Las cosas no podían ponerse peores... después de tener
la brillante idea de limpiar un concierto de beneficencia, no
solo somos atacados por una pletora de niñas mágicas que
sucede que eran la atracción principal, sino que también
obtenemos visitas personales de ambos Mashihaisha Ultra y
Shub-Niggurath, y después atacados por aún más niñas mágicas--
unas re-encarnadas esta vez, nada menos, cortesía de algún
saber prohibido conocido como el Necronomicute. Entoces, para
hacer los problemas aún más de pesadilla, una horda de youma
simplemente aparecen de la nada, y para finalizar, aún antes
de que pudieramos prepararnos de forma adecuada para para al
menos tener una oportunidad contra dicha horda destructiva,
aparecen aúnmás niñas mágicas, quienes deciden noquearme,
llevarme, y servirme té mientras el destino de mi existencia
corporal está siendo debatido.
Definitivamente necesito vacaciones.
Improfanfic presenta:
MAGICAL GIRL HUNTERS
Episodio 16¿"Mujeres Mágicas"?
Escrito por M.Terry Editado por Prof. R. J. Gumby
Series Creadas por Aaron Shattuck
Traducción por ROMeo
Para matar el tiempo, decidí concentrarme más en
los posibles lugares que podría visitar en vacaciones que
no fueran mi estado actual de cautivo. Mas especificamente,
mi mente vagaba en lugares que incluían mujeres escazamente
vestidas, cerveza barata, y un spa, haciendo incapié en lo
que dichas mujeres podrían estar haciendo a y conmigo en
dicho spa mientras yo terminaba mi taza de té. La chica del
fuku azul neon (como decidí ponerle de cariño, ya que la chicha
está ahí sin decir nada, ya no digamos su nombre) me dedicó
una mirada de 'estás taaaaaaan muerto' cuando decidí colocar
la taza sobre la mesa, en lugar de en su plato, y se dedicaba
a sus tareas pre-determinadas de beber su taza de té, mirar a
la puerta detrás de mi en disgusto, y mirarme con variados
matices de desprecio. No es que realmente me importara, por
supuesto.
Lo que me tenía ligeramente preocupado, sin embargo, era
cuanto le estaba tomando al escándalo detrás de mi decidir si
debiera o no yo vivir. Yo pensaba que normalmente eso sería una
decisión rápida: Yo, siendo un cazador de niñas mágicas, era
juzgado como un 'monstruo maligno' por mi preza (al menos eso
es lo que gritaban antes de hacer esos sonidos ahogados
asociados con heridas de bala), por consiguiente seguiría
de forma lógica que debería ser eliminado sin pensarlo dos
veces, probablemente involucrando arcoiris, luces, y otras
derivadas linduras. O, si eran lo suficientemente listas, bien
podrían anexar una situación de muerte segura a mi breve
periodo de servicio con ellas --vete por un litro de leche y
termina en la central youma por ejemplo. Pero por lo que traté
de decifrar del alboroto proveniente del cuarto de atrás,
ninguna de estas opciones había sido mencionada. Siendo
sinceros, no pude oir mucho de nada debido a los frecuentes
duelos de griterío inintelegible.
Aparentemente, la chica del fuku azul neon sentía la
misma clase de preocupación por mi destino que yo pero lo
tomaba de diferente manera; cada vez que miraba hacia la
puerta, su cara de disgusto se incrementaba. En un esfuerzo
por sacarla del tedio de estar mirando aquella puerta, le
ofrecí gentilmente el trabajo de volver a llenar mi taza,
con la esperanza de levantarle el animo en la bendición del
trabajo.
De hecho, más bien era más como "Dame más té ¿Si?"
La chica del fuku azul neon viraba su enojo hacia mi por
una fracción de segundo, me arrebataba la copa, y se dirigía
fúrica hacia la máquina de té en la esquina. Regresando con
el té, se le ocurrió de pronto enunciar su primera linea desde
su "puedes proveernos con una servicio" de hace cinco minutos:
"Dios, les está tomando una eternidad!"
"Probablemente fidurándose todavía en que formas puedo
serles útil además de jugar al 'Darwin de la niñas mágicas'"
decidí responder. "Tu sabes, jardinero, plomero, alguien que
limpie las gracias de sus mascotas mágicas...
Ella añadió más 'repugnancia hacia mi existencia' a la
mirada que me dió esta vez, colocando elegantemente la taza
sobre el plato para no hacer un reguero. "Sabes, si fuera por
mi, estaría votando por 'disponer de ti discretamente en una
alcantarilla'. Pero por como suenan las cosas, la opción de
'dejarte vivir' se está recuperando". En respuesta, el escandalo
en el otro cuarto se alzó unos cuantos decibeles, ayudando a
las palabras 'cazador', 'acciones viles', y --he aquí mi
favorita-- 'escoria maligna', a flotar hacia mis oidos.
"Me siento halagado. En serio" tomé la taza de té y la
termine en un sorbo. Para añadirle efecto, nuevamente la puse
sobre la mesa, la parte maligna de mi alma esperando que al
menos se molestara otro poco.
La chica del fuku azul neon rió disimuladamente. "Carajo,
debería sorprenderte el quien está tratando de salvar tu pellejo
allá adentro. Especialmente, desde que por lo que oí, tu
vaporizaste a su familiar mientras este estaba asido a su
pecho!"
Parpadée. Eso al menos me dió una pista de quienes
serían el resto del pequeño grupo --bueno al menos eso lo
limito a más o menos... ciento ciencuenta de las niñas mágicas
locales al menos. ¿Que podía decir? Es divertido dispararle a
sus familiares en lo que revoloteaban por ahí tan lindamente;
eso les metía el miedo de Dios a las niñas asociadas con sus
ahora difuntas bolas de pelo-- las hacía pensarlo dos veces
antes de re-iniciar su cruzada contra mi. Parpadée nuevamente.
Raro, no recuerdo haberle disparado a muchos familiar mientras
estuvieran asidos a...su...
Entonces fué que me cayó el veinte. Era casi como cuando
la idea te llega cuando has estado tratando de resolver un cubo
de Rubik y has hecho casi todo salvo por arrancarle las etiquetas
y re-acomodarlas en el orden correcto y, justo después de que
decidiste arrojarlo en un acto final de desesperación, te das
cuenta que todo lo que tenías que hacer era darle otro par de
vueltas para resolverlo, volviendote entonces la envidia de...
bueno...de nadie. Algo así, pero sin nada que arrojar.
Como sincronizada con mis pensamientos, la puerta tras de
mi se abrió de golpe. Por el sonido de los pies, pude saber que
los ocupantes del cuarto estaban por colocarse en circulo a
mi alrededor. Comenzé a estirarme contra el brillante listón
malva que me sujetaba al sillón en el que estaba atado, para dar
la impresión que, de soltarle, iba a agitarme bastante.
Figurense...ese maldito listón ni siquiera se arrugaba, no
digamos mostrar alguna posible debilidad. Entonces pude sentir
el calor de alguien respirando en mi cuello detrás de mi oreja...
hablando suavemente, "Hola, Yoi..."
Suspiré. "Hola, H"
Con una rapidés que sorprendería a una liebre, H se
deslizó por detrás de la silla en una provocativa posición en
mis piernas. Bueno, al menos lo intento, pero la estorbosa
túnica carmesí que estaba usando (en lugar de su usual casi-nada)
impidió sus movimientos, y acaso más bien torpemente encaramada
en mis piernas. Con el rabillo del ojo, pude ver a la chica del
fuku azul neon girar los ojos en su forma usual llena de
repugnancia.
"¡Wow¡Nunca había visto a una escoria maligna así de
cerca antes¡Esto es tan cool!" dijo una chica rubia bastante
voluminosa mientras saltaba alrededor de la silla, chocó un
par de veces contra la del fuku azul, me saludó agitando la
mano timidamente, y procedió a solamente saltar por aquí y
por allá (no es que tenga alguna queja respecto a eso último).
Esta niña mágica parecía lucir uno dos años más joven que su
compañera del fuku azul y, de hecho, vestía un fuku muy
parecido y muy... adaptado a su anatomía, para decirlo
gentilmente.
"Por amor de Dios, Kei... ¿Te puedes calmar?" Soltó la
del fuku azul, sujetándose la cabeza como si le fuera a reventar
debido a la presión arterial. La exuberante y amarilla niña
mágica dejó de rebotar (desafortunadamente) y le dió a la de
fuku azul una mirada mezclada con preocupación y shock
"Shhhhh!" Kei le siseó en contestación, añadiendo en una
voz más callada, "¡No soy Kei ahora, y lo sabes!" La parte
lógica de mi mente notó que aún cuando esta Kei parecía al menos
lo suficientemente grande para estar en una universidad, ella
actuaba como si tuviera el IQ de una puerta -- definitivamente
la mentalidad de una niña mágica, en serio. El resto de mi mente,
sin embargo, estaba ocupada estudianto una repetición instantanea
del rebotar de Kei, esta vez en camara lenta.
La chica del fuku azul neon soltó un suspiro en fastidio.
"Muy bien muy bien... por favor detente, Pretty EcoWarrior
Solina..." nunca escuché el nombre de una niña mágica ser
mencionado con tal sarcasmo en toda mi vida. Aparentemente,
Kei no pareció notarlo; como por indicación, puso su pose de
introducción, y el amarillo de su fuku pareció abrillantar hasta
el punto de cegarme. Mientras, una cuarta niña mágica decidió
aparecer detrás de mi sillón, revelando a una mujer quien
parecía estar entrando en sus 30's. Ella, como las otras, estaba
vestida en un fuku del mismo estilo, pero el de ella era un
agradable tono de verde bosque no-tan-neon. Su mirada estaba
fija en la de fuku azul. "Yuna¿Que te había dicho acerca de
tratar a Kei con respeto?"
Yuna suspiró. "Lo siento, Mina"
Mina se volteó en mi dirección, pero en su lugar fijó la
mirada en H, quien estaba ocupada intentando liberar su bota con
picos del fondo de su túnica, todo mientras se esforzaba por
permanecer en mis piernas. "Kasumi, por favor no te sientes
sobre nuestro invitado"
¿Kasumi?
H volteó hacia mi, notando la mirada de extrañeza en mi
cara, y me regreso otra, pero una de 'Te atreves a decirle a
cualquiera y despertarás con organos faltándote'.
Después de unos momentos de notar a las cuatro chicas
mirándome, decidí romper el silencio con uno de mis educados
comentarios. "Muy bien, solo diganme, que rayos pasa aquí?"
"¡Vas a ayudarnos!" Kei chirrió, resumiendo sus saltitos.
"Oh Dios" Yuna replicó, esterrando su cabeza en sus
manos.
Mina suspiró, cambiando su expresión de hermana mayor por
una de empleada bancaria detendiendose en la casa de una pareja
de ancianos tan solo para darles su nota de embargo. "Bueno,
um, hemos...decidido... que necesitamos tus servicios después
de todo...un...con un pequeño problema" ella pausó, haciendo
obvio que esto sería dificil de decir para ella. Ella
probablemente nunca ha tenido que pedir ayuda antes en ningún
aspecto, ya no digamos a alguien como yo. "Has sido ampliamente
...er...recomendado por tus...colegas...y un...antiguo...
cliente..."
Una voz inglesa interrumpió. "Corrección, querida:
ACTUAL cliente" del lado izquierdo del sillón apareció el
loco que detiene el tiempo en persona, Nigel Ramsbottom,
completo con su estereotipica taza de té en la mano. Tomó un
sorbo de té, y miró hacia acá. "Aún no terminas tu trabajo,
sabes viejo amigo? Y aún tienes que regresar nuestras armas"
Bueno, me tenía por ambos lados, pero decidí ignorarlo.
"¿Donde está el resto de mi equipo?"
Mina habló, "Oh, ellos están bien. En este momento,
ellos están cenando en el piso de abajo"
Antes de que la parte lógica de mi cerebro pudiera
compilar esa parte para encontrar cualquier pista de
desinformación, el resto de mi mente tomó el control de mis
cuerdas vocales. "¿Entonces por que he estado amarrado a este
sillón todo el día?"
Esto pareció sorprender a todos menos a Nigel, quien
simplemente sonrió y puso su taza en el plato que tenía en la
otra mano. "Señoritas ¿Nos podrían escuzar a mi colega y a mi
por un segundo?"
Las cuatro niñas mágicas asintieron y desaparecieron
detrás de mi --Kei decidió despedirse agitando el brazo al
pasar por mi silla. Nigel tomó otro sorbo de té. "Bueno, tu
eres el lider de está feliz banda de asesinos... el cerebro
de la operación, de una forma extremadamente figurativa. Por
consiguiente, tu, idealmente, eres a quien tengo que convencer
de ayudarme". Con una mirada entretenida en el rostro, el
esponjó la punta del listón que me tenía amarrado. "Las...um..
medidas de precacución fueron idea de las mujeres mágicas...
solo en caso de que decidieras voltearte contra ellas".
"Es así como prefieren ser llamadas las damas". Nigel
bebió calmadamente su taza de té nuevamente. "Parece que les
ha tocado un muy mal son ultimamente, con la reciente
temporada de niñas mágicas pobremente entrenadas en la
escena"
"Ok...¿Pero en que forma me involucra a mi a mi
negocio?"
"Simple" Nigel afirmó. "Desde que tu no has terminado
el trabajo que te dí, sigues en deuda conmigo. Estas tres
adorables damas vinieron a mi por asistencia, y no pude
rehusarles mi ayuda" Nigel sorbió su taza nuevamente. El verlo
estaba comenzando a darme sed. "Entonces pensé en ti y tu
grupo, y como serían simplemente perfectos para este trabajo"
"Define que quieres decir con trabajo". Genial, el
escenario usual se repite: Mr. Patrón decide que aún estoy bajo
el contrato, de modo que quieren exprimirme un poco más antes
de considerarlo terminado (Y yo considero reclamar algun tipo
de 'pago por horas extras')
"Solo una continuación del trabajo que acordamos. Terminar
tu trabajo en el club de 'Shubby-chan'..."
"¡Pero ya lo temrinamos!" decidí mencionar. "¿Recuerdas?
¿Mucha destrucción¿Monstruos feos caen y mueren¿Club
explotanto?"
"Si, si, pero solo tomaton a tres de los cuatro individuos
en mi lista. Y el cuarto sigue suelto. Y en estos momentos..."
Ramsbottom levantó la mirada pensativó, como si en algún lugar
del techo estuviera escrito el resto de lo que iba a decir.
"Si, en estos momentos, ella está con Ultra"
Gruñí. Con que Reika regresó a trabajar con Ultra. Mi
mente regresó a lo que podía recordar del ataque al concierto,
tanto como pude recordar, la ví justo antes de que Capitan
Kawaii hiciera su aparición. Parte de mi decidió contemplar la
posibilidad de que Nigel solo estuviera mintiendo y ella
estuviera abajo con Itami y Aika comiendo tortas o bollos o lo
que sea que cenen los ingleses. Pero Nigel parecía tener esa
'patente misteriosa'... el simplemente parecía saber cosas, y
eso me molestaba. En efecto, Nigel parecía saber lo que estaba
pensando en este momento; podía sentir la brillantéz de su
sonriza me escaneara.
"Bie, pero ¿Como es que las otras tres niñas..."
"Mujeres" Nigel me corrigió. "Ellas prefieren ser
llamadas mujeres"
Suspiré. "Muuy bien¿Que tienen que ver estas mujeres
con el culto y Ultra?"
"Bueno, ellas, como tú, sienten que de algún modo Ultra
y el culto de Shub-Niggurath tienen algo que ver con la...
manufacturación de niñas mágicas, por así decirlo"
"Okay¿Y por que no pudiste hallar una forma más
convenciones de hablar sobre esto? Como concertar una cita, o
pararme en la recaudería, o algo?"
Nigel rió entre dientes. "Bueno, Kasumi y yo sentimos que
tu te sentarías a escuchar. Pero las otras quisieron hacerlo
en sus propios terminos, Solo en caso de que decidieras
voltearteles y encargarte de ellas al momento durante una de
dichas juntas"
Nigel parecía determinado a ayudarlas, aunque no se
realmente por que. Ni siquiera sabía bien por que Reika me
estaba ayudando, ahora que lo pienso, o el por que es que
está ahora con Ultra. Siendo francos, he estado confundido sobre
un buen de cosas ultimamente, realmente quería ir a algún otro
lado a hacer algo que no fuera pensar en gente que quiere
controlar las fuerzas del bien y el mal, y sus amigos
supernaturales. Pero me supuse que si Nigel me ayudaba a llegar
al fondo de esto pronto, sería un hombre feliz. Además, aunque
Reika lucía tan dulce --rara, pero dulce-- no tomo de muy buena
forma que digamos el ser traicionado, y eso solo le daba puntos
negativos de ser así.
"Muy bien, estoy adentro" Dije, y después añadí: "Pero
mi tarifa se incrementa" Pensé que sería una buena forma de ver
si en realidad necesitaba mi ayuda o no.
"¡Bien¡Bien¡Estupendo!" Nigel Exclamó, aparentemente
ignorando esa última parte de mi enunciado a la vez que
colocaba su taza en el plato, dirigiendose a la puerta. "Iré
a decirle a los demás!"
Me tomó un par de segundos después de que Nigel dejó el
cuarto y cerró la puerta el darme cuenta que aún seguía atado
al sillón
Rayos.
¿Llevara Nigel a Yoi por el camino correcto?
- ¿Realmente Reika traicionó a Yoi para ayudar a Ultra?
- ¿Será liberado de sus comodas ataduras?
...No lo se. Averiguenlo la siguiente semana
