Holitas! Weno, esta es mi primer fic... espero que les guste. El primer capítulo no tiene mucha acción y no es nada revelador, es solamente una introducción a la historia de Los Merodeadores. Cargado de mucho amor, encuentros y desencuentros, esta es una fic en donde plasmo todo lo que me inspira el amor de Lily y James.
Gracias a todos por usar un tiempo de su vida en leerlo. Espero sus reviews!
Belu.
OOOoooOOOOooOOOO
Capitulo 1: Un reencuentro mágico.
La mañana se aferraba a las ventanas del mundo que estaba por despertar. Los rayos de luz iban despertando a todos los habitantes dándoles una suave caricia a través de la ventana. Aún se podían sentir los restos del verano, que había cambiado mucho a todas las personas. El paso del tiempo era inevitable.
- Arriba Lily- dijo una mujer de unos cuarenta y cinco años que le daba un dulce beso a una muchacha pelirroja que yacía dormida en su cama. La pelirroja abrió los ojos. Eran de un verde esmeralda tan puro que cualquiera sucumbiría con una sola mirada.
- Mamá... Buenos días- La chica se incorporó y le dirigió una breve sonrisa a su madre, quien le respondió con un cálido abrazo.
- Vamos Lily que llegamos tarde y no querrás hacerlo en tu último primer día de clases- Esas palabras resonaron en la cabeza de Lily Evans que intentando disimular el vacío que le generaron, bostezó y le dirigió una sonrisa a su madre.
- Voy- dijo y su madre se retiró de la habitación.
- Mi último primer día de clases...- dudó un momento- echaré mucho de menos Hogwarts, mis amigas, Lucy, Helen, Alice, Remus...Pot...- se calló por un momento intentando comprender lo que había estado por decir. ¿Qué era lo que su inconsciente estaba por decir¿Extrañar a Potter? Claro que no. Todos estos años tratando de librarse de él, de sus bromas, de su arrogancia y de su amigo, igualmente pedante, Sirius Black. Estaba segura de que no lo iba a extrañar- No debo dormirme tan tarde¡hasta deliro del cansancio!- murmuró para sí misma no muy convencida de la excusa que se había creado.
Lily Evans vivía en el nro. 15 de la Calle Privet Drive. Era una maga, hija de muggles y estaba por cursar su séptimo y último curso en Hogwarts, escuela de Magia y Hechicería. Tenía 17 años, una cabellera ondulada y rojiza, unos ojos especialmente expresivos y una figura armoniosa. Bajó rápido de su dormitorio para desayunar, con el baúl levitando a su lado.
-Buenos días papá, Petunia- dirigió una sonrisa hacia las dos personas que estaban en la mesa. La primera, le devolvió el gesto y la segunda la miró con asco y repugnancia. Lily sabía que muy en el fondo, Petunia la quería.
Una vez en la estación King Cross Lily se despidió de sus padres y de su hermana.
- Hasta luego hija, nos veremos muy pronto, ojalá disfrutes tu último año. Te echaremos mucho de menos- La muchacha se abrazó con mucha fuerza a sus padres- Yo también, y lo saben- y una lagrima se derramó por su mejilla. Terminó el abrazo, besó a cada uno y se dirigió a su hermana mayor.
- A ti también te voy a extrañar hermana, sabes lo mucho que te amo a pesar de todo- la abrazó y sorpresivamente su hermana respondió al abrazo- Cuidate mucho Lily y jamás le cuentes esto a nadie- respondió una muchacha de unos diecinueve años, delgada con la cara huesuda. Lily sonrió y cruzó el muro.
- Lilian Evans- dijo un muchacha alta con una cabellera rubia larga hasta la cintura y unos suaves rizos en el final. Lily se dio vuelta.
-Lucy in the sky with diamonds- dijo Lily con una sonrisa. Estaba muy contenta de reencontrarse con su amiga, con la que no pudo verse durante el verano por que sus padres temían que sea blanco de mortífagos.
-Te extrañé mucho amiga, muchísimo. Pero mejor subamos al tren por que se nos va a escapar- dijo Lucy Williams que tenía unos hermosos ojos grises rasgados.
-Pero... ¿y Helen?- dijo Lily mientras era llevada casi al vuelo de la mano por Lucy.
- Seguro ya entró.
Los compartimentos estaban, en su mayoría llenos. Por suerte, las muchachas ya habían reservado uno. Lily y Lucy eran muy amigas desde su primer año en Hogwarts, las dos igualmente estudiosas e inteligentes. Lucy provenía de una familia de magos muy prestigiosa, que se destacaba por tener gloriosos aurors en el árbol genealógico. Pero para desgracia de su familia, Lucy tenía en mente ser sanadora, a diferencia de Lily, que siempre quiso ser una destacada auror.
La puerta del compartimento se abrió. Una muchacha de pelo castaño lacio hasta la cintura y unos ojos celestes extrañamente redondos entró. Era alta, delgada y tenía mucho busto, lo que hacía que fuese blanco de muchas bromas, así como de muchas miradas masculinas.
- Hermanas de mi vida- dijo y las abrazó tan fuerte que casi las ahoga.
- ¿A nosotras dos o a tus otras dos hermanas?- se bufó Lucy. Lily rió.
- Ja Ja, veo que este año estas graciosita, Williams- ironizó Helen Thomas.
Las muchachas se sentaron a hablar sobre sus vacaciones, Lily y Lucy comentaron sobre algunos libros, cosa que no divirtió mucho a Helen que era enemiga de los éstos y amante del Quidditch, cazadora estrella del equipo de Gryffindor. La charla amena entre risas duró una media hora, hasta que una figura atlética se posó sobre la puerta.
- Pero mira a quién tenemos aquí- dijo Sirius Black con sus deseados ojos grises- Evans, Thomas y Williams, una mezcla explosiva. ¡Jaaaaamesssss!- Gritó.
- No por Dios, ahí comienza la tortura de este año- dijo Lily por lo bajo a sus amigas, quienes captaron el mensaje y se lamentaron de igual forma.
- Mira que bonito regalo que me he encontrado James- dijo Siruis con un tono de arrogancia en su voz. Un muchacho con un cuerpo igual de atlético se posó en la puerta al lado de Siruis. Llevaba unas gafas que escondían sus ojos miel y una sonrisa aparentemente arrogante.
-Williams, Thomas... Y Evans, gusto en verlas
- Como me gustaría poder decir lo mismo- dijo Lily con desprecio
- Supongo que este año tampoco me vas a dar una cita¿verdad Evans?
- ¡Exacto¿Has estado visitando a la profesora de adivinación de incógnito?- dijo Lily con ironía, y luego todos se rieron.
- Ja, Ja, muy graciosa Evans, me parece que has perdido la memoria sobre lo que pasó el año pasado...- Lily se puso roja hasta la coronilla. Sabía perfectamente que James hablaba del beso que se habían dado en el lago, hecho que hasta el día de hoy, Lily, no se puede explicar. Su cuerpo actuaba por si solo.
- ¿Y Remus?- interrumpió Helen en un intento de salvar a su amiga
- ¿Y a ti que te preocupa Remus, Thomas?- preguntó Sirius celoso
- ¿Perdón¿ Se puede saber quién te dió vela en este entierro, Black?
- Esta con orientando a los nuevos prefectos en sus labores- dijo james tratando de evitar una discusión
- ¿Y por qué Lily no está con él?- interrogó Lucy
- ¿Tu también eres premio anual Evans?- dijo Sirius, lo que provocó que Lily se volviera a sonrojar un poco más, ya que aún no había salido del recuerdo de su beso con James.
- Si, y será mejor que valla a ayudar a Remus, así que, apártense- ordenó Lily mientras se levantaba. Sirius y James se corrieron para dejar pasar a la pelirroja, pero James la siguió hasta unos metros más adelante del pasillo
-¿Te acompaño pelirroja?- dijo mientras la acorralaba contra la pared del pasillo
- Aléjate Potter, te lo advierto, o te vas a arrepentir- amenazo con el dedo índice en alto. Sin embargo, su cuerpo no resistía tenerlo tan cerca. Lily rogaba con todo su corazón poder alejarlo y que James no se diera cuenta de lo que sentía. Pero para desgracia de Lily, James la acorraló aún más, tanto que sus labios quedaron a unos pocos centímetros. Podían olerse mutuamente.
- Te lo advertí Potter- dijo Lily mientras con una maniobra saco su varita- ¡Vinguardum Leviosa!- y James quedó levitando en el aire.
- ¡Bájame inmediatamente Evans! Te volviste completamente loca ¿sabias?- dijo James desde el aire
- Eso te pasa por no escucharme nunca- dijo Lily mientras reía y se alejaba por el corredor.
OooooOOOOooOOOo
Un millón de Gracias! Próximamente actualizo.
Besitos y espero que les haya gustado!
