La mayoría de cultos tienen cierto talento para encontrar
pequeños agujeros de ratas o bodegas abandonadas. Es casi tradicional,
y hace de los trabajos con cultos algo realmente aburrido; tuvimos
hace tiempo que arreglar a un par de niñas mágicas cazadoras de cultos
y osbervar las bodegas-abandonadas-para-sacrificios que eran sus
blancos se volvió aburrido muy rápido. El club de diversión de Shubby
-chan ahí tenía puntos por creatividad, sin embargo; muy pocos clubes
tienen frentes alegres con grandes letreros pastel diciendo 'Centro
Familiar de Shubby-chan'.

 "¿Que es eso en la ventana?" preguntó Aika, cambiando de
posición para tener una mejor vista de las fotos sobre la mesa. Nos
juntamos en mi apartamento para una junta estratégica post-
reconocimiento en virtud de un refrigerador lleno y una TV funcional,
ambos de los cuales quizás no debí mencionar en prescencia de los
demás. Itami estaba en el sofá viendo el Sumo, y yo me apropié del
sillón reclinable. H se esfumó en el baño, dandonos la primer vista
clara de Itami solo en toda la noche.

 Destapé una lata de Coca-cola y giré una de esas fotos para
verla derecha. Era una toma simple del frente de almacenaje, con un
par de niños saliendo de la puerta debajo del letrero. Los niños
traían playeras de shubby-chan con el mismo logo que la ventana detrás
de ellos. Lucía como una gran mosca topándose con un parabrisas aún
más grande, excepto que lucía intacta.

 "¿Una nube?" intenté adivinar.

 Aika picó la foto en lo que un 'flush' vino del baño. "Yo
pensé que era una cabra".

 "Hey Itami" le pregunté sosteniendo la foto, "Si o no se parece
a esas pruebas Rorshach que el orientador insistía en mostrarte en
la prepa?"

 "Esas eran manchas de tinta", dijo Itami.

 Aika lucía confundida, pero decidió no preguntar. Supongo que
se las ha ingeniado para mantenerse lejos de la vista de su 
orientador, lo que supongo es algo sorprendente. Los orientadores
escolares gustan de charlar con chicos con esa clase de intereses. No
es que yo pueda hablar mucho al respecto.

 Yo pensaba que eran casi todos pajaros.

 "Entonces, que es esta cosa?" Pregunté, agitando la foto.

 "Shub-Niggurath", sijo Itami, sin retirar la vista del 
televisor. La multitud rugía mientras que un gran gordo empujaba a
otro gran gordo fuera del ring; nunca me he interesado en el sumo. De
haberseme ocurrido como tener tan solo una oportunidad de quitarle el
control remoto a Itami creanme, hubiera hecho algo al respecto. En
lugar de eso, solo bajé la foto.

 "No parece mucho" dije.

 Aika asintió cuando la puerta del baño se abrió de golpe para
revelar a H, quien prontamente le silbó a las fotos y se enredó con
Itami en el sofá. "¿Que hay en esas fotos, Itami?" Ella preguntó de
forma felina "Cosas divertidas?"

 "Shub-Niggurath" el dijo. H se quejó y se enrolló más fuerte
alrededor de Itami. Naturalmente, el no se movió. Si aunque sea le
hubiera tirado el control remoto de la mano...

 Aika comenzó a hablar. Le dí a ese control remoto una última
mirada y regresé mi atención a las fotos. "No pueden solo llegar y
llenar de agujeros el lugar, o si?" ella preguntó. "Digo, es una
guardería, cierto?".

 "Y se pone mejor" le dije, sacando unos panfletos del bolsillo
de mi gabardina. Si, también uso esa cosa en casa. "Ellos les dan de
estos a quien se deje. Recogí algunos cuando estabamos revisando su
basura". Itami dejó salir un gruñido, exresando firmemente su amor
hacia esa parte especifica del trabajo. Dejé los panfletos sobre la
mesa. El más raro estaba hasta arriba; una foto brillante de una linda
pequeñita rodeada de youma en la portada. Ellos no le estaban saltando
encima sin embargo; ella tenía dos de esas cosas en los flancos, y
ellos mantenían su distancia. Estaban cubiertos por sombreros y
gabardinas, cosa que no evitaba que se sintiera que había algo raro
ahí; me quedé mirando la foto por más de diez minutos antes de darme
cuenta que una de sus mangas estaba completamente volteada, como si
el brazo de esa cosa estuviera roto y no le importara. Tampoco había
caras en la foto. Lo que me llamó la atención fué el dibujo; estaba
hecho con un estilo 'Lindo', como si fuera cosa de todos los días.

 "Shubby-chan: Guardian de los jovenes" decía el título.

 "Oh", dijo Aika. "Entonces es una guardería cultista?".

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Improfanfic presenta
Magical Girl Hunters 11:
...Y todo lo que obtuve fué esta pinche playera
Por Tim Harahan

Magical Girl Hunters createdo por Aaron Shattuck
C&C será apreciado a harahan@uiuc.edu.

Traducido por ROMeo (azalin1@lycos.com)

Aviso:
Esta historia está clasificada como PG-13 debido a algo de lenguaje,
un cacho de violencia, y algo de contenido oscuro. Este estandar
fué elegido cientificamente al tanteo. Se sugiere supervisión adulta.

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 "Entonces, como es que no habían escuchado de esto antes?"
preguntó Aika, tomando la pila de panfletos y comenzó ahojearlos.

 Me encogí de hombros. "Habíamos escuchado del Club Feliz-Feliz
Alegre-Alegre de Shubby-chan, pero eran relativamente inofensivos.
Algunas personas gustan de salir los sabados, estos tipos prefieren
hacer rituales. Nada especial".

 "Esto es nuevo" dijo Itami. "Lee el panfleto".

 Aika abrió el panfleto del guardian de los jovenes, poniendo
su dedo en medio de la página. "La gente dice que Shub-Niggurath es
un monstruo" decía. "Algunos tienen miedo de ella, del mismo modo que
le temen al rayo. A la gente siempre le dá miedo aquello que es más
fuerte que ellos". Ella dió vuelta a la pagina. "La gente lista se
hace amiga de Shub-Niggurath pues ella comparte su fuerza con sus
amigos. Criminales y youma están por todas partes, de modo que
necesitamos la ayuda de Shub para así ser fuertes y ayudar a nuestros 
amigos. Por eso la llamamos Shubby-chan; hemos hecho amistad con ella,
y queremos ayudarte a que la conozcas también".

 H comenzó a hacer algo con el oído de Itami que me forzó a
interesarme en la foto de una familia entrando en el sitio de
Shubby-chan. Aika sostuvo el planfleto enfrente de su rostro para
bloquear su campo visual. "¿Esto es para niños, no?" Ella me miró
desde atrás del panfleto. "Le dan esto a todos?".

 Asentí. "No podemos hacer esto del modo usual" dije, señalando
a la hija de familia. Ella tenía una gran sonriza en su rostro, como
si el sitio de Subby-chan fuera alguna clase de parque de diversiones.
"Demasiadas bajas civiles potenciales. Itami y yo rentamos un
apartamento al otro lado de la calle y comenzamos a contar cabezas;
usualmente hay por lo menos quince personas durante el día. Tres
trabajadores y doce niños en promedio hasta las seis de la tarde.
Después son más que nada adultos hasta que terminan las sesiones de
la tarde. Aika soltó a 'Subby-chan: guardian de los jovenes' y comenzó
con 'El verdadero Universo'. "Las luces siguen prendidas hasta las
once, pero parece que las clases terminan a las nueve".

 Aika miró desde su panfleto. "Um, no se si pueda ir a un
trabajo nocturno" ella dijo. "Puedo escaparme un rato después de la
escuela, pero mis padres me esperan en casa de noche".

 Personalmente no me importaba mucho; Aika podría ser útil,
pero la idea de ella con un arma aún me ponía nervioso. Además, no
quería realmente verla demasiado envuelta en el negocio. Claro que
naturalmente, Itami hizo su intervención.

 "Necesitamos poder de fuego" el dijo. El sumo se fué a
comerciales, y su mano se torció como si CASI cambiara de canal.

 H se apartó del oído de Itami y me lanzó su mirada de bazooka.
"No hay ninguna ah" ella dijo, justo al tiempo que Aika estaba por
decir algo. "¿Que hay de las niñas?"

 Me encogí de hombros nuevamente. "Debe haber en el area. Es una
mala zona para los youma; todo lo que es el oeste del parque Ureshii
ha sido bastante golpeada, especialmente con Princess Love fuera de
la acción". Agité las fotos. "Esta area ya era mala antes, y se está
poniendo peor ahora. La policía simplemente ya no puede mantener el
ritmo".

 H me dedico una de sus miradas que matan. "Si no hay ninguna niña
mágica entonces tengo mejores cosas que hacer".

 "Podrían mostrarse" dijo Itami. Se arriezgo perder el suficiente
tiempo de sumo para checar otro canal, y una alegre pareja hablando 
sobre su nuevo auto Toyosan. La esposa enloquecía sobre como ahorraba 
gasolina y el hombre hablaba sobre su blindaje que lo había salvado de
pandillas y Youma. "Podrías explorar", dijo Itami, mientras cambiaba
canales de vuelta al sumo.

 "¿Sabes? quizás podría Itami". Una luz brilló en los ojos de H.
Y si cualquiera de ellas intenta atacarte a traición, podría encargarme
de ella. H se frotó contra Itami, cosa que regresó a una abochornada
Aika de vuelta a su panfleto. "Siempre me encargaré de ti, Itmai".

 Silbé, lo que me hizo acreedor a otra de esas miradas de H. "De
todas formas" dije "Vamos a tener que caer en el lugar a deshoras. Con
algo de suerte podremos averiguar que onda con estos tipos". Saqué la
lista que Ramsbottom nos había dado. "Tecnicamente, solo tenemos que
atrapar a estos cuatro". Recorrí los nombres: Kottonata, Bara, Reika,
y Jiyu. Nombres completos me hubieran hecho mucho más feliz, pero era
todo lo que nos sacábamos por no checar la lista antes de aceptar el
trabajo. "Con algo de suerte, podremos al menos encontrar alguien que
sepa donde están".

 Itami asintió. Otros dos tipos enormes se estampaban uno contra
otro en la TV. "Ok pues, vamos mañana" dije. "Aika, no tienes por que
preocuparte". Ella asintió y regresó a 'El verdadero universo'. Ella
tenía ya un tiempo sin siquiera cambiar la pagina. "A todos los demás,
nos veremos donde Subby-chan a las diez. Les pondré un lugar en la
mañana, después de obtener algunos mapas y planos del archivo de la
cuidad".

 Las cosas terminaron rapido después de eso, aún cuando tuve que
remolcar a Itami de mi sofá para que se fuera H.

------

 Itami no concordaría en esto, pero las mañanas no son tan malas.
Para algunos, están asociadas con cosas alegres y saludables; el sol
sale, la vida empieza, y es un nuevo día. Si de paso son la clase de
gente que pone el Magical Healing CD de los Tokyo Protectors en su
despertador, como mi amado vecino, entonces la mañana se pone mal.
Esas son las personas que le dan al amanecer mala reputación,
intentando compartir su alegría al grado que todos los demás decidan
compartir su dolor. Yo por mi parte, pensaba que la mañana era tan
solo una parte del día.

 Nunca me hubiera figurado que el Finn fuera de los otros.

 "Aaaah Joy, que alegría verte!". Practicamente abrió las puertas
de la bodega de par en par y tomó una profunda bocanada del humo de
escape matutino. "¿Saliste a tomar sol chico?".

 "Hey Finn". Me dirigí al interior de la bodega pasando al Finn. De
este lado, eran más que nada cajas y autopartes; sus juguetes divertidos
estaban en la otra esquina. Mezcladas entre los juguetes bonitos estaban
todas las cosas que Ramsbottom nos había dado; suelo ponerme paranóico
con las gentes que detienen el tiempo y me dan presentes. Nosotros
podremos ser buenos, pero cualquiera con esa clase de juguetes es
probablemente mejor, lo cual me hace preguntarme por que nos necesita.
"¿Ya tuviste oportunidad de checar las cosas que traje?".

 "Si". El Finn azotó la puerta y se me adelantó. Me dediqué a 
deambular por las cajas detrás de el. "Todo es legítimo; no hay
restreadores, no están trucadas. Objetos de calidad, aunque yo
conservaría esas Smith&Wessons que te dí. Las .45 son buenas, pero son
apenas semi-automáticas, y los cartuchos son demasiado pequeños.
Dieciocho balas no vencen a treinta Yoi". El tomó otro de esos respiros
purificadores matinales, y yo me preguntaba exactamente cuanto polvo
había succionado en el proceso.

 "Nunca desprecies regalos" me encogí de hombros.

 "Bueno, aunque deberías quedarte con mis cosas" el dijo. Le
dimos la vuelta a la esquina en la pila de partes de repuesto a la que
el llamaba taller. Podía ver nuestras armas en una mesa de la esquina.
El Finn señaló un torno que sostenía uno de los deatomizadores en una
maraña de cables y sensores, junto a un parpadeante osciloscopio y otros
artilugios raros. "Especialmente con esta chatarra de Star Trek que te
están dando. Ya la checaste?" Menée la cabeza mientras el saltaba a la
cafetera en la esquina. "Un fino juguete, pero con un gran problema.
Ven, mira esto".

 Caminé hacia el deatomizador mientras el Finn se sirvió una taza
de fango. De ninguna forma iba a perdir una taza; aprendí mi lección hace
unos meses. "¿Ves el seguro del cartucho?" Menée la cabeza nuevamente 
mientras el se dirigió hacia el deatomizador y puso la cafetera sobre
algo que centelleaba bastante. "No hay ninguno". El tipo palmeó la 
columna, lo que hizo hacer bip a la cosa centelleante. "Alguna clase
de unidad de carga. Mantente atrás".

 Retrocedí. El Finn presionó un botón en uno de sus artefactos,
lo que hizo burbujear la cafetera, encendió un estereo el cual no había
notado y sacó una placa de acero abollado a veinte pies del deatomizador.

 "Bienvenidos nuevamente a la Comuna Matutina de la Diversión de
Tokyo!" anunció el estereo. "Ahora, de regreso a nuestra hora de los
heroes, con algo del volumen tres del Happy Healing Compendium. Y
Recuerden amigos, aún estamos bastante lejos de la meta del fondo de
estudios memorial de Princess Love, de modo que sigan mandando sus
contribuciones. Ahora, salido del album mejor conocido como 'La
Sonriza', aquí está Cheery Crystal Knight con 'Tan solo otra cara con
la sonriza, parte dos' ".

 El Finn ignoró estudiosamente mi mirada, aún cuando comenzé a
reir. ¿El Finn? ¿Con la Tokyo Network? Esto es mejor incluso que la
vez que sorprendí a Itami bailando la macarena mientras pensaba que
no lo estaba observando. No hay forma de que eso fuera 'investigación'
como el dijo esa vez.

 "We don't need no deep de-pres-sion," cantaba la radio. "We 
don't need no thoughts of doom..."

 El Finn sacudió su cabeza, se enderezó. y comenzó a oprimir
botones en el control remoto. Supongo que tenía mal cabelado el
botón de apagado puesto que nada pasaba en el estereo. Un montón de
otras cosas comenzaban a girar o a hacer bip, y una ametralladora 
montada en un tripié comenzó a mecerse de aquí a allá. El Finn saltó
sobre el cable y lo desenchufó, cosa que aún no surtió efecto alguno
en la radio.

 "Hey! Creature! Leave those kids alone!"

 Después de un momento, el Finn caminó hacia el estereo, lo
pateó, y movió un switch. Finalmente se apagó el coro, y el ruido
se desvaneció entre los zumbidos de aquello que el Finn no había
apagado todavía. Le dediqué una ceja levantada.

 "Gee Finn, justo antes de ese pequeño y dulce solo de 
guitarra..."

 El me hizo una mueca y volvió al deatomizador. "Aquí está tu luz
deliciosa Yoi". Su dedo se enredó en el gatillo.

 "Um, Finn, y que hay del rui-" El jaló el gatillo de todas
formas. Un rayo gris salió del barril con un estruendo como camiones en
un puente. seguido de un 'whoosh' mientras se desvanecía. Mi corazón
comenzó a recuperar su ritmo al darme cuenta que aquí no ibamos a
atraer policías respondiendo al escandalo de armas automáticas.

 "Y ahí tienes", dijo el Finn. Dirijí mi mirada a lo que quedaba
de la placa de acero; había un gran agujero en ella, pero no uno 
elegante. Una plasta de acero faltaba, como si alguien le hubiera 
vertido gelatina de ácido o algo así. "¿Escuchas el zumbido?". El
Finn palmeó el arma para llamar mi atención. "La cronometré. Disparas,
después esperas diez segundos. Mientras atente a los juguetes
usuales o consiguete una bayoneta MUY grande, a menos que quieras
que la arregle por ti".

 "¿Ahora sabes de lasers, Finn?".

 El Finn se pulió las uñas en su manchada cahqueta. Suele
verse mucho más impresionante cuando no lo hace un roedor. "Me
lastimas Yoi, en verdád; ya deberías saber que puedo decifrar 
esta cosa. Dejame una de estás y podría incluso abrirte un crédito".

 Sacudí la cabeza. "Son todas prestadas, Finn". Me dirigí hasta la
mesa de trabajo con nuestras armas y saqué un trapo. "¿Que tal si mejor
te consigo una copia autografiada del Pink Album?".

 "¿Cuantos angeles pueden bailar en tu cabeza, Yoi?"

 Esa me hizo parpadear. De esos momentos cada x tiempo en el que
sabes que acabas de ser insultado, pero no estás seguro de como.

 Gran forma de empezar la mañana.

------

 La noche no fué igual de alegre, pero Itami tampoco es del tipo
de la 'Tokyo Fun Network'. A las diez, estabamos justo a unas cuadras
de donde Shubby-chan, y yo seguía palmeando sobre el volante esa 
apestosa tonada de Solo Otra cara más con la Sonriza por cuarta vez.
Itami se recargaba en la ventana y se le quedaba mirando a la gente
hasta que esta comenzaba a caminar más de prisa. "¿Es aquí donde se
supone nos encontraremos con H?" pregunté, observando el callejón
junto a donde nos estacionamos. Itami asintió. "Bueno, mejor que se
apure". Cualquier cosa con tal de tener algo de acción y sacar esa
tonada de mi cabeza.

 "Llegamos con anticipación" gruñó Itami.

 "Así solo atraeremos a policías que hagan preguntas" le dije,
mirando alrededor hasta que ví la heladería al otro lado de la calle.
Letras palidas en azul sobre la puerta llamándolo el Kenkai. "Vamos,
salgamos a la calle. ¿Te gusta el helado con galleta?".

 Itami gruñó sus sentimientos hacia El Rey de los Helados. Nos
paseamos por la puerta y nos formamos. Había una que otra mirada
chistosa en nuestra dirección, pero nada que no pudiera manejar Itami.
Si alguien lo miraba, el miraba de vuelta. Yo ordenaba para ambos
mientras que Itami se consiguió un lugar con vista. No haría nada bien
haber dejado todos esos juguetes en la cajuela sin vigilar el auto,
después de todo.

 El helado es cosa rara para Itami. Con la mayoría de cosas, el
se come lo que le dejes en frente. La única forma de saber si le gustó
o no es si te mira de forma amenazadora o no entre mordidas. Con el
helado, sin embargo, Itami se pone selectivo. Si no es una copa con una
bola de vainilla y una de chocolate entonces olvidenlo. Personalmente,
nunca supe que onda con eso.

 Tomé el helado; una bola de helado con galleta para mi, y lo de
siempre para Itami. "Te perdiste lo bueno esta mañana" le dije a Itami
mientras me senté y le pasé su copa. El tomó una cucharada de chocolate.
"Sucede que el Finn escucha la hora del heroe". Mi cuchara se hundió
en la copa. "Fué hermoso" continué. "El tipo se agacha sobre uno de
esos artefactos de su taller, listo para encenderlo, cuando oprime
uno de esos controles remotos sobresaturados suyos. Lo siguiente que
se, es que de pronto estamos en medio de 'La sonriza', y el Finn
está practicamente rebotando en las paredes intentando apagarlo".

 "Hm" dijo Itami, tomando otra cucharada de chocolate. Como
le hace para que su cucharada tenga solo un sabor exactamente está
más hallá de mi entendimiento. Aún cuando ambas bolas estén mescladas
completamente, el nunca saca una cucharada con sabores mezclados.

 "Uno averigua esas cosas a la larga".

 "Parte dos" dije, con una cínica sonriza "La versión de Cheery
Crystal Knight". Itami se asomó a la ventana. "Ellos anunciaban este
'fondo de escolaridad Princess Love' y entonces bam!. Debiste ver su
cara Itami".

 Itami me golpeó con su mirada de '¿Que tu qué?', la cual lucía
demasiado como su mirada de 'ah, eso'. "¿Les marcaste?".

 "¿Que quieres decirme con si 'les marqu'?" bajé mi cuchara y
abrí las manos. "¿Parecen llenas Itami? Parezco tener efectivo de
sobra acaso?"

 "Llama" el dijo, tomando una cucharada de vainilla.

 Rayos, el hablaba en serio. "Mira Itami, no somos ricos, y
cualquier comité encargado de un 'fondo de Princess Love' seguro
también estará buscando niños como ella. ¿La recuerdas? ¿La adorabe
defensora de la justicia, abusadora de la música de medio tiempo?".

 Itami la lanzó una de sus miradas de '¿Y que?', con otra
cucharada de vainilla para dar énfasis. Atraje un par de miradas poco
amigables de las mesas vecinas y bajé la voz.

 "No vale la pena Itami. Ellos probablemente le darán a alguna
diez-añera una varita mágica junto con el cheque, y ella correrá la
misma suerte que Princess Love". Itami no estaba sacando ninguna
conección, ¿o si?. "No pienso tomar parte en el problema de las
niñas mágicas Itami. Y eso incluye ayudar en ninguno de esos 'lindo-
buenos' fondos de estudios'.

 "Yo llamar" Argumento que siguió con otra cucharada de vainilla.

 Mi copa de helado con galleta no había sido tocada, de modo
que solo empezé a revolverla, checando si me habían salido de esos
trozos grandes de galleta esta vez. "Mira Itami, está bien que estamos
en un país libre y todo, pero no pienso llamar y tu tampoco deberías
hacerlo". Suspiré. "Recuerdas la vez cuando quedaste atrapado entre
Heian Helper y La Creatura Triste, en aquel tiempo en que Helper estaba
con Princess Love? En aquel entonces en que estabamos en esa fuerza
de defensa Angel Idol?" Itami me miró friamente, revolviendo su cuchara
en la copa. "Cuando fuiste sometido a la canción de armonía feliz tres
veces en cinco minutos, y la canción del deber cívico en el camino de
salida?". Esta vez obtuve una de sus miradas de 'Lo que sea'. 
"¡Renunciaste y pasaste las siguientes dos semanas considerando el
denunciarme!".

 El tomó otra cucharada de vainilla. "Mentira".

 "Chingaderas Itami!. Encontré ese diario que tenías en ese
entonces". Su mirada creció un grado. "No me salgas con eso Itami.
Ya has estado al borde. He tenido que saber que tan cerca, de otra
forma ya estaríamos muertos". Mi cuchara acuchilló el helado con
galleta. "Compraste el Pink Album por amor de Dios!. Saliste con
una de ellas!".

 Otra cucharada de vainilla. "Ella no era".

 Tomé otra cucharada y le dí mi mejor mirada de 'Lo que sea',
misma que no funciona igual de bien con la boca llena de helado con
galleta. "Su perro hablaba Itami. Tu estabas demasiado ido para
darte cuenta, pero yo te estaba cuidando".

 "Ella no era". Nuevamente, el acentuó con una cucharada de
vainilla, como un Terminator del helado.

 "Itami" dije "Obviamente no captas, pero al menos ya no
importa. Pasaste dos malditas semanas cantando con el Pink Album. 
¿Sabes cuantas veces tuve que soportar tu patética entonación de
'Todos importan'? ¿Y que tal la de 'Todo perdonado'?" Me recargué
en la mesa, apuntando con la cuchara para dar énfasis. "Fuiste
succionado en su mundo, Itami. Por dos semanas, tu fuiste el novio
maduro con pasado misterioso. Su segundo novio, mientras ella
estaba despechada de ese tal Masked Avenger. ¿Sabes cual es la
taza de supervivencia para esos tipos?" Mi cuchara casi tocaba su
naríz. "Veinte por ciento, Itami. Estuviste ASÍ de cerca de
transoformarte a la 'redención' y jodernos a ambos de paso". Intenté
ganarle a una de sus miradas. No es que tuviera siquiera una
oportunidad de vencerlo, pero al menos entendería mi punyo. "De
ahí vino Princess Love, y ahí es a donde va su dinero. En verdád
planeas apoyar eso?".

 Itami tomó una cucharada de chocolate y gruñó. Yo, me recargué
en el respaldo.

 "Exactamente" dije, tomando una cucharada del mío.

 Le dimos a H diez minutos más, pero nunca se mostró. Itami nos
hizo checar el area, pero esto no me sorprendía; H no es exactamente
miss confiable cuando no hay fuku garantizado en el trabajo. Nos 
pusimos en camino. Itami puso la radio en la Fun Network, pero no hizo
nada cuando le cambié a una estación de Funk.

 Diez minutos más tarde, estabamos ahí.

------

 Nos estacionamos junto al desague de un cajellón que corría
detrás de donde Subby-chan. Itami sacaba el equipo mientras yo le
pagaba a los pandilleros que preguntaban si queríamos que nos
cuidaran el auto. Eso bajaba la posibilidad de un robo total a
cincuenta-cincuenta. Les regatée un poco prometiéndoles el resto
del dinero con un bono a nuestro regreso, lo que lo cambiaba quizás a
un sesenta-cuarenta. Personalmente era más sobre las molestias que
sobre el auto; perder nuestra ruta de escape iba a doler, pero tener
que responderle a la policía por alguna de las nuevas innovaciones
anti-robo del Finn sería mucho peor. Además, supuse que los pandilleros
se figurarían que no somos gente con la cual meterse; el tener a Itami
mirando desde el otro lado de la calle hizo maravillas por las
negociaciones.

 Con ese problema fuera, nos encaminamos desde el callejón
hacia donde Shubby-chan, checando cada basurero de atrás mientras
ibamos. Según la oficina de archivos, el lugar de Shubby-chan era
una tienda de equipo, lo que significaba una entrada trasera. Ese
era nuestro boleto de entrada; bueno y fuera del camino, con un 
bonito y restringido campo de visión comparado con la entrada de la
calle. A mitad del callejón, soltamos los bultos y nos cargamos.
Itami era nuevamente el ministro de los objetos puntiagudos, con el
deatomizador y la espada en la espalda, un carajo de cuchillos bajo
su gabardina, y un prototipo de las automáticas del Finn, solo por si
acaso. Yo me sentía en humor de adherirme al motiff del plomo 
volador, el cual lucía bastante como el look de Itami, intercambiando
la mayoría de los cuchillos por munición de repuesto y granadas.
Escondimos los costales detrás de un basurero y nos movilizamos hacia
la entrada, turnándonos entre quien se movía y quien cubría solo por
si acaso. En un minuto, estabamos en la puerta.

 Naturalmente, cuando una niña en fuku salta desde una azotea
a la calle en frente de nosotros, usualmente estoy presto a volarle
la cabeza. Nuestras armas la enfocaron mientras su cabeza se alzaba;
ella me había visto. Afortunadamente para ella el fuku camuflado
era suficientemente distintivo. "Muchachos, soy yo!" ella gritó 
"Aika".

 Bueno, allá va nuestra infiltración silenciosa. Bajé mi arma y
me uní a Itami detrás de uno de los basureros, haciendole señales a Aika.
El arma de Itami se mantenía recorriendo de un lado a otro del callejón,
solo en caso de algo que escogiese este como momento indicado para
aparecer. "¿Que demonios haces aquí?" cuchichée. "Dijiste que estarías
en casa!".

 Aika puso mirada de oveja. "Decidí venir de todas formas; esos
panfletos me perturbaron. También me cacharon...".

 Genial. Recorrí con la vista el callejón "¿Alguien te siguió?".

 Aika sacudió su cabeza. "No, pero vi un buen de niñas mágicas.
¿Tienes idea de cuantas de ellas se pasean por estas azoteas? Alguien
incluso puso señalamientos de transito allá arriba. No pude esconderme
todo el camino, e incluso le cedí una vez el paso a Peachy Keena y las
guerreras frutales arriba del palacio de gobierno. No estaban 
prestándome mucha antención sin embargo".

 "¿Como sabes?" preguntó Itami.

 Aika miró detrás de su hombro en dirección de Itami. "No paraban
de hablar de ese concierto de beneficencia Idol Achievement. Eso y una
discusión sobre cual de ellas estaba destinada para un tal Tetsuo.
También mencionaron un Youma en el puerto".

 "Maravilloso" dije "...pero mejor saltate eso y pasate a la 
parte en que te 'cacharon' ". Escabullirnos de esta forma no era un
buen plan, y era necesario que Aika se diera cuenta. Sin embargo
nuestra charla tendrá que esperar; estamos en medio de muchas cosas
ahora. "¿Quien lo sabe?".

 Aika lagrimeó un poco. "Mis padres. La ventana se atascó a mi
regreso y me oyeron forcejear. Como no había tenido tiempo de cambiarme
seguía en el fuku y... bueno..."

 "Bueno ¿que?" preguntó Itami, tan gentil como siempre.

 "Les dije" confesó Aika, la cara roja y ojos en el pavimento.
Pude ver el arma de Itami temblar una milesima de segundo mientras
seguía recorriendo el callejón, y yo podía entender el por que. "Digo,
no sobre ustedes; sino sobre haber sido golpeada por el rayo y 
encontrar ese encendedor mágico. Ellos estaban tan orgullosos; papá
incluso dijo que era la primera cosa buena que me pasaba desde querer
unirme a la Self-Defense Force. Mamá casi lloraba, exclamando lo
grandioso que era todo esto, también me dijo que no dejara esta
dimensión para ir a mundos paralelos sin avisarles antes". Ella pateó
una caja vacía en el piso del callejón. "Piensan que salí a pelear con
Youma como todas las demás".

 Ok niños, ahora ven por que no le tengo gran estima a las
brigadas de fuku? A ver, repitan conmigo: daño colateral.

 "Ok, las letras pequeñas aquí son si tus padres tienen la
capacidad de rastrear tus actividades y averiguar realmente lo que
haces. Pudieron seguirte hasta aquí?" Aika sacudió su cabeza; 
perfecto.

 "¿Alguna de las otras niñas te dijo algo?" preguntó Itami.

 "No" contestó Aika. "La mayoría ya estaban algo ocupadas.
Solo se desplazaban a donde sea que fueran; a veces charlan cuando
el trafico no está muy fuerte. Las guerreras frutales se siguieron
de largo". Aika puso una media sonriza que me recordó a Itami.
"Pude haberme echado a cualquiera de ellas, estaban tan cerca..."

 "Wow". Tomé sus hombros y su cabeza se alzó para verme. "Bien,
no hacemos nada para lo cual no tengamos contratos. Nada de regalos"
le sonreí "¿Entendido?" Ella asintió. "Bien".

 "Mis padres tomaron el arma sin embargo" ella dijo en un tono
bajo. "Dijeron que era peligrosa, después comenzé a correr por las
azoteas". Ella miró al callejón y después hacia mi nuevamente.

 "Y veniste hasta acá?" pregunté.

 Se encogió de hombros. "¿Por que no?" puso una sonriza
Itami-escamente siniestra. "Bien podría hacer lo que vine a hacer".

 Al menos no está interesada en Itami, no me gustaría ver a
sus niños.

 "Ok, Aika" le dije. "Aunque no traemos armas de repuesto".
Ellá hizo un pequeño puchero, lo que me hizo sentir bien; esa es
la Aika que conozco. "Vendrás con nosotros". Quizás la hubiera dejado
mejor en el auto, pero de seguro se hubiera espantado con la pandilla.
Aun cuando los vapuleara, sería atraer más atención de la que 
necesitamos. El bajo mundo nos permite seguir en el negocio porque
nos encargamos de los trabajos sin pisar demasiados talones, lo que
significaba que no había ningún proposito en arriezgar algo con la
pandilla.

 "¿Que necesitan que haga?" preguntó Aika. Lucía bastante
tranquila; buena señal.

 "Itami" dije. El le pasó uno de sus cuchillos sin voltear.
"Sujeta esto, mantente atrás, y avisanos si algo sale a nuestra
espalda".

 "Ok".

 "Sigueme" le dije. Nos dirigimos a la puerta directamente esta
vez; cualquier cosa que nos hubiera estado acechando ya nos habría
disparado para ahorita. Itami nos alcanzó en un momento, y nos
separamos hacia ambos lados de la puerta.

 "Listo Itami?" Tomé una de las .45 debajo de mi abrigo. Itami
asintió y puso una mano en la perilla de la entrada trasera del lugar
de Shubby-chan. Se movió lentamente, abierta...bien. Aika permaneció
detrás de Itami, observando mientras yo hacia cuenta regresiva con
los dedos. Al llegar a cero Itami abrió abruptamente la puerta y yo
me abalancé dentro del cuarto.

 Nuevamente, el centro familiar de Shubby-chan derrotaba las
espectativas. Lo que los planos habían mostrado como una bodega
trasera había sido convertida en un cuarto de recepción. Bancos de
madera estaban alineado en la mitad izquierda de la habitación, había
una pequeña mesa redonda con varios perdiódicos y revistas. Pinturas
abstractas y dibujos infantiles llenaban las paredes, la mayoría
involucraban a Shubby-chan. Una puerta con paneles de madera conducía
más adentro del centro familiar. No le presté mucha atención, contando
que mi arma estaba apuntando a la recepcionista detrás del escritorio
que dominaba el lado derecho del cuarto.

 "Pongase de pié lentamente y ponga sus manos donde pueda verlas"
le dije.

 "Hola" ella dijo, bajando el lapiz y obedeciendo de forma casual.
Miré la placa con su nombre: Ichiko. Itami se adelantó a cubrir la
puerta interior mientras Aika cerraba la entrada.

 ¿Por que demonios pondría alguien un area de recepción en su
puerta trasera?? "Estamos aquí para ver a-" piensa en la lista, piensa
"Kotonatta. Muestreme su oficina".

 "Kotonatta-san no trabaja aqu" dijo Ichiko calmada. Aika se
pasó detrás de mi; supongo que tampoco estaba tan segura de lo que
sucedía. "¿Existe algo más con lo que pueda ayudarle?".

 "Alejese del escritorio" le dije a Ichiko. Ella me lanzó una 
mirada absorta, como aquella que me dedicaba mi maestra de cuarto
grado cuando pensaba que estaba actuando especialmente tonto. "¡Ahora!"

 "En serio deberían irse" dijo Ichiko. "No hay nadie más aquí,
y Shubby-chan me está observando".

 "Que dulce". Gesticulé hacia atras con el arma "Linda, saca
sus registros". Pude sentir la mirada de enfado de Aika; heh. "Ahora
¿Donde está Kotonatta si no está aquí?".

 Ichiko bajó su mirada hacia Aika. "Segundo cajón de arriba
cariño. No, el de la izquierda".

 "Kotonatta no está en el escritorio". Nunca había pidido hacer
bien una voz amenazadora, pero tenía que intentarlo. Aika seguía 
urgando en el escritorio mientras hablaba. "¿Donde está Kotonatta?".

 Ichiko seguía mirando a Aika. "En un segundo lo atiendo sr."
dejé salir un tosido. El asunto con las niñas mágicas es que son ellas
las que hacen toda la parla; yo por mi parte, necesitaba ago de
practica. "Buscas el tercer libro en la pila dulzura". Aika deslizó un
libro mayor en el escritorio; su cubierta rosa y manchas decorativas
de Shubby-chan resaltaban.

 "¿Quien trabaja aquí?" demandé.

 Ichiko me desaprobó. "Realmente usted debería ser más
agradable, o Shubby-chan lo atrapará. Ella prefiere a la gente
alegre".

 Finalmente me rendí. "Itami". Cambiamos lugares mientras que
Aika terminaba de checar los otros cajones del escritorio. Otros
tantos libros libros mayores de Shubby-chan salían a flote mientras
que yo dejaba que el dios de la melancolía tomara su turno con Ichiko.

 "Kotonatta, Jiyu, Bara, y Reika" dijo Itami. "¿Donde están?".
El se dió rienda suelta con una de esas miradas que siempre le daba
espacio de sobra en el metro, inclusive a horas pico.

 Aika terminó de revisar el escritorio, tomó los libros, y se
movió detrás de mi.

 Itami sostuvo su mirada, e Ichiko le hizo conversación.

 "Esto es más que nada una guardería, sabe?" Ichiko asintió
hacia la puerta de adentro. "¿Sabían que la taza de ataques Youma
en esta area está finalmente bajando? Por primera vez en tres años"
ellá sonrió. "Al fin les estamos llegando. Es agradable, en verdád.
Shubby-chan no pide mucho realmente; les gustarían algunos libros?
Están en el tercer cajón de abajo a la derecha; lectura muy
interesante".

 Misericordiosamente, la puerta interior se abrió antes de
tener que seguirla esuchando. Un hombre calvo con túnica oscura
asomó su cabeza en el cuarto. Sus ojos se abrieron al igual que su
boca al ver mi Smith&Wesson. El arma disparó, y el re-decoró la
pared antes de poder gritar.

 "Bara-san!" Ellá gritó boquiabierta, mirando el agujero en
su atuendo de 'Le sacrifiqué una cabra a Shub-Niggurath y todo lo que
obtuve fué está p#nch$ túnica'.

 Me rendí y le dije a Itami que la noqueara.

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 Metimos los libros bajó de un banco y escondimos a Ichiko
bajo el escritorio antes de aventurarnos en el edificio. Aika encontró
unos juegos de esposas y andrajos bajo un fondo falso en el escritorio,
de modo que las probamos en Ichiko. Fucionaron como mandadas hacer,
lo que fué toda una suerte; Itami y yo no solemos traer esa clase de
cosas en el trabajo.

 La puerta interior nos condujo a un corredor. En los planos,
había sido una linea de transporte entre las diferentes despensas y
el mostrador. A nuestra derecha estaba las puertas del mostrador;
más allá a la izquierda estaba otra bodega, con el cuarto de calderas
más abajo. El frente estaba vacío. Había sido convertido en areas de
juego e hileras de escritorios. Shubby-chan estaba en todas partes:
posters, alfombras, almohadas, incluso en las hojas de papel en los
escritorios. Niños tomados de las manos bailaban alrededor de
Shubby-chan en las fotos, mientras que adultos observaban y sonreían
con creaturas negras en gabardinas.

 "Jovenes de la oscuridad" dijo Itami calmadamente.

 Aika tembló.

 Nos escabullimos en el segundo cuarto de almacenaje; nadie
en casa. Cajas de panfletos y suministros escolares estaban 
arrejuntados en anaqueles que delineaban las paredes. Provenían de
fabricantes ordinarios; reconocí la mayoría pues tenía de esos en
la oficina. Aika abrió una caja, la cual resultó estar llena de
camisetas de Shubby-chan. La caja en la cual me asomé estaba llena
de cuchillos.

 Alguien estaba entonando algo con bastantes 'urks' y 'ucks'
cuando regresamos al corredor. Levanté la mano para detener al grupo
y señalé al cuarto de calderas. Itami y Aika asintieron, y nos
separamos a cada lado del cuarto. Hice otra cuenta regresiva con los
dedos, y a la de tres entramos. "¡Quietos!" grité.

 El cuarto de calderas había sido convertido en una camara
tradicional de cultos. Tenía bastane equipo calentador y refrigerante
de un lado, pero el centro estaba decorado con todos los garabatos
y pentagramas en los cuales se clavan tanto los cultistas. Tres
jovencitas estaban de pié, cada una en el centro de cada uno de
los tres círculos en medio de todo el desorden, mientras un hombre de
edad madura estaba debajo de un globo gigante de Shubby-chan con
un libro abierto en los brazos. Había un altar cerca de la caldera,
con machas de sangre y todo. Claro que la camara impía promedio no
tenía las runas y manchas de sangre pintadas con los dedos, pero
supongo que Shubby-chan había optado por ser avant-garde en ese
aspecto.

 Divertido.

 "Estamos listas para ti!" exclamó una de las niñas, una rubia
adolescente.

 "Suelte el libro" le dije al hombre, caminando hacia el. Itami
y Aika se separaron para tener cubiertas a las niñas.

 "No lastimarán a Jiyu-san!" Canturreó otra niña. Esta era una
morena preparatoriana.

 Okay, esto nos daba dos de nuestra lista. Gesticulé que bajara
el libro con mi mano libre. Con suerte podriamos quemarlo; los cultos
son mucho más faciles de manejar una vez que carecen de unos cuantos
ritos.

 "Mantengan la calma mis niñas" dijo Jiyu, mirandolas. Su voz
era suave, como la de un comentarista de golf. "Shubby-chan nos da
fuerzas". El volteó para encararme. "Deberían irse. Esto no debería
involucrar a las niñas".

 Itami resonó una bala en la camara de su arma, y las niñas
saltaron. "¡Te protegeremos!" gritó la rubia.

 La tercer joven sacudió su largo cabello negro de forma regia.
"Te lo debemos".

 "No" dijo Jiyu. Miré a las niñas; cada una había sacado una
delgada varita de plástico. Jiyu hizo una mueca de dolor, y yo fuí
tras de el. Lección uno niños: los prisioneros sirven.

 "Por la leche de los ungidos, me encomiendo a voz" dijeron las
niñas en unísono. "Dame el poder para proteger a mi gente, tu gente!".
Una gota de algo centelleó en la punta de cada varita.

 Jiyu extendió sus brazos y gritó. "NO!".

 Permanecí unos cuantos metros detrás de Jiyu mientras Itami
abría fuego. La de cabello negro cayó, pero las otras dos ya tenían
sus varitas en su boca. El cuarto pareció oscurecer, como cuando
Itami saca su espada.

 "No te atrevas, niña!" grité. Mi ráfaga rebasó a Jiyu y abrió
un agujero en la rubia mientras que Itami ventilaba su cabeza. La
varita de la rubia rebotó en el suelo mientras que la morena soltaba
la suya. Una parte de mi notó que las varitas lucían ahora secas 
mientras que le disparaba a la morena, pero ya habían comenzado los
fuegos artificiales. Luz azul oscura recorría en círculos, atrapando
a la rubia mientras caía. Nuestros disparos recortaban pedazos de la
morena mientras que esta se alzaba en el aire, haciendola dar vueltas
salpicando de negro.

 Negro?

 "Quizás quieran correr ahora" dijo Jiyu. Las niñas se tornaron
mortalmente pálidas, y comenzarton a desarrollarse. Moretones negros
se formaban bajo su piel, brotando hacia afuera. "Las niñas mágicas
no eran confiables" continuó Jiyu. Sonaba cansado pero confiado. Dí
un paso hacia atrás solo para sentir la pared tras de mi. "La policía
también. Los cazadores de Youma son capaces, pero muy pocos sobreviven
lo suficiente". La rubia se agitaba adelante y atrás en la luz. Algo
negro comenzó a brotar de los agujeros de bala con el ritmo del puslo.
Ella ya no lucía tan palida; lo negro remolinaba en los moretones
bajo su piel, como si fuera ella un saco de aceite. "Buscamos una
solución más completa" continuó Jiyu. Itami vació su cartucho en la
morena, haciendola rebotar en la luz. Los disparos terminaban en un
sonido de chapoteo. "Los jovenes de la oscuridad de Shubby-chan son
poderosos guardianes, pero no pueden estar en todas partes". Las
niñas cayeron al suelo mientras que la luz se desvanecía, luciendo
como manchas de aceite retacado dentro de niñas de escuela. Jiyu
rascó su mentón. "Espero realmente haber puesto el rito de
de-transformación bien".

 No pienso repetir lo que pensé a este punto.

 "¡Deatomizadores!" grité, pateando a Jiyu a un lado. Sería
agradable mantener a Jiyu después, pero necesito mi deatomizador
gratis. Itami ya había sacado el suyo, mientras que Aika corría tras
de Jiyu. Itami disparó a la rubia mientras que la morena saltó hacia 
mi. Abrí fuego también. El arma se estremeció en mis manos.

 Imaginense un molde de gelatina verdaderamente grande. Listo?
Bien. Ahora mezclenlo con unos cuantos costales de colorante vegetal
negro y revuelvan con bastantes frambuesas. Cualquier clase de fruta
aplastada la da, pero me gustan las frambuesas. Una vez que tengan
todo batanlo y viertanlo en una piñata. Vayanse a conseguir una
escopeta, una buena de doble cañón. Arrojen un fuku en la piñata
y entonces vuelenla en mil y un carajos. Tendrán como resultado el
mismo batidillo que obtuvo Itami con el deatomizador. Si se
preguntan sobre mi disparo, imaginense una semi-automática barriendo
una nube de moscas.

 Se han dado cuenta cuan estúpidos tus pensamientos se
vuelven cuando sabes que estás por ser apaleado?.

 Lo siguiente que se, estoy en el suelo con la más mal-oliente
escuza de niña mágica estampando mis costillas en el piso. Intenté
regresar los golpes un par de veces, pero era como golpear un saco
de papas podridas. Ella intentó quitarme el deatomizador de la 
espalda y dislocarme el hombro, cosa que dió un mejor resultado.

 "Hey!" gritó Aika. Traté de safarme del agarre de la creatura,
pero la cosa esa me había dado la vuelta e inmobilizado en el piso.
Itami estaba gritando algo en el fondo de la escena. "Golpear a la
gente cuando puedes desarmarlas es ESTUPIDO! Soy Pretty Deadly, y
tu eres CADAVER!". Podría jurar que la creatura se tomó un segundo
para parpadear como yo lo hice. Aika debe haber recortado sus
instintos de gritos lindos con eso. "ADORABLE BOTE DE METRALLA!".
Algo metalico rebotó dos veces en el piso mientras la creatura
intentaba pescarme por el cuello.

 "Oops", dijo Aika.

 La cosa metalica en el suelo rugió, y salí volando. Con las
manos de la creatura ya fuera de mi, realmente esperaba que Itami
tuviera un disparo perfecto y un arma ya cargada para entonces. La
pared sin embargo se interpuso en el camino antes de poder 
cersiorarme, de modo que tomé una pequeña siesta.

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 "Hey...Yoi?" parpadée. El area de recepción vino a mis ojos,
a excepción de Michiko y los libros mayores. Itami mantenía guardia
con un deatomizador en el hombro y otro listo mientras Aika estaba
en cunclillas conmigo. Ambos lucían como si se hubieran metido en
una pelea de globos con aceite, y el rostro de Itami estaba salpicado
con sangre además. "Hey, um, lo lamento", dijo Aika. Traté de moverme
pero solo conseguí una mueca de dolor. Mi hombro se movió con el
resto de mi, pero se sintió de igual forma igual que el resto. No
moverse sonaba bastante atractivo a este punto.

 "¿Que me hiciste exactamente?" pregunté.

 "Adelante bella medico de campo" dijo Itami si expresión.

 Aika se sonrojó. "Como que me dejé llevar". Intenté darle mi
imitación de la mirada de Itami de '¿Te cae?', pero me salió apenas
y muy debil. "Es algo que se te mete a veces. Intentas hacer algo
cuando no sabes como y, bueno..." se mordió el labio nerviosamente.
"Pero tu hombro está mejor, no?".

 "Genial, pero que hay de allá abajo?" dije. "¿Y donde están
esos monstruos?"

 "Lejos" dijo Itami. El palmeó el deatomizador. "Muestrale".

 Aika puso su mano atrás y murmuró algo de adorable metralla.
Cuando su mano regresó a la vista, había un cartucho rosa y azul ahí,
como la cabeza de una granada de mano. "No ma.." le dije. "No me
vengas" ella se puso aún más roja mientras yo leía las letras de
camuflaje. Explosivo Mágico Vengador decía. Propiedad de Aika-chan;
agitese bien antes de usarse. Precaución: Contenidos almacenados
bajo presión.

 Me reí hasta que dolió, lo que significa que llegué a ladrar
incluso. Aika bajó el bote. "Entonces tu la volaste de mi e Itami
la terminó?" pregunté, subiendome al escritorio. Aika asintió y
me ayudó a levantarme. "¿Que hay de Jiyu?".

 "Lejos" dijo Itami.

 "Como que también me lo ech" dijo Aika. "Estaba junto al bote".

 "¿Y que hay de los libros?"

 "Ya los checamos" dijo Aika, tomando un tajo roto de cuero y
papel del escritorio. Baba negra cubría la cosa por completo, y
seguía babeando en el escritorio mientras Aika lo levantaba. "Alguien
limpió mientras estabamos abajo. Encontramos esto y una caja de pizza
debajo del altar, con una dirección de entrega del otro lado de la
cuidad". Aika dejó un recibo de pizza roto en el escritorio. "También
estaban estos, y las cosas en la despensa". Lo abrí y me encontré
mirando al logo de Shubby-chan en una camiseta pulcramente doblada.
"¿Souvenir?" preguntó Aika.

 Sonreí debilmente. "Después". Asentí al recibo de pizza. "¿Que
tal si nos vamos a casa y lo checamos en un par de días?" pregunté.

 Ellos asintieron, tomamos las cosas y nos dirigimos al auto.
Aika tomó su lata en el camino afuera. "¿Alguien sabe como regresar
una de estas?" ella preguntó, mirandola fijamente.

 Itami y yo nos encogimos de hombros, de modo que ella regresó
donde Shubby-chan. Escuchamos la explosión mientras salía. Y por una
vez en la vida rogué que la policía llegara a checar la escena.

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Proxima vez, en Magical Girl Hunters....

Descubrimos donde estaba H, y Aika comienza a dar problemas.

O acaso Ramsbottom muestra sus verdaderos colores mientras el
Ultra impostor regresa?

O quizás todos deciden salir y comer pizza con las Sailor-Shuggoths
de Shubby-chan?

Ojalá lo supiera. Averiguenlo el siguiente domingo, solo en
Magical Girl Hunters de Improfanfic.

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