Un rayo gris salió del barril con un estruendo como camiones en un puente. seguido de un 'whoosh' mientras se desvanecía. Mi corazón comenzó a recuperar su ritmo al darme cuenta que aquí no ibamos a atraer policías respondiendo al escandalo de armas automáticas. "Y ahí tienes", dijo el Finn. Dirijí mi mirada a lo que quedaba de la placa de acero; había un gran agujero en ella, pero no uno elegante. Una plasta de acero faltaba, como si alguien le hubiera vertido gelatina de ácido o algo así. "¿Escuchas el zumbido?". El Finn palmeó el arma para llamar mi atención. "La cronometré. Disparas, después esperas diez segundos. Mientras atente a los juguetes usuales o consiguete una bayoneta MUY grande, a menos que quieras que la arregle por ti". "¿Ahora sabes de lasers, Finn?". El Finn se pulió las uñas en su manchada cahqueta. Suele verse mucho más impresionante cuando no lo hace un roedor. "Me lastimas Yoi, en verdád; ya deberías saber que puedo decifrar esta cosa. Dejame una de estás y podría incluso abrirte un crédito". Sacudí la cabeza. "Son todas prestadas, Finn". Me dirigí hasta la mesa de trabajo con nuestras armas y saqué un trapo. "¿Que tal si mejor te consigo una copia autografiada del Pink Album?". "¿Cuantos angeles pueden bailar en tu cabeza, Yoi?" Esa me hizo parpadear. De esos momentos cada x tiempo en el que sabes que acabas de ser insultado, pero no estás seguro de como. Gran forma de empezar la mañana. ------ La noche no fué igual de alegre, pero Itami tampoco es del tipo de la 'Tokyo Fun Network'. A las diez, estabamos justo a unas cuadras de donde Shubby-chan, y yo seguía palmeando sobre el volante esa apestosa tonada de Solo Otra cara más con la Sonriza por cuarta vez. Itami se recargaba en la ventana y se le quedaba mirando a la gente hasta que esta comenzaba a caminar más de prisa. "¿Es aquí donde se supone nos encontraremos con H?" pregunté, observando el callejón junto a donde nos estacionamos. Itami asintió. "Bueno, mejor que se apure". Cualquier cosa con tal de tener algo de acción y sacar esa tonada de mi cabeza. "Llegamos con anticipación" gruñó Itami. "Así solo atraeremos a policías que hagan preguntas" le dije, mirando alrededor hasta que ví la heladería al otro lado de la calle. Letras palidas en azul sobre la puerta llamándolo el Kenkai. "Vamos, salgamos a la calle. ¿Te gusta el helado con galleta?". Itami gruñó sus sentimientos hacia El Rey de los Helados. Nos paseamos por la puerta y nos formamos. Había una que otra mirada chistosa en nuestra dirección, pero nada que no pudiera manejar Itami. Si alguien lo miraba, el miraba de vuelta. Yo ordenaba para ambos mientras que Itami se consiguió un lugar con vista. No haría nada bien haber dejado todos esos juguetes en la cajuela sin vigilar el auto, después de todo. El helado es cosa rara para Itami. Con la mayoría de cosas, el se come lo que le dejes en frente. La única forma de saber si le gustó o no es si te mira de forma amenazadora o no entre mordidas. Con el helado, sin embargo, Itami se pone selectivo. Si no es una copa con una bola de vainilla y una de chocolate entonces olvidenlo. Personalmente, nunca supe que onda con eso. Tomé el helado; una bola de helado con galleta para mi, y lo de siempre para Itami. "Te perdiste lo bueno esta mañana" le dije a Itami mientras me senté y le pasé su copa. El tomó una cucharada de chocolate. "Sucede que el Finn escucha la hora del heroe". Mi cuchara se hundió en la copa. "Fué hermoso" continué. "El tipo se agacha sobre uno de esos artefactos de su taller, listo para encenderlo, cuando oprime uno de esos controles remotos sobresaturados suyos. Lo siguiente que se, es que de pronto estamos en medio de 'La sonriza', y el Finn está practicamente rebotando en las paredes intentando apagarlo". "Hm" dijo Itami, tomando otra cucharada de chocolate. Como le hace para que su cucharada tenga solo un sabor exactamente está más hallá de mi entendimiento. Aún cuando ambas bolas estén mescladas completamente, el nunca saca una cucharada con sabores mezclados. "Uno averigua esas cosas a la larga". "Parte dos" dije, con una cínica sonriza "La versión de Cheery Crystal Knight". Itami se asomó a la ventana. "Ellos anunciaban este 'fondo de escolaridad Princess Love' y entonces bam!. Debiste ver su cara Itami". Itami me golpeó con su mirada de '¿Que tu qué?', la cual lucía demasiado como su mirada de 'ah, eso'. "¿Les marcaste?". "¿Que quieres decirme con si 'les marqu'?" bajé mi cuchara y abrí las manos. "¿Parecen llenas Itami? Parezco tener efectivo de sobra acaso?" "Llama" el dijo, tomando una cucharada de vainilla. Rayos, el hablaba en serio. "Mira Itami, no somos ricos, y cualquier comité encargado de un 'fondo de Princess Love' seguro también estará buscando niños como ella. ¿La recuerdas? ¿La adorabe defensora de la justicia, abusadora de la música de medio tiempo?". Itami la lanzó una de sus miradas de '¿Y que?', con otra cucharada de vainilla para dar énfasis. Atraje un par de miradas poco amigables de las mesas vecinas y bajé la voz. "No vale la pena Itami. Ellos probablemente le darán a alguna diez-añera una varita mágica junto con el cheque, y ella correrá la misma suerte que Princess Love". Itami no estaba sacando ninguna conección, ¿o si?. "No pienso tomar parte en el problema de las niñas mágicas Itami. Y eso incluye ayudar en ninguno de esos 'lindo- buenos' fondos de estudios'. "Yo llamar" Argumento que siguió con otra cucharada de vainilla. Mi copa de helado con galleta no había sido tocada, de modo que solo empezé a revolverla, checando si me habían salido de esos trozos grandes de galleta esta vez. "Mira Itami, está bien que estamos en un país libre y todo, pero no pienso llamar y tu tampoco deberías hacerlo". Suspiré. "Recuerdas la vez cuando quedaste atrapado entre Heian Helper y La Creatura Triste, en aquel tiempo en que Helper estaba con Princess Love? En aquel entonces en que estabamos en esa fuerza de defensa Angel Idol?" Itami me miró friamente, revolviendo su cuchara en la copa. "Cuando fuiste sometido a la canción de armonía feliz tres veces en cinco minutos, y la canción del deber cívico en el camino de salida?". Esta vez obtuve una de sus miradas de 'Lo que sea'. "¡Renunciaste y pasaste las siguientes dos semanas considerando el denunciarme!". El tomó otra cucharada de vainilla. "Mentira". "Chingaderas Itami!. Encontré ese diario que tenías en ese entonces". Su mirada creció un grado. "No me salgas con eso Itami. Ya has estado al borde. He tenido que saber que tan cerca, de otra forma ya estaríamos muertos". Mi cuchara acuchilló el helado con galleta. "Compraste el Pink Album por amor de Dios!. Saliste con una de ellas!". Otra cucharada de vainilla. "Ella no era". Tomé otra cucharada y le dí mi mejor mirada de 'Lo que sea', misma que no funciona igual de bien con la boca llena de helado con galleta. "Su perro hablaba Itami. Tu estabas demasiado ido para darte cuenta, pero yo te estaba cuidando". "Ella no era". Nuevamente, el acentuó con una cucharada de vainilla, como un Terminator del helado. "Itami" dije "Obviamente no captas, pero al menos ya no importa. Pasaste dos malditas semanas cantando con el Pink Album. ¿Sabes cuantas veces tuve que soportar tu patética entonación de 'Todos importan'? ¿Y que tal la de 'Todo perdonado'?" Me recargué en la mesa, apuntando con la cuchara para dar énfasis. "Fuiste succionado en su mundo, Itami. Por dos semanas, tu fuiste el novio maduro con pasado misterioso. Su segundo novio, mientras ella estaba despechada de ese tal Masked Avenger. ¿Sabes cual es la taza de supervivencia para esos tipos?" Mi cuchara casi tocaba su naríz. "Veinte por ciento, Itami. Estuviste ASÍ de cerca de transoformarte a la 'redención' y jodernos a ambos de paso". Intenté ganarle a una de sus miradas. No es que tuviera siquiera una oportunidad de vencerlo, pero al menos entendería mi punyo. "De ahí vino Princess Love, y ahí es a donde va su dinero. En verdád planeas apoyar eso?". Itami tomó una cucharada de chocolate y gruñó. Yo, me recargué en el respaldo. "Exactamente" dije, tomando una cucharada del mío. Le dimos a H diez minutos más, pero nunca se mostró. Itami nos hizo checar el area, pero esto no me sorprendía; H no es exactamente miss confiable cuando no hay fuku garantizado en el trabajo. Nos pusimos en camino. Itami puso la radio en la Fun Network, pero no hizo nada cuando le cambié a una estación de Funk. Diez minutos más tarde, estabamos ahí. ------ Nos estacionamos junto al desague de un cajellón que corría detrás de donde Subby-chan. Itami sacaba el equipo mientras yo le pagaba a los pandilleros que preguntaban si queríamos que nos cuidaran el auto. Eso bajaba la posibilidad de un robo total a cincuenta-cincuenta. Les regatée un poco prometiéndoles el resto del dinero con un bono a nuestro regreso, lo que lo cambiaba quizás a un sesenta-cuarenta. Personalmente era más sobre las molestias que sobre el auto; perder nuestra ruta de escape iba a doler, pero tener que responderle a la policía por alguna de las nuevas innovaciones anti-robo del Finn sería mucho peor. Además, supuse que los pandilleros se figurarían que no somos gente con la cual meterse; el tener a Itami mirando desde el otro lado de la calle hizo maravillas por las negociaciones. Con ese problema fuera, nos encaminamos desde el callejón hacia donde Shubby-chan, checando cada basurero de atrás mientras ibamos. Según la oficina de archivos, el lugar de Shubby-chan era una tienda de equipo, lo que significaba una entrada trasera. Ese era nuestro boleto de entrada; bueno y fuera del camino, con un bonito y restringido campo de visión comparado con la entrada de la calle. A mitad del callejón, soltamos los bultos y nos cargamos. Itami era nuevamente el ministro de los objetos puntiagudos, con el deatomizador y la espada en la espalda, un carajo de cuchillos bajo su gabardina, y un prototipo de las automáticas del Finn, solo por si acaso. Yo me sentía en humor de adherirme al motiff del plomo volador, el cual lucía bastante como el look de Itami, intercambiando la mayoría de los cuchillos por munición de repuesto y granadas. Escondimos los costales detrás de un basurero y nos movilizamos hacia la entrada, turnándonos entre quien se movía y quien cubría solo por si acaso. En un minuto, estabamos en la puerta. Naturalmente, cuando una niña en fuku salta desde una azotea a la calle en frente de nosotros, usualmente estoy presto a volarle la cabeza. Nuestras armas la enfocaron mientras su cabeza se alzaba; ella me había visto. Afortunadamente para ella el fuku camuflado era suficientemente distintivo. "Muchachos, soy yo!" ella gritó "Aika". Bueno, allá va nuestra infiltración silenciosa. Bajé mi arma y me uní a Itami detrás de uno de los basureros, haciendole señales a Aika. El arma de Itami se mantenía recorriendo de un lado a otro del callejón, solo en caso de algo que escogiese este como momento indicado para aparecer. "¿Que demonios haces aquí?" cuchichée. "Dijiste que estarías en casa!". Aika puso mirada de oveja. "Decidí venir de todas formas; esos panfletos me perturbaron. También me cacharon...". Genial. Recorrí con la vista el callejón "¿Alguien te siguió?". Aika sacudió su cabeza. "No, pero vi un buen de niñas mágicas. ¿Tienes idea de cuantas de ellas se pasean por estas azoteas? Alguien incluso puso señalamientos de transito allá arriba. No pude esconderme todo el camino, e incluso le cedí una vez el paso a Peachy Keena y las guerreras frutales arriba del palacio de gobierno. No estaban prestándome mucha antención sin embargo". "¿Como sabes?" preguntó Itami. Aika miró detrás de su hombro en dirección de Itami. "No paraban de hablar de ese concierto de beneficencia Idol Achievement. Eso y una discusión sobre cual de ellas estaba destinada para un tal Tetsuo. También mencionaron un Youma en el puerto". "Maravilloso" dije "...pero mejor saltate eso y pasate a la parte en que te 'cacharon' ". Escabullirnos de esta forma no era un buen plan, y era necesario que Aika se diera cuenta. Sin embargo nuestra charla tendrá que esperar; estamos en medio de muchas cosas ahora. "¿Quien lo sabe?". Aika lagrimeó un poco. "Mis padres. La ventana se atascó a mi regreso y me oyeron forcejear. Como no había tenido tiempo de cambiarme seguía en el fuku y... bueno..." "Bueno ¿que?" preguntó Itami, tan gentil como siempre. "Les dije" confesó Aika, la cara roja y ojos en el pavimento. Pude ver el arma de Itami temblar una milesima de segundo mientras seguía recorriendo el callejón, y yo podía entender el por que. "Digo, no sobre ustedes; sino sobre haber sido golpeada por el rayo y encontrar ese encendedor mágico. Ellos estaban tan orgullosos; papá incluso dijo que era la primera cosa buena que me pasaba desde querer unirme a la Self-Defense Force. Mamá casi lloraba, exclamando lo grandioso que era todo esto, también me dijo que no dejara esta dimensión para ir a mundos paralelos sin avisarles antes". Ella pateó una caja vacía en el piso del callejón. "Piensan que salí a pelear con Youma como todas las demás". Ok niños, ahora ven por que no le tengo gran estima a las brigadas de fuku? A ver, repitan conmigo: daño colateral. "Ok, las letras pequeñas aquí son si tus padres tienen la capacidad de rastrear tus actividades y averiguar realmente lo que haces. Pudieron seguirte hasta aquí?" Aika sacudió su cabeza; perfecto. "¿Alguna de las otras niñas te dijo algo?" preguntó Itami. "No" contestó Aika. "La mayoría ya estaban algo ocupadas. Solo se desplazaban a donde sea que fueran; a veces charlan cuando el trafico no está muy fuerte. Las guerreras frutales se siguieron de largo". Aika puso una media sonriza que me recordó a Itami. "Pude haberme echado a cualquiera de ellas, estaban tan cerca..." "Wow". Tomé sus hombros y su cabeza se alzó para verme. "Bien, no hacemos nada para lo cual no tengamos contratos. Nada de regalos" le sonreí "¿Entendido?" Ella asintió. "Bien". "Mis padres tomaron el arma sin embargo" ella dijo en un tono bajo. "Dijeron que era peligrosa, después comenzé a correr por las azoteas". Ella miró al callejón y después hacia mi nuevamente. "Y veniste hasta acá?" pregunté. Se encogió de hombros. "¿Por que no?" puso una sonriza Itami-escamente siniestra. "Bien podría hacer lo que vine a hacer". Al menos no está interesada en Itami, no me gustaría ver a sus niños. "Ok, Aika" le dije. "Aunque no traemos armas de repuesto". Ellá hizo un pequeño puchero, lo que me hizo sentir bien; esa es la Aika que conozco. "Vendrás con nosotros". Quizás la hubiera dejado mejor en el auto, pero de seguro se hubiera espantado con la pandilla. Aun cuando los vapuleara, sería atraer más atención de la que necesitamos. El bajo mundo nos permite seguir en el negocio porque nos encargamos de los trabajos sin pisar demasiados talones, lo que significaba que no había ningún proposito en arriezgar algo con la pandilla. "¿Que necesitan que haga?" preguntó Aika. Lucía bastante tranquila; buena señal. "Itami" dije. El le pasó uno de sus cuchillos sin voltear. "Sujeta esto, mantente atrás, y avisanos si algo sale a nuestra espalda". "Ok". "Sigueme" le dije. Nos dirigimos a la puerta directamente esta vez; cualquier cosa que nos hubiera estado acechando ya nos habría disparado para ahorita. Itami nos alcanzó en un momento, y nos separamos hacia ambos lados de la puerta. "Listo Itami?" Tomé una de las .45 debajo de mi abrigo. Itami asintió y puso una mano en la perilla de la entrada trasera del lugar de Shubby-chan. Se movió lentamente, abierta...bien. Aika permaneció detrás de Itami, observando mientras yo hacia cuenta regresiva con los dedos. Al llegar a cero Itami abrió abruptamente la puerta y yo me abalancé dentro del cuarto. Nuevamente, el centro familiar de Shubby-chan derrotaba las espectativas. Lo que los planos habían mostrado como una bodega trasera había sido convertida en un cuarto de recepción. Bancos de madera estaban alineado en la mitad izquierda de la habitación, había una pequeña mesa redonda con varios perdiódicos y revistas. Pinturas abstractas y dibujos infantiles llenaban las paredes, la mayoría involucraban a Shubby-chan. Una puerta con paneles de madera conducía más adentro del centro familiar. No le presté mucha atención, contando que mi arma estaba apuntando a la recepcionista detrás del escritorio que dominaba el lado derecho del cuarto. "Pongase de pié lentamente y ponga sus manos donde pueda verlas" le dije. "Hola" ella dijo, bajando el lapiz y obedeciendo de forma casual. Miré la placa con su nombre: Ichiko. Itami se adelantó a cubrir la puerta interior mientras Aika cerraba la entrada. ¿Por que demonios pondría alguien un area de recepción en su puerta trasera?? "Estamos aquí para ver a-" piensa en la lista, piensa "Kotonatta. Muestreme su oficina". "Kotonatta-san no trabaja aqu" dijo Ichiko calmada. Aika se pasó detrás de mi; supongo que tampoco estaba tan segura de lo que sucedía. "¿Existe algo más con lo que pueda ayudarle?". "Alejese del escritorio" le dije a Ichiko. Ella me lanzó una mirada absorta, como aquella que me dedicaba mi maestra de cuarto grado cuando pensaba que estaba actuando especialmente tonto. "¡Ahora!" "En serio deberían irse" dijo Ichiko. "No hay nadie más aquí, y Shubby-chan me está observando". "Que dulce". Gesticulé hacia atras con el arma "Linda, saca sus registros". Pude sentir la mirada de enfado de Aika; heh. "Ahora ¿Donde está Kotonatta si no está aquí?". Ichiko bajó su mirada hacia Aika. "Segundo cajón de arriba cariño. No, el de la izquierda". "Kotonatta no está en el escritorio". Nunca había pidido hacer bien una voz amenazadora, pero tenía que intentarlo. Aika seguía urgando en el escritorio mientras hablaba. "¿Donde está Kotonatta?". Ichiko seguía mirando a Aika. "En un segundo lo atiendo sr." dejé salir un tosido. El asunto con las niñas mágicas es que son ellas las que hacen toda la parla; yo por mi parte, necesitaba ago de practica. "Buscas el tercer libro en la pila dulzura". Aika deslizó un libro mayor en el escritorio; su cubierta rosa y manchas decorativas de Shubby-chan resaltaban. "¿Quien trabaja aquí?" demandé. Ichiko me desaprobó. "Realmente usted debería ser más agradable, o Shubby-chan lo atrapará. Ella prefiere a la gente alegre". Finalmente me rendí. "Itami". Cambiamos lugares mientras que Aika terminaba de checar los otros cajones del escritorio. Otros tantos libros libros mayores de Shubby-chan salían a flote mientras que yo dejaba que el dios de la melancolía tomara su turno con Ichiko. "Kotonatta, Jiyu, Bara, y Reika" dijo Itami. "¿Donde están?". El se dió rienda suelta con una de esas miradas que siempre le daba espacio de sobra en el metro, inclusive a horas pico. Aika terminó de revisar el escritorio, tomó los libros, y se movió detrás de mi. Itami sostuvo su mirada, e Ichiko le hizo conversación. "Esto es más que nada una guardería, sabe?" Ichiko asintió hacia la puerta de adentro. "¿Sabían que la taza de ataques Youma en esta area está finalmente bajando? Por primera vez en tres años" ellá sonrió. "Al fin les estamos llegando. Es agradable, en verdád. Shubby-chan no pide mucho realmente; les gustarían algunos libros? Están en el tercer cajón de abajo a la derecha; lectura muy interesante". Misericordiosamente, la puerta interior se abrió antes de tener que seguirla esuchando. Un hombre calvo con túnica oscura asomó su cabeza en el cuarto. Sus ojos se abrieron al igual que su boca al ver mi Smith&Wesson. El arma disparó, y el re-decoró la pared antes de poder gritar. "Bara-san!" Ellá gritó boquiabierta, mirando el agujero en su atuendo de 'Le sacrifiqué una cabra a Shub-Niggurath y todo lo que obtuve fué está p#nch$ túnica'. Me rendí y le dije a Itami que la noqueara. ------ Metimos los libros bajó de un banco y escondimos a Ichiko bajo el escritorio antes de aventurarnos en el edificio. Aika encontró unos juegos de esposas y andrajos bajo un fondo falso en el escritorio, de modo que las probamos en Ichiko. Fucionaron como mandadas hacer, lo que fué toda una suerte; Itami y yo no solemos traer esa clase de cosas en el trabajo. La puerta interior nos condujo a un corredor. En los planos, había sido una linea de transporte entre las diferentes despensas y el mostrador. A nuestra derecha estaba las puertas del mostrador; más allá a la izquierda estaba otra bodega, con el cuarto de calderas más abajo. El frente estaba vacío. Había sido convertido en areas de juego e hileras de escritorios. Shubby-chan estaba en todas partes: posters, alfombras, almohadas, incluso en las hojas de papel en los escritorios. Niños tomados de las manos bailaban alrededor de Shubby-chan en las fotos, mientras que adultos observaban y sonreían con creaturas negras en gabardinas. "Jovenes de la oscuridad" dijo Itami calmadamente. Aika tembló. Nos escabullimos en el segundo cuarto de almacenaje; nadie en casa. Cajas de panfletos y suministros escolares estaban arrejuntados en anaqueles que delineaban las paredes. Provenían de fabricantes ordinarios; reconocí la mayoría pues tenía de esos en la oficina. Aika abrió una caja, la cual resultó estar llena de camisetas de Shubby-chan. La caja en la cual me asomé estaba llena de cuchillos. Alguien estaba entonando algo con bastantes 'urks' y 'ucks' cuando regresamos al corredor. Levanté la mano para detener al grupo y señalé al cuarto de calderas. Itami y Aika asintieron, y nos separamos a cada lado del cuarto. Hice otra cuenta regresiva con los dedos, y a la de tres entramos. "¡Quietos!" grité. El cuarto de calderas había sido convertido en una camara tradicional de cultos. Tenía bastane equipo calentador y refrigerante de un lado, pero el centro estaba decorado con todos los garabatos y pentagramas en los cuales se clavan tanto los cultistas. Tres jovencitas estaban de pié, cada una en el centro de cada uno de los tres círculos en medio de todo el desorden, mientras un hombre de edad madura estaba debajo de un globo gigante de Shubby-chan con un libro abierto en los brazos. Había un altar cerca de la caldera, con machas de sangre y todo. Claro que la camara impía promedio no tenía las runas y manchas de sangre pintadas con los dedos, pero supongo que Shubby-chan había optado por ser avant-garde en ese aspecto. Divertido. "Estamos listas para ti!" exclamó una de las niñas, una rubia adolescente. "Suelte el libro" le dije al hombre, caminando hacia el. Itami y Aika se separaron para tener cubiertas a las niñas. "No lastimarán a Jiyu-san!" Canturreó otra niña. Esta era una morena preparatoriana. Okay, esto nos daba dos de nuestra lista. Gesticulé que bajara el libro con mi mano libre. Con suerte podriamos quemarlo; los cultos son mucho más faciles de manejar una vez que carecen de unos cuantos ritos. "Mantengan la calma mis niñas" dijo Jiyu, mirandolas. Su voz era suave, como la de un comentarista de golf. "Shubby-chan nos da fuerzas". El volteó para encararme. "Deberían irse. Esto no debería involucrar a las niñas". Itami resonó una bala en la camara de su arma, y las niñas saltaron. "¡Te protegeremos!" gritó la rubia. La tercer joven sacudió su largo cabello negro de forma regia. "Te lo debemos". "No" dijo Jiyu. Miré a las niñas; cada una había sacado una delgada varita de plástico. Jiyu hizo una mueca de dolor, y yo fuí tras de el. Lección uno niños: los prisioneros sirven. "Por la leche de los ungidos, me encomiendo a voz" dijeron las niñas en unísono. "Dame el poder para proteger a mi gente, tu gente!". Una gota de algo centelleó en la punta de cada varita. Jiyu extendió sus brazos y gritó. "NO!". Permanecí unos cuantos metros detrás de Jiyu mientras Itami abría fuego. La de cabello negro cayó, pero las otras dos ya tenían sus varitas en su boca. El cuarto pareció oscurecer, como cuando Itami saca su espada. "No te atrevas, niña!" grité. Mi ráfaga rebasó a Jiyu y abrió un agujero en la rubia mientras que Itami ventilaba su cabeza. La varita de la rubia rebotó en el suelo mientras que la morena soltaba la suya. Una parte de mi notó que las varitas lucían ahora secas mientras que le disparaba a la morena, pero ya habían comenzado los fuegos artificiales. Luz azul oscura recorría en círculos, atrapando a la rubia mientras caía. Nuestros disparos recortaban pedazos de la morena mientras que esta se alzaba en el aire, haciendola dar vueltas salpicando de negro. Negro? "Quizás quieran correr ahora" dijo Jiyu. Las niñas se tornaron mortalmente pálidas, y comenzarton a desarrollarse. Moretones negros se formaban bajo su piel, brotando hacia afuera. "Las niñas mágicas no eran confiables" continuó Jiyu. Sonaba cansado pero confiado. Dí un paso hacia atrás solo para sentir la pared tras de mi. "La policía también. Los cazadores de Youma son capaces, pero muy pocos sobreviven lo suficiente". La rubia se agitaba adelante y atrás en la luz. Algo negro comenzó a brotar de los agujeros de bala con el ritmo del puslo. Ella ya no lucía tan palida; lo negro remolinaba en los moretones bajo su piel, como si fuera ella un saco de aceite. "Buscamos una solución más completa" continuó Jiyu. Itami vació su cartucho en la morena, haciendola rebotar en la luz. Los disparos terminaban en un sonido de chapoteo. "Los jovenes de la oscuridad de Shubby-chan son poderosos guardianes, pero no pueden estar en todas partes". Las niñas cayeron al suelo mientras que la luz se desvanecía, luciendo como manchas de aceite retacado dentro de niñas de escuela. Jiyu rascó su mentón. "Espero realmente haber puesto el rito de de-transformación bien". No pienso repetir lo que pensé a este punto. "¡Deatomizadores!" grité, pateando a Jiyu a un lado. Sería agradable mantener a Jiyu después, pero necesito mi deatomizador gratis. Itami ya había sacado el suyo, mientras que Aika corría tras de Jiyu. Itami disparó a la rubia mientras que la morena saltó hacia mi. Abrí fuego también. El arma se estremeció en mis manos. Imaginense un molde de gelatina verdaderamente grande. Listo? Bien. Ahora mezclenlo con unos cuantos costales de colorante vegetal negro y revuelvan con bastantes frambuesas. Cualquier clase de fruta aplastada la da, pero me gustan las frambuesas. Una vez que tengan todo batanlo y viertanlo en una piñata. Vayanse a conseguir una escopeta, una buena de doble cañón. Arrojen un fuku en la piñata y entonces vuelenla en mil y un carajos. Tendrán como resultado el mismo batidillo que obtuvo Itami con el deatomizador. Si se preguntan sobre mi disparo, imaginense una semi-automática barriendo una nube de moscas. Se han dado cuenta cuan estúpidos tus pensamientos se vuelven cuando sabes que estás por ser apaleado?. Lo siguiente que se, estoy en el suelo con la más mal-oliente escuza de niña mágica estampando mis costillas en el piso. Intenté regresar los golpes un par de veces, pero era como golpear un saco de papas podridas. Ella intentó quitarme el deatomizador de la espalda y dislocarme el hombro, cosa que dió un mejor resultado. "Hey!" gritó Aika. Traté de safarme del agarre de la creatura, pero la cosa esa me había dado la vuelta e inmobilizado en el piso. Itami estaba gritando algo en el fondo de la escena. "Golpear a la gente cuando puedes desarmarlas es ESTUPIDO! Soy Pretty Deadly, y tu eres CADAVER!". Podría jurar que la creatura se tomó un segundo para parpadear como yo lo hice. Aika debe haber recortado sus instintos de gritos lindos con eso. "ADORABLE BOTE DE METRALLA!". Algo metalico rebotó dos veces en el piso mientras la creatura intentaba pescarme por el cuello. "Oops", dijo Aika. La cosa metalica en el suelo rugió, y salí volando. Con las manos de la creatura ya fuera de mi, realmente esperaba que Itami tuviera un disparo perfecto y un arma ya cargada para entonces. La pared sin embargo se interpuso en el camino antes de poder cersiorarme, de modo que tomé una pequeña siesta. ------ "Hey...Yoi?" parpadée. El area de recepción vino a mis ojos, a excepción de Michiko y los libros mayores. Itami mantenía guardia con un deatomizador en el hombro y otro listo mientras Aika estaba en cunclillas conmigo. Ambos lucían como si se hubieran metido en una pelea de globos con aceite, y el rostro de Itami estaba salpicado con sangre además. "Hey, um, lo lamento", dijo Aika. Traté de moverme pero solo conseguí una mueca de dolor. Mi hombro se movió con el resto de mi, pero se sintió de igual forma igual que el resto. No moverse sonaba bastante atractivo a este punto. "¿Que me hiciste exactamente?" pregunté. "Adelante bella medico de campo" dijo Itami si expresión. Aika se sonrojó. "Como que me dejé llevar". Intenté darle mi imitación de la mirada de Itami de '¿Te cae?', pero me salió apenas y muy debil. "Es algo que se te mete a veces. Intentas hacer algo cuando no sabes como y, bueno..." se mordió el labio nerviosamente. "Pero tu hombro está mejor, no?". "Genial, pero que hay de allá abajo?" dije. "¿Y donde están esos monstruos?" "Lejos" dijo Itami. El palmeó el deatomizador. "Muestrale". Aika puso su mano atrás y murmuró algo de adorable metralla. Cuando su mano regresó a la vista, había un cartucho rosa y azul ahí, como la cabeza de una granada de mano. "No ma.." le dije. "No me vengas" ella se puso aún más roja mientras yo leía las letras de camuflaje. Explosivo Mágico Vengador decía. Propiedad de Aika-chan; agitese bien antes de usarse. Precaución: Contenidos almacenados bajo presión. Me reí hasta que dolió, lo que significa que llegué a ladrar incluso. Aika bajó el bote. "Entonces tu la volaste de mi e Itami la terminó?" pregunté, subiendome al escritorio. Aika asintió y me ayudó a levantarme. "¿Que hay de Jiyu?". "Lejos" dijo Itami. "Como que también me lo ech" dijo Aika. "Estaba junto al bote". "¿Y que hay de los libros?" "Ya los checamos" dijo Aika, tomando un tajo roto de cuero y papel del escritorio. Baba negra cubría la cosa por completo, y seguía babeando en el escritorio mientras Aika lo levantaba. "Alguien limpió mientras estabamos abajo. Encontramos esto y una caja de pizza debajo del altar, con una dirección de entrega del otro lado de la cuidad". Aika dejó un recibo de pizza roto en el escritorio. "También estaban estos, y las cosas en la despensa". Lo abrí y me encontré mirando al logo de Shubby-chan en una camiseta pulcramente doblada. "¿Souvenir?" preguntó Aika. Sonreí debilmente. "Después". Asentí al recibo de pizza. "¿Que tal si nos vamos a casa y lo checamos en un par de días?" pregunté. Ellos asintieron, tomamos las cosas y nos dirigimos al auto. Aika tomó su lata en el camino afuera. "¿Alguien sabe como regresar una de estas?" ella preguntó, mirandola fijamente. Itami y yo nos encogimos de hombros, de modo que ella regresó donde Shubby-chan. Escuchamos la explosión mientras salía. Y por una vez en la vida rogué que la policía llegara a checar la escena. ----- Proxima vez, en Magical Girl Hunters.... Descubrimos donde estaba H, y Aika comienza a dar problemas. O acaso Ramsbottom muestra sus verdaderos colores mientras el Ultra impostor regresa? O quizás todos deciden salir y comer pizza con las Sailor-Shuggoths de Shubby-chan? Ojalá lo supiera. Averiguenlo el siguiente domingo, solo en Magical Girl Hunters de Improfanfic. Comentarios a azalin1@lycos.com
